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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 393

La revista Proa, con la que hoy iniciamos una pauta que nos permitirá ir repasando la producción de publicaciones periódicas relevantes de habla hispana, es considerada desde su aparición en 1946 como uno de los acontecimientos más relevantes para la cultura arquitectónica colombiana de entre los que le abren las puertas a la importante década de los años 50.

Impulsada desde el sector privado por iniciativa de tres importantes arquitectos de su generación: Carlos Martínez Jiménez (1906-1991), Jorge Arango Sanín (1916-2007) y Manuel de Vengoechea (1911-1983), la revista deriva su denominación de “ProArquitectura” pero indudablemente evoca la parte delantera de una embarcación “que navega en las aguas del mundo de la arquitectura y apunta hacia un horizonte en perpetuo movimiento”. Dicho nombre, es bueno señalarlo, coincidió con el de la “revista de renovación literaria” que fundara Jorge Luis Borges en Argentina en 1922.

1. Arquitecto Carlos Martínez Jiménez (1906-1991), fundador y director de la revista Proa entre 1946 y 1976.

El primer ejemplar de la revista Proa. Urbanismo-Arquitectura-Industrias salió a la luz en el mes de agosto de 1946 y aunque como se señaló participaron en su fundación Martínez Jiménez, Arango Sanín y Vengoechea, su director desde el tercer número (noviembre de 1946) y hasta el año 1976 fue Martínez Jiménez y por ello se puede sostener que era “su” revista. En aquel entonces las oficinas de Proa funcionaban en la calle 16 número 9-23 Apartamento 304, Bogotá. El ejemplar costaba 0,50 pesos y la suscripción 6,00 pesos y en el extranjero USD$ 6,00.

De la nota editorial que acompañó el nº1 de Proa se puede determinar buena parte de los objetivos que se buscaban y las preocupaciones que dieron pie a su lanzamiento: “Esta nueva publicación es el aporte de sus directores al estudio de los temas relacionados con el Urbanismo y la Arquitectura en Colombia, pues acontece que nuestro país también está participando, más o menos intensamente, de las dolencias mundiales ocasionadas por el crecimiento desordenado y vertiginoso de las ciudades”. Y luego de mencionar el alarmante aumento poblacional de ciudades como Bogotá, Armenia, Cali, Medellín y Barranquilla, continúan señalando: “Este crecimiento palpable de nuestras ciudades ha traído problemas cuyas entrañas se encuentran en los alojamientos, la educación, los servicios públicos, las parcelaciones, etc., y en cuya solución y estudio trabajan las entidades oficiales, los hombres de negocios y los profesionales particularmente informados de la Arquitectura y el Urbanismo. Consideran los directores de esta publicación que tales problemas y tales diligencias merecen ser ampliamente estudiados y conocidos y para tal fin se ha fundado esta revista. Con ella esperamos influir, así sea en mínima parte en la orientación urbanística y arquitectónica del país, si para ello contamos con la cooperación decidida de nuestros colegas”.

2. Izquierda: Revista Proa. Los trazados reguladores de algunas de las versiones de las portadas. Derecha: Carlos Martínez. Arquitectura en Colombia. Portadas de las dos ediciones,1951 y 1963.

Aquel primer número, de acuerdo a lo que Hugo Mondragón apunta en el artículo titulado “La revista Proa” publicado en el número 24 (2008) de la revista DPA, dedicado a Bogotá Moderna, se inscribe en la primera etapa de conducción por parte de Martínez Jiménez comprendida entre 1946 y 1951 año en que publica junto a Jorge Arango Sanín el libro La arquitectura en Colombia. Para Mondragón, durante los 30 años que Martínez Jiménez estuvo al frente de Proa se abordaron “con mayor o menor intensidad una gran cantidad de temas: 1. La formación del arquitecto moderno, 2. La prefabricación, 3. Las relaciones entre clima y arquitectura, 4. La edificación con nuevos materiales como plástico y acero termostático, 5. Las relaciones entre arte y arquitectura, 6. Las habitaciones populares, 7. La función social del arquitecto”. Sin embargo, “lo que una lectura de los números publicados en los primeros cinco años de circulación de la revista muestra es que para los editores de Proa ser de vanguardia en Colombia hacia 1946, significaba instalar en el contexto local un debate sobre los 3 temas a los cuales la revista dedicó de manera intensa, sistemática e intencionada, una gran cantidad de artículos y por lo tanto constituyen sus tres focos de interés más sobresalientes. Estos tres temas constituyen el núcleo medular del programa de acción de la revista entre 1946 y 1951 y son: 1. Las relaciones entre tradición y modernidad, 2. La planificación de Bogotá y 3. La casa y el proyecto”.

3. Revista Proa. Evolución en el diseño de las portadas a lo largo de los primeros 200 números.

En la línea señalada, destacan de entre los artículos aparecidos en el primer número de Proa: “La casa colonial”, reportaje de Elvira Mendoza; “La crisis de las habitaciones en Colombia”, por J. V. Garcés Navas; “El Urbanismo y la Arquitectura en Colombia”, Notas Editoriales; “Problemas del urbanismo en Bogotá. La carrera 10ª” y “Para que Bogotá sea una ciudad moderna”, por Carlos Martínez Jiménez; “Un buen jardín requiere el 35% del presupuesto de la casa”, por Jorge Enrique Hoshino; y “La crisis de habitación en el mundo”, por el equipo editorial.

4. Revista Proa. Número 38. Agosto 1950. Páginas interiores 2 y 3

El ímpetu inicial hacía prever que Proa sería una publicación mensual. Sin embargo, transcurrido el primer año sólo lograron aparecer ocho números, tendencia que continuó por lo que sería difícil determinar una periodicidad fija para la revista.

5. Arquitecto Lorenzo Fonseca Martínez, director de la revista Proa desde 1976 hasta la actualidad.

En la página https://proaarquitectura.co/lorenzo-fonseca/ encontramos lo siguiente, que contextualiza el devenir de Proa desde el momento en que Carlos Martínez Jiménez decide hacer el relevo generacional en la dirección de la revista hasta nuestros días, cuando aún sobrevive de la mano de Lorenzo Fonseca Martínez, pese a las dificultades y las importantes lagunas que hacían prever su desaparición. Así, Martínez “puso su atención en su sobrino, Lorenzo Fonseca Martínez, recién graduado en arquitectura en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia. Corría el año 1970 cuando Carlos invitó a Lorenzo a apoyarlo en la revista y le asignó al cargo de subdirector, tal como aparece en la revista 206 de marzo de ese año (…) Con los cambios naturales de contexto cultural (político, económico y social) en la década de los años setenta, cuando Lorenzo comienza a dirigir la Revista PROA, el tema de la arquitectura moderna que fue casi la razón de ser y el origen de PROA ya era historia. Y, precisamente, Lorenzo miró hacia esa historia, entendida en este caso, como arquitectura patrimonial, como nuevo énfasis de trabajo para la revista. (…) Esa decisión (que no dejo a un lado la buena arquitectura que se siguió publicando) llevó a incentivar los contenidos de tema histórico y patrimonial. Muy pronto, por el crecimiento del interés por este tema, se decidió iniciar la campaña ‘Para Salvar Nuestro Patrimonio Arquitectónico’ en la entrega No. 288. El eslogan fue ‘Únase a los que pensamos construir futuro sin destruir los testimonios del pasado’ y se promovió un concurso de ideas para el logo símbolo de la campaña que fue ganado por Daniel Motta, estudiante de arquitectura de la Universidad de los Andes. Esa campaña se mantuvo hasta el más reciente número 455”.

6. De izquierda a derecha tres cambios de imagen importantes de la revista Proa: nº 260, julio de 1976 al cumplir 30 años de vida; nº 404, agosto 1991, cuando cumplió 45 años; y nº 439-440, julio-agosto 1998, cuando se convierte en órgano de difusión de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA).

Los cambios de contenidos estarían acompañados de cambios de imagen que Fonseca Martínez implementará desde que asumió su rol de subdirector de la revista, consistentes en una modificación en la retícula diagramática con los elementos tradicionales de la revista. De tal manera se llevaron adelante desde que Fonseca finalmente asume la dirección tres cambios de imagen de la revista: “El primero (nº 260, julio de 1976, con treinta años de vida) fue contratado con Multidiseño de Gustavo Gómez y Rodrigo Fernández, diseñadores gráficos que propusieron nuevo logotipo, caligrafía y diagramación. El segundo (1991, a los cuarenta y cinco años) que fue adelantado por Proyectos Audiovisuales con Alfonso Rodríguez quien realizó cambio en logotipo y diagramación. El último (1998, a los cincuenta y dos años) fue elaborado por el arquitecto dedicado al diseño gráfico Germán Cantor, quien mantuvo la base de diseño de carátula con cambios de posición y tipo de letra, la diagramación interna fue transformada”.

7. Revista Proa. Izquierda: portada del nº 454-455, junio 2007, último publicado en papel. Derecha: el nº 455+1 web, noviembre 2020, primero en formato digital.

Como ya adelantamos, la intermitencia ha sido la acompañante de Proa durante los últimos años durante los cuales se ha convertido en objeto de estudio y en punto de partida de diversos trabajos académicos. Cuando todo hacía presagiar que el número 454-455 de junio de 2007 (61 años después de creada y con un promedio nada despreciable de 7 números al año), sería el último ya que, una vez cumplidos todos sus compromisos, se suspendió su circulación, la persistencia de Fonseca y el importante apoyo del grupo profesional de Agencia Patrimonial (Jorge Caballero, Claudia Burgos y Mauricio González), permitieron la creación del portal https://proaarquitectura.co y el lanzamiento en noviembre de 2020 del más reciente número, el 455+1 web, en formato digital, lo que la ratifica como una de las revistas latinoamericanas de arquitectura de mayor continuidad acreedora de numerosos reconocimientos nacionales e internacionales a través el tiempo.

Tres años ya han transcurrido y esperamos la aparición de un nuevo número que permita tener en Proa la referencia en que se ha convertido para la arquitectura de su país y del continente.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 3 y 6. Agencia Patrimonial/Proa Arquitectura (https://proaarquitectura.co/tienda/)

  1. Agencia Patrimonial/Proa Arquitectura (https://proaarquitectura.co/carlos-martinez-jimenez/)

2 y 4. Hugo Mondragón, “La revista Proa”. En: Revista DPA, nº 24, 2008

5. Sociedad Colombiana de Arquitectos/Lorenzo Fonseca Martínez (https://sociedadcolombianadearquitectos.org/team/lorenzo-fonseca-martinez/)

7. Agencia Patrimonial/Proa Arquitectura (https://proaarquitectura.co/tienda/); y Revista PROA Virtual 455 1 Web 1ip0am (https://es.scribd.com/document/668206269/Revista-PROA-Virtual-455-1-Web-1ip0am)

2022• Cruz-Diez en la plaza pública de acceso a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá

2022•  El día 30 de marzo se inaugura en la plaza pública de acceso a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia, la obra “Anillo de Inducción Cromática, París 2012” del maestro Carlos Cruz-Diez (1923-2019).

La obra de Cruz-Diez, concebida especialmente para este espacio público, donada por él en el año 2014, fue instalada utilizando más de 400.000 piezas de cerámica especialmente fabricada en Francia e instalada con la participación del Atelier Cruz-Diez París.
La plaza de la universidad tiene 4.368 m2 y está ubicada entre las carreras 3ª y 4ª con calles 22 y 23. Forma parte del conjunto universitario proyectado por Bermúdez Arquitectos: el Edificio de Postgrados Guillermo Rueda Montaña (Primer Premio Nacional de Arquitectura 1998) y el Edificio Biblioteca-Auditorio-Rectoría.
La universidad honra al llevar su nombre a Jorge Tadeo Lozano (1771-1816), noble neogranadino, que se destacó por sus aportes científicos en botánica y química, así como por su participación política, al haber llegado a ser una figura clave en la independencia de Colombia.

El maestro Cruz-Diez ha realizado varias obras más en Colombia, entre otras: los vitrales de la Iglesia San Norberto en Bogotá, proyectada por Carlos Campuzano Castelló y consagrada en el 2011; en el Cerro Nutibara, en Medellín, una “Cromoestructura vegetal” realizada con el color de flores y plantas; pasos peatonales en Barranquilla y CalI.
En otros países también creo notables pasos peatonales, como los de Los Ángeles y Miami, EEUU; Mahón, Menorca, las Islas Baleares, España; Lima, Perú y los de Chacao, Caracas.
Carlos Cruz-Diez realizó y participó en obras de arquitectura tales como: la Residencia Gamero, en Caracas, en 1974, proyectada por Jorge Castillo y Ralph Erminy; en 1975. Interviene los dos silos de 35 metros de altura y 4.000 m2, construidos por la empresa de ingeniería Guinand & Brillembourg, ubicados en las instalaciones del Puerto de La Guaira, adyacentes a la Av. Soublette; también en 1975 concluye su Muro de Color Aditivo a lo largo del río Guaire, en Caracas, hecho sobre la pantalla estructural que soporta la Autopista Francisco Fajardo: en 1976 se instala su “Physichromie double face”, en la Plaza Venezuela, París 16, Francia. La obra es una cinta ondulante de 18 metros de longitud y 3 metros de altura; en 1988 incorpora su obra “Inducción Cromática” de 43 metros de altura y 7 metros de ancho en la fachada de la Torre Stratos, en Valencia, estado Carabobo, proyectada por los arquitectos Carlos Yáñez Carpinello (Universidad de Chile) y Juan Carlos Láncara (USB 1982). Este mural fue realizado utilizando piezas cerámicas especialmente fabricadas para el artista plástico por Cerámica Carabobo; en 1989 se inaugura la Redoma del Sol Naciente, ubicada en la intercepción de la Avenidas Los Leones, Libertador y Herman Garmendia, de la cuidad de Barquisimeto, estado Lara. La obra tiene 32 paneles rectangulares, de color negro y amarillo, dispuestos radialmente en una circunferencia de 80 metros de diámetro, los cuales cambian de color dependiendo de la hora del día; en noviembre de 1997 el Presidente de la República, inaugura con presencia del maestro Cruz-Diez, la obra “Arco de Inducción Cromática para la Margarita”, ubicada en la Av. Rómulo Betancourt, Porlamar, Isla de Margarita. La obra está formada por tres arcos metálicos, interrumpidos, de 7 metros de altura, que reflejan el juego cromático característico del artista.
En 1997 honrando la vida y trayectoria del maestro se inaugura el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez, ubicado en el Paseo Vargas de Caracas, el cual tiene entre sus objetivos básicos proyectar el talento emergente nacional. Este museo fue diseñado por el arquitecto Horacio Corse Forteza (FAU UCV promoción 36B / 1989).


Fuentes consultadas: Cruz-Diez Foundation (www.cruzdiezartfoundation.org); El Espectador, Daniela Cristancho Serrano, Internet; archivo Crono Arquitectura Venezuela

HVH

1954• Pabellón de Venezuela en la Feria Exposición Internacional de Bogotá

Pabellón de Venezuela en la Feria de Bogotá.jpg

1954•  Durante el gobierno en Colombia del General Gustavo Rojas Pinilla, se inaugura el 29 de octubre la Feria Exposición Internacional de Bogotá, abriendo sus puertas el Pabellón de Venezuela, proyectado por el arquitecto Alejandro Pietri Pietri (1924-1992) (FAU UCV promoción 4 / 1955).
Esta primera Feria Exposición de Bogotá (luego denominada Exposición Industrial), se realizó en un área de 20 mil metros cuadrados, con siete países expositores.
Alejandro Pietri Pietri fue el proyectista de las Estaciones del Teleférico de Maripérez y la de «El Cojo» de Macuto, así como del Recinto Ferial para la Exposición Internacional de 1960, que no se realizó, en los terrenos en donde posteriormente se construyera el Parque del Este de Caracas.