
VENEZUELA Y EL PROBLEMA DE SU IDENTIDAD ARQUITECTÓNICA
Azier Calvo Albizu
Ediciones FAU UCV/ CDCH (Colección Estudios)
2007
Venezuela y el problema de su identidad arquitectónica es el segundo título que el sello Ediciones FAU UCV coedita con el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV, luego de la aparición en 2006 de La tectónica en la obra de Carlos Raúl Villanueva: aproximación en tres tiempos de Nancy Dembo (ver Contacto FAC nº 45 del 17/09/2017). Con su salida se terminó de impulsar el lanzamiento de esta joven editorial nacida en 2005 que al día de hoy cuenta ya entre emprendimientos propios y coediciones, libros, manuales, agendas y memorias de eventos, publicaciones en papel o digitales con más de 50 productos, tal y como se resalta en la referida reseña.
Producto de la tesis doctoral de su autor presentada a comienzos de 1999 en la Universidad Politécnica de Cataluña (Barcelona, España), la investigación que encierra este voluminoso libro de 632 páginas, impreso en papel glasé mate, cuyo tiraje fue de 500 ejemplares, estuvo acompañada por la actividad que como articulista desarrollara Calvo de forma sistemática para el semanario Arquitectura HOY entre 1992 y 1997 donde a cuentagotas, a manera de calistenia, fue exponiendo las reflexiones y temas que poco a poco constituyeron buena parte de su contenido. Vale la pena destacar, también, que antes de su publicación la tesis fue acreedora del premio “Carlos Raúl Villanueva” al mejor trabajo de ascenso de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo el año 2002.
La indagación está estructurada en tres partes: la primera, entendida como marco teórico, busca adentrase en los vericuetos que giran en torno al resbaloso tema de la identidad, sus diferentes acepciones, las disciplinas en las que se ha estudiado convirtiéndose en particular eje del debate y sus múltiples manifestaciones, buscándose en lo posible sentar las bases para entender de qué manera ella (la identidad) entra en contacto con la arquitectura.
Fijados los fundamentos interpretativos que al autor interesa enfatizar, la segunda parte se dedica a desarrollar la forma cómo puede comprenderse la presencia de la identidad dentro de la arquitectura moderna en Venezuela, particularmente en el período comprendido entre 1941 y 1958, auscultándose cómo aflora poco a poco a medida que se construye el pensamiento desde y sobre nuestra arquitectura y se materializa a través de una serie de manifestaciones y temas tales como: “la doble representatividad del pabellón de exposiciones: lo venezolano y la época”, “El Plan Hotelero Nacional”, “Clubes”, “Las ventajas de ser extranjero” y “¿Dónde está el norte?”, tras los cuales se va develando una particular actitud de parte de críticos y profesionales ante las variables de orden cultural y ambiental características de nuestro país, que permiten, finalmente, determinar algunos “trazos de la identidad arquitectónica venezolana”, objeto de la tercera parte del texto.
Así, parafraseando a Carlos Raúl Villanueva en un intento por establecer “el sentido de nuestra arquitectura moderna”, y teniéndose a la Plaza Cubierta de la Ciudad Universitaria de Caracas como referencia a la hora de sintetizar el recorrido hecho, Calvo resalta dentro del período estudiado ocho aspectos que pudieran considerarse como rasgos distintivos sobre los que basar una posible teoría: “la igualación (…) de una ética de la realización arquitectónica con su positiva valoración estética”; el doble comportamiento tendiente a “buscar la resolución mediante tipologías novedosas de problemas tradicionales y (…) a dar respuesta mediante el uso de tipologías tradicionales a problemas novedosos”; el “afán por incorporar innovaciones tecnológicas producto del conocimiento profundo de las posibilidades que ofrece cada material”; “la búsqueda por lograr una estrecha relación con el arte”; “la generación de un verdadero pensamiento de la sombra” al empezarse a percibir “la necesidad de tamizar la fuerza con la que el sol actúa en una latitud típicamente tropical”; “la apertura de una exploración sobre los espacios intermedios (…) que se traducen en la consideración cuidadosa y constante de la transición entre el interior y el exterior”; “las ventajas que para aquella arquitectura trajo el tan condenado y a la vez permanente eclecticismo característico del arquitecto venezolano”; y, por último, “la reflexión sobre lo nacional” (…) visto (por un lado) como un proceso en permanente construcción, dinámico y a veces confundido con un desapego que se traduce en una permanente destrucción de los vestigios del pasado” y, por el otro, de profundización y ampliación de la búsqueda “de los valores propios de lo vernacular”.
Si algo puede dejar en claro el desarrollo de la investigación realizada por Calvo es la intrínseca convivencia que existe entre identidad y alteridad y la necesidad de entender la primera dentro de una lógica incluyente que incorpore “lo uno y lo otro” y no en la que de manera excluyente predomine la de “lo uno o lo otro”. De esta manera, el dar cabida a la aparición de la tensión entre lo local y lo global, condición innegable de nuestra contemporaneidad, donde la identidad vinculada a la dialéctica entre modernidad y tradición aparece como “digestor crítico con el que el estudioso se enfrenta ante cualquier manifestación arquitectónica y que, a la vez, permite seleccionar dentro de la diversidad aquello que se asocia a su idea de autenticidad sin necesariamente descalificar lo demás”, allana el camino para develar la presencia de lo universal en las entrañas de lo más próximo.
Cabe mencionar que este libro, hoy agotado en su presentación impresa pero disponible en formato digital a través de www.edicionesfau.com, resultó ser el segundo más citado, por detrás de Caracas a través de su arquitectura (Graziano Gasparino y Juan Pedro Posani -1969-) y por delante de Carlos Raúl Villanueva y la Arquitectura de Venezuela (Sibyl Moholy-Nagy -1964-), en la consulta que a finales del año 2016 hiciera la Fundación Arquitectura y Ciudad a más de 60 profesionales y académicos solicitando que seleccionaran cinco textos que a su juicio no deberían faltar a la hora de elaborar una antología que permitiese llevar a cabo una aproximación a la comprensión de la arquitectura venezolana entendida como fenómeno cultural.
ACA