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¿SABÍA USTED…

… que en 1953 se concluye la construcción de la avenida Baralt en Caracas?

1. La imagen (tomada hacia el norte) recoge un momento de la construcción de la avenida Baralt, a la altura del puente Llaguno, en fechas cercanas a 1952.

En el completo estudio realizado por Iván González Viso y Federico Vegas titulado “Historia de Caracas a través de sus planos” con el que se introduce la publicación Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), a la que recurrimos con gran frecuencia como referencia desde este boletín, aparece a continuación del primer dibujo de Santiago de León de Caracas de Juan de Pimentel (1578) el “Exato mapa de la ciudad de Caracas” de Juan Vicente Bolívar y Ponte de 1772. Entre ambos, que presumimos como los más cercanos temporalmente que los investigadores pudieron localizar, han transcurrido casi 200 años en los cuales ya la ciudad muestra claros síntomas de crecimiento y ha rebasado la cuadrícula fundacional mostrada por el plano de Pimentel. En otras palabras, ha superado la provisionalidad que acompañó la Conquista y se encuentra bien adentrada en su período Colonial. De la simple observación comparativa, acompañada de la lógica que debió seguir la prolongación literal del damero inicial en las cuatro direcciones, no es difícil deducir que el borde inmediato que envuelve el trazado de Pimentel haya sido el objeto de la primera expansión.

2. “Exato mapa de la ciudad de Caracas” de Juan Vicente Bolívar y Ponte de 1772 donde se ha resaltado en azul el damero fundacional y en amarillo el eje de la que sería la avenida Norte-Sur 6, luego denominada avenida Baralt.

Pues bien, el plano de 1772, que hay que leer tomando en consideración que el norte se ubica a la derecha (en contra de la convención que suele colocarlo en la parte superior), ya denota una marcada expansión de la ciudad hacia el sur (buscando la ribera del Guaire, atractiva por sus tierras cultivables) y hacia el este (donde el valle ofrece terrenos más planos), a diferencia de las otras dos direcciones donde la presencia de dos importantes obstáculos naturales fungen de barrera: al oeste el cerro El Calvario y al norte el cerro El Ávila. Es hacia el poniente, y ya para entonces con un largo recorrido que conectaba las parroquias San Pablo y La Pastora, donde se puede detectar la calle que dará origen a la que luego será denominada como Norte-Sur 6 y que en nuestros días conocemos como avenida Baralt.

3. Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas de 1875, donde se puede apreciar que aún no se había construido puente alguno para cruzar el río Guaire.
4. Plano esquemático de la Ciudad de Caracas de 1933, momento en el que los primeros puentes sobre el Guaire ya se habían realizado, faltando aún el correspondiente a la prolongación de la avenida Norte-Sur 6.

Sin embargo, a pesar de su antigüedad y condición si se quiere “periférica”, la vía que hoy nos ocupa no terminó aproximándose lo suficiente al Guaire (remataba en el “Cementerio Alemán”, esquina Limera de Escalona hoy Quinta Crespo) como sí lo hicieron otras, lo cual, junto a aspectos de índole estratégica, determinó la toma de decisiones con relación a construir los primeros puentes, todos metálicos, que permitieron a los carruajes atravesar el río desde el último cuarto del siglo XIX. En tal sentido, aparece en primer lugar el llamado “Puente de la Regeneración” como prolongación de la calle Sur 5 (parroquia Santa Rosalía), más conocido como Puente de Hierro (de 1875, ejecutado por el Ingeniero Luciano Urdaneta con una estructura de hierro importada de Europa y reconstruido al menos un par de veces hasta el que conocemos en la actualidad); luego el “Puente Constitución” (de 1882, prolongación de la calle Sur 7 (parroquia Santa Rosalía), denominado Puente Sucre tras ser reconstruido), que permitirá la continuidad del acceso de Caracas por el sur una vez atravesado El Portachuelo; más tarde se realizará el Puente El Paraíso, prolongación de la calle Sur 12 (parroquia San Juan), que daría acceso a la nueva urbanización, construido aproximadamente el año 1890; le seguirían el Puente Dolores que conectaría la prolongación de la calle Sur 4 (parroquia Santa Teresa) con la avenida El Paraíso en 1898 (demolido en 1935), y el Puente Restaurador que uniría la calle Sur 0 o simplemente Sur (parroquia Santa Teresa) también con la avenida El Paraíso en 1905, luego de que Cipriano Castro fijó su residencia en Villa Zoila en 1904; y, finalmente, se ejecutará el Puente Ayacucho, prolongación de la calle Sur 14 (parroquia San Juan) que a partir de 1924 ofrecería un nuevo acceso también a El Paraíso.

5. “Plano de la circulación futura por las nuevas avenidas y calles”. Plan Monumental de Caracas o Plan Rotival (1939).
6. Robert Moses. Plan arterial para Caracas (1948).
7. Plan Municipal de vialidad de Caracas (1951). Clasificación de vías según su jerarquía editado en 1953

En este contexto, el salto de la avenida Norte-Sur 6 por sobre el Guaire se da solo cuando, luego de ser considerada dentro del Plan Rotival (1939) como el eje de mayor importancia en la conectividad entre El Paraíso y la perimetral prevista a las faldas del Ávila (futura Cota Mil); de que en 1940 el Concejo Municipal del Distrito Federal aprobara el Plan Director de Calles y Avenidas; y de que Robert Moses reafirmara su rol jerárquico llamándola en su Arterial Plan for Caracas (1948) “Vía Expresa Capitolio” (previendo un distribuidor que la conectaría a la Autopista de Este y llegando solo hasta el cruce con la avenida Este-Oeste 1 -luego Urdaneta-), fuera incorporada como de alta prioridad dentro del Plan Municipal de Vialidad de 1951, lo cual determinará su realización, la construcción del puente que la conectará a El Paraíso y su total transformación.

8. Imagen (c.1952) de la construcción de la avenida Baralt tomada de norte a sur donde, además del implacable proceso de demolición, se puede ver al fondo el bloque de la Unidad Residencial El Paraíso (1952-1954), proyectado para el Banco Obrero por Carlos Raúl Villanueva con la colaboración de Carlos Celis Cepero.

Así, sobre el antiguo trazado se proyecta una amplia avenida cuyo ancho será de seis canales, visualizada según los dictámenes de Moses, que obligará a la ejecución de numerosas expropiaciones, más de un centenar de demoliciones, la pérdida de buena parte de su memoria construida y un cambio radical tanto en su perfil urbano como en los usos contemplados. La intervención iniciada en 1951 abarcaría un trecho de aproximadamente dos kilómetros entre las esquinas de Quinta Crespo al sur y Dos Pilitas al norte. Al concluirse en 1953 poco después de que ocurriera lo mismo con la avenida Urdaneta, entre ambas se encargarían no sólo de traumatizar el centro de la ciudad sino también de hacer desaparecer prácticamente la esquina de Llaguno que, convertida en un puente, dejaría pasar a la Baralt por debajo, siendo el único desnivel que presenta en todo su recorrido. Sin embargo, la importancia y calidad ambiental de cada avenida se mostrarán muy distantes desde su misma apertura: pujante y cosmopolita en el caso de la Urdaneta, populosa, poco atractiva y degradante en el caso de la Baralt.

9. Distribuidor Av. Baralt-Autopista Francisco Fajardo (1968).
10. Distribuidor Av. Baralt-Avenida Boyacá (1973).

Posteriormente, la avenida recibirá un nuevo impacto cuando se construya al sur, en 1968, el Distribuido Baralt (dando cumplimiento a otra anticipación hecha por Moses), y se prolongue en 1973 su trazado desde la esquina Dos Pilitas hasta la Cota Mil a la que se unirá a través de otro distribuidor (en este caso el Boyacá) marcándose así (provisionalmente) el punto final de esta última y su correspondiente incorporación al centro de la ciudad.

El cambio de denominación de la avenida no se dará sino hasta 1961 cuando el gobierno de Rómulo Betancourt decide nombrarla en honor a Rafael María Baralt (1810-1860) insigne escritor e historiador zuliano, autor del primer diccionario de galicismos del español, y primer hispanoamericano en ocupar un sillón de Número en la Real Academia Española, cuyos restos reposan en el Panteón Nacional.

11. Edificaciones de interés que existen a lo largo de la avenida Baralt. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Mercado de Quinta Crespo, Edificio de La Nacional, Cuerpos bajos del Centro Simón Bolívar, Sede de la DIEX, Callejón Sanabría y edificio del Tribunal Supremo de Justicia.

En su trayecto, de sur a norte, la vía muestra como edificaciones, eventos y espacios de interés los siguientes: Mercado Municipal de Quinta Crespo (acera oeste esquina Quinta Crespo, inaugurado en 1951 según proyecto de la Oficina Técnica C. Blaschitz); Edificio IMEX (hoy Galería Quinta Crespo -Mercado de los Corotos-, esquina Quinta Crespo sureste proyectado para Gustavo Zinng por la Oficina Técnica C. Blaschitz en 1952); Instituto Nacional de Nutrición (institución creada en 1949, esquina El Carmen suroeste); Hotel Líder (de El Carmen a Bucare, acera este); Edificio 1501 (de Bucare a Maderero, acera oeste); Plaza Miranda y fachada este del Bloque 7 de El Silencio (proyecto de Carlos Raúl Villanueva construido entre 1941 y 1945, de Miranda a San Pablo, acera oeste); Edificio de la DIEX (proyecto de Oscar Carpio y Guillermo Suárez de 1952, esquina San Pablo, sureste); fachadas este de los bloque 2 y 3 de El Silencio (proyecto de Carlos Raúl Villanueva construidos entre 1941 y 1945, de San Pablo a Gorda, acera oeste); fachadas oeste de los dos cuerpos bajos del CSB y Plaza Caracas (proyecto de Cipriano Domínguez construidos en 1954, de San Pablo a Gorda, acera este); Edificio La Nacional (esquina de Pedrera, noroeste); Puente Llaguno (cruce con la avenida Urdaneta); Puente El Guanábano (envuelto siempre en medio de una aureola de tragedia); acceso al Callejón Sanabria (proyecto de Ramiro Nava construido en 1937, esquina 9 de febrero, acera oeste); Tribunal Supremo de Justicia (proyecto de Julián Ferris inaugurado en 1982, esquina Dos Pilitas, acera este); Abadía e iglesia San José del Ávila (esquina noreste del cruce con avenida San José del Ávila); y la Urbanización Hijos de Dios (construida sobre lo que fue el antiguo cementerio del mismo nombre, final de la avenida, sector San José del Ávila, acera oeste).

12. Sector norte de la avenida Baralt con la Abadia e Iglesia de San José del Ávila en primer plano y el Tribunal Supremo de Justicia en segundo plano.
13. Dos tomas amplias de la avenida Baralt (c.2005). De sur a norte (izquierda) y de norte a sur (derecha)

La avenida Baralt, una de las primeras que regresó de la nomenclatura signada por los puntos cardinales dominante en el centro de la ciudad, a la vieja costumbre de llevar un nombre propio, nunca superó las consecuencias de la violencia con que irrumpió en el corazón de la capital, violencia que reaparecería en muchas zonas de su recorrido transmutada en la sordidez con que la noche hace acto de presencia. Sin embargo, el norte, el centro y el sur de la arteria luchan junto a sus habitantes por escapar de una condición que, también, se ha apoderado de buena parte del país.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 10. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2. http://guiaccs.com/planos/la-recaudacion-fiscal/

3 y 4. Irma de Sola Ricardo. Contribución al Estudio de los planos de Caracas, 1967

5. Revista Municipal del Distrito Federal. Noviembre de 1939. Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela.

6. Our Architects en Caracas. Arquitectura Norteamericana en Caracas. 1925-1975, 2017.

7. Juan José Martín Frechilla, Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna, 2004.

8. https://www.facebook.com/photo/?fbid=10150238539232211&set=a.433176767210

9. Informes de la Construcción, Vol. 25, nº 246, diciembre de 1972.

11. Colección Crono Arquitectura Venezuela y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

12 y 13. Caracas cenital, Fundación para la Cultura Urbana, 2005

¿SABÍA USTED…

…que en 1951, con el aval de la Comisión Nacional de Urbanismo, es aprobado por el Gobernador del Distrito Federal, previa consideración del Concejo Municipal, el Plan Municipal de Vialidad?

1. Plan Municipal de vialidad, 1951. Gobernación del Distrito Federal. Dirección de Obras Municipales

El año de 1951 es de particular importancia para la historia del desarrollo urbano de Caracas en lo que se refiere a su planificación. Como refiere Juan José Martín Frechilla en Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004) en el capítulo titulado “Diálogo Municipal con Pedro Pablo Azpúrua”, mientras la Comisión Nacional de Urbanismo diseñaba el Estudio Preliminar del Plano Regulador de Caracas que saldría publicado en junio (realizado con la consultoría de Josep Lluis Sert, Henry Prost, Maurice Rotival y Robert Moses), “la Municipalidad del Distrito Federal -Concejo y Gobernación- comenzaba el año creando una Comisión para estudiar y formular las bases de la nueva Ordenanza sobre Arquitectura, Urbanismo y Construcciones en general”, iniciativa impulsada desde la Dirección de Obras Municipales (DOM) y la Ingeniería Municipal “que daba inicio por esta vía al proceso de modernización del dispositivo legal para la construcción de Caracas, sin esperar la aprobación del Plano Regulador y la elaboración de una Ordenanza y Plano de Zonificación como instrumentos necesarios para su ejecución”.

2. Plano general de las nuevas avenidas, calles y carreteras, 1938. Ministerio de Obras Públicas

Todo este intenso y dinámico trabajo que realizó la Comisión se movió permanentemente de la Ordenanza de Arquitectura a la de Zonificación con base al proyecto previamente  elaborado por Francis Violich con el importante apoyo de Antonio Cruz Fernández. Para agosto de 1951 la Comisión ya había completado el proyecto definitivo, texto y planos de la Ordenanza de Zonificación la cual se estuvo aplicando en forma de reglamento (preparado por Violich) hasta 1953 cuando, con modificaciones, se elabora un segundo proyecto aprobado y publicado en 1954 que a su vez derivaría en la Ordenanza promulgada en junio de 1958.

De 1951, mientras se trabajaba en el Plano Regulador y en la Ordenanza y Plano de Zonificación, también es el Plan Municipal de Vialidad. Si el primero, según palabras de Martín Frechilla, “es ejemplo de rescate y defensa para la municipalidad de sus atribuciones”, el  segundo “muestra y pone el acento en la cooperación entre el poder nacional y el local. En este proceso Pedro Pablo Azpúrua, nuevamente, jugó un papel determinante”.

Para entonces el tráfico en la capital ya se había convertido en un verdadero dolor de cabeza lo cual se había empezado a atisbar cuando se crea en 1938 la Dirección de Urbanismo de la Gobernación del Distrito Federal a quien corresponderá supervisar la realización del Plan Monumental (Plan Rotival) de 1939. El crecimiento de la población y en particular del parque automotor presagiaban la necesidad de tomar cartas en el asunto, que derivó en la aprobación en 1940 del Plan Director de Calles y Avenidas por parte del Concejo Municipal el cual rápidamente resultó insuficiente y poco previsivo en cuanto a la necesidad de abrir nuevas avenidas y ampliar las calles para evacuar el tráfico, particularmente en el centro de la ciudad.

3. Portada del Plan Arterial para Caracas (Arterial Plan for Caracas), elaborado por Robert Moses
4. Plano de las principales arterias de Caracas propuestas por Robert Moses
5. Secciones de los diferentes tipos de vías expresas propuestos en el Plan Arterial

Más adelante, en 1948, Robert Moses, planificador estadounidense vinculado a Nelson Rockefeller, visita Caracas invitado por el gobierno de la ciudad, empeñado en ampliar las posibilidades de generar soluciones. Entre la aprobación en 1947 del Plan Nacional de Vialidad, enfocado a formular una red nacional de carreteras, puertos y aeropuertos, y lo que será en 1951 la salida del Plano Regulador y el Plan Municipal de Vialidad, Moses presentará el estudio de un “Plan Arterial para Caracas” en el que propone una gran red jerárquica de avenidas, ferrocarril y autopistas que mejorarían el tránsito y buscaba asegurar el desarrollo del área metropolitana. Hannia Gómez en Our Architects en Caracas. Arquitectura Norteamericana en Caracas. 1925-1975 (2017) se refiere al Plan Arterial, en el artículo dedicado a Moses, de la siguiente manera: «Tomando ideas del Plan Monumental de Caracas de Rotival de 1939, el Plan Arterial despliega un ramillete de tipologías viales, del parkway a la trinchera, de la autopista sobre camellón a la avenida flanqueada de palmeras…, de la vía expresa sobre el río sepultado a la carretera con peaje: el gran instrumento generador de recursos que tantos éxitos le había traído a Moses en Nueva York. Observando el Plan Arterial, nos queda claro que aunque Moses no llegara nunca a construirlo él mismo, Caracas sí lo hizo. Es parte de su paisaje urbano moderno. En su trama están casi todas las arterias del plan del 48: la Vía Expresa Caracas es la Avenida Sucre (1948), la Vía Expresa Capitolio es la Avenida Baralt (1961), la Vía Expresa río Guaire es la Autopista del Este (1953-54) y, sobre todo, la carretera con peaje Caracas-La Guaira es la autopista Caracas-La Guaira (1953), ‘puntualizada por altos viaductos’».

Así, cuando se aprueba el Plan Municipal de Vialidad ya se tenía el terreno abonado y suficientes ideas para que se concretara. A ello se sumará la evaluación que hiciera la DOM para terminar de armarlo e impulsarlo. También contó con que para la fecha se habían construido o estaban en construcción una buena arte de las vías que se requerían estando aún pendiente su entrelazamiento. Es por ello que se dividieron los “trabajos a ejecutarse en la capital en tres categorías: los de enlace de las vías existentes, los de acondicionamiento y los de construcción de nuevas vías”. Éstas últimas en un total de 19 “fueron construidas y todas ellas mostraban una clara vocación de enlace, objetivo similar al de las vías periféricas y de evacuación que se iniciaron aproximadamente dos años después con la segunda fase del Plan”, señalará Martín Frechilla.

6. Plano Regulador de Caracas, 1951. Estudio preliminar. Usos propuestos de la tierra. Comisión Nacional de Urbanismo

Cuando en junio de 1952 el Ministro de Obras Públicas, Gerardo Sansón, presentaba en público el Plano Regulador de Caracas elaborado en 1951, pone en evidencia cómo “además de los usos de la tierra propuestos y de las unidades vecinales que los encierran, la vialidad fue la estructuradora esencial… En primer lugar con el sistema de autopistas… Después con los alimentadores… Finalmente, con los seis sistemas internos del Plan Municipal de Vialidad, cuya sola enumeración permite, desde el presente de la capital, calibrar la magnitud del proyecto”, nos aclarará Martín Frechilla. El zoning se impone y el vehículo pasa a ser el protagonista de una ciudad que creció a la sombra de ambas concepciones importadas desde Norteamérica basadas en principios del funcionalismo urbano y la división en zonas homogéneas unidas por un conjunto de vías expresas. “Lo que sí es cierto es que el Plano Regulador de Caracas de 1951 mientras apuesta expresamente por los centros comerciales, el Plan Municipal de Vialidad remarca la linealidad comercial de las nuevas avenidas: Sucre, San Martín, Francisco de Miranda, Urdaneta, Victoria, Lincoln, …”, imponiéndose a la larga el criterio impulsado por el primero de la mano del aumento de la inseguridad, la crisis económica, el deterioro urbano y el incremento en el uso del vehículo, luego de un período de esplendor que acompañó al segundo.

7. Plan de vialidad de Caracas. Vialidad ejecutada según Plano Regulador, 1953
8. Plan de vialidad de Caracas. Clasificación de vías según su jerarquía, 1953

El Plan Municipal de Vialidad se trató, en definitiva, de una necesaria iniciativa centrada en el tema de la movilidad que ofreció a Caracas el desahogo necesario más aún si se tiene en cuenta que el parque automotor aumentó de 46.000 unidades en 1946 y a 206.000 en 1955.

Para Pedro Pablo Azpúrua, siempre afirmativo y enfático, se había alcanzado, según lo cita Martín Frechilla, “la solución definitiva y total de la vialidad capitalina” que permitiría la “elevación del nivel de confort y placidez de los habitantes, porque desaparecería esa situación de verdadera angustia en que hoy vive la colectividad, la cual acusa evidentes trastornos funcionales debido al embotellamiento de vehículos, manifestados por una fácil propensión a la violencia”.

Las palabras de Azpúrua avalaban su creencia de que el Plan Municipal de Vialidad se trataba de “la obra de mayor envergadura y utilidad de los últimos tiempos” y, aunque los embotellamientos continuaron y la violencia ha crecido exponencialmente, su apreciación se vio corroborada con el pasar de los años hasta la apertura de la Línea 1 del Metro de Caracas en 1983.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 6, 7 y 8. Juan José Martín Frechilla, Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna, 2004.

2. http://guiaccs.com/planos/el-plan-rotival/

3, 4 y 5. Our Architects en Caracas. Arquitectura Norteamericana en Caracas. 1925-1975, 2017