… que en 1953 se construye y pone en servicio la Av. Guzmán Blanco o Cota 905?

El Plan Municipal de Vialidad de 1951, trabajo realizado por los profesionales venezolanos y extranjeros que desde su fundación en 1938, trabajaron en la Dirección de Urbanismo de la Gobernación del Distrito Federal, y que pone el acento en la cooperación entre el poder nacional y el local en aquellos años, tiene su origen en otro aprobado once años antes. Su importancia radicaba en entrelazar una serie de avenidas en construcción y construidas a las cuales se accedía o salía por calles estrechas cosa que acentuaba el problema inicial: la congestión del tránsito que ya se había convertido en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades competentes.

Así, de acuerdo a lo que recoge Juan José Martín Frechilla en “Diálogo municipal con Pedro Pablo Azpúrua”, aparecido en Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004), “el 16 de junio de 1951 la DOM (Dirección de Obras Municipales) envió al Gobernador el programa de obras indispensable y prioritario, ateniéndose a los recursos económicos de la municipalidad, con el objeto de construir las vías que determinaran la ‘estructuración general’ de la vialidad urbana de Caracas y contribuir de ese modo a la solución del problema del tránsito”. Acompañado de un folleto donde se podían observar las avenidas trazadas en color sobre segmentos de fotos aéreas de la ciudad, y con un costo estimado “de aproximadamente 142 millones de bolívares”, se establecieron un total de 19 obras clasificadas en dos rangos: “las que ‘deberán ejecutarse en los dos primeros años’ y las que ‘deberán ejecutarse en los dos años siguientes’”
El Plan, que según el grosor de las avenidas trazadas presentes en la publicación establecía su jerarquía (autopistas, alimentadores, vías primarias y vías secundarias), consideraba de las 19 obras que incluía a 9 de ellas como imprescindibles y urgentes: la avenida Urdaneta, el tercer tramo de la avenida Sucre, la avenida Fuerzas Armadas, el Paseo Los Próceres, la calle Este-Oeste 20, la avenida San Martín, la avenida Libertador (incluyendo sus conexiones con la Andrés Bello y la Francisco de Miranda), el cuarto tramo de la avenida Sucre y la avenida Baralt. Éstas, sumadas a “la avenida Bolívar, y las conexiones hacia el sur y el norte, y las autopistas del Este y El Valle, (permitían) ‘resolver el tránsito dentro del casco tradicional de la ciudad, (y) aunque se precisaba que ellas no eran ‘suficientes por sí solas para la total resolución del problema’”.

Construidas todas ellas (menos la calle Este-Oeste 20) con “una clara vocación de enlace”, se procedió dos años después a iniciar la segunda fase del Plan (vías periféricas y de evacuación) con un objetivo similar. Dentro de este grupo se encontraba la “avenida Cota 905, desde el extremo sur de la avenida O’Higgins (la Paz) hasta El Portachuelo de El Cementerio, empalmándose con la autopista del Este”, empalme éste último que no se construyó y “la Cota 905 ‘toca tierra’ en el nodo de las avenidas Nueva Granada y Principal de El Cementerio”.

Esta avenida perimetral bautizada posteriormente como Guzmán Blanco, que bordea la serranía al sur de la urbanización El Paraíso tiene 6 kilómetros de longitud y 11 metros de ancho y sería puesta en servicio tras 100 días de construcción el mes 29 de noviembre de 1953. La obra realizada por la Compañía Anónima Venezolana de Carreteras (CAVECA) a un costo de Bs. 7.093.155,07 contempló como parte de su ejecución, a la altura de El Pinar y frente a las instalaciones del INOS, la creación de la Plaza Alejandro Petión.
La crónica de la época hablaba de que se trataba, por un lado, de una “vía funcional para el tránsito en un sector de gran movimiento y como realización de carácter recreativo que contribuyó al Plan Turístico Nacional” y, por el otro, de que con ella “la Gobernación del Distrito Federal (incorporaba) a la ciudad capital arrabales abandonados a su propio destino … catalogados ayer como barrios inadaptables a la civilización”.

La revista Billiken (citada por el blog Caracas en retrospectiva el 19 de septiembre de 2013, https://mariafsigillo.blogspot.com/2013/09/obras-de-caracas-cota-905.html), señalará: “Nota de gran actualidad en cuanto se refiere a los trabajos de la Gobernación en beneficio de la urbe, es la construcción de la Cota 905 obra de recia envergadura que a la vez que descongestionará en tránsito por la Avenida de El Paraíso, pondrá a la ciudad en el disfrute de las delicias de una nueva arteria de comunicación. (…) A ambos lados tendrá alcantarillado y muros de contensión [sic] donde la naturaleza del terreno lo reclama, con todas aquellas protecciones necesarias que harán imposible las erociones [sic]. La nueva vía pasará por el parque ‘El Pinar’, ‘Los Laureles’, ‘Los Cedros’, ‘Villa Zoila’ y ‘Buenos Aires’ hasta enlazar en el Portachuelo con las Avenidas de San Agustín, El Valle y El Cementerio. (…) Por supuesto que se tomará debidamente en cuenta al problema que representa para el ornato del ayer denominado ‘aristocrático paseo El Paraíso’. (…) La zona que atravesará la Cota 905, el Caserío llamado Brisas de El Paraíso, porque sería materialmente imposible una inversión de dinero en la construcción de la citada arteria, teniendo y dejando en pie ranchos que requieren ser desplazados hacia otros lugares. (…) Esta nueva vía viene a prestar un importante servicio, pues que además de influir en el descongestionamiento de las Avenidas de ‘El Paraíso’ y ‘San Martín’, por las cuales entran a la ciudad numerosos vehículos pesados de Aragua y La Guaira, le imprimirá a los barrios residenciales ubicados en El Pinar y El Paraíso, el sello de elegancia que tuvo hasta que los camiones de carga, hicieron de aquella arteria su vía de acceso a la ciudad».

Con el transcurrir del tiempo las bucólicas fotos que mostraban a la Cota 905 recién terminada dejaron de aparecer. El traslado a otro sitio que se vislumbraba para “el Caserío llamado Brisas de El Paraíso”, “porque sería materialmente imposible una inversión de dinero en la construcción de la citada arteria, teniendo y dejando en pie ranchos que requieren ser desplazados hacia otros lugares”, lejos de concretarse, trocó a la caída del perezjimenismo en multiplicación a lo largo de su desarrollo de aglomeraciones similares.


Desde entonces se empezó a marcar una diferencia abismal en la calidad ambiental de la avenida que tiene el Parque Zoológico El Pinar (1945) como punto de inflexión: hacia el suroeste (sentido La Vega) se preservó buena parte de la vegetación y las características originales de la vía notándose como elementos resaltantes la Villa La Clemencia (de 1954, originalmente vivienda de la familia Herrera-Velutini hoy convertida en una spa), el Cocodrilos Sports Park (2005), el Polideportivo La Veguita y el Club Social Policía Nacional; hacia el noreste (sentido avenida Nueva Granada) se produjo un crecimiento descontrolado de los barrios ubicados en su borde sur a partir de las “Brisas de El Paraíso” (“La Montaña”, “Naranjal”, “La Gallera”; “El Mercal”, “Sinaí”, “La Chivera”, entre otros), que han terminado cubriendo el cerro que limitaba con El Cementerio formando un solo macizo y prolongándose hasta su inicio cerca de El Helicoide.


Hoy el sector, sinónimo de violencia, tomado por bandas de delincuentes y narcotraficantes, se ha convertido en permanente inseguridad y angustia para sus habitantes y las zonas aledañas. Una prueba palpable de ello se constata cuando quienes tratamos de recabar información desde internet colocamos en una pestaña “avenida Guzmán Blanco” y en otra diferente “Cota 905”. De un lado reaparecen las límpidas imágenes próximas a su inauguración y del otro todas las que muestran su actual deterioro, el peligro que se corre al transcurrir por ella, la presencia de paramilitares y las relacionadas con los días de julio de 2021 en que “el Coqui” se enfrentó a tiros con las fuerzas de seguridad para “defender” junto a sus secuaces un territorio que le servía de guarida y del que se había apropiado sin pedir permiso a sus legítimos pobladores. Degradación que muestra en parte el país que tenemos y que nos corresponde a todos rescatar.
ACA
Procedencia de las imágenes
1. Otra Llamada Más (https://www.facebook.com/leopoldociudadano/photos/a.442421866129604/1249289632109486/?type=3)
2 y 3. Juan José Martín Frechilla. “Diálogo municipal con Pedro Pablo Azpúrua”. En Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004)
4. Caracas en Retrospectiva (https://mariafsigillo.blogspot.com/2013/09/obras-de-caracas-cota-905.html); y Mi Caracas Antigua (https://www.facebook.com/micaracasantigua/posts/la-avenida-guzm%C3%A1n-blancola-de-guzm%C3%A1nblanco-es-otra-nueva-e-importante-v%C3%ADa-que-se/646691344345842/)
5. Colección Crono Arquitectura Venezuela.
6. Caracas en Retrospectiva (https://mariafsigillo.blogspot.com/2013/09/obras-de-caracas-cota-905.html); y Cactus24 (https://owl.cactus24.com.ve/tag/el-koki/)
7 y 8. Capturas de Google Earth.
9. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y Elías López (https://x.com/eliaslopezvzla/status/1359130694748930051)
10. Cactus24 (https://owl.cactus24.com.ve/tag/el-koki/); NotiFalcón (https://notifalcon.com/2021/07/08/ascienden-a-4-los-muertos-tras-ataque-de-bandas-armadas-en-la-cota-905/); eldiario (https://eldiario.com/2021/03/19/nuevas-detonaciones-cota-905-coqui/); El Impulso (https://www.elimpulso.com/2021/03/19/criminales-habrian-intentado-tomar-comando-de-la-guardia-nacional-bolivariana-en-la-cota-905-19mar/); y Provea (https://provea.org/comunicados/conflicto-en-la-cota-905-la-prioridad-es-la-vida-de-la-gente/)



































































