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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 457

No son muchas las revistas de arquitectura de las que aún circulan con periodicidad que hayan aparecido por primera vez durante el siglo XIX. La británica Architectural Review fundada en 1896 es una de ellas, privilegio que comparte con la alemana Deutsche Bauzeitung (1867), el también inglés Architects’ Journal (1895) y la norteamericana Architectural Record (1896). Su constancia y su salida todos los meses, más allá de su calidad, se constituyen en sus puntos altos, lo que permite mantener a arquitectos de todo el mundo informados sin un gran desfase de tiempo.

1. Izquierda: Henry Wilson (1864 – 1934) primer editor de Architectural Review entre 1896 y 1901. Derecha: Portada del nº 11 la revista de enero de 1898.

Fundada como una publicación mensual por Percy Hastings, propietario de Architectural Press (empresa editora también de Architects’ Journal), la que se denominó como Architectural Review for the Artist and Craftsman contó con un primer consejo editorial conformado por Reginald Blomfield, Mervyn Macartney y Ernest Newton y tuvo como su primer editor al arquitecto, joyero y diseñador Henry Wilson.

Bajo la dirección de Wilson, Architectural Review, cuyos primeros números fueron de gran formato, surgió como un órgano dedicado a recoger artículos relacionados con la arquitectura y con las arts & crafts (artes y oficios) inspiradas en John Ruskin y Augustus Pugin, por lo que fue descrita como “una revista para el artista y el artesano” y se estructuraba con base en secciones dedicadas a “Pintura”, “Escultura”, “Diseño” y “Artesanía”. En tal sentido, la portada del número uno que hoy engalana nuestra postal retrataba a la musa ficticia de la arquitectura, acunando un edificio y guiando a sus musas hermanas.

2. Izquierda: Dugald Sutherland MacColl (1859 – 1948) segundo editor de Architectural Review entre 1901 y 1905. Derecha: Portada del nº 69 la revista de agosto de 1902.

Con la salida de Wilson en 1901 tras el fracaso económico de la editorial responsable de la revista, y la llegada del pintor, crítico de arte y periodista escocés Dugald Sutherland MacColl, la orientación fue cambiando para dedicarse más a la arquitectura clásica y la cobertura de lo que acontecía en el extranjero aumentó.

La gestión de MacColl, que se extendió hasta 1905 (cuando se produjo una nueva crisis financiera), dio paso a la del arquitecto agrimensor de la fábrica de la Catedral de San Pablo y figura destacada en el movimiento Arts and Crafts, Mervyn Macartney, miembro como se señaló del primer consejo editorial. Bajo su dirección que extendió hasta 1921, el enfoque de Architectural Review evolucionó al ritmo del estilo arquitectónico británico, pasando de estar dedicada principalmente a la arquitectura del movimiento Arts and Crafts a incorporar cada vez más lo que hoy se conoce como barroco eduardiano.

3. Izquierda: Mervyn Macartney (1853- 1932) tercer editor de Architectural Review entre 1905 y 1921. Derecha: Portada del nº 203 la revista de octubre de 1913, año en el que Macartney relanzó la revista y la adaptó a los nuevos medios de impresión y reproducción fotográfica. Desde entonces se acompañó el nombre de The Architectural Review con «A Magazine of Architecture & Decoration».
4. Dos de las páginas interiores del nº 203 de la revista de octubre de 1913.

En 1913, Macartney relanzó la revista y la adaptó a los nuevos medios de impresión y reproducción fotográfica, adoptando un formato nuevo y lujoso con páginas de fotografías completas e incorporando nuevos temas, como la arquitectura de los transatlánticos. También, durante la Primera Guerra Mundial se fijó la tarea de documentar la destrucción acaecida en Bélgica y Francia y lanzó un número especial para conmemorar su finalización y celebrar la “Gran Paz”, en el que se presentaron ideas y planos para la sede de la futura Sociedad de Naciones. Con Macartney al frente la cobertura se amplió para incluir muebles, decoración, diseño de jardines y escultura con el objetivo de atraer no solo a los arquitectos sino también al público en general. La ampliación del tamaño de la página de la revista sirvió para acomodar la reproducción de fotografías y dibujos a mayor escala convirtiéndose en un ejemplo práctico que proporcionaba a los arquitectos patrones universales de los diversos estilos de la época.

5. Portada del nº 358 de Architectural Review de septiembre de 1926 que muestra la fotografía del interior de La Maison la Roche de Le Corbusier que se identifica como «a modern French living room».
6. Páginas interiores del nº 358 de Architectural Review de septiembre de 1926.

En 1921, Ernest y William Newton (padre e hijo), ambos arquitectos, se convirtieron en editores conjuntos. Ernest murió en 1922 y William continuó como editor hasta que renunció en 1927 debido a la presión de su trabajo como arquitecto. Sin embargo, bajo su dirección, Architectural Review comenzó a centrarse en la arquitectura europea y contó con muchos arquitectos y edificios del Movimiento Moderno, incluido Le Corbusier.

Al hacerse cargo en 1927 de la edición de Architectural Review y Architects’ Journal, Hubert de Cronin Hastings (hijo del fundador Percy Hastings) dio inicio, acompañado al comienzo por Christian Berman como editor adjunto, a un período en que se erigió como editor ejecutivo que se extendió hasta su jubilación en 1973. Es decir, atravesó el período de entreguerras, la Segunda Guerra, la posguerra por lo que acompañó el auge y posterior cuestionamiento de los postulados del Movimiento Moderno, de los cuales Hastings fue un entusiasta divulgador.

7. El formato y la presentación de Architectural Review se mantuvo prácticamente inalterado desde 1913 hasta 1943. Arriba: Portadas de los números 412, marzo 1931 y 472, marzo 1936. Abajo: Cinco números (518 -enero-, 520 -marzo-, 521 -abril-, 522 -mayo- y 523 -junio-) de 1940 y número 555 de marzo de 1943.
8. Páginas interiores del número 521 de abril 1940.

Al asumir la dirección tanto de Architects’ Journal como de Architectural Review, H. de C. Hastings (conocido por sus amigos como «H. de C.”) decidió que el primero, en su condición de semanario, debía ocuparse de la arquitectura práctica, mientras que la segunda, dada su periodicidad mensual, se dedicaría a la arquitectura como arte, apoyada en la aparición de artículos sobre pintura, escultura, diseño de interiores e historia arquitectónica.

9. A partir de la segunda mitad de 1943 se comenzarán a producir las importantes modificaciones que introducirá Hubert de Cronin Hastings en el formato, tipografía e imagen de la revista, dejando total libertad en la presentación de sus portadas. Izquierda: nº 561, septiembre 1943. Derecha: nº 572, agosto 1944.

Hastings se dedicó a reorganizar el formato de la revista, incluidos los cambios en la tipografía y la imagen apuntando a un diseño gráfico innovador, con un uso audaz de la maquetación para lo cual se encargaron elementos gráficos a Eric Gill y Edward Bawden. En los años siguientes apuntando a reenfocar el contenido, se incorporaron como colaboradores procedentes de otros campos artísticos, a una nueva generación de escritores entre ellos Hilaire Belloc , Robert Byron, Cyril Connolly , D. H. Lawrence, Paul Nash , Nikolaus Pevsner, P. Morton Shand, Osbert Lancaster, Sacheverell Sitwell , Arthur Evelyn Waugh y John Betjeman (poeta, escritor y locutor) quien sería director asistente entre 1930 y 1934.

James Maude Richards sucedió a Betjeman en 1935 y en 1937 comenzó su largo e influyente reinado como editor que solo terminó en 1971 después de un desacuerdo con Hastings. Cabe apuntar que el reconocido historiador, crítico y teórico de la arquitectura Nikolaus Pevsner, asiduo colaborador, fue editor interino de 1943 a 1945 mientras Richards estuvo de servicio en la guerra y formó parte del consejo editorial hasta 1965.

10. Icónica portada del nº 578 de febrero 1945. «La impactante ilustración de Barbara Jones para la portada de este número parafrasea la combinación de placeres y pesadillas de la feria de atracciones, tema central de su obra junto a Eric Brown sobre tiovivos: «Roundabout: Demountable Baroque». La mirada sin precedentes a este icónico elemento básico de las ferias lo presentó como uno de los últimos vestigios del Barroco, profusamente decorado como el que gira dentro de la boca de un gato gigante, de un tamaño aterrador y dientes afilados, en el dibujo de Jones» se señalará en la página de The Architectural Review.

Se puede decir que en las décadas de 1920 y 1930 Architectural Review se comprometió de forma más activa con los nuevos movimientos arquitectónicos. Al impulso dado por Macartney a las ideas y planes para la Sociedad de Naciones se sumó la impresión de discursos de Louis Sullivan y el encargo de textos, entre otros, a Le Corbusier, Walter Gropius, Berthold Lubetkin y Erno Goldfinger convirtiéndose en la revista líder de arquitectura en lengua inglesa.

11. Otras dos interesantes portadas de la revista en la década de 1940. Izquierda: nº 593, mayo 1946. Derecha: nº 627, marzo 1949.

Superada la Segunda Guerra Mundial, la década de 1950 fue testigo de un nuevo cambio producido por la concienciación de los arquitectos británicos para reconstruir un país destrozado, desatándose una profunda crítica al papel jugado por la arquitectura moderna en dicha reconstrucción, donde Architectural Review jugó un papel relevante. En ese período otros notables colaboradores y articulistas de la revista fueron Colin Rowe y Reyner Banham apareciendo allí, por ejemplo, textos como “Mannerism and Modern Architecture” (1950) del primero y “The New Brutalism” (1955) del segundo.

12. Años 1950. Arriba izquierda: nº 646, octubre 1950. Arriba derecha: nº 701, mayo 1955. Abajo izquierda: nº 714, julio 1956. Abajo derecha: nº 754, diciembre 1959.

La publicación en 1952 de “Townscape: cross a focal point” de Gordon Cullen (editor asistente de la revista desde 1946) y otra serie importante de sus artículos magníficamente ilustrados, liderizaron una campaña orquestada por los editores de Architectural Review  (con Richards a la cabeza) en defensa de las ideas del Townscape: una nueva teoría y metodología para el análisis y diseño visual urbano basado en la psicología de la percepción, como la necesidad humana de estimulación visual y las nociones de tiempo y espacio.

13. Años 1960. Izquierda: nº 761, julio 1960. Derecha: nº 857, julio 1968.
14. Septiembre 1969-junio 1970. Portadas de los 8 números de la revista dedicados a 8 temas propuestos en Manplan «manifiesto humanista con el objetivo de reevaluar, desde cero, las necesidades del público y las formas que la arquitectura podría proporcionar».

Desde 1960 la publicación se tuvo que enfrentar a un creciente riesgo comercial. Sin embargo, se introdujeron números temáticos, entre los cuales destacó Manplan (1969-1970): un manifiesto humanista con el objetivo de reevaluar, desde cero, las necesidades del público y las formas que la arquitectura podría proporcionar. “Ocho temas que son únicos en la historia de la publicación por sus argumentos proposicionales audaces, diseño gráfico inventivo y fotoperiodismo inquebrantable” de acuerdo a lo señalado en su página web. 1960, cabe resaltar, fue el año en el que William Slack se unió a Architectural Review como editor de arte, imponiendo su autoridad creativa a la revista durante tres décadas.

15. Años 1970. La revista bajo la dirección de Lance Wright. Arriba izquierda: nº 920, octubre 1973. Arriba derecha: nº 954, agosto 1976. Abajo izquierda: nº 960, febrero 1977. Abajo derecha: nº 988, junio 1979.

A principios de la década de 1970, la revista perdía dinero y rumbo, y su circulación estaba en descenso. Ante tal panorama le correspondería a Lance Wright asumir la dirección editorial en 1973 hasta 1980. Era arquitecto y había estado en el personal de Architectural Review desde los años sesenta. Tras la incertidumbre de la posguerra, la década de 1970 dio lugar a un período de autoevaluación por parte de la profesión, cuestionando su papel en la sociedad. Bajo la dirección de Wright la revista también comenzó a cuestionar el papel del arquitecto en la sociedad y el de la arquitectura, y a involucrar a sus lectores en el debate. Así, la revista mantuvo un compromiso con una perspectiva crítica y a largo plazo sobre la arquitectura, lo que en ocasiones chocó con la viabilidad comercial y las tendencias vertiginosas asociadas a modas pasajeras.

Pasado el intenso período que lideró Wright, entre 1980 y 2005 Peter Davey asumió la dirección de la revista. Davey quien estudió arquitectura y posteriormente escribió el libro «Arquitectura Arts and Crafts», considerada una obra clásica sobre el tema, impulsó un retorno a las raíces de Architectural Review, si consideramos que dicho movimiento motorizó su nacimiento. Bajo la dirección de Davey la revista abandonó su introspección de la década de 1970 y volvió a promover y analizar la arquitectura de alta calidad, y a menudo de alta tecnología, de todo el mundo. Reunió a un equipo editorial joven y entusiasta, que incluía a Jonathan Glancey y Dan Cruickshank, y les permitió dar rienda suelta a sus iniciativas, lo que dio como resultado una rica y variada selección de artículos y reportajes. Architectural Review adoptó un formato temático, donde se examinaban conjuntamente edificios con la misma función, algo que ya había hecho en décadas anteriores.

16. Los 25 años de Peter Davey como director de la revista. Arriba izquierda: nº 1025, julio 1982. Arriba derecha: nº 1058, abril 1985. Centro izquierda: nº 1145, julio 1992. Centro derecha: nº 1174, diciembre 1994. Abajo izquierda: nº 1247, enero 2001. Abajo derecha: nº 1306, diciembre 2005.

Se dedicaron números enteros a tiendas y centros comerciales y a edificios individuales. Davey quien creía que la arquitectura era política, provocó reacciones encontradas con la publicación en mayo de 2002 del artículo titulado «Vista desde Ramallah», que consistía en extractos del diario del arquitecto Tom Kay, que detallaban sus experiencias durante la invasión y el posterior asedio y destrucción de la ciudad, manteniéndose, sin embargo, firme en su convicción de que tales temas eran parte de lo que la publicación debía cubrir. Con Davey Architectural Review volvió a florecer, regresaron los lectores y anunciantes, y demostró ser un digno sucesor de Richards. Al editar números especiales sobre medio ambiente, paisaje, el arte y la ecología, la arquitectura y el clima, buscó, además, posicionarse a favor de los temas medioambientales.

En 1999, la revista lanzó sus primeros Premios AR de Arquitectura Emergente, un premio internacional anual que «otorga reconocimiento temprano a jóvenes diseñadores y celebra a las estrellas arquitectónicas del mañana» que aún se mantiene vigente.

17. Portadas de seis números de la etapa de Catherine Slessor como editora de la revista (2009-2015). Arriba (de izquierda a derecha): nº 1344, febrero 2009; nº 1372, junio 2011; nº 1402, diciembre 2013. Abajo (de izquierda a derecha): nº 1404, febrero 2014; nº 1410, agosto 2014; nº 1419, mayo 2015.

En 2009, la arquitecta, crítica y escritora Catherine Slessor se convirtió en la primera mujer editora de Architectural Review. Bajo su dirección, la revista experimentó su primer rediseño en más de 20 años en abril de 2009.

18. Edición del nº 1437 de diciembre 2016-enero 2017 con la que se conmemoró el 120 aniversario de la revista. Le correspondió a Christine Murray como editora analizar el legado proveniente de más de un siglo de una de las revistas más respetadas de la arquitectura.

En 2015, Slessor fue reemplazada por Christine Murray, quien asumió el compromiso de ampliar la cobertura digital de la publicación sin abandonar las ediciones impresas y estuvo al frente hasta 2018 cuando la sucedió Manon Mollard, la editora en la actualidad.

19. Portadas de cuatro números de la etapa de Christine Murray como editora de la revista (2015-2018). De izquierda a derecha: nº 1426, diciembre 2015; nº 1432, junio 2016; nº 1440, abril 2017; nº 1452, junio 2018.

Cabe señalar que, en enero de 2017, Ascential, propietaria de la publicación, anunció su intención de vender 13 “títulos históricos”, entre ellos Architectural Review que fue adquirido por Metropolis International en una transacción en efectivo de 23,5 millones de libras esterlinas, anunciada el 1 de junio de 2017.

20. Vista de la exposición «THE ARCHITECTURAL REVIEW COVERS 1960 – 1979», París, abril 2024.

Otro dato interesante es que en enero de 2024 se llevó a cabo en París la exposición «THE ARCHITECTURAL REVIEW COVERS 1960 – 1979» (montada anteriormente en Londres) que celebró el diseño de las portadas de la revista a través de una selección de 25 carátulas elegidas por Margaret Howell. Para la curadora, «Los audaces y creativos gráficos de las portadas de The Architectural Review de este período siguen siendo tan impactantes y emocionantes hoy como cuando se presentaron por primera vez. No es de extrañar que la revista se haya convertido en una pieza de colección. El período trabajado corresponde al paso de William Slack como editor de arte, donde en todo momento se mostró como un diseñador con una mirada culta e incisiva. «La arquitectura es un tema notoriamente difícil de transmitir en dos dimensiones, pero pocos podían presumir de ser tan constantemente inventivos como Slack. Caracterizado por una impactante modernidad y riqueza visual, su serie de números aún trasciende su época. Que la AR fuera siempre provocadora y preeminente en su campo se debía, en gran medida, a Bill Slack», rescatamos de la reseña de la exhibición publicada en https://www.margarethowell.co.uk/pages/the-architectural-review-covers.

21. Ocho de las portadas de la revista expuestas en París.

«Textos, imágenes y dibujos hábilmente coreografiados se basaban en cuadrículas de elegantes proporciones e iluminaban con un hábil uso de tipografías para titulares. Schmalfette Grotesk, una tipografía suiza audaz y condensada diseñada a mediados de la década de 1950, se convirtió en un sello distintivo de Slack. Sin embargo, a menudo se salía del tema, seleccionando tipografías que se ajustaban a la temática, empleando, por ejemplo, letras victorianas para artículos sobre historia de la arquitectura» (…)

22. Dos de las portadas de la revista expuestas en París.

«Una sola fotografía o ilustración encapsulaba el tema editorial clave del número. A veces se trataba de un detalle de un edificio, otras veces, de una ilustración más abstracta, pero siempre, cada portada estaba cuidadosamente diseñada para despertar el interés del lector. Sin necesidad de un encabezado prominente, el título de la revista solía ser casi invisible, aunque ingeniosas variaciones de las letras A y R formaban la base de numerosas portadas tipográficas. Los suscriptores nunca sabían con qué se encontrarían cuando la AR llegaba a sus buzones, y esta tendencia radical consolidó su atractivo perdurable y su lugar en la historia».

Hoy en día, Architectural Review sigue siendo una publicación de gran influencia a nivel mundial, que explora arquitectura desafiante e inspiradora de todo el mundo y utiliza proyectos seleccionados para desarrollar argumentos sociales, políticos y ecológicos más amplios. La revista continúa presentando una amplia gama de temas, desde diseño de interiores y urbanismo hasta otros más generales como el paisaje, la política y la cultura, y tiene una larga trayectoria alternando entre números temáticos y no temáticos. Continúa publicando de forma crítica sobre la arquitectura moderna y busca constantemente una arquitectura que inspire, centrándose en la implicación social de la arquitectura y manteniendo su escepticismo hacia modas pasajeras.

23. Portadas de seis números de la etapa de Manon Mollard como editora de la revista (2018-hoy). Arriba (de izquierda a derecha): nº 1459, marzo 2019; nº 1472, junio 2020; nº 1480, abril 2021. Abajo (de izquierda a derecha): nº 1490, abril 2022; nº 1502, junio 2023; nº 1515, octubre 2024.

Architectural Review sigue publicándose en papel, diez veces al año (habiendo alcanzado en este mes de noviembre el número 1526), mientras que su versión en línea se actualiza diariamente.

24. En abril de 2023, Architectural Review arribó a su número 1500.

Si uno quisiera resumir la relevancia de Architectural Review como publicación periódica habría que reconocer, por un lado, que si bien desempeñó a todo lo largo del siglo XX una función decisiva y ejerció un importante protagonismo en el panorama de las vanguardias, impactando con sus contenidos de textos e imágenes y jugado un papel determinante como fuente de información y referente de emulación al presentar las últimas novedades en materia de obra construida, por el otro, al igual que la mayoría de ellas y como clara muestra del signo de los tiempos, ha dejado de tener el carácter que tuvo de escaparate de lo ideal y lo deseable, de lo debido y aun de lo utópico, ligado al horizonte de una nueva sociedad.

25. Los dos últimos números de la revista. Izquierda: nº 1525, octubre 2025. Derecha: nº 1526, noviembre 2025.

Habría, por tanto, que sumarse a lo expresado por Luis Fernández-Galiano quien cuando publicó a finales de 2017 en Arquitectura Viva “Cincuenta revistas. El pulso de los tiempos”, afirmaba: Las publicaciones periódicas aspiran a recoger el flujo de los acontecimientos, y este empeño imposible apenas alcanza a registrar el pulso de los tiempos. Incapaces como Heráclito de detener el curso de la vida, y obligadas como Sísifo a levantar el peso de la actualidad con cada aparición, para comenzar de nuevo a subir la roca a la cumbre de la montaña cada día, cada mes o cada año, las publicaciones que tienen cita con el suscriptor, el quiosco o la librería —sin mencionar aquellas digitales donde las noticias o informaciones se vierten en un torrente continuo— querrían saberse perdurables, y sin embargo su propia condición las hace efímeras y fungibles. La cabecera que ostentan es lo único que permanece, en ocasiones durante décadas, pero en otras agostada tras publicar unos pocos números. Pero, pese a su naturaleza perecedera, las publicaciones conforman la opinión, contribuyen a difundir ideas o lenguajes, y son también registro o crónica del transcurso del tiempo, acumulando sus páginas como estratos geológicos donde hallar y datar arquitecturas fósiles”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Architectural Review. Wikipedia (https://nl.wikipedia.org/wiki/Architectural_Review)

1. Coventry Society (https://www.coventrysociety.org.uk/public-art-in-coventry/council-house-henry-wilson/); y Arts:Search (https://www.arthistoryresearch.net/review/the-architectural-review-london.html)

2. National Portrait Gallery (https://www.npg.org.uk/collections/search/portrait/mw95350/Dugald-Sutherland-MacColl); y AbeBooks (https://www.abebooks.com/first-edition/Architectural-Review-August-1902-Volume-XII/13216728556/bd)

3. Mervyn Macartney. Wikipedia (https://en.wikipedia.org/wiki/Mervyn_Macartney); y BIBLIO (https://biblio.co.uk/book/architectural-review-october-1913-vol-xxxiv/d/1338733729)

4. BIBLIO (https://biblio.co.uk/book/architectural-review-october-1913-vol-xxxiv/d/1338733729)

5 y 6. AbeBooks (https://www.abebooks.com/first-edition/Architectural-Review-Magazine-Architecture-Decoration-Vol/22845781606/bd)

7. IberLibro.com (https://www.iberlibro.com/revistas-y-publicaciones/Architectural-Review-Magazine-Vol-LXIX-412/30665503991/bd); Etsy (https://www.etsy.com/es/listing/1866131798/revista-vintage-the-architectural-review); IberLibro. com (https://www.abebooks.com/ARCHITECTURAL-REVIEW-MAGAZINE-ARCHITECTURE-DECORATION-1940/32068666275/bd); y AbeBooks (https://www.abebooks.co.uk/first-edition/Architectural-Review-Vol-xviii-November-1905/22845781995/bd)

8. AbeBooks (https://www.abebooks.com/servlet/BookDetailsPL?bi=10702805728)

9. AbeBooks (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-September-1943-No-561/31021804309/bd); y (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-Magazine-Vol-XCVI-572/30833611239/bd)

10 y 11. WeHeart (https://www.we-heart.com/2014/05/29/the-architectural-review-a-cover-story/)

12. AbeBooks (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-Magazine-October-1950-Volume/31758304066/bd); y FullTable (https://www.fulltable.com/vts/m/mcov/ar.htm)

13. Abebooks (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-July-1960-Volume-CXXVIII/31786078056/bd); y (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-July-1968-Volume-CXLIII/31791434484/bd)

14. The Architectural Review (https://www.architectural-review.com/archive/campaigns/manplan)

15. AbeBooks (https://www.abebooks.com/first-edition/Architectural-Review-October-1973-Volume-CLIV/9072685970/bd); (https://www.abebooks.com/first-edition/Architectural-Review-August-1976-Volume-CLX/8881518687/bd); (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-Magazine-February-1977-Volume/31181240095/bd); y (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-June-1979-Volume-CLXV/31791561008/bd)

16. IberLibro.com (https://www.iberlibro.com/revistas-y-publicaciones/Architectural-Review-Magazine-July-1982-Volume/31185884947/bd); AbeBooks (https://www.abebooks.co.uk/first-edition/Architectural-Review-Volume-CLXXVII-Number-1058/8881728704/bd); AbeBooks (https://www.abebooks.com/magazines-periodicals/Architectural-Review-Magazine-July-1992-Number/31690813443/bd); IberLibro.com (https://www.iberlibro.com/revistas-y-publicaciones/Architectural-Review-Magazine-December-1994-Number/17965635211/bd); The Architectural Review (https://www.thearchitecturalreviewstore.com/products/1247); y The Architectural Review (https://www.thearchitecturalreviewstore.com/products/1306)

17, 19, 23, 24 y 25. The Architectural Review (https://www.architectural-review.com/digital-edition)

18. ArchDaily (https://www.archdaily.com/806103/ar-issues-looking-back-on-120-years-of-the-architectural-review?ad_medium=gallery)

20, 21 y 22. Margaret Howell (https://www.margarethowell.co.uk/pages/the-architectural-review-covers)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 441

Apartando las revistas de carácter institucional provenientes de entidades académicas o profesionales dedicadas a la arquitectura, Domus es quizás una de las publicaciones periódicas de divulgación que ha demostrado a través del tiempo mayor solidez y continuidad a nivel internacional.

Fundada en 1928 por el talentoso arquitecto, diseñador industrial y artista milanés Giovanni (Gio) Ponti (1891-1979), su primer número aparece el 15 de enero de aquel año con el subtítulo “Arquitectura y decoración del hogar moderno en la ciudad y el campo” (Architettura e arredamento dell’abitazione moderna in citta’ e in campagna) el cual ya asomaba el interés de su creador por exponer su propia perspectiva acerca del estilo de vida de su época y por hacer más accesibles sus ideas a un público culto pero no necesariamente especializado. Es así como “Domus”, palabra latina con la que se conoce a un tipo de vivienda romana y que se considera sinónimo de “hogar”, sirve de base para darle cuerpo a un proyecto que a su vez se sustenta en la premisa de que «la casa… no debería estar de moda, porque no debería pasar de moda».

1. Coincidencialmente, Domus y La Casa bella (luego Casabella) aparecerán en el mes de enero de 1928.
2. Sumario del nº1 de Domus.
3. Páginas interiores del nº 1 de Domus.

Lanzada casi al unísono (sin proponérselo) con Casabella (la otra revista italiana de referencia, creada por Guido Marangoni, que junto a ella aún perdura), desde Domus Ponti comenzó a abrir un espacio en el que la arquitectura, los interiores y las artes decorativas italianas (sin descuidar temas como el arte del hogar, la jardinería, la cocina o el cuidado de mascotas), pudiesen mostrar su capacidad de renovarse en medio del clima vanguardista que había despertado en el viejo continente.

4. Portadas de tres ejemplares de la primera etapa de Gio Ponti como director de Domus que ofrecen tres planteamientos de diseño diferentes. Izquierda: nº 20 de agosto de 1929 cuando empieza a subtitularse como «L’arte nella casa». Centro: nº 100, abril 1936. Derecha: nº 162 (último de la etapa), junio 1941.

Insistiendo permanentemente en la importancia de la estética y el estilo en el ámbito de la producción industrial, Domus progresivamente centró su atención en la arquitectura, el diseño y las artes, transformándose en un medio en cuyas páginas se presentaba el trabajo de profesionales de trayectoria consolidada y se “descubrían” asimismo las propuestas de arquitectos y diseñadores tanto italianos como internacionales.

Prevista desde su lanzamiento como una publicación mensual, cosa que sorprendentemente ha mantenido hasta el día de hoy (salvo una obligatoria pausa que se dio en 1945 consecuencia de la guerra y algunos meses a finales de los años 40 en que sus salidas se distanciaron a dos meses), Domus fue dirigida y editada por Ponti durante los primeros 12 años (1928-1940), retomando ese rol en 1948 hasta prácticamente su muerte en 1979.

5. Gio Ponti (izquierda) y Gianni Mazzocchi (derecha)

Es de hacer notar, de acuerdo a la entrada de Wikipedia dedicada a Gianni Mazzocchi (1906-1984), que “en el verano de 1929, al enterarse de que los editores originales de Domus estaban a punto de cerrar la revista, Ponti invitó a Gianni Mazzocchi, cuyas habilidades administrativas había llegado a admirar, a asumir la responsabilidad de su publicación”. Así, “se reunió un equipo de patrocinadores extraído de destacados industriales y figuras culturales milanesas, incluido el propio Ponti y bajo la dirección de Mazzocchi se lanzó una nueva empresa, ‘Sa Editoriale Domus’, el 11 de julio de 1929”. Desde entonces, a pesar de sus diferencias, “Ponti y Mazzocchi formaron un equipo de gestión que fue eficaz y notablemente duradero, con Ponti asumiendo la responsabilidad de la dirección artística y Mazzocchi concentrándose en otros aspectos editoriales y de gestión del negocio de publicación de la revista”.

6. Izquierda: nº 163, julio 1941, primero de los dirigidos por Massimo Bontempelli, Giuseppe Pagano y Melchiorre Bega. Derecha: nº 204, diciembre 1944 (elaborado en Bérgamo antes de la pausa de 1945) bajo la dirección de Melchiorre Bega en solitario en momentos en que Lina Bo fue la subdirectora.

“A partir de julio de 1941, Domus quedó bajo la dirección de Massimo Bontempelli, Giuseppe Pagano y Melchiorre Bega. En octubre de 1942, Guglielmo Ulrich asumió el cargo de Giuseppe Pagano (quien, debido a su participación en políticas antifascistas, falleció el 22 de abril de 1945 en el campo de concentración de Mauthausen). Melchiorre Bega asumió la dirección en octubre de 1943. Los años de guerra exigieron cambios continuos en la dirección de la revista, y sus operaciones de impresión se vieron obligadas a trasladarse a Bérgamo. Domus se publicó mensualmente durante 1944, pero se suspendió en 1945”, recogemos de la entrada dedicada a Domus en Wikipedia. Durante los años de guerra “cabe estacar el liderazgo fugaz de Lina Bo (todavía no Bardi) … mientras Ponti y la mayor parte de los arquitectos andaban entre partisanos combatiendo al fascismo”. Desde Bérgamo, “Lina Bo redactaba, editaba y producía la revista con recortes de viejas publicaciones y con la misma disciplina con la que entró a trabajar en la oficina de Gio Ponti … años antes. Días infinitos sin paga, para producir el mejor contenido de aquellos años”, apuntará Miquel Adrià en “Domus, Tadao Ando a cargo de la casa”, artículo publicado en Arquine.com el 6 de diciembre de 2020.

Siendo un tema sobre el cual valdría la pena profundizar, dentro del lapso 1928-1944 resulta interesante observar cómo Domus “se mantuvo firme y con autoridad a pesar de las convulsiones sociopolíticas en Italia, logrando pasar de una impronta racionalista y, por lo tanto, de alguna manera aceptada por el régimen fascista, a una revista de discusión arquitectónica y social más amplia que, después de la guerra, tuvo como firmas a Alberto Moravia y Elio Vittorini”, señalará Alessandro Bonaccorsi en “La revista de arquitectura más longeva del mundo” artículo publicado en 2023 en https://www.pixartprinting.es/blog/domus-revista-arquitectura/.

7. Números 205, enero 1946 (izquierda) y 223-224-225, octubre-noviembre-diciembre 1947 (derecha) que marcan el inicio y el final de la pasantía de Ernesto Nathan Rogers por la dirección de Domus.

La publicación, fortalecida y renovada, reaparecerá en 1946 a partir del número 205 bajo la dirección de Ernesto Nathan Rogers. Con algunos atisbos asociados con la línea seguida hasta 1944, en este relanzamiento y durante los dos años en los que la editará, Rogers propondrá una nueva imagen para la portada y asumirá para el ella el significativo subtítulo “La casa del hombre” (La casa dell’uomo) mensaje que señalaba el surgimiento de una nueva sociedad dejando de lado el subtítulo “Las artes en la casa” (Le arti nella casa) o “El arte en la casa” (L’arte nella casa) al que desde  agosto de 1929 (nº 20) había trocado el original.

8. Números 226, abril 1948 (izquierda) y 595, junio 1979 (derecha) que marcan el inicio y el final de la segunda etapa de Gio Ponti como director de Domus. El 595 se edita con la participación de Cesare Casati.

La salida de Rogers a finales de 1947 por discrepancias de enfoque con Gianni Mazzocchi (director general) luego de la publicación del número triple 223-225 (octubre-diciembre 1947), significará el retorno de Gio Ponti a partir de abril de 1948 quien desde el nº 226 permanecerá como editor hasta su fallecimiento en 1979 contando con el apoyo de Cesare Casati desde 1976. Cabe añadir que desde abril de 1952 (nº 269) la revista vuelve a subtitularse: “arte e stile nella casa arte e stile nell’industria” será el lema escogido por Ponti, que trocará en marzo de 1955 (nº 304) por “architettura arredamento arte” y en marzo de 1977 (nº 566) por “Monthly magazine of architecture, design, art”.

9. Izquierda: nº 269, abril 1952 en el que vuelve a aparecer un subtítulo: “arte e stile nella casa arte e stile nell’industria”. Derecha: nº 304 marzo 1955 cuando empieza a subtitularse «architettura arredamento arte».
10. Izquierda: nº 459, febrero 1968, con el que se conmemoró el 40 aniversario de la revista. Derecha: nº 500, julio 1971

Al recuperar su periodicidad mensual en 1949 (cosa que no perderá hasta hoy), “las décadas de 1950 y 1960 se caracterizaron por una gran vitalidad en la arquitectura, las artes y el diseño. Domus promovió todas las novedades del panorama artístico y de sus autores, convirtiéndose en un referente clave para el debate internacional entre diversas tendencias artísticas. En 1968, la revista celebró su 40º aniversario con el número 459 y, en julio de 1971, publicó su número 500 (…) La revista se internacionalizó con su traducción al inglés y al francés hasta definir su actual formato bilingüe (italiano/inglés). En diciembre de 1978, Domus celebró su 50º aniversario con una exposición en el Palazzo delle Stelline de Milán”.

11. Izquierda: nº 560, julio 1976, que marca la incorporación de Cesare Casati en la dirección de Domus como acompañante de Gio Ponti. Derecha: nº 566, marzo 1977, en el que el subtítulo pasa a ser «Monthly magazine of architecture, design, art».
12. Izquierda: nº 596, julio 1979, primero que aparece bajo la dirección de Alessandro Mendini. Derecha: nº 602, enero 1980, que marca la incorporación de Ettore Sottsass como diseñador gráfico de la revista dirigida aún por Mendini. Por entonces la revista se subtitulaba como “Monthly of architecture interiors design art”.

Tras la llegada de Alessandro Mendini (figura destacada del diseño posmoderno) a la dirección en julio de 1979 (Gio Ponti falleció en octubre de 1979), Domus, durante su gestión que duró hasta finales de 1984, le abrió puerta a la neovanguardia. “A partir de enero de 1980, Ettore Sottsass se hizo cargo del diseño gráfico de la revista. En 1982, Maria Grazia Mazzocchi, Valerio Castelli, Alessandro Guerriero y Editoriale Domus fundaron Domus Academy, una escuela para diseñadores y gestores de diseño de producto dirigida por Andrea Branzi”. Por entonces la revista se subtitulaba como “Monthly of architecture interiors design art”.

13. Izquierda: nº 657, enero 1985, que marca el inicio de la dirección pro tempore de Lisa Licitra Ponti. Derecha: nº 670, marzo 1986, primer número que aparece bajo la dirección de Mario Bellini diseñado por Italo Lupi.
14. Izquierda: nº 734, enero 1992, con el que Vittorio Magnago Lampugnani se estrena como director de Domus teniendo como diseñador a Alan Fletchet. Derecha: nº 756, enero 1994, diseño de Alan Fletcher donde el subtítulo pasa a ser «Revista Internazionale di Progetto-International Design Review»
15. Otros dos números diseñados por Alan Fletcher para el director Vittorio Magnago Lampugnani: el 770, abril 1995 (izquierda) y el 778, enero 1996 (derecha)

A partir de allí, con la intención de mantener un alto nivel de exigencia, traducido en responsabilidad crítica y vitalidad intelectual y estética, Domus asume una política editorial interna que fija en cinco años improrrogables la duración del cargo de director de la revista, quien es a la vez responsable de designar a un nuevo director artístico. Así a Mendini lo sucederá en enero de 1985 Lisa Licitra Ponti (hija del fundador), para luego continuar Mario Bellini (marzo de 1986), Vittorio Magnago Lampugnani (enero de 1992 con quien el subtítulo de la revista pasará a ser “Revista Internazionale di Progetto-International Design Review”), cerrando el siglo François Burkhardt (febrero de 1996, quien ahora la subtitulará “Architettura Design Arte Comunicazione-Architecture Design Art Communication”).

16. Izquierda: nº 779, febrero 1996, con el que François Burkhardt se estrena como director subtitulándose la revista como «Architettura Design Arte Comunicazione-Architecture Design Art Communication. Derecha: nº 829, septiembre 2000, primer número bajo la dirección de Deyan Sudjic. Ambas gestiones tendrá a Simon Esterson como diseñador gráfico.
17. Izquierda: nº 866, enero 2004, con el que Stefano Boeri se estrena como director de Domus. Derecha: nº 903, mayo 2007, primer número bajo la dirección de Flavio Albanese quien la subtitula «Contemporary Architecture Interior Design Art».
18. Izquierda: nº 935, abril 2010, con el que Alessandro Mendini inicia su segunda gestión como director de la revista, subtitulándola «La Nuova Utopia», para la que contará con el apoyo del diseñador Lorenzo Mattotti . Derecha: nº 946 abril 2011, primer número bajo la dirección innovadora de Joseph Grima acompañado del diseñador Dan Hill.

El nuevo siglo se inicia con Burkhardt en la dirección asumiéndola Deyan Sudjic a partir de septiembre de 2000. Le seguirán: Stefano Boeri (enero de 2004), Flavio Albanese (mayo de 2007, quien modificó el subtítulo por “Contemporary Architecture Interior Design Art”), de nuevo Alessandro Mendini (abril de 2010, que la dotará de una particular identidad al subtitularla “La Nuova Utopia”), Joseph Grima (abril de 2011) y Nicola Di Battista (septiembre de 2013, que recurrirá al lema “La Cittá Dell’Uomo” para acompañar el título).

19. Izquierda: Portada del nº 972, septiembre 2013, con el que Nicola Di Battista inicia su gestión como director de la revista, subtitulándola «La Cittá Dell’Uomo «. El sobrio esquema del diseño se mantendrá a lo largo de los 46 números que dirigió. Derecha: Le correspondería a Di Battista, también, realizar en marzo 2016 el nº 1000 de Domus.

Di Battista, buscando centrar de nuevo la revista en la arquitectura luego de los “excesos” innovadores a los que Grima la había sometido, contará ahora “con el apoyo de un Colegio de Maestros (David Chipperfield, Kenneth Frampton, Hans Kollhoff, Werner Oechslin y Eduardo Souto de Moura) y un Centro de Estudios, compuesto por un equipo de jóvenes profesionales”, cuyo objetivo fue “situar a las personas en el centro de la arquitectura contemporánea”.

20. Izquierda: nº 1020, enero 2018, año en el que Michele De Luchi asumió el rol de director invitado. Derecha: nº 1031, enero 2019, año en el que Winy Maas asumió el rol de director invitado.
21. Izquierda: nº 1042, enero 2020, año en el que David Chipperfield asumió el rol de director invitado. Derecha: nº 1053, enero 2021, año en el que Tadao Ando asumió el rol de director invitado.

Tras la iniciativa a todas luces conservadora llevada a cabo por Di Battista, a partir de 2018 se establece la norma de designar un editor invitado que se responsabilizará por la dirección anual de la publicación, habiéndole correspondido aquel año a Michele de Lucchi, en 2019 a Winy Maas, en 2020 a David Chipperfield, en 2021 a Tadao Ando, en 2022 a Jean Nouvel, en 2023 a Steven Holl con Toshiko Mori, en 2024 a Norman Foster, hasta llegar al presente año 2025 cuando le corresponderá asumir la responsabilidad a Bjarke Ingels.

22. Izquierda: nº 1064, enero 2022, año en el que Jean Nouvel asumió el rol de director invitado. Derecha: nº 1075, enero 2023, año en el que Steven Holl y Toshiko Mor asumieron el rol de directores invitados.
23. Izquierda: nº 1086, enero 2024, año en el que Norman Foster asumió el rol de director invitado. Derecha: nº 1097, enero 2025, año en el que Bjarke Ingels ha asumido el rol de director invitado.

De más está decir que cada cambio de dirección se verá reflejado, dentro de la permanencia del formato de 245 × 325 cm que prácticamente se ha visto inalterado en el tiempo (un clásico asumido por muchas revistas que permite una página grande con espacio y márgenes para las imágenes), en claras diferencias con respecto al sesgo que se asume (apareciendo entre otras cosas nuevos subtítulos que acompañan en nombre de Domus), en la diagramación de las portadas y la incorporación de diseñadores gráficos de renombre. Así, Ettore Sottsass acompañará a Mendini en su primera etapa como director; Italo Lupi será contratado por Mario Bellini; Alan Fletcher trabajará con Vittorio Magnago Lampugnani; Simon Esterson cubrirá las etapas de François Burkhardt y Deyan Sudjic; Lorenzo Mattotti será seleccionado por Alessandro Maldini en su segundo período; o Dan Hill será el elegido por Grima. A ello habría que añadir que con anterioridad el diseño de algunas de las portadas de Domus había sido encargado a diseñadores, arquitectos y artistas tales como Herber Bayer, Max Bill, Paul Klee, Lucio Fontana, Le Corbusier o Charles Eames.

24. Captura de pantalla del 13 de abril de 2025 del portal web de la revista Domus.

Cuatro momentos dentro de la historia más reciente de Domus creemos que vale la pena resaltar: el lanzamiento en septiembre de 2000 de http://www.domusweb.it en italiano e inglés con diseño gráfico de Deepend; la decisión de la editorial de confiar en 2006 un especial anual (Domus copyright o Domus D’Autore) a un arquitecto internacional de renombre siendo Rem Koolhaas quien inauguró la iniciativa; la publicación ese mismo año por parte de la editorial alemana Taschen de Domus 1928–1999, una monumental antología histórica de la revista en 12 volúmenes; la creación el 9 de diciembre de 2010 de Domus Web bajo la dirección de Joseph Grima, con el diseño de Dan Hill y los gráficos de Salottobuono y Marco Ferrari desde enero 2013; y el arribo en 2016 al número 1000 mientras Nicola Di Battista era el director.

25. DOMUS 1928-1999, Vol. 1-12. Fiell, Charlotte & Peter (ED), Taschen, 2006.
26. Portada del especial anual (2006) Domus D’Autore elaborado por OMA/ Rem Koolhaas.

Miquel Adrià, aportará lo siguiente: “Cuando algunas publicaciones migraron al mundo digital o desaparecieron para dejar lugar a los portales y a las webs, que fragmentaron el contenido sin el cuidado editorial que hizo confiables a las publicaciones de referencia de aquellas décadas, Domus decidió tener su versión bilingüe italiana/inglesa y crear las ‘domus’ alemana, rusa, china, árabe, israelí, coreana y latinoamericana. Domus aterrizó en México por unos años y un buen equipo de editores publicaron contenido local junto con el de la sede milanesa, para fundirse al poco tiempo con su homónima caribeña”.

27. Rejilla base elegida por Salottobuono para el diseño gráfico de la revista en 2011: una cuadrícula de 12 columnas que permitía una gran flexibilidad en la organización de la página, pudiendo utilizar muchas combinaciones diferentes. En esa época se optó por mantener las fotos dentro de los márgenes, en lugar de extenderlas hasta ocupar toda la página, para evitar que se taparan con los dedos al hojearlas.

Con casi 100 años de vida continua y a punto de llegar al número 1100 (el 1099 ya ha sido publicado en marzo), repasar las páginas de Domus permite abrir numerosos frentes de estudio de lo que ha sido su rol dentro del devenir de la arquitectura del siglo XX y lo que va del XXI. También, como bien señala Alessandro Bonnacorsi, “el cuidado puesto en la creación del contenido, tanto textual como gráfico, la convierten en un estudio de caso fundamental para todo aquel que quiera comprender cómo se diseña bien una revista (brindando) la oportunidad de comprender los cambios en la tipografía y las tecnologías de impresión, así como en las tendencias en el diseño gráfico en todo el mundo”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 4, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22 y 23. domusarchivio (https://archive.domusweb.it/detail/publication/no-detail/auto/domus-1097?issue_id=209337&addon=false)

1, 2 y 3. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

5. Gio Ponti (1891-1979) (https://www.architectural-review.com/essays/reputations/gio-ponti-1891-1979); y Gianni Mazzocch. Wikipedia (https://en.wikipedia.org/wiki/Gianni_Mazzocchi)

24. domus (https://www.domusweb.it/it.html)

25. COAM (https://www.coam.org/media/Default%20Files/fundacion/biblioteca/revista-arquitectos-madrid/docs/articulos/02/revista-arquitectos-madrid-2008-n2-pag88-89.pdf)

26. upi2mbooks (https://www.upi2mbooks.hr/en/trgovina/casopisi/arhitektura-casopisi/domus-dautore-post-occupancy/)

27. domus (https://www.domusweb.it/it/interviste/2011/05/16/intervista-a-salottobuono.html)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 433

Con la aparición el 15 de octubre de 1920 en París de la revista L’Esprit Nouveau (El Espíritu Nuevo), subtitulada Revue Internationale d’Esthétique (Revista Internacional de Estética), dos de sus fundadores, el pintor Amédée Ozenfant y el arquitecto Charles Edouard Jeanneret-Gris (el tercero sería el poeta Paul Dermée), dieron cuerpo a un ambicioso proyecto editorial que no sólo reafirmó el acto inaugural del llamado movimiento purista, llevado a cabo dos años antes mediante la aparición del manifiesto Aprés le Cubisme (Después del cubismo), sino que además le ofrecía la oportunidad de manifestarse a diversas disciplinas, dando cabida a variadas temáticas, proclamándose como ”la primera revista del mundo realmente dedicada a la estética viva”.

1. Carátula de la publicación del manifiesto Aprés le Cubisme (1918).
2. Parte superior de la portada del nº 1 de L’Esprit Nouveau (15 de octubre de 1920).

Tras el eslogan “Hay un espíritu nuevo; es un espíritu de construcción y de síntesis guiado por una concepción clara”, la portada del primer número en el que Paul Dermée aparece como su director, la revista ya anuncia que se abre a temáticas tales como “estética experimental, pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, estética del ingeniero, el teatro, el espectáculo, el cine, el circo, los deportes, la moda, el libro, el mueble y la estética de la vida moderna”, dando a entender de que todo cuanto acontecía en una época plagada de novedades, creatividad y cambios no le sería ajeno.

Tampoco hay que olvidar que L’Esprit Nouveau al igual que De Stijl, surgen como órganos de divulgación del purismo y el neoplasticismo, respectivamente, en un período (el de entreguerras) en el que se acrecienta la aparición de programas y manifiestos que permitirán a las vanguardias contar con sus correspondientes cartas de presentación, mostrándose ambas publicaciones como proyectos editoriales duraderos que trascienden la mera declaración puntual.

3. Portada e índice de la versión en español (2005) del libro de Alan Colquhoun La arquitectura moderna. Una historia desapasionada (versión original de 2002).

En tal sentido, si bien para L’Esprit Nouveau el tema principal era la problemática relación entre el arte y la sociedad industrial, y compartía con De Stijl la idea de que “el mundo industrializado moderno traía consigo el paso del individualismo” así como de “que el arte y la ciencia no eran opuestos, aunque utilizasen medios diferentes, que su unión daría como resultado una nueva estética», las diferenciaba el hecho de que para L’Esprit Nouveau “esa nueva estética sería clásica en su espíritu… idea que quedaba subrayada por la constante yuxtaposición de lo viejo y lo nuevo”, como bien señaló en su momento Alan Colquhoun en La arquitectura moderna. Una historia desapasionada (2002). Dentro del mismo orden de ideas, allí mismo, el crítico e historiador inglés planteará cómo “en el nuevo mundo de la objetividad y el colectivismo anunciado por L’Esprit Nouveau, la posición del artista permanecía intacta. De Stijl y los constructivistas, razonando a partir de los mismos principios de L’Esprit Nouveau, habían previsto que llegaría un momento en que el artista sería redundante”.

4. Sumario del nº de L’Esprit Nouveau.
5. Páginas interiores del nº 1 de L’Esprit Nouveau.

Así, en el primer número de la revista destacan, entre otros, su editorial titulado “L’Esprit Nouveau”, los artículos “La nueva estética y la ciencia del arte” de Victor Basch; “Notas sobre el arte de Seurat” de Bissiere; “Descubrimiento del Lirismo” de Paul Dermée: “La música polaca” de Henry Prunieres; “Picasso” de André Salmon; “La estética del cine” de B. Tokine; “El Circo, nuevo arte” de Céline Arnauld; las reseñas dedicadas a revistas, poesía, exposiciones y literatura ; y la transcrición del Manifiesto 2 de De Stijl.

6. Imágenes del artículo «Sobre la plástica» firmado por A. Ozenfant y Ch. E. Jeanneret.
7. Cuatro de las páginas del texto “Tres advertencias a los señores arquitectos”, firmado con el seudónimo compuesto “Le Corbusier-Saugnier”.

Sin embargo, dos textos subrayan el sentido de tribuna para exponer sus planteamientos que buscaron darle los fundadores de la publicación: uno titulado “Sobre la plástica” firmado por A. Ozenfant y Ch. E. Jeanneret y otro titulado “Tres advertencias a los señores arquitectos”, firmado con el seudónimo compuesto “Le Corbusier-Saugnier” asumido en conjunto por Jeanneret y Ozenfant. Ello marcaría la primera ocasión con la que Jeanneret se identifica con el apelativo que lo haría célebre asumiendo Ozenfant el rol de acompañante. También será la primera de muchas entregas (que se repetirán en los números 2, 4, 5, 8, 9, 10, 13 y 16 de la revista) con las cuales se irá construyendo el no menos famoso libro Hacia una arquitectura (Vers une architecture) publicado en 1923, cuya primera edición en francés mostraba a Le Corbusier-Saugnier como autor. Cabe acotar que del material publicado que conforma los siete capítulos del libro, sólo se reconoce bajo exclusiva autoría de Le Corbusier el titulado “Arquitectura o revolución”, justamente el séptimo. En todo caso, el maestro suizo asume en solitario su apelativo a partir del nº 19 de la revista (1923) pese a que toda su obra se identifica con él y de que continuó firmando sus cuadros con su verdadero apellido hasta 1928.

8. Portada del nº 4 de L’Esprit Nouveau de inicios del año 1921 que marca el cambio del subtítulo de la revista y contiene un extenso artículo titulado «El purismo» firmado por A. Ozenfant y Ch. E. Jeanneret.

En virtud de sus inclinaciones dadaístas, Dermée deja de participar después del número 7 (1921) de L’Esprit Nouveau (momento para el cual ya había cambiado desde el nº 4 su subtítulo por el de Revue internationale illustre de l’activité contemporaine), quedando la responsabilidad editorial fundamentalmente en manos de Ozenfant y Jeanneret quienes lograrán que la revista aparezca hasta la edición 28 (enero de 1925) lo cual le dio una frecuencia promedio de 7 números al año, pese había nacido con la intención de aparecer los días 15 de cada mes. La intensidad inicial, como suele ocurrir con la mayoría de las publicaciones periódicas, sufrió un proceso de decaimiento que se evidenció en el distanciamiento entre cada salida, la disminución del número de páginas (de 136 en el nº 1 a 96 en el nº 19 hasta llegar a 80 en el nº 28) y el descenso del número de suscriptores que pasó de 735 en 1920 a 252 en 1923. “Las numerosas transformaciones, los cambios realizados y su creciente enfoque en la arquitectura ya no atraen a sus lectores. Además, en 1925, la colaboración entre Le Corbusier y Ozenfant cesó. Esto, en parte, se debe a la decadencia del purismo… que finaliza en 1926 al desvincularse de él sus dos creadores…”, se recoge de “L’Esprit Nouveau”, texto publicado por el grupo de investigación SU+MA universidad + museo en la página web de la Universidad Complutense de Madrid.

9. Colección completa de la revista L’Esprit Nouveau (1920-1925).
10. Dos trabajos de Le Corbusier publicados en los números 2 (izquierda) y 6 (derecha) de L’Esprit Nouveau.

En el mismo sitio se precisa: “La maquetación de la revista es bastante sencilla. Destaca su portada, con el número de publicación centrado y en gran tamaño, con un color diferente en cada número. El título se presenta en letras de gran tamaño y de color negro. Los temas y la relación de artículos y su paginación de cada número se observan tras el título. Todos los números presentan dibujos, fotografías y fotograbados en blanco y negro; y los especiales a color. A su vez, vemos páginas dedicadas a la publicidad, con anuncios de galerías de arte, academias de baile, de otras revistas, y algún anuncio más del ámbito comercial como chocolates Nestlé y Suchard”. Y se añade: “Cabe subrayar la intencionalidad de diálogo con el lector que presenta esta revista, puesto que no solo contiene artículos con información de diversa índole, sino que cuenta con secciones como recomendaciones bibliográficas y de exposiciones de arte que se desarrollan en el momento de la publicación: ecos de actualidad, subastas de arte, apartados de correspondencia que abren una comunicación directa entre los lectores y la redacción, así como información sobre otras revistas coetáneas”.

11. Vista general de la Exposición Internacional de artes decorativas e industrias modernas de 1925 (arriba) y diversas tomas del pabellón de L’Esprit Nouveau de Le Corbusier y Pierre Jeanneret (abajo).

Culminado el ciclo de la revista, Le Corbusier, quien ya había publicar allí numerosos proyectos arquitectónicos teóricos, como la casa Citrohan o Una ciudad contemporánea, diseñó junto a su primo Pierre Jeanneret un pabellón con el nombre de L’Esprit Nouveau para la Exposición Internacional de artes decorativas e industrias modernas de 1925 en París. La edificación que puede considerarse como una versión concentrada de todos los capítulos del programa corbusiano y una demostración de las ideas que venían desarrollando los Jeanneret desde 1922, buscó también ser un manifiesto contra el predominio del art déco como estilo dentro de la muestra. En tal sentido aprovecharon la oportunidad de representar una nueva forma del “espacio habitable”, descartando toda noción decorativa. En él se trata de mostrar que la arquitectura está siempre presente en todo, desde el más humilde equipamiento doméstico, a la mansión, el barrio o la ciudad a través de un modelo a escala natural de una de las células que conformaban el Plan Voissin.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 2, 4, 5, 6, 7. ROMA TRE. Universitá degli Studi. Dipartimento di Architettura (http://arti.sba.uniroma3.it/esprit/viewer/web/viewer.html?&file=Li4vLi4vcGRmL0VzcHJpdE5vdXZlYXUtRlRfMDEucGRm)

1. Après le cubisme. Fondation Le Corbusier (https://www.fondationlecorbusier.fr/oeuvre-livre/apres-le-cubisme-amedee-ozenfant-et-charles-edouard-jeanneret-1918/)

3. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

8, 9 y 10. ROMA TRE. Universitá degli Studi. Dipartimento di Architettura (http://arti.sba.uniroma3.it/esprit/index.php?option=com_artisba&view=catalogo&Itemid=141)

11. Bbys Magazine (https://www.barnebys.es/blog/mas-de-veinte-paises-estuvieron-representados-en-los); y .bak. Pabellón «Esprit Nouveau», Le Corbusier (http://arxiubak.blogspot.com/2014/05/pabellon-esprit-nouveau-le-corbusier.html)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 425

Muy pocos de los lectores que hoy cuentan con la oportunidad de tener en sus manos el último ejemplar de la prestigiosa revista ARQ pueden imaginarse que nació como un boletín de papel kraft, de formato 27 × 40,5 cm, doblado tipo periódico, con muy bajo presupuesto y sin periodicidad o compromiso de perdurar declarado, que sólo aspiraba ser un medio de difusión y discusión del quehacer de la Escuela de Arquitectura de la Pontificio Universidad Católica de Chile. Es la imagen de la primera página de aquella publicación que ve la luz en noviembre de 1980 la que ilustra nuestra postal del día de hoy.

1. Montserrat Palmer en corrección de tablero (sin autor). Septiembre de 1969.

Su primera editora, la arquitecta, diseñadora, investigadora y profesora Montserrat Palmer (Santiago de Chile, 13 de septiembre de 1933), egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile en 1961, donde se desempeñó como docente entre 1963 y 1974 cuando debió renunciar a su cargo debido a las intervenciones de la dictadura militar de Augusto Pinochet, y que desde 1975 fue contratada como profesora en la Pontificia Universidad Católica, no ocultó en el primer editorial de ARQ el carácter modesto con el que nacía aquella publicación cuya apariencia buscó seguir los pasos que desde 1974 ya señalaba la catalana Arquitecturas BIS.

2. Las cuatro páginas del número 1 de la revista ARQ.

Sobre lo que se aspiraba con ARQ, expresará Palmer en el editorial del nº 1, dedicado a mostrar y registrar en 4 páginas el debate profesoral en torno a una exposición de trabajos de estudiantiles, lo siguiente: “Este periódico que pretendemos mensual, quisiera documentar la conversación informal, el dibujo en la servilleta de papel, el pelambre la observación precisa, el momento en que hacemos escuela. (…) La actividad de los profesores tiene sus tribunas, sus ritos y su espontaneidad; los alumnos por su parte también pero / un punto a medio camino entre profesores y alumnos, entre lo ritual y lo espontaneo, entre el yo hablando / siempre juicioso / profesor y el yo hablando / en defensa propia / alumno no existe / salvo en contadas ocasiones. (…) Cada cual desempeña su rol, cada cual sostiene su biombo ¿por qué? en todo caso se presiente claramente que el biombo está de más y que lo que realmente se necesita son espejos: los alumnos son adultos y los profesores capaces ¿o no? (…) Veamos (…) De alguna manera lo que pretende este periódico, con la colaboración directa de ustedes es apartar biombos y colocar espejos, definir imágenes / enfatizar posiciones, creo que hay disposición de todos, profesores y alumnos para este empeño. (…) Espejos y no biombos. Veamos”.

3. Los primeros 5 números de ARQ. Formato: 27 × 40,5 cm; doblado tipo periódico; papel: kraft, 90 gr/ m2 fotocopia; tintas: 1/ 1; elementos gráficos incorporados: logotipo, número, titulares, textos. 

Lo que podríamos considerar con una primera etapa de ARQ, bajo la dirección de Palmer, abarca los cuatro primeros números (noviembre1980-junio 1981). En ellos se mantiene su talante de revista universitaria de carácter experimental a cargo del Programa de Comunicaciones de la Católica, “no tienen portada, por lo menos no declarada a través del tipo de papel, el uso de más de una tinta, solapas u otros rasgos distinguibles. Muchos no conocen estos números o, en caso de conocerlos, no son considerados por su formato pasquín o microzine. Se trata de fotocopias de originales hechos en papel kraft, sin encuadernar y que, aún para nosotros como editorial, son difíciles de conservar y leer. El logotipo se mimetiza con el nombre de la escuela y su tema central salta a primera vista”, planteará Carolina Valenzuela, Editora Gráfica de Ediciones ARQ, en “100 portadas, 100 posibilidades”, artículo publicado al llegar la revista a su número 100 en diciembre de 2018. Sin embargo, la revista conservará su presentación “informal” hasta el nº6, pese a que a partir del nº5 ya había asumido su dirección Alex Moreno, quien hasta entonces había estado a cargo del diseño gráfico.

4. Portada del nº 7 de ARQ.

De todas maneras, con Moreno al frente se encontrará un claro momento de inflexión cuando, al llegar ARQ a su número 7 (1982), declara “la aspiración de transformarse en un instrumento cultural, para lo cual se debía ampliar el rango de temas tratados e integrar especialmente la dimensión artística”, según palabras de Fernando Pérez Oyarzún recogidas por Hugo Mondragón y Bárbara Rozas en “Contra el olvido: la voz de Montserrat Palmer y el discurso de la arquitectura contemporánea en Chile”, texto aparecido en la revista Dearq (Universidad de Los Andes, Colombia), nº 23 (septiembre de 2018).

Es así como el nº 7, que en muchos casos se cree equivocadamente que fue el primero, cambió su formato (27 × 37 cm) y papel (couché Alba 130 gr/ m2). “Es el de la portada que mezcla al Hombre de Vitruvio de Da Vinci con el Modulor de Le Corbusier. El primero de gran formato, con una ilustración en negro y rojo, logotipo pequeño y tema declarado. Su encuadernación con corchetes permitía leerla con cierta continuidad y su contenido y diseño distintivos la volvieron coleccionable y relativamente atemporal. Este primer número y los siguientes se convirtieron en objetos de deseo para varias generaciones de estudiantes y profesionales”. Las portadas, ilustradas primero por Alex Moreno y las siguientes de José Neira denotan una potente y reconocible claridad al igual que su contenido. “De los números 7 al 12 la editorial aún se sitúa en el extremo inferior de la portada, el logotipo continúa semioculto y el tema resalta en gran tamaño arriba a la izquierda hasta la revista número 8. Entre los números 9 y 21 el logotipo ARQ es resaltado en rojo y, junto al número del ejemplar, se mueven con relativa libertad por la portada. Entre los números 18 y 29 el logotipo se fija, por un período, en el extremo derecho de la publicación”, aportará Valenzuela.

5. Portadas de los números 7 al 29 de ARQ. Formato: 27 × 37 cm; papel: couché Alba 130 gr/ m2; (7-12), 300 gr/m2 (13-29); tintas: 2 / 0; elementos gráficos incorporados: logotipo, número, titulares, imagen y solapas (a partir del número 13).

No obstante, de nuevo debe apuntarse cómo dentro de un período que gráficamente abarca del nº7 al 29, es a partir del nº20 (junio de 1992) que se inicia lo que Mondragón y Rozas llaman “el periodo de la revista silenciosa”. Ello marcará el retorno de Montserral Palmer a la dirección (cuya continuidad se mantendrá hasta 2010), quien publica un breve texto “en que alude a la pérdida de credibilidad sufrida por la arquitectura en comparación con la ingeniería, cuyos profesionales son ‘menos habladores’”, y donde presentó las intenciones al estar nuevamente al frente de la publicación: “revisar la arquitectura desde otras disciplinas, ofrecer una paleta de obras extranjeras con aproximaciones liberadas de los prejuicios y hábitos nacionales y ensanchar el espacio destinado a los recién egresados. Su determinación de ‘mantener y acentuar la contención […] del que está usando medios ajenos para el desarrollo del oficio propio’ se acentuó en los siguientes ocho números, en los que el editorial fue remplazado por un sumario comentado. Se trata de una serie de números que tematizan principalmente la ciudad, siendo Santiago el centro de la discusión. La revista también abordó temas de carácter histórico, técnico, artístico y de diseño. De este periodo son las contribuciones de arquitectos jóvenes, como el informe sobre el Simposio de Siracusa de Alejandro Aravena (ARQ 26), los ejercicios de descripción de Smiljan Radic (ARQ 27) y las obras de Mathias Klotz (ARQ 23 y 29). El tono que adoptó la revista hasta 1995 fue decididamente periodístico”. Es a partir de ese año de 1995 que ARQ se asumió con periodicidad cuatrimestral la cual ha conservado hasta nuestros días.

6. Portadas de los números 30 y 39 de ARQ.
7. Portadas de los números 30 al 46 de ARQ. Formato: 24,5 × 31 cm; papel: Aquarello 200 gr/ m2 (30-31), Magnomatt 250 gr/ m2 polilaminado; tintas: 2/1 (30-37) – 4/1 (38-46); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema (a partir del número 38), titulares e imagen. 

Coincidirá el nº 30 (1996) con el inicio de una nueva etapa (la de “la revista madura”), con el cambio a un formato más reducido (24,5 × 31 cm) y la aparición de una serie de editoriales de página completa. La serie, que abarcará, en cuanto al diseño de sus portada, hasta el número 46, sumó a las aspiraciones declaradas tres años antes, “la promesa de un debate crítico en torno al tema definido para cada ejemplar, algo que recién se consolidó con el número 39 (1998), en el que el tema apareció en la portada de la revista y permeó sus páginas interiores. Este número fue el primero con el cual la autoexigente editora se declaró conforme. Según sus palabras se debió a que ‘las diferentes partes que lo conforman y sus agrupaciones invisibles sostienen una especie de relampagueo de complicidades, coincidencias e interrogantes que hacen que este número marche, se desplace, derive’”, rescatamos del texto de Mondragón y Rozas.

8. Portada del nº 43 de ARQ, último publicado en el siglo XX, dedicado al tema de «El agua. Buenos Aires, Caracas, Santiago».
9. Portadas de los números 47 al 67 de ARQ. Formato: 24,5 × 31 cm; papel: couché 300 gr/ m2, polilaminado; tintas: 4/1 (hasta número), 4/2 (55-57) – 4/4 (58-91); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, imagen y solapas (entre números 57 y 58 sólo se considera solapa delantera y se eliminan desde el 59 en adelante). 

Ya en pleno siglo XXI, a partir del nº47 y hasta el 67, una nueva serie con el mismo formato (24,5 × 31 cm) incorpora el tema en dos idiomas, textos traducidos al inglés y la clara intención de construir una imagen de exportación (que ya se había iniciado con el nº 43 de diciembre de 1999, último del siglo XX), dándose así inicio al “período internacional” que se prolonga, con variantes, hasta nuestros días.

10. Portadas de los números 68 al 91 de ARQ. Formato: 24,5 × 31 cm; papel: couché 300 gr/ m2, polilaminado; tintas: 4/4; elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, titulares en algunos números, imagen, solapas y código de barras.
11. Portadas de los números 95 al 100 de ARQ. Formato: 20,5 × 27 cm; papel: cartulina reverso blanco 225 gr/ m2, polilaminado; tintas: 2/4 (tinta especial en tapa completa); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, titulares, imagen, autores y código de barras. 

Bajo el formato de 24,5 × 31 cm, Carolina Valenzuela establece otra serie que va del nº 68 al 91, produciéndose a partir del 92 y hasta el 109 un nuevo ajuste en el tamaño (20,5 × 27 cm), un aumento en el número de hojas y la primera edición totalmente bilingüe. De entre los variados cambios y ajustes “quizás el que más apreciamos es el poder contar con la tapa completa, es decir, portada, lomo y contraportada. El tema de la revista es manifestado en la grilla de ilustraciones de fondo y complementado con la incorporación de contenidos y autores. Junto con el aumento considerable de páginas, a partir del número 92 el tamaño se reduce para volverlo más portable”. Desde el nº 98 al 109 las portadas serán negras “más un color neón en tinta plana, con íconos o dibujos y logotipo centrado, al igual que los autores y contenidos”, señalará Valenzuela.

12. Portadas de los números 101 al 109 de ARQ. Formato: 20,5 × 27 cm; papel: cartulina reverso blanco 225 gr/ m2, polilaminado; tintas: 2/4 (tinta especial en tapa completa); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, titulares, imagen, autores y código de barras. 
13. Portadas de los números 110 al 117 de ARQ. Formato: 20,5 × 27 cm; papel: cartulina reverso blanco 225 gr/ m2, polilaminado; tintas: 2/4 (tinta especial en tapa completa); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, imagen y código de barras. 

Tras 44 años circulando ininterrumpidamente y 117 números ARQ es, sin duda, la revista de arquitectura chilena que mayor longevidad ha tenido en el tiempo y una de las de mayor prestigio en el ámbito latinoamericano, habiendo sido la primera publicación periódica de arquitectura en castellano en ser acreditada con la categoría ISI (siglas del Institute for Scientific Information, hoy conocida como Web of Science o WoS) y una de las 11 en el mundo referidas a arquitectura, reconocimiento que mantiene hasta el día de hoy. Además, forma parte del Directory of Open Access Journals (DOAJ), de la Biblioteca Científica on-line SciELO.CL | Anid Chile, del Scopus SciVerse, del Avery Index para Publicaciones Periódicas de Arquitectura, del Directorio de revistas científicas Latindex y del Catálogo de revistas científicas Latindex. También recibe el apoyo del Fondo de Publicaciones Periódicas de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile a través del Fondo de Publicaciones de Revistas Científicas. Hoy su editora general es Stephannie Fell C., cargo que asumió a partir del número 113 (abril 2023) sucediendo a Francisco Díaz quien lo había sido entre 2015 y 2022 logrando publicar 24 números (del 89 al 112).

14. Primer (1989) y último (2023) libros publicados por Ediciones ARQ

Se ha asumido que 1980, año en que aparece el primer número de la revista ARQ, marca también el nacimiento de Ediciones ARQ de la cual la publicación periódica sería su primer producto y Montserrat Palmer su fundadora. Sin embargo, el primer libro propiamente dicho de la editorial (como Ediciones de la Universidad Católica de Chile) se publica en 1989: Arquitectura y modernidad en Chile, 1925-1965: una realidad múltiple, de Humberto Eliash y Manuel Moreno. Hoy cuenta con una colección compuesta de más de un centenar de números de ARQ, una treintena de títulos de la serie ARQ Docs y más de 100 libros en torno a la arquitectura, paisaje y urbanismo.

15. Los tres números publicados el año 2010 en que Montserrat Palmer deja la dirección de ARQ.

El año 2000 Montserrat Palmer es nombrada decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la PUC de Chile cargo que ejercerá hasta 2003, siendo la primera mujer en asumir dicha responsabilidad. En 2010, año en que deja la dirección de la revista y de la editorial, dejó también encaminados los tres números de la primera que estarían dedicados al “Ocio” (nº 74), “Casas” (nº 75) y “Día y noche” (nº 76) siendo sus portadas elaboradas por Roser Bru, destacada pintora y grabadora, quien las preparó especialmente según los temas programados. Le sucedería como editor de ARQ a partir del nº 77 y hasta el 88 (2011-2014) Patricio Mardones Hiche.

“Con su labor a cargo de las decisiones editoriales de la revista ARQ, Montserrat Palmer ayudó a modelar la agenda del discurso de la arquitectura contemporánea del país. Al proponer un tema e invitar a un grupo de participantes a contribuir con sus puntos de vista, la revista actuó como una incubadora de debates (…) Su trabajo editorial no se complació con consignar su postura, sino que invitó a su contraparte a tomar un rol activo en la discusión, de manera que cada quien desarrollara una opinión propia. Semejante fue su relación con los articulistas y entrevistados, a quienes proponía un tema para luego mantenerse al margen de la discusión. Sin embargo, el silencio de su voz en la revista es aparente, porque si bien no fue ella quien se explayó en las páginas de ARQ, ejerció su autoridad para decidir sobre qué se discutía y quién podía tomar la palabra. (…) Según el testimonio de colegas y alumnos, la capacidad desarrollada por ARQ para convertirse en un instrumento de reposicionamiento de la arquitectura chilena en el ámbito internacional estuvo fundada en la intuición y el ojo aguzado de su editora para reconocer el talento”.

16. Los tres números de ARQ enviados a la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU) de 2022 donde obtuvo el Premio “Publicaciones periódicas”.

Dicho legado, ha dejado una honda huella que a 14 años de su ausencia ha permitido mantener a ARQ en el importante sitial en el que se encuentra, desde donde obtuvo el Premio “Publicaciones periódicas” de la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU): Habitar al Margen (2022) por su calidad basada “en un fuerte énfasis en la reflexión, investigación, y difusión crítica de la producción arquitectónica contemporánea”. Los tres números presentados a la Bienal publicados durante 2020 y 2021, correspondientes a los 106 (“Coexistencia”), 107 (“20/21”) y 108 (“Vegetación”) expusieron “una preocupación especial por defender una posición y acoger puntos de vista que se ubiquen en los márgenes: prácticas alternativas, proyectos experimentales, historias del sur global, territorios invisibilizados, debates sociopolíticos futuros, entre otros”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 2, 4, 6, 8, 12, 13, 15 y 16. ARQ Ediciones (https://edicionesarq.bootic.net)

1. Hugo Mondragón y Bárbara Rozas. “Contra el olvido: la voz de Montserrat Palmer y el discurso de la arquitectura contemporánea en Chile”, Dearq, nº 23, septiembre de 2018 (https://www.redalyc.org/journal/3416/341667565003/html/)

3, 5, 7, 9, 10 y 11. Carolina Valenzuela. “100 portadas, 100 posibilidades”, revista ARQ, nº100, diciembre de 2018.

14. ArchDaily. A 20 años de la publicación del Libro «Arquitectura y Modernidad en Chile» (https://www.archdaily.cl/cl/02-22536/a-20-anos-de-la-publicacion-del-libro-arquitectura-y-modernidad-en-chile); y ARQ Ediciones (https://edicionesarq.com/ARQDocs-Ockman)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 417

En el panorama de la arquitectura española del último cuarto del siglo XX, la revista Arquitecturas Bis (que estuvo acompañada del curioso subtítulo Información gráfica de actualidad) ocupó un destacadísimo lugar. Concebida en 1973 por el arquitecto Oriol Bohigas, la editora Rosa Regás y el diseñador Enric Satué como un medio independiente, la publicación circuló durante el período que abarca de 1974 a 1985, en medio del proceso de transición que condujo a España de la dictatura a la consolidación de la democracia después de la muerte de Franco en 1975.

1. Rosa Regás, Oriol Bohigas y Enric Satué.

Fue elaborada siempre en los talleres de La Gaya Ciencia, empresa editorial fundada por Regás en 1970, quien a su vez asumió la dirección. Contó, además, con un Consejo de Redacción de lujo que incluyó en un primer momento, además de a los arquitectos Oriol Bohigas, Federico Correa, Lluís Domènech, Rafael Moneo, Manuel de Solà-Morales y Helio Piñón, al historiador y crítico de arte Tomàs Llorens -entonces exiliado en Inglaterra- y al diseñador gráfico Enric Satué. Más adelante el grupo decidió incluir, por mediación de Bohigas, a Luis Peña Ganchegui a partir de 1977 y ese mismo año, por recomendación de Correa, al entonces estudiante Fernando Villavecchia quien fungió de secretario del Consejo y luego, ya graduado, como coordinador de contenidos.

Dos como mínimo son los aspectos que consolidaron la importancia y trascendencia de Arquitecturas Bis en el ámbito de las publicaciones periódicas de la época, diferenciándola del resto. El primero fue que se trató de una revista de autores y no de autor, para lo cual la conformación de su Consejo Editorial tuvo mucho que ver en el hecho de no contar con una marcada línea editorial tantas veces asociada a la figura de un único director. El segundo está relacionado con el innovador formato y diseño gráfico que la caracterizó, fiel reflejo de su espíritu diverso, independiente y carente de una estructura programática, que logró representar e interpretar críticamente, tanto a través del texto como de la imagen, las prácticas discursivas de la posmodernidad en la que también estuvo inmersa.

2. Portada y primera página del Índice de los números 1 a 52 de Arquitecturas Bis.

Objeto de estudio tanto por su forma como por su contenido, los 52 números de Arquitecturas Bis han permitido la gestación de numerosos artículos, investigaciones y trabajos académicos de los que es importante echar mano para conocer a fondo su repercusión en el tiempo. También la colección completa puede revisarse a través de un CD ROM editado por Faximil Edicions Digitals de Valencia (España) en 2004, con el auspicio de la Universidad Politécnica de Valencia y Colegio territorial de Arquitectos de Valencia, cuyos datos generales (índice por número, temático y por autores) pueden consultarse a través de https://issuu.com/faximil/docs/indexab1-52.

3. Dos revistas madrileñas independientes que precedieron a Arquitecturas Bis ambas desaparecidas. Izquierda: Nueva Forma, Nº 56, septiembre de 1970. Derecha: Hogar y Arquitectura, Nº 75, marzo-abril 1968.

Tomando como guía la tesis doctoral titulada “Otra Arquitecturas Bis. La aportación crítica de Madrid”, presentada por Alejandro Valdivieso Royo el año 2021 en la Universidad Politécnica de Madrid, claro ejemplo como su título refleja de las diversas vertientes que ofrece la revista para abrir sendas investigativas, vale la pena resaltar, en primer lugar, el rescate de lo disciplinar que se convirtió en eje transversal de quienes colaboraron en su realización desde el comienzo. También destacar el rol jugado por Arquitecturas Bis en el esfuerzo por llenar el vacío en forma y contenido, desde otro polo geográfico y cultural, dejado por las revistas madrileñas que en la década anterior fueron responsables de llevar adelante la discusión arquitectónica: Nueva Forma y Hogar y Arquitectura, cerradas en 1975 y 1977, respectivamente, a lo que se suma el cese en 1973 de Carlos de Miguel como director de Arquitectura, órgano de difusión del COAM.

Sin embargo, para comprender el proyecto editorial de Arquitecturas Bis, afirma Valdivieso, hay que entender, a su vez, su “carácter socialmente circunscrito al contexto barcelonés de la Transición, donde un insólito acoplamiento entre provincianismo y cosmopolitismo -que venía de lejos, mucho antes incluso del paso del realismo existencial de posguerra a las complejidades de la cultura pop- fue capaz de crear un contexto de mayor coherencia donde se produjo una marcada disolución de las hasta entonces estancas comunidades profesionales, es decir, la cohesión de toda élite”.

4. Portadas de los números 1, 2 y 3 de Arquitecturas Bis.

Así, tras la coincidencia en alejarse de las narrativas unívocas de la arquitectura moderna y de concebirla como un proceso orgánico que permite el crecimiento de sus propios fundamentos de manos de las nuevas generaciones, los contenidos que aparecieron en Arquitecturas Bis también fueron capaces de mostrar la compleja revisión disciplinar posmoderna conformando una línea que, además, puso en entredicho los postulados negacionistas experimentados en los años cincuenta logrando evidenciar, dentro de la diversidad de sus colaboraciones, una postura no militante que dejaba abierta a puerta acerca de si se estaba en presencia de una modernidad ya agotada o un proyecto por completar.

5. Portadas de los primeros números de dos revistas catalanas contemporáneas con Arquitecturas Bis. 2C Construcción de la Ciudad (otoño 1974) y Carrer de la Ciutat (noviembre 1977)

Lo cierto, como señala Valdivieso, es que “Arquitecturas Bis persiguió desde su primer número una ruptura con las prácticas del pasado, tanto en la forma de mirar, pensar, historiar y teorizar la arquitectura, como en la manera de hacerla llegar a sus lectores”, sin necesidad de apelar al compromiso ideológico que mostraban otras publicaciones catalanas de la época como 2C Construcción de la Ciudad (1974-1985) o Carrer de la Ciutat (1977- 1980), convirtiéndose en “signo de aquella sensibilidad inclusiva en un periodo plural de emergencia teórica”. Es por ello que “se prescindió deliberadamente de un editorial o una línea programática que, sumado a las saludables divergencias de su heterogéneo Consejo de Redacción, terminó por reflejar que la no prevalencia de un único tema -o un único punto de vista- caracterizó un periodo plural que de manera imprecisa se ha denominado posmodernidad. Una ruptura ideológica que aún hoy contamina todo aquel debate que habla de la arquitectura posmoderna en términos estrictamente estilísticos y no discursivos”.

6. Portadas de dos revistas que nivel internacional mostraban intereses similares a los de Arquitecturas Bis. Oppositions, nº 22 (Otoño 1980) y Lotus International, nº 40 (1983)

Por otro lado, señalará Valdivieso, “a pesar de que Arquitecturas Bis nace en un periodo de emergencia teórica en el que las ideas parecían querer reemplazar a los edificios, y si bien otras publicaciones hermanas como Oppositions desde Nueva York o la renovada Lotus International desde Milán habían mostrado un fervor militante por la teoría, la revista barcelonesa … practicó una teoría donde la referencia (la obra, el edificio), más allá de desaparecer, se destaca. (…) Todo ello sin menoscabo de las influencias procedentes de la semiótica (o de la semiología, según su ascendencia), de la crítica social o de la crítica literaria y de historiadores que habían hecho de ésta última el argumento principal de algunos de sus trabajos”.

7. Portadas de los números 8, 9 y 10 de Arquitecturas Bis.

Sobre el importante peso que para la publicación periódica tuvo su diseño gráfico, hasta el punto de convertirse en un sello distintivo, Enric Satué, que participaba de las decisiones editoriales del Consejo de Redacción, llegó a construir lo que podría denominarse un “objeto-revista” que evitó en todo momento disociar la forma del contenido. Dicho en otras palabras: “Arquitecturas Bis guardaba una semejanza con la arquitectura que encarnaba, arraigada en la batalla entre la autonomía y la heteronomía, representando e interpretando genuinamente las prácticas discursivas de la posmodernidad -fragmentación, agregación, ensamblaje, referencia histórica-…”, dirá Valdivieso.

Es de boca del propio Satué, quien esperó hasta el último número, el 52, de diciembre de 1985, para escribir “UN FORMATO. El diseño de Arquitecturas Bis” y así explicitar tan importante tema, de quien hemos podido saber que en 1973, en un panorama de revistas internacionales de arquitectura en pleno apogeo, tuvo que asumir que “la única expectativa de éxito en la formalización de una nueva publicación independiente y con muy escasos recursos económicos consistía, por lo visto, en adoptar un planteamiento de diseño experimental y evitar con ello el más leve roce (es decir, semejanza) con las revistas ya acreditadas”.

8. Artículo de Enric Satué, diseñador gráfico de Arquitecturas Bis y portada del nº 52 (final extraordinario), diciembre 1985, en el que apareció.

De allí que, debiendo renunciar a muchas de las ventajas formales que proveía un holgado presupuesto, se apostó por proponer un nuevo formato alejado de lo convencionalmente asumido en el medio editorial, explorando una dimensión inédita en las revistas de arquitectura: la altura. De esta forma, “de acuerdo con las características físicas que determinaban el producto (papel modesto e impresión a una tinta), el formato alargado permitía trabajar en una línea más parecida a los periódicos que a las revistas”, precisará Satué.

La verticalidad, “ritmo compositivo fundamental en arquitectura”, traducida a un tamaño de 230 x 395 mm (con una caja total de 190 x 353 mm), que traía consigo una serie de ventajas para la publicación de fotografías y su juego con los textos, se convertiría en el patrón de identidad del producto junto al manejo del nombre y su tipografía. A diferencia del exceso de diseño de tipos de alfabetos que predominaban en la época, Satué recurrió a combinar la vulgar Times para los textos (como hacían todos los diarios) y la convencional Helvética (de todas las revistas de arquitectura) para los titulares, aprovechándose ésta última fuente, “subrayándolo con el arcaísmo novecentista de la V por la U”, para componer la palabra ARQVITECTVRAS en rojo y en negritas (convertido así en logotipo), al que se le incrustaba la numeración del ejemplar correspondiente en negro, colocando el BIS en cursiva en una segunda línea, acompañado con discreción de la fecha (a la izquierda) y la frase “Información gráfica de actualidad” a la derecha, ambas en cursivas.

9. Portadas de los números 21, 22 y 23 de Arquitecturas Bis.

Si la numeración iba recorriendo de izquierda a derecha el logo salida tras salida, todo el cuerpo identificatorio, en la medida que transcurría el tiempo, lo fue haciendo de arriba abajo a lo largo de la verticalidad de las primeras páginas con ligeras modificaciones cuando se trataba de números dobles. Esto fue así desde la salida hasta que en el número 34 (mayo/diciembre 1980) se fija el cuerpo identitario al lado izquierdo a lo largo del eje vertical para ser leído de abajo a arriba el cual solo comenzará a desplazarse de izquierda a derecha a partir del número 44, recortándose y alejándose del borde inferior en los números 50, 51 y 52.

Sólo a modo de repaso, valga decir que el primer ejemplar de Arquitecturas Bis (mayo 1974) recogió en su portada (que ilustra nuestra postal del día de hoy) la nota “El neorracionalismo se viste de sport. LA OBRA DE RICHADR MEIER EN BRONX” firmada por David Mackay y Roger Sherwood y otra de carácter luctuoso (sin firma) que anuncia que “LOUIS KAHN HA MUERTO” hecho acaecido el 17 de marzo de aquel año. En una larga y estrecha franja al lado izquierdo se informa sobre la editorial y su dirección; se presenta al Consejo de Redacción y demás créditos, aprovechándose el espacio para incluir el precio del ejemplar y comentar dos fotos asociadas al fallecimiento de Kahn.

10. Índice del nº 1 de Arquitecturas Bis.

El primer número, de 36 páginas, incorporó, además, los textos “¿Existe una arquitectura sin significado?” de Lluís Domènech; “Lo paupérrimos museos españoles van a gastar dinero en anuncios inútiles” de O.B.; “El Modernisme y la arquitectura española del siglo XIX: Textos sobre el Modernisme” de Oriol Bohigas; “Arquitectura del siglo XIX en Madrid, Valencia y Mallorca” de Rafael Moneo; “Enfrentamiento a Gaudí” de Lluís Domènech; “Il Giardinetto de Correa-Milá” de Rafael Moneo; “Montblanc: Los fantasmas de la muralla” de Manuel de Solá-Morales; “Magnificent intentions” de Suzanne Stephens; “Conversación con Alejandro de la Sota desde su propio arresto domiciliario” de Mariano Bayó; “Impresiones de un arquitecto catalán en una primera visita a Brasil” de Federico Correa; y “Tumba de asfalto para Mackintosh” de J.U.

Al igual que el nº 1 el 34, el 35 y el 45 tuvieron 36 páginas siendo la cifra más repetida la de 32, hasta 21 veces. Los ejemplares más voluminosos fueron el 23-24 y el 36-37 ambos de 64 páginas. El nº 52 con el que se cerró la aparición de la revista tuvo carácter de «final extraordinario» y contó con 48 páginas siendo de los números sencillo el más corpulento.

En cuanto a participaciones, las firmas que más veces se registraron en Arquitecturas Bis fueron las de Oriol Bohigas (40), Helio Piñón (28), Lluís Domènech (19), Rafael Moneo (16), Manuel de Solá-Morales (15), Federico Correa (10), Tomás Llorens (8), Ignacio de Solá-Morales (8) y Maite Muñoz (5).

11. Índice del nº 52 (final extraordinario) de Arquitecturas Bis.

El índice temático ya señalado al comienzo de la nota contenido en el CD ROM citado se organizó con base en los siguientes ítems: actualidad, historia, teoría y crítica, comentario de textos, arquitectos y obras y libros reseñados, lo cual habla a las claras de los intereses que guiaban a la redacción.

12. Portadas de los números 30-31, 32-33 y 34 de Arquitecturas Bis. El 34 marcó el inicio de lo que Satué definió como «segunda etapa gráfica)

Con respecto a su periodicidad, tal y como ocurre comúnmente con las publicaciones de este tipo, Arquitecturas Bis fluctuó de un comportamiento que fue desde el bimestral, al semestral pasando por el trimestral y el cuatrimestral. Sin embargo, podríamos decir que se editaron en promedio 4 o 5 números al año durante sus casi 11 de existencia.

13. Portadas de los nº 1 de dos de las revistas que Satué menciona dentro del grupo que siguieron las pautas de carácter, diseño y formato impuesta por Arquitecturas Bis. Izquierda: Skyline. The New York Arquitectural and Design Calendar (abril 1978) diseñada por Massimo Vignelli, al igual que Oppositions, para el Institute for Architecture and Urban Studies (IAUS). Derecha ARQ (noviembre 1980), Escuela de Arquitectura de la Pontificio Universidad Católica de Chile.

Ya para cerrar quizás valga la pena volver a seguir a Satué, quien en el mismo artículo que hemos citado reconoce que para el cierre de su periplo en 1985, si bien Arquitecturas Bis en sus inicios fue todo un suceso editorial en cuanto experimentación e innovación en el diseño, con el transcurrir del tiempo ya había dejado de tener el impacto inicial. En tal sentido confiesa: “Hoy el formato acentuadamente vertical, el referente pseudoperiodístico y, en ocasiones, el uso del rojo y el negro en la primera página, la Helvética u otro tipo convencional cualquiera para el diseño de logotipos o bien el protagonismo visual del número de orden, no constituyen novedad alguna en este sector”. Luego de señalar numerosos ejemplos que asimilaron las novedades que en su tiempo impulsó Arquitecturas Bis (recogidos en la portada del nº 52) y de congratularse por ello, Satué concluirá diciendo: “La generosa moraleja que parece desprenderse de esta intangible epopeya gráfica es que, nacida en su tiempo con el deseo de no parecerse a ninguna otra, Arquitecturas Bis se detiene hoy autocomplacida de ver perpetuada su imagen, en mayor o menos medida, en otras revistas, herederas, al menos, de su fisonomía”.

14. Portadas de los tres números 50, 51 y 52 (final extraordinario) de Arquitecturas Bis.

La otra moraleja, proveniente de evaluar el peso de los contenidos publicados, de la apertura conducente a abrir el debate sin inhibiciones y como consecuencia la de convertirse en referencia de cómo enfocar lo disciplinar desde la propia arquitectura, permanece como experiencia que difícilmente podrá ser igualada.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 6 y 13. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

2, 10 y 11. Arquitecturas Bis: Índices de los números 1 al 52 (https://issuu.com/faximil/docs/indexab1-52)

3. Nueva forma. Arquitectura, urbanismo, diseño, ambiente, arte (https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=8819) ; y Hogar y Arquitectura 75 (https://es.scribd.com/document/371469567/Hogar-y-Arquitectura-75)

4, 7, 9, 12 y 14. Alejandro Valdivieso Royo. Otra Arquitecturas Bis. La aportación crítica de Madrid (2021) (https://oa.upm.es/69590/1/ALEJANDRO_VALDIVIESO_ROYO_01.pdf)

5. 2C. Construcción de la ciudad. Número 1. Febrero 1975. Stirling (https://issuu.com/faximil/docs/1975-2c-01); y VEREDES Arquitectura y Divulgación (https://veredes.es/blog/coleccion-completa-de-revista-carrer-de-la-ciutat/)

8. Un formato: El diseño de Arquitecturas Bis (https://issuu.com/faximil/docs/1985-52-02); y Alejandro Valdivieso Royo. Otra Arquitecturas Bis. La aportación crítica de Madrid (2021) (https://oa.upm.es/69590/1/ALEJANDRO_VALDIVIESO_ROYO_01.pdf)