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Como tantos otros materiales que son utilizados en la industria de la construcción, la pintura “producto fluido que, aplicado sobre una superficie en capas relativamente delgadas, se transforma al cabo de un tiempo en una capa sólida que se adhiere a dicha superficie, de tal forma que recubre, protege y decora el elemento sobre el que se ha aplicado”, tiene antecedentes remotos. En tiempos antiguos la pintura era hecha a base de pigmento y se empleaba con el apoyo de implementos tales como brochas o pinceles a los cuales se han sumado rodillos y pistolas existiendo siempre la posibilidad de ser aplicada por inmersión.
Del apoyo que nos ofrece Wikipedia sabemos que el uso de la pintura ofrece diversas vertientes siendo considerada como la base de una de las primeras expresiones artísticas de la humanidad. En su preparación, el hombre primitivo utilizó mezclas basadas en ocre rojo o amarillo, hematita, óxido de manganeso y carbón vegetal. A pesar de la diversidad de ingredientes que se ha logrado descubrir usados como pigmentos, la mayoría de las pinturas echaban mano del aceite o agua como base diluyente, disolvente o vehículo para lograr la consistencia adecuada.
Dentro de la evolución que ha sufrido la pintura como material industrializable, se conoce que “en 1718, Marshall Smith inventó en Inglaterra una ‘Máquina o motor para moler colores’. No se sabe con exactitud cómo funcionaba, pero era un dispositivo que aumentaba la eficacia de la molienda de pigmentos de forma espectacular. Pronto, una empresa llamada Emerton and Manby anunciaba pinturas a precios excepcionalmente bajos que habían sido molidas con una tecnología que ahorraba trabajo”.



Pero el gran salto que sirvió de apoyo a la masiva utilización de la pintura con fines de recubrimiento y protección contra agentes externos tanto en la construcción como en el hogar, se da cuando en 1866 Henry Alden Sherwin (1842-1916) se aventura a montar un pequeño negocio en Cleveland, Ohio, EE.UU. y de ente los diversos socios que lo fueron acompañando solo uno, Edward Porter Williams (1843-1903), se mantuvo en actividad. De dicha sociedad surge en 1870 Sherwin-Williams & Co. gran fabricante de pintura e inventor en 1880 de SWP (Sherwin-Williams Paint) la primera lata de pintura lista para usar. También hará historia cuando en 1884 contrate a Percy Neyman, el primer químico empleado por un fabricante de pinturas estadounidense.
Por otro lado, se conoce que en el año 1897, cuando el químico francés Charles Mureau descubrió el acrilonitrilo (un líquido sintético, incoloro y de fuerte olor que sirvió de base para elaborar los plásticos), sin saber que hacer inicialmente con él ni que éste componente estaría ligado para siempre con el desarrollo del acrílico (polimetil metacrilato). Tanto Mureau como aquellos que buscaban las tizas sintéticas en base a caseina (aglomerante) fueron los precursores de todo el inmenso mundo de los plásticos. A partir de ese primer paso se fueron desarrollando los plásticos para los más variados usos, entre ellos el de la pintura industrial.
Es interesante, sin embargo, repasar brevemente la evolución que en el tiempo ha acompañado a la firma Sherwin-Williams, ya que se convirtió en punta de lanza de las más importantes mejoras e innovaciones que presenta el ramo.


Así, sabemos (con el apoyo de https://www.sherwin.com.ar/conozca-sherwin/nuestra-historia/), que en 1905 el logo de la marca que había comenzado con un camaleón sobre una paleta de pintor, muta al concepto de una lata volcando un producto sobre el globo terráqueo acompañándose del slogan “cover the earth” (cubre la tierra), conformándose de esta manera el logo oficial de Sherwin-Williams conocido internacionalmente.
En 1910 “Sherwin-Williams edita por primera vez Home Decorator, una revista que se convierte rápidamente en fuente de referencia, inspiración e información para arquitectos, pintores profesionales y dueños de casas”.
En 1935 “La compañía lanza la primera pintura al agua de la historia: Super Kem Tone. Y para su aplicación inventa el rodillo”.
El año 1955 “en Estados Unidos la línea Kem prueba su extraordinario éxito con la venta de más de 360 millones de litros” y en 1959, encontrándose en el tope del mercado mundial de la pintura, Sherwin-Williams revoluciona el mercado al lanzar “un sistema de dosificación único hasta entonces, el Colormeter, que permite al consumidor elegir entre más de 2100 colores listos para usar, sin tener que esperar su preparación en fábrica”.
En 1961 “El mercado conoce la nueva estrella de Sherwin-Williams: Loxon. Una pintura de excelente poder de cubrimiento especialmente formulada para exteriores, que alcanza rápidamente una clara posición de liderazgo”.





En 1964 aparece otro producto que por sus características inéditas, asombra al mercado de pinturas de la época: Kem Glo, “el esmalte milagroso que luce y se lava como la porcelana”.
En 1966 Sherwin-Williams celebra sus primeros 100 años y en 1969 abre el Centro Técnico Steudel en Chicago.
En 1970 “ve la luz Z-10, el látex para interiores más exitoso de las últimas décadas” y en 1973 “Sherwin-Williams presenta un nuevo látex para profesionales: Rexpar, un barniz marino que ofrece la máxima protección a la intemperie y los rayos del Sol. También se lanzan Kem Lustral y Kem Semi-Lustre, este último se conocería más tarde como Kem Satinado para finalmente convertirse en Kem Satin”. Durante esta década la marca introduce la división Sherwin-Williams Automotive.
En 2000 “Sherwin-Williams entra al nuevo milenio trabajando a pleno con la presentación de nuevos productos, como Kem Lux, Rexpar Stain y Kem Triple Acción”. En 2002 “al ya tradicional y exitoso látex para interiores Z10 y su línea de complementos, se le suma Z10 Frentes, el impermeabilizante de mejor relación costo-calidad del mercado”. También alcanza una cobertura de más de 3000 tiendas en EE.UU.
En 2004 “se lanza Z10 Exterior y una extensión de la línea de esmaltes profesionales Kem Pro”; y en 2006 “se renueva la línea REXPAR en forma completa con un diseño de avanzada y con la incorporación de productos de última tecnología para el cuidado y protección de la madera”.
En 2016 se produce el lanzamiento de la nueva línea de Loxon Larga Duración, “con un diseño renovado y nuevas tecnologías que maximizan la calidad de los productos. Las características mejoradas ofrecen más poder de cubrimiento, mayor resistencia al frote y a la intemperie, más poder antihongo, más elasticidad, más impermeabilidad, mayor ahorro de energía y más lavabilidad”.


Y para finalizar este recorrido, en 2019 “se incorpora a la tradicional línea de Esmaltes Sintéticos KEM doble acción y KEM triple acción para madera y metal, la línea de Esmaltes al agua KEM AQUA. Con una fórmula superadora en términos de nivelación, blancura y adherencia se presenta en acabado brillante y satinado; en blanco, negro y base pastel. Estos productos de bajo olor y rápido secado llegaron para darle innovación a la marca”.
De lo que también recogemos de Wikipedia, Sherwin-Williams llega a Venezuela en 1953 cuando se funda Sherwin-Williams Venezolana mediante un acuerdo entre el grupo venezolano liderizado por el empresario Eugenio Mendoza Goiticoa y The Sherwin-Williams Company. “En la década de 1970, la empresa cambia su denominación social para llamarse C.A. Venezolana de Pinturas, y continua con la fabricación y venta de su gama de productos Sherwin-Williams. En el año 2004, después de 51 años de relaciones comerciales ambas empresas deciden separarse y de esta manera se crea la empresa Sherwin-Williams Pinturas de Venezuela, S.A. en la ciudad de Valencia. C.A. Venezolana de Pinturas continúa su operación, perteneciendo ahora al Holding Colombiano, Grupo Mundial. Bajo su denominación Venezolana de Pinturas expende las marcas Kem, Dominó (ambas antiguamente pertenecientes a Sherwin-Williams) y Pincelada (adquirida de Pinturas International, posteriormente Pintuco)”.
Ya posicionada en nuestro país en 1957 aparece en A, hombre y expresión (primera revista de arquitectura editada en el país desde 1954), la sobria y cuidada propaganda de Sherwin-Williams que ilustra nuestra postal del día de hoy diseñada por Clara Urdaneta, palpable manifestación del camino que por aquellos años estaba tomando el diseño gráfico en Venezuela.
Como se habrá visto, seguirle la pista a Sherwin-Williams es conocer de primera mano la evolución de los productos que se usan como recubrimiento, ofrecidos en la actualidad por una diversidad de empresas que, sin embargo, no han podido desbancar a la firma de origen estadounidense del tope del mercado que ya cuenta con 156 años de fundada y presencia en más de 100 países, clara demostración de que literalmente “cubre la tierra”.
ACA
Procedencia de las imágenes
2. https://www.sherwin.com.ar/conozca-sherwin/nuestra-historia/ y https://historiadelaempresa.com/sherwin-williams
3. https://www.sherwin-williams.com.ec/historia/
4. https://www.sherwin.com.ar/conozca-sherwin/nuestra-historia/ y https://construex.com.ec/exhibidores/sherwin_williams
5 y 8. https://www.sherwin.com.ar/conozca-sherwin/nuestra-historia/
6. https://pinturassw.com/conocenos/historia/, https://ar.pinterest.com/pin/533395149617147290/ y https://ar.pinterest.com/pin/336292297166235708/
7. https://www.ebay.com/itm/234595693762 y https://www.ebay.es/itm/154597375991
NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Cedric Price
Una arquitectura de la aproximación.
Ensayos y conferencias 1965-1991
Puente Editores
2022
Sinopsis
Este libro reúne por primera vez en castellano más de una veintena de escritos y conferencias del arquitecto británico Cedric Price. De origen muy diverso, Price muestra en sus textos una comprensión excepcional de la arquitectura a través de su personalidad crítica y compleja, pero también honesta e irónica.
Los temas que recorre en sus reflexiones son comunes a su propia concepción de la arquitectura: el valor del tiempo y de la incertidumbre, la indeterminación del diseño, la tecnología al servicio de las personas, la importancia de los procesos frente a los productos, etc., y ofrecen una visión panorámica de las inquietudes holísticas y transversales que construyen su universo intelectual. Su inquietud por el trabajo metodológico es más consciente de los procesos de producción que de los resultados, y abre debates sobre la participación, la incertidumbre calculada o la intervención de la tecnología en los diseños evolutivos.
A lo largo de los textos se muestra una concepción del diseño y de la arquitectura como actividades de impacto e innovación social, necesitadas de herramientas capaces de atender a la incertidumbre de las necesidades y deseos humanos cambiantes. Para ello, en sus propias palabras: “La tecnología es la respuesta, pero ¿cuál era la pregunta?”.
Cedric Price (1934-2003) fue una de las figuras más destacadas de la arquitectura británica de la segunda mitad del siglo xx. Estudió arquitectura en la University of Cambridge y se tituló en la Architectural Association (AA) de Londres en 1957. Después de trabajar con los arquitectos Maxwell Fry y Denys Lasdun, ejerció como docente en la AA y fundó su propio estudio, Cedric Price Architects (CPA) en 1960. Entre sus obras destacan el aviario del zoo de Londres (1961) y lInter-Action Centre (1974-1999), ambas construidas, proyectos, como el Fun Palace (1960-1961) o el Potteries Thinkbelt.
ACA
NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Pedagogías Bauhaus
Eduardo Prieto y Salvador Guerrero (eds.)
Ediciones Asimétricas
2022
Nota de los editores
Concebida con el propósito adanista de transformar la vida, la Bauhaus fue un experimento radical. Sobre todo en lo que toca a la pedagogía, pues no en vano el proyecto de crear “un hombre nuevo” traía aparejado el de un nuevo modo de enseñar y aprender. Así, estudiar la Bauhaus es en buena medida estudiar sus complejos y variados empeños pedagógicos, un asunto que este libro aborda a través de seis temas significativos: los orígenes de la Bauhaus en las pedagogías radicales del siglo XIX; el papel de la didáctica en la relación arte-diseño; la singular relación literario-plástica entre Rilke y Klee; la segunda vida de la Bauhaus en los Estados Unidos; la influencia bauhausiana en el ‘environmental design’ de la HfG Ulm; y la huella de la célebre institución en los arquitectos, artistas y diseñadores españoles.
Eduardo Prieto, profesor de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo en la ETSAM, es Dr. Arquitecto, licenciado en Filosofía y DEA en Estética y Teoría de las Artes, y autor, entre otros libros, de Historia medioambiental de la arquitectura, La vida de la materia y La ley del reloj. Arquitectura, máquinas y cultura moderna.
Salvador Guerrero, profesor de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo en la ETSAM, es asesor de la Residencia de Estudiantes y ha sido comisario de las exposiciones Antonio Flórez, arquitecto (1877-1941), Le Corbusier, Madrid, 1928. Una casa-un palacio y El arte de saber ver. Manuel B. Cossío, la Institución Libre de Enseñanza y El Greco, entre otras.
ACA

Arquitectura y crítica
Josep María Montaner
Editorial Gustavo Gili
2022
Cuarta edición revisada
Nota de los editores
Desde su primera edición en 1999, Arquitectura y crítica se ha convertido en uno de los textos introductorios de referencia sobre crítica e historiografía de la arquitectura. ¿Qué es la crítica? ¿Cuáles son sus objetivos y sus significados? ¿Tiene algún sentido?
Este libro, que llega a su cuarta edición, responde a estas cuestiones de manera breve y didáctica, centrándose en la trayectoria histórica de las relaciones entre arquitectura y crítica. Partiendo de los pioneros de la crítica arquitectónica del siglo XIX, los personajes clave de la historiografía moderna como Sigfried Giedion o los textos de los arquitectos y arquitectas protagonistas como Adolf Loos o Le Corbusier, pasando por las diferentes interpretaciones derivadas del existencialismo, la fenomenología, la iconografía o el estructuralismo, como Aldo Rossi, Manfredo Tafuri, Colin Rowe y Marina Waisman, hasta llegar al panorama postestructuralista con nombres como Peter Eisenman, Rem Koolhaas o Micha Bandini, esta breve guía básica presenta un recorrido histórico de la crítica arquitectónica que permite comprender las claves historiográficas de la arquitectura desde los orígenes hasta la actualidad.
ACA
… que en 1936, tras dos años de trabajos, se reinaugura el Parque Carabobo?

Para llevar a cabo una nota lo más completa posible sobre el espacio público que hoy conocemos como Plaza o Parque Carabobo, pareciera necesario remontarse, como mínimo al último cuarto del siglo XVIII cuando en la manzana que ocupa se comenzó a gestar la posibilidad de construir la Casa de Misericordia, nombre, por cierto, que quedó en la memoria urbana para denominar la esquina noroeste del predio actual.
Así, de acuerdo al artículo publicado por María Dolores Fuentes en Chronica Nova (1986) titulado “Una institución benéfica venezolana: La Casa de Misericordia de Caracas (1787-1797)”, es en el período señalado que se pueden encontrar nuevas realizaciones dedicadas al área de la salud dentro de la ciudad colonial. De entre ellas “la Casa de Misericordia, conocida en la época por diversos nombres (Casa Hospicio, Casa de Recogimiento, Cárcel de Corrección, etc.) alusivos a la evolución que experimenta en su corto periodo de existencia … a diferencia de los anteriores, …respondía al modelo de hospicio general”.

Aunque Fuentes habla de “un gran edificio que nunca llega a hacerse”, para el cual el ingeniero Fermín de Rueda había elaborado un plano en 1788 a instancias del gobernador Juan de Guillelmi, asumiendo que por las dificultades económicas y prioridades presentes en la época seguramente el hospicio terminó funcionando “en las casas allí existentes”, Rosario Salazar Bravo en su Tesis Doctoral en Arquitectura (FAU UCV) “Caracas, 1753-1810. Morfología y funciones urbanas desde la cotidianidad”, aprobada el año 2013, pareciera insinuar la efectiva construcción del edificio de Fermín de Rueda.
Salazar Bravo señala lo siguiente: “Del año 1788 datan las primeras negociaciones realizadas a fines de adquirir un terreno adecuado donde construir la instalación que se conocería como la Casa de La Misericordia; su ubicación se decidió en el barrio de La Candelaria, una vez descartados otros lugares como la calle de San Juan, la cuadra perteneciente a las Monjas de la Concepción ubicada en Santa Rosalía”.

En todo caso el proyecto del ingeniero de Rueda se trataba de “un edificio de planta cuadrada articulado según un eje de simetría bilateral que le dividía en dos secciones, una para cada sexo, similar a las características del hospital de San Lázaro. Entre sus principales dependencias figuraban los dormitorios, cuartos para locos, para incorregibles y una capilla común. Dado que el concepto de su diseño estuvo influido por las ideas de uno de sus principales impulsores, el obispo Fray Juan Antonio de la Virgen María y Viana, y éste aducía que no sólo debía darse acogida a los pobres sino que convenía acostumbrarles al trabajo decente ejerciendo algún oficio, se previó de antemano la posibilidad de que en la casa se procesara algodón, motivo por el que se le habilitaron estancias donde se hilase, tejiese y cosiese”.
La Casa de Misericordia, de accidentada trayectoria y permanentes estrecheces económicas, “a causa de la premura de su fundación o tal vez porque nunca se la dotó de ordenanzas donde quedaran claramente fijados sus objetivos, … evoluciona sensiblemente a lo largo de los diez años en que aparece documentada”, afirmará Fuentes. Así, en sus inicios se pensó como “casa hospicio” para socorrer a los verdaderamente necesitados, diferenciándose entre “los mendigos de verdad y los de oficio”. Luego “se concibe el asilo tanto para unos como para otros” y se le empieza a conocer como “Casa de Misericordia”. “El cuarto estadio de su evolución se corresponde con la ‘Casa’ o ‘Cárcel de Corrección’ y sus inquilinos pasan a conocerse como ‘reos de corrección’, lo que revela que se ha operado en este corto periodo un cambio profundo”, señalará Fuentes. Fue, además, la primera institución para el cuidado de los enajenados en la ciudad. También funcionó como casa de acogida de niños no deseados, depositados por sus madres para que fuesen criados por la institución.
En estas condiciones transitará la entidad el final de la época colonial y toda la Independencia, con la particularidad de que Manuel Landaeta Rosales en Una calle histórica de Caracas (1907) señalará lo siguiente: “En 1810, se fraguó en la misma casa de Misericordia, la Revolución que tuvo lugar el 19 de abril de 1810 que fue la base de la independencia Suramericana”, reclamando para el lugar un respeto patrimonial e histórico que como veremos no fue valorado.

El hecho es que a Antonio Guzmán Blanco en 1881, durante su segundo mandato, con motivo de la conmemoración de los 60 años de la realización de la Batalla de Carabobo, le correspondió ordenar la demolición de la Casa de la Misericordia y destinar la manzana por ella ocupada a crear una plaza ornamental que desde entonces adquirió el nombre de la batalla que selló nuestra independencia. El también llamado inicialmente Parque de la Misericordia contó con una “fontana indígena” que luego estuvo rodando por diversos lugares de Caracas según http://mariafsigillo.blogspot.com/2013/10/la-plaza-de-la-misericordia-y-algo-mas.html.
Tal y como reseñan María Isabel Peña e Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015): “El diseño inicial integraba con diagonales ocho jardines y un círculo central, donde se implantaron seis bustos fundidos en París (de los cuales sólo se conservan dos) obra de los venezolanos Andrés Pérez Mujica (1873-1920) y Lorenzo González (1876-1948)”. Los bustos mencionados, de los cuales sólo se señalan cuatro dedicados a héroes participantes en Carabobo: Ambrosio Plaza, Thomas Ilderton Farriar, Pedro Camejo (El Negro Primero) y Manuel Cedeño en el blog de María Sigillo ya mencionado, aparecieron con motivo de la celebración en 1911 del primer centenario de la Independencia, cuando el ingeniero Ricardo Razetti (1868-1932), Director de Edificios y Ornato de poblaciones en el despacho de Obras Públicas, “modernizará el área poblada de árboles”.



El espacio sufrió otra modificación en 1924 hasta que, en 1934, Carlos Raúl Villanueva, a cargo de la Dirección de Obras Públicas y Ornato del Ministerio de Obras Públicas, rediseña la plaza. “Villanueva proyecta una fuente de planta circular y coloca en su interior un conjunto escultórico de Francisco Narváez (1905-1982), formado por cinco grupos de figuras humanas, que exaltan la belleza mestiza. La participación de Narváez en esta obra crea fuertes vínculos entre ambos, que luego los llevará a trabajar juntos en múltiples monumentos públicos que demuestran su afinidad y talento. La plaza, sombreada con árboles de amplias copas, resuelve las diferencias topográficas existentes de un extremo y otro, y ofrece distintas áreas de permanencia. En 1983, sufre una modificación en su cuadrante noroeste, eliminándose la jardinería para ubicar la estación de Metro que lleva su nombre”, precisarán Peña y González Viso.


Ubicado entre las esquinas Pelelojo, Las Queseras, Ño Pastor y Misericordia, limítrofe con el Liceo Andrés Bello al este, la avenida Universidad al norte, la avenida Sur 13 al oeste y la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas al sur, sobre el pasado del lugar sólo nos resta añadir que lo único que ha quedado como remembranza de lo que fue la Casa de la Misericordia, aparte de la esquina que lleva su nombre, ha sido una placa de mármol fechada en 1997, colocada a los pies de las escaleras de la plaza que remite a su condición de ser uno de los primeros centros de acogida en Caracas que atendía a pacientes psiquiátricos además de recibir a personas sin hogar, huérfanos y enfermos, pero sobre todo a muchos presos políticos, a los que la Corona hacía pasar por locos. Como señalará en el portal https://eldiario.com/2022/07/24/historias-esquinas-emblematicas-caracas/: “Una de estas víctimas fue Joaquina Sánchez, esposa del precursor independentista José María España. Ella no solo apoyó su causa, sino que además diseñó el pabellón de su movimiento, que ahora es la bandera del estado Vargas. Al fracasar la revolución de su esposo, él fue ejecutado en la Plaza Mayor, mientras ella fue internada en esa casa por ocho años”.
ACA
Procedencia de las imágenes
1 y 6. Colección Crono Arquitectura Venezuela
2. http://guiaccs.com/planos/el-plano-de-mendoza-solar/
3. Rosario Salazar Bravo, “Caracas, 1753-1810. Morfología y funciones urbanas desde la cotidianidad”, Tesis Doctoral en Arquitectura (FAU UCV) aprobada el año 2013
4. María F. Sigillo, Caracas en retrospectiva, «La Plaza de la Miseicordia y algo más» visitable en http://mariafsigillo.blogspot.com/2013/10/la-plaza-de-la-misericordia-y-algo-mas.html
5. https://mobile.twitter.com/Asi_era_Caracas/status/1425955397857431556
7. https://www.flickr.com/photos/jsg2/33783790226
8. http://guiaccs.com/obras/carabobo-park/
9. http://ppr-aracamuni.blogspot.com/2017/06/esquina-de-la-misericordia.html