¿SABÍA USTED…

… que el 6 de septiembre de 1940 es inaugurado el Teatro Boyacá?

El sobrio y elegante Teatro Boyacá, proyectado por Carlos Guinand Sandoz (1889-1993) con la colaboración del arquitecto de origen belga Henry Brons, fue considerado como una de las más notables edificaciones de su tipo en la ciudad desde el momento mismo de su apertura.

1. Ubicación del Teatro Boyacá en la urbanización San Agustín del Norte sobre la avenida Este 10.

Se ubicó sobre la avenida Este 10 (hoy Lecuna) entre las avenidas Sur 11 y Sur 9 (muy cerca del Nuevo Circo de Caracas) en la ya para entonces consolidada urbanización clase media San Agustín del Norte, iniciativa del Sindicato Prolongación de Caracas, constituido por Juan M. Benzo, Santiago Alfonso Rivas, Tomás Sarmiento, Luis Roche y Juan Bernardo Arismendi Lairet, quienes adquieren terrenos que formaban parte de la antigua Hacienda La Yerbera y de las vegas del Río Guaire. Igualmente, su proximidad a la urbanización El Conde lo convirtió en sitio de reunión de los pobladores de las que fueron dos de las primeras ampliaciones de la trama urbana del centro de la ciudad de Caracas hacia el este.

Guinand, quien se gradúa en el Technische Hochschule, Munich, Alemania, en 1913, regresa a Venezuela en 1915, y revalida su título de arquitecto en la Universidad Central de Venezuela en 1936, diseña el teatro en estilo art-déco constituyéndose en referencia de dicha tendencia dentro del uso cinematográfico para el que estuvo destinado.

Su fachada, en la que predomina la presencia del volumen cúbico que contiene la sala de espectadores, se aligera a partir del vacío conformado por un pórtico que contiene, simétricamente dispuestas, cuatro columnas cilíndricas separadas delicadamente por paños de bloque de vidrio que iluminan el foyer, lográndose definir una ventana urbana de proporciones monumentales que apela a un ritmo emparentado con la arquitectura clásica.

2. Fachada principal (norte) del Teatro Boyacá.

El volumen cúbico ya señalado, se eleva a partir de un basamento de mármol negro diseñado con proporciones áureas, para permitir el acceso independiente desde la calle tanto al confortable hall que precedía a las localidades de patio como al balcón y la galería ubicados en la parte superior y posterior, tradición espacial impuesta durante los años treinta. A la vez, se encuentra bordeado simétricamente por tres lucernarios circulares dispuestos de lado y lado y cinco más que rematan su frontón, lográndose con ello obtener una composición equilibrada y limpia. Valga añadir que el juego compositivo utilizado en la fachada se reprodujo en un pórtico similar que se utilizó como boca del escenario interno.

3. Vista interior de la sala.

La solución estructural adoptada convirtió al Teatro Boyacá en el cine de mayor área libre y sin columnas intermedias construido hasta el momento en la capital (24 metros de luz). Tal y como se señala en la nota elaborada para el catálogo de la exposición Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos pioneros de una época (1998) a cargo de Carmen Araujo y William Niño Araque, “el sistema de soporte está conformado por un conjunto de pórticos de concreto que permiten el desarrollo de esta espacialidad fluida. La inmensa viga de concreto, además de un alarde tecnológico para la época, permite recoger todo el peso del balcón a todo lo ancho de la sala, constituyendo una experiencia espacial novedosa”.

4. Detalles del espacio del vestíbulo.

Otro tema destacable dentro del diseño del Teatro Boyacá fue el esfuerzo llevado adelante para entender la edificación como un todo integrado, donde arte y arquitectura intentan fusionarse a través del uso cromático de los materiales utilizados como revestimiento, en pisos y cerramientos donde predomina el color negro. A ello se suma la incorporación de enormes murales realizados por el artista Rafael Rosales, “los cuales, pintados en dorados sobre zócalos en negro, reseñaban una referencia inmediata al edificio de la RCA del Rockefeller Center de Nueva York”. Las butacas eran de cuero de dos colores y los pisos eran de granito en diversos tonos de gris y negro.

Como no se descuidó ningún detalle, el nombre del teatro realizado en relieve, estaba perfectamente proporcionado y colocado en la fachada, acentuando su elegante y monumental aspecto.

En resumen, el Teatro Boyacá contó con un considerable aforo de 1.597 puestos: 741 en patio, 506 en balcón y 350 en una galería ubicada detrás del balcón.

Guinand, uno de los más importantes arquitectos de Venezuela durante el siglo XX, quien encabezó la generación que impulsó la modernización de Caracas entre 1920 y 1970, desde su regreso al país en 1915 hasta la construcción del Teatro Boyacá enfocó su práctica en viviendas privadas (donde destaca la suya propia en El Paraíso) predominando entonces el estilo neocolonial. Completó entre 1928-29 los diseños para la ejecución del Caracas Country Club Golf House y construyó entre 1933-1935 el conjunto original, inicialmente proyectado en mission style por el arquitecto californiano Clifford Wendehack, para la urbanización homónima. En 1930 proyecta la Policlínica Maracay, mientras en Caracas realizaba la Policlínica Caracas finalizada en 1932. En 1934 realiza la moderna edificación del Ministerio de Fomento (hoy Vicepresidencia de la República), obra encargada por el Ministerio de Obras Públicas, de corte beauxartiano. En 1935 realiza la nueva sede del Club Alemán en El Paraíso, donde evidencia sus vínculos con el art-déco y sus referencias con la arquitectura wrightiana, en especial el Templo Unitario de Oak Park (1906).

5. Carlos Guinand Sandoz. Ministerio de Fomento 1934-35.
6. Carlos Guinand Sandoz. Casa Taurel (1938-1940) y Club Alemán (1935)
7. Carlos Guinand Sandoz. Sanatorio Antituberculoso (1939).

En 1938 forma parte de la Comisión Nacional de Urbanismo, donde trabaja junto a Rotival, Lambert y Prost en el Plan Rector de Caracas publicado en 1939. Entre 1938 y 1940 proyecta y construye la Casa Taurel (art-déco) en la Urb. Los Caobos y en 1939 realizó una de las obras más ambiciosas: El Sanatorio Antituberculoso en Antímano que fue uno de los logros más importantes en materia de asistencia pública para Venezuela. De comienzos de la década de 1940 serán: la Urbanización Pro-Patria Venezolana (1939-1940) -317 casas junto con su plaza, parque deportivo, la casa-club (casa del obrero) y la capilla-, el teatro Continental (remodelación, 1941) y el puente art-déco sobre el río Guaire hacia la Urbanización Las Mercedes (1941). En la misma década proyectó y construyó importantes residencias privadas en lenguaje neohispanista, en diversas urbanizaciones de Caracas, entre ellas la Casa Gathmann en La Florida y su residencia familiar Atapaima en la Urb. Los Chorros (1943-1944 y ss.).

8. Vista del Teatro Boyacá en 1968, pocos meses antes de su demolición, agredido en su fachada principal con la colocación de un aviso luminoso de plástico.

Tras una larga agonía que también persiguió a las más importantes salas de cine de la capital, el Teatro Boyacá fue cerrado en 1963 y finalmente demolido en 1969. Ligada a su desaparición asociada a la finalización de la construcción de la avenida Lecuna en 1970, el Boyacá tuvo una vida paralela y simultánea con otra importante edificación de gran calidad ubicada pocas cuadras más hacia el este (en Puente Mohedano, El Conde) que corrió con la misma suerte: el edificio de A. Planchart y Cía. Sucr. C.A. concesionario de vehículos inaugurado en 1947 propiedad del empresario y mecenas, Armando Planchart Franklin y diseñado por el ya mencionado arquitecto norteamericano Clifford Wendehack.

ACA

Procedencia de las imágenes

Encabezado, 2, 3, 4, 5 y 7. Galería de Arte Nacional. Catálogo de la exposición Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos pioneros de una época (1998)

  1. https://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/

6. Colección Crono Arquitectura Venezuela y Galería de Arte Nacional. Catálogo de la exposición Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos pioneros de una época (1998)

8. Colección Crono Arquitectura Venezuela

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