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EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

Arte abstracto y Arquitectura moderna

Helio Piñón Pallarés

Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo

Colección Incertidumbres y Discordancias.

2004

Con la publicación de Arte abstracto y Arquitectura moderna de Helio Piñón Pallarés (Onda, Castellón, 1942) coinciden varias circunstancias que valdría la pena puntualizar. Por un lado, se trató del volumen uno de una prometedora colección que arrancaba con tres ensayos, impulsada desde la Comisión de Estudios de Postgrado de la FAU UCV a instancias de las profesoras Carmen Dyna Guitián y Milena Sosa y, en particular, por la Maestría en Diseño Arquitectónico, que llevó por nombre “Incertidumbres y Discordancias”, cuyo coordinador de aquel momento, José Rosas Vera, no dudó en calificar como “un conjunto de reflexiones teóricas realizadas por destacados autores en temas que nos son propios y que además intentan exponer y recoger problemas emergentes en la arquitectura, diferencias y polarizaciones teóricas diversas y plurales que abran el debate sobre una disciplina y profesión contraída. No se trata, obviamente, de dar respuestas definitivas. Se persigue, eso sí, que el arquitecto asuma y tenga un papel preponderante en el proyecto, recuperando la interdisciplinariedad de la profesión, el liderazgo que le compete frente a los desafíos sociales y la tarea excitante que el futuro le depara”.

1. Los tres primeros números de la colección «Incertidumbres y Discordancias» publicados conjuntamente en 2004.

Otro dato que contextualiza la salida del libro que nos ocupa y de los otros dos con los que se lanzó la colección (los trabajos ganadores del primero y segundo premio del II Concurso Internacional Carlos Raúl Villanueva, Mención Ensayo, convocado el año 2000: Villanueva. Los pasos cubiertos y la idea de ciudad de Rodrigo Pérez de Arce y La caja del arte. Los museos de Carlos Raúl Villanueva de Alberto Sato, respectivamente), es su incorporación como parte de la celebración del 50 aniversario de la institución (2003) y su ubicación en la transición que se dio en la política editorial de la FAU, cuyo primer eslabón lo constituyó la creación (también en 2003) de un Comité Editorial que debía encargarse de coordinar la amplia diversidad de productos impresos de valor académico que se generaban a través del sello Ediciones FAU UCV, cuya cristalización se dio oficialmente en 2005 con la aparición del libro conmemorativo Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV. 1953-2003. Aportes para una memoria y cuenta.

2. En 2007 a partir del nº 4 la colección «Incertidumbres y Discordancias» pasará a llamarse «Ensayos de Postgrado» alcanzando en total 8 títulos hasta 2013.

Además, manteniendo la inercia de su importante impulso, la colección “Incertidumbres y Discordancias” continuaría luego arropada por Ediciones FAU UCV cambiando su denominación por el de “Ensayos de Postgrado” (buscándose ampliar el alcance inicialmente atado a un programa en particular), dando pie a la aparición de otros cinco libros que mantendrían el mismo formato de 14 x 21 cms, el concepto editorial propuesto por Iván González Viso y el diseño gráfico (un sencillo cuadernillo ensamblado mediante una espiral recubierto por una tapa plegable de cartulina), ideado por Metaplug C.A. de la mano de Eduardo López y Lucas García.

3. Despliegue de la carátula diseñada para la colección por Metaplug C.A. de la mano de Eduardo López y Lucas García.

Lo cierto es que de aquellos primeros tres ensayos fue Arte abstracto y Arquitectura moderna el que estuvo más directamente ligado con el relanzamiento en 2002 de la Maestría en Diseño Arquitectónico. En tal sentido su autor, Helio Piñón, fue invitado a Venezuela a dictar entre el 18 y el 22 de marzo el curso “Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura”, organizado por María Fernanda Jaua y dirigido tanto a estudiantes de postgrado como a docentes de diseño en período de formación que recientemente habían resultado ganadores del correspondiente Concurso de Oposición.

Aunque el objetivo del curso era “realizar un ejercicio proyectual mediante el cual el alumno sea capaz de demostrar la relación entre teoría y práctica de la arquitectura”, fue la metodología seguida, que combinó clases magistrales y trabajo en el taller de proyectos apuntando a que el producto final consistiese en la “realización de un ejercicio proyectual con contenido teórico”, lo que permitió a Piñón abrirle la puerta a los planteamientos que desde hacía muchos años venía trabajando plasmados en Arte abstracto y Arquitectura moderna que, valga aclararlo, anteriormente ya había aparecido en la revista DPA: documents de projectes d’arquitectura (nº16, junio 2000) y que luego se publicaría como nº 1 de la Colección “Incertidumbres y Discordancias” cuando, gracias a la mediación de Jaua, Piñón autorizó de nuevo su reproducción.

4. Arte abstracto y arquitectura moderna fue publicado por primera vez como un artículo que ocupó 12 páginas del nº 16 (junio 2000) de la revista DPA (Ediciones UPC) dedicada de lleno a tratar el tema de la la Abstracción. Según sus editores: «Este número de DPA se propone … aclarar el sentido del procedimiento abstracto en arquitectura y contribuir, mediante la reflexión teórica, a darle un nuevo vigor operativo».
5. Piñón acompañaría el artículo publicado en DPA con fotografías tomadas por él de las siguientes obras: Mario Roberto Álvarez. Edificio IBM, Buenos Aires, 1979-1983 (arriba izquierda); Paulo Mendes da Rocha. Museo de Sao Paulo, 1986-1995 (arriba derecha); Eduardo Souto de Moura. Casas patio, Oporto, 1994-2000 (abajo izquierda); Javier García Solera. Aulario en la Universidad de Alicante, 1999-2000 (abajo derecha).

La tesis central que expone Piñón en las 52 páginas que tiene Arte abstracto y Arquitectura moderna, se encuentra resumida en la “Introducción”. Allí señala lo siguiente: “El concepto de abstracción suele tratarse con un descuido similar al que se practica cuando se habla de modernidad, noción estrechamente ligada a aquélla, acaso porque se abordan en función del valor que adquieren en el marco de una u otra perspectiva más que con el propósito de aclarar su sentido en la historia de la arquitectura. El abuso del sobreentendido acaba provocando equívocos acerca de su significado que desfiguran su cometido esencial en el arte y la arquitectura modernos. Quisiera esbozar algunas de las confusiones habituales, tanto en los textos como en las conciencias, a propósito de la abstracción. Intentaré agrupar los comentarios en dos secciones: en la primera, me referiré a los equívocos acerca de la noción y la genealogía del concepto; en la segunda, me centraré en los que se dan al referirlo a la arquitectura moderna”.

Piñón inicia la primera parte del texto, señalando la confusión en el sentido en que es utilizado el término “abstracto” y marcando “que no es lo mismo entender que se abstrae cuando se seleccionan algunos aspectos de la realidad para facilitar su comprensión -lo que supone actuar con un pragmatismo reductivo- que asociar la abstracción al hecho de extraer lo esencial de esa realidad con el propósito de intensificar el conocimiento de la misma. En el primer caso, se procede según un análisis que se apoya en un proceso de exclusión de cariz personal. En el segundo, se trata de acceder a lo esencial mediante una tensión hacia lo universal, marco de referencia del juicio estético, subjetivo, condición básica de la síntesis”.

6. Página de créditos de Arte abstracto y Arquitectura moderna editado por Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo en 2004.

Acto seguido pasa a develar cómo dentro de la confusión asomada ha sido clave la manera cómo fue traducido en 1953 al castellano por la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica, el libro de Wilhelm Worringer (1881-1965) titulado originalmente en alemán Abstraktion und Einfühlung (1908). Allí a la palabra Einfühlung (“empatía”) se le cambió el significado por el de “naturaleza”, pasando a titularse Abstracción y naturaleza, operación que modificó el sentido global del libro y con ello la relación que Worringer buscaba establecer entre los dos términos: “si su título original indica que va a tratar de dos modos de relación entre el espectador y la obra de arte, el arreglo sugiere que el libro va a centrar sus reflexiones en la oposición entre lo natural y lo abstracto”, acotará Piñón.

7. Primera página del capítulo I del libro. A diferencia del texto publicado en DPA, Piñón recurrió en este caso para acompañar su escrito a trabajos realizados por él. A la izquierda: Silla Serie Morelia.

Hecha la importante salvedad y acrecentando el valor del contenido del libro, Piñón subrayará: “Worringer declara abiertamente que las leyes del arte no tienen nada que ver con la estética de lo bello natural, y lo aclara al añadir que el problema no es conocer las condiciones en que un paisaje parece bello, sino las condiciones en que la representación de ese paisaje es un producto artístico. De ahí se desprende que, como él mismo señala más adelante, la Einfühlung tiene que ver con la actividad perceptiva general, pero no con el arte. Pero ello no es óbice para que continúe su ensayo atendiendo a uno y otro conceptos, más interesado en el análisis de los dos modos típicos de apreciación de la obra que en discutir las ideas de arte que convienen a uno u otro”.

8. Dos de las páginas del capítulo I. Tal y como se muestra a la izquierda, los diseñadores utilizaron el recurso de resaltar algunas de las ideas más importantes expresadas por Piñón a lo largo del ensayo.

La senda seguida por Piñón gracias a Worringer lo llevará a revisar autores como Hans von Marées (1837-1887), Adolf von Hildebrand (1847-1921) y Konrad Fiedler (1841-1895) -los dos primeros, artistas que reflexionaban sobre su quehacer; el último, teórico del arte- quienes “constituyen el núcleo fundamental de una idea de arte que se basa en el formalismo abstracto como criterio de concepción y, a la vez, atributo de la obra”. De entre ellos Fiedler (seguidor a su vez de Kant) será objeto de particular atención: “Fiedler defendía que la teoría artística debe abandonar la especulación estética para apoyarse en fundamentos que le proporciona la contemplación del arte. De ese modo, el conocimiento artístico no se funda en el conocimiento de lo bello, como dicta la teoría clásica, ni en juicios de agrado y desagrado, como sostienen los psicologistas. Proponía, en consecuencia, separar la estética -capaz de autoalimentarse de sus propias reflexiones, sin recurrir a las obras de arte- de la teoría del arte -capaz de estudiar unos objetos cuya estructura formal tiene finalidad, puesto que es el resultado de una actividad del espíritu, el fruto de una acción intencionada; objetos artísticos, por tanto, esencialmente distintos de cualquier ente natural”.

9. Dos de las páginas del capítulo I. A la izquierda: Edificio de viviendas y locales comerciales. Onda, Castellón, 2001.

Como colofón de lo expuesto en la primera parte del ensayo y preámbulo para la segunda, Piñón precisará: “… la abstracción representa un modo específico de afrontar la obra que se relaciona con una idea precisa de arte, esencialmente visual, de naturaleza constructiva y formal, que se funda en procesos de creación y experiencia caracterizados por una subjetividad trascendental”.

En el segundo capítulo del libro, como ya había anunciado, Piñón trató de esbozar un análisis de algunos tópicos ampliamente generalizados a propósito de la abstracción en la arquitectura moderna que han conducido a otros tantos equívocos. Sin ánimo de desarrollarlos aquí, tales equívocos son expuestos de la siguiente manera:

10. Primera página del capítulo II del libro. A la izquierda: Edificio Torre Barcelona. Barcelona, 2001. Fachada.
  • “Se oye y se lee, a menudo, que en sus primeros tiempos la arquitectura moderna estuvo influida directamente por la pintura de esos mismos años”, creencia que se manifiesta entre “aquéllos que consideran que el empeño de los arquitectos modernos en usar el paralelepípedo es una asunción tardía de un cubismo congénito, o que la casa de ladrillo de Mies van der Rohe debe su notoriedad a su similitud con los dibujos de Mondrian”. Y luego añade: “Únicamente si se parte de una imperdonable confusión entre lo visual y lo óptico se pueden sostener hoy ese tipo de creencias”.
  • “Quienes creen en esa dependencia perpetua de la arquitectura respecto de la pintura de vanguardia -más allá de reconocer que los conceptos esenciales de la concepción moderna fueron abordados por la pintura unos años antes, como es natural- tienden a pensar que la abstracción es simplemente un estilo más, caracterizado por la obstinación con que en él se repiten clisés figurativos orientados hacia lo frío e impersonal”.
  • “…otro equívoco que tiene un fuerte arraigo en las conciencias, no sé si de todos los arquitectos o únicamente de los que tratan estas cuestiones, a saber: que lo abstracto se opone a lo visual, debido a la naturaleza esencialmente intelectual y racional de aquello frente al carácter estrictamente sensitivo de esto. La razón de dicho malentendido se halla en la indisposición esencial para conocer el fundamento de la modernidad de quienes se aferran -aunque, en muchos casos, sin clara conciencia de ello- a una idea clasicista del arte como sistema de formas, trascendente y arquetípico, orientado a constituir expresión sensible de lo absoluto. La generalización del sentido banal de racionalismo, referido al uso de la razón -incluso en dominios en los que es claramente incompetente- contribuye a fomentar y extender la patología que comento”.
  • “Cuando se objeta a la abstracción su matriz estrictamente intelectual y se aboga por doctrinas más amables para el ojo, se está rebajando la dimensión intelectiva de la mirada, su capacidad para generar y reconocer forma, fenómeno explicable acaso como consecuencia de una reducción análoga de lo visual a lo óptico, de lo estético a lo sensitivo. No hace falta recurrir de nuevo a Kant para reconocer el carácter complejo del funcionamiento de la visión en el juicio estético: el ojo actúa como instrumento a la vez identificador y reflexivo; el juicio se realiza en connivencia con la imaginación y el entendimiento; en modo alguno corresponde al ojo una actividad subalterna o transitiva en la síntesis que el juicio supone”.
11. Dos de las páginas del capítulo II. A la izquierda: Edificio Torre Barcelona. Barcelona, 2001. Planta.

Piñón cierra el texto con la siguiente conclusión esclarecedora de su postura ante la arquitectura, que a la vez nos servirá a nosotros para cerrar esta nota: “…la abstracción es el principio formativo y, a la vez, el atributo visual específico de la modernidad artística. En arquitectura, práctica en la que la materialidad de los elementos constituye un vínculo obligado con la realidad física, la abstracción se ha mostrado y se muestra como la perspectiva más fecunda en la creación durante el último siglo. Probablemente, la arquitectura que asume la abstracción como principio básico de la propia naturaleza de sus productos no está llamada a provocar alborozos en ese público abúlico y ansioso a la vez; que colma con su presencia a la arquitectura-espectáculo de la que tanto se habla, buque insignia de un mundo cada vez más próximo a convertirse en un gran parque temático, tan indiferente en sus valores como en su apariencia. En cambio, no dudo que continuará inspirando a los arquitectos que ven en la tendencia a lo universal la condición de la subjetividad intrínseca con que afrontan la concepción; a aquéllos que se orientan más hacia el juicio que hacia el afecto; a los que persiguen más la forma que la imagen; que apuestan por lo visual frente a lo razonable, que se empeñan en la construcción, no en la mímesis, que, en definitiva, frente a la novedad, persiguen la consistencia”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Encabezado, 3, 6, 7, 8, 9, 10 y 11. Helio Piñón Pallarés. Arte abstracto y Arquitectura moderna. Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 2004.

1 y 2. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

4 y 5. DPA. Documents de projectes d’arquitectura (https://revista.dpa.upc.edu/ARCHIVO/DPA16/dpa16.html)

VISITAS MEMORABLES

Helio Piñón Pallarés (Onda, Castellón, 1942)

Dentro de las visitas de corte eminentemente académico que han sido realizadas a nuestro país por notables arquitectos extranjeros, las dos que nos dispensara Heliodoro (Helio) Piñón Pallarés en 2002 y 2008 podríamos decir que dejaron una importante huella tanto por el dogmatismo que mostró a la hora de exponer los valiosos contenidos que transmitió, como por la polémica que ello causó con el auditorio a quien iban dirigidos, conformado básicamente por estudiantes de postgrado y docentes en período de formación dentro de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV.

1. Números 1 y 2 (mayo y julio 1974) de Arquitecturas Bis revista de la que Helio Piñón fue miembro fundador e integrante del Consejo de Redacción entre 1973 y 1985
2. Tres obras del estudio Viaplana/Piñón. Arriba izquierda: Plaza de los Países Catalanes (1981-1983). Arriba derecha: Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Casa de Caritat (1990-1993). Abajo: Rehabilitación del Convento de Santa Mónica y su adecuación como centro de arte (1985-1987)

Luego de egresar de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) en 1966, Piñón se doctora en 1976 (teniendo como Director de Tesis a Rafael Moneo) y llega a ser Catedrático de Proyectos de Arquitectura desde 1979. En 1974 forma parte del grupo fundador de Arquitecturas Bis y ese mismo año se asocia con quien fuera su mentor, Albert Viaplana (9 años mayor que él), formando el estudio Viaplana/Piñón donde se produjeron más de 20 proyectos de relevancia y se participó en numerosos concursos de los cuales se obtuvieron hasta 7 primeros premios y 6 segundos premios, apareciendo en todas las reseñas como obras muy destacadas por los reconocimientos obtenidos: la Plaza de los Países Catalanes (1981-1983), la rehabilitación del Convento de Santa Mónica y su adecuación como centro de arte (1985-1987) a lo que debe añadirse el anexo (1987-1992), y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Casa de Caritat (1990-1993).

A finales de 1997 Piñón decidió separarse de Viaplana principalmente “a causa del creciente peso de Viaplana en las obras de ambos, generando arquitecturas con las que Piñón no terminaba por identificarse”. Tras la ruptura Piñón renegó de toda su obra anterior hasta el punto de que en su síntesis curricular aparece lo siguiente: “Se formó como arquitecto colaborando con Albert Viaplana, entre los años 1967 y 1997”. Luego fundó junto a Nicanor García el Laboratorio de Arquitectura en la ETSAB (1999-2007); y desde entonces ha trabajado en solitario.

Así, cuando Piñón realiza su primer viaje a Venezuela en marzo de 2002, ya había roto su relación con Viaplana, ejercía su último año como vicerrector de Programas Culturales de la Universidad Politécnica de Catalunya (1998-2002) y se encontraba muy comprometido tanto con el Laboratorio de Arquitectura en la ETSAB como con sus actividades docentes de postgrado, donde dirigió como responsable uno de los programas de doctorado del Departamento de Proyectos Arquitectónico entre 1987 y 2002, departamento que había dirigido entre 1979 y 1983.

Traía a cuestas, además, una importante trayectoria académica acumulada en la que se contaban hasta 11 libros, 3 publicaciones especiales, más de 50 artículos publicados en revistas especializadas y 11 tesis doctorales dirigidas, amén de la organización de hasta 36 cursos y conferencias (en su gran mayoría en carácter de invitado) de los cuales 30 los había llevado a cabo en Latinoamérica entre 1998 cuando visita a Uruguay, Chile, Argentina y Brasil y 2001 cuando a excepción de Chile asiste a los mismos países.

3. Cuatro obras de Piñón anteriores a 2002. Reflexión histórica de la arquitectura moderna (1981), Arquitectura de las neovanguardias (1984), El sentido de la arquitectura moderna (1997) y Miradas intensivas (1999)

La línea de trabajo que Piñón venía desarrollando desde hacía años se encuentra recogida en el título de algunos de sus más importantes libros: Reflexión histórica de la arquitectura moderna (1981), Arquitectura de las neovanguardias (1984), El sentido de la arquitectura moderna (1997) y Miradas intensivas (1999), donde paulatinamente fija una radical postura sobre cómo debe entenderse el papel jugado por las vanguardias históricas y su relación con la arquitectura, para lo cual apunta a desarrollar una mirada y una sensibilidad muy particulares sumadas a un sistema de valores que busca rescatar de aquel período lo más esencial de su expresividad traducido en un sentido estético que le da plena vigencia a la arquitectura moderna.

Concretamente, Helio Piñón es invitado a Venezuela en 2002 a dictar entre el 18 y el 22 de marzo el curso “Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura” organizado desde la Maestría de Diseño Arquitectónico por María Fernanda Jaua a instancias del entonces Director de la Escuela José Rosas Vera dirigido, como ya hemos mencionado, a estudiantes de postgrado y docentes de diseño en período de formación. El objetivo del curso era “realizar un ejercicio proyectual mediante el cual el alumno sea capaz de demostrar la relación entre teoría y práctica de la arquitectura”. La metodología seguida combinó clases magistrales y trabajo en el taller de proyectos buscándose que el producto final consistiese en la “realización de un ejercicio proyectual con contenido teórico”.

4. Izquierda: Certificado de aprobación del curso “Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura” dictado por Helio Piñón en Caracas entre el 18 y el 23 de marzo de 2002. Derecha: Portada del libro Arte abstracto y arquitectura moderna (2004), nº 1 de la Colección “Incertidumbres y Discordancias”, FAU UCV.

Totalmente a tono con la postura teórica asumida por Piñón, las cinco sesiones de las que estaba conformado el curso  (de cuatro horas de duración cada una) llevaron por título: La forma no sigue la función: la contiene; Forma moderna y ambiente histórico; La vivienda y la forma; Arquitectura y medio natural; y Autonomía y servidumbres de concepción.

También aquella visita le sirvió a Piñón para presentar y promocionar su más reciente libro, Miradas Intensivas (1999) que a su se convirtió en referencia del curso que dictaba del cual copiamos el resumen, clara muestra de la postura teórica de su autor:Desde hace años se asiste al retorno de los modos de la arquitectura moderna, tras cuarenta años de ajetreo doctrinal. Durante este tiempo, con el pretexto de corregir las desviaciones de una modernidad mítica y, a menudo, mal entendida, se consiguió confundir su auténtico sentido y acabar con un modo de concebir intenso y relativamente generalizado. Las posiciones de enmienda se fundamentaban, por lo común, en argumentaciones morales, cuando no meramente costumbristas: en ningún caso fueron capaces de proponer un sistema visual alternativo al que fecundó la mejor arquitectura del siglo XX, sobre la base del neoplasticismo. La arquitectura de las últimas décadas ha hecho gala, por encima de otras carencias, de una visualidad zafia, a menudo grosera; ha obviado la dimensión formal de sus productos respecto a un ingenuo propósito comunicador, de modo que la aspiración al orden se ha visto suplantada por la celebración de lo pintoresco; acaso es consecuencia de haber empeñado su cometido en expresar gráficamente una idea de cariz literario y, casi siempre, un punto cursi. Este libro trata de contribuir a la recuperación de los criterios formales de la modernidad reivindicando la mirada, haciendo énfasis en la intelección visual, criterio de juicio de la arquitectura de todos los tiempos, y es especialmente, de la del siglo que ahora concluye”.

Adicionalmente, en su estadía Piñón ofreció, para todo público, en el auditorio de la FAU UCV la conferencia “Actualidad de lo moderno: materiales de la experiencia personal” en la que mostró su producción más reciente proveniente del trabajo desarrollado en el Laboratorio de Arquitectura en la ETSAB.

Luego de su primer viaje a Caracas, Piñón dejó en manos de la Coordinación de Postgrado de la FAU UCV el texto titulado «Arte abstracto y arquitectura moderna» (anteriormente publicado en la revista DPA: documents de projectes d’arquitectura, nº 16, junio 2000), que dio pie a la publicación el año 2004 del nº 1 de la Colección “Incertidumbres y Discordancias” (que hoy lleva por nombre «Ensayos de Postgrado»), destinada a recoger textos breves de significativa importancia vinculados a las actividades de cuarto nivel que se realizan dentro de la institución. Allí Piñón señala cómo “el concepto de abstracción suele tratarse con un descuido similar al que se practica cuando se habla de modernidad, noción estrechamente ligada a aquella; acaso porque se abordan en función del valor que adquieren en el marco de una u otra perspectiva desde las que se han definido con el propósito de aclarar su sentido en la historia de la arquitectura. El abuso del sobreentendido acaba provocando equívocos acerca de su significado que desfiguran su cometido esencial en el arte y la arquitectura modernos. El ensayo intenta esbozar algunas de las confusiones habituales, tanto en textos como en las conciencias, a propósito de la abstracción”.

Cabe añadir que el curso “Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura” dictado por Piñón en Caracas fue ofrecido aquel mismo año en la Facultad de Arquitectura Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina y en la Facultad de Arquitectura, Arte y diseño de la Universidad Mayor de Santiago de Chile.

Posteriormente, en 2008, Piñón volverá a nuestro país invitado por el Instituto de Urbanismo de la FAU UCV y la Coordinación de Estudios de Postgrado para ofrecer un seminario de 15 horas titulado “Proyecto, Modernidad y Forma Urbana”, inscrito dentro del proceso de formación de profesores instructores. Sólo señalar que este curso también fue dictado el año siguiente por Piñón en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Flores (Neuquen), Argentina.

5. Algunos libros publicados por Piñón entre 2002 y 2012. Mario Roberto Álvarez (2002), Raúl Sichero (2002), Paulo Mendes da Rocha (2002), Arne Jacobsen (2004), Eduardo de Almeida (2005) y Skidmore, Owings & Merril (2012)

En el lapso de 6 años transcurridos entre una y otra visita Piñón intensificó sus relaciones con universidades latinoamericanas, incrementó notablemente el número de sus publicaciones (12 libros más), ya podía presentar resultados concluyentes de la actividad desarrollada en el Laboratorio de Arquitectura en la ETSAB y mostrar el impulso, asumido por Teresa Rovira, que se le dio a la Línea de Investigación sobre la Forma moderna del programa de Doctorado sobre proyectos arquitectónicos de la ETSAB que derivó en la publicación Documentos de arquitectura moderna en América Latina 1950-1965 (2004), significativa muestra de manifestaciones de la arquitectura de nuestro continente que se encontraban en sintonía con los principios del Movimiento Moderno y que para 2015 ya contaba con cinco volúmenes editados.

Sumado a lo anterior y para refrendar su visión de la arquitectura y la manera cómo ciertos autores pueden convertirse en ejemplo de cómo se expresa, Piñón publicará sendas monografías dedicadas al arquitecto argentino Mario Roberto Álvarez (2002), al uruguayo Raúl Sichero (2002), dos al brasileño Paulo Mendes da Rocha (2002 y 2003), al danés Arne Jacobsen (2004), al brasileño Eduardo de Almeida (2005) y a la oficina norteamericana Skidmore, Owings & Merril (2012), para las cuales siempre contó con el apoyo de editoriales universitarias.

6. Helio Piñón, Pasión por los sentidos, Ediciones del Colegio de Arquitectos de Castellón, 2003

La vocación docente de Piñón y sus repercusiones quedan reflejadas en las siguientes palabras que aparecen en el libro de su autoría Pasión por los sentidos (2003) con las cuales cerraremos este repaso: “Empecé pronto en la docencia -aún no había cumplido los treinta años-, lo que, visto con distancia me parece una insensatez, que sólo el empeño por aprender que implícita y explícitamente asumí desde el primer día puede redimir. La condición de profesor me obligó a corregir mi propósito inicial: no se trataba ya sólo de saber lo que está bien, sino que, en adelante, debía saber el porqué de esa condición; sólo así podía, si no ayudar, al menos no defraudar a mis alumnos; no soportaba el tener que basar mis comentarios en una autoridad en la que, naturalmente, a la sazón no podía ni soñar. (…) Quise entender lo que veía, lo que no tiene nada que ver con mirar lo que pensaba: siempre traté de encontrar respuestas a las preguntas que me planteaba la experiencia visual de la arquitectura, no a la inversa. Creo, pues, que he hecho teoría en sentido estricto: he tratado de que fuera la experiencia sensitiva, no las convenciones académicas, el origen de mis inquietudes; la reflexión y no la aplicación más o menos mecánica de doctrinas homologadas, ha sido la vía por la que he tratado de encontrar las respuestas a preguntas que me hago a mí mismo y que no consigo responder con el mero sentido común”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Encabezado. https://sancheztaffurarquitecto.wordpress.com/2008/09/24/reflexion-sobre-docencia-y-arquitectura-helio-pinon/

1. https://wordpress.com/post/fundaayc.wordpress.com/25723

2. https://elviajero.elpais.com/elviajero/2015/06/23/album/1435047715_689932.html#foto_gal_1, https://www.barcelonaturisme.com/wv3/es/page/1344/centre-de-cultura-contemporania-de-barcelona.html y https://masdearte.com/centros/centre-dart-santa-monica/

3, 5 y 6. https://helio-pinon.org/memoria_personal y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

4. Archivo José Humberto Gómez y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.