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El MET inaugura una exposición sobre la variada trayectoria del arquitecto modernista poco reconocido Paul Rudolph
 

Perspective drawing of the Lower Manhattan Expressway / City Corridor project (unbuilt), New York ca. 1967–72. The Museum of Modern Art, New York, Gift of the Howard Gilman Foundation (1290.2000).

Escrito por Maria-Cristina Florian

Publicado el 18 de octubre de 2024

Tomado de https://www.archdaily.com

El Museo Metropolitano de Arte ha inaugurado una importante exposición centrada en la diversa e innovadora carrera de Paul Rudolph, un arquitecto modernista de segunda generación cuyo trabajo se sitúa junto a luminarias como Eero Saarinen e I.M. Pei. Titulada «Espacio materializado: la arquitectura de Paul Rudolph» («Materialized Space: The Architecture of Paul Rudolph»), la exposición estará abierta desde el 30 de septiembre de 2024 hasta el 16 de marzo de 2025 y abarcará un amplio espectro de las contribuciones arquitectónicas de Rudolph, desde sus casas experimentales en Florida, pasando por proyectos cívicos, hasta megaestructuras urbanas visionarias y rascacielos de uso mixto.

Installation view of Materialized Space: The Architecture of Paul Rudolph, on view September 30, 2024–March 16, 2025 at The Metropolitan Museum of Art.

La exposición presenta más de 80 obras diversas que abarcan diversas escalas y medios, incluidos dibujos, modelos, muebles y muestras de materiales, muchos de los cuales proceden de la propia oficina de Rudolph. Esta muestra integral es una colaboración entre el Met y el Archivo Paul Marvin Rudolph de la Biblioteca del Congreso. Su objetivo es destacar las contribuciones radicales de Rudolph a la arquitectura modernista, brindar una perspectiva de su complejo proceso artístico y enfatizar la importancia de la obra de Rudolph en el diálogo de los espacios urbanos modernos.

Paul Rudolph / Perspective section drawing of the Art and Architecture Building, Yale University, New Haven 1958. School of Architecture, Yale University, Manuscripts and Archives, Yale University Library.
Installation view of Materialized Space: The Architecture of Paul Rudolph, on view September 30, 2024–March 16, 2025 at The Metropolitan Museum of Art.

Organizada en secciones temáticas, la exposición recorre las etapas evolutivas de la carrera de Rudolph, destacando su trabajo en viviendas, proyectos cívicos y sus encargos en Asia. También examina temas culturales y económicos clave del siglo XX, como las políticas de renovación urbana y las tendencias de construcción de posguerra. Uno de los puntos focales es la ambiciosa pero no realizada autopista del Bajo Manhattan de Rudolph, que refleja sus visiones de la infraestructura urbana.

Además, la exposición aborda la controversia duradera en torno al brutalismo y la arquitectura de hormigón, contextualizando el enfoque de Rudolph dentro del panorama sociopolítico de su tiempo y explorando por qué algunas de sus obras han sido demolidas en los últimos años.

Paul Rudolph / Walker Guest House, Sanibel Island, Florida 1952. Photograph © Ezra Stoller/Esto, Yossi Milo Gallery.
Installation view of Materialized Space: The Architecture of Paul Rudolph, on view September 30, 2024–March 16, 2025 at The Metropolitan Museum of Art.

La negativa a ser categorizado hace que Paul Rudolph sea un arquitecto difícil de resumir, pero esta misma cualidad también lo convierte en un tema fascinante para la investigación, impulsando a nuevos públicos a descubrir, o redescubrir, su obra todos los días. Los intrincados y visionarios dibujos de Rudolph y sus espectaculares edificios terminados representan una voz singular dentro del abarrotado y variable terreno del modernismo tardío arquitectónico, una voz que seguirá siendo fascinante y desconcertante durante muchos años más”. – Abraham Thomas, Curador Daniel Brodsky de Arquitectura Moderna, Diseño y Artes Decorativas del Met

Paul Rudolph / Perspective section drawing of the Lower Manhattan Expressway / City Corridor project (unbuilt), New York 1972. The Museum of Modern Art, New York, Gift of the Howard Gilman Foundation.

En “Espacio materializado” («Materialized Space») se explora la habilidad de Rudolph como dibujante. La exposición presenta sus famosas representaciones y dibujos en perspectiva, que subrayan la importancia de los planos dibujados a mano en la enseñanza y la práctica arquitectónicas actuales. Estas obras, algunas de ellas prestadas por la Biblioteca del Congreso, nunca se han exhibido ni documentado anteriormente, lo que enriquece la narrativa del proceso creativo de Rudolph. La inclusión de elementos del Instituto Paul Rudolph de Arquitectura Moderna mejora aún más la descripción integral que ofrece la exposición de las contribuciones de Rudolph al campo de la arquitectura.

Interior perspective of Tuskegee Institute Chapel (now Tuskeegee University), Tuskeegee Alabama. Prints and Photographs Division, Library of Congress.

Recientemente se anunció que el Sanderling Beach Club de Paul Rudolph en Florida, construido en 1952, fue destruido por el huracán Helene. En una nota más positiva, se anunció que el Centro de Servicios Gubernamentales Brutalistas de Boston, amenazado desde hace tiempo por propuestas de demolición, se someterá a un proceso de reconversión para transformarlo en viviendas de uso mixto, una oportunidad para preservar la estructura histórica y al mismo tiempo adaptarla para abordar los desafíos urgentes de la ciudad.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Objetos tenaces de Nueva York

Juan Ruescas Baztán

Diseño Editorial

2023

Sinopsis

A mediados de 1980, tres vagones cargados con pavo congelado recorren hacia el norte el Barrio Neoyorquino de Meatpacking. Lo hacen por lo alto del West Side Improvement, el viaducto que durante décadas ha conectado industrias y mayoristas del suroeste de la isla con los muelles de carga de la ciudad, atravesando fábricas y almacenes desde la calle 34 hasta la terminal de St. John, en la calle Spring. Es el último tren. En el año 2000, ante la amenaza de su demolición, dos vecinos del West Village encargan al fotógrafo Joel Sternfeld un reportaje del trazado férreo ahora durmiente. En poco tiempo, aquel conjunto de imágenes da alas al proyecto que salva la línea elevada transformándola en el celebrado parque urbano conocido como The High Line. Entre el paso de aquel último convoy y el comienzo de las obras, transcurre un cuarto de siglo en el que el ente queda suspendido, desprovisto de sus antiguos vínculos. Desarraigado por un cambio de circunstancias, peligran la estructura y las historias incrustadas en su acero roblonado. Es entonces cuando se decide la continuidad o no del objeto. Su fortuna estará´ en la capacidad de vincularse a un medio distinto del desaparecido, acaso sin dejar de ser él mismo. Así´, quedarán restablecidos una vez más su razón de ser y su sentido una metamorfosis de las condiciones de su estar-en-el-mundo.

ACA

1955• Se inaugura en el MoMA la exposición “Arquitectura Latinoamericana desde 1945”

1955• El 25 de noviembre se inaugura en el Museo de Arte Moderno MoMA, de Nueva York, la exposición “Arquitectura Latinoamericana desde 1945” (LATIN AMERICAN ARCHITECTURE SINCE 1945), en la cual se exhiben 49 edificios: grandes conjuntos universitarios, proyectos de vivienda social, estadios, un club nocturno, hoteles, edificios industriales, iglesias y viviendas privadas, seleccionadas de los trabajos recientes realizados en 11 países de Latinoamérica por el arquitecto, historiador y crítico norteamericano Henry-Russell Hitchcock y montados museográficamente por Arthur Drexler, curador del Departamento de Arquitectura y Diseño del museo.

La curaduría de la exposición optó por usar imágenes de gran formato, planos y diapositivas tridimensionales en visores individuales.

Entre los 56 arquitectos cuyos trabajos fueron exhibidos figuran del Brasil, Oscar Niemeyer, Lucio Costa, Affonso Eduardo Reidy y Jorge Machado Moreira; de Puerto Rico Henry Klumb; Max Borges, Jr. de Cuba; Alejaniro Prieto, Francisco Artigas y Jaime Ortiz Monasterio y Luis Barragán de México; y de Venezuela Carlos Raúl Villanueva, Martín Vegas, José Miguel Galia, Guido Bermúdez, Moisés Benacerraf y Carlos Guinand Baldó.

Representando a Venezuela en la exposición estuvieron:

– en los paneles 7 y 7A, de Carlos Raúl Villanueva, el Aula Magna y la Plaza Cubierta, 1952-1953, de la Ciudad Universitaria de Caracas, texto, plantas y cinco fotos.

– en los paneles 8 y 8A, de Carlos Raúl Villanueva, el Estadio Olímpico, 1950-1951, de la Ciudad Universitaria de Caracas, texto y dos fotos.

– en los paneles 22 y 22A, de Martín Vegas Pacheco y José Miguel Galia, el edificio Polar, 1952-1954, Caracas, texto y una planta y una foto.

– en los paneles 37 y 37A, de Carlos Guinand y Moisés Benecerraf, el edificio de apartamentos Monserrat, 1950, Caracas, texto, planta y dos fotos.

– en los paneles 38 y 38A, de Guido Bermúdez, la Unidad de Habitación Cerro Grande, Caracas, texto, plano y una foto.

– en los paneles 39 y 39A, de Guido Bermúdez, J. Centellas, C.A. Brando, José Hoffmann, José Manuel Mijares, J.A. Ruiz Madriz, J. Noriega con Carlos Raúl Villanueva como consultor, el Desarrollo de Viviendas de Cerro Piloto, 1954, texto, un plano y una foto.

La exposición “Arquitectura Latinoamericana desde 1945” montada en el MoMA, NY, preparada con los resultados del inventario realizado por el arquitecto, historiador y crítico norteamericano Henry-Russell Hitchcock, a solicitud de ese museo, lo llevaron a describir ciertas características comunes observadas por él, “1. El uso generalizado del concreto utilizado en construcciones aporticadas convencionales y en delgadas ‘pieles o conchas’, por la falta de madera para uso estructural o acero. 2. Muchos dispositivos, heredados o recientemente desarrollados, para controlar el calor excesivo y la insolación, y 3. El uso del color, bien pintando los frisos o en mosaicos, empleado mucho más que en cualquier otro sitio del mundo”. Lo que lo llevo a afirmar que “encontró los mejores ejemplos de esto en ciudades universitarias y edificios públicos, concluyendo que en estos campos Latinoamérica supera a los EEUU”.

El extenso catálogo de la exposición, de 176 páginas y más de. 250 ilustraciones, publicado por el MoMA en diciembre de 1955 y ampliamente distribuido como libro por Simon & Schuster, sirvió para hacer conocer nuestra arquitectura de forma global.

El 24 de noviembre, día de la inauguración de la exposición “Arquitectura Latinoamericanas desde 1945” en el MoMA en Nueva York, estuvieron presentes los destacados arquitectos venezolanos, Martin Vegas Pacheco un joven de 29 años y su esposa Trina Pérez Machado y el Maestro Carlos Raúl Villanueva con su esposa Margot Arismendi Amengual.

HVH

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SOM completa la restauración de Lever House, un ícono de oficinas de Manhattan, construido en 1952

Escrito por José Juan Barba

21 de noviembre 2023.

Tomado de https://www.metalocus.es

Skidmore, Owings & Merrill (SOM) ha anunciado la finalización del reciente proyecto de rehabilitación y restauración, que ha vuelto a recuperar su histórico proyecto de Lever House en Manhattan, un emblemático edificio desde su construcción en 1952.

Las obras de conservación de este referente de la Modernidad recuperan la imagen original a través de un proceso en el que se ha combinado ciencia de los materiales y un cuidadoso proceso artesanal.

En el momento de su finalización, Reyner Banham dijo sobre el edificio: “Dio expresión arquitectónica a una época justo cuando la época estaba naciendo”. Desde entonces, el edificio ha estado supervisado por SOM durante más de 70 años, un nivel de gestión poco común entre clientes y estudios de arquitectura.

La primera rehabilitación importante ocurrió en 2001 cuando SOM restauró su fachada. Ahora, poco más de dos décadas después, el proyecto revitaliza y conserva esta estructura emblemática con un vestíbulo restaurado y reimaginado, rehabilita la plaza pública a nivel del suelo y sistemas de construcción modernizados completamente nuevos.

El tercer piso de la torre y 1.400 metros cuadrados (15.000 pies cuadrados) de terrazas han sido restaurados y transformados en The Lever Club, una suite de hospitalidad interior y exterior con interiores diseñados por Marmol Radziner y servicios gestionados por Sant Ambroeus Hospitality Group.

«Esta rehabilitación lleva a Lever House al siglo XXI», dijo el socio de SOM, Chris Cooper. «Con una plaza y espacios al aire libre completamente renovados, un lobby completamente restaurado y nuevos sistemas mecánicos en todo el edificio que mejoran su eficiencia energética, hemos modernizado este ícono de mediados de siglo a su esplendor original, para convertirlo, una vez más, en el principal edificio de Park Avenue: un edificio de oficinas boutique».

El área de la plaza ha sido reemplazada por un concreto duradero moldeado in situ que coincide con el diseño del pavimento exterior original de Lever House; el techo dañado por el agua ha sido reemplazado por yeso nuevo de mayor rendimiento; y en todo el sitio, se han renovado las columnas originales revestidas de acero inoxidable, junto con el mármol negro Champlain. En colaboración con TM Light, luces LED duraderas y de bajo consumo han reemplazado la iluminación original para mantener la apertura y la apariencia en todo momento.

En todo el vestíbulo y el interior, SOM implementó una gran cantidad de actualizaciones refinadas para transformar la experiencia de llegada. El suelo de terrazo original ha sido reparado y restaurado hasta recuperar su brillo original; Se limpió y reparó una pared de mosaicos de vidrio en el vestíbulo del ascensor, mientras que un techo luminoso arriba cuenta con un sistema de iluminación difusa mejorado para mejorar el brillo y la eficiencia energética. SOM también ubicó las fuentes de cantera de piedra originales para el edificio, lo que permitió al equipo de diseño extender los acabados originales a los interiores de la cabina del ascensor y a una nueva entrada al sótano del inquilino. El vestíbulo, amueblado por Marmol Radziner, también cuenta con esculturas de Ellsworth Kelly que se extienden hasta la plaza abierta de la planta baja.

Las intervenciones continúan en las plantas superiores, destacando la nueva jardinería. La aclamada firma de arquitectura paisajista Reed Hildebrand seleccionó un nuevo programa de paisajismo en toda la propiedad. Desde la plaza y la jardinera a nivel del vestíbulo hasta la terraza del tercer piso, el paisaje de Lever House, la mayor parte del cual ha cambiado a lo largo de los años, ahora se une visualmente con un dosel de abedules y un sotobosque de plantaciones nativas en todas partes. En el perímetro de la terraza, el paisaje ahora presenta nuevos arbustos, flores y plantas perennes para enmarcar las vistas de Park Avenue.

Una serie de cambios radicales en los sistemas mecánicos contribuyen a los nuevos objetivos de certificación LEED Gold y WELL Platinum. SOM, en colaboración con Cosentini Associates, equipó el edificio con un moderno sistema de aire exterior exclusivo, nuevos enfriadores, filtros HEPA y un sistema automatizado de gestión del edificio. Este nuevo equipo mecánico, junto con un generador de 500 kilovatios, sistemas de seguridad mejorados y ascensores modernizados, mantendrán el lugar emblemático como espacio de oficinas Clase A durante las próximas décadas.

Nota

Lever House fue designado por la Comisión de Preservación de Monumentos de Nueva York, como edificio de interés dentro del paisaje de la ciudad apenas treinta años después de su finalización, en 1982. Ello marcó un cambio importante de actitud hacia la preservación del patrimonio moderno.

ACA

VALE LA PENA VOLVER A LEER

1. Portada de la primera edición en inglés de El Manantial.

A propósito de los 80 años de El Manantial de Ayn Rand.

The Fountainhead (El Manantial en su traducción al español), desde su aparición en 1943, se convirtió en un libro que, proveniente de la literatura, por la trama que sigue y los temas que toca fue leído con avidez por los arquitectos de la época produciendo un importante impacto en el pensamiento y quehacer profesional durante años.

Mucho se ha escrito a partir del momento en que Ayn Rand, seudónimo de la escritora Alisa Zinóvievna Rosenbaum (San Petersburgo, 2 de febrero de 1905-Nueva York, 6 de marzo de 1982), se valió de la obra para plasmar buena parte de su postura filosófica: el objetivismo, corriente que no admite coerciones que menoscaben la libertad individual, más allá del respeto a la libertad de los demás, y que la propia Rand expondrá como una filosofía formulada “para vivir en la tierra” y que “es, en esencia, el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y con la razón como su único absoluto”.

2. Ayn Rand y dos de sus libros de corte ensayístico traducidos al castellano. La virtud del egoísmo (1961) e Introducción a la epistemología objetivista (1979)

De manera concisa, tal y como recogemos de Wikipedia, Rand construye una metafísica basada en la realidad objetiva (“los hechos son los hechos, independientemente de los sentimientos, deseos, esperanzas o miedos de los hombres”); propugna una epistemología sustentada en la razón (“la facultad que identifica e integra las percepciones provistas por los sentidos de los hombres”), entendida “como único medio de percepción de la realidad del hombre, su única fuente de conocimiento, su única guía para la acción, y su medio básico de supervivencia”; defiende el concepto de “egoísmo racional” donde “el hombre -cada hombre- es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros. La búsqueda de su propio interés racional y de su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida”; y entenderá al capitalismo laissez-faire como sistema político ideal: “un sistema en el cual los hombres tratan unos con otros no como amos y esclavos, sino como comerciantes, mediante intercambio libre y voluntario, en beneficio mutuo. Es un sistema en el cual ningún hombre puede obtener ningún valor de otro mediante el uso de la fuerza física, y ningún hombre debe iniciar el uso de la fuerza física contra otros”.

3. Ediciones recientes en castellano de las tres novelas más importantes de Ayn Rand. Los que vivimos (1936), El Manantial (1943) y La rebelión de Atlas (1957)

Por tanto, El Manantial, su trama, sus personajes y los diferentes roles que asumen no puede entenderse sin conocer la manera como Ayn Rand construye su polémico y radical andamiaje filosófico. De tal manera, la novela se revela como “una oda al individuo frente a la masa,…una defensa del individualismo frente al colectivismo, del egoísmo racional frente al altruismo, de la integridad frente a la inexistencia de dignidad, de la autorrealización personal frente al sacrificio por los demás, de la razón frente al misticismo, del desarrollo del ingenio frente a la mediocridad, de la expresión del amor a través de la aportación de valor y la mutua admiración frente a las historias de amor basadas en la necesidad”, como se expone en el blog Desde fuera de la pecera en su entrega del 2 de mayo de 2014 titulada “El Manantial de Ayn Rand o de la historia de un hombre libre enfrentándose a la masa”.

La elección por parte de Rand de la arquitectura como universo en torno al cual aglutinar el argumento de la obra, debido a su indudable potencia como símbolo de progreso, su cruce de expresión artística y función práctica y su dialéctica indudable de arte por encargo, hicieron de ella el vehículo ideal para el conflicto ideológico que su autora deseaba construir a partir de sus postulados objetivistas.

4. Gary Cooper interpretando a Howard Roark en la película El Manantial (1949) de King Vidor basada en el libro de Ayn Rand.

Howard Roark, arquitecto que no terminó la carrera por no compartir los criterios que esgrimían sus profesores y que reivindica al hombre creador que razona por sí mismo, es el protagonista del libro. Desde su profesión, a la que ama, encarnará los valores propugnados por Rand (traducidos en independencia, integridad, honestidad, justicia, productividad y orgullo), y luchará indoblegable contra una sociedad en la que el ego -en el sentido de la autorrealización- se anula a favor del grupo. Roark, hombre de gran fortaleza -física y mental-, que toda su vida estuvo relacionado de alguna manera con la construcción, ya sea ejerciendo de albañil hasta llegar a hacerlo de arquitecto, que sigue su camino, que no es políticamente correcto, simplemente quiere edificar sus ideas. “No quiere construir para satisfacer el deseo de los clientes, sino que quiere tener clientes para poder construir. Tiene su propio criterio y no está dispuesto a mostrar en sus construcciones copias del pasado. Concibe la arquitectura como una disciplina que debe cumplir la función de generar calidad de vida en los clientes -una función útil- y que debe, a su vez, ser una continuación coherente de la personalidad del que habita el espacio. Sus construcciones son producto del uso que hace de la razón para lograr esos objetivos, y por tanto, no van recargadas de adornos inútiles que no cumplen ninguna función como puedan ser columnas dóricas de adorno, cornisas, o algún resto del pasado griego. Si alguien intenta incluir en sus proyectos este tipo de cuestiones, Howard es implacable y se niega a realizarlo. No gasta ninguna energía en dar sus explicaciones o convencer al cliente; ‘sólo’ rechaza el proyecto y sigue su camino”, acotan en Desde fuera de la pecera.

5. Howard Roark (Gary Cooper) y Peter Keating (Kent Smith) en una escena de la película El Manantial.
6. Fotograma de la película intervenido señalando el tipo de arquitectura que planteaban Howard Roark y Peter Keating.

Su contraparte dentro de la trama de la novela la constituirá Peter Keating, estrella del mundo de la arquitectura de Nueva York, rico y famoso. Graduado con honores complaciendo a sus profesores, al contrario que Roark, no quiere tener clientes para construir sino para lograr el reconocimiento público, pasando la arquitectura a un segundo plano. Si Roark encarna de manera ejemplar, íntegra y no espectacular a través de su individualismo los ideales de la modernidad, construyendo un estilo relacionado con un modo de hacer y no con una herencia de lenguajes y formas, Keating se vende al mejor postor y acepta realizar mediocres edificios eclécticos y espectaculares llenos de concesiones al pasado. Se beneficia del trabajo de Roark quien desarrolla proyectos a su nombre con tal de verlos finalizados siempre que se siga al pie de la letra sus planteamientos que sólo busca verlos hechos realidad. Un punto culminante dentro de la trama lo constituye el momento en que Roark diseña un proyecto de viviendas encargado por Keating que sufre numerosas modificaciones sin que éste haga nada por detener a quienes las incorporan. Finalmente, una vez construido el conjunto en tales condiciones, Roark lo dinamitará asumiendo todas las consecuencias.

7. Los personajes de la novela y sus intérpretes dentro del reparto de la película.

Otros personajes que complementan el elenco de la novela son: Ellsworth Toohey, influyente crítico de arquitectura, encarnación del altruismo (en el que Roark no cree) y quien desde su tribuna elabora estrategias que van a favor de la masa y en contra del individuo e impone sigilosamente pensamientos, modas, valores y todo aquello que fomenta la uniformidad y la mediocridad en lugar del mérito y la excelencia. Considerado el villano de la obra, Toohey tendrá siempre a Roark en la mira de sus malintencionadas intervenciones. Gail Wynard, magnate dueño del periódico Banner y de otras muchas empresas, rico y muy inteligente. Pasó de condiciones de vida miserables, casi indigentes, en los suburbios de Nueva York, a controlar gran parte de los medios impresos de la ciudad. Mientras Wynand comparte muchas de las cualidades de Roark, su éxito depende de su habilidad para complacer a la opinión pública, un defecto que finalmente lo lleva a su caída. Dominique Françon, eje de la trama amorosa, considerada por Rand como «la mujer para un hombre como Howard Roark”, aunque lo admira y se entrega a él terminará casándose con Keating. Es la hija de Guy Françon, un arquitecto exitoso pero poco creativo. Ha sido testigo de cómo grandes creadores o grandes hombres y mujeres han sido hundidos por la masa, han sido perseguidos por ser excelentes en su trabajo, han sido comprados o chantajeados por gente como Gail Wynard.

El libro, que Ayn Rand dedicó a su esposo Frank O’Connor, gran apoyo afectivo y moral a lo largo de su exitosa y a veces difícil carrera de escritora, se estructura en cuatro partes que llevan los nombres de los personajes principales. La primera de 15 capítulos se denomina Peter Keating; la segunda, también de 15 apartados lleva por nombre Ellsworth M. Toohey; la tercera con 9 episodios se llama Gail Wynard; y la cuarta y última se dedica al protagonista principal Howard Roark con 20 secciones. La obra verá su primera edición en español en 1958.

8. Posters promocionales de la película en castellano y en inglés.

El Manantial amplió en 1949 su influencia aún más gracias a la producción de Warner Bros Pictures en blanco y negro de la película del mismo título, protagonizada por Gary Cooper acompañado por Patricia Neal, Raymond Massey, Kent Smith, Robert Douglas, Henry Hull, Ray Collins, Moroni Olsen, Jerome Cowan y dirigida por King Vidor, con guion de la propia Rand quien logró controlarlo minuciosamente de una forma completamente desacostumbrada en Hollywood, donde los estudios se toman todo tipo de libertades con los guiones originales. Bien realizada, fiel a lo esencial de la trama argumental de la novela y con énfasis en elementos que acentuaban las tesis objetivistas de su autora, el filme, que no cubrió del todo sus expectativas, sin embargo, apuntaló una obra de referencia para liberales y conservadores, que compartían sus profundas lecciones filosóficas sobre el poder del individuo frente al conformismo de las masas.

9. Diseños de Edward Carrere presentes en la película de la mano de Howard Roark. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Tienda, granja, fábrica y residencia.

Rand intentó incorporar la participación de Frank Lloyd Wright (de quien se dice existen muchas similitudes con el protagonista) para la creación de las propuestas de los edificios que saldrían en el largometraje. Los elevados honorarios que Wright exigió hicieron imposible su inclusión, lo cual provocó que recayera la responsabilidad de elaborar los diseños que vemos en el film en el director artístico Edward Carrer, quien logró dotarlos de características y elementos de la arquitectura racionalista como son los voladizos, los muros cortina, los materiales industriales, así como la escasa ornamentación, la asimetría o la planta libre.

Después de 80 años y ya en pleno siglo XXI no sería descabellado rescatar de El Manantial buena parte de los principios que a partir de sus personajes y sus actuaciones mantienen plena vigencia y son susceptibles de formar parte de cualquier discusión que involucre tanto la enseñanza con el ejercicio de la arquitectura. Preguntas como ¿qué significa la integridad?, ¿qué es ser coherente?, ¿qué implica tener una práctica profesional ética? o disquisiciones sobre el peso de la libertad individual y su sumisión a lo que se impone desde lo colectivo, del papel que juegan la creación y la innovación o el impacto que en todo ello pueda tener la globalización y la preocupación por el cambio climático, quedan en el aire para quienes se aventuren a leer las más de 750 páginas de un libro que, luego del rechazo recibido por una docena de editoriales antes de ser finalmente publicado, se convirtió rápidamente en un best-seller habiéndose vendido más de 6,5 millones de copias en todo el mundo.

Ayn Rand todo un personaje público y “la pensadora liberal más influyente de todos los tiempos”, a pesar de su éxito como escritora (su obra La rebelión de Atlas -1957- es el segundo libro más vendido en los Estados Unidos después de la Biblia), siempre fue poco valorada por los amantes de la gran literatura.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://en.wikipedia.org/wiki/The_Fountainhead

2. https://es.wikipedia.org/wiki/Ayn_Rand y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

3 y 8. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

4. https://arqa.com/destacados-uruguay/el-manantial-1949.html, https://www.elespectadorimaginario.com/el-manantial/ y https://www.carrilloarquitectos.com/el-manantial-fountainhead/

5. https://www.elespectadorimaginario.com/el-manantial/

6. https://elpezvolador.wordpress.com/2009/08/10/el-manantial-de-ayn-rand-i/

7. https://www.lavanguardia.com/peliculas-series/peliculas/el-manantial-24650

9. https://cinefagosmuertos.wordpress.com/2019/06/11/el-manantial-la-forma-sigue-a-la-funcion/

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 358

En 1986, por iniciativa de Oscar Tenreiro, se organiza la muestra “Ejercicios gráficos sobre la arquitectura venezolana. Serigrafías y dibujos de arquitectos venezolanos basados en proyectos y edificios recientes”, que buscaba difundir la arquitectura venezolana de jóvenes promesas en el exterior, acompañada de la de algunas figuras reconocidas. La exposición se realizó con el apoyo del Consulado de Venezuela en Nueva York, gracias al auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores y la colaboración de Alirio Palacios, Lorena Leoni de García y Teresa Aponte.

Tal y como reza en el texto del catálogo, la exposición partió de la premisa de mostrar las dos caras de la moneda entre las que se debatía en aquel momento la arquitectura venezolana: la posibilidad real de ser construida o la de quedarse solo como un proyecto en papel.

Es a partir de esta dualidad, que la muestra se planteó como una estrategia de difusión y mercadeo que intentó sacar ventaja de la representación del proyecto, haciendo presente la arquitectura a partir del dibujo y utilizándolo como medio para intentar transmitir valores plásticos, estéticos y culturales. La idea era poner en evidencia que la representación en papel se había vuelto una forma para evaluar el canon estético de una arquitectura que no está necesariamente pensada para quedar sólo en el papel.

Al respecto, Tenreiro declara en la introducción del catálogo, que la muestra no buscaba convertirse en un alegato latinoamericano que fuera benevolente con la condición estructural de desencanto y desinterés que sufría y aun sufre la arquitectura en Venezuela desde hace décadas, donde las «afiebradas» expectativas por construir suelen ser objeto de constantes derrotas, situación que treinta y siete años después aún no ha cambiado.

1. Dos de las serigrafías que formaron parte de la muestra. Izquierda: “Planisferio” del techo y las fachadas del Museo de los niños de Caracas (1972-1982) de Domingo Álvarez. Derecha: Dibujo a color para un complejo de oficinas (1978-1982) de Jesús Tenreiro.

Así, la muestra se concibió como un intento de ver las ventajas que proporciona el papel como fuente de expresión y reflexión, útil para mostrar valiosos proyectos de arquitectura realizados en su gran mayoría por jóvenes profesionales, donde se buscaba sintetizar cada obra considerando su valor plástico bajo un lenguaje o técnica de representación común a todos. La muestra, además, aspiraba a dialogar con el medio norteamericano, abriendo otras formas de mirarnos intentando dejar de lado los viejos prejuicios hacia Latinoamérica.

Por otra parte, Francisco Sesto en el otro texto introductorio del catálogo señala que los dibujos eran también un modo de “divertimento”, ensayos gráficos exploratorios, donde estaba presente una prefiguración de las intenciones del arquitecto. Un arquitecto que ha sido seducido por la imagen que produce y a la vez, utiliza esa imagen para seducir. Una suerte de enamoramiento con lo gráfico, a partir de la geometría, la sombra, la textura, el color y el papel, características que suelen estar muy presentes en los bocetos de arquitectura.

En cierta medida muchas de estas serigrafías y dibujos tenían una condición abstracta y estética que las convertía en logradas obras gráficas, estrechamente vinculadas al oficio y la arquitectura que escondían detrás. Hoy, vistos a la distancia, podemos asegurar que muchos de ellos, por su calidad y belleza, se transformaron en ilustraciones con vida propia, objetos independientes que resultaron ser un puente entre el arte y la arquitectura.

2. Izquierda: Portada del libro GAN. Proyecto Nueva Sede Galería de Arte Nacional Caracas. Derecha: Serigrafía «Nueva sede de la GAN/Caracas» de Oscar Tenreiro, Francisco Sesto y Rosángela Yajure que formó parte de la exposición.
3. Dos momentos de la apertura de la exposición en Nueva York. Izquierda: Domingo Álvarez, August Kommendant y Oscar Tenreiro. Derecha: Oscar Tenreiro bautizando el libro GAN. Proyecto Nueva Sede Galería de Arte Nacional Caracas.

El dibujo usado como imagen del catálogo y que, a su vez, abrió la muestra, era una serigrafía realizada por Oscar Tenreiro, Francisco Sesto y Rosángela Yajure del proyecto de Tenreiro y Sesto para la Nueva Sede de la Galería de Arte Nacional (terminado en 1983) a construirse en el Parque Cultural de Caracas en Caño Amarillo. Además, la exposición sirvió para presentar el libro GAN. Proyecto Nueva Sede Galería de Arte Nacional Caracas, patrocinado por la Fundación Pampero, con textos de Bélgica Rodríguez (Directora de la Galería de Arte Nacional para ese momento), el ingeniero estonio August Kommendant, el arquitecto colombiano Alberto Saldarriaga, el crítico norteamericano Kenneth Frampton, el crítico venezolano William Niño Araque, y los autores, los arquitectos Oscar Tenreiro y Francisco Sesto.

Ello evidenciaba que la exposición aspiraba a ser un intento por promover la construcción de una obra de profunda trascendencia para la cultura nacional. Así, tanto la muestra colectiva como la publicación de un proyecto importante para la ciudad, se transformaron en un primer intento por impulsar su materialización. Por otro lado, exposición y libro perseguían presentar al público norteamericano el valor de la arquitectura nacional e impulsar la urgente necesidad de un nuevo museo para Venezuela, y, como ya se mencionó, abriendo la oportunidad de mostrarse a un grupo de arquitectos emergentes.

La muestra gráfica, que sedujo a partir de la imagen, constaba de catorce proyectos de escalas variables desarrollados en distintas partes de la geografía nacional. En ella participaron: Domingo Álvarez, quien realizó una serigrafía denominada “Planisferio” del techo y las fachadas del Museo de los niños de Caracas (1972-1982); Eva Arredondo, con un dibujo para una Plaza del Metro (1983); Manuel Delgado, con un proyecto para un hotel en Barquisimeto (1982); Gorka Dorronsoro, con un detalle de fachada para la Escuela de Metalurgia de la UCV (1978-1986); Guillermo Frontado y Enrique Larrañaga, con la fachada de una casa en La Lagunita (1985); Helene de Garay, con una planta-sección para un condominio multifamiliar (sf); Antonio Ochoa, con el dibujo de una plaza para la Ciudad Universitaria (1985); Massimo Ruggiero y Víctor Artís, con la planta de la Capilla de la Universidad Metropolitana (1978-1985); Carlos Pou y Alejandro Pou, con un proyecto que recomponía una topografía para una escalera de servicio (1985); Ranier Sarache e Igor Finamore, con una sección para una iglesia en San Antonio de los Altos (1985); Francisco Sesto, con una interpretación abstracta para el edificio Kismet en Anaco (1978); Jesús Tenreiro, con un dibujo a color para un complejo de oficinas (1978-1982); Oscar Tenreiro, con el dibujo para una casa unifamiliar en La Lagunita (1985); y Rosángela Yajure con un dibujo para un kindergarten en San Agustín (1985).

4. Dos de las serigrafías que formaron parte de la muestra. Izquierda: Planta-sección para un condominio multifamiliar (sf) de Helene de Garay. Derecha: Sección para una iglesia en San Antonio de los Altos (1985) de Ranier Sarache e Igor Finamore.

Todas las interpretaciones gráficas contenidas en el catálogo de la muestra se complementaban con fotos de cada uno de los autores, dibujos a lápiz, croquis, imágenes de maquetas, fotos de la obra y dibujos arquitectónicos del proyecto al que pertenecían.

La iniciativa, que se llevó a cabo entre el 10 de abril y el 17 de mayo de 1986 en la “Galería Venezuela” adyacente al Consulado General de Venezuela ubicado en 7 east 51 st., Nueva York, abogaba por que se materializara la imperiosa necesidad de construir en Venezuela, entregando la responsabilidad a lo grafico de ser protagonista de la arquitectura que se desea, para así despertar esperanzas y oportunidades. De tal manera, la plataforma del Consulado logró servir de vitrina ante el mundo de una parte de la arquitectura venezolana apelando a la seducción de la imagen y a la sensibilidad estética, así como a la capacidad del dibujo arquitectónico de transformarse en una obra de arte.

Lamentablemente, el importante proyecto de la Nueva Galería de Arte Nacional nunca se construyó, quedando como testimonio el magnífico libro diseñado por Marta Sanabria y Catherine Goalard e impreso por Editorial Arte.

Por el contrario, otros proyectos que formaron parte de la muestra, como la Capilla de la Universidad Metropolitana de Ruggiero y Artís; el edificio Oriental Kismet de Francisco Sesto; la casa en La Lagunita de Oscar Tenreiro; el edificio de Ingeniería Metalúrgica de Gorka Dorronsoro o el Museo de los Niños de Domingo Álvarez ya habían sido construidos, tal y como reza en el catálogo.

5. Dos de las serigrafías que formaron parte de la muestra. Izquierda: Fachada de una casa en La Lagunita (1985) de Guillermo Frontado y Enrique Larrañaga. Derecha: Dibujo para un kindergarten en San Agustín (1985) de Rosángela Yajure.

Esta iniciativa que hoy hemos comentado evidencia la constante lucha del arquitecto por ver materializada su obra contra viento y marea en un país como Venezuela, donde la profesión sigue sin ser comprendida, donde construir ha derivado en destruir, y donde la importancia de la obra pública y su transcendencia en la ciudad siguen sin ser objeto de una justa valoración social, cultural y política.

“Graphics on Venezuelan Architecture, 1986. Silkscreens and drawings by Venezuelan architects based on recents projects and buildings” fue una muestra cargada de intenciones y deseos que ese mismo año se presentó en “The Octagon”, la sala de exhibición sede de la American Institute of Architecs (AIA) en Washington.

La exhibición en cierto sentido puede verse a la vez como la búsqueda de una oportunidad y como un reclamo, sobre una de las grandes tragedias que aún aqueja a la arquitectura venezolana: los proyectos no construidos. ¿Será posible calcular cuánto dinero se ha despilfarrado en los últimos 20 años en trabajos profesionales que no han alcanzado su culminación?

Treinta y siete años después de que se organizó esta exposición, la mayor parte de los arquitectos seguimos luchando por darnos a entender – la mayor parte de las veces sin éxito – y así tratar de convertir nuestros proyectos en obras, en un país que Jesús Tenreiro definió magistralmente como “pre-arquitectónico”.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 4 y 5. Catálogo de la exposición Graphics on Venezuelan Architecture 1986, Nueva York

2. Colección Crono Arquitectura Venezuela y Catálogo de la exposición Graphics on Venezuelan Architecture 1986, Nueva York

3. Cortesía de Oscar Tenreiro.