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¿SABÍA USTED…

…que en 1929 se completó la construcción de lo que hoy es la Plaza Pérez Bonalde en Catia?

1. Plaza Cataluña, luego Pérez Bonalde (foto tomada aproximadamente en 1934).

A poco que uno observe el paulatino crecimiento urbano de Caracas a comienzos del siglo XX, registrado con precisión en los planos elaborados por el ingeniero Ricardo Razetti, notará el momento en el que la ciudad, que se mantuvo si se quiere contenida entre el Ávila al norte y el Guaire al sur y limitada por El Calvario al oeste y la quebrada Anauco al este, comienza a extenderse mediante intervenciones que rompen definitivamente con la estructura que hasta entonces había prevalecido y garantizado su ordenamiento: la del damero colonial.

En tal sentido, el “Plano de Caracas” de 1929, última de las representaciones de Razetti de la ciudad, se convierte en un documento fundamental para entender los cambios que a partir de entonces se acelerarían coincidiendo con el impacto que tendría la transformación de nuestra economía a raíz de la aparición del petróleo.

2. Plano de Caracas por Ricardo Razetti. 1929.

El análisis del documento, realizado con minuciosidad por Iván González Viso y Federico Vegas en el texto introductorio “Caracas a través de sus planos” de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), hace particular mención de la aparición al extremo noroeste de la ciudad, en el sector de Catia, de una urbanización “en construcción” que llevaba el nombre de “Nueva Caracas”. Al respecto señalan: “Su extensión equivale a 80 de las cuadras del centro tradicional. Por su escala y novedad es, proporcionalmente, la intervención más importante en la historia de Caracas. Viene a constituir un modelo de ciudad satélite, pues se encontraba separada del casco central por el largo brazo que partía hacia la Guaira y destinada para la clase obrera, una especificidad que difiere de la multifuncionalidad de la trama colonial. Comenzaban a manifestarse criterios de zonificación y desintegración. Nueva Caracas será la entrada al gran valle desde el mar y tendrá la multiplicidad y la vitalidad de un puerto enclavado en la montaña. Allí encontraron sitio los emigrantes que llegaron antes y después de la guerra”.

3. Detalle del Plano de Caracas de 1929 con el trazado de la Nueva Caracas «en construcción». Al norte la plaza Juan Crisóstomo Gómez (luego Sucre) y en el centro la plaza Cataluña (luego Pérez Bonalde).

En efecto, cuando en 1924 Renato Serrano, Gobernador del Distrito Federal, se dirige al Concejo Municipal de Caracas, informándole sobre las inversiones que se realizaban en el ensanchamiento de la avenida Sucre, “la cual enlaza entre sí los importantes caseríos de Las Tinajitas, Agua Salud, Agua Salada y Catia”, le abrió la puerta con dicha mejora vial a la urbanización de grandes extensiones de uso agrícola al oeste del centro de la capital. El primero de estos nuevos desarrollos es la ya citada Nueva Caracas, para cuya realización en 1928 se comienza a trabajar una gran extensión de terreno en el llamado “relleno de Catia” que implicó el embaulamiento de una parte de la Quebrada Caroata, cuyos afluentes eran las quebradas Agua Salud, Agua Salada y El Polvorín, entre otras.

Como bien registran Izaskun Landa y María Isabel Peña en el texto que sirve de introducción a la “Zona 2. La Nueva Caracas” del ya citado libro Caracas del valle al mar…, será en 1929, con la creación del Sindicato Nueva Caracas, que se promoverá en el sector “la construcción de un gran trozo de ciudad, en un terreno plano luego de atravesar un cuello entre cerros, desde el casco fundacional y en sentido noroeste, donde se desarrollaron unas 58 manzanas (rectangulares y cuadradas) diseñadas por el ingeniero Oscar Ochoa”.

4. Primeras edificaciones que se levantan en la Nueva Caracas donde funcionaron las oficinas del Sindicato Nueva Caracas (c.1928).

Pese a ser un emprendimiento privado, el Banco Obrero (BO), repitiendo la exitosa experiencia alcanzada en San Agustín del Sur, en donde estaba construyendo 200 viviendas; en Agua Salud, 95 viviendas construidas por contrato por los Hermanos Mancera; y 60 en Los Jardines del Valle, levantadas por los ingenieros C. Aza Sánchez y R. Valery Pinaud, decide construir 38 viviendas en la Nueva Caracas, también contratadas a los Hermanos Mancera y vendidas por Bs. 10.980 cada una. Estas últimas se hacen continuas, sin retiros laterales ni de frente. Además, sólo podían alcanzar un solo piso adicional, ya que el suelo era arenoso, inestable y con niveles freáticos altos corroborado por la existencia en las proximidades de la Laguna de Catia, nutrida con agua de la quebrada Caroata. Con ello como modelo, la Nueva Caracas se fue conformando primordialmente por edificaciones adosadas sin retiro de frente para vivienda y comercios, y áreas de uso industrial que ocupaban parcelas de mayor tamaño al sur.

5. Laguna de Catia, cerca de 1930.
6. Detalle del Plano de Caracas y sus alrededores de Eduardo Röhl (1934) donde se muestra la relación entre la Nueva Caracas (empezando a ocuparse) y el casco central de la ciudad. A la izquierda (oeste) de la trama de la urbanización se puede observar la Laguna de Catia.

El trazado vial en retícula adoptó, para las calles que se desarrollan en sentido norte-sur, nombres de repúblicas del continente (Perú, Brasil, Argentina, Colombia, México, Chile, Bolivia, Ecuador), y para la avenida central (flanqueada por las de Argentina al oeste y Colombia al este), el de la Madre Patria (España). Ellas tres son las únicas cuyo recorrido transcurre sin interrupciones entre la avenida Sucre y La Silsa (prolongación de la avenida Morán o avenida Simón Bolívar).

7. Trazado de la Nueva Caracas mostrado en un detalle del Plano de Caracas y sus alrededores de 1941.

Sobre el eje central, ocupando su corazón neurálgico destaca “una glorieta radial, inicialmente denominada ‘Plaza Cataluña’”, apuntará María Isabel Peña, la cual complementará el gentilicio de la avenida sobre la que se colocó.

8. Detalle del Plano de Caracas de 1956 donde se muestra el desarrollo de la Parroquia Sucre (incluida la Nueva Caracas) y su la relación con el casco central de la ciudad.
9. Viviendas en las veredas de la urbanización Urdaneta, Catia (c.1956).
10. Detalle de la Plaza Pérez Bonalde (c.1955).

El arbolado espacio público, que posteriormente se llamaría “Plaza Las Orquídeas”, adoptará a partir de 1946 el nombre de “Pérez Bonalde” en honor al poeta venezolano José Antonio Pérez Bonalde Pereira (1846-1892), máximo exponente de la poesía lírica del país del siglo XIX, nombre con el cual ha permanecido hasta hoy. Fue entonces cuando también se colocó en el centro de la rotonda un busto del escritor en mármol blanco sobre un pedestal, obra del connotado escultor caraqueño Lorenzo González (1876-1948) ejecutado en la Marmolería Artística Prof. Emilio Gariboldi.

11. Tres tomas en momentos diferentes del busto del poeta José Antonio Pérez Bonalde, obra del escultor Lorenzo González.

Desde la plaza, cuyo diseño se atribuye al urbanizador Oscar Ochoa, ubicada como se dijo sobre la avenida España, surgen seis calles que se conectan a las avenidas Argentina y Colombia: dos perpendiculares a la España en sentido este-oste (calle Washington), dos en sentido suroeste-noreste (calle La Engracia) y dos en sentido sureste-noroeste (calle La Castellana). Esa disposición en cruz y sus diagonales, determinaron su diseño radial compuesto por ocho jardines.

Cabe añadir que dentro de la planificación de la Nueva Caracas prevista por Oscar Ochoa (quien posteriormente también desarrollaría Altavista al norte de Catia y la urbanización Miranda al este de Caracas), se incluyó un club social y deportivo ubicado frente a la plaza Pérez Bonalde.

José Ignacio Cabrujas (1937-1995), quien vivió en la calle Argentina, entre quinta y sexta avenida, de la Nueva Caracas desde 1941 hasta 1960, es quien nos ha dejado a través de la entrevista que le hiciera Milagros Socorro para el libro Catia Tres Voces: María Carrasquel, Henríquez Hernández, José Ignacio Cabrujas (1996), imágenes reveladoras de sus vivencias en el sector y del significado que tuvo la plaza Pérez Bonalde en su tránsito por la adolescencia y juventud. En tal sentido confesará: “La plaza Pérez Bonalde y la avenida España constituían un entorno ritual. Allí se desarrollaban inmensos ritos: de iniciación sexual, de valentía, de virilidad, de feminidad”.

12. Fotografía de la Plaza Pérez Bonalde en los años 1950, cuando José Ignacio Cabrujas la hizo parte de su recorrido vital.

Para Cabrujas, muchas de sus experiencias están asociadas a la importancia que tenía la posibilidad de ir al cine, donde se alternaba entre el ir al Pérez Bonalde a ver películas norteamericanas, románticas, o ver mexicanas al España “a cuadra y media de la plaza Pérez Bonalde, bajando hacia la plaza de Catia”, para luego ir al comentarlas en el lugar que rinde honores al autor de “Vuelta a la patria”.

Cabrujas resume la importancia del lugar cuando transmite que para él Catia y la plaza Pérez Bonalde estaban asociadas al concepto de “comunidad”: “Y uso la palabra ‘comunidad’ con toda intención porque tiene una carga afectiva para mí y no me gusta usarla sino solo en esa instancia: lo que es común a todos, lo que les sucede a personas, la crónica y los estímulos comunes de las personas. Todo sucedía en un lugar que era capaz de autoabastecerse; si yo recuerdo esa etapa de la plaza Pérez Bonalde, lo primero que se me viene a la mente es que el resto de la ciudad no significaba para mí nada”.

13. Dos de los cines ubicados en la Nueva Caracas frecuentados por José Ignacio Cabrujas. El Catia (izquierda) y el España (derecha).

Siempre teniendo el cine como eje (en Catia en los años 50 se contaban hasta ocho salas de proyección), Cabrujas redondeará el valor de foro o ágora que daba a aquel espacio público con nombre de poeta, a partir de una anécdota asociada a la película de corte social titulada “Nosotros los pobres”, protagonizada por Pedro Infante: “Después de ver aquella película de Pedro Infante, no era posible que nos fuéramos a nuestras casas sin constatar aquel milagro y aquella emoción que habíamos experimentado. Teníamos que felicitarnos e intentar extraer conclusiones sobre lo que habíamos visto”. Y continúa: “Éramos amigotes e íbamos a la plaza a hacer bromas, a reírnos, a hacer lo que llaman los españoles gamberradas, a eso íbamos a la plaza Pérez Bonalde: a ser muchachos. Muchachos en el sentido de que teníamos que sentarnos y hablar, sin orden ni por qué. Con el tiempo, bien pasado el tiempo, descubrimos que éramos algo, que teníamos una cierta identidad, claro que a nadie se le ocurrió decir que éramos el Grupo de la plaza Pérez Bonalde, eso era simplemente un afecto; pero algunos de nosotros empezamos a pensar que era importante vernos allí, que no ir una noche significaba perder algo, perderse una experiencia o la oportunidad de lucirse, de alardear entre nosotros mismos a ver quién era más inteligente o sacaba mejores conclusiones. Las discusiones eran increíbles, y las había de todo tipo… (…) Así, la plaza fue transformándose lentamente, muy lentamente, en un sitio de discusión. En la medida en que nos íbamos haciendo grandes, o nos arriesgábamos más, o leíamos más, se convirtió en una costumbre importante discutir”.

14. Otros dos cines ubicados en la Nueva Caracas. El Bolívar (izquierda) y el Esmeralda (derecha).

A medida que pasó el tiempo la plaza se convirtió, de acuerdo con el testimonio de Cabrujas, en “el lugar donde fingíamos y a medida que pasaba el tiempo fingíamos más, nos hacíamos más teóricos, más comunistas, más estetas, más conocedores, más gastrónomos, más mujeriegos… sin que eso fuera verdad, sin que eso fuera una experiencia. Éramos unos sofistas, unos retóricos, creíamos que el verbo suplantaba la realidad y nos daba poder. No éramos honrados, pero al mismo tiempo, en nuestro descargo debe decirse, éramos muy angustiados y todo eso lo vivimos sabiendo lo que vivíamos, sabiendo que lo que nos faltaba era grave y en verdad buscábamos que nos sucediera. Eso me lo concedo y se lo concedo a la gente de la plaza Pérez Bonalde”.

Catia experimentó una urbanización rápida y profunda bajo el régimen de Marcos Pérez Jiménez, transformándose de un paisaje semi-rural en una bulliciosa zona industrial. Este período atrajo importantes oleadas de inmigrantes italianos, portugueses, españoles y árabes, contribuyendo a la identidad de la zona como un «volcán de trabajo». La inauguración del Mercado de Catia cerca de la Plaza Pérez Bonalde fue vista como una clara señal de progreso, equiparando el desarrollo con la construcción.

15. Izquierda: Dos tomas de la avenida España en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX. Derecha: La avenida España transformada en el Bulevar de Catia.
16. La Plaza Pérez Bonalde en la actualidad.

Por su parte, la plaza Pérez Bonalde, testigo de la transformación de la Nueva Caracas, conservó su fisonomía hasta que a finales de los años 80 comenzaron las obras del Metro, que derivarían en la construcción de la estación que lleva su nombre y la creación del Bulevar de Catia sobre la que había sido hasta entonces la avenida España, del cual la Pérez Bonalde (al sur) y la Catia (al norte, colindando con la avenida Sucre) constituyeron sus extremos. La intervención del Metro la redujo a cuatro jardines sin alterar su perímetro total, así como tampoco la ubicación central de busto del poeta el cual en años más recientes ha mostrado claros síntomas de deterioro.

17. Diversas tomas del Bulevar de Catia en la actualidad.

El Bulevar de Catia desde su inauguración en 1982 se convirtió rápidamente en una pujante zona comercial y lugar de recreo y esparcimiento. Esta vitalidad comercial y recreativa se intensificó significativamente los fines de semana, atrayendo una gran afluencia de residentes de los barrios circundantes, incluidos los superbloques del 23 de enero, las Lomas de Urdaneta y Altavista y la parte baja de Los Magallanes, intensidad que convirtió el mantenimiento y cuidado de sus espacios y equipamiento en un tema que se debía atenderse con una frecuencia que no era respetada.

18. Vistas cenitales de la Nueva Caracas y sus alrededores en la actualidad (izquierda) y de la Plaza Pérez Bonalde y sus inmediaciones.

A pesar de los desafíos y ciclos de degradación sufridos, la Plaza Pérez Bonalde y su Bulevar circundante muestran una notable resiliencia. El hecho de que se mantuviera como la «zona más dinámica y principal punto de abastecimiento» incluso durante la pandemia sugiere que las necesidades humanas fundamentales de reunión pública, comercio y recreación están profundamente arraigadas y a menudo superan los reveses temporales o incluso la negligencia sistémica, demostrando que poseen un valor y una función intrínsecos para la comunidad que trascienden su condición física o sus problemas de gestión.Esto sirve para reiterar que los espacios públicos, especialmente aquellos que cumplen funciones sociales y económicas esenciales, a menudo exhiben una poderosa capacidad de autorrenovación, adaptándose a las circunstancias cambiantes manteniendo su condición de desahogo a sus comunidades a pesar de la adversidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2 y 3. Caracas del valle al mar. Último plano de Razetti (https://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/)

5 y 7. Caracas del valle al mar. Zona 2. La Nueva Caracas (https://guiaccs.com/zona-2/)

6. Caracas del valle al mar. La ciudad del caballo (https://guiaccs.com/planos/la-ciudad-del-caballo/)

8. Caracas del valle al mar. La ciudad moderna (https://guiaccs.com/planos/la-ciudad-moderna/)

9. Egresados, Ex Alumnos y Profesores del Liceo Andres Eloy Blanco Caracas (https://www.facebook.com/groups/asoaeb/posts/10161132384895679/)

10. Un vistazo a la Caracas de ayer y de hoy. Plazas y parques de la vieja Caracas (https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/08/plazas-y-parques-de-la-vieja-caracas.html)

11. Caracas del valle al mar. Zona 2. Plaza Pérez Bonalde (https://guiaccs.com/obras/plaza-perez-bonalde/); Estatuas de Caracas (https://estatuasdecaracas.blogspot.com/2014/04/antonio-perez-bonalde.html); y flickr (https://www.flickr.com/photos/erol70/13207061043/)

12. Venezuela, te extraño (https://www.facebook.com/photo/?fbid=3326718684007228&set=a.374588649220261)

13. CURADAS (https://curadas.com/2021/10/05/caracas-de-pelicula-salas-de-cine/); y Retrospectiva. Las Salas de Cine de Caracas (https://www.facebook.com/groups/16917138878/posts/10158533087198879/)

14. La Venezuela de ayer en fotos (https://www.facebook.com/groups/lavenezueladeayer/posts/1647199342026769/) y (https://www.facebook.com/groups/lavenezueladeayer/posts/7219715894775058/)

15. Venezuela inmortal (https://www.facebook.com/lavenezuelainmortal/photos/boulevard-de-catia-caracas-a%C3%B1os-50comparte/778165202282415/) y Caracas cuéntame (https://twitter.com/caracascuentame/status/1296491817022697475)

16. Caracas del valle al mar. Zona 2. Plaza Pérez Bonalde (https://guiaccs.com/obras/plaza-perez-bonalde/)

17. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

18. Capturas de Google Earth

1951• Puesto de Socorro Periférico de Catia

1951• La Gobernación de Distrito Federal concluye la construcción e inaugura el Puesto de Socorro Periférico de Catia, Caracas.


Este primer puesto de socorro periférico de los 3 previstos en el plan de la Gobernación, que tiene por objeto contribuir a resolver el problema de los servicios asistenciales de emergencia, atendidos hasta ahora sólo en las emergencias de los hospitales Vargas y Las Mercedes, fue construido a un costo de Bs. 1.400.000.

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 359

La arquitectura venezolana a partir de 1941, ya en pleno camino hacia la modernización, verá cómo dos tipologías edilicias se encontrarán directamente influidas por los aires que se respiraban en torno a la consolidación de una caracterización nacional a través de la puesta al día de lo colonial: los edificios educacionales y la vivienda obrera.

Los liceos y escuelas que se distribuyen a todo lo largo y ancho del país, construidos bajo la presidencia de Isaías Medina Angarita, producto de la aprobación la nueva Ley de Educación de 1940, constituyen una excelente muestra de las diversas influencias que ya se habían instalado dentro de nuestra arquitectura. Cipriano Domínguez y Luis Malaussena, autores de muchos de ellos, reflejan con toda claridad los dos principales enfoques imperantes para la época ambos dentro de posturas claramente eclécticas. El primero establece una mayor relación con el lenguaje moderno. El segundo se inclina por manifestar una actitud propia de la arquitectura académica del siglo XIX que se equipara a la idea de progreso social propia de la modernidad. Así, en Malaussena, «la composición elemental, el concepto de tipo y la idea de carácter por lo general asociada a la idea de eclecticismo», manejándose a través de códigos propios del neocolonial, se constituyen en el sello de fábrica de los proyectos para “grupos escolares” que en número mayor de diez (del total de 26) tuvo la oportunidad de realizar entre 1942 y 1946 como señala Silvia Hernández de Lasala en Malaussena. Arquitectura académica en la Venezuela moderna, Caracas (1990). Todos, privilegiadamente localizados en los más distintos parajes (céntricos predios de las capitales de estado y de algunas poblaciones importantes del interior del país), siempre ofrecerán un aspecto similar dominado por la racionalidad y la sobriedad. Fue así como la educación (entendida como nivel de instrucción y como infraestructura) empezó a ubicarse en el centro de las ciudades venezolanas ocupando el puesto que siempre ha merecido. En los edificios no sólo se enseñaba sino que ellos mismos servían de lección.

Dentro de este marco conceptual y temporal debe ubicarse uno de los tres grupos escolares que se realizaron en Caracas, representado por el dibujo isométrico que engalana nuestra postal del día de hoy: el Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro, proyectados en 1943.

1. Inauguración del Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro en 1945. Foto publicada en la revista Billiken.

Creada mediante decreto publicado el 28 de octubre de 1912 emanado del Ejecutivo Federal, la primera Escuela Normal para hombres que funcionaría en el país lo hace en la ciudad de Caracas, siendo su primera sede una vieja casa de Palma a Municipal, Nº 22.

Será en febrero de 1913 a través de decreto firmado por el ministro de Educación del régimen de Juan Vicente Gómez, Dr. Guevara Rojas, que se constituyen los jurados para la provisión de Cátedras por concurso para la Normal de hombres, de acuerdo a la información obtenida en https://proyectost.wordpress.com/2011/07/06/resena-historica-del-liceo-miguel-antonio-caro/.

De tal manera, se encontrará encabezando la lista del grupo fundamental de profesores, para la asignatura de Psicología Pedagógica, el bachiller Rómulo Gallegos quien fue por lo tanto profesor fundador de la escuela y regentó la cátedra por más de ocho años. También estuvo como profesor el poeta Fernando Paz Castillo en la asignatura de Música y Cantos Escolares. “Otros profesores distinguidos fueron Henry Pittier, Vicente Emilio Sojo, el teniente coronel Isaías Medina Angarita, Luis Beltrán Prieto Figueroa y otras figuras representativas de la vida nacional”.

De su primera sede la escuela pasará a ocupar Villa Zoila en El Paraíso donde estuvo hasta julio de 1931. “En diciembre de 1935 pasó a nueva residencia en la esquina de Cuartel Viejo, en la parroquia de Altagracia. En 1937 se mudó para la esquina El Cuño. En 1938 vuelve a mudarse a una casa en Glorieta a Pilita y de esta dirección va a la nueva sede del Instituto Pedagógico en 1939. En 1941 ocupó la casa Pérez Soto, de Perico a San Lázaro. De esta dirección pasó en 1945, a una nueva sede en la Avenida Sucre, esquina con la Calle Real de Los Frailes, Catia, Parroquia Sucre, con la denominación de Escuela Normal de Maestros ‘Miguel Antonio Caro’”, inaugurada el 15 de enero de aquel año. Se designa como director del plantel al profesor Víctor Manuel Orozco y como subdirector al profesor Alberto Armitano.

Ese nuevo y definitivo asiento, uno de los edificios mejor logrados dentro de la saga ya mencionada, estaba conformado por varios elementos: la sede del grupo escolar y la escuela normal (proyectados en 1943), que desarrollada en una planta es la edificación de mayor magnitud y jerarquía; el internado de la escuela normal (1945, de dos plantas); y las viviendas para profesores (1946, también de dos plantas).

2. Versión de la planta de conjunto del Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro (parte inferior), del internado (parte superior) y de las viviendas de los profesores de la Escuela Normal (arriba a la derecha).
3. Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro (c.1955).
4. Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro. Acceso principal (izquierda) y auditorio (derecha).

Al respecto, Silvia Hernández de Lasala precisará: “No se sabe con exactitud si llegó a existir un proyecto que integrara las tres edificaciones principales del complejo tal y como aparece en el plano de conjunto en el cual se reúnen las tres edificaciones construidas. Sin embargo, si se analizan las fechas en las cuales se elaboraron los diferentes proyectos…se puede llegar a pensar que se trató de proyectos independientes».

Sobre el grupo escolar y la escuela normal cabe resaltar junto a Hernández de Lasala que, respondiendo a un esquema compositivo de corte académico y caracterizado por su estilo neocolonial, “el edificio consta de dos conjuntos de pabellones de aulas dispuestos en extremos opuestos del terreno. Estos están vinculados a un cuerpo central que contiene el auditorio por medio de los espacios destinados a albergar las áreas administrativas y demás servicios complementarios requeridos por ellas. (…) El conjunto situado al Este contiene cuatro pabellones iguales de cinco aulas cada uno y está destinado a la escuela primaria para varones y la escuela normal. El conjunto situado al Oeste consta de tres pabellones de dimensiones diferentes destinados a la escuela primaria para hembras”.

5. Fachada sur del edificio del internado de la Escuela Normal Miguel Antonio Caro (c.1950).
6. Edificio del internado de la Escuela Normal Miguel Antonio Caro. Izquierda: vestíbulo. Derecha: vista de los corredores.

Con relación a los otros dos elementos del conjunto, Hernández de Lasala acotará: “A diferencia de la sede de las escuelas, en el edificio diseñado para el internado y en el pequeño edificio destinado a las viviendas de profesores, el estilo utilizado es definitivamente moderno y en la sintaxis propuesta ha desaparecido toda condición de axialidad o de sumatoria de elementos”. Por otro lado, como bien apunta Iván González Viso en la nota elaborada para Caracas del Valle al mar. Guía de Arquitectura y Paisaje (2015), “en el cuerpo destinado al internado, compuesto por pabellones y patios, Malaussena logra una unidad formal mediante volúmenes articulados que muestran elementos de control climático. El uso de recursos formales como el balcón y el porche contribuyen a un juego de claroscuros en fachada que potencian y animan la austera arquitectura libre de ornamentos. Los cuerpos destinados a viviendas de los profesores se organizan alrededor de un vacío central de doble altura con cubierta de vidrio, a diferencia de los dormitorios, donde la fachada exhibe pequeñas perforaciones cuadradas en sus muros, que producen al interior una iluminación íntima”.

7. Vista aérea del conjunto del Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro en la actualidad, incorporado al Parque del Oeste «Alí Primera».

Para el año de 1947, el internado desocupa las instalaciones y la escuela anexa ocupó el lugar, realizando sus funciones de manera conjunta junto a la normal. En 1982 dejó de ser una Escuela Normal para convertirse en Liceo, actualmente, inmersa dentro del Parque del Oeste “Alí Primera”, Catia, es Sede Rectoral de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y del Liceo Miguel Antonio Caro.

En la Gaceta Oficial número 32.039 del 4 de Agosto de 1980, se publicó la Resolución por la cual, la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, declara la Escuela Normal “Miguel Antonio Caro”, Monumento Histórico Nacional.

8. Miguel Antonio Caro (1843-1909)

Nota

(Tomado de Wikipedia)

“Miguel Antonio Caro Tobar nació el 10 de noviembre de 1843, en Bogotá, República de Nueva Granada, en un hogar acomodado de la ciudad.

Hijo del notable escritor José Eusebio Caro, debido a las circunstancias políticas del país durante su infancia no siguió estudios regulares en establecimientos de educación ni recibió títulos académicos, aunque, posteriormente, por su trayectoria le fue reconocido un doctorado »honoris causa» en Jurisprudencia por Universidades de México y Chile.

Dirigió la Academia Colombiana de la Lengua, participó en la redacción de la Constitución de 1886 y ejerció como diputado, presidente del Consejo de Estado, Vicepresidente de la República (1892) y Presidente de la República (1894). Tras abandonar la política, se dedicó a la literatura: es autor de una Gramática de la lengua latina (en colaboración con Rufino José Cuervo, 1867), ensayos (Tratado sobre el participio, 1870) y traducciones de obras clásicas.
Caro falleció en Bogotá, el 5 de agosto de 1909, a los 65 años. Sus restos reposan actualmente en el Cementerio Central de la capital”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 2, 5 y 6. Silvia Hernández de Lasala. Malaussena. Arquitectura académica en la Venezuela moderna, 1990.

  1. http://mariafsigillo.blogspot.com/2013/10/la-caracas-de-1945.html

3. http://guiaccs.com/obras/escuela-miguel-antonio-caro/

4. http://guiaccs.com/obras/escuela-miguel-antonio-caro/ y Silvia Hernández de Lasala. Malaussena. Arquitectura académica en la Venezuela moderna, 1990.

7. http://guiaccs.com/obras/parque-del-oeste-ali-primera/

8. https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Antonio_Caro

1940• Se drena y colmata la Laguna de Catia

Drenaje  y colmatado de la Laguna de Catia.jpg

1940•  La autoridades civiles, de común acuerdo con el Banco Obrero (BO) deciden drenar y colmatar la Laguna de Catia y utilizar la superficie recuperada para la ampliación de la Avenida La Laguna y la extensión de las áreas edificables.
La Laguna de Catia data del año 1557. Era un depósito natural de la Quebrada Caroata, que recibía las aguas de sus afluentes: las quebradas Agua Salud, Agua Salada, El Polvorín, Tacagua y Blandín.
La Laguna de Catia tuvo en 1916 un extensión de 487.500 m2 (1.100 m. de longitud por 750 m. de ancho); en 1934, de acuerdo al ingeniero Eduardo Röhl y las mediciones que efectuara para la elaboración de su «Plano de Caracas y sus alrededores» contaba con un área de 35.100 m2 (360 m. de longitud y 150 m. de ancho); y finalmente en 1940, momento en el cual se decide colmatarla solo 1.500 m2 de superficie (225 m. de largo por 35 m. de ancho). Su profundidad siempre osciló en tre los 12 y 10 metros.


Fue durante muchos años un sitio de esparcimiento y recreación popular para quienes utilizando el tranvía llegaban desde distintos sitios de Caracas para remar en pequeñas lanchas de alquiler, merendar al aire libre y disfrutar de su bar La Pulmonía.


(Gran parte de la información obtenida para la realización de esta ficha fue posible gracias a la investigación «Vulnerabilidad Urbana Vinculada con los Cursos de Agua y Lagunas de Caracas: Estudio de Caso Laguna de Catia», realizada por Yolanda Barrientos, Mirsibel Rojas, Liliana Rodríguez, Williams Méndez y Ana Iztúriz, en 2009).

HVH

Laguna de Catia 2.jpg

Laguna de Catia. Ubicación. Eduardo Röhl, 1934. Plano de Caracas y sus alrededores. Escala original 1:30.000. Detalle.

Laguna de Catia 3.jpg

Laguna de Catia. Ubicación. Ministerio de Obras Públicas, 1940. Plano de Caracas. Detalle. (plano intervenido por Crono Arquitectura Venezuela para resaltar la Laguna)

HVH

HA SIDO NOTICIA

Proyecto “Catia 1100-Sistema de Equipamientos Comunitarios” nominado a los premios MCHAP 2022

25 de abril de 2022

Tomado de http://www.materialcultural.com

El proyecto venezolano denominado “Catia 1100 – Sistema de Equipamientos Comunitarios”, fue recientemente nominado para la edición 2022 del reconocido premio Mies Crown Hall Americas Prize (MCHAP), el cual es organizado por la Facultad de Arquitectura del Instituto de Tecnología de Illinois (IIT) en Chicago, con la finalidad de reconocer la excelencia en las obras arquitectónicas desarrolladas en las Américas en los últimos diez años.

El Sistema de Equipamientos Comunitarios es un proyecto de rehabilitación integral entre el barrio Los Frailes de Catia y el Parque Nacional Waraira Repano en Caracas, diseñado por los arquitectos Marcos Coronel, Stevenson Piña (PICO Colectivo), Gabriel Visconti (Aga estudio), Ricardo Sanz y Rodrigo Marín, y ejecutado junto a la comunidad dentro de un programa impulsado por el Instituto Nacional de Parques (Inparques) y la Vicepresidencia Territorial de Venezuela.

Tal como lo reseña la nota de prensa, el proyecto implementó una serie de nuevos espacios comunitarios, una cancha deportiva, un centro cívico y una plaza, obras de mitigación, muros y elementos estructurales, refacciones de viviendas y construcciones existentes, orientadas a subsanar las condiciones del barrio y su relación con el lugar, donde la sinergia entre el espacio social y el ecosistema natural fue la estrategia decisiva, de acuerdo al criterio de los responsables de la obra.

En la construcción participó una importante cooperativa de autoconstrucción local, liderada por Jesús Fuentes, Danny Arráez, Juan Ortega, Máximo Fonseca, Roger Colmenarez, Juan Linares; contando también con la participación de un destacado equipo conformado por María Isabel Ramírez, Ana Cristina Morales, Laura Di Benedetto, Karina Domínguez, José Bastidas, Adriano Pastorino, Joan Martínez, Ruth Mora, Ángel Chaparro, Nelyfred Maurera.

El MCHAP fue fundado en 2012 en Chicago (EEUU) con la premisa de exaltar “aquellas obras construidas que reconocen las circunstancias alteradas de la condición humana. Honrar a los proyectos que elevan la calidad de nuestros entornos más allá de las proverbiales cuatro paredes y respaldar a quienes reconocen la naturaleza interdisciplinaria de nuestras nuevas empresas. Sobre todo, a aquellos que han investido su trabajo con el misterio y el poder de la imaginación humana. El objetivo es premiar la atrevida contemplación de la intersección de la nueva metrópolis y la ecología humana”, según se explica en su sitio web https://www.mchap.co/

En este contexto, el Sistema de Equipamientos Comunitarios, una obra referente en cuanto a intervenciones de arquitectura de escala social, vuelve a estar vigente en el panorama arquitectónico del país, con este importante reconocimiento que señala el potencial del proyecto al pasar de los años.

El proyecto será evaluado junto a otros 200 proyectos de todo el continente, por un jurado compuesto por Sandra Barclay (Perú), Mónica Bertolino (Argentina), Alejandro Echeverri (Colombia), Julie Eizenberg, FAIA (EEUU), Philip Kafka (EEUU) y Dirk Denison (EEUU). El simposio y la ceremonia de premiación de MCHAP tendrán lugar en la primavera de 2023.

Nota

La propuesta 1100 Sistema de Equipamientos Comunitarios fue seleccionada como uno de los trabajos internacionales ganadores en la categoría Hábitat Social y Desarrollo de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito BAQ 2016. Lo presentado entonces puede ser consultado en https://arquitecturapanamericana.com/1100-sistema-de-equipamientos-comunitarios/

ACA