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1. ManifIesto Realista (Реалистический манифест) de Naum Gabo y Antoine Pevsner. Moscú, 1920.

Manifiesto Realista

Naum Gabo y Antoine Pevsner

1920

No cabe duda de que los primeros 20 años del pasado siglo XX fueron realmente agitados y a la vez trascendentales para el devenir artístico y arquitectónico del resto de los 80 que faltaban por transcurrir. Un breve y somero repaso permite detectar cómo en fecha tan temprana como 1907, tras concluir Pablo Picasso el lienzo “Las Señoritas de Aviñón”, se da inicio al cubismo movimiento que marcará la ruptura definitiva con la pintura tradicional. Dos años más tarde, el 5 de febrero de 1909, Filippo Tommaso Marinetti, redactó el “Manifiesto del Futurismo”, corriente artística directamente vinculada al cubismo en cuanto a su vocación de ruptura con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte, y que verá cómo en 1914, de la mano de Antonio Sant’Elia, encontrará una derivación en el “Manifiesto de la arquitectura futurista”.

Por otro lado, en 1910, Frank Lloyd Wright viaja a Alemania para supervisar la publicación de la primera edición de sus obras completas (también conocida como el Wasmuth Portfolio) y continuó explorando la arquitectura orgánica en Estados Unidos, y en 1913 Adolf Loos publica Ornamento y delito. En 1915 Kazimir Malévich realiza la obra “Cuadrado negro sobre fondo blanco” y redacta el “Manifiesto Suprematista” buscando dejar sentada “la supremacía de la sensibilidad pura en las artes figurativas” y la posibilidad de expresarla a través de la abstracción geométrica. En 1918 De Stijl publica su primer manifiesto y ese mismo año Charles-Edouard Jeanneret y Amédée Ozenfant lanzan Après le Cubisme (“Después del cubismo”) exponiendo las bases doctrinarias del purismo. Walter Gropius en 1919 redactaría el “Programa de la Staatliches Bauhaus en Weimar”, manifiesto fundacional de la célebre escuela de arquitectura de la cual sería su primer director.

2. Viena. 2 de julio de 1914. Funeral del Archiduque de Austria Francisco Fernando y su esposa, asesinados en Sarajevo, evento que marcó el inicio de la Primera Guerra Mundial.

A todas estas, dos importantes acontecimientos políticos se dan cita en aquellos años: la I Guerra Mundial también conocida como “La Gran Guerra” estalla en julio de 1914 tras el asesinato el mes anterior en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria, prolongándose hasta noviembre de 1918; y, en 1917, con el inicio del movimiento que determinó la caída del zar Nicolas II en febrero y la instauración de un Gobierno Provisional, se desarrollará un proceso que derivó en el derrocamiento en noviembre de dicho Gobierno y la toma del poder por parte del partido bolchevique, dirigido por Vladímir Lenin, y los trabajadores y soldados de Petrogrado, conocida como Revolución de Octubre o Revolución Bolchevique.

3. Petrogrado. 7 de noviembre de 1917. El asalto al Palacio de Invierno, sede del Gobierno Provisional, representó el hito simbólico más potente de la revolución de octubre.

Si por un lado el arte se vio convulsionado por los movimientos de vanguardia que buscaban dejar de mirar al pasado, por el otro, los aires revolucionarios procedentes de Rusia prometían la creación de un clima igualmente de ruptura, en donde la posibilidad de pensar en un mundo nuevo ofrecía a los artistas un territorio fértil para poner en marcha sus propuestas y colocarlas al servicio de la revolución triunfante, donde era necesario educar a las masas, aumentar la producción y destruir las premisas culturales del Antiguo Régimen.

4. Número 1 de la revista G (julio 1923), impresa en Berlín por Hans Richter, en la que se reprodujo un breve extracto del «Manifiesto Realista».

En medio de ese clima que auspiciaba, en principio, un debate cultural abierto y el desarrollo del trabajo creativo y experimental, y que se manifestó en una pluralidad de tendencias, Antoine Pevsner (1884-1962) y su hermano Naum Neemia Pevsner (1890-1977), quien adoptó el nombre artístico de “Naum Gabo”, difunden en Moscú, mediante panfletos, el 5 de marzo de 1920 el “Manifiesto Realista”, en el que utilizan por primera vez el término “Constructivismo” y fijan las bases doctrinarias de un nuevo movimiento que llevaría ese nombre. El texto formalmente fue publicado por primera vez el 5 de agosto de 1920 en forma de carteles por la imprenta estatal, con motivo de una exposición con Gustav Klutsis en Moscú. Más tarde, se reprodujeron extractos en el primer número de la revista alemana G en 1923.

5. Vladimir Tatlin. Monumeto a la Tercera Internacional. Fotografía de maqueta durante su exposición en 1920.
6. El Lissitzki. Proun N 89 (Kilmansvaria) (1925)

Si bien el movimiento tuvo su origen en las obras y teorías de Kasimir Malévich, El Lissitzky y principalmente de Vladimir Tatlin, cuyas “construcciones” se concentran en las propiedades de las formas y de los materiales y de las relaciones de estos con el espacio, Pevsner y Gabo intentan precisar los rasgos de identidad para un arte nuevo, funcional y que contribuyera al progreso de la sociedad, que buscaba distanciarse fundamentalmente del cubismo y el futurismo así como crear una vida nueva que revalorizara al artista industrial, al servicio de un arte de masas, frente al artista-artesano.

7. Naum Gabo. Izquierda: Kinetic-Construction (1919-1920). Derecha: Linear-Construction in space nº 2 (1949-1952)

Sin embargo, es de resaltar que en el manifiesto se prescinde de todo análisis social y político y se indagan posiciones estéticas similares a las del Neoplasticismo, en claro contraste con el “Manifiesto Productivista” que aparecería meses después, en el que los artistas, mostrando una clara adscripción al comunismo científico, basado en la teoría del materialismo histórico, rechazaban el arte y lanzaban vivas apasionadas a la técnica. No pasaría mucho tiempo para que una burocracia ideologizada y castrante comenzara a establecer límites y dictar pautas sobre el rol del arte revolucionario privándolo de toda su frescura creativa.

8. Naum Gabo. Izquierda: Columna (c.1923). Derecha: Construcción en el espacio equilibrada entre dos puntos (1925).

Por el contrario, Pevsner y Gabo afirman que el arte tiene un valor absolutamente independiente y una función que desempeñar en la sociedad, ya sea capitalista, socialista o comunista, dejando clara su postura, por ejemplo, frente al suprematismo. En tal sentido, “enuncian en el manifiesto su idea del constructivismo y tratan de traducir sus conceptos de una realidad absoluta y esencial, en la realización de sus percepciones del mundo, en las formas de espacio y tiempo. Dan forma al espacio por medio de la profundidad más que por el volumen y rechazan la masa como base de la escultura”, tal y como recogemos del artículo dedicado a Anatoine Pevsner en Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Antoine_Pevsner).

9. Antoine Pevsner. Izquierda: Máscara (1925). Derecha: Construction for an airport (1934)

Complementariamente, Giulio Carlo Argán afirmará: «Las construcciones plásticas de Pevsner y de Gabo, no son exactamente esculturas, porque implican la intención de anular el concepto de escultura como disciplina tradicionalmente definida por unos procedimientos, finalidades y materiales. Aún más, se niega la escultura como forma cerrada que interrumpe la continuidad del espacio y lo define en relación a sí misma, como vacío opuesto a la plenitud». Para ellos revisten gran importancia los efectos ópticos que resultan de la reunión de distintos materiales presentes en sus construcciones espaciales.

10. Antoine Pevsner. Izquierda: Model for a Fountain (1920). Derecha: Monde (1947).

Para comprender mejor quienes son los autores del “Manifiesto Realista” hay que decir que los hermanos Pevsner, nacidos en el seno de una familia askenazi, de padre ingeniero, reciben una primera formación científica que les aporta el espíritu de investigación con el que se basa toda su obra.

Antoine inicia y abandona sus estudios en “la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo y viaja a París, donde admira los trabajos de Delaunay, Gleizes, Metzinger y Léger”. Naum, por su parte, “recibió una educación científica. Se graduó en 1910-11 en el instituto de Kursk e ingresó en la facultad de medicina de la Universidad de Múnich. En 1911-12 asistió a las conferencias de Wölfflin sobre historia del arte, mientras que en 1912 realizó un viaje por Italia para revisar las colecciones artísticas de Venecia, Milán y Florencia.

11. Antoine Pevsner (izquierda) y Naum Gabo (derecha) en Paris (c.1920).

Ambos se encuentran en París en 1913 interesándose por el cubismo y el futurismo y pasan la guerra juntos en Oslo. Allí «durante dos años digieren juntos todas sus experiencias y desarrollan el arte que más tarde llamarían Constructivismo. Se puede suponer que Pevsner aportó su conocimiento sobre técnicas artísticas y Naum su aproximación científica a los materiales y a la forma. Durante su formación como médico, Naum había aprendido a hacer construcciones tridimensionales para ilustrar fórmulas matemáticas, de modo que lo que surgió fue una fusión de una visión artística y un método científico». Desde entonces ambos elegirán a la escultura como su medio de expresión por excelencia.

12. Antoine Pevsner. El dinamismo en 30 grados. Ciudad Universitaria de Caracas (1953)

El “Manifiesto Realista”, de acuerdo a https://es.wikipedia.org/wiki/Manifiesto_Realista, “expuso sus teorías de la expresión artística en forma de cinco principios fundamentales… Se centró principalmente en divorciar el arte de las convenciones, como el uso de líneas, color, volumen y masa”. Así, “el constructivismo renuncia a la estética de la masa, reemplazándola por la estética de líneas y planos. Afectaba a las artes plásticas, partiendo principalmente de la escultura. Lo plástico interpretado como integración de varios elementos corresponde sistemáticamente a las construcciones de la arquitectura. Se rechazan las sucesivas innovaciones estilísticas del arte moderno como mero ilusionismo (comenzando por el impresionismo e incluyendo el cubismo y el futurismo), abogando en cambio por un arte basado en la realidad material del espacio y el tiempo”, quedando claro que “La realización de nuestras percepciones del mundo en formas de espacio y tiempo es el único objetivo de nuestro arte pictórico y plástico” de acuerdo lo expresado por Charles Harrison y Paul Wood (ed). en “The Realistic Manifesto.», Art in Theory, 1900-2000 (2003).

Para complementar y cerrar esta nota, hemos decidido transcribir el Manifiesto completo publicado en https://arteydisegno.wordpress.com/wp-content/uploads/2010/02/manifiesto-realista-1920.pdf, y también los cinco principios fundamentales que lo conforman presentados en el libro de Ulrich Conrads Programas y manifiestos de la arquitectura del siglo XX (1964, traducido al español en 1973).

Esperamos sean de provecho.

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MANIFIESTO REALISTA o CONSTRUCTIVISTA

Naum Gabo y Antoine Pevsner

1920

En el torbellino de nuestros días activos, más allá de las cenizas y de las ruinas del pasado, ante las cancelas de un futuro vacuo, nosotros proclamamos ante vosotros, artistas, pintores, escultores, músicos, actores y poetas, ante vosotros, personas para las que el Arte no es solo una mera fuente de conversación, sino el manantial mismo de una real exaltación, nuestra convicción y los hechos.

Hay que sacar al Arte del callejón sin salida en que se halla desde hace veinte años.

El progreso del saber humano con su potente penetración en las leyes misteriosas del mundo, iniciada a comienzos de este siglo, el florecimiento de una nueva cultura y de una nueva civilización, con un excepcional (por primera vez en la historia) movimiento de las masas populares hacia la posesión de las riquezas naturales, movimiento que abraza al pueblo en estrecha unión, y, por último, pero no menos importante, la guerra y la revolución (corrientes purificadoras de una era futura) nos ha llevado a considerar las nuevas formas de una vida que ya late y actúa.

¿Como contribuye el Arte a la época actual de la historia del hombre?

¿Posee los medios necesarios para dar vida a un nuevo Gran Estilo? ¿O supone acaso que la nueva época puede acoger una nueva creación sobre los cimientos de la antigua? A pesar de las instancias del espíritu renaciente de nuestro tiempo, el Arte se alimenta de impresiones, de apariencia exterior, y vaga impotente entre el naturalismo y el simbolismo, entre el romanticismo y el misticismo.

Los intentos realizados por cubistas y por futuristas para sacar a las artes figurativas del fango del pasado solo han producido nuevos desencantos.

El cubismo, que había partido de la simplificación de la técnica representativa, acabó por encallar en el análisis. El revuelto mundo de los cubistas, despedazado por la anarquía intelectual, no puede satisfacer a quienes, como nosotros, ya hayan realizado la Revolución y están construyendo y edificando un mundo nuevo.

Se puede sentir interés por las experiencias de los cubistas, pero no adherirse a su movimiento, pues estamos convencidos de que sus experiencias solo arañan la superficie del Arte y no la penetran hasta sus raíces, y también nos parece evidente que su resultado final no conduce más que a la misma representación superada, al mismo volumen superado y, una vez más, a la misma superficie decorativa.

En sus tiempos, se hubiera podido exaltar el futurismo por el nuevo aire que aportó su anunciada revolución en el Arte, por su crítica demoledora del pasado; como único modo de asaltar las barricadas artísticas del buen gusto, exigía mucha dinamita; pero no se puede construir un sistema artístico sobre una sola frase revolucionaria.

Bien mirado, tras la fachada del futurismo solo había un vacuo charlatán, un tipo hábil y equivoco, hinchado de palabras como patriotismo, militarismo, desprecio por la mujer y parecidas sentencias provincianas.

En cuanto a los problemas estrictamente pictóricos, el futurismo no pudo hacer mas que repetir los esfuerzos, que ya fueron inútiles con los impresionistas, por fijar en el lienzo un reflejo puramente óptico. Hoy todos sabemos que el simple registro grafico de una secuencia de movimientos momentáneamente fijados no puede recrear el movimiento. Solo recuerda el latido de un cuerpo muerto.

El pomposo eslogan de la velocidad fue un clarín de guerra para los futuristas. Admitimos la sonoridad de tal eslogan y comprendemos muy bien que es superior al más potente eslogan provinciano. Pero intentad preguntar a un futurista como se imagina la velocidad, e inmediatamente aparecerá todo un arenal de locos automóviles y depósitos de chirriantes vagones y alambres intrincados, el estruendo y el ruido de calles atestadas de vehículos. ¿Es necesario convencer a los futuristas de que todo ello no ocurre por la velocidad y sus ritmos?

Mirad un rayo de sol, la más inmóvil de las fuerzas inmóviles. Tiene una velocidad de 300000 kilómetros por segundo. Observad nuestro firmamento estelar que el rayo atraviesa… ¿Qué son nuestros depósitos comparados con los del universo? ¿Que son nuestros trenes terrestres comparados con los veloces trenes de las galaxias?

Ciertamente, todo el estruendo de los futuristas acerca de la velocidad es un hecho demasiado sabido, pero desde el momento en que el futurismo proclamo que Espacio y Tiempo son los muertos de ayer, se hundió en la oscuridad de las abstracciones.

Ni el futurismo ni el cubismo han ofrecido a nuestro tiempo lo que se esperaba de ellos.

Salvo estas dos escuelas artísticas, nuestro pasado reciente no ha ofrecido nada importante ni interesante.

Pero la vida no espera; las generaciones no cesan de crecer, y nosotros, que sucedemos a los que entraron en la historia y poseemos los resultados de sus experiencias, sus errores y sus éxitos, después de años de experiencias semejantes a siglos, proclamamos:

Ningún movimiento artístico podrá afirmar la acción de una nueva cultura en desarrollo hasta que los mismos fundamentos del Arte estén construidos sobre las verdaderas leyes de la vida, hasta que todos los artistas digan con nosotros: Todo es ficción, solo la vida y sus leyes son auténticas, y en la vida solo lo que es activo es maravilloso y capaz, fuerte y justo, porque la vida no conoce belleza en cuanto medida estética. La más grande belleza es una existencia efectiva.

La vida no conoce ni el bien ni el mal ni la justicia como medida moral…la necesidad es la mayor y más justa de todas las morales.

La vida no conoce verdades racionales abstractas como metro de conocimiento: el hecho es la mayor y más segura de las verdades.

Estas son las leyes de la vida. ¿Puede el Arte soportar tales leyes si se construye sobre la abstracción, el espejismo, la ficción?

Nosotros decimos:

Espacio y tiempo han renacido hoy para nosotros.

Espacio y tiempo son las únicas formas sobre las cuales la vida se construye, y sobre ellos, se debe edificar el Arte.

Perecen los Estados y los sistemas políticos y económicos; las ideas se derrumban bajo la fuerza de los siglos, pero la vida es fuerte y crece y el tiempo prosigue en su continuidad real. ¿Quién nos mostrara formas más eficaces que estas? ¿Quién será el genio que nos dé cimientos más sólidos que estos?

¿Qué genio nos contara una leyenda más maravillosa que la fábula prosaica que se llama vida?

La actuación de nuestras percepciones del mundo en forma de espacio y tiempo es el único objetivo de nuestro arte plástico.

No medimos nuestro trabajo con el metro de la belleza y no lo pesamos con el peso de la ternura y de los sentimientos.

Con la plomada en la mano, con los ojos infalibles como dominadores, con un espíritu exacto como un compás, edificamos nuestra obra del mismo modo que el universo conforma la suya, del mismo modo que el ingeniero construye los puentes y el matemático elabora las fórmulas de las orbitas.

Sabemos que todo tiene una imagen propia esencial: la silla, la mesa, la lámpara, el teléfono, el libro, la casa, el hombre. Son mundos completos con sus ritmos y sus orbitas.

Por esto, en la creación de los objetos les quitamos las etiquetas del propietario, totalmente accidental y postiza, y solo dejamos la realidad del ritmo constante de las fuerzas contenidas en ellos.

1. Por ello, en la pintura renunciamos al color como elemento pictórico: el color es la superficie óptica idealizada de los objetos; es una impresión exterior y superficial; es un accidente que nada tiene en común con la esencia más intima del objeto. Afirmamos que la tonalidad de la sustancia, es decir, su cuerpo material que absorbe la luz, es la única realidad pictórica.

2. Renunciamos a la línea como valor descriptivo: en la vida no existen líneas descriptivas; la descripción es un signo humano accidental en las cosas, no forma una unidad con la vida esencial ni con la estructura constante del cuerpo. Lo descriptivo es un elemento de ilustración gráfica, es decoración. Afirmamos que la línea solo tiene valor como dirección de las fuerzas estáticas y de sus ritmos en los objetos.

3. Renunciamos al volumen como forma espacial pictórica y plástica: no se puede medir el espacio con el volumen, como no se puede medir un líquido con un metro. Miremos el espacio… ¿Qué es sino una profundidad continuada? Afirmamos el valor de la profundidad como única forma espacial pictórica y plástica.

4. Renunciamos a la escultura en cuanto masa entendida como elemento escultural. Todo ingeniero sabe que las fuerzas estáticas de un cuerpo sólido y su fuerza material no dependen de la cantidad de masas; por ejemplo: una vía de tren, una voluta en forma de T, etc… Pero vosotros, escultores de cada sombra y relieve, todavía os aferráis al viejo prejuicio según el cual no es posible liberar el volumen de la masa. Aquí, en esta exposición, tomamos cuatro planos y obtenemos el mismo volumen que si se tratase de cuatro toneladas de masa. Por ello, reintroducimos en la escultura la línea como dirección y en esta afirmamos que la profundidad es una forma espacial.

5. Renunciamos al desencanto artístico enraizado desde hace siglos, según el cual los ritmos estáticos son los únicos elementos de las artes plásticas. Afirmamos que en estas artes está el nuevo elemento de los ritmos cinéticos en cuanto formas basilares de nuestra percepción del tiempo real.

Estos son los cinco principios fundamentales de nuestro trabajo y de nuestra técnica constructiva.

Hoy proclamamos ante todos vosotros nuestra fe. En las plazas y en las calles exponemos nuestras obras, convencidos de que el arte no debe seguir siendo un santuario para el ocioso, una consolación para el desesperado ni una justificación para el perezoso. El arte debería asistirnos allí donde la vida transcurre y actúa: en el taller, en la mesa, en el trabajo, en el descanso, en el juego, en los días laborales y en las vacaciones, en casa y en la calle, de modo que la llama de la vida no se extinga en la humanidad.

No buscamos consuelo ni en el pasado ni en el futuro. Nadie puede decirnos cual será el futuro ni con cuales instrumentos se le puede comer.

Es imposible no engañarse sobre el futuro y sobre él se pueden decir cuantas mentiras se quieran.

Para nosotros, los gritos sobre el futuro equivalen a las lágrimas sobre el pasado. El repetido sueño con los ojos abiertos de los románticos. El delirio simiesco del viejo sueño paradisíaco con atuendos contemporáneos.

Quien hoy se ocupe del mañana se ocupa en no hacer nada.

Y quien mañana no nos dé nada de lo que haya hecho hoy no es de ninguna utilidad para el futuro.

El hoy pertenece al hecho.

Lo tendremos en cuenta también mañana.

Dejemos el pasado a nuestras espaldas como una carroña.

Dejemos el futuro a los profetas.

Nosotros nos quedaremos con el hoy.

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1920

Naum Gabo/Antoine Pevsner:

Principios fundamentales del constructivismo (extracto)

1. Rechazamos el volumen corpóreo cerrado como expresión plástica para la configuración del espacio. Afirmamos que sólo se puede crear un espacio desde dentro hacia afuera en su profundidad y no de afuera hacia adentro a través de su volumen. En efecto, ¿qué es el espacio absoluto sino una única profundidad coherente e ilimitada?

2. Rechazamos la masa cerrada como elemento exclusivo para la construcción de cuerpos plásticos y arquitectónicos en el espacio. Exigimos, en cambio, que los cuerpos plásticos se construyan estereométricamente.

3. Rechazamos el color decorativo como elemento pictórico en la construcción plástica. Exigimos que se utilice el material concreto como elemento pictórico.

4. Rechazamos la línea decorativa. Exigimos que cada línea de la obra de arte sirva exclusivamente para precisar las direcciones interiores de fuerza del cuerpo en cuestión.

5. Ya no nos contentamos con elementos formales estáticos, en las artes plásticas. Exigimos la inclusión del tiempo como nuevo elemento y afirmamos que el movimiento real debe ser utilizado en las artes plásticas para hacer posible el uso de ritmos cinéticos de una manera que no sea sólo ilusoria.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. Geometricae | Geometric Abstract Art Magazine (https://www.geometricae.com/2018/03/03/manifesto-realista-constructivista/)

2. RTE Boston College (https://www.rte.ie/centuryireland/articles/franz-ferdinand-buried-in-vienna)

3. Universidad de Chile (https://uchile.cl/noticias/138530/el-legado-de-la-revolucion-de-octubre-a-100-anos-)

4. VEREDES. Arquitectura y divulgación. Colección completa de la revista G: Material zur elementaren Gestaltung (https://veredes.es/blog/coleccion-completa-de-la-revista-g-material-zur-elementaren-gestaltung/)

5. Wikipedia. Monumento a la Tercera Internacional (https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_a_la_Tercera_Internacional)

6. Magdalena de Proust (https://magdalenadeproust.com/2020/10/08/el-lissitzki-entre-el-suprematismo-y-el-constructivismo/)

7. Tate Images (https://www.tate.org.uk/art/artworks/gabo-kinetic-construction-standing-wave-t00827) y (https://www.tate.org.uk/art/artworks/gabo-linear-construction-no-2-t01105)

8. Guggenheim New York (https://www.guggenheim.org/artwork/1379) ; y Arte de Ximena (https://artedeximena.wordpress.com/arte-contemporaneo/constructivismo/ub-construccion-en-el-espacio-equilibrada-por-dos-puntos-gabo-1925/)

9. Centre Pompidou (https://www.centrepompidou.fr/en/ressources/oeuvre/cxAxGer); y The Charnel.House (https://thecharnelhouse.org/2015/02/22/naum-gabo-and-antoine-pevsner/antoine-pevsner-construction-for-an-airport-1934-brass-and-crystal-on-marble-base-30-high/)

10. Arthistory (https://www.arthistoryproject.com/artists/antoine-pevsner/model-for-a-fountain/); y Centre Pompidou (https://www.centrepompidou.fr/es/ressources/oeuvre/cL9zq9o)

11. Tate Images (https://www.tate-images.com/M00545-Antoine-Pevsner-and-Naum-Gabo-Paris.html)

12. Ciudad Universitaria de Caracas. Patrimonio Mundial (https://patrimoniocuc.wordpress.com/2019/10/05/dinamismo-en-30-grados-antoine-pevsner/); IAM Venezuela (https://iamvenezuela.org/2018/11/el-dinamismo-en-30-grados-el-antoine-pevsner-de-la-ucv/); y Wikipedia (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:UCV_2015-071_Antoine_Pevsner_1953,_Projection_Dynamique_a_30_de_Gres_o_El_Dinamismo_en_30_grados.JPG)

EXPOSICIÓN

LOOKING AT LE CORBUSIER

Emanuele Piccardo

Maison La Roche

París

11 de febrero – 15 de marzo 2025

Tomado de https://www.fondationlecorbusier.fr

Looking at Le Corbusier presenta la investigación que el fotógrafo y crítico de arquitectura Emanuele Piccardo realizó entre 2007 y 2018 sobre las obras más significativas de Le Corbusier en Francia. Desde la capilla Notre-Dame du Haut en Ronchamp hasta el sistema de Unités d’habitation en Marsella, Rezé y Firminy, pasando por la Villa Savoye, las Maisons Jaoul, el apartamento de Le Corbusier en París, el Couvent de la Tourette, y terminando este recorrido en Roquebrune-Cap-Martin, un lugar de inspiración para el arquitecto.

El viaje al universo de Le Corbusier se basa en la relación entre la arquitectura, su representación y la interpretación fotográfica, un tema sobre el que Piccardo lleva reflexionando una década, desde que fundó la revista web archphoto.it, que explora los vínculos entre la arquitectura y las artes visuales. La relación entre la arquitectura y la fotografía viene de lejos. Las primeras imágenes de este arte visual naciente, en la segunda mitad del siglo XIX, retratan la ciudad y su arquitectura. Le Corbusier fue uno de los primeros arquitectos en experimentar con la fotografía, durante su Voyage en Orient en 1910, pero también fue quien comprendió el potencial de la fotografía para difundir su obra. De hecho, la fotografía se convirtió rápidamente en la representación icónica de la arquitectura, como lo demuestran las obras de historiadores de la arquitectura como Henry Russell Hitchcock y Bruno Zevi.

En la introducción del libro que acompaña a la exposición Looking at Le Corbusier, el historiador de la arquitectura Tim Benton señala: “Al igual que Lucien Hervé, Piccardo juega con la geometría del cuadrado, alineando diagonales y modificando la perspectiva aplanando la imagen. Muchas de sus imágenes son frontales, pero le gusta utilizar una perspectiva ligeramente inclinada para sugerir profundidad y contrastarla con el juego formal de líneas y planos… de esta manera, presenta una imagen más “fresca” de Le Corbusier, evitando el dramatismo de algunos fotógrafos de Le Corbusier”.

Looking at Le Corbusier explora la obra de Le Corbusier a través de una visión secuencial que define el conjunto. Como en una secuencia cinematográfica, Piccardo construye una narrativa, una historia personal de su conexión con Corbu. Examina los elementos de su arquitectura: los pilotes, las superficies de hormigón en bruto, la complejidad de los espacios, la luz, definiendo una nueva iconografía visual de la arquitectura de Le Corbusier.

ACA

EXPOSICIÓN

LE CORBUSIER: SYNTHESIS OF THE ARTS 1930-1965

Panasonic Shiodome Museum of Arts

Tokio

11 de enero – 25 de marzo 2025

Tomado de https://www.fondationlecorbusier.fr/ y https://www.tokyoartbeat.com

A través de tres décadas de creaciones, esta exposición retoma la noción de «Síntesis de las Artes» para mostrar y comprender la unidad de la visión arquitectónica y artística de Le Corbusier. Sus numerosos dibujos, pinturas, esculturas y tapices están asociados con las obras de algunos de sus contemporáneos, incluidos Fernand Léger, Jean Arp y Wassily Kandinsky.

En la segunda mitad de su vida, Le Corbusier (1887-1965) acuñó el término “Síntesis de las Artes” para expresar su ambición de unificar la pintura y la escultura bajo la égida de la arquitectura. Pero más allá de eso, “Síntesis de las Artes” también sirvió como lema para la totalidad de su visión artística, que se guiaba por principios idealistas de unidad, armonía y leyes universales.

Aunque era mundialmente conocido como arquitecto, Le Corbusier también fue un profundo innovador en todas las artes visuales. La exposición “Le Corbusier: Síntesis de las Artes 1930-1965” destaca sus pinturas, esculturas, dibujos y tapices desde la década de 1930 en adelante, así como su uso artístico de las tecnologías emergentes. Al contextualizarlos junto con los proyectos arquitectónicos, la exposición ilustra cómo la visión artística madura de Le Corbusier trascendió los límites tradicionales.

El carácter optimista y alegre de la obra madura de Le Corbusier ofrece a los visitantes una perspectiva nueva sobre un artista que a menudo se asocia con el concepto de la casa como «una máquina para vivir». Al yuxtaponer sus obras con las de contemporáneos como Fernand Léger, Jean Arp y Wassily Kandinsky, el arte de Le Corbusier se contextualiza aún más dentro del entorno cultural de su tiempo.

Comisariada por el historiador de arte alemán Robert Woitschützke, esta exposición ofrece una exploración perspicaz de una de las mentes más visionarias del siglo XX.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 436

El caraqueño Inocente Palacios Caspers (1908-1996) es una de las personalidades más interesantes del siglo XX venezolano.

1. Algunos de los miembros de la Generación de 1928. Inocente Palacios aparece de pie, segundo de izquierda a derecha.

Integrante de la llamada Generación de 1928 y descendiente directo de Bonifacio Palacios, tío materno de Simón Bolívar, Inocente “estudió bachillerato en el liceo Caracas, pasando luego a la Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo los títulos de bachiller en filosofía (1928) y de doctor en ciencias políticas (1931). Durante 20 años mantuvo una intensa actividad política y de lucha social por la que hubo de soportar cárcel y destierro”, expone Omar Alberto Pérez en la entrada correspondiente publicada en el Diccionario de Historia de Venezuela de la Fundación Empresas Polar (https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org).

2. El golpe de estado del 18 de octubre de 1945 se convirtió en un punto de inflexión en la vida de Inocente Palacios.

Casado con Josefina Juliac Madroño, Palacios, antes del golpe de Estado del 18 de octubre de 1945, se retira de Acción Democrática (agrupación política que contribuyó a gestar tras haber sido secretario de su germen: el Partido Democrático Nacional -PDN-), por lo que una vez más “debió (según Omar Alberto Pérez) afrontar persecución, cárcel y exilio. Después de esto no participó más en la militancia partidista”.

3. Vista aérea de Caracas hacia el este con el desarrollo de Colinas de Bello Monte a la derecha en momentos en que se concluían los movimientos de tierra para urbanizar la parte alta (1953)

A su regreso, Palacios se involucró de manera decisiva en el proceso urbanizador de Caracas actividad que compartió con las de promotor cultural y musicólogo. De tal manera, cuando desde 1949 se acomete la urbanización de las tierras ubicadas hacia el sureste del casco central de Caracas, antiguamente ocupadas por la Hacienda Bello Monte (donde se alojó Humboldt durante su estancia en 1799), que se extendían a ambos lados del rio Guaire, propiedad de la Sucesión Casanova, Palacios junto a Luis Albero Pocaterra aceptan la proposición que le hacen Juan Vicente Casanova-Ibarra y Antonio J. Casanova para desarrollar los terrenos más inclinados ubicados al sur. Así, Palacios (quien conseguiría apoyo del Banco Obrero ya como presidente de C.A. Urbanización Colinas de Bello Monte) terminó gestando un suburbio con alto sentido especulativo que se convirtió en la primera conquista por parte del crecimiento formal de la ciudad de lo que en otro contexto sería calificado como un “cerro”, con modificación de la ordenanza de zonificación incluida.

4. Izquierda: Propuesta ganadora presentada por José Miguel Galia para el Concurso Concurso Internacional “Colinas de Bello Monte” para una quinta en pendiente (1951). Derecha: «Casa Modelo» (1951) construida por C.A. Urbanización Colinas de Bello Monte encargada a Antonio Lombardini
5. Izquierda: Concha Acústica de Bello Monte. Julio César Volante, 1954. Derecha: Fotomontaje de la maqueta del proyecto para el Museo de Arte Moderno de Caracas. Oscar Niemeyer, 1955.

Teniendo al arquitecto italiano Antonio Lombardini como su mano derecha en lo relacionado al trazado urbanístico y la realización de una serie de quintas-tipo para posibles compradores de terrenos en pendiente (para lo cual también se había realizado en 1951 un concurso internacional ganado por José Miguel Galia), Palacios, en su rol de promotor cultural y como presidente de la Fundación José Ángel Lamas, donó un predio con la intención de que fuese la sede artística de la Orquesta Sinfónica Venezuela (OSV) donde se construyó un anfiteatro (que luego pasaría a ser la Concha Acústica de Bello Monte), proyectado por el arquitecto Julio César Volante. Dentro de la misma línea también será el principal impulsor de la propuesta que, con la idea de convertir la zona en el epicentro de un movimiento cultural a escala metropolitana, previó la posibilidad de colocar al borde de una pequeña colina el futuro Museo de Arte Moderno de Caracas que se le encargó, luego de la declinación de Mies van der Rohe, a Oscar Niemeyer en 1955.

6. Quinta Caurimare, propiedad de Inocente Palacios. Calle Caroní, Colinas de Bello Monte. Arquitecto Antonio Lombardini, 1957. Demolida en 1980.

Más adelante, Palacios decide construir dos viviendas para su disfrute y el de su familia (ambas finalizadas en 1957), de concepción y carácter muy distintos: una en la ciudad ubicada justamente en la calle Caroní de Colinas de Bello Monte, cuyo proyecto le encarga a Lombardini la cual poseía holgadas dimensiones más próximas a las de un centro cultural; y otra de corte vacacional que realizaría en la región de Barlovento (por la que Palacios tenía una particular atracción sentimental) y que, localizada en Río Chico, le solicita a Fruto Vivas.

7. En primer plano, la Quinta El Palmar (proyectada por Fruto Vivas para el presidente Marcos Pérez Jiménez) y, en segundo plano, la casa diseñada también por Fruto para el gobernador Guillermo Pacanins. Ambas están localizadas en el sector Playa Grande del Litoral Central y son de 1954.

Palacios que conocía a Fruto desde su época de estudiante, cuando formó parte del grupo de colaboradores de Niemeyer (junto a Henrique Hernández, Elio Vidal, Gustavo Legórburu y Pedro Valenti) en el proyecto del Museo de Arte Moderno, y que vio cómo todavía sin graduarse (lo haría en 1956) sería el arquitecto escogido en 1955 para desarrollar la propuesta del Club Táchira y, previamente (1954), de las quintas construidas por Guillermo Pacanins (gobernador del Distrito Federal) y Marcos Pérez Jiménez (presidente de la República) en el Litoral Central, se sumó a la serie de personas algunas pudientes y otras poderosas que le ofrecieron al novel arquitecto la oportunidad de desarrollar su talento y poner en práctica sus planteamientos, relacionados con el uso de materiales autóctonos y la utilización de sistemas constructivos que dotaban a las edificaciones de un espíritu que combinaba modernidad y tradición popular.

La casa que Fruto Vivas diseña para Inocente Palacios (cuya foto de la fachada posterior engalana nuestra postal del día de hoy), cumple con todos los rasgos con los que Juan Pedro Posani caracterizó la “arquitectura populista” a la cual dedica todo un capítulo de la segunda parte de Caracas a través de su arquitectura (1969), y que en el caso del arquitecto tachirense se traducen en: “conocimiento y estudio directos de las fuentes populares, actitud celosamente nacionalista, investigación estructural permanente y un sentido muy agudo del espacio dinámico”, todo lo cual  “se aúna a un carácter generoso y capaz de súbitas explosiones de entusiasmo contagioso, los cuales en buena parte explican su tremendo poder de influencia”.

8. Fruto Vivas. Hotel Moruco. Santo Domingo, estado Mérida (1954-1956)
9. Fruto Vivas. Quinta Zaira. Colinas de Bello Monte, Caracas (1954-1956)
10. Fruto Vivas. Vivienda propia. Los Chorros, Caracas (1955).

Emparentada más directamente con el carácter y la técnica constructiva en madera manejada por Fruto en el hotel Moruco que le encargara la CONAHOTU (Santo Domingo, Mérida, 1954-1956), en la espacialidad de la quinta Zaida de Colinas de Bello Monte (1954-1956) y en la ambientación y uso de los materiales a la vivienda que el propio Fruto se construyó en Los Chorros, Caracas (1955), de la casa Palacios destaca la utilización de troncos gruesos de mora para la estructura (vigas y columnas), viguetas que sostienen el techo de mangle, machihembrado de caoba para las cubiertas (apareciendo también en ocasiones el cedro y el apamate) y pisos de corazón de mora, trabajados con sabiduría con la participación de un grupo de artesanos portugueses.

11. Dibujo de Juan Pedro Posani de la casa de Inocente Palacios en Río Chico (c.1960)
12. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico (fachada principal)

También experimentó Fruto con el uso de bahareque para las paredes, cosa que en su momento alarmó al cliente que no se imaginaba cómo se garantizaría la durabilidad en el tiempo de ese tipo de material. Al respecto, Inocente Palacios en el libro Fruto Vivas. Del barro al metal, escrito por Raquel Castro en 1989, testimonia al narrar la construcción de la casa cómo “Fruto vino, vio el sitio y empezó a hacer un proyecto a lo Fruto Vivas, proyecto que bosquejaba en el reverso de un sobre de correos, en papel de envolver, sobre una tabla, siempre dibujaba en la primera cosa que estuviera a su alcance. Fruto venía aquí, se quedaba un rato viendo el paisaje, se volvía a ir, se desaparecía. Después nos dijo que iba a hacernos una casa de bahareque y madera. En el primer momento me pareció muy hermoso pero enseguida me alarmé y le dije, pero el bahareque se cae! (…) Añade Inocente Palacios que para tranquilizarlo prometió reforzar por dentro las paredes de bahareque y así, poco a poco, le fue dando corporeidad, lentamente; fue un proceso largo”.

13. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico.

Lo paradójico de esta casa se presenta en el hecho de que habiendo utilizado materiales de la zona y un sistema constructivo relativamente sencillo resultó muy costosa y demorada en el tiempo: “La cosa más larga y más laboriosa del mundo… Resultó una locura”, confesará Palacios a Raquel Castro. Como muestra valga decir que el piso del comedor hecho de rodajas de corazón de mora duró un año construyéndose, por el hecho de que debieron de escogerse uno a uno los pequeños pedazos que rellenarían los huecos que quedaban entre los discos grandes. “Toda una obra de orfebrería y marquetería”, sentenciaría Palacios con admiración luego de ver el resultado.

14. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico.

Otra clara paradoja que ya asomáramos, está relacionada con la manera como Fruto, declarado por Juan Pedro Posani como “arquitecto revolucionario, vanguardista, contracorriente, que está en contra del sistema, que es perseguido político, que es adscribe a un movimiento político totalmente subversivo”, logra dar sus primeros pasos dentro del ejercicio profesional. La respuesta la da el propio arquitecto al manifestarle a Raquel Castro: “Yo, enamorado de la madera, me ponía a hacer casas de madera para ricos, puesto que esos eran mis clientes y porque allí estaba mi comida. Me tocaba repartirme en eso de trabajarle a los ricos haciéndoles casas y mansiones que yo utilizaba para aprender”.

15. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico.

La casa Palacios fue considerada la obra “más tropical” de las hechas por Fruto para aquel momento en el que la arquitectura populista de su mano se puso de moda, se convirtió en cliché y fue vaciada de todo su auténtico contenido. En ella, también se encierran los aciertos de quien miró a la significación, valores y experiencias de la tradición sin renunciar a su contemporaneidad, patente en la plena integración entre el interior y el exterior y el uso de técnicas y materiales que se complementan sin rebuscamientos, en pro de exaltar los valores espaciales (y especiales) de su arquitectura.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 13. Raquel Castro. Fruto Vivas. Del barro al metal (1989).

1. Juan Bautista Fuenmayor. Generación del 28. El movimiento estudiantil antidictatorial (https://issuu.com/editorialaurora/docs/generacion_del_28_-_juan_bautista_fuenmayor)

2. Contrapunto.com (https://contrapunto.com/nacional/politica/que-paso-el-18-de-octubre-de-1945-revolucion-o-golpe-de-estado/)

3. Colinas de Bello Monte (https://www.facebook.com/ColinasBelloM/)

4. Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela, nº 190, 1952; y Colección Crono Arquitectura Venezuela.

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y arxiu.bak (http://arxiubak.blogspot.com/2012/12/museo-de-arte-moderno-de-caracas-oscar.html)

6. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

7. La Guaira en Retrospectiva (https://www.facebook.com/LaguairaenRetrospectiva/posts/quinta-el-palmar-en-playa-grande-catia-la-mar-construida-en-el-a%C3%B1o-1954-construc/2309071529230096/?locale=hi_IN)

8. Colección Crono Arquitectura Venezuela; Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; DoCoMoMo Venezuela (docomomovenezuela.blogspot.com); y Eduardo Feo (https://www.pinterest.com/pin/397442735839615852/)

9. María Isabel Peña, Iván González Viso y Federico Vegas. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015).

10. Instagram. gianni.napolitano (https://www.instagram.com/gianni.napolitano/p/BBqLd1yMPpn/); y Viva Venezuela (https://www.pinterest.com/pin/79376012152714196/)

11. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

12, 14 y 15. Graziano Gasparini. Casa venezolana (1992)