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1945• Grupo Escolar República de Chile, Barcelona

Grupo Escolar República de Chile Barcelona.jpg

1945•  Durante el gobierno del Presidente Isaías Medina Angarita se concluye la construcción, iniciada un año antes, del Grupo Escolar República de Chile, ubicado en un terreno de 2.000 m2 de la Av. 5 de Julio, cerca de la Plaza Bolívar y de las ruinas de la Casa Fuerte de Barcelona, estado Anzoátegui, proyectada para el Ministerio de Educación por el arquitecto Luis Malaussena.
El edificio educacional con 12 aulas, laboratorios, talleres, auditorio con escenario, biblioteca, cooperativa, enfermería, dependencias para la dirección, salón para profesores, todo ello rodeado de espaciosos jardines, tuvo como su director al educador Rafael Parabacuto.
En 1953, siendo director el profesor Jesús Rafel Figueredo, la institución fue elevada de categoría dentro del Ministerio de Educación.
En la década de los setenta personeros del gobierno local, interesados en la reutilización del terreno de 150 metros de frente y los 2.000 m2 que estaban magníficamente ubicados en el casco central de Barcelona, hacen que se tome la decisión de construir una nueva sede para el G. E. República de Chile en la Avenida Caracas, Barrio Cayaurima, la cual se concluyó y equipó en 1977, fecha en la cual se trasladó la institución educativa.
El abandono del edificio original hizo que empezara a sufrir deterioro y vandalismo, haciéndose evidente el interés en su demolición para sustituirlo por una edificación rental, hecho que no pudo evitarse no obstante los esfuerzos por salvarlo declarándolo Monumento Nacional, acción que fue obstaculizada por la propia Gobernación del Estado.

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 63

La Red Hotelera Nacional y en particular los edificios que fueron gestionados directamente por la CONAHOTU brinda, como ya habíamos adelantado en otra entrega (ver Contacto FAC, nº 25, 30-04-2017), la oportunidad de apreciar el estado de la arquitectura venezolana del momento en toda su amplitud, es decir, permite palpar el conjunto de los visos que ofrece su variada identidad. De aquí que las fuentes a ser interpretadas por los proyectistas de esas obras provengan tanto de lo tradicional o lo popular como de las corrientes dominantes en el ámbito internacional. Lo interesante es que se produjo casi siempre una traducción más que un simple traslado donde la oportunidad ofrecida por la temática, en lo que de recreo y ocio contiene, hizo que la mitigación de las condiciones climáticas enfrentada desde el funcionalismo se convirtiera en excusa para incluir recursos que imprimieran carácter a la experiencia.

1. Hotel Maracay. Vista del conjunto (circa 1960)

De entre los hoteles que se nutrieron con mayor claridad de lo que se estaba haciendo más allá de las fronteras nacionales, destacaremos en esta oportunidad el hotel Maracay (1955-57) de Luis Malaussena (Caracas,1900-Miami,1962), cuyo aviso aparecido en la contraportada del nº 1 de la revista Punto de 1961, delata que nos encontramos ante una instalación que se encontraba en pleno funcionamiento y promocionaba una de sus fortalezas: la diversidad de salones con los que contaba y su teatro ofrecidos como espacios para la celebración de reuniones, congresos, convenciones y actos sociales.
Maracay, capital del estado Aragua, durante la época de Gómez (quien, como se sabe, había fijado allí su residencia) se había convertido en el eje de la incipiente actividad turística que se comenzaba a desarrollar en el país impulsada fundamentalmente por el Estado. Allí se construyeron el primer hotel Maracay en 1919 y el Hotel Jardín en 1929. Este último, proyectado por Carlos Raúl Villanueva recién llegado de París, considerado por Ciro Caraballo como la «joya de la corona de la hotelería gomecista», lección de lo que debe ser el comportamiento de una instalación de este tipo en el trópico y del respeto por el trazado original de la ciudad, se mantuvo en funcionamiento prácticamente hasta finales de la década de los 50 del siglo XX, sufriendo en el intervalo importantes modificaciones tendientes a su modernización, que lo llevaron en 1939 a tener hasta 115 habitaciones. En 1952 se plantea para este hotel una nueva actualización y ampliación, pero al año siguiente se toma la decisión, desde la recién creada Dirección de Turismo del Ministerio de Fomento, de construir una nueva y moderna instalación adaptada a las exigencias del turismo internacional.
Es al arquitecto que proyecta el “nuevo” hotel Maracay que se inaugura en 1957, Luis Malaussena, al que también se se encargó la remodelación del Hotel Jardín para convertirlo en la sede de la Gobernación del Estado, uso que conserva hasta ahora.

2. Hotel Maracay. Vista de las fachadas sur y este del edificio de habitaciones

Así pues, el Maracay (1955-57) pasó a ocupar el último eslabón de una cadena que le otorgaba a esa ciudad un curioso privilegio dentro del desarrollo del turismo en el país. De allí que se pensara desde el principio en un hotel en grande para el cual se destinó un enorme terreno flanqueado por colinas ubicado en el sector Las Delicias de esa ciudad y se programaran 132 habitaciones, 25 suites, una suite presidencial, 6 salones de conferencias, 2 salones ejecutivos, un teatro, área para comercios, además de las áreas de servicios, sociales y recreativas contemplando estas últimas la piscina con sus áreas de apoyo, canchas de tenis, caballeriza y un campo de golf de 18 hoyos. Es decir, un establecimiento cinco estrellas por todo lo alto.

3. Hotel Maracay. Vista de la facahada sur

Para la época en que realizó el proyecto, Malaussena ya había contratado como colaboradores en su oficina a tres jóvenes arquitectos alemanes: Federico Beckoff, Klaus Heufer y J.P. Jebens (quienes participaron también en el diseño del hotel Guaicamacuto -posteriormente Macuto Sheraton- en el Litoral Central y del Círculo Militar en Caracas), quienes tuvieron mucho que ver con el cambio en los patrones lingüísticos que este hotel presenta dentro de su trayectoria caracterizados, como se sabe, por la impronta de la tradición académica. En efecto, el Maracay es resuelto dentro del privilegiado lugar que se le asignó, con el atractivo de ser un hotel citadino con las ventajas suburbanas que ofrecía el poder practicar el golf y los deportes ecuestres, basado en la tipología predominante en aquellos años que se complementaba con el uso de los códigos propios del Estilo Internacional.

4. Hotel Maracay. Dibujo axonométrico

Así, la articulación volumétrica entre un bloque compacto claramente rematado que pareciera estar suspendido sobre una base que se extiende con libertad sobre el terreno, gobierna una composición que además denota dos caracterizaciones totalmente diferentes: por un lado las pretensiones de estar a tono con lo internacionalmente correcto del cuerpo que contiene las habitaciones, a doble crujía con pasillo central, cuyas fachadas principales (norte-sur) han sido resueltas recurriéndose al muro cortina (curtain wall) y, por el otro, la frescura con que se amarran los volúmenes que conforman la base, donde se desarrollan con generosidad y proyección futura las áreas sociales, recreacionales y de servicio, a través de un sistema de variados elementos de circulación que, además de colaborar en la definición de diversas zonas dentro del conjunto, permiten apreciar las particulares condiciones ambientales del lugar.

5. Hotel Maracay. Corredor sobre la piscina

Mimetismo cosmopolita, contundencia, pesadez y pureza volumétrica en la imagen institucional versus tropicalidad, ligereza y movimiento en el disfrute de los niveles inferiores son categorías útiles para resumir la doble lectura que el hotel Maracay ofrece, lectura que los murales nacionalistas de Pedro Centeno Vallenilla con que se decoran las áreas sociales, aunque nos ubican también en la época, no hacen sino confirmarla.

Hotel Maracay. Vista del conjunto (año 2010)

Resumiendo, podríamos decir que la caracterización del edificio y su adecuación al programa y al sitio, dos de los aspectos que la formación academicista de Malaussena exigía, se logran a cabalidad aún así sea mediante la asunción en parte de un complaciente lenguaje contemporáneo muy próximo, por otro lado, a la imagen que el país pretendía mostrar. El hotel Maracay, como muchos otros de los que administró la CONAHOTU, sufrió con el tiempo los embates de la desidia gubernamental, la cual se tradujo en mala administración, descuido e incapacidad para mantener unas instalaciones de primera que en cualquier parte del mundo serían un negocio sustentable. Su dramático deterioro derivó en su cierre temporal hasta que el año 2015 se firma un convenio con la cadena hotelera internacional Marriot, que ha permitido acometer su remodelación y rescate, albergándose la esperanza de que el ahora llamado «Hotel Golf Maracay» pueda abrir de nuevo sus puertas próximamente. Sin entrar en detalles sobre su discutible intervención, esperamos sinceramente que así sea.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Revista Punto, nº1, enero 1961

1. https://twitter.com/marketingmcy/status/1180453508010713088

2, 4 y 5. Lasala S.; Malaussena. Arquitectura académica en la Venezuela moderna, 1990

3. EXPOSICIÓN: KLAUS HEUFER, ARQUITECTO: Arqueología de la modernidad. Rafael Pereira Escalona. B.O.D Centro Cultural. Caracas

4. https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Hotel_Maracay.jpg

CONCURSOS DE ARQUITECTURA EN VENEZUELA

Pabellón de Venezuela para la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937

1. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Perspectiva del anteproyecto

Si bien no tenemos certeza de que haya sido el primero que se dió en nuestro país, ni de que se tratara realmente de un concurso tal y como se desarrolla esa modalidad en la actualidad, lo cierto es que para la realización del proyecto del pabellón venezolano que nos representaría en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París de 1937, el Ministerio de Obras Públicas solicitó a los jóvenes Carlos Raúl Villanueva y Luis Malaussena, funcionarios a la sazón de dicho ente gubernamental, la elaboración de sendas propuestas sobre lo que podía ser el edificio entre las cuales se seleccionaría la definitiva.

2. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Fachada de la proposición alternativa

El hecho de que la Exposición se realizara en París convertía a ambos arquitectos en curiosos protagonistas ya que los dos habían desarrollado sus estudios profesionales allí: Villanueva en la École des Beaux-Arts y Malaussena en la École Spéciale d’Architecture. También lo fue el hecho de que por vez primera se proyectaba un pabellón de estas características en Venezuela por arquitectos venezolanos, más allá de las particulares connotaciones extranjerizantes de la formación académica de sus autores.
Hacía sólo año y medio que había fallecido Juan Vicente Gómez por lo que le correspondió al gobierno de Eleazar López Contreras, a través del Ministerio de Fomento, asumir el compromiso de llevar adelante la realización de la obra, en medio de los esfuerzos que apuntaban a modernizar el país tras la muerte del “benemérito”, ya con el petróleo como motor principal de la economía y en pleno proceso de transición hacia la apertura de las libertades individuales y políticas.
Para aquel entonces había estallado la Guerra Civil Española, Hitler era canciller de la amenazante Alemania nazi y Stalin el hombre fuerte de una expansionista Unión Soviética, hechos que sin duda repercutieron en el tenso ambiente que se vivió en la exposición parisina, en medio de una Europa que se encaminaba a la Segunda Guerra Mundial.

3. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Vista del acceso

De las propuestas elaboradas por Villanueva y Malaussena se escoge, con la anuencia del arquitecto jefe de la exposición, monsieur Greber, sin que aún sepamos a ciencia cierta a quien perteneció, una plenamente inscrita dentro del estilo que para la época se había difundido a lo largo del continente y específicamente en las obras tanto públicas como privadas del país: el “neocolonial”, corriente no exenta de eclecticismo que se aleja del historicismo importado de Europa y fija su inspiración en el patrimonio cultural “nacional”.
Desde ese momento, el proyecto del pabellón es desarrollado a cuatro manos por lo que definitivamente la autoría se entiende compartida. En el diseño del edificio se hacen presentes en significativa mezcla techos inclinados de teja y palma (usados en el remate cónico del volumen cilíndrico principal, como cubierta de los elementos de conexión y circulación y en los aleros de protección), y techos planos (en la cubierta de los cuatro prismas que junto al cilindro dan fuerza a la composición) lo cual, junto al uso de formas puras, evidencia un intento claro de poner a dialogar tradición y modernidad a través de los valores que se han detectado dentro de la austera, sencilla y honesta arquitectura colonial venezolana.

4. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Planta

El esquema compositivo está estructurado con base en una clara axialidad que cuenta como elemento organizador un patio central en torno al cual se disponen los diversos volúmenes, articulados de acuerdo a la sintaxis académica y ornamentados asumiendo una interpretación libre y poco rigurosa de los referentes originales. Recursos tales como la utilización de una portada neobarroca rematada con el escudo nacional para enfatizar el acceso, a través del volumen cilíndrico de dos pisos que encabeza la composición, y de ventanas dobles con «poyo» y rejas de madera como elemento repetido en las diversas fachadas, dan cuenta de las licencias que se dan los autores. Los resabios de la formación parisina de ambos saltan, pues, a la vista.
El edificio, en cuanto a su adaptación al entorno, ofrece la doble virtud de sentirse proporcionado, sin rimbombancias, al importante lugar dentro de los Campos de Marte que le tocó ocupar y de dar la sensación de parecer más grande de lo en realidad es. Su adecuación al carácter que la representatividad le imponía se logra siguiendo casi al dedillo las recomendaciones de Guadet. Mucho tiene que ver en todo ello la agradable escala del patio central en torno al cual se estructura la composición.

5. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Patio interno

Afirmar que esta pieza es reflejo del proceso de modernización que vivía Venezuela sería una exageración. La sensación transmitida por el edificio de que aún éramos un país provinciano, tranquilo y no sometido a los traumáticos embates sufridos por las potencias europeas, quizás fue lo que colaboró en gran medida a que se le otorgara a sus arquitectos un Diplome de Grand Prix . Moderno, emblemático y vanguardista si será el pabellón español, encargado por la República a Jose Luis Sert y Luis Lacasa, que albergó el desgarrador reclamo por el bombardeo de Guernica que Picasso convirtió en obra maestra de la pintura universal y también permitió que se luciera en su exterior una pieza de un joven escultor norteamericano de nombre Alexander Calder.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2 y 4. Hernández de Lasala, Silvia. Malaussena. Arquitectura Académica en la Venezuela moderna,, 1990

3. https://entrerayas.com/2020/06/recreacion-del-pabellon-venezolano-en-la-feria-internacional-de-paris-1937/

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela

1946• Grupo Escolar República de Nicaragua, San Felipe, Yaracuy

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1946•  Durante el desempeño de Héctor Blanco Fombona como Gobernador del Estado Yaracuy, el Gobierno Nacional concluye la construcción y se crea el 16 de noviembre de 1946 el Grupo Escolar “República de Nicaragua», ubicado en pleno centro, en el Barrio Zumuco, calle 10 (actualmente Avenida Caracas), San Felipe, estado Yaracuy.
Esta hermosa edificación escolar proyectada para el Ministerio de Educación Nacional por el arquitecto Luis Malaussena (UCV revalida 1945), fue designada patrimonio cultural nacional por parte del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) en el lapso 2003-2005.

HVH

1944• Grupo Escolar Estado Carabobo, Trujillo

 

Grupo Escolar Estado Carabobo Trujillo.jpg

1944•  Se concluye la construcción del Grupo Escolar Estado Carabobo, en la ciudad de Trujillo, estado Trujillo, diseñado por el arquitecto Luis Malaussena.
En el terreno utilizado para la construcción del edificio escolar, cuya extensión es de una manzana, frente a la Plaza Sucre y rodeado por la calle Sucre, la avenida Independencia y la avenida Bolívar, había existido un convento franciscano fundado en 1575, destruido por un terremoto en 1894. Luego fue ocupado por el Teatro Sucre y un cuartel militar, hasta el momento de la construcción del grupo escolar.

HVH

1945• Grupo Escolar República Dominicana, El Tocuyo

Grupo Escolar República Dominicana El Tocuyo.jpg

1945•  Se concluye la construcción y se inaugura con motivo del cuatricentenario de la ciudad de El Tocuyo, estado Lara, el Grupo Escolar República Dominicana, diseñado un año antes por el arquitecto Luis Malaussena.
Esta edificación escolar, programada y ordenada su construcción por el presidente Isaías Medina Angarita, fue construida bajo administración directa con la supervisión del ingeniero Carlos M. González Uban.
Puesta en servicio el 11 de diciembre de 1946 e inaugurada por el Ministro de Educación Luis Beltrán Prieto Figueroa. Los primeros directivos fueron los profesores Rafael Arriaga y Carmen de Lara,
El edificio, de acuerdo a la usanza del momento, está compuesto de dos escuelas primarias enteramente independientes, una para varones y otra para hembras, con capacidad total de 300 alumnos. Además, cuenta con espacios para la Dirección, biblioteca, laboratorio, taller de manualidades, auditorio para 200 personas, depósitos y la residencia para el director.
Gracias a los materiales y la tecnología con que fue construido el grupo escolar (estructura de concreto armado, ladrillos de arcilla, cubiertas de madera con tejas criollas), el edificio resistió el terremoto de 1950, que causó mucho daño en El Tocuyo.

HVH