… que en 1966, hace 54 años, se termina la construcción del edificio “El Camarón”?
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“El Camarón”, proyectado en 1964 por el arquitecto Mario Breto (1934-2009 -FAU UCV, promoción 9/1959-) cuando apenas contaba con 30 años y 5 de graduado, es quizás uno de los edificios de Caracas más coherentes en cuanto a su resolución formal y que mejor responde a las condiciones del contexto donde hubo de insertarse.
Ubicado en la Av. Las Palmas con Av. Quito, Urbanización Los Caobos, Parroquia El Recreo. Municipio Libertador, “El Camarón” es sin duda un edificio que difícilmente puede pasar desapercibido. La polémica en torno a su particular forma curva y color vino tinto, a su caracterización, lejana de los imperantes preceptos racionalistas de la época en que se proyectó, junto a sus indudables aportes al espacio público, han provocado diversas reacciones dentro de la crítica arquitectónica nacional. Así, ya en 1969 Juan Pedro Posani en Caracas a través de su arquitectura dentro del capítulo titulado “El eclecticismo como sistema” emite comentarios tan elogiosos como: “Parece posible afirmar que este edificio es el de más calidad entre los edificios formalistas de Caracas”. Otro tanto ocurre con las apreciaciones que se incorporan en la nota que se le dedica en La vivienda multifamiliar/Caracas 1940-1970, libro publicado en 1983 por el Instituto de Arquitectura Urbana, donde se afirma. “Es difícil encontrar en Caracas otro edificio de apartamentos con la carga formal de El Camarón. La intención de utilizar una forma totalmente diferente de expresión en un momento, en que el racionalismo más estricto era la norma, lo convierte en una interesante excepción para la década de los sesenta”.
La calidad de la propuesta, producto de su coherencia formal y de la manera como enseña a comportarse responsablemente ante una esquina dentro de la ciudad, va de la mano con una clara intención por parte de su diseñador de asumir riesgos poco frecuentes. Dicha calidad incluye, además, la excelencia constructiva y el cuidado en los detalles que le otorgan a su dinámica volumetría un acabado impecable y sobrio.
Quizás sea aquí cuando valga la pena acotar que Breto aún más joven ya se había destacado (1961) a la hora de proponer, también de forma acertada, la respuesta urbana que se originó con el edificio “Los Aleros” ubicado en la Calle El Recreo entre Av. Casanova y Calle Humboldt, Bello Monte, lo cual nos habla de un arquitecto particularmente sensible a las variables de entorno a lo que se sumaba su preocupación (tal vez heredada de su padre) por aspectos constructivos ligados a un sentido práctico que buscaba establecer permanentemente relaciones entre el oficio y su realidad inmediata. Ello se verá una vez más confirmado cuando en 1981, tras proyecto realizado junto a Mariano Goldberg y Martín Padrón, se construyen las Residencias “Alarifes” (Calle Mirabal, urbanización Charavallito, Baruta), experimento orientado a diseñar en un mismo edificio 90 unidades de vivienda de interés social de diferentes áreas utilizando el sistema túnel. Por tanto, no es casual que Breto, quien también ejerció la docencia en la FAU UCV entre 1975 y 1999, lo haya hecho como profesor del Sector de Tecnología de la Escuela de Arquitectura.
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“El Camarón”, resuelto sobre una parcela de 1.700 m2, tiene 6.600 m2 de construcción, 28 apartamentos y dos pent house dúplex, y cuenta en su planta baja con locales comerciales. Su condición de edificación aislada, regida por un esquema simétrico en el que su masa construida denota la presencia canónica de una base, un cuerpo y un remate bien articulados, apela a la geometría curva, al uso frecuente de bandas continuas y a la repetición de elementos cilíndricos en escaleras, balcones, jardineras y muros para lograr la unidad del conjunto. La distribución de su planta de cuatro apartamentos, organizados linealmente en dos bloques autónomos de dos unidades cada uno, sigue el arco que describe la simetría del volumen sin que esta condición afecte una eficiente funcionalidad. Por su parte, la planta baja comercial goza de la protección necesaria que provee el volado de la terraza que marca la transición hacia los pisos superiores, y se integra sin dificultad a la plaza-podio en que se convierte la esquina del terreno, cuyo pavimento y demás dispositivos han sido diseñados acordes con las reglas que rigen toda la composición.
Juan Pedro Posani en un artículo aparecido en el Boletín del CIHE nº 6 (1966) colocó a “El Camarón” entre los ejemplos de lo que denominó “El eclecticismo criollo”, actitud caracterizada por una visión formalista de la arquitectura anclada en la búsqueda de lenguajes expresivos procedentes del pasado reciente. Este edificio denotaría, según dicha lectura crítica, un origen expresionista y mendelsohniano que le otorgaría, además, un cierto halo historicista. Otros se han aventurado a hacer desenfocadas comparaciones de «El Camarón» con la Casa Milá de Gaudí. En todo caso, sea como sea, el tiempo ha demostrado que, de la mano del talento, esta aparente adhesión ecléctica en principio negativa puede cobrar autonomía y que ha surtido en el caso de “El Camarón” un efecto altamente positivo tanto en lo arquitectónico como en lo urbano.
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“El Camarón”, también, forma parte de las obras que fueron incluidas en el artículo central de 26 páginas titulado “Venezuela”, que la revista inglesa Architectural Design (nº 8, volumen XXXIX, agosto 1969) dedicara a la arquitectura moderna en nuestro país, tras haberlo hecho de igual manera en su edición de febrero de 1956 (volumen XXVI). Allí el editor invitado, Walter Bor, arquitecto y planificador urbano, en su presentación de los diferentes textos incluidos, citando a Manuel Corao (Director de Planificación del Ministerio de Obras Públicas), destaca “los tremendos cambios que se han dado en Venezuela durante los mencionados 13 años. No tan sólo una explosión demográfica, sino profundos cambios en lo político, económico y social. Destacando que en lo político Venezuela está entre la republicas más democráticas de América del Sur”. A pesar de las cuestionables intervenciones de que ha sido objeto por sus ocupantes a lo largo del tiempo que afean hoy sus otrora limpias fachadas, y de las muestras claras de deterioro que presenta por falta de mantenimiento, “El Camarón” sigue allí como referencia recordándonos cómo se puede asumir desde una edificación aislada una ejemplarizante respuesta de lo que debe ser la ciudad.
ACA
Procedencia de las imágenes
1 y 2 izquierda. http://guiaccs.com/obras/edificio-el-camaron/
2 derecha. https://www.facebook.com/DOCOMOMO.VE/photos/a.158073844232654/2474982149208467/?type=3
3 y 4. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani, Caracas a través de su arquitectura, 1969
5. Colección Crono Arquitectura Venezuela