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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 452

Desde la creación de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA) el 4 de julio de 1945, confirmada el 15 de abril de 1946, siempre estuvo entre sus objetivos el “dar impulso al estudio y desarrollo de la Arquitectura; cultivar la ética profesional; establecer vínculos de unión entre sus miembros y propender a la defensa y mejoramiento de la profesión”.

Para ir evaluando periódicamente el cumplimiento de tales metas se llegaron a realizar hasta tres Convenciones Nacionales, todas en los espacios de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela por entonces sede de la SVA: la primera en 1959, la segunda en 1962 y la tercera entre el 4 y el 9 de mayo de 1965 un año antes de que el organismo gremial decidiera cambiar su denominación por el de Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV) el 7 de junio de 1966.

1. Afiches elaborados con motivo de la celebración de la Primera Convención Nacional de Arquitectos (1959) y la Tercera Convención Nacional de Arquitectos (1965).

Si bien los temas relacionados a la función social, la labor profesional y la formación universitaria del arquitecto coparon las agendas de aquellas tres convenciones, desde muy temprano fue cobrando en ellas gran importancia el tema relativo a la “colegiación” con motivo de la promulgación en 1958 de la nueva Ley de Ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura y Profesiones Afines que en el artículo 12 establecía: “ningún profesional podrá ejercer sino la especialidad para la cual le autoriza expresamente el título que posee”. Ello abría, sin duda, grandes expectativas en cuanto al deslinde definitivo de la figura del arquitecto de la del ingeniero cuya injerencia en las actividades del primero históricamente había sido notable.

Lo recogido en las Actas Finales de aquellos eventos en las que se precisaba que existía entre los arquitectos el convencimiento de que el momento era propicio para iniciar gestiones encaminadas a lograr su colegiación independiente, lo cual implicaba superar serios obstáculos (que hasta hoy aún perduran), se convirtió en la principal razón de peso esgrimida para la conversión de la SVA en CAV que “no poseía la fuerza ni los instrumentos legales para realizar lo que se había propuesto” y acordado en aquellas tres convenciones.

Constituido el CAV, lo que antes se denominaban “convenciones” ahora empezarán a llamarse “jornadas” o “congresos” siempre de carácter nacional, llamados que mantendrían similares agendas que se incrementaron con la incorporación de otros temas de interés profesional.

2. Afiche elaborado con motivo de la celebración en 1971 de las Primeras Jornadas Nacionales de Arquitectura y Urbanismo que incluyeron la realización del Primer Congreso Nacional de Arquitectos.

A las ambiciosas “Primeras Jornadas Nacionales de Arquitectura y Urbanismo”. desarrolladas en las instalaciones del Parque Recreacional El Conde, Av. México, entre el 23 de febrero y el 15 de marzo de 1971 en las que se incluyó el Primer Congreso Nacional de Arquitectos de Venezuela cuyo tema central fue “El Desarrollo Urbano en función del Desarrollo Nacional”, siguieron las celebraciones del Segundo realizado en Mérida en 1975 y del Tercero montado en Caracas del 19 al 22 de julio de 1982 al cual dedicamos la postal y nota del día de hoy.

Organizado por el CAV y realizado en la Universidad Simón Bolívar el evento fue cubierto por reseñas publicadas en las revistas Croquis nº7 (octubre de 1982) y Punto nº 65 (1983)  donde encontramos que los objetivos del III Congreso Nacional de Arquitectos fueron: “Propiciar la divulgación y el conocimiento más amplio de las disciplinas urbanas y arquitectónicas, así como de las experiencias y adelantos logrados en esta materia en Venezuela” e “intercambiar experiencias y estrechar vínculos en beneficio de la profesión y el desarrollo integral y armónico de nuestro país”.

El desarrollo del encuentro contempló un amplio temario organizado con base en 5 áreas fundamentales: Vivienda, Centros Urbanos, Centros Históricos, Educación y Actividad Gremial.

El debate de cada tema se estructuró con base en la presentación de dos ponencias centrales el cual a su vez contemplaba la presencia de varias sub-áreas de trabajo coordinadas por reconocidos profesionales que a su vez desarrollaron el contenido central de cada una (cuyo nombre colocaremos entre paréntesis más abajo).

3. Afiche elaborado con motivo de la celebración en 1982 del Tercer Congreso Nacional de Arquitectos.

De tal manera, el área de la Vivienda, que contó con las ponencias centrales de Leopoldo Martínez Olavarría y Leandro Quintana, fue quizás el que más discusiones provocó dada la necesidad que exigía su atención. La diversidad de sub-áreas que en torno a él se organizaron son una clara muestra del interés que el tema suscitaba. Ellas fueron: Vivienda y participación (Beatriz Sorne); Vivienda y producción (Enrique Vila); Vivienda y normativa (Arturo Berroterán); Vivienda y organización (Ana Brumlick); Vivienda y financiamiento (Carmen Lucía Guerra); Vivienda y política de tierra (Daniel Barreiro); y Vivienda e investigación (Máximo Rojas), a las que se sumaron la consideración de Barrios nuevos de mejoramiento progresivo con especificaciones mínimas como política de vivienda para familias de más bajos recursos (Luis López R.), y la presentación del “Manual de Construcción Popular” como auxiliar en los programas de mejoramiento progresivo, esfuerzo mutuo y ayuda mutua (Luis López R.).

Para el área de Centros Urbanos las ponencias principales estuvieron a cargo de José Luis Vethencourt y Manuel Delgado Arteaga. Contó con las siguientes sub-áreas: el Diseño urbano como política de los organismos oficiales (Meyer Cohen y Alberto Atilano); el Diseño Urbano como práctica docente e investigación (Luis Carlos Palacios); el Diseño Urbano como Arquitectura (Pablo Lasala); y el Diseño Urbano como ideología (Roberto Briceño León).

El área de Centros Históricos tuvo como ponentes principales a Rafael Armando Rojas y Ramón Paolini y presentó las siguientes sub-áreas: Legislación e institucionalidad (José Antonio Arrieta); La restauración en Venezuela (Rafael Conde Barrios); Centros Históricos (Omar Hernández); y Arquitectura Popular en Venezuela (Federico Vegas).

Para Educación prepararon las ponencias centrales Rafael Fernández Heres y Leopoldo Provenzali y se dieron las sub-áreas: Demanda actual de edificaciones para educación pre-escolar, básica y media (Carlos Morales); Demanda actual de edificaciones para educación superior (Marcos Miliani); Visión histórica de la arquitectura escolar en Venezuela (Ciro Caraballo); Los actuales programas educativos y su repercusión en el diseño y construcción de las nuevas edificaciones escolares (María Isabel de Rivas); Conservación y mantenimiento de edificaciones escolares (César Rojas); FEDE y la organización de la producción de edificaciones escolares en Venezuela (Leopoldo Provenzali); Experiencias del IDEC-FAU-UCV en la producción de edificaciones escolares en Venezuela (Gustavo Flores); y Experiencias del MINDUR en el desarrollo del programa de edificaciones escolares en el país (Marisabel De Lucca).

En cuanto al área de Actividad Gremial fueron presentadas como sub-áreas: Estado actual y perspectiva del procedimiento de autorización de urbanización y edificación (Francisco Pimentel), El Egresado (Filial Mérida) y Nuevas ciudades (Filial Zulia).

4. Notas publicadas en las revistas Croquis nº 7 (izquierda) y Punto nº 65 (derecha) dedicadas a reseñar el Tercer Congreso Nacional de Arquitectos.

Para Raquel Silvera en su reseña elaborada para la ya mencionada revista Croquis nº7, el tema de la Vivienda fue el más discutido en este Congreso y, dentro de él, el debate suscitado en torno a la consideración de la tierra urbana como un recurso escaso y agotable que no se usa racionalmente, lo que hace que su conjugación económica y social se haga difícil. De allí la necesaria implementación de una política concertada de Tierras Urbanas que involucre a organismos nacionales e internacionales “conscientes tanto de la voluntad técnica como política, para así lograr un balance positivo entre el uso de la tierra, el agua, el aire y nuestros recursos naturales no renovables, contra la creciente e implacable acción enajenante del hombre sobre nuestro medio ambiente”.

También destacó Silvera la creciente relación entre arquitectura y ciudad dentro de los más recientes enfoques del desarrollo urbano a lo cual se suma la preocupación por la preservación del patrimonio construido y donde se considera indispensable que la Administración Nacional tome medidas en la conservación y rehabilitación tanto de los centros históricos como de la arquitectura popular.

El tema Educacional junto al de Vivienda alcanzó un interés fundamental durante el Congreso, “por cuanto se elaboraron conclusiones para los planes de Desarrollo Económico y Social del país, que implican planes de Reordenamiento y Desarrollo Urbano con su correspondiente equipamiento de Servicios Educacionales necesarios”.

Finalmente, dentro del tema Actividad Gremial fue interesante el debate desarrollado en torno al asunto de la “permisología” del cual derivaron una serie de recomendaciones dirigidas al Ministerio de Desarrollo Urbano (Mindur) y a los órganos municipales para que se proceda, por un lado, a revisar, elaborar, aprobar y publicar de forma oficial “Normas, Especificaciones y Procedimientos Técnicos para obras de Urbanismo, Arquitectura, Ingeniería y Construcción” y, por el otro, a revisar de forma integral “las Ordenanzas de Arquitectura y Urbanismo, tratando de unificarlas a nivel nacional, separando normas técnicas y procedimientos del cuerpo de las Ordenanzas de Zonificación”.

El Congreso, digna muestra de la amplitud y complejidad de asuntos que forman parte de amplio abanico que abarca la profesión, culminó, como es costumbre, con la elaboración de una serie de conclusiones y recomendaciones, quedando fijada para junio de 1984 la realización de la cuarta edición en la ciudad de Maracay.

5. Afiche elaborado con motivo de la celebración en 1989 del Cuarto Congreso Nacional de Arquitectos.

Cabe recordar que el IV Congreso Nacional de Arquitectos, desarrollado en torno al tema “Tiempo Libre, Turismo y Recreación”, terminó llevándose a cabo por el CAV, con el auspicio del Ministerio del Ambiente, Corpoturismo y Fedeturismo, los días 17 y 20 de julio de 1989 en el Círculo Militar, Caracas, cinco años después de lo inicialmente acordado. A partir de entonces se produjo la desaparición paulatina de este tipo de eventos.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 3 y 4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

1, 2 y 5. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 451

Para engalanar nuestra postal del día de hoy hemos vuelto a recurrir a otro excelente dibujo de Manuel Mujica Millán (1897-1963). En este caso se trata de uno de entre los elaborados para el proyecto para la reforma completa de la casa y jardines de la Hacienda Montalbán (Caracas), concluida en 1940, propiedad del Sr. Alfredo Vollmer, trabajo en el que Mujica demostró un manejo depurado del neocolonial elegido como estilo que desarrolla con énfasis en la perfección de los detalles (relieves en piedra artificial para el portal, ventanas y otros elementos decorativos, así como rejas y barandas en hierro forjado), del cual la representación es claro ejemplo.

1. Carátula del catálogo de la exposición Manuel Mujica Millán. Arquitecto. Galería de Arte Nacional (1991).

Esta selección nos permite no sólo resaltar el sitial que el dibujo siempre ocupó en la manera de exponer sus ideas y como recurso para la resolución técnica de sus propuestas por parte de uno de los arquitectos pioneros de la incorporación de la modernidad en Venezuela, sino también recordar la realización en 1991 de la primera exposición antológica de su obra en los espacios de la Galería de Arte Nacional (actual Museo de Bellas Artes): “Manuel Mujica Millán. Arquitecto”, donde la representación que recoge la postal estuvo presente.

2. Manuel Mujica Millán. Quinta Las Piedras (residencia «estilo vasco») en Los Chorros, Caracas, 1928. Propietario: Sr. Rotundo Mendoza.
3. Manuel Mujica Millán. Remodelación del Panteón Nacional, Caracas, 1930.

Abierta el 11 de julio de 1991, la muestra impulsada por la Fundación Galería de Arte Nacional (FGAN) y la Fundación Museo de Arquitectura (FMA), tuvo como base la curaduría realizada por los arquitectos Bernardo Moncada (profesor de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes), Martín Padrón (profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, quien además tuvo a su cargo la edición del catálogo) y William Niño (profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad José María Vargas, quien fungió como Coordinador General por parte de la FGAN). Contó, además, con el respaldo institucional de la FAD-ULA y la FAU-UCV cumpliendo los roles de asistentes generales la arquitecta Meridalba Muñoz Bravo (representando a la primera) y el bachiller Jesús Yépez (representando a la segunda, quien luego, ya graduado, iniciaría en 1992 la experiencia editorial, aún vigente, de la revista Entre Rayas).

4. Manuel Mujica Millán. Fuente, Campo Alegre (c.1933). Acuarela.
5. Manuel Mujica Millán. Patio del Norte (c.1933). Acuarela (11,3 x 10,6 cms).

Como bien narra Martín Padrón en “Historia de la muestra de Mujica Millán en Caracas” (accesible en https://es.scribd.com/document/891885459/El-11-de-julio-de-1991-MUJICA), para el trabajo de curaduría de la exhibición se pudo contar con el aporte de la viuda del arquitecto, doña Bertha Heny de Mujica, quien, a pesar de su avanzada edad, residenciada aún en su casa Las Guaicas (urbanización Campo Alegre, Caracas, 1932-1935), atesoraba recuerdos lúcidos de su esposo celosamente conservados en cuadernos llenos de precisas notas. También con los extraordinarios dibujos del arquitecto conservados por el Sector de Historia y Crítica de la Escuela de Arquitectura de la FAU UCV, “devueltos posteriormente a la Biblioteca de la FAU y ubicados en la sección de incunables debidamente protegidos”.

6. Manuel Mujica Millán. Corredor y patio (c.1934). Acuarela (26,3 x 22,1 cms).
7. Manuel Mujica Millán. Estudio para un patio interno (c.1937). Acuarela (34 x 27,3 cms).

El modesto pero sustancioso catálogo preparado para la ocasión permitió, por un lado, apreciar parte de los expresivos bosquejos, apuntes, planos y fotografías del trabajo de Mujica Millán realizado en Venezuela los cuales conformaron el eje central de la muestra y, por el otro, una selección de textos que podrían considerarse como una valiosa aproximación crítica a su obra con los cuales se reafirmaba el valor antológico de la exposición y su vocación de trascender como referencia a futuro.

8. Manuel Mujica Millán. Serie de dibujos en los que el arquitecto muestra su valor como instrumento creativo indispensable y como aproximación a la comprensión del espacio.

Los escritos presentes en el catálogo están encabezados por una sucinta “Biografía”, elaborada por Cruz Barceló, que repasa el origen vasco de Mujica Millán (nace en Vitoria, Álava el 26 de mayo de 1897); el traslado de su familia a Barcelona siendo aún muy joven; su formación en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona con maestros como Josep María Jujol (colaborador de Gaudí), Eusebi Bona i Puig, Pedro Domenech y Joaquím Bassegoda i Amigó; la obtención del título de arquitecto el 27 de enero de 1925; su intensa actividad en Barcelona durante dos años hasta su llegada a Venezuela el 12 de octubre de 1927 requerido por Eloy Pérez para corregir defectos de distribución y reforzar las bases del edificio del hotel Majestic; sus inicios como proyectista de una casa de “estilo vasco” en Los Chorros, su incorporación en el desarrollo de la urbanización La Florida a partir de 1929 desarrollando obras en estilo neo-colonial y su contratación para remodelar el Panteón Nacional concluido en 1930 para conmemorar el centenario de la muerte del Libertador, con lo cual obtendrá gran notoriedad tras haber cambiado radicalmente su aspecto neogótico a una forma neobarroca y a proporciones más monumentales.

9. Manuel Mujica Millán. Urbanización Campo Alegre, 1932.
10. Manuel Mujica Millán. Urbanización Campo Alegre. Izquierda: Dibujo de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen (c.1935). Derecha: Casa Tucker o Atalaya (1935). Ambas edificaciones, con el Ávila como telón de fondo, rematan el Paseo central de la calle El Parque y la Avenida 4, respectivamente. Cabe añadir que la quinta (hoy ya demolida) constituyó un trabajo de acondicionamiento de la vieja casa de la Hacienda Pan Sembrar donde se desarrolló la urbanización.

También resalta Cruz Barceló su participación como proyectista de la Urbanización Campo Alegre a solicitud de Carlos Heny Benítez a partir de 1929 y el posterior matrimonio con una hermana de éste (Bertha Heny Benítez) el 31 de agosto de 1931; la construcción de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen y de hasta 39 quintas en Campo Alegre de diferentes estilos, destacando dos diseñadas para él, siendo reconocida la primera (“Las Guaicas”, iniciada en 1932 y finalizada en 1935) como el primer ejemplo de arquitectura abstracta realizado en el país, y la segunda (su “casa-estudio” de 1936 -demolida-), como la de mayor calidad diseñada por él; el haber revalidado el título de arquitecto en la UCV en 1937; el haber sido declarado ganador del Concurso Internacional para la Basílica de Santa Rosa de Lima (Perú) en 1943 de formas neobarrocas que no se construyó; la invitación en 1945 del Arzobispo de Mérida para encargarse de la remodelación de la antigua Catedral y su traslado definitivo a esa ciudad en 1950 donde tuvo una importante participación, particularmente en el corazón urbano proyectando el Palacio de Gobierno y el Edificio Sede de la Universidad de Los Andes; y, finalmente, su fallecimiento allí el 13 de febrero de 1963 de donde fua trasladado a Caracas para ser enterrado en el Cementerio General del Sur.

11. Manuel Mujica Millán. Urbanización Campo Alegre. Quinta Las Guaicas (1932-1935).
12. Manuel Mujica Millán. Urbanización Campo Alegre. Casa de habitación o Casa-estudio (1936). Demolida.

Ya en un tono más crítico el catálogo recoge en estricto orden: “Mujica Millán y la Modernidad en Venezuela” y “Mujica Millán y la Arquitectura Urbana” de Bernardo Moncada; “Manuel Mujica Millán: Dibujante y Alarife”, “Los Estilos y Mujica Millán” y “Mujica Millán y la relación espacio-forma” de Martín Padrón; “Tiempo de Mujica: Inicio de la Modernidad” y “’Lo extraño’ como poética” de William Niño Araque; las notas dedicadas a la descripción de tres obras: “Las Guaicas”, “Casa de Habitación” y “Casa Blanca” elaboradas también por Niño Araque; “Memoria Descriptiva del Proyecto de la Basílica de Santa Rosa de Lima” de Manuel Mujica Millán; para cerrar con una completa “Cronología” donde se detecta que a pesar de haber adoptado, gradualmente, el diseño moderno para varias de sus arquitecturas, permanece contemporáneamente fiel al repertorio ecléctico.

13. Manuel Mujica Millán. Tres de los dibujos elaborados para la presentación del Proyecto ganador del concurso para la Basílica de Santa Rosa de Lima (Perú).

Mujica Millán, previamente a la muestra reseñada, tuvo un primer e importante reconocimiento cuando Juan Pedro Posani lo convirtió en bastión de su discurso en tres de los capítulos de la segunda parte (1900-1968) de Caracas a través de su arquitectura (1969): “La arquitectura neo-colonial”, “La quinta un modelo para la expansión de la ciudad” y “El Estilo Internacional”, temas en los que su obra jugó un papel relevante. Luego, en 1985, la Revista CAV dedicó especialmente el número 25 al arquitecto, y también en 1985 se dictó una conferencia-homenaje como parte del ciclo “Encuentros con la Arquitectura” en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen organizada por el Instituto de Arquitectura Urbana. Posteriormente a la realización de la exposición de 1991, en marzo de 1993 el semanario Arquitectura HOY dedicaría los números 5 y 6 a debatir en torno al efecto pernicioso que la nueva ordenanza aprobada para la urbanización Campo Alegre acarrearía (como en efecto ocurrió) a la preservación patrimonial de la amplia obra de Mujica Millán desplegada en ese lugar.

14. Manuel Mujica Millán. Remodelación de la Catedral de Mérida (1945-1960). Arriba izquierda: Croquis de estudio. Arriba derecha: Fachada hacia el espacio urbano. Abajo: Nave central. El trabajo transformó sustancialmente la espacialidad interna.

En resumen, la realizada en la GAN se convirtió en la primera exposición organizada por la Fundación Museo de Arquitectura dedicada a mostrar la obra de un arquitecto nacional, que posteriormente sería seguida por otra serie de propuestas museísticas que llenaron un importante vacío durante la última década del siglo XX y la primera del XXI.

15. Manuel Mujica Millán. Izquierda: Claustro del edificio Sede de la Universidad de Los Andes (1955-1956). Derecha: Palacio de Gobierno de la ciudad de Mérida (1946).

Al año siguiente, del 11 de marzo al 29 de abril de 1992, “Manuel Mujica Millán. Arquitecto”, fue montada de nuevo en la sala de exposiciones de la FAU UCV, el lugar de donde provino la mayor parte del material que la constituía, auspiciada una vez más por la FGAN y la FMA.

Nota

Desde estas páginas al menos en tres ocasiones anteriores hemos abordado la obra de Mujica Millán por lo que, como información de apoyo y para no repetir conceptos y referencias, remitimos a revisar:

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 derecha, 11, 12, 13, 14 y 15. Catálogo de la exposición Manuel Mujica Millán. Arquitecto. Galería de Arte Nacional (1991).

2. DOCOMOMO VE (https://www.facebook.com/DOCOMOMO.VE/posts/tbt-en-el-cat%C3%A1logo-de-la-exposici%C3%B3n-sobre-manuel-mujica-mill%C3%A1n-realizada-en-la-g/3782539998452669/?locale=zh_CN&_rdr)

10 izquierda. Colección Crono Arquitectura Venezuela

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 450

Con el arribo a nuestra postal nº450 cumplimos más de nueve años elaborando el documento con el que primero nos mostramos y comunicamos con nuestros miembros, seguidores y contactos. Fue un martes 1 de marzo de 2016, cuatro meses y medio después de la creación de la Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC), cuando pusimos en marcha la idea de abrir una ventana conformada por una sugerente imagen y una breve descripción con la que a partir del domingo 6 de marzo, usando como vehículo el correo electrónico, buscamos manifestar que existíamos.

1. Fundación Arquitectura y Ciudad. Postal nº1. 1 de marzo de 2016.

Así lo hicimos durante 36 semanas hasta el momento en que decidimos ampliar nuestro rango de intercambio creando un boletín que bautizamos como Contacto FAC en el que la postal, incorporada como elemento sustancial de su estructura en la que compartía protagonismo, se convirtió en excusa para elaborar un texto que ampliara el mensaje que la imagen transmitía y los temas que a ella estaban asociados. Así permaneció otras 398 veces hasta que a partir de enero de este año 2025 decidimos darle presencia exclusiva quincenalmente, llegando el día de hoy a alcanzar un número redondo e importante.

Para realzar la relevancia del momento, nada mejor que sumar a la pauta definida por la selección de casas icónicas dentro del paisaje urbano caraqueño, una que, pese a no haber sido ampliamente promocionada se revela como ejemplo notable dentro de la tipología y, a la vez, como clara demostración del talento de quien la concibió.

2. Ubicación de las urbanizaciones Oripoto y Tusmare dentro del Municipio El Hatillo.
3. Quinta Santa María (c.1957) diseñada sobre la avenida Tamanaco de Oripoto por Luis Jiménez Damas para su hermana Ana Luisa y su esposo Vicente Sánchez. Vista desde el suroeste.
4. Luis Jiménez Damas. Quinta Santa María (c.1957). Fachada este (acceso desde la avenida Tamanaco de Oripoto).
5. Luis Jiménez Damas. Quinta Santa María (c.1957). Vistas interiores.

Ubicada en la urbanización Tusmare del Municipio El Hatillo, la Quinta 39 se convirtió para el arquitecto Luis Enrique Jiménez Damas (1933-1963) en la oportunidad de cerrar un ciclo que, dentro de la misma zona, había comenzado a finales de los años 1950 con la construcción de siete viviendas unifamiliares en la naciente urbanización Oripoto. Entonces, el avezado estudiante, que se graduaría en la octava promoción de la UCV en 1958, tuvo la oportunidad de ejercitarse proyectando un grupo de casas por encargo de familiares cercanos (tres de sus hermanos) y otros tantos conocidos que bien valdrían un capítulo aparte para analizar comparativamente el manejo del espacio, el correcto funcionamiento, el aprovechamiento de las variables programáticas, la adecuación al clima y la adaptación a la topografía en la búsqueda de dotarlas de un “carácter nacional”, muy próximo al debate promovido entonces tanto en la propia escuela de arquitectura como desde las páginas de la revista A, hombre y expresión.

6. Parque Arístides Rojas, avenida Andrés Bello, Maripérez. Proyectado en 1959 y construido en 1961 cuando Luis Jiménez Damas era Arquitecto Jefe del Departamento de Estudios y Proyectos de la División de Proyectos especiales del Ministerio de Obras Públicas, el Parque Arístides Rojas es la obra de mayor envergadura realizada por él a lo largo de su trayectoria.

Entre aquella experiencia y la realización de la Quinta 39, última obra construida por Jiménez Damas, no sólo se da la coincidencia de haber recalado veinte años después en la zona que lo vio nacer como profesional, sino el haberle sido encargada por integrantes de su núcleo familiar: la pareja conformada por su sobrina Ana Cristina Sánchez Jiménez y su esposo José Benatar Cohen.

7. Ubicación de las quintas Santa María (arriba izquierda) y 39 (abajo derecha) en Oripoto y Tusmare, respectivamente.
8. Ubicación de la Quinta 39 en la urbanización Tusmare.

La urbanización Tusmare (aledaña a Oripoto) desarrollada a comienzos de los años 1970 por Henry y William Larralde, le permitió a los recién casados Benatar-Sánchez adquirir en 1976 una parcela (la número 39), ubicada en la Calle Sur sobre la cual casi de inmediato Jiménez Damas comenzaría a esbozar las primeras ideas del proyecto para la quinta.

9. Alvar Aalto. Maison Carré (1956-1959). Vista desde el noreste.
10. Alvar Aalto. Maison Carré (1956-1959). Fachada oeste.
11. Alvar Aalto. Maison Carré (1956-1959). Sección y vistas del espacio central.

El arquitecto, quien ya había acumulado una considerable obra realizada y desarrollado a partir de 1964 una carrera docente que dejó una profunda huella entre sus discípulos dentro de la FAU UCV, decidió desde el primer momento revisar la obra de Alvar Aalto y en particular tomar en cuenta la Maison Louis Carré (1956-1959) como referente a considerar en el diseño de la casa.

12. Carlos Becerra. Casa en Colinas de Vista Alegre, Caracas. 1964.
13. Carlos Becerra y Domingo Álvarez. Casa Madriz. Colinas de Bello Monte, Caracas. 1964.
14. Gustavo Legórburu. Dos quintas en la urbanización Los Palos Grandes, Caracas. 1964.

Aalto, el gran maestro finlandés del siglo XX, reivindicado permanentemente por Carlos Raúl Villanueva, a quien Sigfried Giedion le abrió camino a partir de la segunda edición (1949) de Espacio, tiempo y arquitectura por considerarlo el arquitecto que mejor demostraba el alejamiento del modernismo de estilo internacional hacia una arquitectura más orgánica, ya había servido de inspiración Carlos Becerra diseñador en 1964 de dos viviendas una en Colinas de Vista Alegre y otra en Colinas de Bello Monte con la colaboración de Domingo Álvarez (la casa Madriz) que apuntan a la Maison Carré como claro modelo; y, por el otro, cabe añadir a Gustavo Legórburu señalado por Juan Pedro Posani de haber bebido de la fuente aaltiana a través de dos quintas construidas en Los Palos Grandes (también de 1964).

15. Luis Jiménez Damas. Quinta 39. Calle Sur, urbanización Tusmare, Plano de conjunto (el norte apunta a la derecha).

Con tales precedentes y su propia experiencia como mediadora, Jiménez Damas resolvió con plena libertad el programa demandado por los Benatar-Sánchez: pareja joven con dos niños pequeños, padre aficionado a la fotografía (quien solicitó un pequeño cuarto de revelado) y madre que no le veía sentido a la existencia del baño auxiliar para las visitas y que sólo pedía que la cocina tuviera acceso directo al jardín.

16. Quinta 39. Planta niveles +1,00 y +0,15 (izquierda). Planta nivel +3 (derecha).

El terreno de 1628 m2 ofrecía un frente hacia el norte de 25,34 mts (Calle Sur de Tusmare) y una longitud de aproximadamente 65 hacia el sur presentando una ligera pendiente. Tales condicionantes llevaron a ubicar la casa concentrada hacia la mitad norte, proponiendo la creación de tres niveles adaptados a la topografía. Los espacios sociales, corazón de la casa, cobrarían máxima importancia y mantendrían una rica interrelación, remarcada por la utilización de un potente techo inclinado en sentido inverso a la pendiente del terreno, revestido de un plafón de madera que dota a la edificación de un perfil exterior particular y a los ambientes internos de una indudable calidez.

17. Quinta 39. Secciones.
18. Quinta 39. Fachadas norte (arriba) y este (abajo)

Los tres niveles en los que se desarrolla la casa son: nivel acceso (+1,00) donde se encuentran el estacionamiento techado para 2 vehículos, el hall de llegada acompañado por un pequeño patio interior, la cocina-pantry, el dormitorio de servicio con baño, el área de lavandero/faena, un depósito y una caseta para basura y gas; nivel superior (+3,00) donde se ubicó un dormitorio, un baño, un estudio/estar y un cuarto de revelado/depósito; y nivel inferior (+0,15) destinado al salón-recibo, la terraza cubierta/corredor/, el dormitorio principal con vestier y baño, un dormitorio y un baño.

19. Quinta 39. Fachada oeste.
20. Quinta 39. Vista desde el noroeste.
21. Quinta 39. Fachada sur.
22. Quinta 39. Vistas exteriores.

La correcta distribución evita cruces innecesarios y permite acceder a cada sector de la casa sin comprometer a los otros. La estructura, en concreto armado, fue calculada del ingeniero Esteban Gyory, las paredes interiores son de bloques de arcilla frisados y las exteriores (incluyendo las de los linderos) de ladrillo obra limpia impecablemente trabajado, remitiendo en este caso a la textura propia de otra obra de Alvar Aalto: el ayuntamiento de Saynatsalo. Los pisos en su totalidad son de cerámica a excepción de las áreas exteriores que son de concreto acabado a boca de cepillo. Contó desde un principio con la incorporación de la herrería y las rejas de seguridad como elementos importantes dentro del diseño de las aberturas al exterior lo cual sumó un importante toque de color y una total coherencia como parte de la envolvente.

23. Quinta 39. Vistas internas.

La casa, proyectada entre 1977 y 1979 terminó de aprobarse en 1980 por la Ingeniería Municipal construyéndose entre ese año y 1982, aunque sus propietarios ya la habían ocupado en diciembre de 1981. Tiene aproximadamente 350 m2 de construcción.

24. Vista hacia la pequeña vivienda construida en la parcela 38.

Esmeradamente mantenida desde entonces hasta la actualidad, permitió por años que el hijo mayor se ubicara en el nivel superior y el segundo en el inferior respetando su distribución original. También vio como posteriormente (en 1989) tras la adquisición del terreno aledaño hacia el oeste (la parcela 38 de 1430 m2) y la construcción allí de una pequeña vivienda (diseñada por Carlos Julio Sánchez Jiménez), se ofreciese un desahogo para los niños convertidos en adolescentes y la oportunidad de manejar sin mayores traumas la llegada en 1993 de la tercera hija, dándose un reacomodo que no obligó a realizar anexos.

25. Luis Jiménez Damas (1933-1993). A la derecha: rodeado de estudiantes en medio de una clase de diseño en la FAU UCV.
26. Semanario Arquitectura HOY, nº 225, 24-10-1997, dedicado «in memoriam» a Luis Jiménez Damas.

Jiménez Damas con el diseño de la Quinta 39 coloca de nuevo sobre el tapete el valor que tiene el eclecticismo manejado con talento. Tanto la solución formal, correcta orientación, adaptación a la topografía, honestidad en el uso de los materiales y cuidado en los detalles, junto a la riqueza y fluidez espacial, la convierten en un genuino marco donde la reinterpretación de códigos existentes pasa por el cedazo de la cultura adquirida convirtiéndose en un genuino acto de re-creación y originalidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 26. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad. Fotos: Rafael Calvo González.

2 , 7 y 8. Capturas de Google Earth.

3, 4 y 5. Cortesía de Luisa Elena Sánchez Jiménez.

6. Colección Crono Arquitectura Venezuela; captura de Google Earth; y Revista SVA, nº12, julio-agosto de 1963.

9 y 10. 20th Century ARCHITECTURE (https://architecture-history.org/architects/architects/aalto/objects/1956-1959,%201961-196azoches-sur-Guyonne,%20France.html)

11. archdaily (https://www.archdaily.cl/cl/919034/clasicos-de-arquitectura-maison-louis-carre-alvar-aalto/51861106b3fc4be35b000099-ad-classics-maison-louis-carre-alvar-aalto-image?next_project=no); navi.finnisharchitecture.fi (https://finnisharchitecture.fi/maison-louis-carre/#&gid=1&pid=5); y Alvar Aalto (https://www.alvaraalto.fi/en/architecture/maison-louis-carre/#)

12. Mariano Goldberg. Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1 (1980)

13 y 14. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

15, 16, 17 y 18. Cortesía familia Benatar-Sánchez.

25. Cortesía familia Benatar-Sánchez; y Colección Crono Arquitectura Venezuela

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 449

Taurel & Cía. Sucrs., C.A., empresa pionera en el país en el ramo de los servicios navieros y la negociación aduanera, fundada el año de 1911 de la mano de Abraham Taurel, tiene la particularidad de que nace como un emprendimiento familiar sostenido en el tiempo hasta convertirse en la firma más importante del país en el área de su competencia.

1. Marruecos, 1892.

Mencionar Marruecos, al norte de África, como punto de partida de la historia de la compañía se hace inevitable a la hora de hacer un breve recuento de su historia. De allí provendría el ya mencionado Abraham Taurel, llegado a Venezuela a finales del siglo XIX quien, luego de promover variados negocios, asumió bajo su firma personal una iniciativa que, en principio, buscaba resolver los percances aduanales de sus allegados, dado que conocía perfectamente La Guaira, el puerto y sus mecanismos, desde un pequeño local ubicado en la calle Bolívar, entre la plaza Vargas y la Casa Guipuzcoana en La Guaira. Así, desde aquella modesta oficina aduanal, germen de la hoy prestigiosa compañía que lleva su apellido, Taurel empezó poco a poco a ofrecer a todo público de forma abierta trámites portuarios básicos de recepción de mercancías en puerto.

2. Tetuán, 1890.

Abraham, más adelante, invitó a su sobrino León, hijo de su hermano Jacobo Taurel y Myriam Benatar, a unirse al negocio, invitación que haría extensiva a los sobrinos de su hermano, los hijos de Jaime Benatar Sabah, que fueron llegando poco a poco al país procedentes de Tetuán. Por otra parte, Jaime Benatar Sabah (nacido en Tetuán y con apellido de origen sefardita) quien había venido a Venezuela alrededor de 1880 junto a su hermano Jacobo, luego de 14 años que constantes idas y venidas regresó definitivamente a su tierra de origen tras hacer una fortuna como marchante de mercancía seca. Aunque nunca más volvió a nuestro país, de los once hijos que tuvo con Hasiba Lasry Benguigui, cinco de ellos se involucrarían directamente con el negocio aduanero del pariente Taurel siendo el primero de ellos León, el sexto en orden cronológico.

3. Jaime Benatar Sabah y Hasiba Lasry Benguigui.

Así, León Benatar Lasry a mediados de 1919 con apenas 16 años decide seguir la huella de sus antecesores y se embarca rumbo a Venezuela para instalarse en La Guaira y montar junto a Taurel un negocio que además compartiría el espacio físico de la agencia aduanera de la calle Bolívar: La Caraqueña, pequeña tienda al detal donde se confeccionaban zapatos y sandalias de cuero, ubicada a un lado de la entrada de las oficinas.

“Cuatro años permaneció así el joven Benatar, codo a codo con Abraham Taurel, mientras levantaba la zapatería La Caraqueña y ayudaba a edificar la compañía que hoy por hoy ostenta en Venezuela el inapelable calificativo de número uno en logística y transporte internacional”, recogemos del libro Andares y Benatares, publicado con motivo del centenario de la empresa en 2011 bajo la dirección editorial y redacción de Anabella Troconis Neri.

Se dice que Abraham Taurel nunca pretendió hacer de la empresa portuaria el gran negocio de su vida mientras León, su sobrino, tras su pasantía por la agencia, se abriría camino a través negocios propios. Sin embargo, nunca se imaginó que los Benatar Lasry sí se tomarían la actividad muy en serio.

4. El puerto de La Guaira (c.1930)

“En 1923, León Benatar logró asociarse y la empresa cambió de nombre a Taurel y Compañía. Dos años más tarde, Abraham Taurel, orgulloso del lugar y trayectoria que ocupaba la empresa que llevaba su apellido pensó que doce años eran suficientes para recoger los frutos en divisas y regresar a su país natal. Conforme a esto le vendió la empresa a León Benatar en cuyo registro dice lo siguiente: ‘Abraham Taurel, entonces domiciliado en Ceuta, y León Benatar, domiciliado en La Guaira, ambos mayores de edad, firmaron el 31 de diciembre de 1924 la compra-venta de la Sociedad Mercantil bajo la razón social de Taurel y Compañía’”.

5. Panorámica desde Cerro Colorado, del casco colonial de La Guaira. Año de 1930-1939.

El nuevo dueño de Taurel, agradecido con su fundador y consecuente con el trabajo que había desarrollado, dejaría a la empresa el mismo nombre, pero con un ligero cambio: le colocó Taurel y Compañía Sucesores.

6. León Benatar Lasry.

A partir de aquella venta León Benatar Lasry iniciaría un nuevo ciclo en el que involucrará a su familia directa animando a dos de sus hermanos menores a emigrar desde Tetuán siendo el primero en llegar Samuel (1925) y más tarde Meir (1928), ambos solteros. Les seguirían los dos hermanos mayores Rafael (1937) y José (1941) casados y con hijos. Por su parte, Reina algo mayor que Meir recalaría en nuestro país recién casada con el ya pujante empresario León Taurel en 1933.

“Si León llegó a Venezuela con la ventaja de tener en el país a su primo (León Taurel), Samuel llegaba con la suerte de tener a su hermano, ya empresario y dueño de la La Caraqueña y de Taurel y Compañía Sucesores”, se precisa en Andares y Benatares.

7. Samuel y Meir Benatar Lasry.

Con el tiempo el negocio de la zapatería, transformado luego en exportadora de cuero, sería dejado de lado y los tres hermanos pioneros (León, Samuel y Meir) con la posterior colaboración de Rafael y José concentrarían sus esfuerzos por consolidar la línea vinculada al ramo de los servicios navieros y la negociación aduanera, imprimiéndole a la empresa (que desde 1949 modificó su razón social pasando a denominarse Taurel y Cia. Sucrs, C.A.) el rasgo familiar que aún hoy en día la caracteriza y que con el tiempo fue evolucionando, donde los sucesores mantendrían una visión a largo plazo y una permanente actualización.

Los Benatar, con León a la cabeza, impulsados por el creciente éxito económico y con el objetivo de potenciar aún más el negocio aduanero, tomaron la decisión de invertir en una infraestructura que reflejara la expansión y la ambición de la compañía. Esta fase de inversión estratégica fue un catalizador directo para la eventual construcción de un edificio más sustancial y representativo, que simbolizaría la posición de Taurel en el comercio venezolano.

8. Ubicación del edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en La Guaira.

Es así como a comienzos de los años 1940 se toma la decisión de construir la sede corporativa de la compañía justo al frente del puerto de La Guaira (sector El Cantón) sobre la avenida costanera (luego transformada en la avenida Soublette) y próxima a la entrada del antiguo Terminal de Pasajeros, sobre un terreno de 800 m2, aproximadamente, que presentaba tres caras libres (norte, sur y este) y una (la oeste) donde el adosamiento obligaba a considerarla como un frente ciego. El proyecto sería encargado al reconocido arquitecto venezolano Carlos Guinand Sandoz, protagonista destacado dentro de la primera modernidad de la arquitectura venezolana, buscando con ello proyectar una imagen corporativa moderna y prestigiosa que destacase en medio del entorno donde se ubicaría.

9. Carlos Guinand Sandoz. Casa de León Taurel y Reina Benatar Lasry, avenida México, Caracas (1940).

Guinand, ya había realizado en 1940 la hermosa casa de habitación estilo art déco donde se residenciaron León Taurel y su esposa Reina Benatar Lasry, ubicada en la avenida México, Caracas (ver https://fundaayc.com/2023/03/26/algo-mas-sobre-la-postal-no-348/), lugar que se convirtió en el primer “refugio” de los migrantes vinculados a la familia que fueron llegando a Venezuela procedentes de Marruecos durante la guerra y la posguerra.

10. Fachada principal (norte) del edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A.

Con este antecedente y tomando como base el mismo estilo para el diseño de su fachada principal, Guinand resolverá el encargo proponiendo un volumen compacto de tres pisos que ocuparía todo el terreno y salvaría los cuatro metros y medio de desnivel entre la avenida Soublette y la calle posterior. Esto le permitirá mostrar hacia el norte una composición simétrica que destaca el valor de la planta baja como acceso discriminando las entradas peatonales de las vehiculares tratando los dos pisos superiores de oficinas mediante vanos que valoran la parte central sobre las laterales.

Iván González Viso en la nota elaborada para Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) señalará: “El prisma blanco, que se rige por patrones estilísticos de corte internacional y exhibe el nombre de la empresa en la parte central de la fachada, destaca por la limpieza geométrica de sus formas. Ventanas cuadradas protegidas por aleros horizontales flaquean un cuerpo central con dos balcones detallados con ligeras barandas apoyadas en elementos de mampostería. Un zócalo negro, que contrasta con la blancura del volumen, recorre toda la base del edificio generando un marco que bordea a manera de pórticos las entradas, con puertas talladas en madera. El friso que recubre la fachada está modulado por una retícula que ordena la composición”.

11. Edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Fachadas norte (arriba) y sur (abajo) en la actualidad.

La preeminencia de la fachada principal (norte) es clara con relación a la este y la sur tratadas con el uso de ventanas continuas que remarcan la horizontalidad  y a la vez dotan de iluminación las áreas de oficinas y servicios ubicadas en las plantas 1 y 2.

12. Edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Fachada este (arriba) y corte longitudinal (abajo) en la actualidad donde se observa la presencia de una mezzanina añadida posteriormente.

El programa contemplaba, además del uso para oficinas, el contar con un amplio depósito el cual ocuparía la planta baja con una altura y media cobrando preponderancia al ofrecerse hacia la fachada a través de los dos vanos de mayor tamaño.

13. Edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Plantas en la actualidad. Baja (izquierda), primer piso (centro) y segundo piso (derecha).

La planta rectangular de 750 m2 aproximadamente obedece a un módulo estructural de 6 x 5 mts que contribuye dar orden a la composición de las fachadas y permite la libre disposición de las áreas de oficinas. En total el edificio tuvo originalmente un área de construcción aproximada de 2334 m2, distribuidos entre planta baja (750 m2) y dos plantas tipo (de 780 m2 cada una) a los que hay que sumar la ubicación en la azotea un local de 24 m2 para los equipos de aire acondicionado.

14. El edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en la actualidad y su entorno inmediato.

La altura de los entrepisos de oficina es de 3,50 mts. la de la planta baja 4,75, suficientemente cómoda para el funcionamiento del almacén. Por otro lado, La altura máxima medida hasta la parte superior de la fachada norte es de 15,80 mts. Su frente sur que sobresale solo dos pisos sobre la calle tiene una altura superior de aproximadamente 11,30 mts tomando en cuenta la cota superior del volumen de servicios de la azotea.

15. El edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en la actualidad: Vista desde el noreste.

1958 marca el inicio de la expansión de Taurel & Cía. Sucrs., C.A. y de su reorganización interna con visión corporativa, y 1978 el de la expansión de la empresa cuyo crecimiento sostenido en el tiempo hoy en día ofrece los siguientes servicios: servicios navieros (atención integral de buques y representación de importantes líneas navieras en los cinco continentes); transporte internacional de carga (conecta con más de 180 países a través de una red de socios y aliados comerciales); agenciamiento aduanal (servicios de gestión y asesoría presentes en 14 aduanas nacionales); almacenamiento y distribución (servicios de: almacén general de depósito, depósito aduanero (In Bond) y depósito temporal con modernas instalaciones ubicadas estratégicamente que cuentan con estrictos controles de seguridad); y transporte terrestre (servicio de flete terrestre nacional con una flota de vehículos que garantiza que las cargas lleguen a tiempo en el lugar exacto).

16. El edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en la actualidad: Vista desde el noroeste.

Lo anterior ha estado acompañado de su diversificación hacia otras zonas del país (Catia La Mar, Valencia, Puerto Cabello, Barquisimeto, Maracaibo y San Antonio del Táchira) y del traslado de sus oficinas principales a Caracas.

A todas estas el emblemático edificio de La Guaira, aunque mantuvo su fisonomía y ha sido objeto de un muy buen mantenimiento, sufrió dos importantes modificaciones a comienzos del presente siglo: se incorporó en la altura y media de la planta baja original una mezzanina de 640 m2 para ser ocupada por archivos, y se comenzó a utilizar el nivel cero como estacionamiento. Así mismo, se construyeron en la azotea dos cuerpos: uno de 124 m2 que alberga una cocina y un comedor para los empleados y otro de 64 m2 para sala de máquinas. Por otro lado, la disminución de la carga operativa en La Guaira llevó a concentrar sólo en el piso 1 las oficinas dejando libre el piso 2.

17. Dos vistas de las oficinas que funcionan en el piso 1 edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A.

La empresa, que el pasado mes de julio cumplió su aniversario 114, celebra este 2025 los 80 años de vida de su sede corporativa original, la cual todavía mantiene su presencia y condición de centro neurálgico para las operaciones logísticas directamente relacionadas con el puerto demostrando su utilidad funcional y su importancia estratégica dentro del modelo de negocio moderno de Taurel. La obra que soportó estoicamente los embates de las lluvias torrenciales que azotaron al estado Vargas en diciembre de 1999 se trata, en definitiva, dada su elegancia original, de una pieza valiosa del patrimonio construido del Litoral Central. Su presencia continua, clara demostración del poder de la arquitectura como una declaración de prestigio y avance de una empresa pujante, contribuye significativamente a la identidad urbana y a la vitalidad comercial del área portuaria de La Guaira y sirve como un ancla visual y un recordatorio constante de la rica historia mercantil de la ciudad.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 9 y 10. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

1, 2, 3, 6 y 7. Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Andares y Benatares. Anabella Troconis Neri (ed.), 2011.

4. La Guaira en Retrospectiva (https://co.pinterest.com/pin/389772542744797542/)

5. La Guaira en Retrospectiva (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=775996859204245&id=351805818290020&set=a.767745716696026)

8 y 14. Capturas de Google Earth.

11, 12, 15, 16 y 17. Cortesía Ing. José Benatar Cohen.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 448

La revista Croquis. Arquitectura e Ingeniería de Venezuela irrumpe en el escenario editorial venezolano en enero de 1981 con la firma intención de convertirse en “un medio de difusión de ideas y de realizaciones vinculadas a la labor del Arquitecto y el Ingeniero”, tal y como se declara en el editorial aparecido en su número 1. Como suele ocurrir con frecuencia, con ello se buscaba llenar con entusiasmo un vacío entre las revistas de carácter comercial, escasas si se quiere a comienzos de una década en la que, coincidiendo con el período presidencial de Luis Herrera Campíns, se empezaban a sentir los rigores de una crisis económica que tendrá en el viernes negro (18 de febrero de 1983) su punto culminante.

1. Editorial y contraportada del nº1 de la revista Croquis.

Habiendo fijado en la ciudad de Mérida su sede desde donde se comenzó a editar e imprimir, y si bien su primera edición recoge en su totalidad trabajos académicos y profesionales vinculados a la región de Los Andes, su fundador, el arquitecto José Martín Fernández, resaltaba en el editorial ya mencionado que las páginas de la revista “están abiertas a los planteamientos que impliquen alternativas para resolver con nuevos criterios basados en nuestra realidad, los problemas arquitectónicos, urbanísticos y tecnológicos del país, para contribuir en ampliar la visión sobre dichas actividades…”, a lo cual se añade la intención de “ser un instrumento de la libre expresión de las ideas de todos aquellos que quisieran manifestar sus opiniones, concepciones sobre cualquier aspecto o problemas vinculados al quehacer del Ingeniero y el Arquitecto” y, por si fuera poco, “promover a nivel nacional concursos de proyectos de arquitectura e ingeniería” y, además, “contribuir a reafirmar la conciencia conservacionista con respecto a los valores arquitectónicos de nuestro país y de América Latina”.

Tan ambiciosos objetivos buscarían ser plasmados mensualmente a través de una estructura y un equipo que tenía a Martín como su Director General, a Bruno Bellomo como Director Técnico, a Jaime Giraldo Valencia como Director de Ventas y Publicidad, y a Gustavo Febres Salas como Asesor Jurídico. El primer Comité de Redacción lo conformaban el periodista Asdrúbal Romero Yáñez acompañado de Martín y Bellomo, contándose además con un grupo de colaboradores especiales para el número y una corresponsalía en Caracas. Tanto la Oficina de Publicidad como la sede de la Editorial Croquis C.A. se ubicaban en La Arboleda, Mérida, corriendo la impresión a cargo de La Imprenta C.A. ubicada también en Mérida.

2. Contratapa y página de créditos con el Sumario del nº1 de la revista Croquis.

El Sumario del nº1 recogió, además del Editorial titulado “Croquis a sus lectores”, los trabajos: “UN PROCESO DE ANÁLISIS. El Pabellón de Alemania en la Exposición de Barcelona” del Arq. Eli Saúl Uzcátegui; “LA GUADUA y su contribución en los desarrollos regionales” del Arq. Washington A. Méndez; “CARRETERA MÉRIDA-PANAMERICANA” de los Ings. José Antonio Uzcátegui, Rafael Enrique Abreu, Alexis Sánchez y Juan Octavio Hurtado; “EDIFICIO DE OFICINAS OFICENTRO”, Mérida, estado Mérida, de la Arq. Ivana Giordani Estraccia; “TORRE EMPRESARIAL ALTO CHAMA”, Mérida, estado Mérida, del Arq. Claudio Corredor Muller; “EDIFICIO DE OFICINAS PILPERCA”, Mérida, estado Mérida, del Arq. Claudio Corredor Muller; “UNIDAD RESIDENCIAL MADRE JUANA”, San Cristóbal, estado Táchira de los Arqs. Norma García de Hernández, Otilia Viloria de Apitz y Rafael Alberto Apitz; “UNIDAD RESIDENCIAL ANTARAJU”, San Cristóbal, estado Táchira, de los Arqs. Norma García de Hernández, Otilia Viloria de Apitz y Rafael Alberto Apitz; “UNIDAD RESIDENCIAL LAGO SUR”, El Vigía, estado Mérida, del Arq. José I. Almeijeiras; y “CONJUNTO RESIDENCIAL CHACÓN GUERRA”, Cordero, estado Táchira, de los Arqs. Norma García de Hernández, Otilia Viloria de Apitz y Rafael Alberto Apitz.

3. Algunas de las páginas interiores del nº1 de la revista Croquis.

Aquella presentación en sociedad, de corte eminentemente regional, de 78 páginas, formato de 11 x 31 cms, impresa en papel glasé y de sobria diagramación, prácticamente sin anuncios publicitarios e información sobre la manera de suscribirse, ha quedado como testimonio y oportunidad para recoger lo que en el momento podían considerarse como reflexiones académicas, pero sobre todo muestras de parte de la arquitectura comercial que por entonces se realizaba en los estados andinos.

4. Portada y página de créditos con el Sumario del nº2 de la revista Croquis.

Seguidamente, en febrero de 1981, Croquis, de acuerdo con lo prometido, lanzaría su segundo número de 66 páginas, de corte muy similar al primero, en el que se exploraría con otra tipografía para identificar la publicación, aparecería propaganda en las primeras páginas y se estructuraría el Sumario con base en el Editorial y cuatro grandes bloques: FORO, en que se daba cabida a diferentes artículos de corte tanto académico como profesional; ARQUITECTURA, dedicado a mostrar trabajos estudiantiles realizados en la Universidad de Los Andes, Mérida, y proyectos ejecutados en la región; INGENIERÍA que servía para mostrar notas y apuntes relacionados con el diseño estructural de obras civiles; e INFORMACIÓN en el que se abría la oportunidad de mostrar reseñas sobre eventos.

5. Portada y página de créditos con el Sumario del nº3 de la revista Croquis.

Podría decirse que el número 3 (mayo-junio 1981, 66 páginas) marcó importantes cambios dentro de lo que será la evolución editorial de la revista. En primer lugar, el nombre “Croquis” adquiriría un carácter propio que perduraría a lo largo del resto de las apariciones de la publicación y la contraportada estará ocupada con propaganda publicitaria. Por otro lado, los editores a través de un texto que titularían “Reafirmación”, al caer en cuenta de las dificultades que acarreaba mantener la periodicidad mensual inicialmente ofrecida, en virtud de la experiencia adquirida en los dos números anteriores y la complejidad que ello representaba, anunciarán que la revista tendrá carácter bimensual “ya que el hecho no es sacar una revista mensual ‘para cumplir’ sino lograr una revista que cumpla con los objetivos deseados”. También se abrirá la sección de ARTE, pasando el Sumario en adelante a estar conformado por el Editorial y los bloques FORO, ARQUITECTURA (donde se seguirían mostrando trabajos locales), INGENIERÍA y ARTE como novedad, el cual contendría una reseña de la exposición “Indagación de la Imagen (la figura, el ámbito, el objeto). Venezuela 1680-1980” abierta en la Galería de Arte Nacional, Caracas, entre 1979 y 1980, y una “Separata coleccionable” impresa en otro tipo de papel, que se dedicaría a temas específicos dedicándose la nº1 al “Arte Gótico”, excelente iniciativa que no perdurará en el tiempo. Otro dato no menor es que a partir de este número la Editorial Croquis (ya no como compañía anónima -C.A.- sino como sociedad de responsabilidad limitada -S.R.L-) comenzará a operar desde Caracas, claro síntoma de apertura que se notará en adelante.

6. Portada y página de créditos con el Sumario del nº4-5 de la revista Croquis.

El número especial 4-5 (114 páginas) cierra el primer año de Croquis. Denota de nuevo la dificultad de cumplir con la periodicidad bimensual ofrecida. Marca el inicio en la sección FORO de una serie de hasta tres colaboraciones del ingeniero Tomás Stohr sobre el tema del transporte urbano que se alternarán en el tiempo; muestra la publicación en INGENIERÍA del proyecto para “EL AEROMETRO DE MÉRIDA”; y la presencia por primera vez en el bloque ARQUITECTURA de obras fuera del contexto andino: el “CLUB DE GOLF DE LOS CANALES DE RÍO CHICO” de los Arqs. Luis Puchades, Juan Carlos Parilli y Alfredo Guinand; y la “TORRE CLEMENT” del Arq. Horacio López. Este número significará también la asunción de la Coordinación de Publicaciones del arquitecto Nuncio Guerra, cargo que ostentará hasta la desaparición de la revista. Igualmente, marcará la decisión de imprimirla (también hasta el final) en Tipografía América del Sur, C.A., Caracas.

Los números 6 (abril 1982, 70 páginas) y 7 (octubre 1982, 78 páginas), en los que crece significativamente el número de anunciantes, cubrirán aquel año manifestando tácitamente que la periodicidad había pasado a ser semestral.

7. Portada y página de créditos con el Sumario del nº6 de la revista Croquis.

En el nº6 Croquis comenzó a subtitularse “Arquitectura/Ingeniería/Arte en Venezuela” con el cual terminará sus días y a informar que su tiraje era de 3000 ejemplares, cifra nada despreciable. Marcó el momento de la primera colaboración en la sección FORO del historiador del arte José Antonio Arrieta donde escribiría sobre temas dedicados a la restauración y conservación (la cual perdurará hasta la desaparición de la publicación), y la incorporación por vez primera de “reseñas de libros”.

8. Dos de las páginas interiores del nº6 de la revista Croquis.

Pero lo más interesante es que ambos números, ya definitivamente abiertos a registrar temas nacionales de gran interés, incorporarán en el bloque ARQUITECTURA, por un lado (nº6), valiosa información proporcionada por la C.A. Metro de Caracas acerca de los aspectos funcionales tomados en consideración para el diseño de las estaciones de la Línea 1 (Propatria-Petare), y de los objetivos generales del proyecto de ambientación cultural y artística, mostrando un interesante despliegue descriptivo y gráfico de las estaciones: Propatria, Agua Salud, Caño Amarillo, La Hoyada, Parque Carabobo, Colegio de Ingenieros, Chacaíto, Parque del Este y Petare.

9. Portada y página de créditos con el Sumario del nº7 de la revista Croquis.
10. Dos de las páginas interiores del nº7 de la revista Croquis.

Por el otro lado, en el nº7 se atiende el proceso de avance de algunas de las obras que dieron apoyo a celebración de los IX Juegos Deportivos Panamericanos a realizarse en Caracas el año siguiente. Así, aparecerán los proyectos de Remodelación del Complejo Deportivo U.C.V. (Arqs. Bernardo Borges y Jacobo Koifman), el Parque Naciones Unidas (Arq. Jaime Esparza) y la Villa Panamericana (Arqs. Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes). También a partir del nº7 Editorial, Reseñas Noticias y Reseñas libros formarán un bloque que antecederá a los cuatro tradicionales.

El año III (1983) bajo las pautas establecidas a partir de 1982, verá la salida del número doble 8-9 (junio, 120 páginas) y el 10 (noviembre, 82 páginas).

11. Portada y página de créditos con el Sumario del nº8-9 de la revista Croquis.

Si por algo puede distinguirse el nº8-9 es por el llamado que se hace desde la redacción a prestar atención a la manera como se expresa la “Arquitectura Nacional”, a la luz de los resultados arrojados en los recientes concursos nacionales dedicados a la Catedral de Ciudad Guayana y al Edificio Administrativo de la Gobernación del Distrito Federal. También destaca un artículo elaborado por el arquitecto José Luis Colmenares titulado “Frank Lloyd Wright y el bloque textil”, y la numerosa cantidad de edificios reseñados entre los que sobresalen: la Central de Controles del Metro de Caracas en La Hoyada (Max Pedemonte y Pedro Ovalles), cinco torres de oficina diseñadas por la oficina Borges, Pimentel y Koifman, y el recién inaugurado Museo de Arte de La Rinconada de Mendoza & Dávila, ejecutado según la propuesta con la que ganaron el concurso nacional convocado para tal fin.

12. Portada y página de créditos con el Sumario del nº10 de la revista Croquis.
13. Dos páginas de la separata dedicada al Teatro Teresa Carreño publicada en la revista Croquis nº10.

Con la llegada del nº10 se dará la oportunidad de encontrar una de las mejores reseñas publicadas en Croquis. Ello ocurrirá cuando se les da la oportunidad de reproducir un rico material gráfico y fotográfico ofrecido por los proyectistas del recién inaugurado Teatro Teresa Carreño: Tomás Lugo y Dietrich Kunkel, el cual se presenta como una separata. Sin duda la obra no copa sólo el protagonismo del ejemplar de la revista, sino que se convierte en fuente de primera mano para conocer a fondo el edificio para ser estudiado por los interesados en ello. Apuntando en otro sentido, no se debe dejar pasar por alto la lectura del editorial que acompaña el nº10 titulado “Vivienda Popular y Marginalidad”.

Arribar al año 1984 implica toparse con los dos números que marcan el final de la vida de la revista. Se trata del 11 (de marzo, 72 páginas) y el 12 (de agosto, 80 páginas), los cuales marcan de nuevo una periodicidad semestral. Se trata de dos ejemplares que recogen la experiencia acumulada y con ello las mejoras en la diagramación, calidad de las imágenes y balance en la información suministrada.

14. Portada y página de créditos con el Sumario del nº11 de la revista Croquis.
15. Páginas interiores del número 11 de la revista Croquis.

En el 11 resaltan el texto dedicado por José Antonio Arrieta a presentar “El Castillo de San Antonio de la Eminencia de Cumaná” (sección FORO), la presentación de los proyectos para el “Bulevar de Caricuao” y el Parque Galindo elaborados por la Oficina de Diseño Paisajista Robles Piquer y Asociados, y del Pre-escolar Las Lomitas de la oficina Grioni, Usarraga y Betti (sección ARQUITECTURA), y el ensayo  crítico elaborado por José Luís Colmenares desde Estados Unidos titulado “El Museo de Arte de Atlanta. La síntesis de los maestros” sobe el edificio diseñado por Richard Meier (sección INTERNACIONAL).

16. Portada y página de créditos con el Sumario del nº12 de la revista Croquis.

Finalmente, el nº12 valdrá para dejar de nuevo un estupendo material gráfico y fotográfico sobre dos trabajos: el Museo de la Cultura de Valencia, proyectado por Jorge Castillo como resultado de un concurso del que resultó ganador y que logró construirse; y el desarrollo del proyecto (no construido) del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal de la oficina Grioni, Usarraga y Betti, propuesta que fue la ganadora del concurso convocado en 1981.

17. Algunas de las páginas interiores del nº12 de la revista Croquis.

Llama la atención que siendo el nº12 en el que se anuncia un aumento en el tiraje de la revista (pasando de 3000 a 4000 ejemplares), Croquis haya dejado de circular sin dar señales de que ello fuese a ocurrir, de acuerdo con la información que manejamos. Sin embargo, pese a estar en presencia de otro intento fallido por lograr extender la vida de una publicación periódica sobre arquitectura en nuestro país, nos queda el importante testimonio que a través de sus páginas nos legaron un grupo de creyentes en que ello era posible y que lograron plasmar a lo largo de 4 difíciles años.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 447

Pese a que sin ella es inviable la vida en la tierra, el agua es uno de los principales enemigos para la perdurabilidad de las obras civiles y objetos construidos por el hombre. Es justamente el protegerse de los efectos que el vital líquido puede ocasionar por su acción lenta y persistente lo que convierte, de forma si se quiere silente y hasta imperceptible, a la impermeabilización en una acción vital para garantizar la vida de una edificación en el tiempo.

En términos sencillos puede decirse que la impermeabilización es el proceso de hacer que una objeto o superficie sea resistente a la penetración de líquidos. En construcción, se utiliza para proteger edificios y otras estructuras de los daños causados por el agua, como filtraciones, humedad y corrosión. Los materiales o productos utilizados para obtener los resultados deseados son conocidos como impermeabilizantes mientras que impermeabilizar remite a la acción de aplicar dichos materiales.

1. Proceso de aplicación de impermeabilizante prefabricado por medio de termofusión con soplete de alta potencia calórica.

Planteada fundamentalmente como una operación de carácter preventivo, muy ligada al mantenimiento, impermeabilizar, en el mundo de la construcción también cubre un espectro importante en lo que significa reparar los imprevistos, fallas, fisuras o desgastes que aparezcan por diferentes razones (cambios de temperatura, tránsito, exposición a diversas acciones, derrames), lo que también puede darle una connotación curativa o correctiva.

La historia que gira alrededor del proceso de hacer impermeables ciertos materiales y superficies, ofrece la oportunidad de encontrar, tanto en los cuerpos y construcciones que se encuentran en contacto directo y permanente con el agua, como de aquellos que reciben sus embates periódica e indirectamente, una ventana para detectar cuáles han sido las técnicas y materiales más utilizados, que a su vez han dado pie para constatar su evolución en tiempos recientes.

Echando mano de diversos artículos publicados e informaciones relacionadas con el tema que hoy nos ocupa, podríamos afirmar que la búsqueda de técnicas de impermeabilización se remonta a hace 13000 años, cuando el ser humano se vio en la necesidad de proteger sus refugios de los elementos, como tormentas, lluvias y vientos, buscando así mejorar su capacidad de supervivencia frente a los elementos de la naturaleza.

En la página web de Prudêncio Impermeabilizações (https://prudencio.pt) encontramos que habría que remontarse a la Revolución Agrícola, después del Paleolítico, etapa de la civilización en la que el hombre, abandonando el estilo de vida de cazador-recolector, precisó crear lugares de más permanencia, en favor de una mayor seguridad y comodidad, como el momento en que “buscó técnicas que permitieran proteger sus excedentes agrícolas, ya que el grano sobrante de las cosechas debía almacenarse y protegerse de la humedad, evitando así que la producción se deteriorara. Por ello, era imperativo encontrar soluciones de impermeabilización para las instalaciones de almacenamiento, de modo que el hombre pudiera disfrutar de su nuevo estilo de vida. Durante este período, la paja y la arcilla fueron algunos de los primeros materiales utilizados para la impermeabilización. (…) Fue también en esta época que se desarrolló la cerámica, que se recubrió con betún para impermeabilizarla y permitir el drenaje y transporte de líquidos, algo inviable hasta entonces. Este procedimiento también permitió al hombre asentarse en un lugar específico”.

2. Calafateo mediante brea y asfalto en una embarcación de madera.

Durante el Neolítico, miles de años después, “además de la impermeabilización de edificios, el hombre tuvo la necesidad de proteger los materiales de las embarcaciones primitivas que permitieron la exploración, la pesca y el comercio con el auge del transporte fluvial”, actividades cruciales para el desarrollo y la expansión de la humanidad. Para sellar las primitivas embarcaciones, “utilizaban una emulsión bituminosa con turberas aplicada a la madera y otros materiales. De esta manera, las embarcaciones se volvieron impermeables y más fiables en las duras condiciones del transporte fluvial, lo que permitió a la civilización aprovechar los cursos de agua con mayor eficiencia que antes”.

3. Pirámides de Giza, Egipto (c. 2600 a.C).

Los mesopotámicos (alrededor de 4000 a.C) cubrían sus construcciones con capas de betún para repeler el agua y los egipcios (3600 a.C.) utilizaban resinas y grasas naturales para sellar los barcos y construcciones. Los arqueólogos al analizar a comienzos del siglo XIX la gran Pirámide de Giza “descubrieron el uso de una emulsión bituminosa aplicada en capas cruzadas con fibra de junco seca sobre los bloques de cimentación de piedra caliza”, y notaron que gracias a ello se encontraron las tumbas que albergaba totalmente secas pese a las inundaciones periódicas del Nilo. También, “mediante el uso de betún mezclado con resinas, lograron mantener tanto las momias como los sarcófagos en excelente estado de conservación”.

La Roma antigua, por su parte, llevó la impermeabilización a un nuevo nivel empleando nuevas técnicas en sus construcciones de viviendas y edificios públicos. Por ejemplo, “utilizaron opus signinum, una mezcla de cal, arena y triturados de cerámica, para impermeabilizar sus impresionantes acueductos, cisternas y baños termales”.

4. Castillo de Bodiam, cerca de Robertsbridge en Sussex Oriental, Inglaterra (siglo XIV).
5. Recreación del proceso de impermeabilización de una cubierta durante la Edad Media.

Con la construcción de grandes catedrales y castillos, durante la Edad Media, la impermeabilización se convirtió en una tarea esencial. Aunque no contaban con las tecnologías avanzadas de hoy, los alarifes medievales desarrollaron una serie de técnicas ingeniosas para repeler el agua, siendo algunas de las más comunes de esa época: techos a dos aguas; tejas de barro cocido; mampostería densa; uso de la cal como impermeabilizante y componente esencial en el mortero utilizado para unir piedras y ladrillos; uso de aceites y resinas naturales para tratar algunas estructuras de madera y hacerlas más resistentes al agua; canalones y bajantes; uso de plomo para revestir techos y otras superficies expuestas al agua; uso de cimientos elevados; y construcción de sistemas de drenaje para canalizar el agua lejos de las estructuras.

Todas las técnicas puestas en práctica en el medioevo perdurarían hasta la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XIX, momento en que la impermeabilización experimentó una transformación radical gracias a la aparición de materiales que surgieron o ganaron popularidad impulsados por el crecimiento de las ciudades y el incremento de la construcción de edificaciones y obras civiles, acompañados por la capacidad de la producción en masa y las innovaciones en la química y la ingeniería.

6. Recreación del proceso de la construcción e impermeabilización de un túnel subterráneo durante el siglo XIX en plena Revolución Industrial.

Aparecieron durante este período: el uso del asfalto tanto en carreteras como en techos y otras superficies para proporcionar una barrera impermeable; el uso de telas asfálticas, membranas a base de fieltro o fibra de vidrio impregnadas con asfalto, principalmente para techos y terrazas, ofreciendo protección contra filtraciones; el desarrollo y producción industrial de gomas y cauchos y con ellos de impermeabilizantes flexibles que podían ser aplicados en diversas superficies; la popularización de pinturas y recubrimientos impermeables aplicables en paredes, techos y otras superficies para repeler el agua; la patente del cemento Portland, el cual comenzó a ofrecer una mayor resistencia y durabilidad dada su capacidad para endurecerse incluso bajo el agua, convirtiéndose en material insustituible para construcciones subterráneas y marinas; la galvanización, que consiste en recubrir el hierro o acero con una capa protectora de zinc que los protegía de la corrosión y, por lo tanto, del daño por agua; el uso de plomo y zinc en techos, canalones y bajantes, ofreciendo una solución duradera y resistente al agua; el desarrollo de sistemas de drenaje mejorados asociados al crecimiento de las ciudades y la necesidad de gestionar grandes cantidades de aguas residuales y pluviales; la aparición de los primeros materiales sintéticos que ofrecían soluciones impermeables (nuevos compuestos y polímeros) a medida que avanzaba la química; la producción de vidrio laminado y el uso de selladores avanzados que permitieron la construcción de edificios con grandes superficies de vidrio sin comprometer la impermeabilidad.

7. Proceso de impermeabilización de un túnel.

El siglo XX, montado sobre los avances logrados en el XIX, fue testigo de un auge inusitado en la investigación y el desarrollo de materiales y técnicas de construcción, incluidas las soluciones de impermeabilización. Las crecientes demandas de infraestructura moderna y las nuevas tecnologías disponibles dieron lugar a una serie de innovaciones en este campo que, de acuerdo a lo que hemos recogido de la página de la empresa Tecnopol (https://tecnopol.es), se pueden resumir en:

  • Membranas de EPDM: EPDM (monómero de etileno propileno dieno): tipo de caucho sintético que se utiliza como membrana impermeable, especialmente en techos, conocido por su durabilidad y resistencia a los rayos UV y a condiciones climáticas extremas.
  • Membranas de PVC y TPO: membranas plásticas que ofrecen una excelente resistencia al agua y son ampliamente utilizadas en techos y terrazas. Son flexibles, resistentes a los rayos UV y tienen una larga vida útil.
  • Membranas líquidas: son productos que se aplican en estado líquido y luego se endurecen para formar una membrana impermeable continua. Pueden ser a base de poliuretano, poliurea, acrílicos, silicona, entre otros.
  • Geotextiles: tejidos sintéticos que se utilizan en ingeniería civil para la separación, filtración y drenaje, y que tienen propiedades impermeables.
  • Bentonita: tipo de arcilla que se expande cuando se moja, formando una barrera impermeable. Se utiliza en forma de paneles o geotextiles impregnados para impermeabilizar cimientos y sótanos.
  • Polímeros cristalinos: aditivos que se mezclan con el concreto y reaccionan químicamente para formar cristales impermeables en los poros del concreto, haciéndolo resistente al agua.
  • Membranas autoadhesivas: láminas que vienen con un adhesivo en uno de sus lados y se adhieren directamente a la superficie que se va a impermeabilizar.
  • Espumas de poliuretano: se rocían en la superficie y se expanden, formando una barrera impermeable y aislante.
  • Resinas y epoxis: utilizados para impermeabilizar superficies y también para reparar grietas y juntas en estructuras existentes.
  • Selladores modernos: desarrollados con base en silicona, poliuretano y otros polímeros los cuales mejoraron enormemente la capacidad de sellar juntas, grietas y penetraciones en estructuras.
  • Tecnologías avanzadas de drenaje: soluciones tales como como paneles de drenaje y sistemas de drenaje subterráneo, destinadas a proteger las estructuras subterráneas de la presión del agua.
8. Imagen que ilustra el proceso de impermeabilización de una piscina.

Dicho todo lo anterior, en términos muy generales se podría afirmar que los impermeabilizantes podrían dividirse entre aquellos que se añaden a la composición de elementos estructurales o de cerramiento y aquellos que se les superponen. También entre aquellos que se emplean para evitar la filtración y/o penetración de líquidos u otros fluidos hacia el interior de una construcción o estructura o los que evitan que la humedad pase hacia el exterior, pudiéndose encontrar entre los elementos, ambientes o lugares más comúnmente tratados: baños y cocinas, sótanos, balcones, terrazas, techos verdes, piscinas, muros y tanques de agua. En todo caso, se estima que un producto impermeabilizante aplicado exteriormente dura entre 3 y 10 años; siendo lo más recomendable reaplicarlo a los 3 años con el objetivo de realizar un mantenimiento y después, a los 10 años.

9. Dos imágenes del proceso de impermeabilización de una cubierta con productos asfálticos.

Resumiendo, se podría decir que los tipos de impermeabilizantes más relevantes son: acrílicos, asfálticos, cementosos, mantos prefabricados y poliuretanos. Además, que en general tres son los métodos utilizados al impermeabilizar: impermeabilización líquida, impermeabilización con membrana laminar e impermeabilización integral, subdividiéndose esta última en dos tipos principales de sistemas: los hidrófilos y los hidrófobos.

10. Impermeabilización de cubiertas verdes con membrana líquida de poliuretano-bitumen de dos componentes ISOFLEX PU 560 BT.
11. Aplicación de productos en base a compuestos de silicona y acrílicos.
12. Aplicación de un estuco impermeable con aditivo hidrófugo Sika® 1 y un revestimiento acrílico de terminación Sika® Murolast.
13. Impermeabilización de losas de terrazas con Sikalastic® 560, membranas líquidas Igolflex® Gris y Acril Techo.

La postal que el día de hoy nos ha permitido repasar este tema muchas veces subvalorado, se encuentra ilustrada con un anuncio publicado en 1978 por Industria de Productos Asfálticos (IPA), empresa venezolana todavía con importante presencia en el mercado y que con más de 80 años de experiencia ofrece soluciones de impermeabilización y productos asfálticos, por lo que ocupa sólo un segmento del amplio espectro que en torno a tópico hemos desplegado. El aviso menciona la producción por parte de IPA de: impermeabilizantes, selladores y rellenos, aditivos para concreto y revestimientos y pinturas especiales.

IPA, cuya planta se encuentra en el sector Santa Rita al sur de Maracay, estado Aragua, tuvo su primera participación importante como parte de los suplidores de materiales utilizados en la Reurbanización de El Silencio (1942-1945). De acuerdo a lo publicado en el portal https://ipa.co.ve/, “ofrece una amplia gama de productos, incluyendo asfaltos líquidos, pinturas asfálticas, mantos asfálticos utilizados para impermeabilizar techos, muros, fundaciones y otras superficies, y sistemas para canchas deportivas. IPA se destaca por su compromiso con la calidad y la innovación en sus productos, utilizando materias primas de alta calidad, incluyendo petróleo venezolano, para garantizar la durabilidad y resistencia de sus soluciones”.

14. Oferta de productos asfáltico IPA.

De forma más específica los productos IPA se presentan así:

“Mantos asfálticos: IPA produce membranas compuestas de asfalto modificado con polímeros y reforzada con fibra de vidrio, utilizadas para impermeabilizar diversas superficies como techos, terrazas y cimientos”.

“Asfaltos líquidos: IPA ofrece diferentes tipos de asfaltos líquidos, como el asfalto líquido con disolventes orgánicos, ideal para imprimar superficies porosas y maltratadas”.

“Pinturas asfálticas: IPA produce pinturas asfálticas de aluminio y de color, que ayudan a proteger las superficies impermeabilizadas de los rayos UV y a reflejar el calor solar”.

“Asfaltos sólidos: IPA también ofrece asfaltos sólidos para diferentes aplicaciones”.

“Productos para canchas deportivas: IPA cuenta con sistemas completos para la construcción de canchas deportivas asfálticas, que incluyen capas de imprimación, ligas y pinturas de color, diseñadas para reducir el impacto físico en los deportistas y garantizar la durabilidad de la cancha”.

Además, “IPA brinda asesoría técnica a sus clientes para ayudarles a seleccionar los productos adecuados para sus proyectos y asegurar una correcta aplicación”.

15. Impermeabilización aplicada mediante membranas líquidas de poliurea y poliuretano.

Para cerrar, valdría la pena añadir que durante las últimas décadas, la industria ha buscado constantemente soluciones más efectivas y versátiles para enfrentar el reto de garantizar la protección y durabilidad de las estructuras en un marco en el que la sostenibilidad tiene un gran peso. En este contexto, la impermeabilización aplicada mediante membranas líquidas de poliurea y poliuretano han emergido como líderes, consolidándose como opciones preferidas en muchos proyectos modernos. Sus ventajas son las siguientes: aplicación rápida y rápido tiempo de curado; excelente capacidad de elongación, lo que les permite adaptarse a movimientos estructurales, expansiones y contracciones sin agrietarse; adherencia firme a una amplia variedad de sustratos, desde concreto hasta metal, asegurando una protección completa; resistencia a la abrasión y a los productos químicos, lo que les otorga una vida útil prolongada; y, al ser líquidas, forman una membrana continua sin juntas, eliminando puntos débiles donde podría producirse una filtración.

Nota

Sabido es que parte de la caracterización de la arquitectura moderna pasó por asumir la cubierta plana como una de sus premisas fundamentales. La “terraza-jardín”, uno de los cinco puntos de la arquitectura moderna expuestos por Le Corbusier, que proponía el techo como un lugar transitable convirtiéndolo en una zona verde más, es la más clara demostración de ello.

Sin embargo, el asumir la cubierta plana y la terraza-jardín como criterio para techar edificaciones, incorporó desde que se impuso un importante compromiso a la hora de tomar previsiones relacionadas con la impermeabilización de dichas superficies, cosa que la denostada cubierta inclinada minimizaba.

Josep María Montaner en La modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX (2002) señala: “Según Ernst May, las cubiertas planas y homogéneas iban a permitir superar el dominante caos de cubiertas de todo tipo. Con la defensa de una cubierta plana, los factores funcionales y plásticos negaban no solo los factores simbólicos sino también los constructivos: las cubiertas planas realizadas en los años 40 en Inglaterra han demostrado que el coste de su mantenimiento es casi seis veces superior al de las cubiertas inclinadas”.

16. Nº 1 de la revista Das Neue Frankfurt, octubre-noviembre 1926.

En tal sentido, no deja de ser interesante encontrar cómo fue el propio Ernst May, encargado de editar el número 7 de la revista Das Neue Frankfurt de octubre-diciembre de 1927 quien al decidir titularlo “Número especial sobre la cubierta plana”, en el que participaron figuras como, Le Corbusier, Lurçat, Wright, Oud y Frank, abrió la puerta para encender un polémico debate que tuvo en el arquitecto alemán Heinrich Tessenow el más acérrimo defensor del techo inclinado reclamando la función constructiva, expresiva y simbólica de las cubiertas tradicionales y el más ferviente opositor al antihistoricismo moderno.

17. Heinrich Tessenow, Instituto para gimnasia rítmica, Hellerau | Alemania, 1911.

En un reconocimiento tácito a la actitud asumida por Tessenow, Montaner completará: “Y precisamente, la arquitectura de los años 50 descubrirá que es en las formas escultóricas de las cubiertas donde radican las mayores posibilidades de expresividad en la arquitectura pública”.

18. Dibujo del detalle de la impermeabilización de una cubierta plana.

La aparición de la cubierta plana con todas sus dificultades para lograr una correcta impermeabilización y preservar su mantenimiento hizo que los detalles constructivos y especificaciones correspondientes, se convirtieran en elementos fundamentales dentro de los documentos que facilitan la cabal realización de obras civiles desde el pasado siglo XX.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. habitissimo (https://fotos.habitissimo.com.mx/foto/proceso-de-impermeabilizacion_345582)

2. Soluasfalt (https://asfaltomadrid.com/blog/el-asfalto-nos-salvo-del-diluvio-universal/)

3 y 4. Prudêncio Impermeabilizações (https://prudencio.pt)

5, 6 y 15. Tecnopol (https://tecnopol.es/news/historia-de-la-impermeabilizacion-y-su-evolucion-a-lo-largo-del-tiempo)

7. Sika Perú (https://per.sika.com/es/construccion/impermeabilizacion-estructuras/impermeabilizacionparazonasestructurales.html)

8. Sika España (https://esp.sika.com/es/construccion/proteger/soluciones-impermeabilizacion/morteros-impermeables/impermeabilizacion-de-piscinas.html)

9. Cronotopos (https://www.cronotopos.es/impermeabilizacion-construccion-protegiendo-estructuras/)

10. ISOMAT PU SYSTEMS (https://isomat-pu-systems.com.es/solutions/waterproofing-green-roofs-isoflex-pu-560-bt-two-component-polyurethane-bituminous-liquid-membrane-es/)

11, 12 y 13. Revista EMB CONSTRUCCIÓN (https://www.emb.cl/construccion/articulo.mvc?xid=1155&edi=53)

14. Materiales Sampedro (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=941279721033917&id=100054556924408&set=a.599178425244050)

16. Keup (https://keup.wordpress.com/2019/04/25/das-neue-frankfurt/)

17. ResearchGate (https://www.researchgate.net/figure/Heinrich-Tessenow-Festspielhaus-Hellerau-c1915-main-facade-and-entrance_fig5_337356508)

18. ¿Como hacer una cubierta plana? Detalles constructivos (https://www.youtube.com/watch?v=tsRwUITSRaU)