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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 125

Nuestra postal del día de hoy recoge uno de los dibujos (en específico una axonométrica seccionada horizontalmente por una de las plantas tipo) del anteproyecto presentado por Pablo Lasala Ferrer (1940-2000) para el Concurso Nacional de Arquitectura “Sede de la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo” (1998), en el cual fue distinguido con el primer premio. Colaboraron en la participación las arquitectos Carolina Díaz, Isabel Guerrero e Isabel Lasala y los bachilleres Claudio Ruiz y Ana Lasala.

Su condición de excelente dibujante, que fue cultivando a lo largo de toda su vida y que lo convirtió en referencia dentro de este tipo de certámenes a nivel nacional, ofreció a Lasala en esta ocasión la oportunidad de constatar, sumado a su dominio de la técnica de la perspectiva y conocimientos de geometría descriptiva (que plasmará en su trabajo de ascenso a la categoría de Agregado -1990- dentro del escalafón universitario en la UCV), lo que su hija Isabel denomina como “la llegada de la computadora” en Creando lugares. Entre la exaltación y la superación del objeto arquitectónico en la obra de Pablo Lasala (2014). De allí recogemos cómo, a diferencia de la dificultad que han tenido muchos arquitectos en asimilar su encuentro con lo virtual por el extrañamiento que implica “el despegue de lo sensorial y de la mano en contacto con el papel (…), Pablo Lasala más bien se mostró atraído por las posibilidades de los medios digitales, que rápidamente absorbió e hizo suyos, manteniéndose actualizado hasta el final. Tal vez su conocimiento de la geometría y la precisión con que siempre proyectó generaron su nueva pasión por este medio de representación. Su búsqueda incesante y entusiasta aceptación de los nuevos medios de comunicación, además, es una clara muestra de la necesidad de aprovechar al máximo, y hasta el último momento, las técnicas que mejor le permitieran expresar sus ideas”.

También se inscribe este dibujo dentro de una de las modalidades que más utilizaba Lasala a la hora de expresar los contenidos que le interesaban. En este caso da cuenta de la implantación a través de una vista axonométrica a vuelo de pájaro que a su vez permite apreciar y explicar la naturaleza del edificio proyectado, el manejo de la topografía y la manera como se materializa la doble piel que lo envuelve.

En lo que concierne al concurso en sí, el mismo permitió en su momento confrontar la veteranía y a la vez actualizada técnica representativa de Lasala con las propuestas enviadas por equipos conformados por jóvenes profesionales dos de los cuales obtuvieron el segundo y el tercer premio: Luis Miguel Ferreira, Luis A. Hoenicka y Gabriela Ríos por un lado y Ángel Rafael Sifuentes por el otro.

1. Arquitectura HOY, nº 252, 12 de junio de 1998.

La memoria descriptiva del proyecto ganador (recogida en el nº 252 de Arquitectura HOY del 12 de junio de 1998), señala lo siguiente: “Desde el punto de vista formal la edificación consta de dos elementos claramente identificables: un basamento tratado con una moderada elaboración formal y un volumen prismático que parece emerger del basamento ubicado en la zona sur de éste. (…) El basamento a su vez consta de dos partes. La primera tiene forma piramidal y se encuentra ubicada en la zona sur del terreno. La segunda está constituida básicamente por un prisma de base rectangular de 39M x 26M x 9M de altura, tres de cuyos bordes están tratados utilizando volúmenes adosados al prisma (…) El volumen prismático, que parece surgir del basamento está descompuesto en dos componentes separados por una estrecha brecha. El menor de ellos tiene planta triangular y nace claramente del suelo. El segundo, mucho mayor que el primero, tiene planta trapezoidal, y parece flotar a poca distancia de la superficie del basamento piramidal pues no hace contacto con él. Ambos componentes conforman un volumen total virtual de planta rectangular y de la misma altura”. A esta descripción detallada de las características formales del edificio seguirá la correspondiente a la manera como se maneja el programa (destinado a oficinas con una pequeña área comercial y sus respectivos servicios de apoyo) y su distribución en los diferentes cuerpos prefigurados.

Así, la “Sede de la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo” significará para Isabel Lasala la culminación en el tratamiento de un tema que en la trayectoria de su padre ya había aparecido diecisiete años antes en la primera propuesta para el Concurso de la Catedral de Ciudad Guayana y en el Concurso para la Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal: la caja en el paisaje. Ello le permite clasificar la propuesta dentro del capítulo 3 de su libro dedicado a “El basamento y la caja flotante” bajo el subtítulo “El logro de una búsqueda” y afirmar: “Desde el exterior se recupera el espíritu de la primera propuesta: las dos piezas  recobran su independencia y pureza formal pero con algunos cambios sustanciales, pues la caja está dividida y al basamento se le suma un nuevo elemento”.

En cuanto a la “creación de lugares”, este proyecto, que como tantos otros procedentes de un Concurso nunca fue construido, se suma a la aspiración de Pablo Lasala de ir siempre más allá del cumplimiento del programa estableciendo un compromiso silente con el lugar donde le ha tocado insertarse, “que lo conduce -según Isabel- a trascender lo meramente arquitectónico y ubicarse en los ámbitos de lo atmosférico, de lo intangible” formando parte de aquellos volúmenes diseñados “para ser mirados desde lejos y para mirar a lo lejos desde ellos”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Isabel Lasala, Creando lugares. Entre la exaltación y la superación del objeto arquitectónico en la obra de Pablo Lasala (2014)

  1. Arquitectura HOY, nº 252, 12 de junio de 1998

1911• Sede de la Universidad de Carabobo, Valencia, estado Carabobo

Sede Universidad de Carabobo

1911•  Se concluye la construcción de la sede de la Universidad de Carabobo, ubicada en la Calle Colombia, entre la Av. Montes de Oca y la calle Carabobo, frente a la Plaza Sucre y al lado de la hermosa Iglesia de San Francisco, en pleno centro de la ciudad de Valencia, proyectada por el ingeniero Lino J. Revenga (1832-1895).
La universidad había sido creada por decreto del General Joaquín Crespo el 15 de noviembre de 1892, como Colegio Federal de Primera Categoría, denominándola «Universidad de Valencia».
El edificio fue originalmente el antiguo convento de los frailes capuchinos de la Iglesia de San Francisco; en el año de 1880, pasó a ser el Colegio de Primera Categoría de Carabobo, por decreto del General Antonio Guzmán Blanco, hasta que se decidió convertirlo en la sede del Colegio Federal de Primera Categoría.
El edificio pasó 50 años cerrado hasta que en 1959 fue reabierto para ser utilizado hasta el día de hoy por Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo.

HVH

1953• Hospital Civil de Valencia

Hospital Civil de Valencia1953•  Se termina la construcción del Hospital Civil de Valencia con capacidad para 310 camas. Estaba organizado de la siguiente manera: Primer piso: maternidad, consultas oftalmológicas, otorrinolaringología, farmacia, servicios generales y dependencias administrativas; Segundo piso: medicina y hospitalización para mujeres, con 40 camas para servicio común y cuartos individuales para once camas, cuartos aislados con diez camas, sección de medicina para hombres con iguales facilidades; laboratorios, dependencias para el personal; Tercer piso: cirugía para hombres con 45 camas de servicio común, cuartos individuales para 4 camas, aislados 8 camas, dependencias para personal; y para mujeres iguales facilidades.

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 117

Cuando el año 1950 José Miguel Galia (1919-2009) es declarado ganador del Concurso de anteproyectos para la sede del Ateneo de Valencia (estado Carabobo) tenía sólo dos años radicado en Venezuela y seis de haberse graduado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, República Oriental del Uruguay, de donde llega, como dirá Alberto Sato en José Miguel Galia. Arquitecto (2002), “cargando un portafolio con más proyectos que realizaciones, con más ilusiones que certidumbres…”.

Tan pronto arriba al país en 1948, en medio de los convulsos acontecimientos que derivaron en el derrocamiento de Rómulo Gallegos, primer presidente venezolano electo por el voto directo y secreto, Galia empieza a gestionar la reválida de su título en la Escuela de Arquitectura, para esa fecha adscrita a la Facultad de Ingeniería, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), trabaja en 1949 en la oficina del arquitecto Heriberto González Méndez y entiende la vía del concurso como una de las mejores maneras de abrirse paso y darse a conocer dentro del medio profesional local.

1950 marca definitivamente para Galia su integración plena a la actividad del país: además de obtener la reválida el 22 de marzo y de participar casi de inmediato en el Concurso para el Ateneo de Valencia, se incorpora a la Comisión Nacional de Urbanismo (donde permanecerá hasta 1954). El año siguiente inicia su labor como docente en la UCV, invitado por Tomás J. Sanabria, y funda con el arquitecto Martín Vegas la firma Vegas & Galia, sociedad que se mantendrá hasta 1958, considerada como una de las oficinas más importantes en la historia de la arquitectura nacional. En 1953 participará en la fundación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la UCV.

Se trata, por tanto, el Ateneo de Valencia de la tercera obra (tras la casa Mosco -Los Teques- y la casa Blank -Altamira-) que Galia realiza en Venezuela dentro de una dilatada trayectoria que recoge alrededor de 120 concursos, proyectos y realizaciones. El certamen que lo origina, convocado el 16 de junio de 1950 dirigido a profesionales nacionales y extranjeros residentes en el país, dado su programa relativamente modesto no llegó a despertar demasiado interés en el gremio contándose finalmente con la participación de tan sólo cuatro propuestas. El jurado, conformado por Tomás José Sanabria, Carlos Raúl Villanueva, Carlos Luis Ferrero y Emiliano Azcúnez, dio su veredicto el 7 de noviembre y aunque Galia resulta ganador a título individual, el proyecto se desarrolla en la oficina que fundará con Martín Vegas meses después. Las obras se inician en 1951 y el edificio se termina de construir con el apoyo del Concejo Municipal y el gobierno regional del estado Carabobo en 1952, siendo inaugurado por la presidenta por aquel entonces de la institución Lucila Martín.

Valga acotar que el Ateneo de Valencia se funda el 25 de febrero de 1936 por iniciativa de la escritora María Clemencia Camarán y un grupo de animadores culturales y funcionó desde entonces hasta la terminación de su nueva sede en una vieja casona colonial ubicada en la calle Páez. Según hemos recogido de http://www.ateneodevalencia.org/ateneo.htm, “ha sido una de las instituciones culturales más importantes del país y, sin duda alguna, la primera de las instituciones privadas que asumió el reto de promover y divulgar las artes visuales cuando, a sólo siete años de su fundación, decidió crear el Salón ‘Arturo Michelena’.

Desde 1943, año en que organizó el primer salón en homenaje al gran pintor venezolano, ha mantenido esta confrontación, junto a otros programas que definen su perfil institucional como Ateneo: Bienal de Literatura ‘José Rafael Pocaterra’, Cuadernos ‘Cabriales’, Biblioteca ‘Enrique Tejera’, Coral Infantil, Conciertos Pedagógicos, Talleres de Teatro. Los programas se han diversificado en el transcurso del tiempo. Pero, en esencia, el Ateneo de Valencia, ha definido su perfil alrededor de la promoción, difusión y estímulo a la creación de todas las artes”.

1. Ateneo de Valencia. José Miguel Galia. Planta baja.
2. Ateneo de Valencia. José Miguel Galia. Arriba: Corte D-D. Abajo: Corte C-C

El edificio proyectado por Galia, de 750 m2 de construcción distribuidos en dos plantas, se emplaza en el cruce de la Avenida Bolívar con Calle Salom. En la planta baja se ubicaron el auditorio y la sala de exposiciones, a doble altura e iluminada cenitalmente y en la segunda se dispusieron las oficinas administrativas y la biblioteca. “Una rigurosa retícula de 5 x 5 m compone la estructura (…), con muros de piedra y algunos revestimientos de Cristanac -que tenían inundada Caracas- (…)”. Un patio de 10 m x 10 m nuclea a su alrededor las actividades fundamentales, identificándose “rasgos de la arquitectura brasileña en el tratamiento del muro curvo de la esquina en la planta baja, la fachada principal oeste se cierra con brise soleil verticales y el frente cuyo revestimiento configura un dibujo de ritmos geométricos protegido por una pérgola de concreto”, aspectos que “señalan un sistema de referencias de compleja articulación”,  afirmará Sato en el libro ya citado.

3. Ateneo de Valencia. José Miguel Galia. Sala de exposiciones

Como también señalará Sato, esta obra que revela “una particular identidad con lenguajes neoplásticos (…) permitió a Galia afirmar una estética que se identificaba con un trópico cuyo interés recorría las costas desde Los Ángeles, Miami, hasta Río de Janeiro, pasando por La Habana, Santo Domingo y Panamá. El paso a un nuevo lenguaje, a una preocupación que intentaba traducir la arquitectura en términos de clima, ambiente y tendencias modernas se presentaba como un desafío en el anteproyecto del Ateneo de Valencia”.
La institución acobijada por este revelador edificio se adaptó a las condiciones que dieron origen a su concepto espacial, durante largos años. Más tarde, en 1991, al asumir la Presidencia del Ateneo el escritor José Napoleón Oropeza, decide crear, al frente de la Junta Directiva, “programas que recogieran parte de la tradición y acervo de la institución y, al mismo tiempo, señalasen nuevos rumbos que se tradujeran en una auténtica apertura hacia la modernidad. Se creó el Museo ‘Salón Arturo Michelena’, La Casa de los Talleres, La Cátedra ‘Ida Gramcko’, los programas La Luciérnaga, Correcaminos, La Mandrágora y, más recientemente, el Teatro Infantil ‘Cataplum’, el Teatro de Cámara Latinoamericano, el Circuito de Títeres Correcaminos y el Centro Experimental de Teatro”. Dicha modernización implicó la realización de un proyecto de recuperación y ampliación a cargo del arquitecto Franz Rísquel y de la ingeniera Amel Beze. A pesar de que la conservación del edificio luce impecable a 66 años de su inauguración, el Ateneo de Valencia ha recargado sus actividades y tenido que sufrir un proceso de expropiación de sus instalaciones y de su acervo artístico, bibliográfico y hemerográfico producido en 2008 y que luego de 10 años no ha permitido restituir la legalidad y devolverlo a sus legítimos propietarios.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

1,2 y 3. Alberto Sato, José Miguel Galia. Arquitecto, 2002