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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 248

Venezuela se presentó en la Exposición Universal de Aichi 2005, Japón, compartiendo con Bolivia, Ecuador y Perú (con la notable ausencia de Colombia) el que fue denominado como “Pabellón Andino Amazónico”, impulsado desde la Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el cual se ubicaría en una de las 12 áreas integrantes del recinto expositivo denominada Global Common 2 (Comunidad Global 2) destinada a los pabellones de América. La Feria, inaugurada el 25 de marzo de aquel año, estuvo abierta a lo largo de 185 días siendo clausurada el 25 de septiembre. Participaron de manera oficial 121 países y cuatro organizaciones internacionales, agrupados en 69 pabellones divididos en cuatro categorías. La visitaron más de 22 millones de personas, tuvo un costo de tres mil trescientos millones de dólares y asumió como lema “La sabiduría de la naturaleza” y como sublemas: “La matriz de la naturaleza”, “El arte de la vida” y “Desarrollo de Eco-Comunidades.

1. Logo oficial, mascotas y plano de conjunto de la Exposición Universal de Aichi 2005, Japón
2. Expo 2005 con los Pabellones Corporativos en el fondo

De la página de Wikipedia dedicada a la Expo Aichi 2005 se recoge lo siguiente: “El recinto de la exposición se situó en un área forestal de la ciudad de Nagakute, al este de Nagoya, con una extensión de 1,85 km². Un pequeño sector de 0,15 km² cerca de Seto formó también parte de la Expo. La ciudad de Toyota también acogió algunos eventos, pero sin un área de exhibición propia.

El acceso al área de Nagakute se realizaba desde Nagoya por metro (línea Hagashima) a la última parada en Fujigaoka, seguido por un recorrido en el LINIMO, un tren de levitación magnética construido para la ocasión.”

Allí los visitantes pudieron experimentar tecnologías de punta relacionadas con la energía, las imágenes animadas y los robots, así como nuevas estructuras sociales y modos de vida. Ello le permitió a Expo Aichi 2005 tener un peculiar carácter diferenciándose de exposiciones anteriores.

En las palabras de clausura, el Sr. Soichiro Toyoda, Presidente del Comité Organizador de la Expo declaró: «La reunión y los intercambios entre personas llegadas del mundo entero también han permitido que nos demos cuenta de la importancia de comprender y tolerar culturas y valores diferentes a los nuestros. Pienso que cada visitante -a su manera- se ha visto incitado a reflexionar sobre la vida en el siglo XXI, y los jóvenes visitantes – que serán los líderes del mañana – también han podido adoptar nuevos sueños y esperanzas, y preguntarse lo que les reserva el porvenir.»

3. Dos vistas exteriores del Pabellón Andino Amazónico en Aichi

El proyecto del Pabellón Andino Amazónico, asumido por Venezuela, fue el resultado de una intervención sobre una estructura existente (un galpón prefabricado) que estuvo a cargo del arquitecto Francisco Bielsa a quien se le pidió “encerrar en una edificación el alma de la selva amazónica y la magia de la región andina”, como se recoge en la nota aparecida en la revista Tecnología y Construcción -TyC- (III 2005). Allí Bielsa también señalaba: “…era necesario que la individualidad de Venezuela se doblegara para adecuarse a la identidad de los otros tres países” por lo que el problema del pabellón desde el punto de vista arquitectónico era crear un único símbolo que representara a todas las naciones involucradas: “En un principio -dirá Bielsa- pensamos en llenar el edificio con bromelias, pero estas plantas no tienen una fuerza universal en los cuatro países, así que decidimos utilizar el agua, que es un elemento muy común”. Fue entonces que optaron por “ocultar” la frialdad que encierra un galpón metálico prefabricado con una bruma del vital líquido.

La nota de TyC continúa exponiendo que “La idea se cristalizó en una cortina de agua que genera un bloqueo visual del soporte físico del pabellón: ‘Crea -según Bielsa- el efecto de una pantalla de vidrio que permite transparencia, no total porque deja ver que hay algo detrás que no se llega a distinguir a plenitud’. La intención de este efecto es despertar la curiosidad del visitante y conminarlo a que entre sin titubeos al recinto Andino Amazónico”. Definitivamente la sensación de misterio que creó la brumosa cortina que generaba la incorporación del agua en la envolvente se constituyó en todo un acierto.

4. Dos tomas de la ambientación del espacio interior del Pabellón Andino Amazónico en Aichi

En el interior, de 1.296 m2, tras el tema presentado: la rica biodiversidad de este enorme bioma compartido entre Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela (entre los 12 países más ricos en biodiversidad del mundo), que trasciende fronteras, y tiene en las montañas andinas y el río Amazonas un espacio común, el visitante era conducido teatralmente a lo largo de una rampa que iba mostrando imágenes y objetos de paisajes sudamericanos, dramáticamente acentuada por una serie de paneles metálicos que se plegaban sobre la circulación. El recorrido culminaba en un vistoso y multinacional restaurante.

5. Proyecto de diseño de los dispositivos de museografía del pabellón

El proyecto expositivo del pabellón fue comisariado inicialmente y durante dos años por Sergio Antillano contando con el aporte en el diseño interior de Ignacio Urbina Polo y de un numeroso equipo de trabajo. Desavenencias con personeros del gobierno nacional produjeron la destitución de Antillano con todo su equipo lo cual ocasionó un retraso de 51 días en la entrega, ocupación final e inauguración del edificio, afectando a los otros tres países que lo ocuparían. Sin embargo, superados los inconvenientes, y actuando el nuevo comisario con base al trabajo ya planeado, la asistencia del público a partir de la apertura superó todas las expectativas ingresando diariamente entre 16 mil y 26 mil personas. Su tránsito fue fluido, ya que se privilegiaron los medios audiovisuales para facilitar la comprensión y evitar filas de gente leyendo textos.

6. Portada y página de inicio de la presentación del Pabellón Andino Amazónico en Dos pabellones sudamericanos en las Ferias Mundiales de Asia (2005-2010) de Katherine Fernández, Exequiel Klopman, Jaime Rodríguez y Sonia Vélez
7. Danzas folklóricas bolivianas como parte de los eventos que se desarrollaron en el pabellón durante la feria.

De la publicación Dos pabellones sudamericanos en las Ferias Mundiales de Asia (2005-2010) de Katherine Fernández, Exequiel Klopman, Jaime Rodríguez y Sonia Vélez, producto del Seminario “Comunicar las Exposiciones Universales”, Fundación Walter Benjamin, 2011, accesible en https://issuu.com/exeklopman/docs/expos, extraemos que “para los países del Pabellón de los Andes, figurar en esta Expo se sumó a un próspero momento económico. 2005 significó para la CAN un aumento en los precios de los productos básicos, especialmente el petróleo, destacándose la producción venezolana, que elevó el promedio de intercambio de la región a un 81.6% superando los altos promedios de los años ’90 en el comercio andino. (…) Y fue precisamente Venezuela el gran impulsor del Pabellón Andino Amazónico, su aporte de ocho millones de dólares en relación a los presupuestos de los otros tres países, que no superaron el millón cada uno, le permitió desplegar una arquitectura y un concepto tan diferenciador que le mereció varios reconocimientos dentro de la Expo: premio oro a la Sabiduría de la Naturaleza en la categoría de pabellón común de región, premio al pabellón más visitado (con más de dos millones y medio de visitantes) y mejor documental sobre el día nacional (día de Venezuela).”

En otro punto, la misma publicación acota lo siguiente: “La muestra tuvo básicamente un carácter reflexivo: este fue quizá el máximo valor de la propuesta andina amazónica. Hubo una preocupación por interpelar al espectador y hacerlo consciente de su impacto negativo en el medio ambiente. La desmedida tala y quema de madera, o la sobreexplotación de los recursos marinos, al igual que otras catástrofes ambientales, fueron abordadas según la problemática específica de cada país. En el fondo, lo que trataba de explicarse era un sistema económico que explota a la naturaleza y al hombre por igual.”

Sin duda lo acontecido en Aichi trajo muy buenos réditos a la propaganda desarrollada por la revolución bolivariana por la calidad de las instalaciones que contenía y las impactantes gigantografías que junto a una pantalla cilíndrica de 7 metros de alto y 180 grados de cobertura se dedicaban a mostrar destrucciones ecológicas e injusticias sociales. Si a ello sumamos la serie de eventos que remarcaban la tradición y la cultura popular de cada nación (presentaciones musicales en vivo, shows de megadiversidad cultural, bailes folclóricos o desfiles de alta costura con estilos tradicionales) y las exposiciones de artistas importantes a nivel de la macro-región, el éxito alcanzado a los ojos del visitante fue mayúsculo.

Sólo cabría preguntarse si lo que en nuestro país ha terminado aconteciendo con el “arco minero” o la contaminación creciente de muchos santuarios naturales no encierra una enorme contradicción con un mensaje reflexivo como el que en Japón se trató de transmitir, asociado a las maneras como puede llevarse adelante un desarrollo sostenible y darse un necesario entrecruzamiento de las relaciones entre el hombre y su medio ambiente. En resumen: doble discurso y doble moral.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 6 y 7. https://issuu.com/exeklopman/docs/expos.

2. https://es.wikipedia.org/wiki/Exposici%C3%B3n_Universal_de_Aichi_de_2005

3 arriba y 5. https://ignaciourbina.com/sitio_es/pabellon-andino-amazonico-expo-2005-aichi-japon/

3 abajo y 4. http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2010/10/expo-aichi-2005-pabellones.html

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

UNA EXPOSICIÓN, UN PABELLÓN Y UN LIBRO: LE CORBUSIER, 1937-1938

Jorge Torres Cueco y Juan Calatrava

Abada Editores

2020

Abstract
La exposición internacional de París de 1937 fue el escenario prebélico en el que el público podía asistir a la confrontación de los pabellones de la URSS de Stalin y la Alemania hitleriana, contemplar la reorganización de todo el espacio del Trocadero o conmoverse con el grito de auxilio del pabellón de la República española de Sert y Lacasa. Pero también tenía ocasión de visitar, en un lugar muy marginal, el Pabellón des Temps Nouveaux, una construcción de Le Corbusier modesta en sus medios pero al mismo tiempo clamorosa tanto en la esencialidad de su lenguaje arquitectónico como en sus contenidos expositivos.

Un año después, en 1938, Le Corbusier condensó la experiencia de la exposición en un libro, Des canons, des munitions? Merci! Des logis… s.v.p., que tenía la doble virtualidad de condensar sus reflexiones urbanísticas y arquitectónicas de toda una década y constituir, en cierto modo, una guía de visita a posteriori al pabellón y a la manera en cuyo interior Le Corbusier y su equipo de colaboradores habían tratado de hacer accesible al público la complejidad de los problemas de la ciudad moderna.

El libro prologaba, así, la vida de la exposición y se convertía en un arma en la batalla por la opinión pública. Este libro, fundamental en la trayectoria de Le Corbusier, no sólo no había sido traducido hasta el momento a ninguna otra lengua  sino que tampoco fue objeto de reedición alguna en la propia Francia.

Se presenta aquí en edición facsímil, con la misma estructura, paginación y relación entre texto e imágenes, simplemente sustituyendo el texto francés por la traducción al castellano. La edición se acompaña de un estudio introductorio a cargo de los profesores Jorge Torres Cueco y Juan Calatrava. Este trabajo trata de desvelar los orígenes del libro, su vinculación con los acontecimientos sociales y políticos del período de entreguerras, la aproximación de Le Corbusier a las organizaciones de la izquierda francesa y su posición ante la guerra, la reforma agraria o las propuestas legislativas acerca del ocio y el tiempo libre. También la utilización de un nuevo medio de expresión como el fotomontaje y la retórica visual utilizada por Le Corbusier en este libro son objeto de análisis e interpretación.

ACA

HOTELES NACIONALES

1. Pabellón del Hipódromo de El Paraíso. Vista desde la terraza

Pabellón del Hipódromo de El Paraíso

Sin ser propiamente una edificación hotelera, Ciro Caraballo en Hotelería y turismo en la Venezuela gomecista (1993) ubica la construcción en 1931 del Pabellón Social del Hipódromo Nacional de El Paraíso como un uso complementario que formó parte de la política oficial del régimen por promover el turismo, que tuvo su etapa de mayor esplendor al momento en que León Becker, anfitrión de origen alsaciano que arriba a Venezuela “posiblemente en la primera posguerra”, asume el manejo coordinado de las principales instalaciones que conformaban entonces la red de “Hoteles Nacionales”: el Miramar de Macuto y el Jardín de Maracay de las cuales fue sucesivamente su “Director Administrador”.

Caracas desplazada durante el gomecismo por Maracay como centro de poder y de las atenciones gubernamentales, siempre se vio en la necesidad de contar con un hotel de primera categoría lo cual, como señala Caraballo, no dejó de estar “presente en la mente de las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y, a partir de 1930, en boca de los funcionarios relacionados con el Despacho de Turismo”. Dicha inquietud, que no era compartida por el Benemérito y en parte se vio minimizada por las inversiones hechas en el ramo de la hotelería caraqueña por el sector privado, orientó la mirada de los promotores turísticos oficiales hacia el único lugar de la capital donde Gómez se sentía como en su casa: el Hipódromo Nacional de El Paraíso.

2. Las tribunas del Jockey Club en el Hipódromo de Sabana Grande ubicado en Las Delicias (1896)

Quizás sea bueno recordar que la afición hípica tuvo su primera manifestación a nivel nacional con la construcción de una pista para las carreras de caballos en el sector Las Delicias de Sabana Grande, inaugurada el 1 de marzo de 1896. Tal y como se recoge en la página http://www.anecdotashipicas.net/TrabajosEspeciales/SabanaGrande_CunaDelHipismo.htm: “Desde el año de 1893, comienza a publicarse en la prensa de la época, principalmente en el  diario El Tiempo, una serie de avisos pagados por Mathieu Valery, donde se informa el proyecto de constituir el Jockey Club de Venezuela, a semejanza de Jockey Club  de  París, con la finalidad de construir un hipódromo en Caracas, pero sin indicar su ubicación”. Así, el Jockey Club de Venezuela, legalizado formalmente el 10 de agosto de 1895, fue la entidad que se encargó de impulsar y financiar la construcción del Hipódromo de Sabana Grande fijando allí su sede. Para su realización “…se contrataron los servicios del arquitecto Venter; se instaló la lujosa tribuna inglesa para albergar a los miembros del Jockey Club e invitados especiales; y Arturo Michelena, quien en sus tiempos en Francia fue asiduo visitante del Hipódromo de Longchamps, fungió de asesor en lo que respecta a la ornamentación de los alrededores del hipódromo”.

El crecimiento urbano de Caracas hacia el este llevó a pensar en la conveniencia de construir un nuevo hipódromo. Para ello en 1907 el Jockey Club procedió a adquirir 10 hectáreas a los hermanos García Prim en la naciente y aristocrática urbanización de El Paraíso, lo cual condujo a la inauguración de la nueva instalación el 15 de febrero de 1908 participando en el acto Gustavo J. Sanabria, Gobernador Político y Militar del Distrito Federal y Presidente del Jockey Club de Venezuela, conjuntamente con José Gil Fortoul, Manuel V. Lander Gallegos, Celestino Martínez, Eduardo Sucre, Félix Galavís y Manuel Corao, miembros de esta agrupación hípica nacional.
En la construcción inicial se utilizaron las gradería del desmantelado Hipódromo de Las Delicias, las columnas rescatadas como chatarra del Mercado de San Jacinto y rejas de hierro especialmente fabricadas por la Escuela de Artes y Oficios de Caracas.

3. Vista parciales del Hipódromo de El Paraíso. después de la remodelación de 1931. Arriba: la tribuna del Hipódromo de Sabana Grande reutilizada
4. Izquierda: Monumento a Carabobo mejor conocido como la “India del Paraíso”, Eloy Palacios, 1911. Derecha: Plaza Petión, El Paraíso ubicada al lado del Hipódromo y frente al Instituto Pedagógico y a la India. Desapareció a raíz de la construcción del distribuidor La Araña.

Gómez, quien había respaldado el traslado del coso hípico, lo convierte en un importante foco de la intervención estatal: en 1911 se inaugura frente a dichas instalaciones el Monumento a Carabobo mejor conocido como la “India del Paraíso” (originalmente destinada para ubicarse en la Sabana de Carabobo para conmemorar los 90 años de la batalla) y, más adelante, la Plaza Alejandro Petión. Como señala Caraballo, “no sólo servía el centro hípico para las actividades de carreras, en su amplio óvalo central también tenían lugar importantes espectáculos de carácter masivo, desde el aterrizaje de aviones, hasta las marchas del ejército a caballo, en las fiestas patrióticas”.

5. Vista panorámica del Hipódromo de El Paraíso.
6. Vista parcial del Hipódromo de El Paraíso en fechas próximas a su inauguración en 1911, donde se pueden apreciar las tribunas principales y la recta final de la pista.

En 1931 mediante Decreto Presidencial, el Benemérito ordena la remodelación total del Hipódromo de El Paraíso la cual el estará a cargo del Ministerio de Obras Públicas (MOP). Caraballo apuntará: “Estas reformas incluyeron el mejoramiento de la pista, caballerizas, nuevas tribunas públicas y la presidencial, con un especial énfasis en el rescate de sus áreas circunvecinas. Las estructuras metálicas fueron encargadas a la firma de los ingenieros Ayala y Wallis. En los jardines se distribuyeron doce kioskos, destinados a la venta de boletos; sanitarios y grupos de música en la terraza de apostadores, nueva pavimentación y enrejados, hacían de marco a lo más novedoso del nuevo conjunto: ‘El Pabellón’, inmenso templete de ladrillo, concreto y techos metálicos, en moderno estilo Art-Deco, el cual serviría para las recepciones a cubierto, restaurant y ‘dancing’, contando a su vez con un bar abierto al exterior y una terraza para bailes y espectáculos. El tradicional lugar de carreras de caballos pasaba a convertirse así en el más importante conjunto recreativo de la Capital de la República”.

7. Pabellón del Hipódromo de El Paraíso. Izquierda: Planta. Derecha arriba: vista interior del Gran Salón durante su construcción (1930). Derecha abajo: vista interior del Gran Salón una vez concluido en 1931
8. Pabellón del Hipódromo de El Paraíso visto desde la terraza

Diseñado por el arquitecto André Potel y elaborado en las oficinas de Edificaciones y Ornato del MOP, el “dancing”, como se le identificaba en los planos, tenía 2.200 m2 de área cubierta y, de acuerdo a la Memoria que presenta el citado Ministerio en 1932, “sus fundaciones fueron construidas considerando la posibilidad de ampliar con un segundo piso. Los techos de los corredores, del bar y de las dependencias de servicio se construyeron de platabandas; mientras que el salón central es de armadura metálica de una luz de 23,50 m por 23,50 m, cubierta de laminas de zinc; el cielo raso es de celotex y está colocado en forma de escalones y los interespacios sirven para ventilación y para alumbrado indirecto. La instalación eléctrica ha sido estudiada cuidadosamente; el salón principal con diversas luces de colores cambiantes y una cornisa luminosa de vidrios blancos opacos que la circundan”. Como datos adicionales cabe agregar que el salón tenía 8 metros de altura y que su estructura se apoyaba en doce pilares perimetrales lo cual liberaba el enorme espacio interior, único de tales dimensiones para la época. Rodeado por amplios corredores abiertos en tres de sus lados, que servían de espacio de interconexión con el exterior y áreas de expansión de la sala de fiestas, el del lado este del Pabellón se integraba con una terraza descubierta de 2.000 m2 aprovechable para grandes celebraciones. La zona norte estaba destinada a los servicios de apoyo.

La construcción se programó para ser concluida en 9 semanas y estuvo a cargo de Carlos Blaschitz & Cia, la más importante en el país para los años treinta.

A partir de su inauguración el 14 de noviembre de 1931 “el Pabellón fue adscrito al ‘Despacho de Turismo’ perteneciente al Ministerio de Salubridad, Agricultura y Cría, al tiempo que era entregado, para su administración y promoción, al Gerente de los Hoteles Nacionales: León Becker” que lo convertiría en una sala de festejos con capacidad para 1.200 personas o, en otros momentos, en un centro de diversiones, nos recordará Caraballo. “En el ramo turístico el Pabellón prestó servicio de apoyo a la red de Hoteles Nacionales, organizando desde allí excursiones, así como también sirviendo de centro para las reservaciones de habitaciones del Hotel Jardín y el Hotel Miramar”, habiendo servido eventualmente, también, para el alojamiento de turistas ante inconvenientes que se presentaban o como lugar de escala en largos traslados, sustituyendo, aunque sólo fuera parcialmente “al tan ansiado y nunca concretado, hotel de turismo de Caracas.”

9. El Pabellón del Hipódromo en la actualidad. Izquierda: Ubicación junto a la intimidante presencia del distribuidor La Araña. Derecha: Acceso principal hacia la avenida Páez.
10. El Pabellón del Hipódromo en la actualidad. Frente hacia la avenida Páez.

En 1959 tras la inauguración del Hipódromo Nacional de La Rinconada cesan las actividades del Hipódromo de El Paraíso y con él los bailes y festejos especiales que se realizaron durante casi 30 años en el Pabellón, destinándose sus instalaciones para que el Instituto Pedagógico Nacional pusiese a funcionar el Liceo Aplicación, centro educativo para el entrenamiento de los nuevos docentes. El otrora espacio lúdico se convertiría en la Biblioteca y Salón de actos del nuevo Instituto, “… el área que había funcionado como cocina era transformada en enfermería y el bar en sala de gimnasia, mientras que el resto del edificio, pobremente tabicado, serviría para alojar, de alguna manera, otras instalaciones del centro educativo.”

La construcción del Distribuidor “La Araña” a finales de la década de los sesenta le da la estocada final al lugar: obliga al traslado de “La India” a una redoma en la confluencia de las avenidas La Paz y Páez, se arrasa con el parque Petión y con el campo deportivo, y la ubicación de las columnas del mamotreto vial negaron su participación urbana obligando al Pabellón a resignarse a ser considerado un “anónimo galpón”.

11. «Intervención restaurativa» del antiguo Pabellón del Hipódromo integrado a la Unidad Educativa Nacional Edoardo Crema

En 1977 la Unidad Educativa Nacional Edoardo Crema, fundada en 1974 en Montalbán, ocupa las instalaciones de la antigua sede del liceo Aplicación y en 2009 lo que fue el Pabellón del antiguo Hipódromo del Paraíso sería sometido a una “Intervención restaurativa” a cargo del Ing. Alfonso C. Olivares Garcés (la cual puede ser consultada en https://arquetipos21.blogspot.com/2010/10/intervencion-restaurativa-en-el.html), que buscó rescatar la deteriorada estructura, para un mejor uso de la comunidad educativa. En 2019 el portal Caraota Digital publica “Edoardo Crema: zona de desastre que 500 alumnos llaman liceo”, reportaje que, para quien esté interesado, ofrece una semblanza de las condiciones en las que se encuentra la que fuera la resplandeciente instalación que en los años 30 del siglo XX sirviera de lugar de encuentro y distracción para la sociedad caraqueña.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 7 y 8. Ciro Caraballo, Hotelería y turismo en la Venezuela gomecista, 1993

2. https://www.facebook.com/CojoIlustrado/posts/433709090872235/

3, 5 y 6. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

4. https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/08/plazas-y-parques-de-la-vieja-caracas.html

9 izquierda. Google Earth

9 derecha. https://twitter.com/jldangeloduran/status/1012492665441701890

10 y 11. https://arquetipos21.blogspot.com/2010/10/intervencion-restaurativa-en-el.html

ES NOTICIA

Serpentine Pavilion se pospone para el 2021

Por Maria Erman

Traducido por Santiago Baraya

23/04/2020

Tomado de Plataforma arquitectura

La apertura del 20º Serpentine Pavilion, diseñado por el estudio sudafricano Counterspace, se pospuso para el verano de 2021. «Counterspace, dirigido por Sumayya Vally, Sarah de Villiers y Amina Kaskar, colaborará con Serpentine en una serie de actividades fuera del sitio y proyectos de investigación online a lo largo de 2020, que culminarán con la apertura del Pabellón en el verano de 2021 «, anunciaron Serpentine Galleries.

La oficina Counterspace, con sede en Johannesburgo, invitada a diseñar el pabellón temporal en Kensington Gardens, ha desarrollado un diseño basado en «espacios de reunión y lugares comunitarios alrededor de la ciudad […] y extender un programa público en Londres«. Como las arquitectas más jóvenes en recibir este programa de renombre internacional, el equipo de mujeres lidera el estudio de arquitectura colaborativo. Counterspace tiene un cuerpo de trabajo enfocado en soluciones de diseño que surgen de enfoques interdisciplinarios. El estudio utiliza técnicas de construcción innovadoras y tradicionales para crear una combinación de métodos sostenibles de baja tecnología y alta tecnología.

El Pabellón se construirá con una variedad de materiales, incluidos módulos K-Briq personalizados y corcho, hechos en un 90% de residuos reciclados de construcción y demolición. Serpentine ha sido una plataforma para profesionales emergentes y artistas reconocidos internacionalmente. Esta es la primera vez que el programa alcanza una extensión de dos años.

ACA

ES NOTICIA

Counterspace diseñará el Serpentine Pavilion 2020

Por Christele Harrouk

Traducido por Fabian Dejtiar

10 de febrero de 2020

Tomado de Plataforma arquitectura

Counterspace, una oficina con sede en Johannesburgo, Sudáfrica, ha sido seleccionada para diseñar el Pabellón Serpentine 2020. El estudio de arquitectura más joven en recibir el encargó de este programa de renombre internacional, está conformado por las líderes del equipo Sumayya Vally, Sarah de Villiers y Amina Kaskar.

Celebrando su 50 aniversario y su pabellón número 20 este 2020, el Pabellón Serpentine ha sido una plataforma para profesionales emergentes y artistas reconocidos internacionalmente. Este año, más que nunca, «el Pabellón Serpentine será un lugar para el debate y las nuevas ideas», donde las personas explorarán preguntas tales: ¿Cómo puede la arquitectura crear un espacio donde todos estemos vinculados, no clasificados? ¿Cómo puede la arquitectura promover el bienestar? ¿Puede una estructura evolucionar y cambiar junto con el medio ambiente?

Counterspace, invitado a diseñar el Pabellón temporal en el césped de la Serpentine Gallery en Kensington Gardens, ha desarrollado un diseño basado en «espacios de reunión y lugares comunitarios alrededor de la ciudad […] y extendiendo un programa público en Londres». Con gran parte de su trabajo centrado en las soluciones de diseño que surgen de enfoques interdisciplinarios, la oficina utiliza técnicas de construcción innovadoras y tradicionales para crear una combinación de métodos sostenibles de baja tecnología y alta tecnología. De hecho, el Pabellón se construirá con una variedad de materiales, incluidos módulos K-Briq personalizados y corcho, hechos de 90% de residuos reciclados de construcción y demolición.

“El pabellón se concibe a sí mismo como un evento: la reunión de una variedad de formas de todo Londres. Estas formas son huellas de algunos de los lugares, espacios y artefactos que han hecho que el cuidado y el sustento formen parte de la identidad de Londres. Los descansos, los gradientes y las distinciones en color y textura entre las diferentes partes del pabellón hacen que esta reconstrucción y ensamblaje sean legibles de un vistazo. Como objeto, experimentado a través del movimiento, tiene continuidad y consistencia, pero la diferencia y la variación están integradas en el gesto esencial a cada paso.”

Sumayya Vally de Counterspace, arquitecta principal del proyecto.

En cuanto a la forma en sí, el diseño del Pabellón se generó «a partir de un proceso de adición, superposición, sustracción y empalme de formas arquitectónicas, directamente transcrito de espacios existentes con especial relevancia para las comunidades migrantes y otras comunidades periféricas en Londres». En realidad, la intervención, abierta del 11 de junio al 11 de octubre de 2020, incluirá pequeñas piezas móviles que se trasladarán después de los eventos en los diferentes barrios de Londres. Finalmente, las partes serán devueltas a la estructura, completándola durante el verano.

“Estamos encantados de trabajar con Counterspace en nuestro Pabellón 20, en nuestro 50 aniversario. La idea de trabajar con diferentes comunidades es muy importante para nosotros y la propuesta de Counterspace lo hace de manera notable; Estábamos totalmente convencidos por la dimensión social de su práctica. Traen una perspectiva africana, una perspectiva internacional, pero están trabajando con ubicaciones y comunidades aquí mismo en Londres y su diseño del Pabellón está inspirado en ese trabajo. En todo lo que hace Serpentine queremos establecer esas conexiones entre artistas, arquitectos y comunidades donde sea que estén.”

Hans Ulrich Obrist, director artístico de Serpentine Galleries.

Serpentine Pavilion 2020

Diseño: Counterspace

Asesor técnico: David Glover

Ingeniería y todos los servicios técnicos: AECOM

Servicios creativos: Stage One

Goldman Sachs es el patrocinador principal del Serpentine Pavilion 2020

ACA