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Postal nº 304

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1949• Gran Hotel Palmar, avenida El Palmar, Litoral Central

1949• Se concluye la construcción del Gran Hotel Palmar, ubicado en la avenida El Palmar (hoy avenida José María Vargas), frente a la Playa Lido, proyectado un año antes por los arquitectos Luis Eduardo Chataing (1906-1971) y Graziano Gasparini (1924-2019).
El hotel de 100 habitaciones con vista hacia el Mar Caribe disponía entre las facilidades para los huéspedes de una piscina y una playa privada, Playa Lido, a la cual se le accedía a través de un paso subterráneo.

Durante los años ´50 su restaurante, terraza y playa fue un popular destino turístico para los pasajeros de la línea naviera Grace Line.
Hoy la edificación, bastante afectada por un mal mantenimiento y sin la playa privada, tiene carácter residencial turístico.
Fuentes: books.google.co.ve- The Grace Log – Volumes 22-25
La Guaira en Retrospectiva.
HVH
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 304

La fotografía que ilustra nuestra postal del día de hoy corresponde a una obra que se termina de proyectar y se empieza a construir en 1981 diseñada por los arquitectos Julio Maragall McGill y Miguel Carpio Delfino: el edificio Villa Bermeja, ubicado en la esquina entre la Calle Chulavista y la Calle Papagayo, Urb. Chulavista, Caracas.

Según lo publicado en http://arrelsve.cat/2020/06/30/julio-maragall-mcgill/, Julio Maragall, arquitecto y escultor nacido en Barcelona (España) en 1936 es hijo del también escultor Ernesto Maragall y de la venezolana Fina McGill Sarriá quienes se exiliaron en Venezuela cuando Julio tenía tres años de edad. Estudió arquitectura en la Universidad de Cornell, estado de Nueva York (EE.UU.), de la que egresó en 1966. Ahí cursó también estudios de escultura.
Comienza su actividad profesional en Ithaca, Nueva York, en la Oficina de Arquitectura de Mario Romañach y Donald Belcher & Asociados. Regresó a Venezuela, y poco tiempo después fue miembro asociado de la oficina de Julio Volante. Realizó estudios de postgrado en Diseño Arquitectónico en la Universidad Simón Bolívar (USB) de la ciudad de Caracas.
En 1972 fundó Maragall & Asociados y ese mismo año inició su actividad docente como profesor de diseño arquitectónico de la USB formando parte del grupo fundador de la carrera de arquitectura de esa universidad. En paralelo, ha desarrollado una profusa carrera como escultor, ha sido profesor de escultura en la USB y realizado numerosas exposiciones individuales. Entre sus obras destacan la Torre ABA en la urbanización Las Mercedes (1975), el desarrollo y remodelación del Hotel Margarita Hilton Internacional (1993) y el Paseo Marítimo de La Barceloneta, España (1996).
Por su parte, Miguel Carpio registra en https://www.linkedin.com/in/mcarpiod/?locale=es_ES que egresa con honores del Illinois Institute of Technology -IIT- (Chicago) en 1974 revalidando su título en la Universidad Central de Venezuela entre 1974 y 1976. Ha sido profesor invitado de diseño arquitectónico en diversas ocasiones de la Universidad Simón Bolívar, perteneciendo a su planta docente entre 2002 y 2012. Fue miembro de la Junta Directiva de la Fundación para la Vivienda Popular entre 2000 y 2011. Durante 6 años, entre 1975 y 1981, trabaja como arquitecto asociado en la oficina Maragall & Asociados y en 1981 funda la Oficina de Arquitectura Miguel Carpio Delfino y Asociados. (OAMCD&ASOC). De entre sus obras destacan: la quinta “Trampajaula”, estado Falcón (1987), la Hacienda Los Cocos, estado Falcón (1990), la casa “Arena Cernida”, sector Ranchos de Chana, Isla de Margarita (1994), el plan para la recuperación del Club Camurí Grande, Litoral Central (2002) y la casa “La Cascada” en El Hatillo, Caracas (2004).

Por tanto, trabajando juntos en Maragall & Asociados, Maragall y Carpio una vez recibido el encargo proponen, como respuesta a la condición que ofrecía la parcela, desarrollar un volumen de borde compuesto por dos piezas, una en forma de “U” y otra que surge del desprendimiento y desplazamiento de la cara que cerraría la primera, lográndose entre ellas definir un patio central de carácter privado por donde se accede a los diferentes apartamentos. En dicho patio protegido, de planta cuadrada, que refuerza la privacidad del conjunto, se ubica el sistema de circulación vertical y horizontal, conformado por cuatro corredores a modo de puentes dispuestos en forma diagonal, localizándose el núcleo ascensores y escaleras en la intersección de los mismos. Hacia el espacio central, también, se ubican las áreas de servicios y escaleras de los 16 apartamentos dúplex que conforman la edificación los cuales aprovechan al máximo las vistas hacia el exterior.

La altura promedio de la edificación es de cuatro plantas, con una altura máxima de seis, una mínima de dos y una cota variable en su parte inferior correspondiente a la altura de la Calle Chulavista en diferentes puntos de la parcela.
Su fachada se caracteriza por presentar una composición de vanos de variada geometría con ángulos rectos y formas circulares, destacados por el contraste de color en los materiales empleados como tablilla de arcilla y concreto en obra limpia.
El sótano, donde se ubican los estacionamientos, tiene capacidad para 32 vehículos (2 por unidad de vivienda). También alberga otras áreas de servicio y un sector ocupado por 2 de los apartamentos que se resuelven aprovechando con solvencia la topografía del lote.



En el nivel de acceso se ubica el control general (peatonal y vehicular) tanto a la torre como al sótano del conjunto. En el mismo nivel se desarrollan cuatro apartamentos con terrazas o jardines privados a nivel del terreno; además, se plantea una sala de usos múltiples y fiestas directamente relacionado con el área libre de la parcela tratada como área verde de condominio. En esta zona también se encuentra la conserjería.

El conjunto ofrece tres tipos de apartamentos todos de cuatro dormitorios y dúplex como ya se ha señalado. En cada planta se observan variaciones de distribución interna conservando la misma área de ubicación general.
Villa Bermeja, que cuenta con un área total de construcción de 8.000 m2, fue declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural como Bien de Interés Cultural de la Nación, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N. 38.234 de fecha 22 de julio de 2005 como una de las manifestaciones tangibles registradas en el I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005, y por la Alcaldía del Municipio Baruta como Edificación vertical de uso residencial multifamiliar Bien de Interés Municipal el según Decreto N. 181, publicado en Gaceta Municipal extraordinaria N. 128-04/2005 de fecha 14 de abril de 2005.
El proyecto obtuvo en 1987 el Premio Nacional de Arquitectura mención Vivienda Multifamiliar.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela
1 y 3. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
2. http://fundamemoria.blogspot.com/2008/06/
4. https://www.conlallave.com/propiedades/apartamento-en-venta-en-chulavista-62453134.html y https://casa.mitula.com.ve/urbanizacion-chulavista-caracas
5. https://www.conlallave.com/propiedades/venta-apartamento-chulavista.-loris-bergamini-63486256.html
6.https://www.conlallave.com/propiedades/apartamento-en-venta-en-chulavista-62453134.html
TAL DÍA COMO HOY…
… 24 de abril, Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz, y Día Mundial contra la Meningitis, nace en 1870 Joan Rubió, y fallecen en 1658 Francesco María Richini, en 1980 Alejo Carpentier y en 2014 Hans Hollein.

Vuelve el azar a permitirnos, luego de escoger el día de hoy como parte de la pauta del Contacto FAC, repasar y comentar algunas de sus peculiaridades y datos más interesante de acuerdo a nuestra particular mirada.
Para empezar, conviene recordar que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el día 12 de diciembre de 2018, mediante resolución, el 24 de abril como el Día Internacional del Multilateralismo y Diplomacia para la Paz. Este día se instituyó con el propósito de promover los tres pilares de la ONU entre los que se destacan el desarrollo sostenible, la paz y seguridad, además de la protección de los derechos humanos.
También hoy se celebra el Día Mundial contra la Meningitis, con el objeto de recordar a la población la importancia de esta enfermedad, además de exigir a las administraciones un esfuerzo en la prevención y tratamiento de las graves secuelas causadas. La meningitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de las membranas (meninges) que rodean el sistema nervioso central y una de las principales causas de muerte por infección en niños y adolescentes.

representaciones del caballo de Troya.
Haciendo un breve repaso por los acontecimientos más llamativos de este día encontramos que en 1184 a. C., en la actual Turquía, según la leyenda, los griegos, tras nueve años de tenerla sitiada, entran en la ciudad de Troya utilizando un artilugio con forma de enorme caballo de madera y que según relatos que narran aquella guerra fue usado por los aqueos como una estrategia para introducirse en la inexpugnable ciudad fortificada. Tomado por los troyanos como un signo de su victoria, el caballo fue llevado dentro de los gigantescos muros, sin saber que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos que salieron sigilosamente de noche, mataron a los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada del ejército aqueo, lo que provocó la caída definitiva de Troya.

Por otro lado, un 24 de abril de 1800 en Washington D.C. (Estados Unidos) se funda la Biblioteca del Congreso, cuando el presidente John Adams firmó un Acto del Congreso que aprovisionó para el traslado de la capital desde Filadelfia a la nueva ciudad de Washington. De acuerdo a lo obtenido de Wikipedia, “En esas leyes se estableció un fondo de 5000 $ para la compra de libros necesarios para las funciones del Congreso. La colección, comprada en Londres, consistió en 740 libros y 3 mapas, y se depositó en un ala del nuevo edificio del Capitolio. La colección cubrió una variedad de temas, pero la mayor parte de los materiales eran de naturaleza legal, lo que refleja el papel del Congreso como un fabricante de leyes”. Considerada hoy en día como una de las bibliotecas más grandes del mundo con más de 158 millones de documentos, la edificación que la terminó albergando, el Thomas Jefferson Building, originada en parte debido al crecimiento del Congreso, pero también en parte debido a la Ley de Derechos de Autor de 1870, es construida entre 1890 y 1897 abriendo al público el 1 de noviembre de este año, luego de que John L. Smithmeyer y Paul J. Pelz ganaran el concurso de proyectos convocado en 1873. Siguiendo a Wikipedia encontramos que “si bien Smithmeyer jugó un papel decisivo en la obtención del encargo, Pelz parece haber sido el diseñador principal del edificio y supervisó la mayor parte del trabajo exterior”. Corresponderá a Edward Pearce Casey llevar a cabo la finalización de los interiores y la supervisión artística del programa decorativo único del edificio, cuando en 1892 fuera despedido Pelz como arquitecto principal de la obra.

Continuando la aproximación a temas que nos interesan, un día como hoy de 1913, en Nueva York se abre al público el Woolworth Building diseñado por el arquitecto Cass Gilbert, uno de los primeros rascacielos de Estados Unidos y el edificio más alto del mundo hasta 1930, cuando se construyeron el 40 Wall Street y el edificio Chrysler. Fue ejecutado por el financiero estadounidense Frank Woolworth que deseaba un edificio destacable para su sociedad. Originalmente planeado para tener una altura de 190,5 metros, de conformidad con las leyes del momento, finalmente se elevó a los 241 metros (57 pisos), superando al Metropolitan Life Insurance como el edificio más alto del mundo. Su coste de construcción fue de 13.500.000 dólares.
“El edificio se asemeja a una catedral gótica por sus adornos de pináculos y gárgolas. (…) En la antecámara en forma de cruz latina se extiende la galería comercial. El vestíbulo tiene una altura de tres plantas, techo con cristaleras y bóveda cubierta de mosaicos dorados de inspiración bizantina, una gran escalera de mármol y esculturas que caricaturizan a Woolworth contando monedas y Gilbert con una maqueta de su edificio”, se precisará en Wikipedia.


El 24 de abril de 1870 nace Joan Rubió i Bellver, arquitecto catalán fallecido en 1952, “… discípulo de Antoni Gaudí, con el que trabajó entre 1893 y 1905, colaborando en obras como el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, la casa Batlló, la casa Calvet, la torre Bellesguard, el parque Güell, la restauración de la Catedral de Mallorca y la Colonia Güell”. De tendencia catalanista, Rubió fue uno de los principales impulsores de la vinculación de la obra de Gaudí -especialmente la Sagrada Familia- con la identidad catalana y las esencias tradicionales de la sociedad catalana.
“Tras su colaboración con Gaudí desarrolló su propia producción, practicando un eclecticismo goticista, con uso intensivo del aparejo de ladrillo y minuciosidad en el diseño. Al ser nombrado arquitecto de la Diputación de Barcelona (1906) pasó a un clasicismo barroquizante, aunque siempre con pervivencia gaudiniana”, nos aportará Wikipedia complementando lo arriba citado.
De su extensa producción conviene destacar de lo realizado en Barcelona: la casa Golferichs (1890-1901), la casa Roviralta (1903-1913), la casa Pomar (1904-1906), el Pabellón de lavadero y desinfección El Castell (1903-1904), la fábrica algodonera Canals (1906-1907), el edificio de Fomento de la Piedad y Biblioteca Balmes (1916-1934) y el puente de estilo gótico flamígero de la calle del Bisbe, que une el palacio de la Generalitat de Cataluña con la casa de los Canónigos (1928). Fuera de la capital catalana, Rubió realizó los laboratorios Serra en Reus (1911-1912), el Hospital de Campdevánol (1917), el asilo del Santo Cristo en Igualada (1931-1946) y la iglesia del Carmen en Manresa (1940-1952). Fuera de Cataluña fue autor de la farmacia Puig en Azoque (Zaragoza, 1908), la basílica del Sagrado Corazón en Gijón (1910-1925) y la restauración de la casa de san Ignacio de Loyola en Azpeitia (Guipúzcoa, 1920-1921)

Entre los fallecimientos acaecidos el 24 de abril se registran el de Francesco María Richini (1658), Alejo Carpentier (1980) y Hans Hollein (2014).
Richini, de lo que recogemos de Wikipedia, “Fue el más notable exponente de una dinastía de arquitectos milaneses, en la que también destacó su padre Bernardo Richini (ca. 1549-1639).
Richini completó su educación artística en Roma, de donde llevó a su ciudad natal el gusto por la cultura barroca romana, fastuosa, exuberante y escenográfica. Fue un arquitecto serio, que adoleció siempre de una falta de sello personal”. Algunas de sus obras más reconocidas (todas realizadas en Milán) son: el Colegio de los jesuitas, actual Pinacoteca di Brera (1615), la Iglesia de Santa Maria alla Porta (1652), la Iglesia de Santa Marta (1621), la Iglesia de San Giuseppe (1607-1630), el Palacio Annoni (1631), y el Palacio Durini (1644).

Alejo Carpentier amerita una particular atención de nuestra parte debido a la estrecha relación que tuvo con nuestro país donde residió entre 1945 y 1959.
Escritor y musicólogo nacido en Lausana, Suiza en 1904 de la unión del arquitecto francés Georges Julien Álvarez Carpentier y de Catherine «Lina» Valmont or Blagoobrasoff, profesora de idiomas de origen ruso, quienes se trasladan a Cuba al poco tiempo después de su nacimiento, Carpentier aterriza en Maiquetía junto a su esposa Lilia poco antes del derrocamiento de Isaías Medina Angarita. Lo hace con la clara intención de establecer una pausa que le permitiera sedimentar y profundizar las indagaciones que ya había adelantado al regreso de su exilio europeo (1928-1939) y con la intuición de que llegaba al país que se lo podría permitir.
El reencuentro con Cuba y su música así como el fascinante contacto con Haití y la historia de su proceso independentista, vistos desde los postulados del surrealismo (movimiento del que formó parte durante su estadía en Francia), le permiten entre 1939 y 1944 desarrollar una teoría interpretativa de lo americano que se enriquece y ensancha gracias a la conexión con un país como Venezuela que cuenta con todos los elementos que componen el Nuevo Mundo: enormes montañas, llanos, ríos caudalosos, selva, mar, y una población mestiza compuesta de blancos, negros e indios. También Venezuela representa para Carpentier la oportunidad de ver la otra cara de la moneda: trabaja como publicista en la empresa ARS, fundada por su amigo parisino Carlos Eduardo Frías, con fuertes lazos con los Estados Unidos, y vive en Caracas parte de la existencia que había rechazado en Nueva York. Como bien apunta Roberto González Echeverría en la «Introducción» de la edición de Los pasos perdidos elaborada por Cátedra, S.A. en 1985: “Caracas … está sufriendo una transformación profunda que pone a Carpentier en contacto con una sociedad posindustrial, y en contacto directo con los medios de comunicación masiva que la caracterizan … Carpentier, en dos palabras, experimenta la América Latina del futuro y del pasado más remoto”. Todo esto, habría que agregar, en medio de circunstancias políticas convulsas y de una bonanza económica vinculada a la abundante producción petrolera.

Así, la consolidación del pensamiento carpenteriano sobre lo americano, aunque no puede verse exento de toda una serie de circunstancias que envuelven su vida, su formación y su trayectoria intelectual, es posible referirlo a dos aspectos fundamentales producto de la totalidad de la obra que escribe en Venezuela. El primero es la gestación y posterior desarrollo de una verdadera teoría estética centrada en lo que se podría llamar una visión optimista de América desde el surrealismo. El segundo es la transformación que sufre la actitud de Carpentier, luego del primer impacto producido por su redescubrimiento de América por la vía surrealista, al contactar a nivel físico y vivencial, antropológico y etnográfico con la selva venezolana y los estadios culturales que allí se le presentan, en la que juega un papel fundamental la influencia que sobre él ejerce el existencialismo sartriano. Carpentier manifiesta su conexión con las tendencias filosóficas del momento que se evidencia en toda una serie de cuestionamientos y reflexiones en torno al tema de la autenticidad o buena fe del hombre moderno; el papel que juega la cultura en la civilización occidental particularmente cuando se aborda desde ella el conocimiento de pueblos distantes y diferentes a los patrones que la caracterizan; los efectos de la modernidad, su relación con el drama urbano y su influencia sobre el sujeto que lo vive; y ante todo el angustioso problema de la creación artística. El primer aspecto conviene revisarlo a la luz del ensayo “Lo real maravilloso de América” (1948) complementado con aclaraciones que en ensayos posteriores ha podido incorporar Carpentier con relación al tema del mismo. Para el segundo aspecto no creemos que exista mejor documento que la lectura analítica de Los pasos perdidos (1953), la que consideramos su novela más importante.
Podríamos decir que Carpentier a su paso por Venezuela reelabora su tesis sobre “lo real maravilloso”, marcando diferencias con lo que se denomina como “realismo mágico”, reforzando su proximidad expresiva con lo barroco, rasgo fundamental asociado a América. Manteniendo una postura cercana a los planteamientos teóricos de Eugenio d’Ors y de Fernando Chueca Goitia quienes, ya sea mediante la presencia de constantes humanas en el caso del primero o de elementos invariantes en el del segundo, coinciden en abrir posibilidades de reconstruir de una manera peculiar la historia de la cultura o, en todo caso, encontrar explicaciones a aquellos casos de civilizaciones o estilos que no responden con precisión a los patrones de análisis y clasificación canónicamente establecidos, Carpentier llega a afirmar que “… el espíritu barroco puede renacer en cualquier momento y renace en muchas de las creaciones de los arquitectos más modernos de hoy. Porque es un espíritu y no un estilo histórico”.
A mediados de 1959 tras el triunfo de la revolución cubana, Carpentier regresa a su país y ocupa altos cargos en el sector cultural hasta que es nombrado embajador en Francia (1966), cargo que desempeña hasta su muerte en París (1980).
En 1978 le es concedido el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas, en reconocimiento a su significativo aporte a la literatura latinoamericana.


En 2014, un 24 de abril, fallece a la edad de 80 años el arquitecto austríaco Hans Hollein quien en 1985 recibió el Premio Pritzker cuando era uno de los representantes más cualificados del posmodernismo. Vuelve Wikipedia a auxiliarnos cuando apunta que Hollein “fue alumno de Clemens Holzmeister en la Academia de Bellas Artes de Viena. Posteriormente, amplió sus estudios en el IIT de Chicago y en la Universidad de Berkeley. Entre 1963 y 1966, fue profesor en Estados Unidos. Posteriormente, entre 1967 y 1976, enseñó en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf. Desde 1976, fue profesor de la Universidad de Artes Aplicadas de Viena y desde 2002 ocupaba el cargo de profesor emérito”.
Anatxu Zalbalbeascoa a raíz de su muerte redactó para El País el 28 de abril de 2014 una especie de obituario en el que remarcaba la condición de Hollein de arquitecto ecléctico y atrevido, atributos que según ella fueron fundamentales en la obtención del Premio Pritzker. También remarca que en el IIT “tuvo como profesor a Mies van der Rohe, al que no se puede negar que no imitó” y que desde Berkeley “recorrió Estados Unidos en un viejo Chevrolet rastreando todas las Vienas que hay en ese país”.
Sin embargo, “Fue al regresar cuando firmó en su ciudad la pequeña tienda de velas Retti que daría la vuelta al mundo. El cuidado puesto en el contenedor iba de la mano de un meticuloso trabajo de interiorismo. Corría el año 1966 y su fama no tardaría en extenderse por Graben, la gran calle monumental y comercial vienesa donde todavía hoy pueden visitarse, como si fueran las perlas de un collar, las joyerías Schullin -una con forma de cristal de roca, de 1974, y otra posterior, de 1982- o la tienda de tabacos que firmó en 1992. En realidad, se podría decir que esa calle peatonal del centro de Viena resume al arquitecto porque más allá de esos menudos y extraordinarios proyectos, en uno de los extremos del paseo, frente a la Catedral de San Esteban, el Centro Comercial Haas Haus está ideado con idéntico cuidado y osadía”.
Hollein, quien dominaba como pocos la pequeña escala “con la calidad de los antiguos mueblistas y con el cuidado de los joyeros” diseñó “teteras, gafas, butacas, mesas, inolvidables joyas y hasta el piano que ideó para Bosendorfer Flügel en 1990”. Como docente siempre enseñó a sus alumnos la importancia de correr riesgos los cuales fue evidenciando a través de su obra “mezclando estilos y materiales como el mármol y el plástico”.
Participó en gran cantidad de concursos y dejó para la posteridad su marca a través de obras como: la Galería Richard Feigen en Nueva York (1970), la remodelación del Museo del Cristal y la Cerámica de Teherán (1978), el Museo de Arte de Frankfurt (1991) y el centro Vulcania en Auvergne (2002), entre otras.
Zabalbeascoa concluirá (y nosotros con ella este largo repaso al día 24 de abril), señalando lo siguiente: “Hollein sabía que la calidad y la sorpresa exigen idéntico esfuerzo y se empeñó en conseguir ambas. Por eso su obra ecléctica retrata más experimentación que ideas fijas. Irónico y osado, Hollein fue una figura importante en su ciudad. Todavía lo es gracias a las joyas que salpican la calle Graben casi medio siglo después de inaugurarse. Esos proyectos atestiguan, queda dicho, que fue mejor en la pequeña escala … que en la grande. (…) Es complicado salvar un gran edificio con detalles exquisitos. Es necesario buscar atributos específicos según el tamaño de cada proyecto”.
ACA
Procedencia de las imágenes
Encabezado. https://www.peaceandcooperation.org/dia-internacional-del-multilateralismo-y-la-diplomacia-para-la-paz/ y https://www.gob.mx/insabi/articulos/24-de-abril-dia-mundial-de-la-meningitis
3. https://www.archdaily.com/477187/ad-classics-woolworth-building-cass-gilbert
4 y 5. https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Rubi%C3%B3
6. https://es-academic.com/dic.nsf/eswiki/496322
7. https://www.granma.cu/cultura/2015-04-23/como-recordar-a-alejo-carpentier y elnacional.com
8. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
9. https://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Hollein y https://artchist.blogspot.com/2015/05/retti-candle-shop-en-viena-hans-hollein.html
10. http://www.hollein.com/eng/Architecture/Typology/shops-and-interiors/Feigen-Gallery-New-York y https://www.guiadealemania.com/museo-de-arte-moderno/
HA SIDO NOTICIA
Carme Pinós recibe el Arnold W. Brunner Memorial Prize 2022

Escrito por Fabian Dejtiar
19 de abril 2022
Tomado de Plataforma Arquitectura
Carme Pinós recibió el Arnold W. Brunner Memorial Prize, el principal galardón de la American Academy of Arts and Letters. En esta nueva edición, también se otorgaron los cuatro tradicionales Premios de Artes y Letras a Antón García-Abril & Débora Mesa, Florian Idenburg & Jing Liu, Sharon Johnston & Mark Lee, y Anthony Titus.
El programa anual de premios de arquitectura de la academia comenzó en 1955 con la inauguración del Arnold W. Brunner Memorial Prize -un premio dirigido a un arquitecto de cualquier nacionalidad que haya hecho una contribución significativa a la arquitectura como arte- y desde entonces se ha ampliado para incluir cuatro Premios de Artes y Letras para arquitectos que exploran las ideas en la arquitectura a través de cualquier medio de expresión.
En esta ocasión, los miembros del jurado Toshiko Mori (presidente), Marlon Blackwell, Peter Eisenman, Steven Holl, Annabelle Selldorf, Nader Tehrani y Meejin Yoon eligieron a los ganadores de un grupo de 25 personas y prácticas nominadas por los miembros de la Academia.
El estudio de Carme Pinós lleva más de 20 años desarrollando destacados encargos nacionales e internacionales, habiendo construido, entre otros países, en México, Áustria o Francia, en contextos, escenarios, programas y escalas muy diversas. Entre sus obras más recientes se encuentran la Sede de las Delegaciones Territoriales de “Las Terres de l’Ebre”, la Escola Massana, Centro de Arte y Diseño y el MPAVILION 2018.
Como mencionan desde el estudio, «la respuesta al programa, al contexto, al presupuesto y al tiempo es necesariamente única pero siempre, como denominador común, en cada propuesta compartimos una misma manera de entender el mundo y la arquitectura donde debe primar el sentido común y la responsabilidad».
ACA