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1988• El CID FAU UCV edita «DIBUJOS. Ramón León»

1988• El Centro de Información y Documentación de la FAU UCV, dirigido por el arquitecto Odoardo Rodríguez, edita en la Serie Notas Docentes, el segundo número, titulado DIBUJOS. Ramón León.

Se trata de una publicación que contiene 50 dibujos, que son descritos en el prólogo de Pedro León Zapata, su compañero en el dictado de la asignatura de dibujo, de la siguiente manera: “Estos dibujos de Ramón León, como la Facultad de Arquitectura, como los profesores de la Facultad de Arquitectura y como los estudiantes de la Facultad de Arquitectura. están llenos de escuadras, de escalímetros, de rapidographes, de compases, reglas T, de todo ese mundo que amamos porque es tan bello y porque nos es tan útil, ellos son la línea perfecta, el ángulo perfecto el circulo perfecto”.

HVH

ANIVERSARIO REDONDO DE UN LIBRO DE REFERENCIA

1. Carátula de la primera edición en inglés de Experiencing architecture (1959) de Steen Eiler Rasmussen publicada por John Wiley & Sons/Technology Press.

Experiencing architecture

Steen Eiler Rasmussen

John Wiley & Sons/Technology Press

Nueva York

1959

Experiencing architecture, traducido al español como Experiencia de la arquitectura, texto que se puede considerar dentro de los clásicos de la enseñanza de la disciplina, cumple 65 años desde que por primera vez fuera publicado en inglés en 1959, recogiendo las conferencias que su autor, el danés Steen Eiler Rasmussen (1898-1990), pronunció en el Royal College of Art de Londres en 1958.

2. Izquierda: Carátula de la segunda edición en inglés de Experiencing architecture (1962) publicada por The MIT Press. Derecha: Carátula de la primera edición en español de Experiencia de la arquitectura (1974) publicada por Editorial Labor, S.A.

Aunque antes de finalizar el siglo XX se contaban con veintisiete reimpresiones de la edición inglesa publicada por The MIT Press, asumida desde 1962 por esta editorial universitaria, lo cierto es que su traducción al español no se produjo sino hasta 1974 cuando la Editorial Labor, S.A. lo incluyó dentro de su colección Biblioteca Universitaria Labor. Ello retrasó su difusión en las academias iberoamericanas, pudiéndose decir que en Venezuela su conocimiento fue bastante limitado en virtud, quizás, del sesgo fenomenológico que lo caracteriza, alejado del pragmatismo que tradicionalmente ha privado en nuestro sistema formativo. A esto se suma la manera personal como son abordados los importantes temas que estructuran su contenido de parte de Rasmussen, quien hace énfasis en la forma como percibimos las cosas que nos rodean y va describiendo las sensaciones que experimentamos ante los objetos cotidianos para tratar de explicar así cómo se puede disfrutar mejor de los edificios que configuran nuestro entorno.

Rasmussen quien, habiendo sido antes aprendiz de albañil, hizo dos cursos de arquitectura en la Real Academia Danesa de Bellas Artes entre 1916 y 1919, pero, descontento con su enseñanza dejó los estudios, ya había publicado de manera facsimilar el libro en su idioma materno en 1957, pero es 1959, luego de su aparición en inglés y tiraje masivo, la fecha en la que se ha fijado su “nacimiento”, convirtiéndose casi de inmediato en un best seller el el mundo anglosajón.

3. Steen Eiler Rasmussen y el Plan de extensión de Copenhague o Finger Plan (1947)
4. Steen Eiler Rasmussen. Ayuntamiento de Ringsted (1937)

Para entonces, según nos aporta Wikipedia, ya Rasmussen se había hecho un nombre en su país principalmente como urbanista donde “formó parte del Laboratorio Danés de Planificación Urbana desde 1924, como representante del Consejo de la Academia, y su líder de 1942 a 1948. De 1932 a 1938 trabajó en el Departamento de Planificación Urbana del Ayuntamiento de Copenhague. (…) A través de su participación en el Laboratorio de Planificación Urbana, fue parte importante del proceso que condujo en 1947 al Plan Finger (Fingerplanen) que ha regido el desarrollo general de los suburbios de Copenhague desde entonces”.

La actividad desarrollada por Rasmussen abarcó todas las escalas del proyecto desde el mobiliario al planeamiento urbano, pero con el tiempo su mayor dedicación estuvo dirigida a la enseñanza y a la escritura. En cuanto a la primera, de acuerdo a lo que señala María Teresa Valcarce en el Prólogo de la edición en español realizada en 2004 por la Editorial Reverté titulado “Steen Eiler Rasmussen: de las ciudades a los libros”, fue profesor en la Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca “donde ocupó la cátedra de ‘Planeamiento urbano’ desde 1924 hasta 1938, y posteriormente la de ‘Arquitectura’ hasta 1968. Además, durante esos años fue profesor invitado de algunos de los más prestigiosos centros de enseñanza de arquitectura como la Architectural Association de Londres, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y las universidades de Yale, Filadelfia y Berkeley”. Entre sus alumnos más dilectos puede mencionarse a Jørn Utzon, diseñador de la Ópera de Sydney.

5. Izquierda: Billedbog fra en Kinarejse (Libro ilustrado sobre los viajes a China) 1935. Derecha: Dibujo de un canal de Suzhou (China) fechado el 29 de octubre de 1923.

La trayectoria de Rasmussen, desconocida por muchos al igual que el libro del que hoy nos ocupamos, cobra valor en la medida que sentó los cimientos para que el texto cristalizara. En tal sentido cabe resaltar que desde muy joven, como tantos otros importantes arquitectos, viajó por el mundo y fue dejando testimonio de sus travesías a través de una serie de excelentes dibujos recogidos en cuadernos y reproducidos en libros como Billedbog fra en Kinarejse (Libro ilustrado sobre los viajes a China, 1935) y Rejse i England (Viajes por Inglaterra, 1951), “dos de los mejores” como señala Valcarce.

6. Londres de convirtió desde muy temprano en objeto de estudio para Rasmussen.
7. Páginas interiores de la edición norteamericana de Bygninger: skildret y tegninger og ord (Towns and buildings described in drawings) de 1951, ilustrada con dibujos de Rasmussen.

Tampoco es casual que su primer libro, en momentos en que se interesaba por la planificación urbana, se titulara Londres, escrito originalmente en danés en 1934 tras varios años de estudio sobre la vida e historia de esa ciudad. Reeditado más adelante en inglés como London: the Unique City (Londres, ciudad única), el libro fue objeto de numerosas reediciones y el abreboca de trabajos posteriores como Byer og Bygninger: skildret y tegninger og ord de 1949 (Ciudades y edificios descritos con dibujos y palabras o Towns and buildings described in drawings), caracterizado por abordar la relación entre la ciudad y sus edificios, que Rasmussen ilustra con magníficos dibujos de su autoría.

8. Algunas de las páginas interiores de Experiencing architecture tomadas de la primera edición realizada por The MIT Press (1962)

De tal manera, Experiencing architecture, escrito de forma tal que incluso los adolescentes interesados en la arquitectura puedan entenderlo y desde la convicción de que para aprender arquitectura el mejor texto es la propia arquitectura, le permite a Rasmussen, como señala Valcarce, enseñarnos a mirarla “no sólo como configuradora del entorno, sino también, y sobre todo, como hecho cultural”. Y continúa: “Con un lenguaje sencillo y asequible, Rasmussen proporciona las pautas básicas para aprender de esa observación y explica una serie de conceptos fundamentales para entender los hechos arquitectónicos en su más amplio sentido. Además, apoyándose en unas imágenes insustituibles, nos muestra un extenso repertorio de edificios de los que analiza sus principales características”. En otras palabras, Experiencing architecture “…recoge la preferencia de Rasmussen por narrar sus experiencias personales como usuario y observador del entorno y los elementos que lo configuran”.

9. Algunas de las páginas interiores de Experiencing architecture tomadas de la primera edición realizada por The MIT Press (1962)

El libro, de 245 páginas (de acuerdo a la edición de The MIT Press) que incluye 158 figuras, dividido en diez capítulos (Observaciones básicas. Sólidos y cavidades. Efectos de contraste. Planos de color. Escala y proporción. El ritmo. La textura. La luz natural. El color. El sonido), precedidos de un Prefacio y cerrados por un Índice alfabético, ofrece en ellos , con la claridad y el entusiasmo que la cultura nórdica ha sabido asociar siempre a la arquitectura y a los objetos que nos acompañan en la vida diaria, toda una lección de teoría de la arquitectura y un repaso a algunas de las características formales que mayor influencia tienen en nuestra percepción de ella.

10. Las reediciones en español del libro de Rasmussen realizadas por Mairea/Celeste (izquierda) y Editorial Reverté (derecha)

Más allá de las más de 27 reimpresiones en inglés mencionadas y de que fue traducido a diversos idiomas, Experiencia de la arquitectura, luego de ser editado en castellano, como ya señalamos, por Labor en 1974 se reedita, que sepamos, en otras dos oportunidades ambas como La experiencia de la arquitectura con el subtítulo “Sobre la percepción de nuestro entorno”: Mairea/Celeste lo hará en 1987 y 2000 a través de una muy cuidada edición, y la citada Editorial Reverté en 2004, 2007 y 2021, teniendo como base la anterior y siguiendo “fielmente el original en danés de 1957, que incluía ilustraciones en color en el capítulo IX”, como “sincero homenaje a quien tanto nos enseñó a disfrutar la arquitectura”, manifestará Valcarce. De gran valor en la última edición es la “Breve autobiografía” escrita por Rasmussen aparecida inicialmente como introducción al catálogo de la exposición dedicada a su obra como arquitecto y planificador urbano organizada en Copenhague en 1988.

11. Imagen tomada de la página 16 de Experiencing architecture cuya leyenda traducida señala lo siguiente: «Muchachos jugando un juego de pelota en la parte alta de la escalinata detrás de la iglesia de Santa Maria Maggiore en Roma (1952)»

Convencido de que al hablar de arquitectura estaba hablando de arte, queremos cerrar con esta cita directa de Rasmussen tomada de sus “Observaciones básicas”: “… la arquitectura es algo indivisible, algo que no se puede separar en una serie de elementos. La arquitectura no se hace simplemente mediante la suma de plantas, secciones y alzados. Es otra cosa, y algo más. Resulta imposible explicar con precisión lo que es: sus límites no están bien definidos ni mucho menos. En general el arte no debería explicarse; hay que experimentarlo. Pero gracias a las palabras es posible ayudar a que otros lo experimenten, y eso es lo que yo intentaré hacer aquí”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. BIBLIO (https://biblio.com.au/book/experiencing-architecture-rasmussen-steen-eiler/d/1450220714)

2 y 10. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

3. Wikipedia (https://sv.wikipedia.org/wiki/Steen_Eiler_Rasmussen); y María Teresa Valcarce. “Steen Eiler Rasmussen: de las ciudades a los libros”. En: Steen Eiler Rasmussen. La experiencia de la arquitectura, Editorial Reverté, 2004.

4. arkitekturbilleder.dk (https://www.arkitekturbilleder.dk/bygning/ringsted-raadhus)

5. dba (https://www.dba.dk/billedbog-fra-en-kinarejse/id-1092349284/); y María Teresa Valcarce. “Steen Eiler Rasmussen: de las ciudades a los libros”. En: Steen Eiler Rasmussen. La experiencia de la arquitectura, Editorial Reverté, 2004.

6. BØGER & KURIOSA (https://kuriosa.dk/vare/london-den-vidtudbredte-storby-det-nye-london-en-storbyregion/); y Stella & Rose’s Books (https://stellabooks.com/books/steen-eiler-rasmussen/london-the-unique-city-947415/1819724)

7. Blank verso books (https://www.blankverso.com/book/001598/steen-eiler-rasmussen/1951-steen-eiler-rasmussen-hand-signed-towns-buildings-first-american/)

8, 9 y 11. Steen Eiler Rasmussen. Experiencing architecture, The MIT Press, 1962.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 397

El Concurso Nacional de Ideas para el Teatro Municipal El Hatillo, promovido el año 2001 por la Gobernación del estado Miranda, la Corporación de Servicios y Mantenimiento del estado Miranda y la Alcaldía del Hatillo buscaba, de acuerdo a las bases que acompañaron su convocatoria, obtener propuestas para la solución de un teatro clásico (tramoya y servicios) para 1.000 espectadores con actividades de apoyo, zona rental de oficinas (4.000 m2), servicios y estacionamientos.

1. Ubicación del terreno al este del pueblo de El Hatillo.

Se ubicaría en un terreno de 4.500 m2 delimitado al norte por la calle El Progreso (entrada a la urbanización La Lagunita), al sur por parcelas residenciales y al oeste con la calle Buena Vista, el pueblo del Hatillo y (a la distancia) la iglesia parroquial.

Culminado el período de entrega para el que se exigían un máximo de seis láminas rígidas de 60 x 90 cms. que mostraran la información fundamental (memoria, plantas, cortes, fachadas y perspectivas, siendo la maqueta un requisito opcional), el jurado otorgó el primer premio que garantizaba la contratación del anteproyecto y proyecto al escultor, pintor y dibujante Miguel Acosta González, profesor universitario, egresado de la FAU UCV en 1979, quien contó con la colaboración de los también arquitectos Luciano Landaeta, Juvenal Salcedo y Luis Sánchez Alonso.

El interesante proceso de diseño seguido por Acosta, recogido en “Distancias y aproximaciones entre dibujos e ideas. Experiencias en cuatro concursos de arquitectura”, trabajo de ascenso presentado en 2004 para optar a la categoría de Asistente dentro del escalafón universitario en la FAU UCV, permite no sólo encontrar los aspectos claves que fueron esgrimidos para producir y sustentar la propuesta ganadora, sino el importante peso que cobraron los medios de representación utilizados para que dicho éxito cristalizara.

Lo primero que salta a la vista a la hora de observar cómo se abordó el problema es la interpretación que se le dio al programa. Alejándose de la aspiración expuesta por los convocantes de contar con un “teatro clásico”, Acosta y su equipo propusieron más bien la creación de un “centro cultural”, transformando el teatro en una pequeña sala anfiteátrica para 250 espectadores, planteando sólo las oficinas propias de la institución llevándolas a 400 m2 y reduciendo el estacionamiento para una capacidad de 100 vehículos.

2. Del tradicional patio colonial a su adaptación al terreno.

La consideración del diseño de un edificio público asociado a la imagen arquetipal de la casa (célula de un organismo mayor como lo es la ciudad), y en particular de la casa colonial propia de pueblos como El Hatillo, estará presente desde un comienzo como idea generadora de la propuesta. En tal sentido, en el texto introductorio del proyecto elaborado por Acosta para el trabajo de ascenso mencionado, señalará: “La mayoría de las casas de pueblos coloniales como El Hatillo tiene patios internos alrededor de lo cuales se colocan los corredores, habitaciones y espacios. (…) Cuando comenzamos a trabajar en este concurso esto fue lo primero que se nos vino a la mente y propusimos esquemas de funcionamiento y formas que tuvieran que ver con la creación de un patio interno: una serie de volúmenes alrededor de un espacio central. (…) La idea de casa colonial con patio, heredada de la tradición española, fue la primera imagen con la cual trabajamos; se mantuvo presente con ciertas alteraciones”.

3. La idea va tomando forma.
4. Vista general de la idea dentro del contexto.

Otra imagen recurrente, presente desde el inicio, estará asociada a la idea de teatro: “Al igual que con la casa, cuando pensamos en un teatro es casi seguro que recordemos los teatros griegos como imagen arquetipal. (…) Dichos teatros eran tallados en las montañas y los constructores aprovechaban las pendientes naturales de los terrenos para su construcción. (…) De aquí surgieron dos temas para el Centro Cultural: el escalonamiento y la topografía. (…) El primero se manifiesta en la vibración que produce la repetición sucesiva de las gradas de un teatro y el segundo en el tallado de la edificación por niveles: continuidad entre naturaleza y arquitectura”.

Las ideas expuestas dieron pie a lo presentado a concurso luego de un rico proceso en el que, en primer lugar, la geometría triangular del terreno (con los tres lados diferentes entre sí) obligó a adaptar la forma rectangular del patio tradicional. Ello junto a las consideraciones topográficas llevó a proponer la imagen de un “triángulo cubista” el cual fue boceteado “repercutiendo en el conjunto en formas geométricas curvas, rectas y quebradas”.

5. De arriba a abajo: Plantas, corte longitudinal y fachada oeste de la propuesta presentada a concurso.

A los ajustes sucesivos a que se sometieron las primeras ideas se sumó el tratamiento propuesto para el hall de acceso del edificio entendido como una “plaza cubierta” desde donde se pudiera “atravesarlo mediante una calle interna escalonada”. “La edificación comienza a funcionar como un edificio urbano: plaza cubierta, pequeña plaza interna (patio en escalera) y una calle peatonal que permitiera la conexión entre las calles colindantes. La edificación se planteó como una pieza adaptable a las distintas situaciones espaciales y formales del contexto. (…) En ese momento, la imagen de casa se transformó en imagen de edificio institucional (Centro Cultural) que responde al contexto de una manera uniforme con una geometría ligera y severa al mismo tiempo”.

6. Proceso de ajustes que conllevó el anteproyecto.
7. Lámina resumen del anteproyecto.

Durante el desarrollo del anteproyecto una vez obtenido el premio, los promotores y organizadores insistieron en la necesidad de incorporar el “teatro clásico” (ahora para 700 espectadores) planteado en las bases del concurso, transformado (como ya se dijo) en sala anfiteátrica con capacidad sólo para 250 presentada como idea ganadora. Ello originó un importante ajuste que “afectó considerablemente las condiciones formales y espaciales del programa”, el intento de equilibrar sin éxito el teatro con el resto del edificio y el inicio de un proceso de diálogo que condujo a la aceptación por parte de los clientes de retomar la idea de una sala de conciertos para 350 espectadores, “con las dimensiones suficientes para hacer danza y teatro pero sin las complicaciones de un Teatro Clásico”. De aquí surgiría la volumetría resultante plasmada finalmente: “un par de xilófonos (marimbas) de direcciones y proporciones distintas, integradas por el cuerpo del Hall de Acceso … lo cual fue aprovechado como imagen para resolver también la Biblioteca”.

Finalmente, el resultado logrado permitió afirmar que el teatro se abrió hacia el pueblo del Hatillo e interactúa con él, y que el edificio institucional paso a ser un edificio-teatro donde el escalonamiento de pisos y techos cobran gran protagonismo.

8. Dibujos de Miguel Acosta que acompañaron la propuesta presentada a concurso.

Los dibujos utilizados para presentar tanto las dos etapas de ideas -material entregado para el concurso- (bocetos y croquis exploratorios a mano alzada en los que se van alternando perspectivas y plantas de conjunto que concluyen con plantas, cortes y fachadas a escala 1/200), como el anteproyecto (croquis definitorios de plantas a mano alzada y dibujos a escalas 1/100 y 1/50,) fueron realizados fundamentalmente utilizando lápiz y marcadores negros (punta fina y punta gruesa) sobre croquis blanco y amarillo.

La riqueza expresiva que muestra a modo de memoria conceptual la presentación realizada desde el primer boceto a los dibujos más precisos, denota una vez más la virtuosidad como dibujante de Acosta y el valor que siempre ha tenido para él como método de aproximación creativa a la arquitectura. Ello le permitirá afirmar: “la relación entre dibujo e ideas es de orden dialéctico: donde comienza el dibujo concluyen las ideas y donde surgen las ideas se define el dibujo”.

Acosta, asiduo participante en concursos de arquitectura, había obtenido el segundo premio en el certamen para la “Escuela de Danza de la Ópera de París, Nanterre” en 1983, fue finalista en el convocado para el “Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda” en 1986 y obtuvo en 1998 el primer premio del “Concurso de Ideas para el Edificio de Apoyo al Museo de Arte Colonial-Quinta Anauco”, antes del reconocimiento alcanzado en el que hoy nos ha ocupado. Posteriormente continuaría cosechando éxitos como ganador del primer premio en: el “Concurso para el Mercado Popular de Antímano” (2013), el “Concurso Público para el Proyecto Sede del Banco Central Guayana” (2015), el “Concurso para la remodelación de la vieja oficina postal de Miami” (2015) y, más recientemente, junto a Rafael Montes, del “Concurso de Ideas para la manzana del Taller del Hierro, Oporto” (2022).

9. Vistas aéreas del Anfiteatro El Hatillo.
10. Dos imágenes recientes del Anfiteatro El Hatillo.

Nota

Entregado el trabajo por parte de Acosta, finalmente como tantos otros concursos realizados a nivel nacional los promotores decidieron no construirlo. En su defecto lo que se realizó años después fue, tomando en cuenta parte de lo propuesto por Acosta, la restitución de lo que era una infraestructura venida a menos y que hoy se conoce como Anfiteatro El Hatillo, sala multipropósito que, sobre la calle Bella Vista (justo al lado del Centro Comercial Paseo El Hatillo), ocupaba uno de los tres terrenos (el identificado como P2) que se pensaban integrar al momento del lanzamiento del certamen. Con un aforo para 700 espectadores los trabajos se terminaron en 2013 y desde entonces ha funcionado con el objetivo de promover los talentos locales nacionales. La obra requirió la restitución del techo y la refacción de general de paredes e iluminación.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Miguel Acosta. “Distancias y aproximaciones entre dibujos e ideas. Experiencias en cuatro concursos de arquitectura”, Trabajo de ascenso presentado para optar a la categoría de Asistente dentro del escalafón universitario, FAU UCV, 2004 (visitable en https://issuu.com/miguelacostagonzalez/docs/distancias_y_aproximaciones_entre_dibujos_e_ideas); y ACOSTA (https://miguelacostaarteyarquitectura.com/portfolio/arq2000/)

9. Capturas de Google Earth.

10. Goliiive (https://www.goliiive.com/venue/anfiteatro-el-hatillo); y Ernaly Hernández (https://www.google.com/search?client=firefox-b-d&q=anfiteatro+El+hatillo#lpg=cid:CgIgAQ%3D%3D,ik:CAoSLEFGMVFpcE5SZlJtMmF0RXhueUNaUzNFcXl4M2x3enRjTXBCcVFvRXAxSEtO)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 383

La imagen que acompaña nuestra postal del día de hoy, una perspectiva del proyecto realizado por Carlos Celis Cepero (1925-2023) para el Complejo Residencial Los Ilustres, ubicado en la plaza Los Símbolos, fechado en 1979, nos indujo a pensar que sería una tarea relativamente sencilla el poderlo documentar y comentar.

Creímos, en principio, que se trataba de un desarrollo que ocuparía el valioso terreno localizado al este del importante espacio público que funge de nodo articulador entre el Paseo de los Ilustres y el Paseo de Los Símbolos, donde hoy se localiza el consolidado barrio urbano León Droz Blanco, el cual se presentaba como una muy bien delimitada lengüeta plana y lista para ser desarrollada en las imágenes que se publicaron durante el proceso de construcción del corredor urbano a mediados de la década de 1950 del siglo pasado.

1. La Plaza y el Paseo Los Símbolos en pleno proceso de construcción (c.1956). En la foto de la izquierda se puede apreciar, en la esquina inferior izquierda y en la de la derecha en el centro arriba, el lote de terreno donde suponíamos se desarrollaría el Complejo Residencial Los Ilustres.
2. Impactante imagen del día de la inauguración del Paseo y la Plaza Los Símbolos a finales de 1956. A la izquierda el lote de terreno que dos años después sería invadido por los primeros pobladores del barrio León Droz Blanco.

Al indagar sobre el momento en que el predio fue invadido por las primeras viviendas informales y precarias que dieron origen al barrio, descubrimos que ello ocurrió tan temprano como 1958, inmediatamente después de la caída de Pérez Jiménez y en medio del Plan de Emergencia impulsado por Wolfgang Larrazábal, momento en el que se abandonó la “guerra contra el rancho” impulsada por el primero y se disparó la invasión de terrenos baldíos en la capital asociado al incremento de migrantes procedentes del interior del país. Siguiendo esa línea pensamos que desde entonces se pudo haber presentado algún litigio de parte de los propietarios del predio tendiente a lograr su desocupación.

3. Arquitectos Américo Faillace, Nelson Douaihi, Jimmy Alcock y Raúl Garmanedia, proyecto para un edificio de la Fundación Bolivariana, Plaza Los Símbolos, 1965-1966.

Fue entonces cuando descubrimos que entre 1965 y 1966 la Fundación Bolivariana (quizás propietaria del terreno) encargó para el terreno que nos ocupa en la Plaza Los Símbolos, el proyecto para un delgado y elevado edificio laminar que sería desarrollado por los arquitectos Américo Faillace, Nelson Douaihi, Jimmy Alcock y Raúl Garmanedia del que quedó como testimonio la foto de una maqueta publicada en Caracas a través de su arquitectura (1969) y sobre el cual no tenemos mayores noticias.

Luego pensamos que aprovechando el desarrollo de la línea 3 del Metro de Caracas y la necesidad de construir la estación Los Símbolos en el lugar, surgiría la solicitud hecha al arquitecto Celis Cepero para la realización de un segundo proyecto destinado a desarrollar el lote acorde a lo que permitía la ordenanza de zonificación, como respaldo al interés de los propietarios por recuperar lo que les pertenecía.

Sin embargo, todo lo dicho anteriormente se ha quedado en simples especulaciones. Por un lado, no nos fue posible ampliar detalles sobre si hubo en realidad unos propietarios de los terrenos afectados y si en algún momento intentaron recuperarlo. Por el otro, nos hemos topado con que el barrio León Droz Blanco ha sufrido un proceso cada vez más consistente de consolidación, que tiene una organización comunal fuerte que vela por preservar su calidad ambiental, su memoria y sus tradiciones, todo lo cual reorientó el propósito inicial que teníamos para elaborar esta nota.

4. Vista aérea de la Plaza Los Símbolos y sus alrededores en la actualidad. A la derecha el barrio León Droz Blanco.

Esther Wiesenfeld en “Entre la invasión y la consolidación de barrios: análisis psicosocial de la resistencia al desalojo”, artículo publicado en la revista Estudios de Psicologia 1998, 3(1), expone lo siguiente: “La presencia de los barrios en el contexto social venezolano, tiene una larga data. En efecto, a partir de la década del cuarenta comenzó en el país un fuerte movimiento migratorio hacia las grandes ciudades, en particular, hacia su ciudad capital, Caracas. Es así como en una forma acelerada, la composición poblacional de Venezuela pasa a ser mayoritariamente urbana. (…) Esta situación generó una multiplicidad de problemas, en particular, los referidos a los servicios públicos, la escasez de vivienda, la atención médica, entre otros. Estos problemas eran, en muchos casos, resueltos por las propias personas, quienes se organizaron y trabajaron en pro de su solución. Así, los barrios emergen como una respuesta a los problemas de vivienda que se hacían cada vez más difíciles para quienes llegaban a las ciudades en busca de un lugar donde vivir y trabajar, en fin, donde mejorar sus condiciones de vida”.

Utilizando justamente el barrio Droz Blanco como ejemplo, Wiesenfeld confirma algunas de nuestras hipótesis iniciales cuando expone con relación a su progresiva consolidación: “A medida que fueron llegando nuevos pobladores y se construyeron estas primeras viviendas, éstos tuvieron que organizarse para desarrollar todo tipo de estrategias que les permitiera adecuar el terreno a sus necesidades. Por otra parte, a lo largo de su historia, el barrio soportó no menos de cinco intentos de desalojo, tanto por parte de instituciones estatales así como por particulares interesados en utilizar los terrenos con fines de construcción privada. Sin embargo, estos intentos fracasaron una y otra vez, debido fundamentalmente al espíritu de organización y lucha que los residentes fueron cristalizando en el tiempo, con base en los vínculos sociales y afectivos construidos paralelamente a la construcción de sus viviendas y los servicios. En efecto, el nivel de consolidación alcanzado por la comunidad, tanto en lo que se refiere a sus aspectos estructurales como sociales, ha sido un elemento decisivo en cada instancia de amenaza que se ha vivido”.

5. Fotos del interior del barrio León Droz Blanco.
6. El Droz Blanco visto desde el Paseo Los Símbolos.

El barrio asumió su denominación en honor de León Droz Blanco, militar nacido en Maturín en 1925, miembro de la resistencia clandestina contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que fue asesinado por la policía política perezjimenista cuando se encontraba en el exilio en Colombia, todo lo cual encierra un importante significado.

La Sra. Ángela González, Presidenta del Consejo Comunal de los Símbolos, en “León Droz Blanco: 50 años de construcción y lucha Social”, publicado en http://puebloenrevolucion.blogspot.com/2008/10/len-droz-blanco-50-aos-de-construccin-y.html aportó en 2008 la siguiente información correspondiente a la propiedad definitiva del terreno donde se ubica el barrio: “Esta angustia desaparece totalmente a partir del 2002, año tres de la Revolución cuando se adelanta la regularización de la tenencia de las Tierras Urbanas, con la adjudicación de la propiedad colectiva, logramos que se nos reconociera como los únicos dueños, no solo de la parcela donde construimos nuestra casa, sino de todo el terreno, todos somos dueños de todo, ninguna persona puede vender sin consulta y aprobación de una asamblea de ciudadanos y ciudadanos”.

7. Página del libro Caracas a pie dedicada a la ruta «Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos». Abajo, el barrio León Droz Blanco.

El Droz Blanco fue incluido por José (Cheo) Carvajal y Juancho Pinto en una de las rutas que publicaran en la página dominical Caracas a pie del diario El Nacional titulada “Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos”, recogida luego en el libro del mismo nombre que vio la luz en 2012. De sus impresiones rescatamos, para finalizar, lo siguiente: “Caminar sus angostas calles -naturalmente un ‘paseo peatonal’-, es mirar un lugar que desafía los lugares comunes: tiene tradición, algunas casas que envidiaría la clase media, cancha de básquet y parque de atracciones en sus accesos. Hay planes de remodelación de viviendas a través del consejo comunal, y un edificio que Misión Hábitat está construyendo para veinte familias. Se conecta con Los Chaguaramos por varios accesos, tanto así que son una misma cosa”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

1, 2 y 6. Colección Crono Arquitectura Venezuela

3. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969).

4. Captura de Google Earth

5. http://venezuelau.blogspot.com/2008/11/barrios-de-caracas-len-droz-blanco.html

7. José Carvajal y Juancho Pinto. «Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos», Caracas a pie , El Nacional, 2012