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NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

PERMANENCIAS EN LA ARQUITECTURA DE JAMES STIRLING

(Permanencies in the architecture of James Stirling)

José María Silva Hernández-Gil

Fundación Arquia

2024

Idioma: español/inglés

Sinopsis

La obra del británico James Stirling (1924-1992) representa uno de los mejores registros de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX, del periodo ideológicamente convulso y formalmente conflictivo que abarca desde la crisis moderna hasta la consolidación y posterior caída de la posmodernidad. Un tiempo que sus formas, cambiantes y coyunturales, fueron capaces de capturar, confirmando la indudable importancia histórica y cultural de su arquitectura, si bien, aparentemente, a expensas de su capacidad para influir sobre la práctica arquitectónica contemporánea. Permanencias en la arquitectura» de James Stirling es una investigación que pretende contradecir este supuesto, que indaga en los términos que hacen posible la extraordinaria variedad y brillantez de su trabajo, pero aceptando la incoherencia estructural de la misma. Se identifican para ello los conceptos, herramientas y mecanismos proyectuales que, matizados o manipulados, se emplean de manera constante a lo largo de las cuatro décadas que abarca su carrera y que constituyen la metodología con la cual el arquitecto se enfrenta a un contexto de duda. Esta metodología que se revela, por encima de sus formas, como la aportación fundamental de Stirling al desarrollo de la cultura arquitectónica de su tiempo, anticipando y definiendo los términos ‘de nuevo’ en que se producirá la revolución posmoderna. Estos términos siguen hoy, aunque no lo creamos, de plena vigencia.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

DESDE ADENTRO

La construcción de la historiografía de la arquitectura colonial americana

Ramón Gutiérrez

CEDODAL/Soluciones GeoEspaciales

2025

Breve reseña

Libro autobiográfico, en el que el reconocido docente e investigador argentino Ramón Gutiérrez (Buenos Aires, 1939), narra y resume su trayectoria dedicada durante los últimos 60 años a la Historia de la Arquitectura y el Urbanismo, tomando como excusa un tema que ha formado parte de su línea de trabajo (La construcción de la historiografía de la arquitectura colonial americana), del cual ha sido tanto testigo como protagonista y del cual hoy pretende ser un cronista.

Como el propio Gutiérrez señala en la Introducción: “En este trabajo trato de recuperar una parte importante de los aportes de quienes fueron los historiadores protagonistas de estos avances del conocimiento y las sucesivas miradas que ellos tuvieron a través del tiempo. Si bien todos -y me incluyo sin ninguna duda- hemos sido beneficiados por los trabajos de quienes nos precedieron generacionalmente, la construcción del cuerpo de conocimiento fue creciendo y evolucionando desde diversos aportes y enfoques. Las sucesivas miradas generaban nuevas perspectivas que podían privilegiar rasgos diferenciados en la valoración de las obras. Si bien a esto es posible analizarlo a partir de la impronta de cada uno de los historiadores, es también notorio que hubo grupos de investigadores que se articularon perfilándose de manera diferenciada sobre los temas y las propias obras”.

Para llevar a cabo su aproximación Gutiérrez acudió a fuentes primarias muy poco frecuentadas, como la correspondencia entre los historiadores, y a las vinculaciones de algunos de ellos con los textos disponibles en sus bibliotecas. En tal sentido, más allá de atisbar aspectos metodológicos y abrir interesantes campos indagatorios, afloran a cada paso las dificultades que todo investigador latinoamericano se encuentra a la hora de emprender trabajos de esta naturaleza.

“Es preciso también hacer la aclaración de que este trabajo está desbalanceado en una visión del conjunto del vasto territorio americano en atención a las fuentes documentales que hemos podido consultar. Ellas mantienen grados diversos de calidad y cantidad, y por ende somos conscientes de que este tipo de trabajo podrá complementarse consultando otras fuentes documentales similares a ellas que hoy no están a nuestro alcance. A la vez, en mis trabajos de investigación he recorrido temas de arquitectura y urbanismo de los siglos XIX, XX y XXI, de manera que lo colonial ha sido solamente una parcela de mis estudios”, señalará Gutiérrez.

En cuanto a la estructura del libro, Gutiérrez puntualiza: “Para facilitar un cierto deslinde de los centros de atención del tema, nos ha parecido adecuado compartimentar en cuatro períodos el proceso de análisis de la evolución de la historiografía. Esto correspondería con una etapa que denominamos de ‘Los Precursores’ y que abarcaría de 1900 a 1940. Una segunda etapa sería la de ‘Consolidación de una lectura abarcante’ que llevaría de 1940 a 1960. La tercera etapa sería la de ‘Las irrupciones metodológicas’ entre 1960 y 1980, y finalmente la del ‘Deslinde de nuevas miradas entre 1980 y el 2000. Obviamente, no se trata de fechas rígidas, sino que ellas marcan en general puntos de inflexión aproximados en los centros de interés de cada período. Cada una de estas fases tiene sus propios ejes de caracterización que ayudan a ver la continuidad de propuestas, la superación de algunas de ellas y el surgimiento de nuevas opciones que van consolidando el proceso historiográfico”.

En cuando a la aproximación al objeto de estudio, Gutiérrez subrayará: “Como he insistido en diversas oportunidades, trataré de ver los temas desde nuestra realidad americana, sin dejar de reconocer que muchos de los colegas que conforman esta historiografía, tanto europeos como americanos, los han mirado desde las atalayas europeas. Creo que esta circunstancia enriquece la posibilidad de confirmar uno de los cambios esenciales en la mirada historiográfica del siglo XXI”.

El autor

Ramón Gutiérrez (Buenos Aires, 1939). Arquitecto por la Universidad de Buenos Aires en 1963. Investigador de los temas de Historia de la Arquitectura y Conservación del Patrimonio. Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina (jubilado). Académico de Número de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Nacional de Bellas Artes, además de miembro correspondiente de Argentina en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). Docente en diversas universidades e institutos de España, Italia, Portugal y América. Profesor Honorario de las Universidades de Chile, Nacional de Ingeniería y Ricardo Palma de Lima, y de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa – en el Perú- y de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina. Miembro honorario de los Colegios de Arquitectos de Perú y Chile. Recibió, en 1995, el Premio América, de Historia y Crítica de la Arquitectura, otorgado en el VII Seminario de Arquitectura Latinoamericana (SAL), en São Paulo (Brasil). Ha obtenido el Premio Nacional a la Trayectoria en Arquitectura otorgado por el Fondo Nacional de las Artes (2003), y la Mención de Profesor Extraordinario con Distinción de Académico Ilustre por la Universidad Nacional de Mar del Plata (2004), así como el Premio CICOP a la trayectoria en Conservación del Patrimonio (2007). Desde hace más de 40 años es consultor de la UNESCO en temas de Patrimonio Cultural de Iberoamérica. Es Doctor Honoris Causa por las Universidades Ricardo Palma, de Lima (Perú), y de Tucumán (Argentina) (2007). En 2011 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. A lo largo de su trayectoria ha colaborado para distintas universidades americanas y españolas, y ha dictado cursos, conferencias y clases en numerosas universidades de Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Colombia, México, Ecuador, Estados Unidos, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Guatemala, España e Italia, formando parte del colegio docente del Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo de Olavide desde 2002. Con más de 300 artículos publicados y 198 libros y folletos, es fundador y director de la revista Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) y del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana, CEDODAL. Buenos Aires.

ACA

65 AÑOS DE UN LIBRO DE REFERENCIA

1. Portada y contraportada de la edición del año 2002 en inglés de The image of the city (La imagen de la ciudad) de Kevin Lynch.

The image of the city

Kevin Lynch

The MIT Press

1960

Si afirmamos que The image of the city (La imagen de la ciudad) del planificador urbano y profesor universitario estadounidense Kevin Lynch (1918-1984), es uno de los libros más relevante de cuantos se publicaron en la segunda mitad del siglo XX, no estaríamos exagerando. Su novedoso enfoque, que impulsó y perfiló la naciente disciplina del diseño urbano desde coordenadas distantes y críticas a las propugnadas por los postulados urbanísticos del Movimiento Moderno, los cuales mostraron enormes limitaciones para servir de guía tanto en la reconstrucción de la ciudad europea durante la posguerra, como en la planificación del crecimiento de las grandes urbes norteamericanas tras la gran depresión, lo convirtieron, junto a sus contemporáneos Townscape (El paisaje urbano) de Gordon Cullen y The Death and Life of Great American Cities (Muerte y vida de las grandes ciudades americanas) de Jane Jacobs (ambos publicados en 1961), en ejemplo de una nueva forma de entender y percibir las ciudades, paso previo necesario a la intervención en ellas.

2. Dos libros contemporáneos con The image of the city que compartieron las mismas preocupaciones con respecto al fracaso del urbanismo propiciado por el Movimiento Moderno como guía para la reconstrucción europea.

Los tres textos, valga decirlo, a pesar de tener muchos rasgos en común en sus observaciones, críticas y propuestas, tienen puntos de partida muy diferentes, destacando en el caso de Lynch, la asimilación del paisaje urbano desde su comprensión visual mostrando la ciudad formada por una serie de elementos cuya percepción es básica en la configuración de la experiencia y la memoria de quienes la habitan.

3. Los integrantes del Team 10 en el CIAM XI de Otterlo (1959), el último de los eventos de este tipo. En la foto Peter y Alison Smithson de pie a la izquierda con Voeckler, Candilis y Bakema sosteniendo la pancarta que decreta la muerte de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna. Aldo Van Eyck y Blanche Lemco se asoman por debajo.

Cullen, Jacobs y Lynch, a su vez, muestran una asombrosa sintonía con los planteamientos de un grupo de jóvenes arquitectos conocido como el Team X (Team Ten, Team 10 o Team Diez) que, liderados por Aldo Van Eyck y los Smithson (Alison y Peter), había comenzado a desafiar el enfoque urbanístico predominante en los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) desde su creación en 1928. De tal manera, a partir de su primera presencia en la reunión celebrada en 1953 (realizada en Aix-en-Provence) y luego de tomar en 1956 (Dubrovnik) las riendas de dichos eventos, los integrantes del Team X los conducirían a su disolución definitiva en 1959 cuando se celebró el último en Otterlo. Quienes componían el Team X, proponían en sus manifiestos una nueva sensibilidad hacia el espacio y su relación con el usuario, coherente con la influencia que las ciencias sociales adquirían en aquel momento y, pese a la diferencia de intereses, mostraban intenciones comunes con las investigaciones de Lynch en la medida que buscaban desdibujar los límites tradicionalmente establecidos entre la arquitectura y el urbanismo, y se daban pasos hacia una nueva sensibilidad dirigida a incorporar las cualidades y valores del ser humano. En ambos casos, se afirma que dicha condición debe adquirir cada vez más presencia y ser asumida por cualquier planteamiento, técnico o artístico, dirigido a proyectar los lugares en que se desarrolla la vida.

La aproximación de Lynch al fenómeno urbano ligada a su tarea como investigador y docente en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que tendrá en La imagen de la ciudad su más importante manifestación, debe revisarse a la luz de sus antecedentes y formación.

Nacido en Chicago (crisol del urbanismo estadounidense), en el seno de una familia de ascendencia irlandesa el 7 de enero de 1918, Lynch era el menor de tres hermanos. “Creció en una zona étnicamente mixta y modestamente acomodada del norte de la ciudad. Educado primero con tutores privados y luego en la escuela primaria católica del barrio, Kevin siguió a sus dos hermanos a la Francis W. Parker, una escuela secundaria laica con un currículo progresista que animaba a los estudiantes a reflexionar sobre el mundo que los rodeaba. Significativamente, en una época de depresión económica, esto incluía la reflexión sobre cuestiones sociales. Más tarde, atribuyó su experiencia escolar al factor decisivo que lo interesó por la arquitectura y la filosofía, y a su interés permanente por los entornos humanos y la justicia social”, recogemos del capítulo dedicado a Lynch en Key thinkers on space and place de John R. Gold (2012), quien se apoya a su vez en “Kevin Lynch: his life and work” texto publicado en City Sense and City Design: Writings and Projects of Kevin Lynch, editado por sus discípulos Tridib Banerjee y Michael Southworth en 1990.

4. La Francis W. Parker School de Chicago donde Kevin Lynch de graduó de bachiller.
5. Taliesin Spring Green, Wisconsin donde Lynch cursó con Frank Lloyd Wright durante los años 1937-38.

Después de graduarse de la Francis Parker School en 1935, en Wikipedia encontramos que “Lynch se matriculó en la Universidad de Yale con la intención de estudiar arquitectura. Al encontrar su pedagogía demasiado conservadora, se fue a estudiar con Frank Lloyd Wright en Taliesin Spring Green, Wisconsin. Lynch declaró más tarde que Wright fue una gran influencia, pero no estaba de acuerdo con su filosofía social individualista. Dejando a Wright después de un año y medio, se matriculó en el Rensselaer Polytechnic Institute en Troy, Nueva York para estudiar ingeniería en 1939, pero no completó el programa y fue a trabajar para el arquitecto de Chicago Paul Schweikher. En 1941, Lynch se casó con Anne Borders, una compañera graduada de la Parker School. (…) Tres semanas después de su boda, Lynch fue reclutado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, sirviendo en el asedio de Peleliu, Filipinas y Japón hasta enero de 1946. Después de la guerra, completó su educación universitaria en el MIT y recibió una licenciatura en planificación urbana en 1947”. Esta sería su única titulación, ya que nunca realizó estudios de posgrado pese a que participó en algunos de ellos como parte del cuerpo docente en el Departamento de Planificación Urbana y Regional del MIT.

6. The MIT School of Architecture and Planning.

El camino que conduciría a la elaboración de La imagen de la ciudad, estaría precedido por su contratación, luego de trabajar recién graduado para la Comisión de Planeamiento de Greensboro (Carolina del Norte), para ocupar un puesto como docente en el MIT en 1948 llamado por Lloyd Rodwin. Luego se convertiría en profesor asistente (1949), profesor asociado titular (1955) y profesor titular (1963) hasta su jubilación en 1978. Posteriormente, se dedicó a la consultoría a través de la firma que fundó con su colega Stephen Carr (Carr, Lynch and Associates). Sin embargo, mantuvo sus vínculos de investigación y docencia con el MIT hasta su repentino fallecimiento en julio de 1984.

Su estabilidad laboral en el MIT le permitió, más allá de algunas divagaciones iniciales, fijar ya desde 1950 los temas que conformarían el norte de su senda investigativa y que iría retomando continuamente a lo largo de su carrera.

Sin embargo, un notable impacto se originó cuando Lynch tuvo la oportunidad de viajar a Europa durante el año académico 1952-53, principalmente a Florencia, para estudiar la forma urbana gracias a una beca otorgada por la Fundación Ford. Ello “le permitió desarrollar una profunda apreciación de la importancia del lugar dentro de una ciudad, idear principios de notación para registrar sus observaciones y reflexionar sobre la naturaleza de la forma urbana. Esta fascinación constante por la forma urbana lo condujo a un programa de investigación de cinco años, financiado por la Fundación Rockefeller (el cual inaugurarán y del cual también se beneficiarían Jane Jacobs, Edmund Bacon y Christopher Alexander, entre otros), que Lynch codirigió con Gyorgy Kepes, fundador y director del Centro de Estudios Visuales Avanzados del MIT. Iniciado en 1954, el objetivo era emprender una ‘investigación dirigida al desarrollo de un concepto teórico de la forma de la ciudad… y proporcionar los criterios y técnicas fundamentales para concebir, expresar y controlar nuestro entorno perceptivo’. Sin embargo, el énfasis se invirtió a medida que el proyecto maduraba. Para 1958-9, se había convertido en ‘una investigación sobre la percepción individual del paisaje urbano… la imagen que los habitantes y los viajeros tienen de la ciudad, y el uso de las señales y símbolos en el paisaje urbano’. El objetivo de este trabajo era ‘el desarrollo de nuevas posibilidades y principios de diseño para la ciudad’”, acotará el ya citado John R. Gold en Key thinkers on space and place.

7. Kevin Lynch (izquierda) y Gyorgy Kepes (derecha) fueron beneficiados con el otorgamiento de una beca por parte de la Fundación Rockefeller de cuya investigación se derivaría la publicación de La imagen de la ciudad.

Así, luego de haber publicado en 1954 en Scientific American “The form of cities” (La forma de las ciudades), Lynch en 1958 redactaría con Lloyd Rodwin un ensayo titulado “The theory of urban form” (La teoría de la forma urbana) donde la ciudad se describe a través de la complementariedad de dos sistemas -flujos y espacios adaptados- interpretados a partir de un grupo de categorías descriptivas de la forma urbana. La investigación de Lynch y Kepes fue publicada en 1960 como The image of the city (La imagen de la ciudad).

8. Páginas interiores de la versión en castellano publicada por Gustavo Gili (1ª edición, 8ª tirada, 2008) de La imagen de la ciudad.

El libro en sí, en lo que se refiere a su primera edición en inglés, fue lanzado por The MIT Press en formato de 20×13,2 cms y tuvo 194 páginas. El formato se aproxima al de un manual donde el texto adquiere el valor principal, ilustrado con algunos planos y fotografías en blanco y negro. La composición gráfica de sus páginas se realiza con amplios márgenes, que permiten incluir esquemas para acompañar y fijar mediante trazos sencillos las ideas que se desarrollan en los distintos capítulos.

Con el apoyo de la excelente reseña publicada en la versión digital de la revista Proyecto Progreso Arquitectura, nº 19 (Universidad de Sevilla, 2018), escrita por José Manuel López–Peláez, podemos señalar que “El libro de Lynch se ordena mediante un prólogo al que siguen cinco capítulos que presentan las cuestiones principales y tres apéndices, incluyendo una extensa bibliografía. Su exposición avanza desde unos principios más generales y analíticos hasta los planteamientos prácticos, dirigidos de forma concreta a determinados aspectos del diseño urbano. Sin embargo, el interés que producía el libro cuando llegó a los que entonces éramos estudiantes de arquitectura consistía en la originalidad de su enfoque, tan diferente de las publicaciones sobre urbanismo hasta entonces al uso. Aquí se planteaban de forma distinta las relaciones entre la ciudad y sus habitantes, partiendo de una nueva comprensión de las condiciones de diseño desde un enfoque humanista hasta entonces inédito”, lo cual reafirma las ideas que expusiéramos al principio de esta nota y nos permite constatar su plena vigencia.

9. Páginas interiores de la versión en castellano publicada por Gustavo Gili (1ª edición, 8ª tirada, 2008) de La imagen de la ciudad.

Por otro lado, a riesgo de repetirnos, es importante subrayar que el libro producto de la investigación desarrollada junto a Kepes (a quien Lynch dedica unas sentidas palabras en el Prólogo) versa sobre cómo los observadores asimilan la información de la ciudad o, en otras palabras, en la imagen mental que los ciudadanos extraen de ella que se traduce en su “legibilidad” y la capacidad de orientación que los habitantes desarrollan en ella.

Tomando como ejemplo tres ciudades estadounidenses (Boston, Jersey City y Los Ángeles), Lynch planteó que los usuarios comprendían su entorno de forma consistente y predecible, creando mapas mentales con cinco elementos:

10. Páginas interiores de la versión en castellano publicada por Gustavo Gili (1ª edición, 8ª tirada, 2008) de La imagen de la ciudad.

Sendas (path), que no son otra cosa que los caminos, calles, aceras, senderos y otros canales en los que la gente viaja ya sea a pie o en vehículo; Bordes (edge), límites percibidos como muros, edificios y costas. No son importantes como las sendas en el sentido de que no se pueden recorrer, pero sí que juegan un papel esencial en la orientación urbana; Barrios (district) o distritos, secciones relativamente grandes de la ciudad que se distinguen por alguna identidad o carácter; Nodos (node), puntos focales, intersecciones o loci; y Mojones (landmark) o hitos, objetos fácilmente identificables que sirven como puntos de referencia externos en los que el habitante no puede entrar, pero sí usar para orientarse.

Allí, Lynch también acuñó el ya mencionado término “legibilidad” (cualidad visual especifica del paisaje urbano, o “facilidad con que pueden reconocerse y organizarse sus partes en una pauta coherente”); y el de “imaginabilidad” (conjunto clave de elementos físicos que las personas utilizan para comprender el entorno, orientarse en él y asignarle significado). Valga recordar que los cinco elementos del entorno construido detectados por Lynch son interdependientes y se superponen: es su combinación la que proporciona la imagen general de una ciudad. 

11. Izquierda: Portada de la primera traducción al castellano de La imagen de la ciudad (Ediciones Infinito, 1966). Derecha: Portada de la primera edición hecha en España de La imagen de la ciudad (Gustavo Gili, 1984)

La traducción al castellano de La imagen de la ciudad no se realizó sino hasta 1966 cuando Ediciones Infinito (Buenos Aires), con traducción de Enrique Luis Revol, lo incluyó en su Biblioteca de Planeamiento y Vivienda.

Por otro lado, “La primera edición española de La imagen de la ciudad no aparece hasta 1984, año en que la publica Gustavo Gili (Barcelona) con un formato adecuado y cercano en su aspecto a las intenciones de la publicación americana original, utilizando la traducción del texto que realizó Ediciones Infinito. El libro ha tenido sucesivas reediciones hasta 2014, todas ellas actualmente agotadas, por lo que esta misma editorial lo ha vuelto a publicar recientemente, aunque en un formato mayor, más rígido y con fotografías viradas a color, renunciando así al atractivo carácter de manual propio de las versiones anteriores”.

En el blog Apuntes sobre la ciudad (Antropología urbana y smart cities) nos recuerdan cómo, ante los grandes nudos viarios de autopistas tan de moda durante los años 1960 en Estados Unidos y que estaban desgarrando el tejido social de las ciudades con la excusa de facilitar el tráfico, de los cuales Robert Moses (el influtente planificador y funcionario que trabajó principalmente en el área metropolitana de Nueva York, cuyas decisiones priorizaron la construcción de autopistas por encima del uso del transporte público) fue paladín, “Carlos García Vázquez afirmaba que los dos ‘Davides’ que acabaron con el ‘Goliath’ Robert Moses fueron Jane Jacobs, moralmente con el ya citado Muerte y vida de las grandes ciudades, y Kevin Lynch científicamente con La imagen de la ciudad«.

Nota

Dentro de su extensa bibliografía, son siete los libros publicados en vida por Kevin Lynch:

11. Los siete libros publicados en vida por Kevin Lynch.
  • Lynch, K. (1960) The Image of the City. Cambridge, MA: MIT Press.
  • Lynch, K. and Hack, Gary (1962) Site Planning, Cambridge, MA: MIT Press.
  • Appleyard, D. Lynch, K. and Myer, J.R. (1964) The View from the Road. Cambridge, MA: MIT Press.
  • Lynch, K. (1972) What Time is This Place? Cambridge, MA: MIT Press.
  • Lynch, K. (1976) Managing the Sense of a Region. Cambridge, MA: MIT Press.
  • Lynch, K. (ed.) (1977) Growing up in Cities: Studies of the Spatial Environment of Adolescence in Crakow, Melbourne, Mexico City, Salta, Toluca and Warsaw. Cambridge, MA: MIT Press.
  • Lynch, K. (1981) A Theory of Good City Form. Cambridge, MA: MIT Press.
12. Portada de City Sense and City Design: Writings and Projects of Kevin Lynch, editado por Tridib Banerjee y Michael Southworth.

Después de su muerte, sus discípulos Tridib Banerjee y Michael Southworth editarían en 1990 City Sense and City Design: Writings and Projects of Kevin Lynch. Cambridge, MA: MIT Press.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2, 11 y 12. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

3. Un día una arquitecta (https://undiaunaarquitecta.wordpress.com/2015/06/16/alison-smithson-1928-1993/)

4. Parker (https://www.fwparker.org/about/history)

5. Wright in Wisconsin (https://wrightinwisconsin.org/taliesin-spring-green)

6. MIT News (https://news.mit.edu/2024/mit-graduate-engineering-business-programs-ranked-highly-us-news-0618)

7. The MIT Museum (https://mitmuseum.mit.edu/collections/person/lynch-kevin-andrew-11907); y Centro Vasco de Arquitectura (https://intranet.pogmacva.com/es/autores/31748)

8, 9 y 10. Kevin Lynch. La imagen de la ciudad. Gustavo Gili, 1ª edición, 8ª tirada, 2008.

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

The Computable City

Histories, Technologies, Stories, Predictions

Michael Batty

The MIT Press

2024

Idioma: inglés

Descripción

Cómo los ordenadores simulan ciudades y cómo se están integrando en ellas, cambiando nuestro comportamiento y la forma en que evolucionan las ciudades.

En cada etapa de la historia de los ordenadores y las comunicaciones, podemos decir con seguridad que no hemos podido predecir lo que sucederá a continuación. Cuando aparecieron los ordenadores hace casi setenta y cinco años, se utilizaban modelos informáticos primitivos para ayudar a entender y planificar las ciudades, pero a medida que los ordenadores se hicieron más rápidos, más pequeños, más potentes y cada vez más ubicuos, las propias ciudades empezaron a adoptarlos. Como resultado, surgió la ciudad inteligente. En The Computable City, Michael Batty investiga la circularidad de esta peculiar evolución: cómo los ordenadores y las comunicaciones cambiaron la naturaleza misma de nuestros modelos de ciudad, que, a su vez, se utilizan para simular sistemas compuestos por esos mismos ordenadores.

Batty traza primero los orígenes de los ordenadores y examina cómo se han desarrollado nuestros modelos urbanos computacionales y cómo se han enriquecido con los gráficos de ordenador. A continuación, analiza la secuencia de las revoluciones digitales y su convergencia, centrándose en los cambios continuos en las nuevas tecnologías, así como en el auge de las redes sociales, las economías de plataformas y la planificación de la ciudad inteligente en el siglo XXI. Concluye revisando la transformación digital que sigue confundiéndonos, con la idea de que la ciudad, ahora una versión de sí misma de alta frecuencia las veinticuatro horas, cambia nuestra comprensión de lo que es posible.

ACA

2018• Se publica “Obras de la Democracia. Cuarenta años de historias mal contadas”

2018• En el mes de junio el Fondo Editorial Asamblea Nacional publica en su Colección Civitas, en volumen 3 de la Serie Verbum “Obras de la Democracia. Cuarenta años de historias mal contadas” de Mario Bufone.
Este nuevo título, de 50 páginas, tercero de la Serie Verbum, está destinado al igual que los anteriores, al público en general y tiene como objetivo dar a conocer a personajes e instituciones insignes, así como diferentes aspectos abocados a resaltar la ciudadanía.
Los títulos anteriores fueron “Fajardo y Guaicaipuro ante la Historia” y “Vargas al debate”.

HVH

2016• Se publica “Arquitectos Venezolanos Contemporáneos»

2016• La Fundación Imprenta de la Cultura edita para la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE), el libro de Edgar Cruz, (arquitecto FAU UCV 1977, Doctor en Arquitectura FAU UCV 2007) titulado “Arquitectos Venezolanos Contemporáneos”.
La obra, con diseño gráfico de Francisco Arteaga, ilustrada con excelentes fotografías, tiene por base una selección de los artículos publicados por el arquitecto Cruz, entre los años 1990 y el 2000, en su columna de crítica de la arquitectura venezolana, que aparecía dominicalmente en el diario El Universal llamada “Reflexiones sobre arquitectura”.
En su trabajo, además de proporcionar información biográfica sobre los 44 arquitectos incluidos, Cruz interpreta y analiza los aspectos teóricos y críticos presentes en las obras de estos profesionales.

HVH