EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

Forma y contenido en Wright

Ricardo Porro

Colección Espacio y Forma

nº 8, septiembre de 1960

Con la aparición de Forma y contenido en Wright de Ricardo Porro (1925-2014) se cierra un primer ciclo en el que la Colección Espacio y Forma, impulsada por la División de Extensión Cultural de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la  UCV, dirigida por Antonio Granados Valdés, apareció como pionera y única fuente de publicaciones institucionales (periódicas en este caso) destinadas a dar salida de forma monográfica a artículos, conferencias, foros o recopilación de textos o documentos que estuviesen vinculados a la labor complementaria a la docencia, de la cual la actividad de extensión es responsable.

Lo anterior se corrobora en el hecho de que ya el número nueve de la Colección (La transformación del hábitat humano de Eduardo Neira Alba), saldrá en enero de 1961 momento en que aparece casi al unísono el primer ejemplar de la revista Punto.

Otro aspecto que llama la atención del texto de Porro sobre Wright es que la conferencia, cuya transcripción lo origina, se produjo el 22 de abril de 1959, a pocos días del fallecimiento el 9 de ese mismo mes del gran maestro norteamericano, por lo que muy probablemente se realizó en homenaje al que Porro consideró el más importante arquitecto del siglo XX.

1. Página interior de Forma y contenido en Wright de Ricardo Porro.

En todo caso, el resultado se tradujo en un escrito de 9 páginas, impreso por Italgráfica, destinado, al igual que el resto de la serie “a la ampliación cultural del alumnado” y “a dotar a los futuros profesionales de la Arquitectura, de una sensibilidad predispuesta para todo lo que es consustancial con los goces del espíritu…” como solía sostener Granados.

Ilustrado con excelentes fotografías, Porro ofrece en Forma y contenido en Wright una aproximación a la obra del maestro estadounidense en la que explica de manera clara y concisa, como ya su título sugiere, tanto los aspectos formales como los relativos a su contenido, echando mano para lo primero de la primacía en el manejo del espacio, el cual analiza a partir de los principios que, según Heinrich Wölfflin, marcaban el tránsito entre lo clásico y lo barroco, situando a Wright claramente en la segunda categoría, tomando principalmente a Le Corbusier como representativo de la primera. En Wright, según Porro, harán acto de presencia de manera desigual pero permanente las categorías wölfflinianas de lo pictórico, lo profundo, la forma abierta, lo múltiple y la claridad relativa, propias de lo barroco, en los tres períodos en los que es clasificada su obra: el dominado por las “Prairie Houses” entre 1900 y 1911 cuando salta a la palestra internacional; el intermedio que va de 1911 a 1929 donde, al ocupar el movimiento racionalista el lugar más importante, su obra queda relegada a un segundo plano; y el tercero, correspondiente a sus “obras maestras” de 1929 hasta 1959 cuando “vibra al máximo y vuelve a ser el centro de la atención mundial”, de las cuales Porro echa mano (junto a las correspondientes influencias presentes en las edificaciones) para complementar el análisis de la forma.

2. Página interior de Forma y contenido en Wright de Ricardo Porro.

Para abordar lo relacionado al contenido, Porro introducirá las categorías de “contenido mediato” y “contenido inmediato”, señalando que “el contenido inmediato sería la expresión de lo que es el edificio, de la función que realiza y de lo que se vive dentro de él. El contenido mediato sería la expresión del momento histórico que vive el hombre. Es en este sentido que la arquitectura, como todo arte, es símbolo”. Ambos aspectos harán acto de presencia en la obra de Wright de manera clara lo cual Porro explica con concisión y alto sentido didáctico siendo Wright “el artista que expresa y ayuda a crear integralmente las corrientes formales y los contenidos más característicos de la época”.

3. Ricardo Porro fotografiado por Paolo Gasparini (c.1957).

Ricardo Porro, uno de los principales arquitectos cubanos del siglo XX, nacido en Camaguey, egresado de la Universidad de La Habana en 1949 que construyó ese año su primer proyecto (Villa Armenteros en La Habana), cursó estudios de postgrado durante dos años en el Instituto de Urbanismo de la Sorbona, París, aprobó el Curso CIAM en Venecia, y al regresar a su país en 1952, trabajó ejerciendo la arquitectura en La Habana donde realizó una serie de obras: Villa Ennis (1953), Villa San Miguel (1953), Villa Villegas (1953), La Casa García (1954), la casa Abbot-Villegas (1954) y la casa Timothy Ennis (1957) caracterizadas por mostrar tendencias orgánicas distintivas, las cuales forman parte importante del movimiento de arquitectura moderna en Cuba, tal y como se apunta desde Wikipedia.

Porro llega a Venezuela exiliado en 1957 cuando se descubrieron sus actividades subversivas tras la fracasada huelga general aquel año. Poco antes había publicado “un artículo polémico, El sentido de la Tradición, pidiendo una arquitectura cubana que reconociese las especificidades de la cultura y de la historia: ‘una arquitectura negra'».

En Venezuela, donde permanecerá entre 1957 y 1960, Porro fue contratado como profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, trabajó en el Banco Obrero junto a Carlos Raúl Villanueva, coincidió con otro cubano insigne como lo fue Wilfredo Lam y conoció a dos arquitectos expatriados italianos: Roberto Gottardi y Vittorio Garatti, con quienes trabajaría posteriormente al regresar a Cuba en 1960 llamado por la Revolución para asumir el diseño de las nuevas Escuelas Nacionales de Arte de La Habana.

4. Ricardo Porro. Casa para Timothy Enis, La Habana, Cuba (1957).
5. Ricardo Porro. Escuela de Artes Plásticas, La Habana, Cuba (1961-1965).
6. Ricardo Porro. Escuela de Danza Moderna, La Habana, Cuba (1961-1965).

Así, Porro proyectó y construyó entre 1961 y 1965 la Escuela de Danza Moderna y la Escuela de Artes Plásticas, correspondiéndole a Gottardi la Escuela de Teatro y a Garatti la de Música y Ballet, obras todas que quedaron inconclusas y sin embargo empezaron a ser utilizadas hasta que 40 años después a Porro y Gottardi se les convocaría en medio de un intento por ser completadas. Pese a los avatares, desde su apertura estos edificios pasaron a ser piezas fundamentales dentro de sus trayectorias y las obras cubanas de cualquier período más divulgadas internacionalmente. La experiencia quedaría registrada en 2011 en el documental de 86 minutos Unfinished Spaces dirigido por Alysa Nahmias y Benjamin Murray.

A causa de sus opiniones políticas en contra de la Revolución, Porro dejó Cuba en 1966 y se instaló en Francia. Una vez en Europa, Porro impartió clases en París, Lille y Estrasburgo en historia del arte y la arquitectura.

En sus proyectos y obras europeas puso de relieve su drama en la expresión plástica de las formas, dándoles cualidades esculturales, como en el proyecto para el concurso del Palacio del Aire y el Espacio de Paris, 1967.

“Su primera obra de arquitectura construida en Europa fue en 1969, cuando, a petición de Robert Altman, un importante filántropo y coleccionista de arte, concibió el centro de L’Or du Rhin en Vaduz, Liechtenstein”, donde la diferencia de relación entre la estructura y el volumen está claramente representada. Por otro lado, los contrastes de luz y espacio se caracterizan en la plasticidad estructural evidente en la Escuela Elsa Triolet (1990) en Saint-Denis, París.

7. Ricardo Porro. Izquierda: Centro de L’Or du Rhin en Vaduz, Liechtenstein (1969). Derecha: Escuela Elsa Triolet, Saint-Denis, París (1990).
8. Ricardo Porro con la colaboración de Renaud De La Noue. Izquierda: Colegio Cergy-le-Haut, Cergy-Pontoise (1996). Derecha: Edificio en Montreuil (1992

Por otro lado, desde 1981, cuando siendo aún estudiante Porro lo invitó a participar en la propuesta para el concurso de la polémica remodelación del barrio de Halles en París, estableció un vínculo muy importante con su discípulo y arquitecto francés Renaud De La Noue con quien a partir de 1986 logró un significativo número de realizaciones.

“Ricardo Porro no es un arquitecto prolífico en cuanto a obras construidas se refiere. Su producción siempre habrá que analizarla en base a la extrema calidad de unas pocas realizaciones y muchos proyectos, y no por un gran volumen de edificaciones ejecutadas. Sin embargo, desde el mismo inicio de su carrera, sus obras y su pensamiento han provocado tal interés que hoy se pueda contar con una extensa bibliografía al respecto”, se precisará en https://es.wikiarquitectura.com/arquitecto/porro-ricardo/

9. Izquierda: nº1 de la revista Punto, enero 1961. Derecha: nº1 de la revista Taller, julio 1963.

Con relación a la presencia de Wright durante los primeros años de existencia de la revista Punto y la gestión de Granados Valdés, ya en “Algo más sobre la postal” número 66 publicado en este Boletín el 11 de junio de 2017, dedicado a la exposición de fotografía que sobre el maestro norteamericano se montara en los espacios de FAU UCV en 1963, señalábamos que aparte de la publicación que hoy nos ocupa, en el mismo nº 1 de la revista (enero 1961), tras la estela del fallecimiento dos años antes de Wright y de la apertura post mortem del emblemático Museo Guggenheim de Nueva York (cuya fotografía ocupa la portada), aparecen “Arte de hoy, museo del mañana” de M.T. Magis y “El museo de F.L. Wright” de Bruno Zevi, autor este último que, como se sabe, estudió su obra y contribuyó a divulgarla a lo largo de toda su vida.

Entonces agregaríamos, luego de dejar constancia de la presencia de Wright en la “Muestra fotográfica de arquitectura norteamericana” que se presentó en los espacios de la FAU UCV, reseñada también en Punto nº 6 de marzo de 1962, y de la exposición de 1963 que copa por primera vez la sala de exposiciones de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo con la obra de un importante arquitecto extranjero, cómo dentro de la efervescencia que produjo la muestra coincide (no creemos que por casualidad) el lanzamiento (julio 1963) del nº 1 de la revista estudiantil Taller, “una publicación del taller de arquitectura `Taliesin La Floresta´, Caracas”, donde se recoge el artículo “Frank Lloyd Wright: El titán de Taliesin” de Jorge Soto Nones, claro indicio de la veneración que este grupo le profesaba.

Luego de ese año marcadamente wrightiano, su sombra no desaparece del todo. Se anuncia (Punto, números 22 y 23, marzo y mayo-junio 1965, respectivamente) otra exposición (en este caso de dibujos), organizada por profesores y estudiantes de la Escuela, denominada “Diseños de F.L. Wright”, que finalmente se abre entre el 30 de julio y el 18 de agosto y se reseña en Punto nº 24 (julio-agosto 1965).

También, se publican en la misma revista: “La Herencia de Wright” de Vincent J. Scully (nº 18, junio 1964), “Los arquitectos americanos buscan el espacio perdido” de Bruno Zevi (nº 28, agosto-septiembre 1966), “Frank Lloyd Wright ¿Mito o realidad?” de Leonardo Benevolo (nº 32, julio-agosto 1967) y “Wright: un genio solitario” de Michel Ragón” (nº 36, junio 1968).

10. Izquierda: Ricardo Porro (c.2005). Derecha: Edgar Aponte. “Conversación con Ricardo Porro”, publicada en el semanario Arquitectura HOY el 22-05-93

Porro no regresaría a Venezuela sino hasta 1993 cuando en el marco de la celebración en la FAU UCV del Sexto Seminario de Arquitectura Latinoamericana (SAL), bajo el lema «Nuestra Arquitectura Reciente. Conceptos y Realizaciones», se inauguró, el domingo 2 de mayo, en el Museo de Artes Visuales Alejandro Otero (MAVAO), en la Zona Cultural de La Rinconada, la exposición La Arquitectura de Ricardo Porro que contó con su presencia.

El retorno de Porro a Caracas con motivo del SAL sirvió para que Edgar Aponte le realizara una entrevista: “Conversación con Ricardo Porro”, publicada en el semanario Arquitectura HOY el 22-05-93. El diálogo, recoge sin interrupciones, la convicción por parte de Porro en la realización de una arquitectura que no debía ocuparse tanto de las imágenes sino de gestos tales como la convulsión y la pasión barroca, propios de la misma esencia de lo latinoamericano.

De entre los arquitectos venezolanos que podríamos considerar discípulos de Porro destaca el venezolano Miguel Acosta quien tuvo la oportunidad, durante su estadía en Francia entre 1979 y 1984, de estudiar con él en la Unité Pédagogique d’Arquitecture de Villeneuve d’Asq de Lille de 1980 a 1982, desarrollar proyectos en conjunto y mantener luego una estrecha relación con quien siempre consideró como su maestro.

Ricardo Porro fue nominado al Premio Pritzker en 1994.

ACA

Procedencia de las imágenes

Encabezado, 1, 2 y 9. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

3. https://cubanartnewsarchive.org/es/2015/01/29/mirando-atras-un-encuentro-con-ricardo-porro-primera-parte/

4. https://www.epdlp.com/arquitecto.php?id=9140

5. https://twitter.com/portavoztv/status/983747427906805760

6. https://www.metalocus.es/es/noticias/ricardo-porro-arquitecto-cubano-autor-de-la-escuela-nacional-de-arte#

7. https://www.outdooractive.com/en/poi/ostschweiz-liechtenstein/centre-for-art/49403948/ y https://www.epdlp.com/arquitecto.php?id=9140

8. https://www.epdlp.com/arquitecto.php?id=9140 y https://www.pinterest.es/pin/404338872777213842/

10. Colección Crono Arquitectura Venezuela y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

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