Archivo de la etiqueta: renovación urbana

¿SABÍA USTED…

…que el 29 de noviembre de 1998 se inauguró en Caracas la plaza Juan Pedro López?

1. Vista panorámica de la Plaza Juan Pedro López.

La plaza Juan Pedro López, considerada como una ampliación del Conjunto Banco Central de Venezuela (BCV), es el resultado del segundo proyecto elaborado por Tomás José Sanabria al frente de Sanabria Arquitectos Asociados S.C. entre 1990 y 1994 para la manzana conformada por las esquinas de Salas, Mijares, Altagracia y Las Mercedes, ubicada al norte del complejo. Se trataba de una antigua zona de la ciudad que se encontraba en un claro proceso de deterioro signado por un marcado cambio de usos.

2. Banco Central de Venezuela. Casa de la Moneda. Maracay (1989-1998). Plan Maestro y proyecto: Eduardo José Sanabria.

La primera propuesta de desarrollo para la manzana en cuestión fue presentada por Sanabria en 1983 luego de que en marzo de aquel año el Directorio del BCV tuviera la idea de crear una Casa de la Moneda en Venezuela y decidiera adquirir el predio colindante al norte con sus instalaciones. Posteriormente, en 1989 cuando el ente emisor decidió realizar la Casa de la Moneda fuera del casco urbano de Caracas por razones estratégicas, surgió el proyecto que dio origen a la plaza Juan Pedro López. Finalmente, la Casa de la Moneda se construiría en los terrenos de la hacienda La Placera en Maracay concluyéndose en 1998 de acuerdo al plan maestro y proyecto elaborado por Eduardo José Sanabria, quien entre 1963 y 1989 estuvo asociado a su hermano Tomás José.

3. Ubicación de la Plaza Juan Pedro López (Ampliación del Conjunto del Banco Central de Venezuela)
4. Plano de conjunto (izquierda) y planta nivel plaza (derecha)
5. Vista panorámica de la plaza y de algunos de sus diferentes ambientes.

El programa seguido por Sanabria para el diseño de la plaza le permitió ocupar la superficie de 14.000 m2 del terreno planteando cuatro áreas bien definidas situadas en distintos niveles que les permitieron sortear la marcada diferencia topográfica existente entre su borde sur, al lado de la iglesia de Altagracia, y su cara norte, donde se ubica el Ministerio de Educación: la noreste cubierta de árboles alternados con mobiliario urbano de acabado pétreo en dos tonos se encuentra frente a la casa de Andrés Bello y diagonal a la antigua Iglesia Las Mercedes; la noroeste totalmente abierta tiene el aspecto tradicional de una plaza urbana; áreas apergoladas alternadas con jardinerías en un cuerpo central en “H”; la suroeste que corresponde a la fachada lateral de la Iglesia de Altagracia posee un espacio arborizado, una plaza cubierta y una serie de graderías en forma de anfiteatro con capacidad de hasta 200 personas; y la sureste ocupada por una edificación triangular de cuatro niveles, con un atractivo tratamiento de protección solar en las fachadas este y sur que dan hacia las avenidas Norte 2 y Oeste 3, respectivamente (similar al usado en las caras este y oeste de la torre financiera del BCV), y que muestra en su diagonal el acceso hacia la plaza en su nivel superior, contiene la Biblioteca Ernesto Peltzer (especializada en economía) y el Centro Cultural Salvador de la Plaza. Los sótanos, destinados a áreas de estacionamiento, comedor para empleados y bóvedas conectadas a la torre administrativa del complejo del BCV, concentran las funciones de servicio del conjunto. Una acera diseñada a base de bandas de asfalto negro y cemento cepillado circunda la plaza en su totalidad.

6. Vista del edificio cultural desde el norte (izquierda arriba) y de la maqueta del proyecto donde se aprecia el tratamiento dado a la fachada este (avenida Norte 2). Abajo: Fachada oeste

Sobre el edificio de uso cultural que ocupa la esquina sureste, Mónica Silva en la nota “Ampliación Conjunto Banco Central de Venezuela” escrita para el catálogo de la exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995) cuando aún la plaza se estaba construyendo, señalará que “…incluye un museo como función complementaria a una edificación que suple necesidades institucionales. En el mismo, se planificaron salas con diferentes características que permiten la exhibición de diversas obras de arte o formas de coleccionismo, pues el tipo de muestra no fue definido en el programa del proyecto. Así, se plantea una sala de gran altura y luminosidad, otras de gran flexibilidad, y una que permite la presentación de audiovisuales. Los descansos de la escalera, debajo de la cual se ubican los servicios para el público, pueden también ser empleados con fines museográficos. (…) El techo de la marquesina de acceso se ha propuesto como una terraza que permita la exhibición de esculturas, con un amplio umbral apergolado y con excelentes visuales de la plaza y la ciudad”.

7. Vistas del conjunto. Izquierda: maqueta del proyecto. Derecha: la plaza en la actualidad

En resumen, con una clara intención de dictar pautas en cuanto al ordenamiento urbano de la zona, como siempre fue su costumbre, Sanabria propone al dividir la manzana en cuatro cuadrantes vincular visualmente los dos templos existentes, -la iglesia de Altagracia y la iglesia de Nuestra señora de Las Mercedes- a través del edificio de planta triangular que ocupa la esquina sureste, reforzando su fuerza expresiva y despejando así nuevas perspectivas de la ciudad.

8. Izquierda: la Plaza Juan Pedro López dentro del casco histórico de Caracas. Derecha: el conjunto Banco Central de Venezuela-Plaza Juan Pedro López.

Como parte de una visión ampliada hacia todo el centro de la ciudad, Sanabria propuso inicialmente el cerramiento de la avenida Oeste 3 (Altagracia a Mijares) para mejorar el flujo peatonal y rescatar la plaza Martí con árboles frente a la iglesia de Altagracia. Así mismo, la Plaza Juan Pedro López como parte del complejo arquitectónico del BCV se inserta en un circuito peatonal que comienza en el Panteón Nacional, pasa por el Foro Libertador, la Casa de Bello, la Casa Amarilla, Plaza Bolívar, la Catedral y el Capitolio, hasta llegar a la Plaza San Jacinto, frente a la Casa Natal del Libertador.

9. Izquierda: Libro Juan Pedro López. Maestro de pintor, escultor y dorador 1724-1787. Carlos F. Duarte (1996). Centro: Dos obras de Juan Pedro López (c. 1760): Nuestra Señora de la Luz (arriba) y Virgen del Rosario (abajo). Derecha: Escultura La fe, de Juan Pedro López. Torre de la Catedral Metropolitana de Caracas.
10. Marisol Escobar. «Homenaje a Juan Pedro López» ubicado en la plaza que lleva su nombre.

Inaugurada por el Presidente de la República Rafael Caldera acompañado por el presidente del Banco Central de Venezuela, Antonio Casas González, el domingo 29 de noviembre de 1998, la Plaza, de acuerdo a la nota de prensa publicada el día antes de su apertura y preparada por el BCV, debe su nombre al “pintor, escultor y dorador Juan Pedro López, reconocido artista colonial (Caracas, 1724-1787). López fue, además, abuelo del insigne humanista Andrés Bello, quien fuera maestro del Libertador Simón Bolívar. Entre la obra de este artista excepcional destacan seis lienzos de santos para el retablo de la Orden Tercera de San Francisco, en la iglesia del mismo nombre en Caracas, que pueden fecharse en 1755: representan a la Inmaculada, los cuatro arcángeles, Santa Rosa de Lima, San Pedro y San Juan Nepomuceno. Los investigadores han podido identificar más de 150 cuadros salidos de su taller y en los que se percibe una clara influencia de la pintura mexicana de la época. De su trabajo como escultor aún se conserva, en la torre de la Catedral de Caracas, una estatua simbólica de La Fe (1769), que fue vaciada en bronce por el maestro fundidor Luis Antonio Toledo. En 1777, esculpió la imagen titular de la cofradía de San José y Animas Benditas de la Catedral, considerada una de sus mejores obras escultóricas”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. PROPUESTAS IN-CONSULTAS (https://sancheztaffurarquitecto.wordpress.com/2010/06/14/tomas-j-sanabria-1922-2008-pna-arquitecto-venezolano/sanabriaiz/)

2. Arquitectura Venezuela (https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/photos/casa-de-la-moneda-de-venezueladesde-el-a%C3%B1o-1983-venezuela-inicia-el-proceso-de-c/2333717276843604/)

3. Galería de Arte Nacional. Catálogo de la exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995); y Tomás José Sanabria (https://tomasjosesanabria.com/2017/01/11/plaza-juan-pedro-lopez-bcv-caracas-p-436/)

4. Galería de Arte Nacional. Catálogo de la exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995)

5. González Viso, Iván/Peña, María Isabel/Vegas, Federico. Caracas del valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje (2015) (http://guiaccs.com/obras/plaza-juan-pedro-lopez/); Flickr (https://www.flickr.com/photos/apux/272302250); Flickr (146714887_2772257419702353_5082862920485264265_n); y Mi bella Caracas a color (https://www.facebook.com/mibellacaracas2/photos/a.1828842214043883/2772257416369020/?type=3)

6. Rafael Caldera (https://rafaelcaldera.com/1994-1999/1998-noviembre-29-inauguracion-de-la-plaza-juan-pedro-lopez-entre-el-bcv-y-el-ministerio-de-eduacacion-caracas-1/); y Galería de Arte Nacional. Catálogo de la exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995)

7. Galería de Arte Nacional. Catálogo de la exposición Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra (1995); y González Viso, Iván/Peña, María Isabel/Vegas, Federico. Caracas del valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje (2015) (http://guiaccs.com/obras/plaza-juan-pedro-lopez/)

8. Capturas de Google Earth.

9. ODALYS (https://compradirecta.odalys.com/products/juan-pedro-lopez-maestro-pintor-escultor-y-dorador-1724-1787);

10. Flickr (https://www.flickr.com/photos/fotobrisa/16215895515); Pinterest (https://www.pinterest.es/pin/436989970099624751/) ; y IAM Venezuela (https://iamvenezuela.com/2019/04/juan-pedro-lopez-interpreto-la-fe-con-gracia-rococo/)

NOVEDADES ARQUITECTÓNICAS DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Bulevar Sucre

El Hatillo, Caracas

Bastidas y Salinas + Emilia Monteverde

31 de julio de 2023

Tomado de https://www.archdaily.cl

Descripción enviada por el equipo del proyecto.

El Bulevar Sucre es un proyecto de renovación urbana emplazado en el pueblo de El Hatillo, ubicado al sur este de la ciudad de Caracas. Un lugar declarado monumento nacional por su valor histórico y conservación de la arquitectura colonial. Una zona con un enorme potencial turístico, pero con severas deficiencias de conectividad y servicios.

El objetivo del proyecto fue restaurar una zona del pueblo marginada por el caos vial, la apropiación de la calle por parte de vehículos en desuso y en consecuencia el abandono del espacio público. En ese sentido, la estrategia principal fue considerar al peatón una prioridad dentro de los usos del lugar, limitar el paso vehicular, ensanchar las aceras para evitar carros estacionados y probablemente lo más importante, disolver la acera para permitir la fluidez de tránsito peatonal en toda el área de la intervención.

El diseño como mediador entre la tradición y la innovación.

El pueblo El Hatillo es un lugar que permite imaginar una sensible relación entre tradición e innovación, en ese sentido, la materialidad fue una variable que nos permitió establecer vínculos con las preexistencias pero, aprovechando la oportunidad para experimentar con la geometría que define los distintos lugares, donde diseñamos una trama de composición radial que se proyecta en el piso y se densifica y dilata según la circunstancia, con la intención de vincular espacios comerciales y focos importantes de conexión como lo son la calle Santa Rosalía que conecta el bulevar con la Plaza Bolívar de El Hatillo, y la plaza Sucre, un espacio en deterioro que se renovó también totalmente para formar parte del sistema.

Tectónica y atmósfera.

El concreto estampado y cepillado fue el material fundamental para la construcción del pavimento y el mobiliario urbano, las lajas de piedra para la contención de jardineras en pendiente y barandas de acero inoxidable para el talud que se eleva sobre la plaza Sucre.

El mobiliario fue pensado de manera tal que invita al usuario a deambular y recorrer los escenarios de manera aleatoria, bancos curvos y esferas de concreto aparentemente dispuestos de manera arbitraria sobre las líneas del pavimento generan la sensación de continuidad y fluidez e invitan a reconocer la ciudad como un territorio lúdico y de confluencia ciudadana. 

Ficha

Arquitectos: Bastidas y Salinas, Emilia Monteverde

Área: 4100 m²

Año: 2022

Fotografías: Diego González

Proveedores: Graveuca

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 205

Entre 1979 y 1981 cuatro fueron los Concursos Nacionales que tuvieron entretenidos a los arquitectos del país, marcando un período de mucha actividad para quienes apostaban a tal mecanismo como vía para mantenerse activos, obtener trabajo, manifestar sus creencias o lanzarse al estrellato: el del Centro Cívico de San Cristóbal (1979), el de la Plaza Caracas (1979), el del Museo de Arte La Rinconada en Caracas (1980) y el de la Catedral de San Tomé de Guayana en Puerto Ordaz (1981). Hoy nos dedicaremos a reseñar el primero de ellos ganado por el equipo encabezado por el arquitecto Alejandro Stein, quien contó como colaboradores con Raúl Grioni, Alfredo Carrillo, Edmundo Peralta, Inés Agüero y Francisco Villarroel y como personal técnico de apoyo con María Elena Garcerá, Carlos Muñoz, Tomás Hernández, Rosita Dinis y Carlos Mosquera.

Tal y como nos aclara Teresa Pérez de Murzi enConcepto de Renovación Urbana en la planificación del área central de San Cristóbal”, artículo aparecido en Revista Científica UNET, volumen 18 (2006), dicho concepto, relacionado “con el movimiento de Ciudad Bella en Estados Unidos, a principios del siglo XX, liderizado por Burnham y concretado en el Plan de Chicago; con los bulevares y paseos de las grandes capitales europeas del siglo XIX; con el proceso emprendido por Haussman en París y más directamente, con las actuaciones iniciadas a partir de la década de los cuarenta, en varias ciudades de Estados Unidos”, se materializa en la capital tachirense a través de la promulgación de diferentes instrumentos normativos repasados a lo largo del trabajo y que nos permitirán contextualizar el marco en el que se desarrolla el Concurso.

1. Izquierda: Comisión Nacional de Urbanismo. Plano Regulador de San Cristóbal. Estudio preliminar, 1952. Derecha: Área de demarcación del Casco Central de San Cristóbal.
2. Área de demarcación del Centro Cívico de San Cristóbal sobre un pano morfológico del Casco Central.

Así, para Pérez de Murzi, “En San Cristóbal, el concepto de Renovación Urbana es introducido en el Plan de Desarrollo Urbano elaborado por el Ministerio de Obras Públicas en 1971. No obstante, la Quinta y Séptima Avenidas, también denominadas García de Hevia y Medina Angarita, conforman las expresiones físicas de un proceso de renovación que se inicia con el Plano Regulador de 1952. En este primer instrumento, se propone un sistema central de vías en la estructura del Área Tradicional de San Cristóbal y se introduce el concepto de corredor urbano, con localización del sector terciario. En el Plan de Desarrollo Urbano presentado por el Ministerio de Obras Públicas en 1971, el cual sirve de basamento a la Ordenanza de Zonificación de 1976, el concepto de renovación urbana se introduce con mayor fuerza. En este Plan, el Ministerio de Obras Públicas (1971) plantea ese concepto, como un conjunto de transformaciones físicas en ciertas áreas de la ciudad que ‘…permitirán utilizarlas en forma más intensa, adecuada y controlable…’. La renovación comprende tanto la erradicación y rehabilitación de barrios de ranchos como revalorización del Área Central.

En su objetivo de servir como instrumento de revalorización, se define el Esquema Base del Área Central, se delimita el Centro Cívico sobre seis manzanas envolventes de la Plaza Bolívar. Se plantea el reemplazo de pequeñas parcelas por grandes conjuntos que se beneficien del espacio liberado, promover la localización de nuevas actividades de mayor jerarquía, en lo administrativo, cultural, oficinas y comercio especializado. A estos usos, se les garantiza los porcentajes de construcción más altos de la ciudad. El planteamiento se concreta, un poco más, en la Ordenanza de Zonificación de 1976. En el también denominado Esquema Base del Área Central se plantea la integración de manzanas, implantación de espacios públicos abiertos, además de las plazas ya existentes, construcción de un boulevard comercial arborizado, establecimiento de estacionamientos centrales y miniterminales urbanas. Obviamente, estos planteamientos, tal cual están esbozados en la Ordenanza de Zonificación, no son suficientes. Se requiere de otro instrumento que permita afinar la propuesta. La zona Centro Cívico es objeto de reglamentación a través de planes específicos, el denominado Renovación Urbana del Área Central de San Cristóbal – Plan Maestro del Centro Cívico realizado por el Ministerio de Obras Públicas en 1976 y el Plan Maestro de Desarrollo Centro Cívico San Cristóbal presentado por la Compañía Anónima Centro Cívico San Cristóbal en 1985.”

Esta larga cita debería servir para entender al Plan de Renovación Urbana del Área Central de San Cristóbal – Plan Maestro del Centro Cívico realizado por el Ministerio de Obras Públicas en 1976  como el instrumento que estableciese las directrices sobre las cuales se realizaría el Concurso para el Centro Cívico de la ciudad en virtud de que se proponía, de acuerdo a los planteamientos de la “Ciudad bella” (City beautiful) de comienzos del siglo XX, “proyectar un espacio abierto provisto de fuentes, distribuidas entre plazas y jardines, rodeado de edificios públicos que revistiera de importancia a la ciudad”.

El Plan de 1976 (expuesto con detalle en el trabajo de Pérez de Murzi y que abarcó en su estudio un total de 90 manzanas del casco central) ya se asomaba como de difícil realización. Sin embargo, el 19 de Mayo de 1978 “se crea una oficina ad hoc para acometer la propuesta, la Compañía Anónima Centro Cívico San Cristóbal integrada por la Gobernación del Estado, el Concejo Municipal y el Fondo Nacional de Desarrollo Urbano”. Pero de manera un tanto contradictoria “esta Compañía decide obviar el Plan y promover en 1979, un Concurso Nacional de Ideas, cuyo objetivo, tal como lo cita Ligia Esther Mogollón (en “Por San Cristóbal, todos a una”, Diario de La Nación, 30 de marzo de 1992) era… ‘escoger el planteamiento que ofrezca la mejor solución para el desarrollo urbano y arquitectónico del casco central de la ciudad para garantizar, de esta manera, la equidad y el correcto y adecuado manejo de los intereses de la comunidad…’ ”. Loables propósitos, duplicidad de esfuerzos y, por tanto, muy mal pie para comenzar a darle alas al Concurso.

Hecho el llamado por los entes involucrados, con el auspicio del Colegio de Arquitectos de Venezuela, y bajo la coordinación de la arquitecto Lucía Kellerhoff González por parte de la Compañía Anónima Centro Cívico San Cristóbal, terminan presentándose al certamen 50 propuestas siendo la idea ganadora, como ya se dijo, la elaborada por el equipo encabezado por Alejandro Stein.

El jurado, presidido por Tomás José Sanabria, que se debatió entre si se debían evaluar “ideas” y hasta que punto era posible hablar de ellas sin llevar a cabo aproximaciones proyectuales, otorgó en primer lugar dos “Menciones de Ideas”: una para el equipo encabezado por Oscar Tenreiro en el que también participaron Antonio Ochoa y Manuel Delgado; y otra a la dupla Enrique Larrañaga-Lourdes Bracho que tuvo como colaboradores a David Bassan, Isaac Estanislao, Christian Nielsen y Carlos Zerpa. Y para no ocultar del todo la polémica suscitada en medio del proceso evaluativo fueron concedidas también otro par de “Menciones de Arquitectura Urbana”: la primera para Pablo Lasala y la segunda para Federico Vegas.

Del acto de premiación realizado con gran pomposidad el 20 de agosto de 1979, destaca el hecho de que los diplomas a los proyectos reconocidos estaban firmados por el entonces Presidente de la República, Luis Herrera Campíns.

El trabajo de Stein, publicado en el nº 45 de la revista CAV (marzo de 1980), enfoca, dentro de la poligonal de 9 cuadras donde las bases del concurso proponían intervenir, múltiples funciones administrativas, sociales, comerciales, recreativas y actividad residencial a dos escalas: una mayor, relativa a la naturaleza del Centro que genera gran concentración de gente; y una menor, para cubrir necesidades espontáneas del público, para lo cual se proponía la subdivisión de la manzana tradicional en 16 partes a modo de un minidamero integrado por canales servidores y por volúmenes receptores.

3. Alejandro Stein y equipo. Parte de las láminas entregadas de la Propuesta ganadora del concurso para el Centro Cívico de San Cristóbal (1979)

Influida por planteamientos morfológicos muy en boga en aquel entonces, en los que se insistía en visualizar la ciudad desde el punto de vista espacial y en enfatizar la importancia de la mezcla de usos teniéndose a la vivienda como principal garante en la dinamización de los centros urbanos, la propuesta inicia su memoria descriptiva declarando lo siguiente: “La ciudad ha sido universalmente en el tiempo y en la geografía, un sistema de espacios, donde calles y plazas aparecían claramente como tales, configuradas por el espacio residual entre masas construidas. (…) La ciudad sistema de espacios ha sido reemplazada por una ciudad sistema de cuerpos, obedeciendo a las nuevas reglamentaciones adoptadas prácticamente en todas partes y de la cual ciudad sistema de cuerpos, Caracas es quizás uno de los ejemplos más apoteósicos. (…) En ella la vida fluye, con la ayuda de la mecánica entre moles de mediana y gran envergadura, aisladas y en permanente competencia, y que no logran definir espacialidad urbana”.

Con el objetivo de considerar “la ciudad según la trama existente y los lineamientos rectores del plan regulador” de 1976 (donde se hace alusión a “…un centro administrativo adecuado, la oferta de oficinas privadas de toda clase de actividades, las iniciativas de nuevos establecimientos comerciales, la posibilidad de mejorar la transportación de personas a las áreas de influencia con el terminal interurbano, las nuevas viviendas, el equipamiento colectivo…»), el Centro cívico, que debía tomar en cuenta la construcción en proceso de una aparatosa edificación proyectada inicialmente para albergar en su cuerpo bajo el Consejo Municipal con el salón de sesiones, y en la torre de 14 pisos, dependencias de la Alcaldía y la sede de la Compañía Anónima Centro Cívico San Cristóbal, se resuelve “respetando la quebrada, se la valoriza como zona verde a partir de la plaza San Miguel, se la extiende buscando la conexión con la Plaza Bolívar a través de un paseo peatonal, y culmina en la parte alta frente a la Iglesia San José”.

Stein y su equipo hablaban de la propuesta como “un sistema” enmarcado “en la teoría de las estructuras receptivas respondiendo tanto a las necesidad de flexibilidad como variabilidad en el tiempo y en el espacio. (…) Consiste en la provisión por un lado, de área útil, y por otro, de espacios públicos, que a su vez se caracterizan por un aspecto ambiental bien determinado, microclima, escala y secuencias peatonales… (…) Es un sistema apto para conectarse de muchas formas con San Cristóbal.”

En síntesis, con la operación a realizar: el damero colonial se recompone, se valoriza la propuesta del Plan Regulador y se jerarquiza el sistema de circulaciones, todo ello mediante una trama basada en un módulo de 18 metros.

Pasada la euforia inicial, expuestos en la sede del Instituto de Arquitectura Urbana (IAU) en Las Mercedes, Caracas, los proyectos ganadores y algunos más en virtud de la alta participación de miembros de dicho Instituto en el concurso, y del triunfo de la idea de ciudad por él impulsada (lo cual le otorgaba legitimidad), lo cierto es que, una vez más, los resultados no se concretaron.

4. Imágenes tomadas en diferentes momentos del edificio que se conoce como el Centro Cívico de San Cristóbal construido entre 1976 y 1986

Lo único que se finaliza en la zona objeto de renovación (a pesar de que logró expropiarse más del 90% del área de 5,3 hectáreas destinada para desarrollar el concurso), es el “aparatoso edificio” cuya construcción se había iniciado en 1976 en el sitio que ocupara por décadas el Mercado Cubierto, frente a la Plaza Bolívar, que debió ser considerado como variable por los concursantes, y que asume para sí el engañoso nombre de “Centro Cívico de San Cristóbal”. Inaugurado el 31 de marzo de 1986 con presencia del Presidente Carlos Andrés Pérez como “la primera etapa del Centro Cívico”, la Compañía Anónima Centro Cívico San Cristóbal ente que lo ocupa en buena parte, tras el cambio de directiva obvia la propuesta ganadora del concurso así como también un nuevo Plan Maestro de Desarrollo del Centro Cívico San Cristóbal de 1985 teniendo desde entonces una gris actuación dentro del desarrollo urbano de la ciudad, su principal razón de ser.

Según deducimos de lo publicado en la página de facebook “Obras de la Democracia Venezolana. 1958-1998”, es el arquitecto Alfonso Rodríguez Hourcadette el proyectista del edificio y el también arquitecto Henry Matheus Jugo el presidente de la Compañía Anónima Centro Cívico al momento de la inauguración a quien la municipalidad le agradeció su trabajo otorgándole el Emblema de Oro de la Ciudad. Allí se señala a modo casi anecdótico que tras la su apertura “Las personas subieron por primera vez a unas escaleras eléctricas, disfrutaron de la fuente de agua cristalina, que con su brisa refrescaba al peatón; caminaron por los amplios pasillos, observaron las modernas vitrinas de cristal de los locales comerciales ya instalados, y quienes tenían vehículo, utilizaron el primer estacionamiento subterráneo de San Cristóbal”. También se califica a esta edificación de “obra emblemática que marcó el final de la etapa de las casas viejas, de las calles de piedra, y el comienzo de una transformación urbana, de la ciudad moderna » a lo que se añade: «ha sido una de las más costosas para la ciudad”.

No obstante, como señala Ligia Esther Mogollón en “Evolución Morfológica del Casco Urbano de San Cristóbal: 1561-2001”, artículo aparecido en la revista Urbana nº 28 (2001), “Si bien la intención era la de conformar un sitio cívico con la plazo Bolívar y la sede de la Alcaldía como polos generadores de actividad, la realidad fue otra. Se construyó el edificio y por múltiples razones -el escaso simbolismo de la edificación como lugar cívico y sus pésimas interrelaciones funcionales con el contexto, pueden ser dos de ellas- la Alcaldía nunca lo ocupó, de manera que actualmente, pese a su nombre, sólo es un edificio de comercio y de oficinas, que lo que ha hecho es consolidar mas aún el carácter comercial que desde sus comienzos ha tenido la antigua zona de El Pantano; de la mismo forma, se ha menoscabado toda posibilidad de lograr el tan ansiado lugar cívico para el ‘corazón’ de la ciudad.” Desde entonces los alrededores del Centro Cívico (cuya Torre B sufrió un voraz incendio en diciembre de 2006 y está sumida hoy en el abandono) y la renovación del casco central de San Cristóbal siguen a la espera de las prometedoras actuaciones que hace medio siglo de manera valiente fueron planteadas para una ciudad que pudo ilusionarse y ver muy poco de sus sueños plasmados.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 3. Revista CAV, nº 45, marzo 1980

1 y 2. Ligia Esther Mogollón, “Evolución Morfológica del Casco Urbano de San Cristóbal: 1561-2001”, revista Urbana nº 28 (2001)

4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

OTRA EXCELENTE NOTICIA

Render presentado por Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, como parte de la propuesta “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana, con la que obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España.

Nota elaborada con el apoyo de la información obtenida en http://www.upv.es/noticias-upv/noticia-11703-adrian-de-arri-es.html

3 de enero 2020

Miguel Fernández, arquitecto egresado de la USB en 2017, junto con Adrián de Arriba, en equipo con Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España, concurso de ideas para arquitectos menores de 40 años que ejercen profesionalmente en cualquier país del continente, con el proyecto “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana.

Fernández y de Arriba son estudiantes del Máster en Arquitectura Avanzada, Paisaje, Urbanismo y Diseño de la Universitat Politècnica de Valencia (MAAPUD-UPV), mientras que Guillermo Pomar Blanco y Estela Darriba Estévez forman parte de RCR Arquitectes en Olot.

Fernández relató que Europan 15 uno de los concursos “más importantes para jóvenes arquitectos en Europa, fue propuesto como actividad en el MAAPUD por el profesor Rafael Temes en la asignatura de Regeneración Urbana, donde nos dio sus opiniones y críticas hasta conseguir el resultado final”.
El certamen, cuya finalidad primordial es fomentar el intercambio de influencias entre ellos y ofrecer soluciones de calidad a nivel arquitectónico y urbanístico para las ciudades europeas, está estructurado en torno a una federación europea de organizaciones nacionales que lanzan, de manera simultánea, concursos con un tema, un calendario y unos objetivos comunes. En España, el Comité Nacional está presidido por el Ministerio de Fomento.

Los siete emplazamientos sometidos a concurso. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Lasarte-Oria, Madrid-La Arboleda, Casar de Cáceres, Palma, Sant Climent de Llobregat, Barcelona-Vallbona y Oliva.

7 emplazamientos, 141 propuestas presentadas, 39 preseleccionadas y 28 premiadas

En la presente edición, los proyectos debían tratar las ciudades productivas desde tres prismas: los recursos, la movilidad y la equidad social. A partir de ello, los arquitectos, solos o en equipo, podían presentar propuestas en cualquiera de los emplazamientos propuestos en toda Europa. En España, las opciones para este año eran 7: Lasarte-Oria, Madrid-La Arboleda, Casar de Cáceres, Oliva, Palma, Sant Climent de Llobregat y Barcelona-Vallbona.

En total, la edición española de Europan 15 recibió 141 propuestas, de las que inicialmente fueron preseleccionadas 39. En la segunda fase, el jurado reunido en Innsbruck (Austria) el pasado 21 de octubre eligió 28, de las que finalmente 6 han recibido un primer premio, 8 un segundo, y 14 han sido reconocidas con una mención especial.

Vista aérea de Oliva, provincia de Valencia, emplazamiento donde trabajaron Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, obteniendo el segundo premio en el certamen Europan 15 España
Imágenes de “Els Rajolars”, Oliva, provincia de Valencia emplazamiento donde trabajaron Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, obteniendo el segundo premio en el certamen Europan 15 España

“Els Rajolars”, un área urbana ubicada en el borde sur del principal núcleo de Oliva.

“Els Rajolars” presenta un paisaje urbano único, resultado de un pasado industrial de producción ceramista de mediados del S.XX, heredero de una ancestral actividad ceramista local. Está conformado por un importante número de fábricas con tipologías similares y 9 chimeneas que lo hacen emblemático.

El municipio de Oliva se encuentra en el límite Sur de la provincia de Valencia, junto al mar Mediterráneo. Dista 79 km de Valencia, capital de la Comunidad Valenciana a la que pertenece y 102 km de Alicante.

Su Término Municipal se abre al Mar Mediterráneo en una longitud de costa de 8,5 km de playas arenosas bordeadas por un potente cordón dunar, seguidas de planicies aluviales con extensas zonas de marjalería. A su espalda, se desarrolla una importante zona montañosa formada por las estribaciones de las sierras Safor y Mustalla con valles profundos cuyos barrancos desaguan sobre la planicie. La principal zona de marjalería existente es un humedal de gran valor ecológico que forma parte del Parque Natural del Marjal Pego-Oliva.

Oliva, al igual que los municipios de las comarcas colindantes, ha sido y sigue siendo una ciudad eminentemente agrícola. Esta circunstancia incide en el carácter social, cultural y laboral del municipio. Hasta mediados del siglo pasado, a excepción del trabajo agrícola, toda la actividad se desarrollaba en el principal núcleo urbano, por cuanto el concepto de ciudad productiva no está muy lejano.

En Oliva, durante los últimos 50 años, la tendencia ha sido la ampliación o la creación de nuevos asentamientos, separando claramente los usos industriales y productivos de los residenciales. Esta ha sido la principal causa de desatención a la regeneración de las bolsas de suelo urbano deterioradas que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor proponía.

El área “Rajolars” es la más importante de todas ellas. Es determinante, por tanto, la decisión municipal de priorizar la actuación regeneradora sobre la ocupación de nuevas zonas y que en esta predominen la adecuada combinación entre hábitat y producción, movilidad sostenible, eficiencia energética y sostenibilidad.

Render presentado por Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, como parte de la propuesta “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana, con la que obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España.

Incluso un ladrillo quiere ser algo

Animados como ya se ha dicho por Rafael Temes, profesor de Regeneración Urbana del MAAPUD-UPV que lo propuso como actividad, Miguel y Adrián conformaron con Estela y Guillermo un equipo que presentó al certamen el proyecto «Even a brick wants to be something» (Incluso un ladrillo quiere ser algo), propuesta destinada a regenerar el borde sur del núcleo urbano de Oliva (La Safor, Valencia) conocido como «Els Rajolars». Dicha intervención, propuesta por la Generalitat Valenciana en colaboración con el Ayuntamiento de Oliva, planteaba como uno de sus principales retos «la introducción de actividades productivas innovadoras vinculadas a la formación profesional de alto rendimiento de los sectores económicos del municipio: agroalimentario, industrial cerámico y gestión del agua y servicios», atendiendo, al tiempo «la participación pública, la innovación productiva, la diversidad funcional, la sostenibilidad social, económica y ambiental, y el respeto por el patrimonio arquitectónico y paisajístico».

Vista general de la propuesta “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana, presentada por Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, con la que obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España.

«Soluciones muy sugerentes que ponen de manifiesto la riqueza y diversidad paisajística»

En su fallo definitivo, el jurado ha valorado que el proyecto originado en la UPV aporta «soluciones muy sugerentes» a la complejidad territorial del municipio, «que ponen de manifiesto la riqueza y diversidad paisajística» del mismo.

Así mismo, ha destacado «la propuesta de renaturalización del sector, como paso previo a la implantación de los usos productivos, así como la rehabilitación del patrimonio industrial para acoger todo el programa de usos propuestos, incluidas las viviendas, dentro de las naves existentes».

Por último, el jurado ha señalado que el discurso gráfico utilizado «transmite con eficacia la propuesta y la energía de los espacios fabriles, mostrando el potencial de un proyecto de regeneración urbana que apuesta por la introducción de actividades productivas innovadoras orientadas a garantizar el desarrollo urbano sostenible de Els Rajolars».

Revitalización urbana para un área de 2,6 hectáreas del Puerto de Le Havre, Francia. Mención de Honor en el Europan 93. Francisco Mustieles, Jean Pierre Crouss y Sandra Barclay

Nota

El año 1993 el para entonces joven arquitecto venezolano Francisco Mustieles (fundador de la hoy reconocida firma de arquitectura NMD) en equipo con los peruanos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay obtuvieron Mención de Honor en el Europan 93, tercera edición del certámen, siendo su propuesta recogida en las páginas centrales del semanario Arquitectura HOY del sábado 3 de diciembre de 1994. Europan 93, federación europea creada para promover la realización de concursos arquitectónicos sobre temas de interés continental, logró congregar en aquel momento a través del tema “En casa en la ciudad”  4.000 proyectos de los cuales solamente en Francia se presentaron 465. Se eligieron siete ganadores y se otorgaron 11 menciones, recayendo la primera de ellas en el equipo Mustieles, Crousse, Barclay por su propuesta de revitalización urbana para un área de 2,6 hectáreas del Puerto de Le Havre, Francia una de cuyas imágenes rescatamos.

ACA

Procedencia de las imágenes

http://www.upv.es/noticias-upv/noticia-11703-adrian-de-arri-es.html, http://usbnoticias.usb.ve/post/58906 y Arquitectura HOY, nº 89, sábado 3 de diciembre de 1994 (nota al final)