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¿SABÍA USTED…

… que el 25 de mayo de 1960 se inauguró el Teatro Caribe en el Centro Comercial Mata de Coco, Chacao?

1. Cartel inaugural del Teatro Caribe, Centro Comercial Mata de Coco, Chacao, del 25 de mayo de 1960, donde aparece la lista de diversas empresas que estuvieron involucradas en su construcción, equipamiento e instalaciones.

En un ameno, completo y muy bien documentado artículo de Guillermo Barrios, titulado “La arquitectura de los cines de Caracas: cinco casos emblemáticos (1925-1960)” publicado en Apuntes, 31(1), pp. 8-23, enero-julio 2018 (https://doi.org/10.11144/Javeriana.apc31-1.accc), dedicado a un tema que conoce como pocos, el investigador revisa y analiza “el proceso de creación de las salas de cine de presencia directa en la calle (que) abarca desde la década de los años 1920, cuando se registran las primerísimas huellas de una arquitectura para la exhibición cinematográfica, hasta la de los años 1960, en cuyos inicios se inaugura la última sala de cine construida fuera del precinto de un centro comercial”.

Es dentro de este marco que Barrios selecciona un recinto por década de los que se vale para ilustrar la aparición, el desarrollo y el declive de la arquitectura de cine en Caracas, tipología que “sustentó la modernidad de la ciudad en crecimiento, atenta a las tendencias de su tiempo”. También ilustra cómo las salas de cine, siendo “edificios directamente abiertos a la calle, sobre cuya calzada fortalecían la experiencia del espacio público, esencia misma de la ciudad”, condición que perduró hasta finales de la década de 1950, sufren el embate del desarrollo de los medios de comunicación de masas (y en particular de la televisión) que, junto a la toma de la urbe por el tránsito automotor, significará el inicio de un dramático declive que derivó en “su súbita obsolescencia, cierre y gradual abandono, o con su entrega a nuevas actividades que nada tienen que ver con su vocación original”.

2. Las cinco salas analizadas por Guillermo Barrios en “La arquitectura de los cines de Caracas: cinco casos emblemáticos (1925-1960)”. Izquierda arriba: Teatro Ayacucho. Izquierda abajo: Cine Rex. Centro arriba: Teatro Hollywood. Centro abajo: Teatro Junín. Derecha: Teatro Caribe.

Es justo en el momento en que se inicia “la estampida” de la sala de cine al centro comercial, pasando a “reforzar el papel que estas mega estructuras cumplen en el proceso de disolución progresiva del espacio público que ha marcado la dinámica caraqueña de las últimas décadas”, donde se ubica la aparición del Teatro Caribe el cual “dentro de los cánones de la arquitectura moderna venezolana del momento, ensaya una forma de transición propia de la década de los 60, cuando el sistema intenta resistir a sus crecientes síntomas de agotamiento y debe reinventarse para seguir formando parte de la vida de la ciudad”.

Señala Barrios, a modo de preámbulo a la apertura del Caribe en 1960, cómo pese a que en 1957 el sistema de exhibición alcanza su cúspide, “cuando cuenta con 83 salas de cine en funcionamiento”, a partir de 1958, “en coincidencia con una coyuntura de cambio y movilización política en la calle, la década cierra con un súbito proceso de desactivación en cadena de los cines de barrio”. De tal manera “coincidiendo con estas tendencias a la baja del circuito, en 1958 aparece el Cine California (desactivado 1973; cancha de boliche), en el Centro Comercial California, un prototipo con el cual el arquitecto norteamericano Don Hatch (1910-1977) se adelanta, en por lo menos una década, a la inminente popularización de este formato edilicio, el de los centros comerciales, que poco a poco se afianzó en Caracas”.

3. Tomás José Sanabria. Boceto de la volumetría inicial del Centro Comercial Mata de Coco (c.1958).
4. Tomás José Sanabria. Centro Comercial Mata de Coco. Perspectiva aérea del conjunto (c.1959).

Sin embargo, la incorporación del teatro Caribe en el diseño del Centro Comercial Mata de Coco por parte de Tomás José Sanabria, representó, a diferencia de lo que luego paulatinamente fue aconteciendo, su consideración como una pieza fundamental dentro de la programación y la volumetría de un conjunto que incluyó el uso comercial y recreacional en los cuerpos bajos y de oficinas en una torre de diez plantas. Dicho en otras palabras, la función, lejos de verse engullida por un mall como los que se fueron desarrollando posteriormente, marcó una de las últimas manifestaciones del cine-objeto a diferencia del gran objeto que opacó al cine hasta llevarlo a su mínima expresión.

5. Póster de la película Exodus (Éxodo, 1960, dirigida por Otto Preminger) con cuya proyección se estrenó el Teatro Caribe.

El teatro Caribe, cuya inauguración el 25 de mayo de 1960 se dio con la proyección de la superproducción “Éxodo” (Exodus, 1960, dirigida por Otto Preminger con un amplio elenco encabezado por Paul Newman, Eva Marie Saint, Ralph Richardson, Peter Lawford y Lee J. Cobb), se erige en una curiosa muestra de un momento en que la sala de cine busca redefinirse, manteniendo el espíritu de la pieza independiente con vida propia pero a la vez incorporada a un conjunto alejado del tránsito peatonal intenso, al que se llega fundamentalmente en carro.

6. El Centro Comercial Chacaíto (Antonio Pinzani, 1968) (izquierda) y el Centro Comercial Los Palos Grandes (Coto y Loperena Arquitectos, 1964) (derecha) donde funcionaron el Cinema Uno y el Teatro Canaima, respectivamente, dos de los tres únicos cines de nueva planta que junto al Caribe abrieron sus puertas en Caracas durante la década de 1960.

Barrios recuerda cómo durante la década de 1960, en la que por lo menos veintiséis salas del circuito instalado cesan sus operaciones en diferentes lugares de la ciudad, dentro la construcción de instalaciones que exploran nuevas fórmulas frente a la cambiante realidad urbana, “sólo tres cines de nueva planta abren sus puertas en Caracas… Un itinerario de ensayos de la transición que incluye sucesivamente en 1960, al Caribe; en 1964, al Canaima (desactivado 1981; demolido) y finalmente, en 1969, al Cinema Uno (desactivado 1993; comercio), para anunciar y consumar las tendencias de enclaustramiento del cine caraqueño en los centros comerciales que caracterizarán desde entonces al circuito local”. Se ubican, valga decirlo, en tres centros comerciales que aún apostaban al contacto con el aire libre y donde a diferencia de la localización oculta del Cinema Uno en el sótano del Centro Comercial Chacaíto (preludio junto a sus sucedáneos Cinema Dos y Cinema Tres de nuevas formas operacionales, como la multiproyección y la fragmentación de los aforos que se impondrán como tendencia dominante en el circuito de cines caraqueños a partir de entonces), el Caribe y el Canaima destacan como importantes e impactantes volúmenes en Mata de Coco y Los Palos Grandes.

7. Tomás José Sanabria. Centro Comercial Mata de Coco (1959). Vista aérea del conjunto con el volumen del Teatro Caribe al sur en primer plano.
8. Tomás José Sanabria. Centro Comercial Mata de Coco (1959). Corte norte-sur a través del Teatro Caribe.
9. Dos vistas interiores del Teatro Caribe en fechas cercanas a su inauguración.

Si el Centro Comercial Mata de Coco no respondía a los parámetros tipológicos de lo que empezó a caracterizar dicha denominación, el Caribe, como ya asomamos, también se distancia de los preceptos tradicionales de la arquitectura de cines que se hacía en Caracas. “Su relación con (o su separación de) la calle se estableció mediante sucesivos planos de zonas ajardinadas y generosas áreas de estacionamiento, en un momento en que la audiencia de cine en Caracas se hacía crecientemente dependiente del automóvil. Las áreas de foyer y el auditórium, con aforo para 1.200 espectadores (en patio y balcón), lucieron acabados contemporáneos y un sobrio sistema de iluminación ambiental, a la manera como Sanabria trabajó sus obras capitales…”. Además, contaba con una plaza descubierta que servía tanto de preámbulo y desahogo a una actividad de uso masivo, como de espacio de contrapunto a los estacionamientos que sirven al conjunto de comercios y oficinas.

10. Vista aérea reciente con la ubicación del Teatro Caribe en Chacao.

Al transcurrir del tiempo Mata de Coco fue sufriendo el impacto de la presión que ejercía el valor comercial del terreno que ocupaba en virtud de su localización. En tal sentido, primero fue objeto de una desproporcionada intervención a cargo de la oficina Volante-Monaldi y Asociados C.A. que a comienzos de los años 80 del siglo XX buscó remozarlo abusándose del uso de cubiertas basadas en estructuras tridimensionales. Es el momento en el que el teatro Caribe deja de ser cine para convertirse desde 1983 en sala para presentaciones musicales y teatrales además de grabaciones. La estocada mortal que se le da a la integridad del conjunto surge a finales de siglo XX cuando en la parte norte del terreno “sin consulta ni opinión” se levanta la sede del SENIAT rompiendo por completo la concepción inicial que dio origen a la propuesta convirtiéndose en ejemplo nefasto para el desarrollo de los predios vecinos.

11. Vista desde el sur del Centro Comercial Mata de Coco con el Teatro Caribe a la izquierda donde se observan los efectos de las intervenciones realizadas a comienzos de los años 80.

Por su parte, el Caribe sigue allí como testimonio “del anunciado fin de una arquitectura de los cines de a pie en Caracas, y el arranque del largo epílogo de la azarosa épica de aquéllos que quedaron a la intemperie, en las calles de una ciudad que renunció a la experiencia civilizatoria del espacio público”, apuntará Barrios. Y concluirá: “El otrora imponente Caribe se ha plegado a la opción del silencio frente al imperio del olvido que se ha hecho marca de la ciudad. Un silencio, sí —como el que arropa las modernas líneas del Cine Colinas (1957-1971; depósito) más al sur de la ciudad— con su inmenso volumen como una presencia sigilosa, vacua de señales con respecto a su antiguo uso. Como un espectro desalmado, el Caribe, la última exhalación como se ha llamado en estas páginas, ocupa un lugar en este paisaje de la indiferencia y las frágiles resistencias que, in pectore, mantienen viva la esperanza de que, como ha sucedido en otras ciudades, estas antiguas salas puedan volver a ser parte viva del espacio público”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. Nicolas Sidorkovs. Los cines de Caracas en el tiempo de los cines (1994)

2. Guillermo Barrios. “La arquitectura de los cines de Caracas: cinco casos emblemáticos (1925-1960)”. Apuntes, 31(1), pp. 8-23, enero-julio 2018.

3, 4, 7 y 8. Catálogo de la exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra. Galería de Arte Nacional, 1995.

5. filmaffinity. Éxodo (https://www.filmaffinity.com/es/filmimages.php?movie_id=732294).

6 y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

10. Capturas de Google Earth.

11. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

ACLARATORIA

El pasado lunes 18 de marzo recibimos a través de nuestro correo electrónico una muy grata comunicación que me dirigió, en mi condición de presidente de la Fundación Arquitectura y Ciudad, Loly Sanabria, diseñadora gráfica e industrial, hija del maestro Tomás José Sanabria e incorporada desde muy joven a la oficina de su padre, quien con relación a la nota que elaboráramos acerca de la Plaza Juan Pedro López el pasado domingo 17 de marzo, nos puntualizó lo siguiente:

“…me causó inmenso placer que le dedicaran un espacio a presentar la Plaza Juan Pedro López, como parte de la tercera etapa del Conjunto Banco Central de Venezuela.

Esa plaza es de alguna manera, parte del inmenso estudio que realizó el arq Tomás José Sanabria, papá, desde 1959 cuando le tocó comenzar a involucrarse por primera vez con el BCV y el casco central de la ciudad.

Solo quería aclararte que no es correcto indicar como proyectista a SANABRIA ARQUITECTOS ASOCIADOS, pues aunque evidentemente el equipo profesional y humano de todas las distintas etapas del taller Sanabria (con sus diferentes denominaciones) era sencillamente maravilloso, invalorables todos para papá, pero quien analizaba, estudiaba, proponía y proyectaba era Tomás José Sanabria.

Antes de escribirles, para evitar que una parte de mi pudiera (estar) errada al dar la respuesta, consulté arquitectos y compañeros, asociados de la oficina, quienes coincidieron que quedaba confuso el indicar como un proyecto elaborado SANABRIA ARQUITECTOS ASOCIADOS y no por quien lo hizo”.

En tal sentido, luego de haberle comunicado a Loly que la fuente de nuestra información había sido el catálogo de la estupenda exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra, montada en los espacios de la Galería de Arte Nacional en 1995, hemos tomado debida nota y decidido ajustar el texto publicado en nuestro blog (visitable a través del link https://fundaayc.com/2024/03/17/sabia-usted-113/) el cual ahora comienza de la siguiente manera:

La plaza Juan Pedro López, considerada como una ampliación del Conjunto Banco Central de Venezuela (BCV), es el resultado del segundo proyecto elaborado por Tomás José Sanabria al frente de Sanabria Arquitectos Asociados S.C. entre 1990 y 1994 para la manzana conformada por las esquinas de Salas, Mijares, Altagracia y Las Mercedes, ubicada al norte del complejo. Se trataba de una antigua zona de la ciudad que se encontraba en un claro proceso de deterioro signado por un marcado cambio de usos.

En el resto de lo escrito también se llevaron a cabo los correspondientes acomodos relacionados con la aclaratoria que se nos hiciera.

Gracias a Loly por leernos, estar pendiente y permitirnos mejorar en la medida de lo posible la información que semanalmente publicamos.

Henrique Vera H.

¿SABÍA USTED…

… que en 1971 se pone en servicio una nueva etapa de la “Cota Mil”, renombrándola como Avenida Boyacá?

1. La Avenida Boyacá (c.1976).

El rápido y descontrolado crecimiento que experimentó Caracas hacia el este del valle, cuyos inicios datan de finales de los años 1920, aunado a la posibilidad de ordenar y planificar su futuro desarrollo fueron, entre otros, los detonantes que llevaron a la Gobernación del Distrito Federal, con Elbano Mibelli al frente, no sólo a crear la Dirección de Urbanismo sino también a proceder a la contratación en 1938 del equipo conformado por Henri Prost, Jacques Lambert, Maurice Rotival y el joven Wegenstein, para la formulación del Plan Monumental (publicado en 1939 y que sería conocido como Plan Rotival), origen del primer plano regulador de la ciudad doce años más tarde.

2. “Plano de la circulación futura por las nuevas avenidas y calles”. Plan Monumental de Caracas o Plan Rotival (1939).

Dentro de la documentación presentada en el Plan Monumental cobró particular relevancia el “Plano de la circulación futura por las nuevas avenidas y calles”, marcando la importancia que desde entonces ha tenido la vialidad dentro de la ordenación urbana de la capital. En dicho plano se puede detectar con toda claridad la presencia al norte de una arteria de carácter perimetral ubicada a las faldas del Ávila que “parte de la entrada a ‘El Retiro’, en Catia, asciende con una pendiente aproximada del 6%, pasando al sur del Manicomio, y continúa hacia la Puerta de Caracas, donde se unirá con la Calle Sur 10. Continúa hacia el Este, pasando al norte de Sarría, Campo de Tiro, Maripérez, para llegar a la urbanización San Rafael al norte de La Florida (…) Está destinada a unir toda la región del Ávila entre Maripérez y el Country Club, y también las futuras urbanizaciones del este…». Más adelante, al referirse a otra vía, se asienta que ésta ha de “Unirse con la carretera que bordea el Ávila y formar con ella una vía de Circunvalación que será, sin duda, una de las más interesantes vías turísticas de la ciudad» (citas obtenidas del texto “Breve recuento de la Cota Mil” publicado por María F. Sigillo en http://mariafsigillo.blogspot.com/2016/04/breve-recuento-de-la-cota-mil.html).

3. Junta Militar de Gobierno-Gobernación del Distrito Federal. Plan Municipal de vialidad, 1951.
4. MOP-Comisión Nacional de Urbanismo. Plano Regulador de Caracas, 1951.

De tal manera, será a partir del Plan Monumental (pensado para una ciudad que no debía superar el millón de habitantes) que se comenzará a incorporar cada vez con mayor insistencia la idea de realizar el proyecto de una vía rápida que, a modo de cornisa, se ubicaría en la cota mil sobe el nivel del mar y que, además de llevar implícita la contemplación paisajística como parte de sus características, aliviaría el tránsito automotor absorbiendo el 20% de la circulación. Aunque la avenida formaba parte de la red no es incluida como prioridad dentro del Plan Municipal de Vialidad de 1951 (donde sí figura la “Cota 905” al oeste de la ciudad), siendo sin embargo recogida por el Plano Regulador del mismo año junto a las avenidas La Vega-Coche, Atlántico y la ya mencionada Cota 905 como integrante del «sistema de circunvalación», lo cual marca el inicio de su planificación.

En 1952 se intensificaron los estudios y levantamientos lo cual hará que la Primera Convención Nacional de Conservación Urbana reunida aquel año recomendara en su “Acta Final” a la Gobernación del Distrito Federal “…que en los estudios que se llevan a cabo en relación con la construcción de la avenida proyectada sobre la Cota Mil, se extremen las previsiones que requiere la buena conservación de la falda del Ávila”. También recomendó en esa oportunidad, al Ejecutivo Federal, que se declarara Parque Nacional a las serranías del Ávila, en sus vertientes norte y sur, incluyendo el Pico Naiguatá, que terminará cristalizando en 1958.

Sin embargo, no será sino hasta que el 11 de diciembre de 1955 se inaugure la estación del Teleférico de Maripérez y se ponga en servicio el 19 de abril de 1956, cuando tímidamente se abran los primeros mil trescientos metros de la Cota Mil, que unirían Maripérez (avenida Principal) con La Florida (avenida Los Pinos), parte ínfima de un proyecto que marchaba lentamente y contemplaba tener una longitud total de aproximadamente 22 kilómetros entre Catia y La Urbina.

5. Plano de Caracas de 1967 elaborado con motivo de la celebración del cuatricentenario de la ciudad. Aunque para ese momento sólo se había construido el tramo entre San Bernandino y La Florida de la Cota Mil, se puede observar que se muestra el trazado completo del proyecto de la vía.
6. Cota Mil. Tramo Maripérez-La Florida abierto en 1956 y rectificado en 1962.

A partir de 1958 se le dará el espaldarazo definitivo a la realización de las obras correspondientes a una nueva etapa de la avenida: en 1962 se amplía su recorrido hasta San Bernardino y se rectifica en primer tramo entre Maripérez y La Florida para unificarlos en cuanto a medidas y criterios.

Más adelante, en 1971, con motivo del 152 aniversario de la batalla que selló la independencia de la hermana República de Colombia, se completarán 6 kilómetros más que, conectados con el trazado anterior, unirán, iniciándose en La Florida, las urbanizaciones La Castellana y El Marqués, renombrándose desde entonces como Avenida Boyacá. Para ese momento la arteria vial alcanzaría los 11 kilómetros. También se inaugurará el Monumento ubicado al margen de la vía dedicado a conmemorar la batalla que garantizó el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada, diseñado por los arquitectos Edmundo Díquez, Oscar González y José Alberto Rivas.

7. La avenida Boyacá en fechas cercanas a 1971 cuando se llevó desde La Castellana hasta El Marqués .
8. Monumento a la Batalla de Boyacá. Edmundo Díquez, Oscar González y José Alberto Rivas. 1971.
9. Avenida Boyacá. El Viaducto Adolfo Ernst que pasa sobre el Parque Los Chorros.

El tramo abierto en 1971 incluyó accesos controlados en los distribuidores La Castellana, Altamira, Sebucán, Boleíta y El Marqués y dos estructuras elevadas: el Viaducto Adolfo Ernst (que pasa por Los Chorros) y el Viaducto Altamira.

Para la ejecución del Viaducto de Los Chorros, diseñado y construido por ingenieros venezolanos, se utilizó el método de volados sucesivos, lo que implicó evitar andamiajes, preservando las 4,5 hectáreas verdes del Parque Los Chorros y el Río Tócome, que lo atraviesa.

El último tramo construido por el Ministerio de Obras Públicas y concluido en 1973 correspondió al segmento entre San Bernardino y la Avenida Baralt que incluyó el distribuidor con ese nombre, donde se utilizaron por primera vez en el país vigas prefabricadas construidas a pie de obra de sección T (con salientes solo en su borde superior), postensadas y luego colocadas en sitio.

10. Avenida Boyacá. Distribuidor Avenida Baralt. 1973.
11. Último proyecto de extensión de la avenida Boyacá desde el Distribuidor Avenida Baralt hasta el enlace con la autopista CaracasLa Guaira.

Alcanzaría entonces la avenida Boyacá alrededor de 14 kilómetros de longitud quedando pendientes aproximadamente otros 5 que la llevarían a conectarse con la autopista Caracas-La Guaira a través de un túnel de 2,8 kilómetros y un viaducto de 1.8 km., obra planificada desde 1988 que pasó por una serie de alternativas hasta que, con base en la última (ver http://aventuravila.blogspot.com/2012/09/extension-de-la-cota-mil-costara-1200.html), se inició en 2013 y que actualmente se encuentra paralizada (ver https://elestimulo.com/destacados/2020-06-24/un-elefante-rojo-se-ahoga-en-la-cota-mil/).

En resumen, la avenida a todo su largo está diseñada con tres canales de 3 metros por cada sentido con el respectivo hombrillo de 2,4 metros. El radio mínimo de curvas es de 240 metros y la pendiente máxima del 5,5%. Cuenta con un total de 8 distribuidores (de oeste a este: Baralt, Maripérez, Alta Florida, La Castellana, Altamira, Sebucán, El Marqués y Metropolitano) y 2 alimentadores (San Bernardino y Boleíta).Una vez emprendida en firme la construcción de la Cota Mil tuvo particular relevancia el debate acerca del rol que ella jugaría tanto como límite del crecimiento de la ciudad y protección del Parque Nacional el Ávila, como por la manera como fue construida. En cuanto a lo primero no caben dudas de que ha cumplido a cabalidad su cometido, pero sobre lo segundo surgieron voces autorizadas que colocaron el acento sobre la falta de una verdadera actitud respetuosa del ambiente que no estaría acorde con el criterio de asentar la calzada mayoritariamente en un sistema de cortes muy agresivos para con la falda de la montaña.

12. Tomás José Sanabria. Tesis «Respeto al Ávila y a la ciudad» (c.1970).
13. Aerofotografía de Caracas, 2009. La avenida Boyacá funcionando como claro contenedor del crecimiento de la ciudad hacia el norte y como protección del Ávila.

Tomás José Sanabria sería quien justamente dirigiría una de sus “tesis” sobre numerosos temas críticos que ameritaban atención en el desarrollo de Caracas, a mostrar la manera cómo debió ser contemplada la construcción de la Cota Mil, prefigurando la avenida como un viaducto continuo siguiendo el ejemplo de lo previsto en el tramo que salva el Parque Los Chorros, puesto en práctica en diferentes partes del mundo. Dicha “tesis” de finales de los años 1960 que titularía “Respeto al Ávila y a la ciudad”, basada en criterios medioambientales y paisajísticos, permitiría preservar la continuidad de la ladera del cerro sin interrupciones. Siendo su construcción mucho más costosa que la asumida, se justificaría en momentos en que Venezuela contaba con recursos “de sobra” y tendría como añadido la reducción al mínimo del mantenimiento. Consumado el hecho, queda sin embargo el testimonio de Sanabria como posible orientación a la hora de acometer obras de una envergadura y condiciones similares.

Finalmente, ejecutada durante las vacaciones escolares del año 2015, la avenida Boyacá fue ampliada añadiéndole un tercer canal, en aproximadamente 1 kilómetro, desde El Marqués hasta Boleíta buscando descongestionar dicho tramo que al momento se había tornado altamente crítico para quienes usaban la vía como entrada y salida de la capital.

14. La avenida Boyacá un domingo en la mañana.

Hoy en día, la vía sigue cumpliendo un importante rol en la conservación del cerro El Ávila, como desahogo vial y como lugar de recreación ya que los días domingo en la mañana desde 1983, cuando gobernaba Luis Herrera Campíns, se cierra al tránsito vehicular para disfrute de los caraqueños.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. http://mariafsigillo.blogspot.com/2016/04/breve-recuento-de-la-cota-mil.html

2. Revista Municipal del Distrito Federal. Noviembre de 1939. Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela

3. Juan José Martín Frechilla. Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004)

4. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-zonificada/

5. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-moderna/

6. https://www.flickr.com/photos/joan_rodes/6223542305

7. https://notiglobo.com/18/08/2021/venezuela-se-cumplen-48-anos-de-la-inauguracion-de-la-avenida-boyaca-o-cota-mil/ y Revista Punto, nº44, septiembre-octubre 1971

8 y 10. Colección Crono Arquitectura Venezuela

9. Colección Crono Arquitectura Venezuela, Revista Punto, nº44, septiembre-octubre 1971 y https://caracashermosadotcom.wordpress.com/2016/05/11/9-autopistas-de-caracas/cota-mil-foto-de-giovanichacon/

11. http://aventuravila.blogspot.com/2012/09/extension-de-la-cota-mil-costara-1200.html

12. Galería de Arte Nacional. Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995)

13. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-la-busqueda-de-un-centro/

14. http://www.temporadista.com/scripts/articulos/cotal-mil.asp y https://www.minube.com/rincon/avenida-boyaca-a3614577

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 319

La imagen seleccionada para engalanar nuestra postal del día de hoy corresponde al dibujo realizado por Tomás José Sanabria (1922-2008) del proyecto de uno de los dos edificios de vivienda multifamiliar que realizó en Caracas a lo largo de su fructífera carrera: el San Carlos.

1. La Avenida Principal de Las Mercedes (c.1953).
2. Plano de la Urbanización Las Mercedes donde se señala el eje de la Avenida Principal y la ubicación del edificio San Carlos.

Ubicado en el cruce de la Av. Jalisco con la Calle California, Las Mercedes, Caracas, el trabajo le fue encargado por el Dr. Peña Uslar a comienzos de los años 50 del siglo XX (1952) y se terminó de construir en 1954, en medio de una urbanización promovida por el ingeniero de origen mexicano Gustavo San Román asociado con la familia Eraso (propietaria de la antigua Hacienda Las Mercedes) a través de su empresa Venezolana de Inversiones C.A. (VICA), integrada en su gran mayoría por quintas y edificios residenciales realizados en estilo “neo-vasco”.

Será el propio Sanabria quien el año 2007, de acuerdo a lo recogido en http://tomasjosesanabria.com/2016/12/20/edificio-san-carlos/, comentará con respecto al proyecto: “Hablé con el Dr. Peña, persona muy culta y educada, quien demostró a pesar de mi corta edad, gran respeto profesional hacia mi persona. Acto que supe responder con el mayor interés, entusiasmo y dedicación. En el momento se hacían edificios proyectados fundamentalmente por competentes dibujantes que sabían cómo manejar estilos de orden en boga en España. Estas edificaciones tenían gran aceptación y estaban ubicados en la vía principal de la Urbanización recién terminada”.

3. Edificio San Carlos. Diagrama de niveles.

Fiel a su formación, Sanabria, por contraste, diseñará la edificación en un lenguaje afín a los postulados de la arquitectura moderna donde privarán la ausencia de ornamento y la claridad formal a lo que se sumará su permanente preocupación por las variables climáticas.

Al respecto, en la misma nota señalada, el arquitecto precisará: “El terreno en cuestión estaba situado en esquina entre las Ave. Jalisco y la Calle California. La intersección de las dos calles coincidía con la línea Norte Sur, es decir que las fachadas paralelas a cada calle eran bañadas por el sol prácticamente de igual manera durante todo el año. En cuanto a la ventilación el terreno al noreste seria destinado a una bomba de gasolina, ello no bloquearía el paso del viento predominante que venía del Este. (…) Como siempre, hice todos los análisis que acostumbro realizar previos a un estudio, de día, de noche, con lluvia etc. En la manzana todavía no había construcción, esta sería la primera. En ese tiempo no era necesario protegerse de la forma que hoy vemos por doquier, muros sistemas de rejas alarmas etc. Logré proyectar … pensando en el placer que nos ha de dar, el hecho de caminar por una acera, ser libre, ser tomado en cuenta y gozar del ambiente. Hice que los espacios sociales se integrasen con la actividad citadina lo más posible, inclusive expuse el núcleo de circulación vertical para que fuese parte de la fachada, en lugar de elementos que solo adornan. (…) Mi intención fue la de aprovechar lo más que pudiera, la ventilación cruzada, la ventilación natural, por ello propuse las ventanas continuas en todo el perímetro de las fachadas. Esto sin duda le imprime una imagen muy propia al pequeño conjunto”.

4. Vista del edificio San Carlos (c.1954).
5. Vistas del edificio San Carlos (c.1954).

En otros términos, Sanabria, con la libertad que tuvo de proponer el programa y la densidad del desarrollo en función de los usuarios y la escala que debía prevalecer en la zona, plantea un objeto aislado, respetuoso de las ordenanzas, organizado a partir de dos volúmenes articulados por un núcleo de circulación vertical y de servicios presidido por una hermosa escalera, resuelta estructuralmente como una limpia superficie plegada en concreto armado, encerrada dentro de una caja de cristal. Su planta en «L» se alinea con las calles, protege el espacio interior de la parcela y define un patio. Por otro lado, su baja altura colaboró, sin duda, a la armonización con las construcciones que a futuro lo rodearían.

Los volúmenes se diferencian en forma y altura: cuatro pisos y planta rectangular hacia la calle California; tres pisos y planta cuadrada hacia la calle Jalisco. Las limpias fachadas, a pesar de responder de forma diferente hacia cada frente, no reflejan la elaborada respuesta al clima y a la insolación que caracterizará la obra posterior de Sanabria, plegándose más bien a mostrar referencias directas relacionadas con los maestros modernos que influyeron en su formación. Aquí, la presencia de “pilotis” y columnas cilíndricas patentes en el área de estacionamiento de la planta baja (calle California) o de ventanas corridas y grandes superficies acristaladas en los volúmenes de los apartamentos hacen más bien mención a algunos de los cinco puntos de Le Corbusier.

6. Edificio San Carlos. Izquierda arriba: Planta baja. Izquierda abajo: Fachada hacia la calle California. Derecha: Planta tipo.

La planta muestra la existencia desde el primer piso de un apartamento de tres habitaciones más la de servicio en el cuerpo que da frente a la calle California el cual, en planta baja, se eleva para albergar el estacionamiento y la conserjería así como para darle paso al acceso peatonal. Hacia la calle Jalisco a todo lo alto del volumen se colocaron apartamentos de dos habitaciones, contando el de planta baja con una terraza-jardín que se prolongaba prácticamente hasta la acera. En todos prevalece la idea de continuidad espacial lograda mediante el empleo de tabiques de mampostería que no tocan el techo.

Esta “gran casa”, como gustaba definirla a su autor, se enmarca en el camino de la ruptura funcional, tipológica y de lenguaje que caracterizó buena parte del espíritu de los años 50. Su claridad geométrica, la combinación de limpias superficies con paneles de cristal, el contraste entre horizontalidad y verticalidad y el uso de la planta libre le otorgan una gran expresividad plástica, que se combina con la racionalidad propia de la eficiente distribución, buena iluminación y ventilación cruzada que ofrecen los apartamentos.

7. Imágenes recientes de las agresiones que ha sufrido el edificio San Carlos.

Las alteraciones sufridas por el edificio, producto del cambio de zonificación de Las Mercedes, se han traducido en el cambio de su original color blanco y la presencia de comercios en la planta baja amén de la transformación de apartamentos en negocios u oficinas, lo cual ha alterado su sobria y serena presencia dentro de un congestionado y transitado sector de la urbanización.

El San Carlos fue declarado Bien de Interés Municipal según decreto Nº 181, publicado en Gaceta municipal extraordinaria Nº 128-04/2005 de fecha 14 de abril de 2005.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 4. Galería de Arte Nacional. Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995)

  1. https://entrerayas.com/2016/06/las-mercedes-el-nuevo-centro-de-la-ciudad/

2. https://www.ciudadalcuadrado.com/mercedes

3 y 6. http://www.redfundamentos.com/blog/es/obras/detalle-146/

5. Galería de Arte Nacional. Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995) y https://materialesamv.tumblr.com/post/87496513399/edificio-san-carlos-arquitecto-tomas-jose

7. https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/06/02/edif-san-carlos/