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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 326

La historia de la ciudad de Caracas tiene apenas poco más de cuatrocientos años y a partir de su fundación han ocurrido varios eventos sísmicos, que han llevado a estudiar cómo es la geología donde se asienta la ciudad y qué tan antiguo es el valle que la contiene.

Este plano de la capital venezolana que mide 55 x 92 cm. es, a su vez, un minucioso estudio que muestra la estructura geológica del valle, donde predominan las rocas metamórficas.

Es la primera edición del mapa escala 1:50.000, producida por la Dirección de Geología del Ministerio de Minas e Hidrocarburos en 1951, levantada por el destacado geólogo Gabriel Dengo, dibujado por R.F del Castillo y Pedro Castro Marín, y aprobado por el ingeniero Armando Schwarck Anglade, producido a partir de una base cartográfica preexistente.

En él se detalla que en las zonas bajas del valle de Caracas predominan las rocas sedimentarias de carácter aluvional cuaternario, similares a las del borde costero que va desde Catia La Mar hasta más allá de Caraballeda. A ello se suman otros tipos geológicos que conforman el suelo de la capital que aparecen clasificados en cuatro formaciones que pertenecen al denominado “grupo de Caracas”: la formación Tacagua, al oeste de Catia, donde predominan los esquistos sericíticos epidóticos; la formación Las Mercedes, al sur, compuesta por esquistos calcáreos micáceos con capas calizas y parte superior grafítica; la formación Antímano compuesta por calizas marmóreas y mármol; y la formación Las Brisas constituida por esquistos y conglomerado cuarcíferos y granatíferos, presentes en gran parte del cerro el Ávila. Estas formaciones pertenecientes al Mesozoico medio a superior, arrojan según estudios realizados por el geólogo Gabriel Dengo, que el valle de Caracas tiene una edad que oscila entre los 70 y los 180 millones de años.

En el plano se señala con líneas negras el rumbo de las fallas geológicas, así como el buzamiento, es decir, el ángulo que forma la línea de máxima pendiente de una superficie de un estrato, filón o falla con su proyección sobre el plano horizontal. También se señala la foliación de las rocas sometidas a calor y presión diferencial durante el metamorfismo que se caracterizan por presentar alineación paralela de minerales, lo cual da a la roca una apariencia de capas o bandas.

La representación planimétrica también incorpora algunos trazados o retículas de urbanizaciones incipientes al este de la capital, asi como poblaciones, carreteras, líneas de ferrocarriles, ríos y quebradas, y curvas de nivel con intervalos cada 100 metros. A su vez, forma parte de un estudio mayor, que se refleja en el dibujo ubicado a la izquierda de la «situación relativa» y las «cartas adyacentes» que muestra la totalidad del país.

1. El geólogo costarricense Gabriel Dengo (izquierda) y el ingeniero en geología venezolano Armando Schwarck Anglade (derecha)

El equipo que produjo el importante plano estuvo dirigido por Armando Schwarck Anglade, un profesional nacido en Valencia en 1918, quien fue el primer venezolano en conseguir una beca para estudiar Ingeniería Geológica en el Colorado School of Mines en Estados Unidos gracias a un convenio con el Estado venezolano, graduándose en 1942. A su regreso a Venezuela trabajó como ingeniero para el Ministerio de Fomento y el Ministerio de Minas e Hidrocarburos por varios años en la Jefatura de la Dirección de Geología, realizando numerosos proyectos de prospección minera en el territorio nacional, dentro de los cuales se encuentra este Plano Geológico de la región de Caracas.

2. Yacimiento de bauxita de Los Pijiguaos, conocido también como Cerro Páez, descubierto por Armando Schwarck a comienzo de los años 1970.

Cabe destacar que la relevancia de la labor profesional de Armando Schwarck va mucho más allá de haber coordinado la elaboración de estos planos, pues en los años 70, a partir de jornadas de teledetección con aerofotografía entre los estados Amazonas y Bolívar, Schwarck descubrió con un estereoscopio una “pequeña anomalía, casi circular, entre los ríos Suapure y Parguaza, cerca del caserío de los Pijiguaos”, que resultaría ser una coraza laterítica en la Serranía, con posibles evidencias de bauxita, según relata su nieto Carlos Schwarck en la semblanza sobre su abuelo. (https://www.linkedin.com/pulse/semblanza-de-mi-abuelo-el-ing-armando-schwarck-anglade-schwarck/?originalSubdomain=es). Años más tarde, en 1976, el ministro de Minas e Hidrocarburos reconoció la magnitud del descubrimiento de Schwarck y se propuso evaluar su dimensión, recoger muestras y estudiar la factibilidad de explotación bajo la asesoría del propio Schwarck como geólogo. Se materializaba así el descubrimiento del gran yacimiento de Bauxita de Los Pijiguaos, conocido también como Cerro Páez, con reservas probadas de no menos de doscientos millones de toneladas métricas, localizado en la región occidental del estado Bolívar, específicamente al norte de la serranía que le da su nombre, en el Distrito Cedeño, aproximadamente a 40 km de la desembocadura del río Suapure.

En cuanto a Gabriel Dengo (1922-1999), quien figura como geólogo en el plano que hoy nos ocupa, fue un destacado profesional nacido en Costa Rica, con estudios de geología en la Universidad de Wyoming finalizados en 1946. Dengo hizo contribuciones significativas a la geología, en petrología ígnea y metamórfica, estructura y tectónica, estratigrafía, depósitos minerales económicos, historia geológica, geofísica y mapeo y síntesis regionales. A su vez realizó sus estudios de doctorado sobre la Cordillera Costera de Venezuela, como una contribución temprana al programa de investigación del Caribe de la Universidad de Princeton, que prosperó bajo la dirección del ingeniero y geólogo Harry Hess.

En 1950 Dengo viajó a Venezuela para trabajar por dos años como geólogo principal en el Ministerio de Minas e Hidrocarburos desempeñando un papel importante en el descubrimiento de un gran depósito de mineral de hierro en el Escudo de Guyana.

3. Deformación y colapso del Viaducto nº1 de la Autopista Caracas-La Guaira cuyo desplome definitivo se produjo el año 2006.

Según se reseña en su biografía, escrita por Prucha & Case (http://cbth.uh.edu/outreach/reports/Dengo_memorial.pdf ), otro de los primeros trabajos de Dengo fue «la asesoría en la construcción de la carretera Caracas-Maiquetía», donde predijo y anticipó con precisión las fallas geológicas que producirían problemas en la su construcción, pues había cartografiado la Cordillera de la Costa de Venezuela por donde pasaba la «carretera».

El plano que ilustra nuestra postal del día de hoy es, también, un importante antecedente que ha servido para estudios posteriores de microzonificación sísmica para definir el carácter geológico del valle de Caracas (como la Propuesta geológica de microzonas sísmicas para la ciudad de Caracas de Oropeza y Singer), destinados a estudiar el comportamiento sísmico en las depresiones aluvionales al noreste de la capital a partir del terremoto de 1967, donde los daños se concentraron en el sector de Los Palos Grandes, a pesar de su magnitud “moderada” según los propios Oropeza y Singer. Ello ha señalado la complejidad de las condiciones geológicas de esta depresión aluvial, sobre la cual se asienta la ciudad, susceptibles de modificar el comportamiento de las ondas sísmicas de acuerdo a la respuesta dinámica de los diversos cuerpos de sedimentos que éstas atraviesan.

4. Terremoto de Caracas del 29 de julio de 1967. Colapso del edificio Mijagual, 4ta avenida de Los Palos Grandes.

Por otro lado, desde el punto de vista sísmico, la mayor amenaza en el límite norte de la ciudad, según Oropeza y Singer, coincide con la franja de deformaciones piemontinas cuaternarias desarrolladas por la falla de El Ávila en su condición de falla activa de sitio que actúa como una bisagra estructural entre la depresión de ángulo de falla con la mole del cerro y las anomalías de espesor de sedimentos en las microzonas ubicadas en la franja piemontina de El Ávila entre Catia y El Marqués. A su vez señalan que “la expansión lateral de los abanicos aluviales piemontinos confina a las unidades geológicas de edad más reciente y los suelos con respuesta sísmica potencialmente más conflictiva, en un estrecho corredor acuñado contra el basamento rocoso a lo largo de los ríos Guaire y Valle en las correspondientes microzonas”. Por último, declaran que “por su tendencia subsidente pronunciada y asociada al mayor espesor de sedimentos, la depresión de Campo Alegre-Los Palos Grandes-Los Ruices y sus correspondientes microzonas, se encuentran particularmente expuestas a la acción recurrente de deslaves torrenciales, como los ocurridos en época prehispánica en intervalos de tiempo del orden de 500 años”.

El plano fue impreso en la tipografía de Miangolarra Hermanos S.A., una prestigiosa empresa de la industria gráfica que empleó equipos y técnicas novedosas para su época, fundada por los hermanos Augusto y Ernesto Miangolarra, de origen vasco, que llegaron a Venezuela en los años 40 como refugiados a raíz de la llegada del franquismo al concluir la Guerra Civil española.

Nota

Las citas correspondientes al trabajo de Oropeza y Singer provienen de: Oropeza, Javier y Singer, André. (2011). “Propuesta geológica de microzonas sísmicas para la ciudad de Caracas”. Revista de la Facultad de Ingeniería Universidad Central de Venezuela, 26(2), 129-140. Recuperado en 19 de septiembre de 2022 de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-40652011000200012&lng=es&tlng=en.

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Procedencia de las imágenes

Postal. http://caelum.ucv.ve/bitstream/10872/8820/1/0714.jpg

  1. http://cbth.uh.edu/outreach/reports/Dengo_memorial.pdf y https://www.linkedin.com/pulse/semblanza-de-mi-abuelo-el-ing-armando-schwarck-anglade-schwarck/?originalSubdomain=es

2. https://www.linkedin.com/pulse/semblanza-de-mi-abuelo-el-ing-armando-schwarck-anglade-schwarck/?originalSubdomain=es

3. http://wikimapia.org/263503/es/Antiguo-Viaducto-1

4. https://www.researchgate.net/figure/Figura-III10-Colapso-del-edificio-Mijagual-Valois-1967_fig9_339656348

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 318

En junio de 1799 el naturalista alemán Alexander Von Humboldt (1769-1859) y el médico y botánico Aimé Bonpland (1773-1858) se embarcan en la fragata Pizarro, en el puerto de La Coruña, después de obtener del rey de España, Carlos IV, pasaporte para viajar con fines científicos a las llamadas Indias Occidentales.

La fragata, después de haber sido desviada de su rumbo original hacia México por el mal tiempo, toca tierra finalmente en Cumaná. A partir de allí Humboldt y Bonpland comenzarían dieciséis meses de recorrido por Venezuela. Al llegar a Caracas en septiembre 1799, ambos se alojan en una casa grande al norte de la ciudad donde permanecerían por un período de dos meses. Alli ascienden a La Silla de Caracas en una caminata que les tomó 15 horas. Era la primera vez que a alguien se le ocurría hacerlo…

La imagen que ilustra la postal 318, es una litografía de 53 x 48 cm. que data de 1827, a partir de un dibujo coloreado a mano de Alexander Von Humboldt. Es un esquicio o bosquejo de la nivelación barométrica que muestra una sección del cerro El Ávila, que podemos suponer contiene observaciones realizadas por Humboldt a partir de sus expediciones y caminatas por la geografía del valle de Caracas.
La ilustración que lleva como título “Porto-Rico. Amer. Sep.” e identificada con el número 69, muestra en primer plano la sección de la montaña que separa el valle y el litoral señalando el “Camino de la Guaira a Caracas por la cumbre” (Chemin de la Guayra a Caracas par la Cumbre) Venezuela, y en la parte inferior izquierda el plano de la isla de Puerto Rico, junto a las Islas Vírgenes, Anguila y Saint Martin, georeferenciadas según los paralelos y meridianos.

Resulta significativo el perfil de la cadena montañosa, que se representa con precisión científica en esta ilustración dramáticamente coloreada a mano. El dibujo, que forma parte de un Atlas, muestra las características geográficas de una forma muy novedosa para su época. En la composición de la lámina, a pesar de llevar el nombre de Porto-Rico, destaca la ilustración de la sección del Ávila y su caída al mar por sobre la de la isla con la que se identifica.

La sección muestra la altura de los distintos puntos que conformaban el camino entre la Guaira y Caracas, partiendo desde La Guaira. Le siguen Maiquetía, Curucuti, El Salto, Venta Grande, el Cuayuvo, la Cumbre, el camino de las vueltas, la fuente de Sanchorquíz, La Cruz de la Guaira, la Aduana de La Pastora, hasta llegar a la Plaza Mayor de Caracas y, como referencia, el río Guaire. Humboldt construye relaciones entre estos lugares y puntos geográficos de importancia como la altura de los valles de Aragua y de los llanos de Calabozo. A su vez apunta la temperatura media de Caracas que alcanzaba los 21,5 grados centígrados, la de la Silla de Caracas que llegaba a los 15,5 grados centígrados; y la de la Guaira que rozaba los 28 grados.

1. Izquierda: Los seis tomos del «Atlas universal de geografía física, política, estadística y mineralógica, en la escala de 1/1641836 o de una línea por 1900 toesas» de Philippe Vandermaelen. Derecha: La Carta de Ensamblaje del tomo nº5 correspondiente a América Meridional

Preparado como litografía por quien fuera llamado el “Mercator de la joven Bélgica”, el visionario geógrafo y cartógrafo belga Philippe Vandermaelen (1795-1869), e impreso en Bruselas por Henri Ode, esta ilustración forma parte del hermoso “Atlas universal de geografía física, política, estadística y mineralógica, en la escala de 1/1641836 o de una línea por 1900 toesas”, elaborado tal y como explicita Vandermaelen “según los mejores mapas astronómicos observaciones y viajes en los diversos países de la Tierra”. Cabe destacar que para definir la altitud Humboldt utiliza la “toesa”, una medida que equivale a 1,94 metros.

En un esfuerzo descomunal Humboldt junto a Vandermaelen y Ode, miembros de la Societé de Geographie de Paris, publican esta gran obra litográfica impresa, con una completa recopilación de la geografía del mundo en hojas separadas sin encuadernar, donde todos los mapas están en la misma escala, y donde 1 pulgada equivale a 26 millas. Los mapas del Atlas se publicaron originalmente divididos en partes contentivas de diez mapas cada una entre los años de 1825 y 1827. La publicación constaba de seis partes: la Primera parte, mostraba la geografía de Europa (con Estadísticas según Hassel); la Segunda parte, el extenso territorio de Asia; la Tercera parte el continente africano; la Cuarta parte, América Septentrional; la Quinta parte América Meridional y la Sexta parte, el territorio de Oceanía.

La construcción de este Atlas, es fundamental para la historia de la cartografía, pues puso en perspectiva un problema propio de la disciplina: cómo mostrar e ilustrar la totalidad del mundo desde el punto de vista científico, y cómo dividirlo para poder estudiarlo, representarlo, imprimirlo y reproducirlo en sucesivas imágenes. Para muchos conocedores, el Atlas de Vandermaelen con las ilustraciones de Humboldt, con frecuencia fue malinterpretado por estar impreso en hojas separadas, pues generalmente los mapas de la geografía terrestre se comprenden mejor en el contexto de sus mapas vecinos. A manera de curiosidad, en Bruselas, en un año que desconocemos, se construyó un globo que alcanzó los 7,75 metros de diámetro juntando todos los mapas contenidos en este Atlas. Ello gracias a que todos los planos estaban dibujados con sus respectivos paralelos y meridianos representando a escala la curvatura exacta de la tierra.

El dibujo que nos ocupa, incluido en el volumen 5 del Atlas, reviste suma importancia, pues sus ilustraciones mostraron por primera vez a Europa y al mundo entero nueva y valiosa información científica. Un ejemplo de ello es que la exploración pionera de Humboldt por el Orinoco, cuyos dibujos figuran en este Atlas, pudo establecer la ubicación precisa y mostrar la conexión entre el río Orinoco y el río Negro, respondiendo una pregunta que había desconcertado a los geógrafos durante tres siglos.

En el mundo del coleccionismo de mapas muchos afirman que este tipo de Atlas, aunque único en concepto y tamaño, se alejaba del estilo de los mapas generalmente apreciables como obra de arte por sus cualidades estéticas y finos detalles.  Sin embargo, la obra en el contexto del tiempo en que se desarrolló la técnica litográfica, representa una monumental pieza que alcanza estatura artística por su factura técnica, belleza y valor científico. Estos dibujos hechos a mano significaron en su momento, la mayor y mejor representación del mundo en su totalidad a escala, con un alto nivel de rigor, detalle y precisión.

Tal y como lo expresa Karl Krispin en “Alexander Von Humboldt. La visita de un hombre libre a Venezuela”, texto publicado el 17 de marzo de 2022 por la Fundación Cultural Estilo (accesible a través de https://revistaestilo.org/2022/03/17/alexander-von-humboldt-la-visita-de-un-hombre-libre-a-venezuela/) “con sus Naturgemälde, Dibujos de la naturaleza, -Humboldt- pinceló igualmente su concepción de la formación de la tierra. Ello se puede comprobar en el famoso dibujo transversal que realiza del Chimborazo, al que escaló como el Pichincha, el Cotopaxi, el Vesubio o la Silla de Caracas”.

2. Vista de la Silla de Caracas, Aimé Bonpland (c.1800).

Según Andrea Wulf, autora de La invención de la naturaleza, el nuevo mundo de Alexander von Humboldt (2016), el científico y explorador era capaz de percibir la naturaleza como una fuerza global interconectada, y a partir de este tipo de representaciones descubrir similitudes entre distintas zonas climáticas de todo el mundo, avizorando el peligro de un cambio climático provocado por el hombre, que hoy resulta evidente. Así, las ideas del visionario naturalista alemán cambiaron nuestra manera de ver el mundo natural y hoy configuran la conciencia medioambiental moderna. A su vez, Humboldt convirtió la observación científica en una narrativa poética, y sus escritos y dibujos inspiraron no sólo a naturalistas y escritores como Darwin, Wordsworth o Goethe, sino también a políticos como Jefferson y Simón Bolívar.

La ilustración que explica parte de la geografía de Caracas del valle al mar, forma parte de la David Rumsey Historical Map Collection, y puede ser revisada en detalle en la web www.davidrumsey.com.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal y 1. https://lib-dbserver.princeton.edu/visual_materials
/maps/websites/vandermaelen/home.htm

2. https://wellcomecollection.org/works/jsz9tsgm

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 310

El mapa turístico de las carreteras de Venezuela de 1958, editado por ARS y distribuido por Mobil Oil Company, intenta describir todo el potencial económico, diversidad cultural, y riqueza natural del país a finales de los años 50, una época donde, a partir del uso del automóvil y el crecimiento de la renta petrolera, se inició un súbito proceso de transformación estructural que sentó la bases para el desarrollo nacional, y donde se prestó especial atención a las grandes compañías petroleras que operaron en Venezuela, cuya presencia moldearía las prácticas así como los valores sociales y culturales del venezolano.

Según se indica en la viñeta del mapa, este súbito crecimiento se refleja en que, a partir del censo de 1950, el país había crecido en un millón y medio de habitantes llegando a alcanzar 6.512.000 almas en 1959. Para ese entonces Venezuela se organizaba territorialmente en 20 Estados, 2 Territorios Federales y 1 Distrito Federal. Las vías de comunicación y carreteras alcanzaban más de 24.500 kilómetros y los aeropuertos alcanzaban casi un centenar, distribuidos en todo el territorio contabilizado los oficiales y los privados, dando una idea del nivel de desarrollo, actividad y creciente movilidad al interior del país.

El mapa ilustrado a todo color de 64 x 94 cm., que muestra la red de carreteras que vinculaban toda la geografía de Venezuela, es muy representativo de la época, pues marca la introducción de la empresa Mobil Oil Company de Venezuela en la ciudad de Caracas a partir de 1958. Cabe recordar que desde 1957, la compañía norteamericana ya venía operando en el oriente del país con la venta de combustibles y lubricantes derivados del petróleo bajo del nombre de MobilGas.

Por esta razón, este plano obsequiado como cortesía en las estaciones de servicio resultó fundamental en la promoción de la marca y sus productos en Caracas, que se ideó bajo una interesante estrategia de marketing. Producido por Ediciones ARS para la compañía identificada con el logo del pegaso rojo, el mapa invitaba a viajar por el país desde la capital buscando tocar la fibra íntima del venezolano, mostrando su idiosincrasia.

Adornado con una cartela coronada por dos orquídeas moradas y al pie un curioso carruaje dorado tirado por caballos, que hace referencia a la evolución del automóvil, la viñeta muestra la información sobre la situación geográfica de Venezuela, la población, superficie, división política, vías de comunicación, y principales puertos, entre otros detalles. Los bordes se dibujan como si el plano fuese un pergamino antiguo, mientras que en el perímetro están señalados los grados de latitud y longitud que permiten referir al país al del sistema de coordenadas del globo terráqueo.

En él se mezclan dos niveles de información: la primera referida a las carreteras y vías de comunicación terrestre como forma de facilitar el tránsito a partir de la capital por todo el territorio venezolano; y la segunda, referida a la promoción del país y del turismo, mostrando sus bondades, sus principales actividades económicas y productivas asi como su flora, fauna, paisajes, y su gente destacando la diversidad de etnias, con distintos rasgos, tradiciones, vestimentas y costumbres.

Dentro de las actividades productivas se ilustran refinerías, pozos de extracción de petróleo, puertos de carga, industrias, actividades forestales, minería, las zonas de extracción de diamantes, zonas de diversos cultivos como el maíz, la cría de ganado vacuno y sectores de pesca de río y mar. De la misma forma se muestra desde la diversidad de su flora y fauna, hasta sus tradiciones llegándose a señalar fenómenos naturales como los rayos sobre el río Catatumbo.

El reverso del mapa muestra itinerarios turísticos o excursiones saliendo desde Caracas hacia el interior: desde Caracas a los Andes, descrita como la región de las nieves perpetuas y de la pesca de truchas; un paseo de 175 km. desde la capital hasta los Valles de Aragua y el monumento a Carabobo; una travesía de 705 km. desde Caracas hacia la ciudad de los crepúsculos, la tierra de sol amada y el lago de Maracaibo; una ruta de 542 km. desde Caracas hacia Coro y Punto Fijo, contando con el atractivo de los médanos de Coro; otra travesía de 384 km. desde Caracas a San Fernando de Apure, descrita como “paraíso de cazadores”; un paseo de 170 km. desde Caracas a “las mágicas playas de Barlovento” y, finalmente, otro paseo desde Caracas a Oriente (Cumaná) y la isla de las Perlas, «paraíso de pescadores» de 853 km. En la parte inferior se ofrece una tabla de distancias en kilómetros, entre Caracas y las ciudades del interior. Pero sin duda, lo más llamativo son las ilustraciones del venezolano y su vestimenta en traje típico asociados al recorrido por cada región. Cabe añadir que el plano, curiosamente, prescinde de toda la parte sur del Territorio Amazonas, entendemos que por la inexistencia en esa zona de comunicación terrestre para la época, lo cual no deja de ofrecer la sensación de un mapa incompleto al cual lo omitido pudo haberle aportado buena información sobre rubros propios de la selva venezolana.

El impreso de ARS ediciones forma parte de los productos elaborados por ARS Publicidad fundada en 1938 por Carlos Eduardo Frías. Una agencia que produjo diversas publicaciones siendo una de las principales referencias de la modernidad publicitaria venezolana y que por muchos años lideró con éxito el mercado de comunicación de marcas, por su creatividad, dinamismo y conocimiento del país. ARS creo grandes campañas, pero además tuvo el olfato para incorporar a su equipo creativo personajes de la talla de Alejo Carpentier, Arturo Uslar Pietri, el crítico Roberto Guevara y el artista Carlos Cruz-Diez en distintas épocas.

El plano en sí, además de un producto publicitario, es una breve guía turística ilustrada, cuya estrategia comunicacional logra relacionar el auge del automóvil y el turismo combinando la información práctica de distancias, rutas y recorridos por el territorio con lo pictórico, mostrando la realidad del país y su idiosincrasia para promover la empresa petrolera y su producto “estrella” para el momento, el lubricante MobilOil.

Para 1958 Mobil Oil Company contaba con más de 40.000 estaciones de gasolina en el mundo y sus productos derivados del petróleo estaban presentes en más de 75 países.

Este original mapa ilustrado que da cuenta de la diversidad y especificidad de cada región del país, es una curiosidad, que forma parte del repositorio de la American Geographical Society Library, de las bibliotecas de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee.

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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 302

Nuestra postal del día de hoy recoge el “Mapa topográphico de la Provincia de Venezuela. Alias Caracas, con parte del nuevo reino de Granada probincia de Maracaibo y Cumaná”, Levantado por Joseph Santos Cabrera y corregido de ancho del que delineó para Joseph de Iturriaga, cuyo original reposa en el Archivo General de Indias, Sevilla.

Elaborado a mediados del siglo XVIII (1754) el plano forma parte de las representaciones del país que se produjeron desde la segunda mitad del siglo XVI por parte de España. Muestra el marco geográfico donde se desenvolvió el poblamiento del país, cuyo territorio se consolidó y centralizó en Caracas a partir de la creación de la Real Audiencia de Caracas en 1786 y del Real Consulado en 1793, encargado de fomentar la economía regional.

Según el historiador Julio González, quien realizó un inventario y catálogo sobre mapas y planos de Venezuela en el Archivo de Indias publicado en 1968, este plano se produjo en una etapa que se caracterizó por una escasa producción de mapas generales de Venezuela. La representación en sí misma forma parte de un fenómeno más amplio, donde España trató a través de los mapas, de comprender y tomar posesión del nuevo mundo. Ello se evidencia en que el plano, realizado con fines militares, está dibujado desde el mar hacia tierra firme, evocando el descubrimiento de nuevas tierras, cuyo poblamiento es descrito por Joseph Santos Cabrera dibujando en detalle por todo el territorio las principales ciudades, villas, misiones, presidios, hatos de ganado y haciendas de cacao.

1. Dos textos de referencia para el análisis del Mapa topográphico de la Provincia de Venezuela…: Julio González, Catálogo de mapas y planos de Venezuela (1968) y Beatriz Peña, 26 años de esclavitud: Juan Miranda y otros negros españoles en la Nueva York colonial (2021).

Dentro de los aspectos topográficos más llamativos, en el plano se puede apreciar el rio Orinoco y el sistema de ríos y afluentes, así como el sistema montañoso costero que luego forma la cordillera andina que se extiende hasta Trujillo, la hoya donde se ubica Caracas, el lago de Valencia y las islas de Margarita, Orchila, Tortuga, Isla de Aves, Curazao, Bonaire y Aruba. La costa de Venezuela se representa desde el Golfo de Cariaco, hasta el borde este del Lago del Maracaibo, más allá de la península de Paraguaná, dividida en tres sectores: la costa de Cumaná, la costa de Caracas y la costa de Coro. En ella se detallan minuciosamente los nombres de todos los lugares y pueblos costeros. Cabe destacar que para ese momento, el litoral venezolano sufría en gran medida la intensidad del contrabando y el comercio ilegal, y las costas de Coro junto a la de Caracas se convirtieron en centros de actividad de negocios fraudulentos, siendo la defensa costera un negocio lucrativo, peligroso y sangriento, como bien señala Beatriz Peña en 26 años de esclavitud: Juan Miranda y otros negros españoles en la Nueva York colonial (Editorial Universidad del Rosario, 2021).

En el mar, una carabela mirando al sur constituye un elemento pictórico que complementa el mapa, para darle mayor realismo como parte de la interpretación personal de su autor Joseph Santos Cabrera, quien formó parte de la expedición que organizaba España para establecer los límites con Portugal de sus posesiones en Sudamérica. La denominada “Expedición de Límites al Orinoco” efectuada entre 1754-1761, tenía como objetivo cumplir con los términos del Tratado de Límites de 1750, pero también tuvo otro objetivo fundamental. En dicha expedición participó como Botánico del Rey Fernando VI, el naturalista y botánico sueco Pehr Löfling, quien fue precursor de la historiografía de las ciencias naturales en Venezuela y del período colonial español en América, pues antes de la llegada de Löfling, existían pocas referencias científicas rigurosas de la historia natural de nuestro país. Cabe recordar que Löfling, quien fue discípulo de Karl Linneo, realizaría bajo el método de su maestro las primeras descripciones científicas de la flora y fauna de las posesiones sudamericanas de la corona española. Löfling, permanecería dos años en Venezuela, recolectando material botánico y zoológico, hasta su muerte a los 27 años en 1756 en una misión del Caroní, todo ello relatado por Stig Rydén en Pedro Loefling en Venezuela. 1754-1756 (Editorial Ínsula, 1957). Más adelante, en la misma tónica Francisco Pelayo & Miguel Ángel Puig-Samper publicarían La obra científica de Löfling en Venezuela en la serie de Cuadernos Lagovén (1992).

2. Dos publicaciones que recogen el trabajo realizado por Pedro Loefling en Venezuela.

La participación de Löfling en esta expedición, sin duda agrega una nueva dimensión a este mapa. Quizás por ello Santos Cabrera dibujó un animal marino frente a las costas de Venezuela como parte de su interpretación de un territorio en pleno proceso de poblamiento y exploración militar y científica que llevaba a bordo a uno de los más jóvenes y notables naturalistas de su tiempo.

En cuanto a Santos Cabrera, autor del mapa, durante la expedición se desempeñó bajo el cargo de “cosmógrafo” junto a Ignacio Milhau, Vicente Doz y Nicolás Guerrero, José Mariano Monroy, Juan Sánchez Galán, y el Jesuita Francisco Javier Haller. Al cruzar datos con otras fuentes presumimos que este mapa es parte del resultado de esa expedición histórica, que partió del Puerto de Cádiz en 1754, duró 55 días de travesía hasta llegar a las costas de Cumaná, dirigida por el Primer Comisario José de Iturriaga, quien encarga el mapa a Santos Cabrera, tal como se menciona en su encabezado.

3. Portada y págiuna 7 del libro libro El Continente del Papel: Venezuela en el Archivo de Indias (1984)

Esta hermosa representación a tinta, capaz de mostrar la inmensidad del territorio y la sensación de lo lejano y lo cercano, es la primera imagen de Venezuela que abre en la página 7 la recopilación cartográfica publicada en el libro El Continente del Papel: Venezuela en el Archivo de Indias (Fundación Neuman-Editorial Arte, 1984), con mapas y planos compilados por Federico Vegas, Wenceslao López, Nerio Neri Piazola y Ana Luisa Figueredo, una joya llena de dibujos y planos de gran riqueza plástica, donde a partir de transparencias se reproduce parte de la bella e infinita obra del levantamiento de Venezuela realizada por “una empresa fantástica (España), la cual dibujó casi todo un continente, y lo trasladó a los archivos del imperio”, como comenta el propio Vegas en la Introducción.

4. Colección GeoVenezuela a cargo de Pedro Cunill Grau (2010) y detalle de los tomos 1 y 2

Visto como una sugerente y muy atractiva representación de la realidad y la imaginación, así como un valioso documento de carácter histórico y técnico, el mapa que hoy nos ha ocupado habla de un territorio en pleno proceso de poblamiento y exploración, muy bien registrado por José Ángel Rodríguez en “La geografía del poblamiento de la Venezuela Hispánica”, publicado como capítulo 3 del Tomo 1 (La geografía histórica del poblamiento territorial venezolano/La tropicalidad venezolana) de la colección GeoVenezuela a cargo de Pedro Cunill Grau (Fundación Empresas Polar-ExLibris, 2010).

IGV/ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Federico Vegas, Wenceslao López, Nerio Neri Piazola y Ana Luisa Figueredo (comp.). El Continente del Papel: Venezuela en el Archivo de Indias, 1984

  1. https://books.google.co.ve/books/about/Cat%C3%A1logo_de_mapas_y_planos_de_Venezuela.html?id=TmAvAAAAYAAJ&redir_esc=y, y https://www.amazon.com/26-a%C3%B1os-esclavitud-espa%C3%B1oles-colonial-ebook/dp/B09RQYXPPF

2. https://www.amazon.com/26-a%C3%B1os-esclavitud-espa%C3%B1oles-colonial-ebook/dp/B09RQYXPPF y https://www.facebook.com/PedroLoefling/photos/104366386267275

3. Colección fundación Arquitectura y Ciudad

4. https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/publicaciones/colecciones/geovenezuela/

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 294

Antes de la creación del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), institución pública responsable de la planificación y construcción del proyecto y el sistema de acueductos que surtirían a Caracas de agua potable, el sistema de acueductos de la ciudad transitaba un cambio de modelo, como se desprende de observar el plano de 1938 que ilustra nuestra postal del día de hoy.

Con anterioridad, en 1928, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) produjo un plano (Planoteca de Hidrocapital, Memorias del MOP 1928), con las distintas hoyas de la red de cloacas que alcanzaban un total de 10, de Oeste a Este y de Norte a Sur: Agua Salud, Los Padrones, Catuche, Punceres, Anauco, Santa Rosa de Lima, Caroata, Santa Teresa, Cienfuegos y El Paraíso. Algunos autores señalan que el diseño del alcantarillado de estas hoyas fue realizado siguiendo modernas normas para una ciudad que para 1930 tenía 196.000 habitantes. Particularmente, Roger Martínez Rivas en “La gestión del agua en Caracas, desde un enfoque urbanístico: historia y perspectiva” (2012), texto publicado en la revista Mundo Nuevo, año 4, número 9, señala: “La sección transversal de los conductos en las calles debía ser capaz para el agua de lluvia y el agua servida, mientras que en los drenajes naturales se previó la construcción de colectores marginales donde, mediante aliviaderos, los excesos serían evacuados hacia las quebradas”.

1. Plano de Caracas y sus alrededores, Eduardo Röhl, 1934.

A partir de 1930 la ciudad comenzaba a ocupar la totalidad del valle, tal y como lo evidenciara el dibujo y la construcción del plano a escala 1:30.000 denominado “Caracas y sus alrededores”, del ingeniero Eduardo Röhl en 1934. La capital comenzaba a crecer de forma dispersa hacia el Este, con nuevas urbanizaciones con trazados disímiles como el Country Club, La Florida, Los Palos Grandes y Los Chorros, que para entonces eran destinos de retiro y esparcimiento vinculados por la Carretera del Este, mientras que los cascos coloniales de Caracas, Chacao y Petare aún permanecían como centros poblados compactos regidos por la lógica del damero. Este crecimiento fragmentario por parches que representó Röhl, es un claro antecedente del plano de acueductos, con un enfoque coincidente que muestra a Caracas evolucionando hacia un modelo que promovió las urbanizaciones aisladas y autónomas siguiendo un orden propio. Un modelo cuya infraestructura de servicios siguió un desarrollo similar. Es así como la capital se encontraba inmersa entre el empuje de la iniciativa privada y la falta de articulación de las políticas públicas para la dotación de servicios.

El Plano de Acueductos en el Valle de Caracas, que se documenta en el libro Contribución al estudio de los planos de Caracas (1967) de Irma Lovera De Sola, refleja una urbe que empieza a adquirir una dimensión metropolitana, con un área urbanizada de alrededor de 1.000 Ha. hacia 1930. Su representación muestra una ciudad en franca expansión y su elaboración forma parte de la gestión técnica de la División de Obras Hidráulicas y Sanitarias, adscrita al Ministerio de Obras Públicas. En él se reseñan los 31 principales acueductos del valle de Caracas como parte de un esfuerzo por comprender la totalidad de la ciudad y la creciente preocupación por el desarrollo urbano, la rápida extensión de la ciudad a partir de 1930 y la necesidad de construir una infraestructura común de servicios, que para 1938 se encontraba en plena transición. Las redes de agua de la ciudad premoderna se debatían entre dos modelos: el modelo basado en los sistemas autónomos que abastecían al casco central y a urbanizaciones en forma aislada, y el modelo de sistemas integrales de agua potable, alcantarillado sanitario y recolección de aguas pluviales. Un proceso de transformación que conduciría a un plan general de alcantarillado y la adopción de un nuevo sistema de recolección de afluentes mediante colectores marginales a las quebradas y al río Guaire.

El plano muestra los 31 acueductos, representados con puntos, a partir de los cuales se desprenden manchas que delimitan zonas servidas por cada uno de ellos. Así, las urbanizaciones podían estar abastecidas por pozos o directamente por quebradas, es decir por fuentes subterráneas o superficiales. Algunos ejemplos son Maripérez (surtida por pozo y quebrada); La Florida, parte alta y baja por dos pozos; Sabana Grande y Chapellín surtidas por la quebrada Country Club, así como Las Delicias, Country Club y Campo Alegre; Los Palos Grades abastecida por la quebrada de Pajaritos; Sebucán, por la quebrada del mismo nombre; Dos Caminos y los Chorros, por Tócome y La Tenería; Boleíta por pozo; Petare por el río Caurimare; y El Valle, por el río Valle, entre otras.

En este contexto cabe destacar que dos años antes de la elaboración de este plano, en 1936, había sido creada la ya mencionada División de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas (MOP), para planificar la distribución de agua en la capital. Se trataba de una unidad técnica que llevaría adelante el complejo manejo del sistema de aguas, que luego sería elevada al rango de División de Obras Hidráulicas y Sanitarias en 1937, dirigida por el ingeniero Juan Francisco Stolk.

El Plano de Acueductos está tambien directamente vinculado a dos hechos de importancia remarcados por Alfredo Cilento en El Ministerio de Obras Públicas en la construcción de la infraestructura para el desarrollo (1874-1976) -2015-: por un lado, la presentación en mayo de 1938 por parte del Presidente Eleazar López Contreras del Plan Trienal 1939-1941 del Ministerio de Obras Públicas, donde se contemplaba la construcción del sistema de cloacas para las principales ciudades del país y, por otro, la creación la de la Dirección de Cartografía Nacional en 1937.

El plano muestra una época donde era urgente la necesidad de potabilizar el agua bajo claros criterios científicos e ingenieriles debido a la diversidad de desarrollos y operaciones de urbanización autónoma. Por otro lado, como señala Boris Castellanos en el texto El legado del INOS a Hidroven y sus filiales, presentado en el Foro «Venezuela y las metas del milenio, en agua potable y saneamiento», realizado en Maracaibo en noviembre de 2013, en 1940 Santiago de León de Caracas y sus parroquias foráneas contaban ya con 341.000 habitantes, y el agua escaseaba pues los sistemas en funcionamiento solo eran capaces de cubrir la mitad de la demanda sumado a que el suministro no era uniforme.

Ante este escenario, en 1943 la División de Obras Hidráulicas y Sanitarias del MOP sería sustituida por el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), cuya creación sentaría las bases para la formulación de normas, planificación y construcción de los sistemas integrales de agua y saneamiento en la capital. Esta institución sería la encargada de llevar adelante de forma decidida, la transformación del sistema de captación, almacenamiento, potabilización y ampliación de las redes de distribución, bajo un esquema técnico sustentado en cotas altimétricas. Cabe señalar que para este período aún se estimaba que las fuentes propias del Valle de Caracas eran suficientes para lograr su abastecimiento, proyectándose su almacenamiento en los embalses de Agua Fría y La Mariposa para compensar períodos de estiaje, como apunta Martínez Rivas. 

Según el mismo autor, la modernización del sistema por parte del INOS traería consigo otras mejoras, como la prolongación de los colectores marginales izquierdo y derecho del Guaire, la descarga al río sin depuración y la adopción del sistema separado de recolección de aguas pluviales y de lluvia en las nuevas urbanizaciones al Este.

No fue sino hasta el inicio de los años cuarenta cuando los principales embalses se construyeron para poder surtir de agua la capital y formar parte de un complejo sistema basado en cuatro componentes: el almacenamiento, las plantas de tratamiento, las estaciones de bombeo y las redes de distribución.

2. Aviso de prensa publicado en 1956 que anuncia la inauguración del Nuevo Acueducto para Caracas (Aducción Río Tuy) por parte del régimen de Marcos Pérez Jiménez, realizado en un lapso de diecisiete meses.

Consulting Engineers C.A sería la empresa encargada por parte del MOP, del diseño del sistema de abastecimiento de aguas proyectado a 50 años, desarrollando las represas La Mariposa (1944) y Agua Fría (1949), dotando así a la capital con grandes embalses que se complementaron con un moderno sistema de acueductos para hacer frente a la creciente demanda del servicio. Años mas tarde el sistema de embalses se complementaría con las reservas de Quebrada Seca (1960-1961), Lagartijo (1962); Camatagua (1962-1964), La Pereza (1969), Ocumarito (1967-1969), Taguacita (1984) y Macarao (en dos etapas 1975 y 1999).

Entre los años 60 y 70 el Area Metropolitana de Caracas ya contaba con un eficiente servicio de agua gracias a la construcción de los sistemas de distribución Tuy I, II y III. Según registros, el crecimiento más explosivo de la demanda de agua en la capital se produjo entre 1950 y 1990 cuando la población pasó de 700.000 a 3.375.000 habitantes, y posteriormente la ciudad cayó en una crisis permanente ocasionada por falta de planificación e inversión, problemas ambientales y falta de mantenimiento.

El Plano de Acueductos es una pieza fundamental para comprender la historia del agua en Caracas, asociada a la necesidad de organizar el desarrollo de la capital e intensificar la inversión pública en acueductos y cloacas. Su producción se inserta en una época de decisiones técnicas donde la creación del Banco Obrero (1928), la creación del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (1943), y la construcción del dique y la planta potabilizadora de La Mariposa (1944-1951) emergen como hitos bajo una visión modernizadora iniciada en la ciudad premoderna, aspecto que fue incorporado al Plan de Obras Públicas presentado a la nación por Isaías Medina Angarita en 1942. 

Presumimos que este plano también guarda relación con el “Plano de Caracas con indicación de las cloacas y obras sanitarias construidas en el año 1937 y zonas provistas de cloacas de la nueva red” del cual tenemos poca información. 

En resumen, el Plano de Acueductos es un recordatorio de la imperante e impostergable necesidad de volver a estudiar la situación del agua en el Área Metropolitana de Caracas para identificar su estado actual, así como los espacios de oportunidad, y programar las acciones necesarias para su mejora y previsión futura.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal. Irma de Sola Ricardo. Contribución al Estudio de los planos de Caracas, 1967

  1. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-del-caballo/

2. Colección Crono Arquitectura Venezuela