ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 294

Antes de la creación del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), institución pública responsable de la planificación y construcción del proyecto y el sistema de acueductos que surtirían a Caracas de agua potable, el sistema de acueductos de la ciudad transitaba un cambio de modelo, como se desprende de observar el plano de 1938 que ilustra nuestra postal del día de hoy.

Con anterioridad, en 1928, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) produjo un plano (Planoteca de Hidrocapital, Memorias del MOP 1928), con las distintas hoyas de la red de cloacas que alcanzaban un total de 10, de Oeste a Este y de Norte a Sur: Agua Salud, Los Padrones, Catuche, Punceres, Anauco, Santa Rosa de Lima, Caroata, Santa Teresa, Cienfuegos y El Paraíso. Algunos autores señalan que el diseño del alcantarillado de estas hoyas fue realizado siguiendo modernas normas para una ciudad que para 1930 tenía 196.000 habitantes. Particularmente, Roger Martínez Rivas en “La gestión del agua en Caracas, desde un enfoque urbanístico: historia y perspectiva” (2012), texto publicado en la revista Mundo Nuevo, año 4, número 9, señala: “La sección transversal de los conductos en las calles debía ser capaz para el agua de lluvia y el agua servida, mientras que en los drenajes naturales se previó la construcción de colectores marginales donde, mediante aliviaderos, los excesos serían evacuados hacia las quebradas”.

1. Plano de Caracas y sus alrededores, Eduardo Röhl, 1934.

A partir de 1930 la ciudad comenzaba a ocupar la totalidad del valle, tal y como lo evidenciara el dibujo y la construcción del plano a escala 1:30.000 denominado “Caracas y sus alrededores”, del ingeniero Eduardo Röhl en 1934. La capital comenzaba a crecer de forma dispersa hacia el Este, con nuevas urbanizaciones con trazados disímiles como el Country Club, La Florida, Los Palos Grandes y Los Chorros, que para entonces eran destinos de retiro y esparcimiento vinculados por la Carretera del Este, mientras que los cascos coloniales de Caracas, Chacao y Petare aún permanecían como centros poblados compactos regidos por la lógica del damero. Este crecimiento fragmentario por parches que representó Röhl, es un claro antecedente del plano de acueductos, con un enfoque coincidente que muestra a Caracas evolucionando hacia un modelo que promovió las urbanizaciones aisladas y autónomas siguiendo un orden propio. Un modelo cuya infraestructura de servicios siguió un desarrollo similar. Es así como la capital se encontraba inmersa entre el empuje de la iniciativa privada y la falta de articulación de las políticas públicas para la dotación de servicios.

El Plano de Acueductos en el Valle de Caracas, que se documenta en el libro Contribución al estudio de los planos de Caracas (1967) de Irma Lovera De Sola, refleja una urbe que empieza a adquirir una dimensión metropolitana, con un área urbanizada de alrededor de 1.000 Ha. hacia 1930. Su representación muestra una ciudad en franca expansión y su elaboración forma parte de la gestión técnica de la División de Obras Hidráulicas y Sanitarias, adscrita al Ministerio de Obras Públicas. En él se reseñan los 31 principales acueductos del valle de Caracas como parte de un esfuerzo por comprender la totalidad de la ciudad y la creciente preocupación por el desarrollo urbano, la rápida extensión de la ciudad a partir de 1930 y la necesidad de construir una infraestructura común de servicios, que para 1938 se encontraba en plena transición. Las redes de agua de la ciudad premoderna se debatían entre dos modelos: el modelo basado en los sistemas autónomos que abastecían al casco central y a urbanizaciones en forma aislada, y el modelo de sistemas integrales de agua potable, alcantarillado sanitario y recolección de aguas pluviales. Un proceso de transformación que conduciría a un plan general de alcantarillado y la adopción de un nuevo sistema de recolección de afluentes mediante colectores marginales a las quebradas y al río Guaire.

El plano muestra los 31 acueductos, representados con puntos, a partir de los cuales se desprenden manchas que delimitan zonas servidas por cada uno de ellos. Así, las urbanizaciones podían estar abastecidas por pozos o directamente por quebradas, es decir por fuentes subterráneas o superficiales. Algunos ejemplos son Maripérez (surtida por pozo y quebrada); La Florida, parte alta y baja por dos pozos; Sabana Grande y Chapellín surtidas por la quebrada Country Club, así como Las Delicias, Country Club y Campo Alegre; Los Palos Grades abastecida por la quebrada de Pajaritos; Sebucán, por la quebrada del mismo nombre; Dos Caminos y los Chorros, por Tócome y La Tenería; Boleíta por pozo; Petare por el río Caurimare; y El Valle, por el río Valle, entre otras.

En este contexto cabe destacar que dos años antes de la elaboración de este plano, en 1936, había sido creada la ya mencionada División de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas (MOP), para planificar la distribución de agua en la capital. Se trataba de una unidad técnica que llevaría adelante el complejo manejo del sistema de aguas, que luego sería elevada al rango de División de Obras Hidráulicas y Sanitarias en 1937, dirigida por el ingeniero Juan Francisco Stolk.

El Plano de Acueductos está tambien directamente vinculado a dos hechos de importancia remarcados por Alfredo Cilento en El Ministerio de Obras Públicas en la construcción de la infraestructura para el desarrollo (1874-1976) -2015-: por un lado, la presentación en mayo de 1938 por parte del Presidente Eleazar López Contreras del Plan Trienal 1939-1941 del Ministerio de Obras Públicas, donde se contemplaba la construcción del sistema de cloacas para las principales ciudades del país y, por otro, la creación la de la Dirección de Cartografía Nacional en 1937.

El plano muestra una época donde era urgente la necesidad de potabilizar el agua bajo claros criterios científicos e ingenieriles debido a la diversidad de desarrollos y operaciones de urbanización autónoma. Por otro lado, como señala Boris Castellanos en el texto El legado del INOS a Hidroven y sus filiales, presentado en el Foro «Venezuela y las metas del milenio, en agua potable y saneamiento», realizado en Maracaibo en noviembre de 2013, en 1940 Santiago de León de Caracas y sus parroquias foráneas contaban ya con 341.000 habitantes, y el agua escaseaba pues los sistemas en funcionamiento solo eran capaces de cubrir la mitad de la demanda sumado a que el suministro no era uniforme.

Ante este escenario, en 1943 la División de Obras Hidráulicas y Sanitarias del MOP sería sustituida por el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), cuya creación sentaría las bases para la formulación de normas, planificación y construcción de los sistemas integrales de agua y saneamiento en la capital. Esta institución sería la encargada de llevar adelante de forma decidida, la transformación del sistema de captación, almacenamiento, potabilización y ampliación de las redes de distribución, bajo un esquema técnico sustentado en cotas altimétricas. Cabe señalar que para este período aún se estimaba que las fuentes propias del Valle de Caracas eran suficientes para lograr su abastecimiento, proyectándose su almacenamiento en los embalses de Agua Fría y La Mariposa para compensar períodos de estiaje, como apunta Martínez Rivas. 

Según el mismo autor, la modernización del sistema por parte del INOS traería consigo otras mejoras, como la prolongación de los colectores marginales izquierdo y derecho del Guaire, la descarga al río sin depuración y la adopción del sistema separado de recolección de aguas pluviales y de lluvia en las nuevas urbanizaciones al Este.

No fue sino hasta el inicio de los años cuarenta cuando los principales embalses se construyeron para poder surtir de agua la capital y formar parte de un complejo sistema basado en cuatro componentes: el almacenamiento, las plantas de tratamiento, las estaciones de bombeo y las redes de distribución.

2. Aviso de prensa publicado en 1956 que anuncia la inauguración del Nuevo Acueducto para Caracas (Aducción Río Tuy) por parte del régimen de Marcos Pérez Jiménez, realizado en un lapso de diecisiete meses.

Consulting Engineers C.A sería la empresa encargada por parte del MOP, del diseño del sistema de abastecimiento de aguas proyectado a 50 años, desarrollando las represas La Mariposa (1944) y Agua Fría (1949), dotando así a la capital con grandes embalses que se complementaron con un moderno sistema de acueductos para hacer frente a la creciente demanda del servicio. Años mas tarde el sistema de embalses se complementaría con las reservas de Quebrada Seca (1960-1961), Lagartijo (1962); Camatagua (1962-1964), La Pereza (1969), Ocumarito (1967-1969), Taguacita (1984) y Macarao (en dos etapas 1975 y 1999).

Entre los años 60 y 70 el Area Metropolitana de Caracas ya contaba con un eficiente servicio de agua gracias a la construcción de los sistemas de distribución Tuy I, II y III. Según registros, el crecimiento más explosivo de la demanda de agua en la capital se produjo entre 1950 y 1990 cuando la población pasó de 700.000 a 3.375.000 habitantes, y posteriormente la ciudad cayó en una crisis permanente ocasionada por falta de planificación e inversión, problemas ambientales y falta de mantenimiento.

El Plano de Acueductos es una pieza fundamental para comprender la historia del agua en Caracas, asociada a la necesidad de organizar el desarrollo de la capital e intensificar la inversión pública en acueductos y cloacas. Su producción se inserta en una época de decisiones técnicas donde la creación del Banco Obrero (1928), la creación del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (1943), y la construcción del dique y la planta potabilizadora de La Mariposa (1944-1951) emergen como hitos bajo una visión modernizadora iniciada en la ciudad premoderna, aspecto que fue incorporado al Plan de Obras Públicas presentado a la nación por Isaías Medina Angarita en 1942. 

Presumimos que este plano también guarda relación con el “Plano de Caracas con indicación de las cloacas y obras sanitarias construidas en el año 1937 y zonas provistas de cloacas de la nueva red” del cual tenemos poca información. 

En resumen, el Plano de Acueductos es un recordatorio de la imperante e impostergable necesidad de volver a estudiar la situación del agua en el Área Metropolitana de Caracas para identificar su estado actual, así como los espacios de oportunidad, y programar las acciones necesarias para su mejora y previsión futura.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal. Irma de Sola Ricardo. Contribución al Estudio de los planos de Caracas, 1967

  1. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-del-caballo/

2. Colección Crono Arquitectura Venezuela

¿SABÍA USTED…

… que en 1928 es inaugurada la que hoy se conoce como Plaza Sucre en Catia?

1. Inauguración de la Plaza «Juan Crisóstomo Gómez» (hoy Plaza Sucre), 1928.

La determinación del origen formal del espacio urbano ocupado por lo que hoy se conoce como la Plaza Sucre, al comienzo de la avenida del mismo nombre en Catia, merece como mínimo una explicación. Se trata, en principio, del punto por el cual primero la carretera abierta en 1845 (inaugurada por el presidente Carlos Soublette) y luego el ferrocarril La Guaira-Caracas puesto en funcionamiento en 1883 por Guzmán Blanco hacían su entrada en la capital, y donde este último tras culminar su ascenso, tomaba rumbo a la estación Santa Inés en Caño Amarillo. La carretera hacia La Guaira, que contará con un nuevo trazado a partir de 1920 cuando Juan Vicente Gómez la reinaugura con entrada en Plan de Manzano, se empalmaría con el “Viejo camino del Oeste” para marcar el eje sobre el que se construiría luego la avenida Sucre. Esta circunstancia marcó un sostenido crecimiento demográfico del lugar produciendo en la zona de Catia un considerable aumento en la migración hacia allí y la consolidación de caseríos y barrios ya existentes.

2. Izquierda: Trazado del Ferrocarril La Guaira-Caracas inaugurado en 1883. Derecha: Trazado de la carretera Caracas-La Guaira reinaugurada por Juan Vicente Gómez en 1920.
3. Izquierda: Juan Crisóstomo Gómez, desde 1915 Gobernador del Distrito Federal y desde 1922 Primer Vicepresidente de Venezuela. Derecha: Fotografía del día del entierro de Juancho Gómez en 1923 con el Benemérito en el centro.

Pero no será sino hasta 1923 cuando, según acuerdo del Concejo Municipal del Distrito Federal, se decrete “por disposición del Presidente Constitucional de la República” la construcción de “una Plaza en el extremo occidental de la ‘Avenida Sucre’ denominada ‘Plaza General Juan C. Gómez’”. Inaugurada finalmente en 1928 de acuerdo a “los planos e indicaciones del Ingeniero Municipal” que incluían la ubicación en el centro del espacio de un busto en bronce, con la creación de la plaza Juan Vicente Gómez buscaba reivindicar la figura de su hermano Juan Crisóstomo (“Juancho”), asesinado en su habitación del Palacio de Miraflores en 1923 cuando ostentaba los cargos de Primer Vicepresidente de la nación y de gobernador del Distrito Federal. Cabe destacar que los cinco años transcurridos entre la perpetración del crimen de Juancho Gómez y la inauguración de la plaza sirvieron al Benemérito para confirmar las sospechas, luego de determinarse que el capitán Isidro Barrientos fuese el autor material del hecho, del involucramiento de quien fuera su primera concubina, Dionisia Bello, en el mismo y con ello su destierro a Francia poco después del asesinato, siguiéndole los pasos en 1925 su hijo Juan Vicente inmiscuido también en el magnicidio.

4. Trazado de la Nueva Caracas proyectada en los terrenos de Catia en 1929 mostrado en el Plano de Caracas y sus alrededores de 1941.

Tal y como recogen María Isabel Peña e Izaskun Landa en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), cuando “en 1929, el Sindicato Nueva Caracas promueve en la zona la construcción de un gran trozo de ciudad, en un terreno plano luego de atravesar un cuello entre cerros, desde el casco fundacional y en sentido noroeste, donde se desarrollaron unas 58 manzanas (rectangulares y cuadradas) diseñadas por el ingeniero Oscar Ochoa”, será el espacio ocupado por la plaza “Juan Crisóstomo Gómez” el que articulará el eje central del trazado en sentido noroeste-suroeste constituido por la avenida España, con el “Viejo Camino del Oeste” conocido como avenida Sucre desde 1922, que se desarrollaba hacia el este y permitía la llegada desde Catia al centro de Caracas.

5. La Plaza Sucre en la década de los años 40 del siglo XX cuando aún no había sido trasladada la estatua ecuestre del Gran Mariscal de Ayacucho.

Tras la muerte de Gómez a finales de 1935, la plaza “Juan Crisóstomo Gómez”, por presión popular que culminará con el derribo del busto que la presidía, pasa a denominarse “Agustín Codazzi”. Cuando en 1936, junto a San Agustín, Catia y sus alrededores son finalmente convertidos por el Concejo Municipal del Distrito Federal en la parroquia Sucre, se da pie para que dicha entidad acuerde el 11 de noviembre de 1941 “denominar Plaza Sucre, la llamada hasta ahora Plaza Agustín Codazzi”, lo cual no impidió que dejase de ser conocida popularmente como “plaza Catia”.

Será después de 1951 que el espacio pasará a estar presidido por una imponente estatua ecuestre del Mariscal de Ayacucho, realizada en París en 1922, obra del reconocido escultor venezolano Lorenzo González (1876-1948). La escultura estuvo colocada desde su llegada a Venezuela en 1922 en el cruce de la avenida San Martín con la 19 de diciembre (luego 9 de diciembre y hoy Washington) que conduce tras pasar el Puente 9 de diciembre hacia El Paraíso, y allí se mantuvo al menos hasta que finalizó la construcción del edificio Sede de la Junta de Beneficencia Pública del Distrito Federal, inaugurado en 1951 y diseñado por el arquitecto Doménico Filippone.

6. Foto de la estatua ecuestre de Antonio José de Sucre, obra de Lorenzo González, ubicada en el cruce de la avenida San Martín con 9 de diciembre al inaugurarse en 1951 el edificio sede de la Junta de Beneficencia Pública del Distrito Federal, diseñado por el arquitecto Doménico Filippone.

La afirmación de que la escultura de Sucre muy probablemente haya pasado casi 30 años en su ubicación original al norte del Puente 9 de diciembre hasta su traslado a la plaza Catia, tiene asidero en la fotografía tomada en 1951 en momentos en que se inauguraba el edificio de la Beneficencia. De su pedestal neoclásico original en mármol se desconoce el destino ya que cuando es reubicada se diseña y construye uno nuevo que es el que hoy conocemos.

De la información obtenida del blog “Caracas cuéntame” y en particular de la entrada titulada “Catia existía mucho antes a la fundación de Santiago de León de Caracas”, de gran utilidad para la elaboración de esta nota, con respecto al lapso transcurrido entre el cambio de nombre de la plaza Agustín Codazzi por Plaza Sucre (1941) y el traslado del monumento ecuestre de Sucre a dicho lugar (1951) no se tiene información de si allí existió “una estatua o busto alusivo al Héroe de Ayacucho, antes de la colocación de la obra del escultor Lorenzo González. (…) La duda surge puesto que en el acuerdo de cambio de denominación de nombre de la plaza Agustín Codazzi por la de Sucre, no se hace mención alguna sobre la colocación de una escultura distinta a la que posee actualmente”.

7. Dos tomas recientes de la Plaza Sucre.

Desde 1983 con la inauguración de la Línea 1 del Metro de Caracas (Propatria-Palo Verde) la plaza Sucre, donde se encuentra una de las estaciones del subterráneo, marca el inicio del Bulevar de Catia (construido en lo que fue la avenida España), red de espacios públicos superficiales que llega hasta La Silsa, e incluye la plaza Pérez Bonalde.

La plaza a la que hoy hemos dedicado esta nota fue remodelada por completo y reinaugurada en 2008 anexándosele un espacio de 600 m2. En diagonal a una de sus esquinas, al sureste, se encuentra ubicado el Teatro Catia, abierto al público en 1940.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. http://epaleccs.info/catia-rebelde-en-febrero/

2. https://www.pinterest.com/lrgarater/ferrocarril-la-guaira-caracas/ y https://www.facebook.com/LaguairaenRetrospectiva/photos/mapa-carretera-vieja-caracas-la-guaira/354417928028809/

3. https://correodelara.com/http-bit-ly-2makoyk/ y https://camaradecaracas.com/ocurrio-aqui/magnicidio-en-el-palacio/

4. http://guiaccs.com/zona-2/

5 y 6. Colección Crono Arquitectura Venezuela

7. https://mapio.net/pic/p-76234086/ y http://guiaccs.com/obras/plaza-sucre/

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Social Urbanism

Reframing Spatial Design – Discourses from Latin America

María Bellalta

Applied Research + Design, ORO Editions

2021

Idioma: inglés

Sinopsis

Gabriel Díaz Montemayor, miembro de la American Society of Landscape Architecture (ASLA), dijo que este libro de Maria Bellalta, ASLA, decana de la Escuela de Arquitectura Paisajista del Boston Architectural College, es “una adición bienvenida al creciente número de publicaciones sobre la forma de urbanismo orientada a la justicia social, la arquitectura, y espacio público que emana de Medellín y Colombia. El hecho de que el libro evite un enfoque de diseño es refrescante. En cambio, el urbanismo social se enfoca en los procesos sociales y políticos que permitieron la existencia de estos proyectos”.

ACA

EXPOSICIÓN

RÉVOLUTIONS XÉNAKIS

Musée de la Musique

Philarmonie de París

Del 10 de febrero al 26 junio de 2022

Con motivo del centenario del nacimiento de Iannis Xenakis, la Philharmonie de París ofrece una exposición que celebra las diversas facetas de este artista único: compositor, ingeniero, arquitecto pero también matemático. Asímismo, quiere situar al compositor en su época y dar cuenta de los movimientos políticos y culturales que han ayudado a definirlo.

Este evento, al que está asociado la Fundación Le Corbusier, recuerda también la visita de Xenakis al taller del 35 de la rue de Sèvres. Allí su obra fue más preciada, especialmente por sus colaboraciones en el Pabellón Phillips o el convento de La Tourette.

Se exponen 20 obras musicales y arquitectónicas, instalaciones sonoras y numerosos documentos originales y de archivo: fotografías, maquetas, partituras y documentos personales.

Durante el período expositivo, se programarán numerosos conciertos de la obra musical de Iannis Xenakis.

Comisarios de la exposición: Mâkhi Xenakis y Thierry Maniguet
Escenografía: Jean-Michel Wilmotte.

ACA