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¿SABÍA USTED…

… que en 2015 el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) convoca un concurso abierto de arquitectura para diseñar un Módulo de Control Mixto que se adapte a diferentes regiones biogeográficas del país?

El llamado hecho por INPARQUES el 4 de marzo de 2015 ya adelantaba que se trataba de un “anteproyecto de arquitectura” y que el proceso de inscripción se daría entre el 9 de ese mes y el 14 de abril. No aclaraba aún qué debía entenderse por “módulo de control mixto”, objetivo central del concurso, pero para eso se invitaba a los interesados a dirigirse a un blog donde se podían consultar las bases y toda la información complementaria, necesaria para tener una buena orientación.

Ya en las bases, a modo de introducción, se exponía en tono declarativo cómo “desde la década del ’60 INPARQUES mantiene una misma tipología arquitectónica basada en adaptaciones locales de modelos aplicados en el exterior, con características ecológicas, climáticas y edafológicas disimiles a las nuestras” y que, por tanto, mediante el concurso se aspiraba contar con “propuestas innovadoras que permitan mejorar la calidad del ambiente laboral y la prestación de servicios de los espacios bajo parámetros de arquitectura e ingeniería bioclimática; aportando así elementos que se integren al paisaje y no generando construcciones ajenas que se conviertan en un alto impacto ecológico y visual, y además sean estructuralmente disfuncionales para su entorno”. Se buscaba, en otras palabras, obtener una gran variedad de propuestas con miras a hacer una selección ajustada a los planteamientos programáticos esenciales ofreciéndole a los ganadores como premio “la contratación de los PLANES MAESTROS y PROYECTOS INTEGRALES (arquitectura, estructura, servicios, ingeniería de detalles, entre otros) para su ejecución”. El concurso de arquitectura con carácter nacional contemplaría en una primera fase el desarrollo de Puestos de Guardaparques.

1.INPARQUES. Cuatro ejemplos de módulos de trabajo para guardaparques ubicados en cuatro geografías distintas

También las bases aclaraban que el objetivo específico consistía en diseñar un Módulo de Control Mixto “que se adapte a diferentes regiones biogeográficas del país, en los Parques Nacionales (costa, montaña, llano y selva)”, el cual debe ser concebido “bajo criterios de diseño de sostenibilidad, gestión de residuos, alta eficiencia energética, impacto ambiental reducido, uso de energías renovables alternativas, adaptados a las zonas de vida y con el uso de tipologías y materiales locales, cónsonos con la preservación de las áreas protegidas y con la menor intervención posible de las mismas”.

En cuanto al ya reiterado término se leía: “El uso del Módulo Mixto de Control se basa en ser el espacio de trabajo para Guardaparques, Bomberos Forestales y Guardia Nacional Bolivariana, cada uno con su prestación de servicio particular”.
Se trataría, en términos generales, de ofrecer “un habitáculo de uso mixto -que responda a las necesidades del guardaparque y del guardia Nacional- para cumplir funciones de resguardo y seguridad en las zonas protegidas, entendiendo que debe existir interrelación entre ambos usos sin interferir en sus funciones”, estimándose el área total a trabajar para cada uno en 150 m2.
Además, se precisaba que “para la optimización del espacio y debido a que las necesidades de los actores son similares compartirán espacios como: cocina, comedor, lavadero, baño, depósito y estacionamiento. (…) Así mismo, la Guardia Nacional Bolivariana y los funcionarios de INPARQUES deberán tener habitaciones separadas, cada una con capacidad para dos literas, y un área para los artículos personales. El espacio de pernocta de la Guardia Nacional Bolivariana deberá contemplar un cuarto de armas. En cuanto al área de trabajo se debe contemplar dos oficinas independientes, área para archivos, impresora, cafetera y filtro de agua, baño (sanitario y lavamanos) y área de espera”, debiendo la del guardaparques contar con espacio para una camilla que permita una atención primaria.

Resultó llamativa la incorporación en las bases de un glosario de términos que buscaba vincular a los concursantes de manera didáctica en un territorio quizás poco conocido. Allí aparecen las definiciones de: bioarquitectura, permacultura, ecosocialismo, impacto ambiental, bioingeniería, huella ecológica, sostenibilidad y sustentabilidad. También se hizo un esfuerzo por aclarar en que consisten las “bioregiones de Venezuela” aportándose datos con relación a las cuatro que deberían ser atendidas por los concursantes: Bioregión Los Llanos, Bioregión Costera y Bioregión Montañosa en la que se incluía la Región Guayana y con ello la Bioregión Selvática.

Para cada una de las cuatro regiones biogeográficas se tenía previsto entregar un primer premio consistente en Bs. 75.000,00 y un segundo premio o menciones de Bs. 25.000,00, estimándose otorgar un reconocimiento por participación a los trabajos “finalistas”. Los ganadores, como ya se dijo, realizarían los planes maestros y proyectos integrales que correspondieran a los lugares donde paulatinamente los módulos se fueran implantando.

La participación estaba abierta a “colectivos, estudiantes, oficinas o estudios de arquitectura, grupos de profesionales y equipos multidisciplinarios incluyendo arquitectos, urbanistas, ingenieros, sociólogos, ambientalistas, ecologistas y/o economistas entre otros. En caso de resultar ganador, se le exigirá al participante contar con el equipo multidisciplinario necesario para la culminación total del proyecto”. Por otro lado cada equipo de diseño, independientemente  de la cantidad de integrantes, debería estar representado por lo que se denominó “un autor principal”.

La entrega de proyectos, tanto en formato digital como impreso, se estipuló para el lapso entre el 15 y el 30 de mayo, la evaluación del jurado se haría del 8 al 16 de junio y los resultados (anuncio del jurado) se darían en el acto de premiación previsto el 22 de junio, cronograma que se cumplió a cabalidad.

El jurado, integrado por Pietro Vallone, arquitecto paisajista; Glenda Yépez, arquitecto paisajista; Víctor Yllarramendy, arquitecto paisajista; Jairo Vargas, guardaparques de INPARQUES; Daniel Rodríguez, miembro del Movimiento Ecologista de Venezuela; y Sandra Ruiz, arquitecto paisajista por INPARQUES, una vez evaluados los trabajos entregados en cuanto al cumplimiento de criterios de funcionalidad, mínimo impacto ambiental, adaptabilidad, bajo costo y factibilidad de construcción y óptimo manejo de servicios, declaró como ganador del evento a la arquitecto Elisa Silva y al grupo Enlace Arquitectura (Sergio Dos Santos, Ray Coello, Valentina Caradonna, Lisimar Campero, Roselys Acosta, Odette Galavis y Francisco Aguilar), coordinado por ella. El equipo integrado por la arquitecto Silva y Enlace Arquitectura presentó proyectos para 3 de los 4 ámbitos abiertos a concurso, recibiendo el primer premio en todos ellos: selva, llano y costa. El ámbito de montaña quedó desierto.

2. Elisa Silva y al grupo Enlace Arquitectura. Propuesta ganadora de la Bioregión Costera del Concurso «INPARQUES. Módulo de Control Mixto»
3. Elisa Silva y al grupo Enlace Arquitectura. Propuesta ganadora de la Bioregión Los Llanos del Concurso «INPARQUES. Módulo de Control Mixto»
4. Elisa Silva y al grupo Enlace Arquitectura. Propuesta ganadora de la Bioregión Selvática del Concurso «INPARQUES. Módulo de Control Mixto»

Tanto en la página de Plataforma arquitectura como en su portal http://enlacearquitectura.net, los ganadores señalan cómo “cada uno de los módulos responde a las condiciones ambientales específicas de la zona. Por ejemplo en la zona costera el confort térmico se maximiza a través de la orientación de la estructura con respecto al sol y los vientos alisios y la implementación de paredes con aperturas que permiten crear una ventilación cruzada natural. En el caso de la selva el techo es alto y tiene una inclinación muy pronunciada para mitigar las fuertes lluvias típicas. El módulo de los llanos recoge los espacios en una planta tipo patio. Los techos altos permiten que el aire caliente suba y salga jalando el aire más fresco desde las zonas bajas que genera una conducción de aire al interior del proyecto”, todo ello respaldado por abundante e impecable información gráfica.

En cuanto al consumo mínimo de energía: “Los ambientes tienen amplio acceso a la luz indirecta durante todo el día lo cual disminuye o elimina la dependencia de la luz eléctrica. Aquellos usos que requieren de energía como computadoras, impresoras, nevera o algún otro aparato eléctrico podrían funcionar con electricidad proveniente de la energía solar”. Y con relación al tema del agua se acota: “El módulo utilizará agua pluvial filtrada, recolectada de los techos y almacenada en dos distintos tanques hechos con bolsas portátiles herméticas. Una de menor tamaño está ubicada sobre las duchas del baño, al exterior del techo. Su color oscuro permite absorber la radiación solar y calentar el agua. La mayoría del agua va dirigida a un tanque tipo bolsa plástica colocado en una zanja debajo de la estructura del guarda parque, donde se almacena el agua utilizada en la cocina y en los lavamanos”.

Como complemento que permite visualizar la manera como fueron enfrentados otros trabajos entregados en el concurso recomendamos consultar el artículo escrito por Óscar Aceves publicado en Plataforma arquitectura titulado «Venezuela módulos de trabajo para guardaparques en cuatro geografías distintas», así como la propuesta de Leonardo Pérez Guédez publicada en la revista entre rayas o la de Ricardo González montada en su blog https//ricardark.blogspot.com.

El de INPARQUES resultó ser quizás, pese a su pequeña escala y al tono a ratos propagandístico a ratos ideológico con el que se hizo el llamado y se redactaron algunas partes de las bases (resumidos en la palabra “ecosocialismo” y en la frase “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”), el primer concurso en el que con total claridad se exigía cumplir con aspectos que hoy en día forman parte integral del quehacer arquitectónico vinculados a la sostenibilidad y al trabajo interdisciplinario, sin dejar de lado la importancia de tomar en cuenta el entorno particular en el que se debe diseñar, lo cual habla de su corrección en términos conceptuales amén de la buena organización con que contó. Tenemos entendido que, como en otras ocasiones, los resultados quedaron archivados a la espera del llamado del ente promotor a los proyectistas para dar inicio a lo que supone un importante paso en la ejecución de obras que muestren una estrecha relación entre la arquitectura y el medio.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/770820/venezuela-modulos-de-trabajo-para-guardaparques-en-cuatro-geografias-distintas/55d63935e58ece608500000c-venezuela-modulos-de-trabajo-para-guardaparques-en-cuatro-geografias-distintas-imagen

2, 3 y 4. http://enlacearquitectura.net/obra/2015/04/concurso-inparques/

INVITACIÓN

Ser Sostenibles, plataforma de interacción de conocimiento y difusión para las prácticas sostenibles, que se configura a través de una alianza en red de profesionales y activistas que practican y divulgan conocimiento para y por el cambio en las formas de consumo y administración de los recursos, y que busca hacer consciente y responsable las maneras de dejar huella como seres vivientes perteneciente al ecosistema del planeta, invita a participar en el primero de los Talleres (o Workshops) que marcará su lanzamiento.

El Workshop se desarrollará entre el 25 de noviembre y al 14 de diciembre y tiene incorporadas una serie de actividades entre las que cabe destacar: la realización de un concurso a ser abordado en equipos de entre dos y tres integrantes inscritos en el Taller; el dictado de una serie de conferencias relacionadas con temas que giran en torno a los intereses de la plataforma, a cargo de destacados académicos y profesionales; y la entrega de los trabajos objeto de concurso producidos en el Taller y su revisión final.

Para más información visitar a Ser Sostenibles a través de las redes sociales:

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ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Unless: The Seagram Building Construction Ecology

Kiel Moe (Editor)

Idioma: inglés

Programado para enero 2021

Nota del editor

Unless: The Seagram Building Construction Ecology analiza la ecología de la construcción, las geografías de los materiales y los sistemas mundiales de una de las obras icónicas de la modernidad: el edificio Seagram de Mies van der Rohe ubicado en Park Avenue, Nueva York. Al hacerlo, tiene como objetivo describir cómo los humanos y la naturaleza interactúan con la delgada corteza del planeta a través de la arquitectura. En particular, la inmensa cantidad de material, energía y trabajo que implica la construcción requiere una interpretación fresca que sitúe mejor el potencial ecológico y social del diseño. La mejora de un edificio en particular debería ser inseparable de la mejora del sistema mundial y la ecología de la construcción. Un edificio «hermoso» engendrado a través de la vulgaridad de los intercambios desiguales y los procesos de subdesarrollo ya no es una presunción sostenible en tal marco. A menos que los arquitectos comiencen a describir los edificios como eventos y artefactos terrestres, los arquitectos, para nuestro riesgo colectivo y profesional, continuarán operando fuera de las dinámicas ambientales clave y los procesos políticos clave de este siglo.

Nota

Para complementar el enfoque crítico que el libro posee, recomendamos leer el artículo «A Case for a More Literal Architecture» escrito por el propio Kiel Moe, publicado en https://www.metropolismag.com/architecture/literal-architecture-kiel-moe/

ACA

¿SABÍA USTED…

… que en febrero de 2015 se declara el ganador del Concurso Público para el Proyecto Subsede de Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV), Puerto Ordaz?

1. Perspectiva de la propuesta ganadora del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz. Consorcio VAV-PMA representado por el Arq. Domingo Acosta e integrado, además por los arquitectos Miguel Acosta y Efraín Vivas y los ingenieros Alfredo Calzadilla y Ottavio Ulisse.

El certamen, programado y coordinado por la arquitecto Aurora Zapata e impulsado con entusiasmo por el economista José Khan (miembro de la directorio del BCV), cuyo jurado fue presidido por el arquitecto Américo Faillace, representante a su vez del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), se realizó en dos etapas. La primera que consistió, una vez publicado el 25 de mayo de 2014 el aviso de prensa que convocaba al “Concurso público para la selección de empresas, firmas consultoras o personas naturales para la elaboración del proyecto de la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela”, en la recepción hasta el 27 de junio a las 3:30 p.m. de los recaudos exigidos para la preselección, fase para la que se presentaron hasta cuarenta y cuatro (44) aspirantes; y la segunda que, una vez preseleccionados diecisiete (17) de ellos, se tradujo en la revisión final de los “Aspectos Profesionales y Propuesta Preliminar de Conjunto”, según los requisitos establecidos en las bases del Concurso entregados por sólo ocho (8) de los preclasificados, que dio como resultado la selección de un grupo ganador y otros tres a los que se les otorgó mención honorífica.

Fue distinguido como vencedor, haciéndose merecedor de la contratación para el desarrollo del proyecto completo, el Consorcio VAV-PMA representado por el Arq. Domingo Acosta e integrado, además por los arquitectos Miguel Acosta y Efraín Vivas y los ingenieros Alfredo Calzadilla y Ottavio Ulisse.

2. Perspectiva de la propuesta que obtuvo la primera Mención Honorífica del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz. ADJKM Arquitectos C.A./ Montemayor Arquitectos C.A./VEPICA.
3. Perspectiva de la propuesta que obtuvo la segunda Mención Honorífica del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz. MA+ Micucci arquitectos asociados, BOCA y AM Estudio de Arquitectura.
4. Láminas de entrega de la propuesta que obtuvo la tercera Mención Honorífica del Concurso público para la selección de empresas, firmas consultoras o personas naturales para la elaboración del proyecto de la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela. Ing. Esteban Tenreiro.

La primera Mención Honorífica, correspondió al equipo de profesionales ADJKM Arquitectos C.A./ Montemayor Arquitectos C.A./VEPICA. La segunda le fue conferida a MA+ Micucci arquitectos asociados, BOCA y AM Estudio de Arquitectura; y la tercera al grupo representado por el Ing. Esteban Tenreiro.

Del detallado informe elaborado por Faillace, se hizo del conocimiento general lo siguiente, indicado destacadamente en el Veredicto:

“Como es sabido, los concursos públicos o privados para la ejecución de proyectos de complejidad, por sus resultados comprometidos con el urbanismo, la arquitectura, la ingeniería y todas aquellas disciplinas que inciden, en especial, las que promueven el uso de nuevas fuentes de energía, deben generar instalaciones diversas que contribuyan al autosostenimiento y economía en todos los frentes. (…) Cada una de las respuestas formuladas responden a alta calificación para el desarrollo de planes de cualquier naturaleza, en producción de ideas avanzadas en el campo del proyecto y construcción, por tanto, se ha obtenido una muestra significativa de la tradicional altísima formación, capacidad y experiencia profesional para la atención de programas, proyectos, construcción y mantenimiento de obras a nivel nacional. (…) Por tanto, se hace necesario aprovechar esta nueva oportunidad, promovida por el BCV, para continuar, con énfasis, promocionando y resaltando esta valiosa capacidad instalada profesional, en Venezuela”.

5. Dibujos provenientes de la entrega de la propuesta ganadora del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz.

Ampliamente presentado por la revista Entre Rayas en su portal web el 9 de marzo de 2015 como “un tepuy en lo alto de Ciudad Guayana”, frase con la que se identificó en la segunda etapa del concurso, el proyecto ganador se muestra como “símbolo de carácter público en el perfil urbano. Visible desde la distancia, la imagen se convertirá en referencia del imaginario colectivo de la ciudad. Su falda vegetal desciende hacia el Norte para formar el ‘Bosque de los Vientos’. Al Oeste, una curiara complementa la referencia de todo el conjunto a la dimensión geográfica, cultural e histórica de la región guayanesa. El tepuy, el ‘Bosque de los Vientos’, la curiara y el basamento del tepuy conforman así los cuatro elementos fundamentales de esta propuesta.”

A la imagen simbólica se suman criterios relacionados a la integración al contexto urbano y al paisaje circundante mediante un generoso espacio público abierto que propicia, junto a una plaza cubierta y otras actividades, la conectividad urbana y potencia su ya asomada integración al paisaje.

6. Propuesta ganadora del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz. Criterios de diseño bioclimático y ahorro energético

Pero si algo cobra real importancia en el planteamiento presentado por el grupo ganador son los criterios de diseño bioclimático y ahorro energético, los cuales estuvieron acompañados de la serie de gráficos e ilustraciones que por su atractivo y claridad enriquecieron la presentación entregada. A ello se adiciona el uso de una tecnología de la construcción que, basada en el acero, se presenta flexible y de rápido montaje dada su condición de construcción seca conformada por componentes modulares, en la que se tomó muy en cuenta la sismorresistencia como factor que disminuye la vulnerabilidad. A todo lo anterior habría que agregar como variable tecnológica el diseño de un “campo eólico de 42 aerogeneradores de eje vertical.”

7. Propuesta ganadora del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz. Diagrama explicativo de los elementos que forman el conjunto

En resumen, los elementos del conjunto que con precisión describen el proyecto son:

  1. Tepuy: Torre de Oficinas BCV.
  2. Curiara: Espacios Públicos Internos de contacto con la comunidad.
  3. Basamento – Volumen Bajo: Actividades académicas, de investigación y certificación.
  4. “Bosque de los Vientos”: Espacios Públicos Abiertos.

Una vez concluido el proyecto, para noviembre del año 2015 se llama a un concurso abierto para la realización de las “Obras provisionales, movimiento de tierras y muros anclados del Proyecto Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela, en lote del terreno identificado como UD-250, ubicado en la ciudad de Puerto Ordaz, estado Bolívar”, consistente en un “Acto único de recepción y apertura de sobres contentivos de manifestaciones de voluntad de participar, documentos de calificación y ofertas”, llamado que se repite entre enero y febrero de 2016 cuyo desenlace, en principio, permitió el inicio de las obras.

8. Estado de la construcción de la propuesta ganadora del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz, febrero 2020

El 19 de febrero de este año 2020, TalCual publicaSede del BCV en Puerto Ordaz: otra muestra de la desenfrenada corrupción”, nota periodística que se encuentra acompañada de imágenes que dan cuenta del avance de una construcción que no ha alcanzado ni siquiera aquello que se licitó hace ya cuatro años y menos del 10% del total de una obra que se ofreció culminar en 2018: “… la construcción corrió con la misma suerte del III Puente sobre el río Orinoco y de la represa Tocoma: abandono total”, señalará el periódico.

Deseamos que en algún momento este sombrío panorama que acompaña tanto al país en general como a la Subsede de Guayana del Banco Central de Venezuela en Puerto Ordaz y otros tantos emprendimientos de envergadura que nos ha tocado reseñar desde aquí, se revierta “para continuar -tal y como señaló Faillace-, con énfasis, promocionando y resaltando esta valiosa capacidad instalada profesional, en Venezuela”.

Nota

El Proyecto ganador del Concurso para la Subsede Guayana del Banco Central de Venezuela (BCV) en Puerto Ordaz (“Un tepuy en lo alto de Ciudad Guayana”), del Consorcio VAV-PMA representado por el arquitecto Domingo Acosta, obtuvo en la XIII Bienal Nacional de Arquitectura de 2019 el Premio en la Categoría Proyectos en Ejecución y, además, recibió Mención Honorífica en el Gran Premio XIII Bienal.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 5, 6 y 7. https://entrerayas.com/2015/03/un-tepuy-en-lo-alto-de-ciudad-guayana-2/

2. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/763118/adjkm-plus-montemayor-arquitectos-plus-vepica-segundo-lugar-por-nueva-subsede-del-banco-central-de-venezuela

3. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/763645/ciudadela-el-dorado-propuesta-ganadora-del-tercer-lugar-por-nueva-subsede-del-banco-central-de-venezuela

4. https://www.skyscrapercity.com/threads/puerto-ordaz-estado-bol%C3%ADvar-subsede-banco-central-de-venezuela-pro.1800551/

8. https://talcualdigital.com/la-inconclusa-sede-del-bcv-en-puerto-ordaz-otra-muestra-de-la-desenfrenada-corrupcion/

INVITACIÓN

CONCURSO DE IDEAS

COVID-19: Nuevas oportunidades para ciudades sostenibles

CAF, Banco de Desarrollo de América Latina, ha abierto la convocatoria para un Concurso de Ideas cuya justificación es la siguiente:

“¿Por qué un concurso de ideas?

La pandemia del COVID-19 ha obligado a las ciudades latinoamericanas a replantear sus políticas para hacer frente a la nueva realidad local y el desafío de mantener el equilibrio entre el desempeño económico y el bienestar social de sus ciudadanos, especialmente de aquellos más vulnerables.

Si bien el COVID-19 reflejó limitaciones de nuestras ciudades para enfrentar retos de esta envergadura, limitaciones que en muchos casos responden a cuestiones estructurales, identificadas antes de la pandemia, también visibilizó la creatividad e ingenio para diseñar e implementar soluciones innovadoras que respondan a la coyuntura y trasciendan a la crisis con la mirada puesta en el futuro. Gran parte de estas ideas han estimulado prácticas de carácter permanente, funcionales a una vida más sustentable y saludable en la ciudad, en muchos casos incluso contribuyendo a mejorar el acceso de las poblaciones más vulnerables a servicios básicos, empleo, educación, salud, espacios públicos y, en general, a las oportunidades que ofrece la ciudad.

Es precisamente la identificación de estas buenas ideas surgidas durante la pandemia, con potencial para convertirse en políticas urbanas sostenibles, lo que desde la Iniciativa Ciudades Con Futuro de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- y la Fundación Avina queremos promover a través del Concurso de Ideas “COVID-19: Nuevas oportunidades para ciudades sostenibles”.

Para más información visitar https://www.caf.com/

ACA

VALE LA PENA LEER

Sesenta y cuatro facetas

Luis Fernández-Galiano

16-01-2020

Tomado de arquitecturaviva.com

Esta historia ambiental merece un nombre plural. El arquitecto Eduardo Prieto ha tallado un diamante de sesenta y cuatro facetas para explorar la dimensión ecológica y climática de la construcción del entorno, y el resultado es una obra brillante, que refleja la solidez de su formación intelectual y la madurez de su trayecto investigador. Dividido en cuatro partes que asocia a los cuatro elementos de la naturaleza acuñados por la tradición clásica (fuego, tierra, agua y aire), el libro se estructura —mostrando una voluntad de orden retóricamente geométrica— en cuatro capítulos por parte y cuatro epígrafes por capítulo, de manera que viene a reunir sesenta y cuatro ensayos que abordan poliédricamente el objeto de su estudio. Podría haberse escrito que esa serie de hilos narrativos se trenzan para componer un relato de la evolución en el tiempo del control del entorno, o bien que ese conjunto de teselas forma un mosaico que ofrece una representación pixelada del devenir ambiental de la arquitectura, pero Prieto no contempla la historia como una secuencia lineal de acontecimientos ni como un paisaje de sucesos que puedan abreviarse en las dos dimensiones de un mapa, un tapiz o un mosaico: su historia es una matriz tridimensional compuesta por los materiales, técnicas e ideas que han ido conformando el mundo artificial que habitamos.

No es posible resumir su contenido de otra forma que recitando la letanía de los términos que emergen una y otra vez en los diferentes textos: energía, clima, termodinámica, ecología, higiene, atmósferas, cuerpo, naturaleza, salud, confort… Sin embargo, esta enumeración da una idea muy pobre de la variedad de asuntos, riqueza de información y profundidad de enfoque del conjunto de ensayos, que se nutre de fuentes científicas, técnicas o literarias para cartografiar una historia alternativa de la arquitectura donde adquieren protagonismo la calefacción o el aislamiento térmico, las cuevas o los invernaderos, las cloacas o los jardines. A cada uno de los sesenta y cuatro temas aplica Prieto su mirada analítica y plural, utilizando una herramienta visual más semejante al ojo compuesto de los insectos que a la lente rutinaria del cristalino, para orquestar una genuina historia polifónica que dota de espesor material, inteligencia técnica y pertinencia ecológica al relato habitual y monódico de la arquitectura.

Prieto sitúa su trabajo en la estela de las que llama aproximaciones ‘clásicas’ a las dimensiones energéticas o ambientales de la disciplina, desde el precursor Mechanization Takes Command de Sigfried Giedion hasta El fuego y la memoria, pasando por The Architecture of the Well-Tempered Environment de Reyner Banham o Thermal Delight in Architecture de Lisa Heschong. Como autor de uno de esos libros, codirector de la tesis doctoral de Eduardo Prieto (‘Máquinas o atmósferas: la estética de la energía en la arquitectura, 1750-2000’, que leyó en 2014) y director de la revista en la que ha colaborado durante los últimos años, se puede poner en cuestión mi objetividad. Pero estoy convencido de que la opinión de muchos y el juicio del tiempo convertirá esta Historia medioambiental de la arquitectura en un clásico más, que sólo necesita ya una traducción al inglés que lo acerque a un público de lectores más amplio y un índice alfabético que permita navegar con mayor facilidad en el océano de datos, interpretaciones y destellos que nos ofrece esta sólida y brillante piedra tallada.

Eduardo Prieto

Historial medioambiental de la arquitectura

Cátedra, Madrid

2019

444 páginas

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