
La propuesta para el Complejo Urbano y Arquitectónico del Museo de Petróleo, Cabimas, Edo. Zulia, ganadora de un concurso convocado en 1983 por Petróleos de Venezuela S.A. y desarrollada en 1984, le ofreció a Jorge Rigamonti (1940-2008) la oportunidad de incorporar en su resolución todo el contenido metafórico que el tema petrolero podía encerrar.
Buscándose en todo momento ofrecer un desarrollo turístico importante de escala nacional e internacional para la costa oriental del Lago de Maracaibo, dentro del cual el Museo se convertiría en el punto focal, se asumió en todo momento un relevante papel didáctico en cuanto mostrar el pasado, presente y prometedor futuro de la industria petrolera venezolana.

En la completa reseña publicada en https://www.behance.net se explica que “El proyecto urbano comprende: una plaza en conmemoración de ‘El Reventón’ de 1922, ya construida, donde el pozo Barroso II marcó el inicio de la explotación comercial a gran escala del petróleo en Venezuela; el edificio sede del Museo del Petróleo (con un área de construcción de 55.144 m2); un complejo hotelero con un malecón; un anfiteatro; y un parque de 500.000 m2, con áreas para exposiciones industriales, ferias, umbráculos, un parque recreacional, y un paseo costero.” Cabe señalar que el tratamiento paisajístico estuvo a cargo de Maciá Pintó y María Luisa Acosta.
Tuvo particular relevancia para el proyectista en su planteamiento el tomar en cuenta los aspectos funcionales, espaciales y constructivos y la posibilidad de remitir a una secuencia de imágenes que fuesen motivadoras y cargadas de memoria y arraigo. De tal forma aparecen referencias al Lago de Maracaibo, a los ancestrales palafitos que lo ocupaban a la llegada de los conquistadores y a las más actuales instalaciones petroleras; también a la posterior y más novedosa aparición de refinerías en nuestro territorio; y a la oportunidad de incorporar una semblanza de lo venezolano a través de tepuyes, vegetación tropical recreada tanto en el parque como en la edificación en clara alusión a la idea de Uslar de “sembrar el petróleo”.

De imagen poderosa a la vez que compleja pero trabajada con un rigor geométrico exquisito, que pone en evidencia un claro planteamiento estructural a cargo de Josef Dragula, el edificio del museo se maneja con claro protagonismo y teatralidad asumiendo su condición de centro geométrico del parque. Para ello Rigamonti apela a la idea de hacerlo surgir del agua y rodearlo a la vez de áreas verdes, metáfora que remite al rol jugado por el hombre en la transformación de la tierra en energía. Su concepción obedece a una sucesión de cuerpos autónomos donde se le da singular relevancia a las relaciones que garanticen su percepción como un todo volumétrico debidamente articulado. “Este concepto permite resolver en concreto armado, las áreas de exposición y servicio que necesitan aislamiento térmico y aire acondicionado. Los elementos de unión, como corredores y escaleras, son livianos, en aluminio y generan los movimientos de un cuerpo a otro, están siempre rodeados de agua y/o vegetación. Los equipamientos técnicos se ubicaron, siempre perimetralmente a la edificación, tanto en el cuerpo horizontal como en el vertical, y también en todo el nivel inferior, facilitando la operatividad general y las operaciones de mantenimiento, sin entorpecer los movimientos del público. Los elementos mecánicos utilizados por la industria petrolera son generalmente simétricos y de formas puras. En el museo la simetría permite relacionar enfáticamente las formas primarias utilizadas: círculo y cuadrado, cilindro y cubo. El paseo costero ‘La Rosa’ da presencia al lago y relaciona lo urbano con el parque y el museo”.
Cuidadas todas la variables relacionadas a lo museístico y su compromiso pedagógico con un público amplio, el cuerpo horizontal fue concebido para albergar las exposiciones buscando mostrar «¿Qué es, en dónde está, cómo se extrae, y cómo se transporta el petróleo?». También se ofrece allí material de interés para personas que manejen mayor información sobre el tema. Los seis módulos prismáticos que lo conforman, construidos con paredes de concreto armado, se organizan en torno a un patio que es en realidad un espejo de agua “del cual brota el ‘Túnel Geológico’ y se apoya la cabria petrolera”, y se comunican a través de corredores de rejillas metálicas.

El patio de hace presente permanentemente a lo largo del recorrido del público.
La ubicación de los servicios, como ya se adelantó, es perimetral al cuerpo horizontal encontrándose conectados por una calle de apoyo que se disimula por taludes de tierra y grama, utilizados, además, para aportarle presencia y escala al edificio en relación a la dimensión del parque. La zona administrativa, talleres de mantenimiento y depósitos, situados en un piso inferior completan el contenido de este cuerpo.
Por su parte, el volumen vertical está destinado a alojar la exposición «El Petróleo, energía útil al hombre». Inspirado en la imagen de una refinería, está formalmente constituido por un cilindro cuyo centro (que contiene “la torre de fraccionamiento”) funge de patio el cual a su vez contiene una rampa de exhibición. La torre “se recorre verticalmente, por medio de un elevador de paredes transparentes que permite observar el proceso básico de refinación, al llegar a la parte superior, se sale en medio del patio vertical, definido por paredes de vidrio reflejante que producen el efecto de una refinería infinita”. Siguiendo una clara secuencialidad, es desde allí desde donde se pasa, para descender, a la exposición en la rampa “donde se observa, la refinería infinita en el exterior y las múltiples aplicaciones y productos del petróleo, en el interior”.
Finaliza la detallada descripción del proyecto explicando la manera como cierra el meditado recorrido en el vulumen vertical: “Este cilindro elevado en concreto, está rodeado por una malla tubular tridimensional que soporta los servicios, los corredores de mantenimiento, y planos de hiedra organizados en forma de damero en las fachadas. Un sistema hidropónico alimenta dicha hiedra que cumple una función climática (reduciendo la temperatura interna). Una cafetería con terrazas y miradores panorámicos, completan el cuerpo vertical. El recorrido del público, bajando por la rampa en espiral, termina en las terrazas mirador ubicadas sobre el cuerpo horizontal. Desde allí el público puede ir, cruzando el espejo de agua, a las exposiciones exteriores, los umbráculos, el vivero exposición, el parque recreacional, el complejo hotelero, el malecón y tomar paseos en lancha por el lago”.

El que hoy hayamos recurrido a describir este impactante edificio, para lo cual ha sido de gran ayuda el excelente material gráfico que también se aporta desde https://www.behance.net, donde Rigamonti pone de relieve sus dotes de talentoso arquitecto, tiene por un lado la finalidad de mostrar la manera como es asumido con absoluto profesionalismo y credibilidad el reto de llevar a delante una propuesta compleja y retadora y, por el otro, el poder encontrar en este proyecto urbano buena parte de las preocupaciones que lo acompañaron a lo largo de su carrera: ofrecer soluciones funcionales e innovadoras, no perder de vista el fin social de las edificaciones, tener siempre presente las condiciones ambientales, uso de estructuras metálicas que creaban exteriores permeables a la luz y al viento, junto con jardines verticales, destinados a generar un agradable microclima natural en el trópico.
Cabe resaltar que en 1987, el museo recibe el premio de “Mejor Proyecto No Construido” en la VIII Bienal Nacional de Arquitectura, Venezuela. También fue exhibido en 1985 en la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires, Argentina y en la muestra “Décadas de progreso” celebrada con motivo del 80 aniversario de American Cyanamid Co., Wayne, New Jersey, Estados Unidos, 1987. Apareció publicado en el nº 334 de la revista CIV (1987) y en el catálogo de la VIII Bienal Nacional de Arquitectura. La arquitectura del lugar (1987). El trabajo fue completado cumpliendo con el contrato que así lo establecía con todos los detalles de ingeniería para la construcción en 1984. Pero tal y como ha ocurrido tantas veces a lo largo de nuestra historia, terminado el período presidencial del gobierno que lo impulsó (el de Luis Herrera Campins), no formó parte de los intereses del siguiente por lo que la obra nunca se inició.
ACA
Procedencia de las imágenes
Todas. https://www.behance.net/gallery/12089553/Petroleum-Museum-of-Venezuela










