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VISITAS MEMORABLES

Curt Siegel (1911-2004)

Cuando en 1961, con Miguel Casas Armengol a la cabeza, cristalizó la creación de la escuela de arquitectura de la Universidad del Zulia -LUZ- (que devendría en Facultad de Arquitectura en 1963), se manifestó un particular interés en incorporar a su plan de estudios un enfoque novedoso y estimulante en la enseñanza de las estructuras. Es así como para poder lograrlo aparece la necesidad de aproximarse a quienes se consideraban las referencias más importantes a nivel internacional en la materia: Buckminster Fuller, Pier Luigi Nervi, Frei Otto y Curt Siegel.

Tal y como relata la reconocida profesora de origen chileno Ingrid Jacobsen, radicada en Maracaibo desde 1959 y docente en la Escuela de Arquitectura de LUZ prácticamente desde su fundación, en una entrevista concedida a Marina González de Kauffman publicada en la revista Portafolio nº 27 (enero-junio 2013), “en julio de 1962, aprovechando un viaje de visita a familiares en Europa había programado ver de paso algunas de las obras famosas de la arquitectura moderna. El decano Miguel Casas, dentro de su política de apoyar los intereses del profesorado en beneficio de la Facultad, me preparó tres cartas de presentación dirigidas a Pier Luigi Nervi, en Roma, Frei Otto en Berlín y Curt Siegel en Stuttgart. (…) Todos tres, siendo profesores universitarios mostraron gran curiosidad, un interés genuino por nuestra nueva Facultad en Maracaibo. Al poco tiempo, en noviembre del mismo año, vino Frei Otto a dictar un ciclo de conferencias sobre estructuras colgantes, su especialidad. También estuvo el 24 de noviembre de 1963, invitado por el Centro de Ingenieros, Richard Buckminster Fuller, autor de las cúpulas geodésicas”, siendo Nervi el gran ausente dentro de esta importante iniciativa.

1. Portada de la primera edición del libro Strukturforman der modernen architektur (Formas estructurales en la arquitectura moderna) de Curt Siegel.

A las visitas de Otto y Fuller se sumará en marzo de 1964, como momento culminante por sus implicaciones en la docencia, la de Curt Siegel autor del célebre libro Formas estructurales en la arquitectura moderna (Strukturforman der modernen architektur) publicado por primera vez en 1960, quien dictaría un ciclo de conferencias y un seminario práctico dirigido a los estudiantes, de gran repercusión nacional y latinoamericana, organizados por la profesora Jacobsen.

De tal manera, la joven Facultad de Arquitectura de LUZ buscaba sumarse al cuestionamiento de la enseñanza de las estructuras a nivel internacional que había derivado, dado el énfasis que se le daba al cálculo, en esquematismo y desinterés por parte de los estudiantes.

Para aproximarnos a la figura de Siegel, apelando al apoyo de Wikipedia, hemos conocido que fue hijo del escultor alemán de madera y piedra Curt Siegel (1881-1950). Estudió arquitectura e ingeniería civil en la Universidad Técnica de Dresden donde se doctoró en 1936. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como arquitecto en Magdeburg y en 1946, recibió una llamada a la cátedra de «Estática para arquitectos» en la Universidad de Arquitectura de Weimar. En 1950, tras escapar de la RDA, fue convocado por la Universidad Técnica de Stuttgart donde fue profesor, inicialmente para las asignaturas de estática y edificación, más tarde de construcción industrial y finalmente de estructuras portantes y diseño estructural. (…) En 1953 fundó su propia oficina junto con Rudolf Wonneberg contándose entre sus edificios más conocidos el Instituto de Fabricación de Ingeniería Mecánica, el Instituto de Estática y Dinámica de Construcciones Aeroespaciales y, junto con Rolf Gutbier y Günter Wilhelm, el Edificio Universitario I de la Universidad de Stuttgart. Además, proyectó el Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart en el Stuttgart Löwentor y el Hanns-Martin-Schleyer-Halle.

Pero si por algo trascendió Siegel es por haber publicado el texto ya señalado el cual, tan pronto salió a la luz en 1960 publicado en alemán por Verlag George D. W. Callwey (Munich), se convirtió en una referencia a nivel internacional llegando con el tiempo a ser traducido a once idiomas apareciendo por primera vez en español en 1966 a cargo de la Compañía Editorial Continental, S. A. (México-España). La influencia decisiva del libro en la enseñanza de la arquitectura a partir de su salida, es un hecho que, aunque sea de forma somera, vale la pena repasar para de allí develar el por qué de su impacto.

2. Portada de la edición en español del libro Formas estructurales en la arquitectura moderna (Strukturforman der modernen architektur) de Curt Siegel
3. Algunas de las páginas interiores del libro Formas estructurales en la arquitectura moderna (Strukturforman der modernen architektur) de Curt Siegel

Como bien lo señala el autor en el Prefacio, el leit motiv de Formas estructurales en la arquitectura moderna se ubica en su apasionada preferencia por analizar las formas constructivas. “Desde hace mucho tiempo -afirmará Siegel- me habían atraído las formas sencillas y correctas de la naturaleza, la lógica del buen diseño técnico y la fuerza de expresión de las grandes obras de arquitectura. Como formas ‘construidas’, me parecía que todas tenían el mismo origen”.

Sin embargo, quizás lo más relevante de la obra de Siegel fue la manera como observó, analizó e interpretó los problemas estructurales de la arquitectura moderna optando por hacerlo “desde el punto de vista del arquitecto considerando las circunstancias de la técnica actual y de la ciencia de la ingeniería”. Para lograrlo, Siegel utiliza como recursos didácticos esquemas y vistas con los cuales explica las tres grandes categorías (y todas sus variantes) que repasa a lo largo de la obra (estructura visible, el apoyo en V y estructuras en el espacio), apuntando a un conocimiento más intuitivo (cualitativo, no cuantitativo y por tanto alejado del cálculo como panacea) de los principios elementales de las estructuras portantes cuya vigencia ha llegado hasta nuestros días.

Para Siegel, quien en el libro busque “encontrar recetas para el ‘cálculo de arquitectura’ o piense que la regla de cálculo es un argumento artístico, se verá defraudado en igual medida. Tendrá que notar que, aún tomando en cuenta positivamente los razonamientos de la ingeniería, a veces deberán hacerse a un lado los resultados que parecen definitivos y racionales para llegar al diseño y a los ejemplos de forma estructural. El trabajo servirá para aclarar los problemas de la forma y éstos son más amplios como para ser resueltos con un cálculo solamente”.

De alguna manera esa apertura a la intuición y la inventiva que acompaña al arquitecto y el interés por generar una teoría de las estructuras que le diera apoyo, vincula Siegel con la línea que Pier Luigi Nervi o Eduardo Torroja ya habían ido abonando. Valga recordar que para el primero “Los arquitectos, aún cuando puedan confiar los cálculos últimos de sus estructuras a un especialista, ellos mismos deben ser antes capaces de idearlas y darles correctas proporciones. Sólo entonces, una estructura habrá de nacer saludable, vital y en lo posible hermosa”. Y para el segundo “El cálculo no es más que una herramienta para prever si la forma y dimensiones de una construcción, simplemente imaginada o ya realizada, son aptas para soportar las cargas a las que ha de estar sometida. No es más que la técnica operatoria que permite el paso de unas concepciones abstractas de los fenómenos resistentes a los resultado numéricos y concretos de cada caso o grupo especial de ellos”. En tal sentido el libro de Karl-Eugen Kurrer La historia de la teoría de las estructuras. Buscando el equilibrio de 2018 aclara con gran nitidez no sólo la evolución del tema sino la ubicación de Siegel dentro de ella.

4. Curt Siegel conversando con Carlos Raúl Villanueva durante su visita a Caracas el año 1964.

A su paso por Caracas de regreso de Maracaibo Siegel, en aquel único viaje que hiciera a nuestro país en 1964, tuvo oportunidad de recorrer la Ciudad Universitaria acompañado por el maestro Carlos Raúl Villanueva y dictar el 18 de marzo, en el Auditorio de la FAU, la charla “Enseñanza del Diseño de Estructuras” de importante repercusión entre quienes pudieron disfrutarla. De la breve reseña aparecida en la revista Punto nº 17 (abril 1964) extraemos lo siguiente con relación a la conferencia dictada: “Este tema lo llevó a mostrar los métodos que emplea para la enseñanza, resaltando las objeciones que tales aspectos ha recibido. Para analizar y explicar su metodología el arquitecto Siegel mostró un conjunto de transparencias que ilustraron a cabalidad su exposición”.

De la iniciativa emprendida por la naciente Facultad de Arquitectura de LUZ, que permitió a Curt Siegel visitar a Venezuela y constatar en vivo buena parte de sus enseñanzas puestas en práctica de antemano en el notable laboratorio de experimentación estructural en que se convirtió años antes la Ciudad Universitaria de Caracas, queda para la posteridad el cierre del Prefacio de su célebre obra donde señala sobre ella que “… si anima al razonamiento crítico, si invita al respeto de lo que en la arquitectura es único y demostrable, si ayuda al diseño arquitectónico sincero y limpio y con esto ayuda a confrontar las apariencias formalísticas y efectos de la moda de la arquitectura actual con una calidad verdadera habrá llenado su fin”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Enacabezamiento y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela

  1. https://www.amazon.com/-/es/Curt-Siegel/dp/B0000BNX8E

2 y 3. https://es.scribd.com/document/387251704/Formas-Estructurales-en-La-Arquitectura-Moderna-SIEGEL

VISITAS MEMORABLES

Gio Ponti en la obra de Villa Planchart, en 1955

Gio Ponti (1891-1979)

La estrecha relación de Giovanni (Gio) Ponti con nuestro país se fragua desde el momento en que una pareja adinerada de venezolanos, que ya lo seguía de cerca desde los años 40 del siglo XX a través de lo que se publicaba en la revista Domus, lo contacta en 1953 para que les diseñe su casa. Esa pareja no era otra que la conformada por Armando Planchart Franklin y Ana Luisa (Anala) Braun Kerdel y el producto de lo que será una duradera y sólida amistad forjada en torno al encargo solicitado será la conocidísima Villa Planchart también denominada quinta “El Cerrito”.

Ponti, uno de los más importantes arquitectos, diseñadores industriales, artistas y publicistas italianos del siglo XX, “reencarnación del ecléctico hombre renacentista” para algunos, nace en la ciudad de Milán el 18 de noviembre de 1891. Con el apoyo de Wikipedia sabemos que se graduó de arquitecto en el Regio Istituto Tecnico Superiore di Milano (actual Politécnico de Milán) y en 1921 abrió un estudio con Mino Fiocchi y Emilio Lancia. Debutó como proyectista en 1923 participando en la Bienal de Artes Decorativas de Monza. En 1928, funda la revista Domus, una publicación mensual sobre “arquitectura y mobiliario del hogar moderno en la ciudad y en el campo”, que se convertiría en un referente internacional sobre los tópicos que trataba, la cual Ponti dirigirá hasta su muerte. “Desde 1936 a 1961 fue profesor en la facultad de arquitectura del Politécnico de Milán y en 1941 funda la revista Estilo, publicada hasta 1947. En 1951 se asoció con Alberto Rosselli y el ingeniero Antonio Fornaroli, con quienes formó el estudio Ponti Fornaroli Rosselli (PFR), activo hasta 1976”.

1. Gio Ponti. Izquierda: Torre Pirelli, Milán, 1956-1961. Derecha: Silla «Superleggera», diseñada para Cassina, 1951

Dentro de la obra de Ponti destaca la Torre Pirelli (1956-1961) ubicada en Milán donde también ya había proyectado, con Emilio Lancia, la Torre Rasini (1935), el Barrio Harar (1950) y casi en simultáneo con la Torre Pirelli el edificio RAS (1956-1960). Pero si algo sobresale dentro de la trayectoria de Ponti es su incursión en tierras venezolanas y muy especialmente la Villa Planchart (1953-1957) considerada su obra maestra. Luego realizará el Denver Art Museum (1970-1971) de Denver, Colorado, EE.UU. En el campo del diseño cabe señalar la silla «Superleggera» de 1955 o la “Distex” (1957) y el mobiliario para los transatlánticos «Giulio Cesare» y «Andrea Doria».

Fijando la mirada en los inicios de la relación de Ponti con Venezuela, una vez adquirido el magnífico terreno ubicado en Colinas de San Román, se sabe que el primer contacto epistolar entre los Planchart y el arquitecto ocurrió en 1953 cuando, conocedores de lo publicado en la revista Domus estando de visita en Milán logran, gracias a la intermediación del cónsul venezolano en la ciudad Ricardo Maldonado, que Ponti los recibiese en su estudio. Con cierto escepticismo inicial por parte del arquitecto (de 62 años, interesado más en construir que proyectar, desilusionado por su primer intento fallido para ejecutar una obra en Latinoamérica y con mucho trabajo por aquel entonces), la reunión se desarrolla produciéndose paulatinamente una gran sintonía traducida en entendimiento mutuo, quedando del intercambio las ideas principales que los clientes deseaban para su casa y su convicción de que habían dado con el profesional indicado.

2. Izquierda: Primer número de la revista Domus, 1928, creada y dirigida por Gio Ponti. Derecha: Carta enviada por Armando Planchart a Gio Ponti desde el Palace Hotel de Milán el 12 de junio de 1953, que marcó el inicio formal de la elaboración de Villa Planchart.

Luego, el miércoles 17 de junio se concertará otra cita de la que da fe la carta publicada en la página web de la Fundación Anala y Armando Planchart (https://www.villaplanchart.net/la-casa/historia/), fechada el 12 de junio de 1953, redactada en la papelería del Palace Hotel de Milán con el encabezado “Sr. Prof. Gio Ponti”, donde Armando Planchart expone lo siguiente: “Adjúntole mi cheque n 83… de acuerdo con lo convenido. Esperamos que para el próximo miércoles nos tenga preparado algo precioso. Gracias”. Y tan fue así que el entusiasmo contagioso de los Planchart logró que Ponti ya para el mes julio les haría un primer envío de planos “sorprendentemente acucioso y muy cercano a la villa definitiva”, y otro el 7 de agosto cuando el matrimonio se encontraba en París de regreso de una gira por el norte de Europa, tal y como relata Hannia Gómez en El Cerrito. La obra maestra de Gio Pont en Caracas libro publicado en 2009.

Será, por tanto, la realización de Villa Planchart “por correspondencia” iniciada el 21 de agosto de 1953, lo que originará el primer desplazamiento de Ponti a Caracas el 22 de enero de 1954 desde Nueva York, aprovechando la apertura de una exposición itinerante sobre su obra organizada por el Institute of Contemporary Art de Boston donde los planos del anteproyecto caraqueño y una maqueta serían expuestos.

Hospedado en el Hotel Tamanaco (muy cerca del terreno de El Cerrito) y siendo los Planchart sus anfitriones, Ponti es introducido por ellos dentro de los círculos sociales caraqueños. También el 2 de febrero de 1954 Gio Ponti dictará una conferencia sobre arquitectura con proyección de fotografías que se llevaría a cabo en la Casa de Italia (La Candelaria).

“La primera visita de Ponti a Caracas dará para todo. Pedro Pablo Azpúrua, Ingeniero Municipal del Distrito Federal, lleva al arquitecto milanés a visitar la Ciudad Universitaria y el Concejo Municipal. Ponti va estableciendo contacto con los arquitectos más importantes de Caracas: Carlos Raúl Villanueva, Leopoldo Martínez Olavarría, Gustavo Ferrero Tamayo, Diego Carbonell y hace el periplo fantástico de las principales arquitecturas de la época. (…) El fin de semana antes de su partida, los Planchart llevan a su arquitecto a descansar a su casa de la playa. Allí planifican para él la visita a los alrededores” siendo lo que “más le maravillará la ‘conmovedora, inolvidable visita a la casa del gran Reverón’”.

3. Otros proyectos de Gio Ponti en Caracas. Arriba: Villa Arreaza o Quinta “Diamantina”, Caracas Country Club (1955-demolida en 1994). Abajo izquierda: transformación de la antigua Villa Mata Guzmán-Blanco (1958), Lomas del Mirador, foto de la maqueta. Abajo derecha: Remodelación de la Quinta “La Barraca” (1958), Los Chorros, elevación interior

Este primer viaje de Ponti finalizará el 3 de febrero teniendo una duración de doce días. Es así como logrará abrir un importante abanico de relaciones que lo llevarán a proyectar también la Villa Arreaza o Quinta “Diamantina” (1955-demolida en 1994), localizada en el Caracas Country Club, que curiosamente se terminó de construir antes que “El Cerrito”. También llegó a realizar el primer anteproyecto de la Villa González-Gorrondona (1956), Parque Nacional El Ávila, que luego le sería encargada a Richard Neutra, y otro para un edificio de oficinas (1954) en la esquina de Mercaderes. Posteriores a “El Cerrito” serán la transformación de la antigua Villa Mata Guzmán-Blanco (1958), Lomas del Mirador y la remodelación de la Quinta “La Barraca” (1958), Los Chorros.

El impacto que produce en Ponti su visita a Caracas lo hace incorporar algunas modificaciones al anteproyecto de Villa Planchart hasta entonces muy desarrollado. Las obras se inician definitivamente en julio de 1954 abriéndose otro capítulo de intenso carteo con que se orienta la toma de decisiones para la construcción, complementario a los planos enviados con anterioridad. El arquitecto volverá al país a mediados de noviembre de 1955 en pleno proceso constructivo y permanecerá doce día hospedado en este caso en el Hotel Ávila.

Un tercer viaje de Ponti se registra, siempre según Hannia Gómez, el 20 de febrero 1956 cuando Blanca de Arreaza requiere su presencia en Caracas y corre con los gastos de transporte, ocasión en la que vendrá acompañado de su hija Tita hospedándose ambos en el Tamanaco por doce días. En estos momentos la construcción de Villa Planchart se encontraba detenida.

4. Croquis temprano de Villa Planchart que Ponti acompañará con el texto: «Vuestra casa será gentil como una gran mariposa en la cima de la colina».
5. Izquierda: Gio Ponti y su mujer Giulia en la mítica casa de la via Dezza decorada por él, en 1957. Abajo derecha: Un rincón de Villa Planchart donde se muestra la butaca D.154.2, diseñada por Ponti exclusivamente para la casa, y una obra de Alejandro Otero.

Ponti llega por cuarta vez a Caracas el 28 de noviembre de 1957 en momentos que los Planchart ya se están mudando a su nueva casa y preparando su inauguración para el día 8 de diciembre, coincidiendo con la celebración de su aniversario de bodas para lo cual se organizó una fiesta en la que participó buena parte de la alta sociedad caraqueña, más pendiente de los acontecimientos políticos que de la estupenda arquitectura que estaban conociendo. Durante la semana que pasará en Venezuela junto a su esposa Giulia, Ponti hará todo lo necesario para finiquitar la obra. Luego ambos irán a los Estados Unidos de donde regresarán cerca del 18 de diciembre en momentos en que la situación política del país era sumamente delicada y ya había sido detenido el concuñado de los Planchart, Arturo Uslar Pietri, luego del bochornoso fraude que el régimen perpetrara en el plesbicito convocado el 15 de diciembre. Se acercaba la hora en que la dictadura de Perez Jiménez llegaría a su fin el 23 de enero de 1958, momento en que los Ponti se encontraban aún en Caracas logrando ser testigos desde «El Cerrito» del despegue de «La Vaca Sagrada» que partía de La Carlota.

6. Izquierda: Gio Ponti en el Salón de Villa Planchart durante su última visita a Caracas en 1972. Derecha arriba: detalle del acceso principal de Villa Planchart. Derecha abajo: Un patio de Villa Planchart.
7. Villa Planchart. Vista de una de sus salas de estar

Luego de la apertura oficial de Villa Planchart en diciembre de 1957, Gio Ponti regresó a Caracas otras dos veces. La primera de ellas en junio de 1967 acompañado de su esposa luego de realizar un viaje a Australia. “Un mes después, cuando un gran terremoto asola a la ciudad de Caracas y milagrosamente no daña la Villa Planchart, todos lo celebran”, comentará Hannia Gómez. “En este nuevo viaje los Ponti van a visitar la Isla de Margarita, y los pueblos de El Hatillo y de la Colonia Tovar ambos en la región caraqueña”.

Gio Ponti volverá por última vez al país en 1972 con 80 años recién cumplidos y pocos meses después de que en enero su esposa Giulia sufriera un accidente cerebro vascular quien, sin embargo, lo acompaña. Se le había presentado la oportunidad de diseñar el Centro Industrial del Mueble Avelca perteneciente a la familia Avellán quienes ya en 1970 se habían puesto en contacto con él. Los Planchart los hospedan en su casa.

Ponti fallece el 16 de diciembre de 1979 a los 88 años de edad. Ya en 1975 lo había dejado Giulia y el año anterior (1978) su gran amigo Armando Planchart.

ACA

Procedencia de las imágenes

Encabezado, 3, 4 y 6 izquierda. Hannia Gómez. El Cerrito. La obra maestra de Gio Ponti en Caracas, 2009.

  1. https://www.enmilan.net/rascacielos-pirelli/ y https://www.miliashop.com/es/silla/826-699-cassina-silla.html

2, 5 derecha, 6 derecha y 7. https://www.villaplanchart.net

5 izquierda. https://www.revistaad.es/diseno/iconos/articulos/icono-ad-el-italiano-gio-ponti/21584