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VALE LA PENA CONOCER

1. Foto satelital de la manzana de San Francisco en la actualidad.

La manzana de San Francisco: un palimpsesto urbano en el corazón de Caracas.

Iván González Viso

La historia de esta manzana única del centro de Caracas se revela como un potente crisol donde se funden las tensiones entre la conservación y la transformación, entre la memoria y el progreso, entre la naturaleza implacable y la resiliencia humana. Un relato condensado que ilumina las complejas capas históricas que han dado forma al corazón de la capital venezolana.

¿Puede una sola manzana, incrustada en el corazón de Caracas, narrar las complejas tensiones urbanas que históricamente moldearon el centro de la capital venezolana? La respuesta parece residir en la historia de una de sus manzanas fundacionales: aquella que albergó el antiguo convento de San Francisco. Un enclave cuya trayectoria, desde la génesis misma de Santiago de León de Caracas, se erige como un microcosmos de las dinámicas urbanísticas y sociales que han marcado la ciudad.

2. Plano de Santiago de León de Caracas. Juan de Pimentel, 1578.
3. Detalle del plano de Santiago de León de Caracas. Juan de Pimentel, 1578, resaltando la manzana donde se ubicarían la iglesia y el convento de San Francisco.

Desde aquel primer trazo de Juan de Pimentel en 1578, el convento franciscano ya ocupaba un lugar estratégico al suroeste de la plaza mayor. La llegada de los primeros frailes en 1565 culminaría en 1586 con la construcción del primer claustro.

4. Vista del Templo de San Francisco con el monasterio a la derecha (c.1851). Dibujo de Federico Lessman.

En 1593, se levantaría la iglesia de San Francisco, anexa al convento bajo la dirección del maestro Alarife Antonio Ruiz Ullán. Esta edificación no solo se erigió como un centro de fervor religioso, sino que también redefinió las relaciones con su entorno al congregar a la feligresía. La relevancia del convento se perpetuó en la cartografía de los siglos XVI y XVII, figurando consistentemente en los planos de la ciudad.

Sin embargo, la solidez de su presencia se vio repetidamente amenazada por la furia telúrica que históricamente ha sacudido Caracas. Los terremotos, especialmente el devastador de 1812, exigieron labores de reconstrucción para preservar su estructura.

En paralelo a estos embates naturales, el panorama social, económico, político y religioso de la Venezuela colonial experimentaba una profunda transformación con el auge del movimiento independentista. Este proceso culminó en 1821 con el decreto de supresión de los conventos masculinos. No obstante, no sería hasta 1837 que la comunidad franciscana se vería directamente afectada, cediendo su espacio para acoger a la Universidad, la Biblioteca y el Colegio Independencia. La iglesia, sin embargo, mantuvo su función para honrar a los héroes de la independencia y para las celebraciones litúrgicas cotidianas. La clausura de los conventos abrió un abanico de nuevas posibilidades para el edificio, que se adaptó como sede de la Universidad Central de Venezuela y como espacio para actividades del Congreso.

En 1840, el arquitecto Olegario Meneses emprendió la tarea de adecuar el espacio para su nuevo cometido universitario, proyectando la parte sur con un patio abierto y arcadas clásicas, marcando una nueva etapa en la vida del antiguo convento. Estas transformaciones no fueron exclusivas de este edificio. Numerosas estructuras del casco central de Caracas sufrieron destinos similares, evidenciando una valoración del patrimonio colonial por su ubicación estratégica, su potencial de uso y sus cualidades espaciales intrínsecas.

Paradójicamente, a pesar de su desaparición como centro religioso, la presencia urbana del conjunto arquitectónico se afianzó aún más en la memoria colectiva con la consolidación de un sistema de nomenclatura de esquinas basado en hechos históricos, edificaciones emblemáticas o leyendas urbanas. Este sistema, formalizado en el plano de 1843 de Ángel J. Jesurum, legó el nombre del convento-iglesia a la «esquina de San Francisco», bautizando así una manzana delimitada por las esquinas de San Francisco, Mercaderes, Pajaritos y la Bolsa. La plantación de una ceiba hoy centenaria frente al antiguo convento en 1866 añadió un nuevo hito que reforzó aún más la importancia de esta esquina en el imaginario caraqueño.

5. Fachada del convento de San Francisco en 1872, cuando se iniciaron los trabajos del Capitolio. Al extremo izquierdo aparece la ceiba como un árbol en crecimiento.
6. Vista norte-sur de uno de los bulevares guzmancistas: a la derecha el Capitolio y al fondo la fachada colonial del templo de San Francisco medio escondida por la ceiba que ya es un árbol frondoso.

Tras la designación de Caracas como capital de la República, la necesidad de un cambio de imagen se hizo patente, materializándose durante el periodo de Antonio Guzmán Blanco. En 1872, bajo su mandato, se ordenó la demolición de las construcciones adosadas al lado norte del antiguo convento de San Francisco, dando paso a un proyecto de renovación urbana influido por el modelo francés. El objetivo era crear una nueva fachada acorde a las ideas de transformación que consolidarían el entonces llamado Bulevar Guzmán Blanco, impactando significativamente la estructura de la capital venezolana.

7. Plano topográfico de Caracas capital de los EE.UU de Venezuela. Estevan Ricard, 1874.
8. Detalle del plano de Caracas de 1874 donde se muestra la nueva fachada norte de la Universidad proyectada por Juan Hurtado Manrique.
9. La fachada de la Universidad en la época de Guzmán Blanco. Aún puede verse la estatua ecuestre del «Ilustre Americano» en la plazoleta.
10. En línea con la fachada de la Universidad, Hurtado Manrique proyectó en 1878 en la esquina de La Bolsa el edificio que luego albergaría lo más importante de la Exposición del centenario del natalicio del Libertador de 1883 denominándose «Palacio del Centenario». Más tarde pasaría a ser la sede de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para integrarse al Palacio de las Academias cuando la CSJ ocupó su actual sede en la esquina de Dos Pilitas. La torre sirvió de observatorio de la Universidad. La foto fue tomada antes de la intervención de Alejandro Chataing en 1911.

Esta intervención fue publicitada como un logro gubernamental en el plano topográfico de Estevan Ricard de 1874. Paralelamente, se proyectó frente a la manzana del convento el Palacio Federal Legislativo, buscando generar un nuevo espacio urbano para la ciudad. El ingeniero Juan Hurtado Manrique (1837-1896) fue el encargado de esta operación, concentrándose entre 1873 y 1875 en la creación de la nueva fachada norte de la Universidad. Esta comprendía una torre neogótica de 35 metros y cuatro cuerpos, coronada por una flecha octogonal, y el edificio del Museo Nacional, también de estilo neogótico. Este importante conjunto urbanístico, opuesto al Palacio Legislativo, se complementó con un bulevar arbolado y la estatua ecuestre de Guzmán Blanco. Asimismo, se remodelaron los jardines interiores del convento, incorporando un trazado diagonal y esculturas en homenaje a Vargas y Cagigal. Posteriormente, en 1883, Hurtado Manrique se ocupó de trabajos internos de ampliación del Museo Nacional y de la adecuación del conjunto para la exposición del Centenario del Natalicio del Libertador. El espacio se preparó para exhibir los avances técnicos, agrícolas y artísticos del país, en un intento por replicar las exposiciones universales que se celebraban en Europa desde 1851.

11. Planta del Palacio de Exposición del centenario del natalicio del Libertador Simón Bolívar (también llamada la «Exposición Nacional»), 1883.
12. Aspecto del lado sur de la Universidad entre las esquinas de Pajaritos y Mercaderes. Añadiduras posteriores transformaron en patio esta entrada.

A comienzos del siglo XX, en 1911, la manzana experimentó una nueva transformación con la inserción de la Biblioteca Nacional, obra del arquitecto Alejandro Chataing (1873-1928), como parte de las “Obras del Centenario” de la Independencia de Venezuela.

13. Corredores y patio del convento de San Francisco, hoy Palacio de las Academias. Foto: Luis Felipe Toro s/f.

Chataing conservó la fachada neogótica de Hurtado Manrique, pero construyó un edificio completamente nuevo en cuanto a materiales, complementando otras intervenciones en los espacios universitarios. Chataing demostró un hábil manejo de los materiales, introduciendo el hormigón armado, elementos de estructura metálica y una ligera cubierta metálica en la sala de lectura. Ganador del proyecto por concurso, logró, mediante la cubierta translúcida y las rejas acristaladas, una iluminación uniforme en el interior, emulando salas de lectura como la de la Biblioteca Nacional de París. Considerado un edificio de estilo beaux-arts, la sala de lectura ocupaba un lugar central, rodeada por el depósito de libros. El hormigón se erigió como la solución para lograr un marco rígido capaz de sostener la estructura metálica. El carácter de esta arquitectura, que experimentaba nuevamente con el cemento, no dependía directamente del sistema constructivo, sino de la luz cenital y de la colección de libros visible entre los pilares de soporte de la gran cubierta, evocando la sala de lectura de la Biblioteca del Congreso en Washington. Cabe destacar que las “Obras del Centenario” fueron esenciales para el desarrollo de nuevas técnicas en la arquitectura venezolana.

14. Residencia San Francisco (1930), ubicada en la esquina de Pajaritos, edificación que comparte pared con la Iglesia de San Francisco, regentada por la Compañía de Jesús desde 1922, año en que regresaron a Caracas. Este edificio de vivienda, de tres pisos y doble «azotea», fue proyectado por el Hermano Coadjutor Luis María Gogorza y Soraluce, S.J. (1875-1947), con la participación del H. Cecilio Irigoyen. Foto tomada aproximadamente en 1954 cuando ya había sido realizado el Centro Simón Bolívar.

El regreso de la Compañía de Jesús a Caracas en 1922, con el objetivo de regentar la iglesia, planteó la necesidad de construir una nueva edificación en el interior de la manzana, en su lado oriental cercano a la esquina de Pajaritos. Para ello, en 1930, el Hermano Coadjutor Luis María Gogorza y Soraluce, S.J. (1875-1947), con la participación del H. Cecilio Irigoyen, construyeron al sur y adyacente a la Iglesia de San Francisco la Residencia San Francisco, un edificio de viviendas de tres pisos y doble azotea.

15. Nueva sede del Museo Boliviano. Esquina de Pajaritos (entre la avenida Sur 2 y la calle Oeste 6, al Sur del templo de San Francisco). Carlos Raúl Villanueva (1931-1936). Los relieves alegóricos de la fachada son obra del artista plástico venezolano Francisco Narváez.
16. Detalle del “Plano de Caracas Monumental”. Ramón Sosa B. (1936).

Con el significativo aumento de los ingresos petroleros a partir de 1935, que representaban casi el 70% de las divisas del país, se desató un acelerado proceso de modernización que también afectó a la manzana de San Francisco. Entre 1934 y 1936, se construyó el Museo Boliviano, proyectado por Carlos Raúl Villanueva. Un edificio entre las esquinas de San Francisco y La Bolsa con un patio interior destinado a albergar la colección de objetos del Libertador, cuya creación había sido ordenada por un decreto de Juan Vicente Gómez en 1911. Inaugurado el 19 de abril de 1936 por el Presidente Eleazar López Contreras, el edificio de estilo art déco irrumpió en la esquina sureste de la manzana con un nuevo lenguaje que se extendería a otras manzanas del centro de la ciudad.

A principios de los años cuarenta, Caracas experimentaba un rápido crecimiento hacia la periferia, extendiéndose hacia el este y rompiendo el esquema de centralidad que se había mantenido durante siglos. Paralelamente, el casco fundacional sufría grandes transformaciones fruto de presiones demográficas, sociales y económicas, permitiendo a nuevas empresas constructoras demoler antiguas edificaciones para construir nuevas tipologías atadas la temprana modernidad arquitectónica. En 1943, el arquitecto español exiliado en Caracas, Rafael Bergamín, proyectó y construyó a través de su empresa Velutini y Bergamín C.A. un edificio residencial y comercial en la esquina suroeste de la manzana, la esquina de Mercaderes. Este edificio de planta irregular y corte modernista, con patios interiores y un volumen de tres cuerpos verticales, definió la esquina con su cuerpo más alto de forma curva y seis plantas, integrándose al conjunto urbano de la manzana con un lenguaje que se extendería a otras áreas del centro de la ciudad.

17. Edificio residencial y comercial, esquina de Mercaderes. Fachada en la esquina. Velutini y Bergamín C.A. Caracas, 1942.

A pesar de la importancia histórica de la manzana y del antiguo convento, ellos no escaparon a la vorágine por modernizar la ciudad, pues en 1956, el edificio fue mutilado para adaptarse a la inserción de las nuevas torres del Centro Simón Bolívar, que se convertirían en el nuevo emblema de la capital.

18. Render del proyecto (2007) para la restauración, ampliación y reciclaje del Edificio Sede del Antiguo Museo Boliviano, ubicado en la esquina de Pajaritos. Alessandro Famiglietti Siu. La obra se concluyó en 2008.

De esta forma, la manzana se fue transformando progresivamente con intervenciones de renombrados arquitectos, a los que se sumó posteriormente Luis Malaussena en 1953, quien realizó modificaciones en la Iglesia, cambiando los techos, colocando vigas de carreto y renovando el pavimento de mármol y los altares. Luego, con el traslado de la Universidad Central de Venezuela al moderno campus proyectado por Carlos Raúl Villanueva en terrenos de la antigua Hacienda Ibarra, el antiguo convento pasó a tener un nuevo uso como sede del Palacio de las Academias, incorporándose también en su interior espacios para la Corte Suprema de Justicia. Ya en el temprano siglo XXI, en 2007, Alessandro Famiglietti tuvo la oportunidad de rehabilitar y dotar de un nuevo programa al antiguo Museo Boliviano de Villanueva, incorporando un núcleo de circulación transparente bajo una lógica contemporánea, devolviéndole su valor urbano a la esquina de Pajaritos.

19-1. Evolución de la ocupación de la manzana de San Francisco en el tiempo. Planta del Convento y el Templo, período de la Colonia (siglo XVI). A. Claustro (1586): 1. Primer cuerpo. Patio, 2. Segundo cuerpo. Patio. B. Templo: (1593): 1. Nave Central, 2. Altar Mayor, 3. Sacristía, 4. Altar de la Capilla de la Tercera Orden, 5. Altar del Santo Niño de Belén, 6. Altar de Nuestra Señora de la Soledad.
19-2. Evolución de la ocupación de la manzana de San Francisco en el tiempo. Planta de la exposición del Centenario de Caracas, 1883, período Republicano (siglo XIX). A. Universidad Central (nueva fachada 1873—1875): 1. Patio Vargas, 2. Patio Cagigal, 3. Patio Sur (1840), 4. Escalinata (1840), 5. Busto de Bolívar (1840), 6. Salón del Consejo Médico, 7. Salón de Pinturas, 8. Aulas, Salón Colegio de Ingenieros, 10. Salón Colegio de Abogados, 11. Corral de la Universidad, B. Templo C. Palacio del Centenario (1873): 12. Salón Floricultura, 13. Corral de animales, 14. Patio, 15. Salón Bolívar, Salón de Bellas Artes, 17. Salón Occidental, 18.Salón Sur, D. Capitolio: 19. Senado, 20. Cámara de, Diputados, 21. Bulevar Este, 22. Bulevar oeste, 23. Estatua ecuestre.

Con las intervenciones de Hurtado Manrique, Chataing, Villanueva, Bergamín y Famiglietti, la manzana de San Francisco mantuvo su escala, pero adquirió nuevas lecturas formales con piezas y estilos diversos, que respondieron a la presencia monumental del Palacio Federal Legislativo, y la construcción del Centro Simón Bolívar.

Si bien a Hurtado Manrique y a Chataing se les puede atribuir gran parte de la imagen patrimonial e icónica que hoy tiene la manzana de San Francisco en el imaginario caraqueño, esta pieza urbana, lejos de sostenerse bajo una visión puramente patrimonial, es hoy el resultado de múltiples “capas de escritura” aplicadas sobre la misma “superficie” urbana.

19-3. Evolución de la ocupación de la manzana de San Francisco en el tiempo.. Planta que reconstruye la manzana de San Francisco período actual (siglo XX). A. Palacio de las Academias, B. Templo, C. Palacio del Centenario, D. Biblioteca Nacional (1911), E. Residencia San Francisco (1930), F. Museo Boliviano (1934—1936), G. Edificio Residencial y comercial (1943), H. Ampliación Museo Boliviano (2007).
20. Resumen y situación actual de la ocupación de la manzana del antiguo Convento de San Francisco.

En ella tanto el antiguo convento como la iglesia de San Francisco se perciben atrapadas entre dos tiempos históricos: el de finales del siglo XIX, donde se promovió el estilo francés, y el de mediados del siglo XX, donde primó la forma moderna. En ella son visibles los profundos cambios edilicios que experimentó Caracas durante más de 400 años.

Nota

Este texto fue adaptado por su autor para el boletín Contacto FAC tomando como base el ensayo «La manzana del Convento de San Francisco de Santiago de León de Caracas: microcosmos de tensiones urbanas y visiones arquitectónicas», que forma parte del capítulo I del libro Las vidas de San Francisco: arquitectura, patrimonio y ciudad de Rodrigo Pérez de Arce y Emilio de La Cerda (editores). Ediciones UC, Centro UC, 2023.

IGV

Procedencia de las imágenes

1. Captura de Google Earth.

2, 3, 7 y 8. Irma De-Sola Ricardo. Contribución al estudio de
los planos de Caracas. La ciudad y la provincia 1567-1967
, 1967.

4, 5, 6, 9 y 12. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura, 1969

10. Caracas Antigua (https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=524222100669446&id=100092449826410)

11 y 15. Colección Iván González Viso.

13. Archivo de Fotografía Urbana. Foto: Luis Felipe Toro s/f.

14 y 18. Colección Crono Arquitectura Venezuela

16. CCS. Caracas del valle al mar. Caracas monumental (https://guiaccs.com/planos/de-pueblo-ciudad-caracas-monumental/).

17. Henry Vicente. Arquitecturas desplazadas. Rafael Bergamín y las arquitecturas del exilio español en Venezuela. (Tesis doctoral). Universidad Politécnica de Madrid (2014).

19-1, 19-2 y 19-3. Iván González Viso. «La manzana del Convento de San Francisco de Santiago de León de Caracas: microcosmos de tensiones urbanas y visiones arquitectónicas», en Rodrigo Pérez de Arce y Emilio de La Cerda (editores). Las vidas de San Francisco: arquitectura, patrimonio y ciudad de . Ediciones UC, Centro UC, 2023.

20. Iván González Viso (elaboración propia); y Captura de Google Earth.

PATRIMONIO VIVO, PATRIMONIO DINÁMICO, PATRIMONIO ELÁSTICO

1. El edificio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (c.2017).

Desde 1972, a raíz de la firma en París el 16 de noviembre por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de la Convención de patrimonio mundial, cultural y natural, se celebra en esa fecha el Día Internacional del Patrimonio Mundial.

Se trata de una conmemoración que, en diversas partes del mundo donde el tema patrimonial forma parte integral de la vida de quienes a él se encuentran vinculados, va acompañada con la realización de una serie de eventos que incluyen visitas guiadas, talleres, conferencias o conciertos que sirven para divulgar, recorrer o conocer más a fondo el lugar, conjunto u objeto que goza de la declaratoria respectiva. La Alhambra y la Universidad de Salamanca, por ejemplo, así lo han hecho este año.

2. Cartel Día Internacional del Patrimonio Mundial 2023 publicado en https://www.albaicin-granada.com

No decimos nada nuevo cuando recordamos que la Ciudad Universitaria de Caracas, declarada Patrimonio Mundial el año 2000 coincidiendo con el centenario de su creador Carlos Raúl Villanueva, es el conjunto edificado más importante con que cuenta el país. Tampoco cuando, ante la importancia de ese hecho, repasamos la escasa repercusión que se le da a la celebración del Día Internacional del Patrimonio Mundial en un recinto que debería anualmente acompañarlo con una completa programación, a objeto de refrescar en la memoria de sus usuarios y de la ciudadanía en general el importante sitial que ocupa.

Sin embargo, este año 2023 han acaecido, en el restringido ámbito de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, dos circunstancias que, sumadas, han permitido poner sobre el tapete el significado que tiene la conmemoración de la fecha que hemos mencionado y la manera como, a través de un comportamiento desatinado, se revela la amnesia en cuanto a tomar en consideración el carácter patrimonial del edificio al que Villanueva proyectó como lección para quienes se iban a formar en él.

3. Síntesis de la sesión nº 9 del Curso de Ampliación “ARQUITECTURA. Principios, Metodología, Historia” dictada por el profesor Manuel López Villa el 16 de noviembre de 2023.

Pues bien, el jueves 16 de noviembre, coincidiendo con la sesión 9 del Curso de Ampliación “ARQUITECTURA. Principios, Metodología, Historia” que dictaba el profesor Manuel López Villa, la misma fue dedicada justamente a abordar de forma completa y rigurosa todas las aristas que en torno al tema del patrimonio se presentan, las cuales quedan reflejadas en el esquema expositivo que el propio profesor gentilmente nos enviara y que hemos decidido publicar.

4. Invitación que circuló por las redes sociales para asistir a la conferencia «Del proceso creativo al diseño» dictada por Maurizio Corbi en la FAU UCV el 17 de noviembre de 2023.

Contrapuesta a lo que fue una clase que bien merecía haber sido abierta a todo público, el día siguiente, con el patrocinio de la FAU UCV, la Embajada de Italia, la Cámara de Comercio Venezolano Italiana, el Instituto Italiano de Cultura, el Instituto de Diseño de Caracas y el distribuidor oficial de los carros Ferrari en Venezuela, amén del apoyo de toda la difusión que hoy permiten las redes sociales, se presentó, en el marco de la visita que realizó a nuestro país, el destacado diseñador industrial italiano, dedicado a la rama automotriz a través de la firma Pininfarina, Maurizio Corbi, quien dictó el viernes 17 en el Taller Galia la conferencia “El proceso creativo del diseño”, que contó con una importante concurrencia mayoritariamente estudiantil.

La realización de este segundo acto, sin estar necesariamente ligado al primero ni a la celebración del Día Internacional del Patrimonio Mundial, ocasionó, no obstante, una polémica actuación de parte de las autoridades de la FAU que los vincula, producto del empeño por acercar de manera literal uno de los autos diseñados por Corbi a las puertas del Taller Galia donde se dictó la conferencia, cuyo procedimiento de ubicación fue grabado y difundido por las redes.

5. Dos imágenes de la conferencia dictada por Maurizio Corbi en el Taller Galia de la FAU UCV el 17 de noviembre de 2023, tomadas de la página de instagram @collectania.official
6. El Ferrari F355 diseñado por Corbi ubicado en el interior de la FAU UCV a las puertas del taler Galia (imagen tomada de la página de instagram @javiercaricatto el 17 de noviembre de 2023)

La “inminente” necesidad de incorporar el automóvil a los espacios de la planta baja del edificio de la FAU, llevó a tomar la infeliz decisión de mutilar un perfil metálico divisorio de las cuatro puertas (dos de las cuales también fueron removidas) que dan acceso desde el oeste al sector cultural de la edificación.

Las reacciones ante el hecho no se hicieron esperar. La primera provino del profesor Hernán Zamora quien registró el 17 de noviembre las características y alcance de la mutilación de que fue objeto la puerta por la que se introdujo el vehículo, la cual hizo pública en su cuenta de Instagram @hzdedalus junto a una aguda reflexión que se resume en las ideas “Romper es fácil … Destruir es fácil”, “Para poner un automóvil donde no debía estar, hubo que romper una puerta”.

La segunda apareció también el 17 de noviembre en las cuentas @copreducv y @agueditacoss.paisajista donde, acompañando el texto encabezado por la pregunta “¿Por qué razón no es conveniente rodar por los corredores cubiertos de la Ciudad Universitaria de Caracas?” (aplicable plenamente al interior de los edificios del conjunto), se mostraba un corto video que resumía el proceso seguido para llevar a cabo la intervención de la puerta en cuestión.

7. Imágenes de la puerta intervenida en su condición previa enviadas por el profesor Manuel López Villa el sábado 18 de noviembre, tomadas de la cuenta de Instagram @copreducv
8. Imágenes de la «operación» realizada enviadas por el profesor Manuel López Villa el sábado 18 de noviembre, tomadas de la cuenta de Instagram @copreducv

La tercera manifestación de rechazo nos llegó directamente de la mano del profesor López Villa el sábado 18 de noviembre: un texto, acompañado de imágenes de la clase ya mencionada que dictó el 16 y fotos capturadas del video montado por @copreducv el 17, el cual reproducimos completo al final de la nota ya que permite resumir acertadamente lo acontecido.

9. Imágenes publicadas por la arquitecta Nelly Del Castillo en su página de instagram @restauro__ndelcastillo el 19 de noviembre de 2023.

La cuarta estuvo a cargo de la arquitecta Nelly Del Castillo, investigadora estudiosa del tema patrimonial, quien el lunes 19 de noviembre a través de su cuenta @restauro__ndelcastillo, contextualizó el acto con apoyo de sólidas referencias y se hizo, tras el título de “¿Cómo no decir algo?”, las siguientes preguntas: “¿Fue aprobado esto por el @copreducv? ¿Era necesario e ineludible mutilar un elemento para este fin? ¿Hasta dónde la gestión académica puede ‘tirar’ del hilo de la vocación del edificio? ¿Hasta cuándo la FAU desestimará el valor de tener una Maestría en Conservación de Monumentos para consultarle? ¿Es la Facultad de Arquitectura la verdadera y solvente defensora del patrimonio heredado?”, lanzadas como “Puntos para llamar a la reflexión, sobre todo cuando más necesitamos de la coherencia y regresar a nuestra misión académica y técnica”.

Vale añadir que durante la semana transcurrida han sido numerosas las manifestaciones de asombro y repudio ante lo sucedido que hemos preferido no mencionar para evitar alargarnos.

Más allá de la reversibilidad de la decisión tomada, de la renovación de la discusión en torno a la condición viva y, por ende, dinámica de un edificio patrimonial que se mantiene en uso de acuerdo a su origen inicial y de la necesaria flexibilidad que permita contemplar en él adaptaciones acordes con los tiempos que corren, se encuentra el peso didáctico y ejemplarizante que este tipo de acciones y sus repercusiones tienen desde una institución que debe dar la pauta.

Sumemos a ello la indudable, aunque insuficiente, sensibilización que se ha ido imponiendo desde el año 2000 dentro de la CUC donde todos y cada uno de sus integrantes han pasado de diversas maneras a ser fiscales en el cumplimiento de su declaratoria como Patrimonio Mundial. Para muestra de dicha diferencia entre el antes y el ahora basta observar de nuevo las imágenes aparecidas en la revista Punto nº 59 del año 1979, momento culminante del irrespeto al que se había llegado.

El problema de lo acaecido el 17 de noviembre no ha sido tener la oportunidad de escuchar a un relevante diseñador de autos en un lugar donde la creación debe ser moneda común. El problema ha sido decidir que tras la estupenda conferencia dictada por Maurizio Corbi era necesario invadir espacios destinados para otros fines colocando “en vivo” una de sus creaciones con todas las implicaciones que ello ha tenido.

ACA

10. Imagen enviada por el profesor Manuel López Villa el sábado 18 de noviembre, tomada de de la cuenta de Instagram @copreducv

NOTA PARA EL BOLETIN «Contacto FAC No. 348»

El pasado jueves 16 de noviembre se conmemoró el «Día Internacional del Patrimonio Mundial», nuevo llamado a proteger, cuidar y preservar los bienes naturales y culturales existentes en el planeta, entre ellos y como Patrimonio Mundial declarado hace 23 años, la «Ciudad Universitaria de Caracas» (UCV), con sus edificaciones, obras de arte, pasillos techados, espacios abiertos, etc., proyectados por el maestro Carlos Raúl Villanueva. 

Al día siguiente, viernes 17 de noviembre de 2023, en el lugar que debía ser máximo ejemplo del cuido de ese conjunto de bienes heredados, para ser transmitido sin tachas a las generaciones posteriores merced a su gran valor patrimonial, se desarrolló el acto bochornoso de introducir un automóvil en el edificio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (con el justificativo de dictar una charla sobre diseño), para lo cual fue necesario desmontar las puertas de acceso y cortar su paral de sostén, significando un atentado no solo contra la obra de Villanueva, sino contra el patrimonio de la UCV, patrimonio nacional y patrimonio mundial.

Este tipo de abusos anti-patrimoniales no deberían volver a repetirse, ni las autoridades y la comunidad universitaria volver a permitirlo.

ML 2023

Procedencia de las imágenes

  1. https://www.facebook.com/155292847954140/posts/edificio-fau-ucv/364721333641381/?locale=zh_CN

2. https://www.albaicin-granada.com/dia-internacional-patrimonio-mundial-16-noviembre-2023/

3. Cortesía del profesor Manuel López Villa

4 y 5. Collectania (@collectania.official) • Fotos y videos de Instagram

6. Javier Caricatto (@javiercaricatto) • Fotos y videos de Instagram

7, 8 y 10. Cortesía del profesor Manuel López Villa, COPRED (@copreducv) • Fotos y videos de Instagram

9. nelly del castillo (@restauro__ndelcastillo) • Fotos y videos de Instagram

INTERCAMBIOS PRODUCTIVOS

1. Portada del folleto de promoción para la venta en propiedad horizontal del edificio «Excelsior», ubicado frente a la plaza Altamira (1956).

Desde hace más de dos años hemos guardado en los archivos de la Fundación una valiosa información proveniente del intercambio con algunos de nuestros asiduos lectores que hoy hemos decidido compartir.

El punto de partida fue el envío por parte de nuestro querido amigo, el arquitecto Álvaro Rodríguez Muir, del folleto que el año 1956 promocionaba la venta del edificio “Excelsior”, ubicado en la Plaza Altamira, donde hoy funciona OFC Proyectos C.A., empresa de la que Álvaro es uno de los socios-gerentes.

A raíz del aporte inicial realizado y con el objeto de obtener la mayor cantidad de información posible que complementara la ofrecida por el dossier promocional, nos comunicamos el domingo 29 de marzo de 2020 con otro entusiasta seguidor de estas páginas, el también arquitecto e investigador Orlando Marín Castañeda, de quien sabíamos estaba realizando un meticuloso trabajo de indagación acerca de los edificios realizados en el Municipio Chacao en la década de 1950, a partir de información obtenida directamente de los archivos de la Ingeniería Municipal y de los reportes que periódicamente aparecían en la revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela. La idea no era otra que la de saber la identidad del profesional que había proyectado el “Excelsior” y obtener de su parte algún dato adicional.

2. Planta tipo del edificio «Excelsior» donde se muestran los cinco tipos distintos de
apartamentos que posee en cada nivel.

Siempre atento y generoso, el día siguiente (30 de marzo de 2020), Orlando nos respondió literalmente en los siguientes términos, los cuales no tienen desperdicio:

“Estimados amigos de la FAC:

Muchísimas gracias por el documento que me envían. Efectivamente, junto con el equipo de Arquitour Chacao he tratado de documentar en la Ingeniería Municipal los edificios que se encuentran en el municipio y, en particular, en los alrededores de la Plaza Altamira.

Sobre el “Excelsior”, aparece bajo el permiso municipal N°9.286 del 23/12/1955, a nombre del ingeniero Manuel Fernando Mejías. El propietario, la «Promotora Horizontal Financiera Inmobiliaria C.A.», PRHO-FIN-CA, y el Dr. Giovanni Galantei como representante. En el expediente también aparece el nombre de Atilio E. Molteni como gerente general. El estudio de suelos lo hizo la empresa «López y Valles Rodas-LOPVALCA», con el ingeniero Eudoro López. El rótulo de los planos (supongo que como oficina encargada de hacer el proyecto) está encabezado por las siglas «E.T.S.A.», que gracias a su folleto me entero que significa «Edificadora Técnica S.A». El proyecto fue elaborado en noviembre de 1955. La habitabilidad se otorgó en noviembre de 1956.

Sobre el ingeniero Mejías, he encontrado que se graduó como Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas en la UCV en el año 1934 y se dedicó toda su vida al tema hidráulico y el saneamiento ambiental. Incluso en el propio año 1956 era consultor técnico del Dpto. de Estudios y Proyectos del INOS, cargo que aún conservaba a finales de 1960, según he podido revisar en varios textos por internet. Su nombre sólo lo he visto en un solo permiso de construcción adicional, de 1955, por lo que creo que no participó directamente en el proyecto de arquitectura del edificio (acaso en el cálculo de estructuras y/o instalaciones).

Por los nombres de los representantes de PRHO-FIN-CA, pareciera que se trata de un grupo de italianos el que promovió la obra, aunque en el año 1957 aparece como presidente de la empresa un venezolano, Henrique Eduardo González Gragirena, justo cuando ésta era acusada de ser propiedad del exdictador de Argentina Juan Domingo Perón (ver cronología comentada anexa).

Tengo que revisar nuevamente los planos del “Excelsior” que están en la Ingeniería Municipal. Viendo la expresión gráfica que aparecen en la planta incluida en el folleto (en particular la textura de rectángulos de los corredores y las plantillas de las piezas de «bidet» de los baños). parece haber sido producida por el mismo (o mismos) diseñador(es) integrante(s) luego, entre los años 1956-57, de la «Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados», encabezada por el ingeniero Luis Eduardo Iriarte Sánchez (ULA, 1950), de quien he documentado varios edificios en Los Palos Grandes (Res. «María Laya», y Res. «Imperio») y Bello Campo (Edf. «Mara»). De estos «Arquitectos Asociados» tampoco hay rastros en los planos que he revisado. Los clientes de esta Oficina eran siempre italianos, y presumo que estos arquitectos también lo eran.

3. El edificio «Excelsior» en los años 1960.

De interés es la presencia de la «fachada libre» y las «ventanas corridas» en las fachadas del “Excelsior”, utilizando planchas de vidrio y cerámicas mate en los antepechos. En la Plaza Altamira, el primer edificio que hizo esto fue el «May Flower» (1954-55), ubicado justo al lado Sur, y cuyo promotor fue un tal Josep W. Ferenc, propietario de la constructora «Feran C.A», quien también figura como proyectista, aunque el permiso fue otorgado al ingeniero húngaro Andre Reti (reválida UCV, 1954). También el edificio «Mónaco», de Beckhoff (1955-57) utiliza este tipo de acabado en las fachadas.

Me llama la atención el sistema de ventas en propiedad horizontal, cuando aún no existía la ley que reguló este tipo de ventas. También se hizo lo mismo con el edificio «Mónaco». En otro correo les enviaré (si no lo tienen) el «dossier» usado para la venta del «Mónaco», un instrumento de venta que veo se usó simultáneamente en el «Excelsior».

Saludos y seguimos ‘en Contacto’ !

Orlando”

4. Decreto nº 365 del 15 de septiembre de 1958 y su publicación en la Gaceta Oficial como Ley de Propiedad Horizontal.

La muy completa información enviada por Orlando, a la que sólo cabría añadir que el edificio “May Flower”, por él indicado, le es atribuido también a Federico Beckhoff y Klaus Heufer (según la curaduría hecha por Rafael Pereira para la exposición realizada en los espacios del Centro Cultural BOD a finales de julio de 2014 dedicada al segundo), no solo colmó nuestras aspiraciones sino que se vio complementada, como se señala, con el dossier del edificio Mónaco de Beckhoff, permitiéndonos detectar que este mecanismo empezaba a convertirse en importante instrumento que sería utilizado por los promotores de inmuebles durante una época en la que comenzaba a despuntar la venta en “propiedad horizontal” dirigida al “segmento” muy particular de los potenciales compradores de apartamentos. Para el momento en que se publica el folleto del “Excelsior”, ya se manejaba abiertamente la venta bajo dicha modalidad cuyo primer paso quedó oficialmente registrado en la denominada “Ley de Propiedad de Apartamientos” del 17 de junio de 1957, que se proponía completar las escasas disposiciones del Código Civil sobre la materia, y terminaría de perfeccionarse con la aprobación por Decreto de la Junta de Gobierno que se instauró a raíz de la caída de Marcos Pérez Jiménez, de fecha 15 de septiembre de 1958, de la “Ley de Propiedad Horizontal”.

5. «Detalles de la construcción» y «Lista de precios» contenidos en el brochure del edificio Excelsior».
6. Parte de la información contenida en el folleto promocional del edificio «Mónaco».

Los folletos que se preparaban, de los cuales tanto el del “Excelsior” como el del “Mónaco” son una clara muestra, estaban por lo general encabezados por una impactante perspectiva o fotografía del edificio en cuestión junto a los datos fundamentales de la inmobiliaria encargada de vender los apartamentos y, a veces, detalles de la localización dentro de la ciudad y de la urbanización a la que pertenecían. Luego aparecían los “Detalles y características de la construcción” en las que se mencionaban las empresas y equipos profesionales participantes, la calidad de los materiales utilizados y de los acabados empleados en los diferentes ambientes públicos y privados junto a las especificaciones de los mismos, sin dejar de lado el resaltar las ventajas competitivas con otros inmuebles de similares rasgos. Otro aspecto interesante de la publicación era la presentación de los diversos tipos de apartamentos que se ofrecían, que en el caso del” Excelsior” era de cinco por cada planta tipo y en el del Mónaco llegaron a ser hasta de 11 modelos diferentes distribuidos en los tres cuerpos o bloques del edificio. Una de las informaciones de mayor interés para el potencial comprador la constituía la presencia de cuadros con la lista de precios de cada unidad de vivienda en función de la superficie, ofreciéndose en cada caso los correspondientes planes de pago que podían estar acompañados, como en el caso del “Excelsior”, de la firma, junto al contrato de compra-venta, de un seguro de vida que permitiría cubrir, en caso de fallecimiento del propietario, la totalidad de las cuotas pendientes con la inmobiliaria y así dejarle a la familia un lugar donde vivir libre de deudas.

En una nota posterior del 18 de octubre de 2020, Orlando Marín nos precisaría lo siguiente, cuando nos enviara una “Cronología comentada” y un documento en PowerPoint como apoyo, con relación al edificio “Excelsior”:

7. Información extraída del Power Point enviado por Orlando Marín, complementaria a la aportada para el edificio «Excelsior», y que forma parte de su trabajo de investigación sobre edificaciones del Municipio Chacao de la década de 1950.

“Por lo que veo, el edificio fue contratado por promotores argentinos, quienes al final trataron de desvincularse al ser relacionados públicamente con el exdictador Perón.

Como les comenté antes, por la expresión que tienen los planos del folleto que ustedes me enviaron (textura de pisos en corredores con trama rectangular; plantilla de piezas sanitarias y de mobiliario; relleno en negro de paredes), junto con el estilo de caligrafía de los rótulos (en particular la letra “T” estirada siempre hacia abajo y la expresión “Los Palos Grande” [sin la “S al final de la última palabra] al señalar esta urbanización, que podría denotar una dificultad en el manejo del idioma castellano), y la eventual inclusión de muy buenas perspectivas en algunos expedientes (aunque aparentemente hechas «al ojo»), me parece que el edf. “Excelsior” ha sido proyectado por el mismo autor del edificio “Mara” de la urb. Bello Campo (Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados-I.A.C., 1956) y los edificios “María Laya” (Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados-I.A.C., 1956), «San Gabriel» (ing. Eduardo García Coll (anteproyecto) / Ing. Conrado Knierim (proyecto), 1957) y «Texas» (AIC-ing. Eduardo García Coll) estos últimos en la urb. Los Palos Grandes. Este proyectista anónimo, probablemente italiano (al considerar la nacionalidad de casi todos los clientes involucrados) habría trabajado bajo la sombra de los ingenieros mencionados. En anexo algunos planos recopilados para la investigación, para que también puedan hacer la comparación”.

“Revisando el material enviado no es difícil percatarse del valor que puede adquirir esta manera de documentar la arquitectura, cuando haciendo ‘arqueología’ en los registros municipales, aflora información y nombres que jamás habíamos escuchado, pero que están detrás de edificios conocidísimos e incluso piezas admirables”, nos comentaría Álvaro Rodríguez al recibir de vuelta lo que Marín nos preparara.

A Orlando Marín, quien ya había colaborado con esta página aportando valiosa información relacionada con el edificio Philips de Colinas de Bello Monte y su proyectista, el arquitecto Santiago Goiri, para el Contacto FAC 250 del 14 de noviembre de 2021, nuestras más expresivas gracias por su desprendimiento y estimulante labor. Con la publicación de buena parte de lo que nos enviara esperamos retribuirle aunque sea en una mínima proporción su desprendimiento y colaboración en medio de la investigación que lleva adelante. A Álvaro Rodríguez otro tanto por ofrecernos el detonante necesario para la elaboración de esta nota que bien podía haber sido encabezada por un ¿Sabía usted…?

ACA

Procedenia de las imágenes

1, 2 y 5. Folleto que el año 1956 promocionaba la venta del edificio “Excelsior”, plaza Altamira. Cortesía de Álvaro Rodríguez Muir.

3. Cortesía de Álvaro Rodríguez Muir.

4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

6. Folleto que en los años 1950’s promocionaba la venta del edificio “Mónaco”, plaza Altamira. Cortesía de Orlando Marín Castañeda.

7. Cortesía de Orlando Marín Castañeda.

El Pritzker de Kéré

Burkina Faso, Gando. Grundschule. Arch. Francis Kere. Primary school. Foto: Erik-Jan Ouwerkerk

Espero cambiar el paradigma, empujar a la gente a soñar y arriesgarse. No es porque seas rico que debas desperdiciar material. No es porque seas pobre que no debes intentar crear calidad, […] Todos merecen calidad, todos merecen lujo y todos merecen comodidad. Estamos interrelacionados y las preocupaciones sobre el clima, la democracia y la escasez son preocupaciones para todos nosotros.

Francis Kéré

Desde el mismo momento en que el pasado 15 de marzo se conoció  de boca de Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, el nombre del arquitecto ganador del Premio Pritzker 2022, las agencias noticiosas se dieron a la tarea de divulgar a lo largo y ancho del planeta titulares de lo que, a su juicio, valía la pena destacar o más llamaba la atención: “Francis Keré, primer premio Pritzker africano”, “Arquitecto burkinés gana el premio Pritzker” o “Diébédo Francis Kéré, voz de la arquitectura social africana, gana el Premio Pritzker 2022”, fueron algunos de ellos. Otros como “El nuevo Premio Pritzker atiende los retos de África” o “Francis Kéré, un premio Pritzker entre la utopía y el pragmatismo” intentarán subrayar aspectos más precisos.

Pero lo que es un hecho irrefutable es que la escogencia de Francis Kéré, apunta en dirección contraria a la arquitectura por la que el jurado de estos galardones tradicionalmente se ha decantado. Hay quienes señalan, con gran tino, que cuando su primera obra, la Escuela Primara de Gando, comenzaba a construirse en 1999 ese año ganaba el premio Pritzker Norman Foster, autor del HSBC de Hong Kong, que fue el edificio más costoso de la historia cuando se concluyó en 1986. También señalan que entonces se transitaban tiempos de esplendor para la arquitectura espectáculo y los arquitectos estrella que perduraron mientras se construía la modesta escuela de Kéré en su pueblo natal, hecha con tierra y ladrillos bajo una estructura separada de la cubierta que sirve como sombrilla, sin sistemas mecánicos de ningún tipo y levantada por los vecinos que se terminará en 2001, correspondiéndole el Pritzker de entonces a Rem Koolhaas en 2000 y Herzog & de Meuron en 2001.

Ese sintomático viraje que ha venido experimentando el premio durante las últimas entregas marca un verdadero cambio de paradigma según el cual, al menos, ya no se distinguen aparatosos despilfarros arquitectónicos. Con Francis Kéré se da una nueva vuelta de tuerca en este caso hacia el reconocimiento de un nuevo tipo de profesional que trabaja con tierra y palos, en lugares de extrema pobreza, y hace obras con presupuestos microscópicos, pero mantiene puentes con Europa y Norteamérica, y da visibilidad a un trabajo riguroso y exigente, volando a menudo entre el Primer Mundo en el que tiene su estudio, y el Tercer mundo en el que realiza las obras.

Hoy hemos querido, de entre la cantidad enorme de notas de prensa que abordan la biografía del Kéré o artículos que se adentran algo más a desmenuzar las características fundamentales de su obra, transcribir dos textos que pensamos ilustran debidamente la dimensión del arquitecto. El primero es la «Declaración» emitida por el jurado del Premio Pritzker sustentando su decisión y el segundo es el artículo de Anatxu Zabalbeascoa publicado en El País, convencidos de que dan una visión panorámica y precisa de los aspectos que vale la pena conocer de la vida, obra y pensamiento de quien hoy ocupa los titulares de las páginas culturales de la prensa.

Clínica en Léo (Burkina Faso), 2014.

VALE LA PENA LEER

Kéré gana el Pritzker y se convierte en el primer africano en recibir el premio más importante de la arquitectura mundial

La elección del proyectista burkinés marca un cambio de paradigma en la historia del galardón al reconocer el papel del arquitecto como un guía capaz de cambiar la suerte de una comunidad y la ambición de su disciplina

Anatxu Zabalbeascoa

15 de marzo de 2022

Tomado de elpais.com

“No se trata de hacer, sino de enseñar a hacer”. El primer arquitecto africano en ganar el premio Pritzker marca un cambio de paradigma en la historia de este galardón al celebrar a un profesional que consigue actualizar la tradición y reunir dinero para construir por encima de reconocer al que mejor construye con medios menos limitados. Diébédo Francis Kéré (Gando, Burkina Faso, 56 años) representa al arquitecto como guía para el cambio hacia una construcción más sostenible ―con medios locales y más lógica que tecnología― colaborativa y compartida. También la esperanza de que la arquitectura ayude más a mejorar la suerte de mucha gente que la fortuna de unos pocos.

No es la primera vez que un proyectista se convierte en promotor ―muchos españoles lo hicieron durante décadas en el siglo XX―. Tampoco la autoconstrucción es extraña, sino más bien la norma en buena parte del mundo. En Europa, era habitual que las catedrales las levantaran entre ciudadanos. Y hasta mediados del siglo pasado fueron los propios habitantes quienes construyeron las viviendas españolas más pobres. Lo que sí se cuenta con los dedos de una mano son los promotores que no han sido inversores, es decir: que han querido cambiar la suerte de una población antes que la de su cuenta bancaria. Es el caso del Pritzker 2022. La historia de Kéré parece una mezcla entre un cuento de hadas y un lavado de conciencia del mundo occidental. Que resulte increíble da una idea de la dureza del mundo en el que ha conseguido construir, primero, y cambiar esquemas, después. Que el jurado no haya querido que quede como una anécdota pintoresca y excepcional denota que el Pritzker quiere volver a ser un referente.

Escuela primaria en Gando (Burkina Faso), 2001.

Hijo primogénito del jefe de un poblado en Gando (Burkina Faso), a Kéré le tocó estudiar y odió hacerlo. Tenía siete años. Pasó de ocuparse de llevar agua y jugar con sus 12 hermanos a caminar solo 20 kilómetros al día para aprender a leer y escribir en una escuela de Tenkodogo. Aquel colegio estaba construido con bloques de hormigón y muy mal ventilado. Kéré no olvidó el calor que pasó en ese edificio. Por eso, cuando, becado para convertirse en carpintero en Berlín, prolongó sus estudios hasta graduarse como arquitecto en 2004, tuvo una idea fija en la cabeza: que los hijos de sus amigos tuvieran sus oportunidades y que pasaran menos calor.

Fue entonces, estudiando arquitectura, cuando se convirtió en promotor. Reunió dinero para levantar la Escuela Primaria de Gando. Sabía cómo construirla: ventilada. Los hombres harían el barro y los ladrillos, mientras que las mujeres alisarían el suelo. La cubierta quedaría elevada sobre el muro para dejar pasar el aire y evitar parte del calor. Para 2001, Gando seguía sin electricidad y sin agua corriente, pero tenía escuela. “Con la gente implicada, los diseños prosperan. El mejor mantenimiento es el entusiasmo”, explicó a El País en 2015.

Hoy en Gando esa escuela ha crecido. Los 120 niños iniciales son ahora 700 alumnos. Hay una residencia para los profesores y, no lejos, una clínica equipada para poder operar. Todas las cubiertas dejan pasar el aire, el marco de las ventanas se extiende hasta la calle para frenar el soleamiento. Todo lo han construido Kéré y su equipo. A medio camino entre Berlín y Gando, ahora el burkinés tiene doble nacionalidad, el reconocimiento del planeta ―da clases en Harvard y en Yale y la AIA o el RIBA lo hicieron arquitecto honorífico― y, habiendo cambiado la escala de valores de la arquitectura, le queda por demostrar hasta dónde puede llegar como proyectista.

Campus del Lions Club (Kenia), 2021.

El año pasado, Keré culminó en Kenia el Campus del Lions Club, una residencia para estudiantes de tecnología de la información. El proyecto es clave en su trayectoria. Aunque ya había salido a construir una comunidad en Mozambique y aunque ya había mejorado el aislamiento de los edificios empleando una pantalla de lamas de madera (Escuela Secundaria Schorge en Koudougou), aquí la escala es otra. La protección de la calima es mejor. El entendimiento de la topografía es orgánico.

Serpentine Pavilion (Londres) 2017.

La historia de Kéré es tan valiosa como pintoresca. Tal vez por eso, el arquitecto corrió el riesgo de ahogarse en su propio éxito. Sucedió cuando comenzaron a pedirle intervenciones temporales en museos como la Royal Academy (2013) o el pabellón temporal de la Serpentine en Londres (2017). Kéré explicó entonces a El País que esas intervenciones aumentaban su fama, informaban de otra manera de construir y le permitían reunir fondos para seguir construyendo en África. La doble lista ―oculta en tantos arquitectos conocidos― o pública en Francis Ford Coppola ―que hacía Padrinos para producir películas más arriesgadas― había llegado a la arquitectura. Solo que, en el caso de Kéré, dejar de construir es un riesgo para mucha más gente que él. ¿Lo tiene todo hecho, entonces? ¿Qué premia el Pritzker?

Aunque acumule reconocimientos, que este galardón corona, y aunque ya haya hecho historia como arquitecto ―transformando la figura del proyectista en guía para la construcción de comunidades y edificios―, la escala metropolitana será el nuevo reto de Kéré. En Porto-Novo, la capital de Benín, construye un parlamento que se ha adelantado al que también ha proyectado para la capital de su país: Uagadugú. El tamaño y la ambición de estos edificios decidirán el futuro de este arquitecto que ya es histórico.

Proyecto del Parlamento de Benín (Porto-Novo), 2021.

No será la primera vez que el Pritzker tiene la oportunidad de redoblar la reputación del premio con quien ya ha recibido el galardón. Sucedió con los suizos Herzog & de Meuron. Tras hacerse con él en 2001, los autores del Caixaforum de Madrid reinventaron su propia arquitectura con el Estadio Olímpico de Pekín, el Rascacielos en Leonard Street de Nueva York, el Museo De Young en San Francisco o la Elbphilarmonie de Hamburgo. Los de Basilea se renovaron ampliando su registro y el de la arquitectura. Se hicieron, además, previsibles en calidad e imprevisibles en las formas, las soluciones y los materiales. Ese es ahora el paso que le queda por dar a Kéré, un proyectista de nueva generación que ha conseguido que su arquitectura “involucre a la gente y abandone el egocentrismo”. “Para mí la arquitectura es un reto. Una vía para solucionar problemas y aportar algo a la sociedad”, explicó en su conversación con El País en 2015. Eso lo tiene hecho. El siguiente paso lo anunció también en aquella entrevista: “Si empiezas bien, solo puedes continuar cambiando”.

Pabellón Fishtail (Estados Unidos), 2019.

«Dibujo sobre papel, pero prefiero diseñar sobre el suelo».
«No es porque tengas recursos limitados por lo que debes
aceptar la mediocridad».
«La arquitectura es ensuciarse y empujar todos juntos”.


Francis Kéré

ACA

UN APORTE QUE SE AGRADECE

Al finalizar la nota con la que acompañamos la Postal nº 203 dedicada a comentar el anuncio de la compañía Philips Venezolana aparecido en el nº 1 de la revista A, hombre y expresión, publicada en el Contacto FAC 168 del 29 de marzo de 2020, lo hicimos de la siguiente manera:

“Si alguno de nuestros lectores posee mayor información sobre el edificio que le sirvió de sede a la Philips entre los años 50 y 80 en Colinas de Bello Monte, mucho le agradeceríamos nos la haga saber para completar debidamente esta reseña”.

Pues bien, el pasado 24 de octubre recibimos una grata sorpresa de parte del arquitecto y profesor Orlando Marín, incansable y acucioso investigador, Secretario de la Comisión de Historia de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, quien a través del correo electrónico nos aportó una muy valiosa información relacionada a lo que entonces solicitábamos, y que en una fecha tan importante para este órgano de difusión como lo es haber llegado a su número 250 hemos querido compartir por tratarse de un hallazgo de gran valor.

Con nuestro agradecimiento a Orlando una vez más por leernos, estar atento y ofrecernos generosamente parte de los resultados de su trabajo, esperamos que ustedes aprecien y disfruten lo que a continuación publicamos tanto como nosotros lo hemos hecho.

Feliz domingo.

Edificio Philips, avenida Caurimare, Colinas de Bello Monte, Caracas, 1951. Arquitecto: Santiago Goiri. Foto extraída del anuncio que la empresa publicó en el nº 1 de la revista A, hombre y expresión, 1954

SALUDOS E INFO SOBRE EDIFICIO DE LA PHILIPS VENEZOLANA EN COLINAS DE BELLO MONTE

Estimados amigos de la Fundación Arquitectura y Ciudad:

Reciban un cordial saludo en la oportunidad de hacerles llegar una información que tengo a la mano sobre el edificio de la Philips Venezolana que estuvo en la av. Caurimare de Colinas de Bello Monte, respondiendo su solicitud de datos sobre la POSTAL Nº 203 de un Contacto FAC de marzo de 2020.

Llevo varios años transcribiendo las listas de permisos de construcción del Distrito Federal y Distrito Sucre que aparecían en la revista del CIV, para tratar de esclarecer las autorías de tantos edificios interesantes que hay y hubo en Caracas. Hasta el momento he podido transcribir casi todos los que aparecen entre los años 1939 y 1955 (un poco más de 8.000 registros), no todos con datos completos. Me quedan aún por transcribir los de los años 1956-59, que quizás sea un poco menos de la mitad de los ya transcritos.

Revista CIV nº 189, diciembre 1951 donde en la «Relación de permisos de construcción correspondiente al Distrito Sucre del Estado Miranda» aparece (enmarcado por nosotros) el otorgado a Santiago Goiri para el Edificio Philips

En la Revista CIV N° 189 de diciembre de 1951 aparece el permiso de ese edificio, propiedad de la «Philips Venezolana», concedido por la ingeniería Municipal del Dtto. Federal en noviembre de 1951 a Santiago Goiri como profesional responsable.

Arquitecto egresado de la FAU en la primera promoción, Santiago Goiri Beltrán fue -según Guido Bermúdez- «el primer arquitecto graduado en Venezuela (por haber obtenido su título unos días antes que sus compañeros de promoción) y prestó sus servicios durante muchos años en la División de aeropuertos del MOP. Fue asesor de la Oficina «Guido Bermúdez y Asociados» en el «Proyecto del Aeropuerto Internacional de Margarita» (Bermúdez, 1993, «Diccionario del Arquitecto»: p. 287). Allí mismo Bermúdez registra el fallecimiento de Goiri acaecido el año de 1972.

Yo matizaría un poco el comentario de ser Goiri el «primer arquitecto graduado en Venezuela». En la Escuela Nacional de Ingeniería se otorgó el título de arquitecto a 5 graduados entre 1898 y 1905, y luego el Ministerio de Instrucción Pública se lo otorgó a otros dos, sin contar las 18 reválidas que también hizo la UCV antes de 1948. No obstante, es relevante el dato de ser el primero otorgado por la Escuela de Arquitectura, entonces adscrita a la Facultad de Ingeniería de la UCV.

Izquierda: Ficha docente de Santiago Goiri cuando era estudiante de la Escuela de Arquitectura de la UCV. Derecha: Datos registrados hasta el año 2017 en el CNE de Santiago Goiri quien había fallecido en 1972, lo cual indica que dicho ente no actualiza sus datos en función de las defunciones que van aconteciendo.

Por otra parte, investigando sobre los miembros de la primera promoción, en Control de Estudios de la FAU están unas «fichas docentes» con los datos de los primeros estudiantes de la Escuela de Arquitectura, entre ellos Goiri. Allí se registra que nació en  Begoña, Vizcaya, el 16 de abril de 1918, hijo de Santiago Goiri y Raquel Beltrán de Goiri (ver anexo). Hasta hace poco, sus datos también aparecían en la web del CNE.

Finalmente encontré un dato curioso hurgando en el Archivo Histórico de la UCV: Goiri fue el único de los estudiantes (aparentemente eran 70) inscritos en la primera -y malograda- cohorte de la carrera de arquitectura de la UCV en 1941 (cuando se creó la Escuela, y que solo cursó el primer año por haber reprobado los cursos o desertado hacia ingeniería la mayoría de sus integrantes) que volvió a inscribirse para la siguiente cohorte de 1944. Según el registro del último año que pude consultar, de ese grupo (apenas quedaron 27), sólo uno terminó estudiando y graduado en arquitectura en Colombia: Miguel Casas Armengol, luego profesor fundador de la carrera en La Universidad del Zulia. Tengo entendido que José Ignacio Sánchez Carneiro, antiguo profesor de la FAU,  también formaba parte de esa cohorte «fantasma», y terminó haciendo estudios en Bélgica.

Registro parcial de la investigación adelantada por Orlando Marín donde se identifican 14 poyectos cuyos permisos de construcción fueron solicitados por Santiago Goiri entre 1951 y 1959

Hasta el momento solo he podido identificar 14 proyectos de Goiri en los permisos de las Ingenierías Municipales de Caracas, casi todos para quintas, que les anexo.

He tratado de documentar el desempeño profesional de la llamada primera promoción de arquitectos de la UCV de 1948. En 2016 asigné ese trabajo a unos estudiantes de arquitectura de la USB. Sin embargo, nadie se ocupó de Goiri en ese momento.
Saludos.

Orlando Marín

Nota sobre Santiago Goiri aparecida en la primera edición del Diccionario Biográfico de Venezuela, editado por Garrido Mezquita y Compañía con la Dirección Técnica de Julio Cárdenas Ramírez y Carlos Sáenz de la Calzada como Director de Recopilaciones, Madrid, 1953

P.D.: Olvidaba comentarles que hay otro dato importante sobre Goiri: Encontré que hizo un curso sobre arquitectura de aeropuertos en USA en 1949 (razón por la cual debió recibir el título antes que sus compañeros… (ver mini-biografía publicada en 1953 en anexo).

También se integró tempranamente al cuerpo docente de la UCV, donde dictó los cursos «Introducción y Elementos de la Arquitectura» y «Dibujo lineal», y en 1957 llegó a ocupar la Dirección de la Escuela (dato que aparece registrado en el libro Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV 1953-2003. Aportes para una memoria y cuenta, de 2007).

Le acabo de escribir a un Santiago Goiri, venezolano con negocios en Panamá, que parece ser hijo (o nieto) del arquitecto.

Saludos!

OM

Página de créditos del nº 1 de la revista Integral, septiembre 1955

Nota

Como información adicional a la aportada por Orlando Marín vale la pena recordar que Santiago Goiri formó parte junto a Jorge Romero Gutiérrez, Guido Bermúdez, Diego Carbonell y Ernesto Fuenmayor del Comité Directivo de la revista Integral en representación de la Sociedad Venezolana de Arquitectos, que apareció en los créditos de su nº 1 de septiembre de 1955. También participó en el Concurso Nacional de Arquitectura que en 1962 se convocó para diseñar el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York, ampliamente reseñado en la revista SVA nº 7 de agosto-septiembre, 1962.

ACA

Procedencia de las imágenes

Señaladas en las leyendas de cada foto

HA SIDO NOTICIA

CARACAS LLEGA HOY A 454 AÑOS

Hoy, día en que nuestra capital cumple un nuevo aniversario, creímos oportuno, hacer un registro y dejar sentado nuestro reconocimiento a todas aquellas personas y organizaciones comprometidas con la ciudad, que han organizado o participado en una amplia gama de eventos distribuidos a lo largo de este mes de julio y que han tenido la fecha conmemorativa su epicentro. También, como modesto aporte, hemos recopilado una serie de textos en su mayoría de carácter poético que tienen a Caracas como protagonista y que siempre es bueno releer para  constatar las diferentes maneras como ha sido y es entendida una urbe.

La primera y más grata sorpresa ha sido el encontrarnos con la importante coordinación organizativa que ha asumido @siudad_ve quien a través de #CaracasViva y #CC454 ha ofrecido la oportunidad de seguir una notable cantidad de actividades entre el 19 y el 31 de julio que se resumen en un nutrido programa donde se resalta “lo mejor que la Ciudad nos da cada día”, publicado gracias al apoyo de @nthonymarquez de #SingularityUCaracasChapter quien aportó la imagen gráfica que le ha dado un carácter unitario a la celebración.

Así, con el soporte de cerca de 50 organizaciones y aglutinando 46 actividades la gente de @siudad_ve, ha planteado lo siguiente: “La pandemia lejos de paralizarnos nos ha inquietado más, y el tiempo que no hemos podido salir a la calle nos ha revelado realidades que nunca antes imaginamos, y justo al saber que, en el mismo aislamiento social/físico hay acciones que se pueden impulsar desde el espacio virtual, nos lleva a ver la gran crisis que atraviesa Caracas como una gran oportunidad para resaltar su aniversario 454”.

A modo de declaración de principios @siudad_ve dio inicio a la presentación de las actividades desde el lunes 19 de julio exponiendo: “Vamos a contrarrestar la violencia, escasez, la crisis en general, con iniciativas que permitan ver una Caracas donde los buenos somos más. (…) Por muy difícil que parezca, SI hay razones para seguir insistiendo en transformar esta realidad tan dura que atravesamos todos, en la ciudad y el País sostenible que nos merecemos ser. (…) Desde hace cuatro años entre varias organizaciones hemos promovido actividades de construcción de ciudadanía en pro de la defensa del derecho a la Ciudad. (…) Se trata de motivarnos a nosotros y motivar a nuestro entorno, cualquier iniciativa que nos conecte con lo bueno que se está haciendo y todo lo que podemos llegar a lograr, será el mejor regalo para nuestra Caracas en su 454 Aniversario”.

Destacan de entre las actividades programadas a lo largo de la semana que hoy concluye la activa participación de @diseñoenvenezuela mediante la serie “Publicación Stories” y el tema “Publicaciones en Redes” donde se incorporaron @turutadigital, @arquitectura_ccs, @ssmbranding, @samsam85 y @mauroesmoda y @esrivenezuela.

El activismo incansable de nuestro colega y amigo Enrique Larrañaga se puso de manifiesto a través de la publicación el 20 de julio en https://www.cinco8.com del texto “¿Qué dice la ciudad?”, su participación ese mismo día dictando la charla “Pandemias, ciudad y ciudadanía” y el jueves 22 en el Encuentro virtual “Caracas 454, reflexiones y proyecciones” organizado por la Fundación para la Cultura Urbana en el que estuvo acompañado por María Isabel Peña y Alonso Moleiro tratando el tema “Pandemia, coexistencia y sostenibilidad”.

En un jueves 22 particularmente activo destacaron el Foro Virtual “Articuladores de los posible”, el conversatorio “Hacer arquitectura interior es también hacer arquitectura” organizado por @revistaentrerayyas y @proseinvenezuela, y la presentación “Río Guaire” a cargo de @glocalstudio.

Capítulo aparte lo constituye la actividad desplegada por la Fundación Espacio entre el jueves 22 y hoy domingo 25 en el marco de “454 aniversario. Caracas x una ciudad + verde. Celebrando iniciativas sostenibles” inscrita en el proyecto “Reframing Green Spaces”. “La preservación de un santuario natural” (Compostero Natural de La Floresta), “Remediación ecológica y participación ciudadana” (Vivero municipal de Chacao), “Formación de Eco-ciudadanos” (Jardín La Salle) y El espacio público y la organización vecinal” (Parque Aruflo) ha sido el programa presentado por una organización que resalta por su compromiso con temas relacionados a lo urbano y lo arquitectónico.

El viernes 23, entre otros programas, la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat organizó el foro vía zoom “Espacio público y movilidad urbana sostenible” y en la Sala Cabrujas se realizó el conversatorio “Caracas ciudad creativa” a cargo de @culturachacao.

La movilidad y el recorrido se adueñaron del día de ayer, sábado 24. Collectivox (@ccsen365) bajo el lema Caminatas sonoras propuso ir “De Catia a Petare” a través de una Intagram Live Session; @arquitecturacaracas planteó la ruta histórica “Ccs y su Arquitectura de siglo a siglo”; @enlace_arq y @ciudlab organizaron el recorrido presencial “Nacimiento del Río Guaire, la autopista como barrera”; y @culturachacao montó otro Arquitour que tituló “3 Municipios, 1 Ciudad, la arquitectura anónima de Caracas”.

Fuera del programa coordinado por @siudad_ve, encontramos que el Centro de Arte Los Galpones hizo el jueves 23 su particular “Homenaje a Caracas en su aniversario” invitando a María F. Sigilio, Martín Julio Padrón y Nicomedes Febres a participar en una conversación presencial “sobre la arquitectura, las costumbres y la vida cotidiana de Caracas hace un siglo, con especial referencia a lo femenino”, realizada en el marco de la exposición “Caracas, un tributo, una mirada”. Por otra parte en La voce d’Italia apareció el 29 de junio la convocatoria a participar una exposición colectiva virtual donde se invitó a los interesados “a escribir a norte14.ccs@gmail.com para ampliar la información y ser parte de la muestra» y donde se señala que “ las obras se recibirán entre el 30 de Junio y el 13 de Julio de 2021 y la exhibición será a partir del 25 de Julio 2021, día del 454° Aniversario de Caracas”.

Para hoy domingo 25, día de Caracas, obviamente se han concentrado numerosas actividades que no desglosaremos invitándolos a revisarlas para seleccionar aquellas a las que decidan asistir. Lo mismo sugerimos para el resto del programa que se prolonga hasta el 31 de este mes.

Como ya adelantáramos, transcribiremos en primer lugar un fragmento del conocido poema Vuelta a la patria (1877) de Juan Antonio Pérez Bonalde (1846-1892) como ejemplo de una mirada decididamente romántica que en algún momento inspiró nuestra ciudad.

Luego colocaremos “El día de Caracas” de Aquiles Nazoa (1920-1976) extraído de su libro Poemas populares (1987) que habla en tono sencillo pero muy ilustrativo de las trasformaciones que durante el siglo pasado fue sufriendo la ciudad.

De Terredad (1978), hemos escogido un poema de Eugenio Montejo que se centra en el tema del extrañamiento que un ciudadano va sintiendo del lugar que, sumido en una modernidad sin pies ni cabeza, lo vio nacer y crecer.

Y, para finalizar, dentro del espacio ocupado en el ideario de José Ignacio Cabrujas por el tema de la provisionalidad, el cual identificaba como atributo de lo caraqueño, otro poema que Ibsen Martínez dio a la prensa en el texto “La Caracas de Cabrujas. Mientras tanto y por si acaso” el 16 de mayo de 2011, “originalmente escrito para recitante, para una voz entreverada con la música de Juan Carlos Núñez”. Se trataba de “una edición discográfica, conmemorativa de la fundación de Caracas y costeada por una empresa de ingenieros consultores … virtualmente inédito hasta hoy” y que lleva por título “No hay Fanfarrias solemnes” (circa 1978).

Feliz domingo.

Vuelta a la patria (1877)

Fragmento

Juan Antonio Pérez Bonalde

De pronto, al descender de una hondonada,

“¡Caracas, allí está!” dice el auriga,

y súbito el espíritu despierta

ante la dicha cierta

de ver la tierra amiga.

Caracas, allí está; sus techos rojos,

su blanca torre, sus azules lomas

y sus bandas de tímidas palomas

hacen nublar de lágrimas mis ojos.

Caracas, allí está; vedla tendida

a las faldas del Ávila empinado,

odalisca rendida

a los pies del sultán enamorado.

Hay fiesta en el espacio y la campiña,

fiesta de paz y amores:

acarician los vientos la montaña;

del bosque los alados trovadores

su dulce canturía

dejan oír en la alameda umbría;

los menudos insectos en las flores

a los dorados pistilos se abrazan;

besa el aura amorosa al manso Guaire,

y con los rayos de la luz se enlazan

los impalpables átomos del aire.

De Poemas populares (1987)

El día de Caracas

Aquiles Nazoa.

Sentado como un tonto en El Calvario

—refugio de poetas y de flojos—,

mi corazón recoge tus despojos

en un sentimental itinerario.

Tu antigua sencillez de campanario

flota en el aire aún, pero los ojos

ya nunca más verán los techos rojos

que te dieron prestigio literario.

Pues enferma de snob cosmopolita,

te dio por transformarte -¡pobrecita!-

en una Nueva York de a cuatro reales.

Y así llegar lograste a lo que hoy eres:

una Babel de radios y choferes,

¡y ese montón de Casas Regionales!

De Terredad (1978)

Eugenio Montejo

Tan altos son los edificios

que ya no se ve nada de mi infancia.

Perdí mi patio con sus lentas nubes

donde la luz dejó plumas de ibis,

egipcias claridades,

perdí mi nombre y el sueño de mi casa.

Rectos andamios, torre sobre torre,

nos ocultan ahora la montaña.

El ruido crece a mil motores por oído,

a mil autos por pie, todos mortales.

Los hombres corren detrás de sus voces

pero las voces van a la deriva

detrás de los taxis.

Más lejana que Tebas, Troya, Nínive

y los fragmentos de sus sueños,

Caracas, ¿dónde estuvo?

Perdí mi sombra y el tacto de sus piedras,

ya no se ve nada de mi infancia.

Puedo pasearme ahora por sus calles

a tientas, cada vez más solitario;

su espacio es real, impávido, concreto,

sólo mi historia es falsa.

No hay fanfarrias solemnes

José Ignacio Cabrujas (circa 1978)

Conviene recordar a veces

Que se trata de un valle y de unas gentes

Y de un lugar de paso

Que nadie vino a quedarse demasiado

Porque todos los carteles que medían la distancia

Hablaban de exilio y mientras tanto

Que las casas se entendían en los planos

Con esa facilidad de los cuadrados

Que no hubo un ser con imaginación de triángulo

Que fue un lugar de obstinados terremotos

Que Catedral fue un por decir y no una torre

Que eran hombres de prisa

Y que cualquier constancia partió de una derrota

Conviene recordar que fue ciudad de locos

Al norte de una empresa

Que entrar en ella era bajar de la montaña

Y que todo iba a ser mejor mañana

Que una cosa antes de ser, se parecía

Así la gente, así la música

Así esta historia

Siempre al norte, mientras tanto y por si acaso.

ACA

Procedencia de las imágenes

En el texto