La Bienal de Diseño de Londres se pospone hasta 2021
Eric Baldwin
Traducción: Fabian Dejtiar
18/05/2020
Tomado de Plataforma arquitectura
La Bienal de Diseño de Londres 2020 se ha pospuesto oficialmente hasta 2021. Establecida en 2016 por Sir John Sorrell CBE y Ben Evans CBE, la Bienal de Diseño de Londres promueve la colaboración internacional y el papel global del diseño. La tercera edición de la Bienal de Diseño de Londres ahora tendrá lugar en junio de 2021, comisariada por el director artístico Es Devlin.
Como declaró la Bienal de Diseño de Londres: «Los países, ciudades y territorios de nuestra red internacional son fundamentales para nuestra misión. Mantener seguros a nuestros visitantes y diseñadores sigue siendo nuestra prioridad y dadas las restricciones actuales de viaje internacional y los posibles requisitos de cuarentena, estamos posponiendo el 2020 Exposición bienal hasta 2021. La tercera edición tendrá lugar ahora en junio de 2021, aún en Somerset House, Londres».
La Bienal de Diseño de Londres también está creando una nueva iniciativa estratégica con Chatham House Royal Institute of International Affairs para proporcionar una plataforma para que la comunidad internacional de diseño colabore e intercambie ideas radicales. En las próximas semanas se anunciarán más detalles de esta asociación única e importante.
En la totalidad de Somerset House, los participantes responderán al tema Resonance, que considera el efecto dominó de los conceptos de diseño innovadores en la forma en que vivimos y las elecciones que hacemos.
La Biennale di Venezia acaba de anunciar que la 17ª Exposición Internacional de Arquitectura –How will we live together?- comisariada por Hashim Sarkis, se pospondrá una vez más y se llevará a cabo del 22 de mayo al 21 de noviembre de 2021.
Programada para realizarse en Venecia del 29 de agosto al 29 de noviembre de 2020, la Bienal de Venecia 2020 ha declarado un aplazamiento de un año. Con una duración de 6 meses, se llevará a cabo del 22 de mayo al 21 de noviembre de 2021, debido a la compleja situación mundial actual. En consecuencia, la 59ª Exposición Internacional de Arte, comisariada por Cecilia Alemani, prevista inicialmente para 2021, tendrá sus fechas alteradas. Pospuesto hasta 2022, el evento tendrá lugar del 23 de abril al 27 de noviembre.
Después de consultar con el curador Hashim Sarkis, el presidente Roberto Cicutto anunció la noticia diciendo que “los últimos días han aclarado el estado real de la situación que todos enfrentamos. Con el mayor respeto por el trabajo realizado por todos nosotros, las inversiones realizadas por los participantes, y considerando las dificultades que todos los países, instituciones, universidades, estudios de arquitectura han enfrentado junto con la incertidumbre de los envíos, restricciones personales de viaje y las medidas de protección que están siendo y fueron adoptadas, hemos decidido escuchar a aquellos, la mayoría, que solicitaron que se aplazara la Biennale di Architettura”.
Plaza de San Marcos
El curador Hashim Sarkis comentó sobre la situación y dijo:
“Estoy profundamente conmovido por la perseverancia de todos los participantes durante los últimos tres meses. Espero que la nueva fecha de apertura les permita primero recuperar el aliento y luego completar su trabajo con el tiempo y el vigor que realmente se merece. No lo planeamos de esta manera. Tampoco la pregunta que hice ‘¿Cómo vamos a vivir juntos?’ ni la gran cantidad de formas en respuesta a esto, estaban destinadas a abordar la crisis que están viviendo, pero aquí estamos. Somos de alguna manera afortunados porque estamos bien equipados para absorber las implicaciones inmediatas y a largo plazo de la crisis en la 17ª Bienal. El tema también nos brinda la posibilidad de responder a la pandemia en su inmediatez. Es por esto que volveremos a Venecia en los próximos meses para una serie de actividades dedicadas a la Arquitectura».
Durante los años de su existencia entre 1928 y 1975 cuando se transforma en Instituto Nacional de la Vivienda (INAVI), el Banco Obrero (BO) podríamos decir que atravesó dos momentos estelares: el correspondiente a la realización del Plan Nacional de Vivienda (1951-1955) que bajo otras denominaciones y propuestas se prolongaría hasta 1958, donde el Taller de Arquitectura (TABO) de ese organismo con Carlos Raúl Villanueva a la cabeza se encargó de realizar los proyectos respectivos con base en sistemas constructivos convencionales que respondían a una determinada modulación donde se repetían edificios enteros; y, ya en democracia, el lapso 1961-1969, cuando se crea y se implementa el Programa Experimental de Vivienda a cargo de la que se denominó la Sección de Diseño en Avance e Investigación (SDAI), liderada por Henrique Hernández, donde se emplea por primera vez a gran escala el uso de sistemas y componentes industrializados en la producción masiva de viviendas por parte del Estado.
Desde su fundación en 1928 hasta 1958 el Banco Obrero sumaba la cifra de 42.104 viviendas (33.462 hasta 1956), siendo la correspondiente a superbloques el 46,5% de ese total, según apunta María Luisa de Blay en Treinta Años del Banco Obrero. 1928-1958 (1959). Por otra parte los números manejados dentro del Plan Nacional de la Vivienda 1951-55 arrojaban un total de 12.185 unidades a construir en ese lapso en todo el país correspondiendo 1.425 al primer año. Pero según señala Beatriz Meza Suinaga en “Gestión estatal de la vivienda en Venezuela: el Plan Nacional (1951-1955)”, aparecido en Cuadernos Cendes, nº 87 (2014) “de acuerdo con el Plan de 1951, deberían haberse construido 9.000 viviendas para 1953 –3.000/año– o por lo menos 7.500, pues el Plan se anunció e inició en julio de 1951. Sin embargo, dos años y medio después sólo se habían inaugurado 3.904 residencias emplazadas en 12 localidades geográficas; de ese total un 60,8 por ciento (2.377 viviendas) se ubica en la capital nacional, quedando 1.527 para otras ciudades”, todo lo cual obliga a pensar, según los datos aportados por María Luisa de Blay que de las 19.580 viviendas correspondientes a superbloques más de la mitad se debieron construir entre 1955 y 1958.
Del otro lado, Juan José Martín Frechilla según tabla aparecida en “Obras Públicas. Siglo XX” dentro del Diccionario de Historia de Venezuela (1997) ha calculado con base en datos procedentes del INAVI que entre 1959 y 1963 se llevaron a cabo 14.365 unidades de vivienda unifamiliares y multifamiliares y 43.711 entre 1964 y 1968 alcanzándose cifras que superan las correspondientes al período 1928-58. De aquí, la primera etapa del Programa Piloto del Programa Experimental alcanzaría entre 3.600 y 4.000 viviendas en tres años distribuidas entre las urbanizaciones San Blas (1962) y La Isabelica (1965) en Valencia, estado Carabobo, lo cual habla a las claras de la envergadura de lo realizado iniciándose un proceso inédito en el país y en América Latina tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo relacionado con el uso de sistemas industrializados.
1. Anuncios publicados por el Banco Obrerro en la revista Punto mostrando los trabajos que se realizaban desde la Oficina de Programación y Presupuesto, Sección de Diseño en Avance e Investigación. Izquierda: Punto nº 26, enero-febrero 1966. Derecha: Punto n 30, marzo-abril 1967
También llama la atención cómo dicho programa hace acto de presencia dentro de los anuncios que publicaba el Banco Obrero en la revista Punto apareciendo en 1966 (nº 26), 1967 (nº 30), 1968 (nº 34) y 1969 (nº 39) este último dedicado al desarrollo de la urbanización La Isabelica que ilustra nuestra postal del día de hoy. Del aviso publicado en 1966, con la experiencia de San Blas y La Isabelica a cuestas, apuntando a la promoción de otros desarrollos, la Oficina de Programación y Presupuesto (dirigida por Alfredo Cilento) y la Sección de Diseño en Avance e Investigación (encabezada por Henrique Hernández) plantean una importante declaración de principios. “La magnitud del problema de la vivienda en Venezuela exige que los recursos que dedica el Estado en su solución tengan un máximo de rendimiento. Por lo cual no sólo es necesario mayor comprensión de las condiciones y requerimientos de las viviendas, es indispensable, además, el desarrollo de métodos de proyecto y construcción que mejoren las condiciones de habitabilidad y aumenten la producción y velocidad de construcción. Por este motivo el Banco Obrero en su búsqueda por mejorar los métodos actuales de producción de viviendas, ha desarrollado Sistemas Constructivos Flexibles, basados en piezas que puedan ser ensambladas en una variedad de formas tal, que permitan el arreglo de diferentes plantas y secciones. Las únicas limitaciones de esos arreglos de los componentes, serán aquellos impuestos por la de los elementos horizontales y verticales escogidos. Este enfoque requiere que el diseño se base en una retícula modular, a fin de reducir el número de componentes especiales”.
Complementariamente, Alfonso Arellano en “Los aportes técnicos de Diseño en Avance”, ponencia presentado en la Semana Internacional de Investigación de la FAU UCV (2008), puntualizará: “Todos estos sistemas se originan en torno al Programa Experimental de Vivienda, concretamente al encuentro entre empresarios de la construcción y arquitectos de Diseño en Avance. Son ensayados a lo largo de 1964, algunos en los talleres de las empresas, y otros en sitio, y desde finales de 1965 son aplicados en la Urbanización San Blas como prueba piloto. Luego fueron ampliadamente empleados en La Isabelica y en otras urbanizaciones”.
2. Izquierda: Zona Industrial de Valencia años 1960. Derecha: Presidente Raúl Leoni, Ministro Leopoldo Sucre Figarella, Arquitecto Leopoldo Martínez Olavarría. Presentación del Plan de Vivienda 1964-1968 el año 64.3. Vista panorámica de la Urbanización La Isabelica. 1965
De tal forma que cuando algunos cronistas se refieren a La Isabelica, fundada en 1965 por el entonces Presidente de la República Raúl Leoni, como “la urbanización más grande de Latinoamérica” no exageran. Allí terminaron construyéndose en un área aproximada de 190 hectáreas 15.000 viviendas superándose con creces la experiencia pionera de San Blas. Asociada al desarrollo de la Zona Industrial de Valencia, para 1962, cuando se está concibiendo el proyecto de La Isabelica, existían en Valencia 927 industrias que significaba una oferta de 14.000 puestos de trabajo lo cual la convirtió en lugar de habitación de buena parte de quienes allí laboraban y atractivo para los migrantes que hacia la región se desplazaban. De allí la tentación de calificarla como “Ciudad Obrera” pese a que el debate entre los planificadores asomaba más bien la posibilidad de realizar una urbanización donde se le diera cabida a gente de diferentes niveles de ingresos, profesionales, técnicos y obreros.
Ubicada al sur de Valencia, La Isabelica es parte de un plan que buscaba desarrollar un sector caracterizado hasta entonces por viviendas precarias. Termina localizándose en una zona inundable, por lo que los proyectos de drenaje tuvieron alta prioridad y su condición de vulnerabilidad siempre ha sido alta. De ello da cuenta el “Diagnóstico Inicial” del trabajo de investigación realizado en 2008 que tuvo a La Isabelica como objeto de estudio en cuanto a Urbanismo y Vulnerabilidad, coordinado por Luisa Bethencourt y consultado en https://pdfslide.net/document/la-isabelica.html: “El Banco Obrero compra en septiembre de 1965, 260 hectáreas en dos lotes a la sucesión Rauber Avendaño y a la Sucesión de Benacerrat Coriat, los fundos Isabelica e Isabelica Abajo. Ubicación que fue producto de una larga discusión entre el MOP y el Banco Obrero. Ya que si bien resultaba la ubicación ideal por su proximidad a la Zona Industrial, presentaba como límite estar en la sur de Valencia que tiene como punto vulnerable ser inundable”.
4. Diseño de la estructura de Hook, la new town que no llegó a realizarse de la cual La Isabelica toma aspectos importantes como la estructura en espina de pez que extendía el centro hasta convertirlo casi en un eje5. La Isabelica. Criterios de diseño6. Ubicación de Institutos Educativos y Centros Deportivos en Urb. La isabelica. Parroquia La Isabelica. 2007
Según se registra en “60 años del Banco Obrero” (1988) en La Isabelica se comenzaron a aplicar enfoques inspirados en las nuevas ciudades (new towns) inglesas y, específicamente, en el plan desarrollado para Hook donde se plantean Unidades de Desarrollo (UD) como contrapartida al criterio tradicional del urbanismo por cuadras, con densidades bajas en el perímetro que se incrementan a medida que se acerca al centro. Alfredo Cilento citado en el trabajo de Bethencourt señala como idea central en la organización del proyecto la realización de “un eje lineal de servicios donde además había viviendas unifamiliares, tipo pirámide, donde la vialidad fuese decreciendo por las densidades, y la vialidad principal fuera reforzada, la vialidad secundaria y local entran en las zonas de estacionamiento”. Es decir, avenidas principales y vialidades secundarias que atraviesan las Unidades de Desarrollo articulándolas entre si y con la vialidad principal.
Otro criterio considerado en el desarrollo del proyecto consistió en la sistematización y normalización con base en la repetición de una Unidad Básica (UB, conformada por tres Unidades de Desarrollo con una población cercana a los 9.000 habitantes), donde los servicios comunales y de infraestructura se adaptan a las sucesivas etapas de la construcción. También se siguió un criterio de desarrollo lineal repitiéndose las UB sobre una línea de desarrollo definida por los servicios principales (vialidad, cloacas, acueductos, electricidad y drenajes), agrupándose en forma continua para formar la estructura. Las unidades básicas, siguiendo el sentido de los movimientos principales este –oeste, sobre una línea de desarrollo, “no reflejarían físicamente los servicios comunales, los cuales serian ubicados en su periferia, exceptuando los servicios de comercio diario que se incluirían en las Unidades de Desarrollo independientemente de la ejecución de las viviendas y su dotación de servicios, los cuales de esta manera podrán ir siendo complementados o ajustados en el futuro…”, apuntará Bethencourt.
El diseño, resumiendo, se planteó la necesidad de una unidad de ordenamiento flexible que aceptara ajustes sucesivos facilitando así que las inversiones en infraestructura se adaptasen a un uso progresivo. Las áreas verdes fueron manejadas bajo el criterio de contar por un lado con un parque perimetral al conjunto y, por el otro, de que las comunes no se constituyesen en un costo elevado de mantenimiento y pasasen a ser objeto de un mayor cuidado por parte de la comunidad organizada.
7. Izquierda arriba: Proceso de construcción de viviendas multifamiliares Sistema A-4. Izquierda abajo: Vista parcial de la estructura para edificio de cuatro pisos Sistema C-4 donde se experimentó la posibilidad de la prefabricación total. Derecha: Proceso de montaje de losas de entrepiso en el Sistema D-6. 8. Banco Obrero. Programa Experimental de Autoconstrucción
En la construcción de La Isabelica se aprovechó la experiencia de industrialización iniciada en San Blas dándosele un mayor impulso al uso de Sistemas Constructivos Flexibles planteándose su ejecución por etapas. Cada UD estaba conformada por un conjunto de aproximadamente 500 viviendas, magnitud que podía ser enfrentada con comodidad y economía por las diferentes empresas involucradas.
Se utilizaron en La Isabelica los siguientes sistemas constructivos: Sistema A3 de Vacuum Concrete de Venezuela C. A., utilizado para viviendas de una y dos plantas; Sistema C-7 de Tuven C.A., utilizado para edificaciones de 4 plantas; Sistema D-6 de Creamer y Denis S.A., que permitía construir bloques de hasta 4 plantas; Sistema B-5 de Talleres Metalúrgicos Van Dam; Sistema C-4 de Vivienda Venezolana, utilizado en viviendas de una, dos y cuatro plantas; Sistema A-4 de Vivienda Venezolana, utilizado para edificios de 4 plantas. El Sistema A estaba basado en el aprovechamiento de los muros perimetrales como elementos portantes. En el Sistema B los cerramientos son independientes de la estructura y como apunta Arellano “se desarrolla a partir de las condiciones que plantea el acero estructural ofrecido por la industria metalúrgica del país, con vista en la fabricación de piezas livianas fácilmente manipulables”. El Sistema C “se fundamenta en la prefabricación y montaje de columnas, vigas, techos y entrepisos de concreto” con cerramientos construidos mediante sistema tradicional. Y el Sistema D, basado en la modalidad “lift-slab”, se fundamenta “en el uso de una cubierta bajo la cual se definen simultáneamente varias unidades de vivienda, con la consiguiente disminución de costos que implica la eliminación de techos individuales para cada casa y la menor cantidad de mano de obra”.
También a partir de 1968 La Isabelica es incorporada al Programa Experimental de Autoconstrucción del Banco Obrero dirigido a la población de bajos ingresos que, con el tiempo se vio atraída a migrar a la zona viviendo en condiciones precarias, abriéndose con ello otro frente más modesto en cuanto a cantidades, si se quiere muy alejado pero no por ello menos importante a los logros alcanzados por la Sección de Diseño en Avance.
De acuerdo a la planificación original en La Isabelica se edificaron 4775 casas y 3650 apartamentos en 93 edificios, en 13 Unidades de Desarrollo (que mas tarde cambiaron su nombre por el de sectores). Contemplaba alojar inicialmente aproximadamente 62 mil 678 personas.
9. Urbanización La Isabelica. Zonificación propuesta y su relación con las Unidades de Desarrollo (UD) del Banco Obrero y las manzanas de ACOISA10. La Isabelica en la actualidad: Arriba derecha: Vista desde el estacionamiento del Centro Clínico La Isabelica hacia el Gimnasio de Boxeo. Arriba izquierda: Bulevar en el Sector 2. Abajo: Ampliaciones y cambios de uso. Imágenes en las que se observa la construcción de locales comerciales en la planta baja de los bloques
Según https://www.facebook.com/UrbanizacionLaIsabelicaValenciaVenezuelazla/posts/990968157662690/ hoy “la Urbanización está organizada en tres zonas: sectores, bloques e isla central. En los sectores se localizan principalmente viviendas unifamiliares, hay 13 sectores, 5 de ellos ubicados al norte de la urbanización (1 al 5) y los restantes (6 al 13) ubicados al sur. Mientras que en los bloques se localizan viviendas multifamiliares. Hay 79 bloques ubicados en el área central de la urbanización. Sin embargo, hay 10 bloques ubicados en los sectores 1 al 5 (Bloques 1 al 10). En la isla central se localizan complejos deportivos, mercados y otros comercios, siendo un área muy transitada … (…) Adicionalmente, La Isabelica cuenta con un Mercado Periférico … localizado próximo a la isla central de la urbanización… construido entre los años 1976-1978 por la administración municipal de la época, con el objeto de facilitar a los residentes de las zonas aledañas el abastecimiento de alimentos».
A 55 años de su fundación La Isabelica sigue siendo una comunidad de fácil acceso en términos físicos, tanto por su ubicación como por las vías de comunicación y el transporte. Posee una población superior a los 75.000 habitantes de diferentes estratos sociales donde no existe un nivel de organización que facilite la comunicación entre ellos. Según Bethencourt se ha transformado socio territorialmente siguiendo un proceso caracterizado “por el impacto de distintas etapas de políticas de vivienda, de estrategias sociales y económicas en la dinámica de la urbanización y las respectivas respuestas socio organizacionales”. Sus edificios han sido objeto como en casi todo el país de intervenciones, ampliaciones y transformaciones lo que, sumado a desarrollos informales que fueron ocupando paulatinamente el parque perimetral que la protegía, han derivado en un aumento importante de la densidad poblacional originalmente estimada.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal y 1: Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
… que en 1946, hace 74 años, se construye la Plaza de Las Tres Gracias?
1. Postal de la plaza de Las Tres Gracias (circa 1950)
Aunque algún que otro autor afirma que es en 1935 que, con motivo de dotar de una puerta de entrada a la urbanización Los Chaguaramos (emprendimiento de J.A. Madriz Guerrero & Cia), se construye la que hoy conocemos como la Plaza de Las Tres Gracias, lo cierto es que, si bien el crecimiento de Caracas hacia esa zona se inicia por aquellos años, no es sino a mediados de la década de los años 40 que el espacio termina diseñándose y cobrando el carácter con el cual ha llegado hasta nuestros días.
Es interesante notar como, muy probablemente, primero se contó con el trazado vial de la urbanización donde se inserta, y con ello el acceso a Santa Mónica una vez se atraviesa el río Valle, el cual determinó la forma y proporciones del predio donde posteriormente se realizaría la plaza: un rectángulo de unos 25 metros de ancho por 80 de largo con el eje mayor en sentido sureste-noroeste.
2. La plaza de Las Tres Gracias a mediados de la década de 1950 con la Ciudad Universitaria y el Ávila al fondo3. Izquierda: Edificio del Colegio de Médicos del Distrito Federal (Diego Carbonell, 1956) visto desde la plaza de Las Tres Gracias en fechas cercanas a su inauguración. Derecha: Vista del encuentro de la plaza Las Tres Gracias con el paseo Los Ilustres presidido por el edificio CARS (Pedro A. Dupouy, 1951) hacia 1955.
Más adelante se daría paso al proyecto que el empresario Armando Planchart Franklin, en su afán por donarle una plaza a Caracas, le encarga al arquitecto y urbanista catalán Josep Mimó i Mena -José Mimó Mena- (Barcelona, 1916-s.n., s.f.), cuando ya se habían iniciado los trámites para construir el primer edificio que la acompañaría ubicado al oeste: el CARS, sede de la General Motors Overseas Operations de Detroit (empresa con la cual Planchart tenía importantes vínculos comerciales), cuyo proyecto (atribuido al ingeniero Pedro A. Dupouy) se inicia en 1948 y se termina de construir en 1951. De una fecha posterior datará la realización de la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal (Diego Carbonell, 1956) y, por la misma época, del edificio Odeón, las otras dos piezas que terminarían de conformar el espacio urbano ubicadas, la primera, al este y la segunda, al sur. El borde norte quedaría abierto integrándose al Paseo Los Ilustres y al acceso a la Ciudad Universitaria de Caracas por entonces en plena construcción.
4. Izquierda: Escultura de Las tres Gracias. Antonio Canova (1813) expuesta hoy en día en el Museo del Hermitage (San Petersburgo). Derecha: Escultura de Las Tres Gracias ubicada en la plaza del mismo nombre en Caracas, réplica de la de Canova, realizada por Pietro Ceccarelli (circa 1930)5. La escultura de Pietro Ceccarelli de Las tres Gracias colocada sobre la base que la soporta sobre el espejo de agua de la plaza caraqueña
Se trata por tanto, la que originalmente fue denominada como “Plaza de Bellas Artes”, de un recinto trazado sin tener como acompañantes edificios que lo rodearan, lo cual le otorgó a Mimó i Mena la más absoluta libertad de diseño y la oportunidad de acudir a los referentes que consideró mejor le podían venir a mano para dotarla de identidad propia. Solo contaría como elemento determinante la incorporación de la escultura en mármol de “Las Tres Gracias”, elaborada por el artista florentino Pietro Ceccarelli “circa 1930” (según reza en la base del grupo estatuario), réplica de la obra neoclásica homónima de Antonio Canova (1757-1822), la cual representa a las diosas, hijas de Zeus, Aglaya (la belleza), Eufrósine (el júbilo) y Talia (la abundancia), de la mitología griega, que Planchart había adquirido en algún momento y que formó parte de su donación a la ciudad. De acuerdo al texto “Reorganización de la Plaza Tres Gracias (Caracas-Venezuela): Propuesta de ordenamiento espacial de la plaza”, escrito por Dailin Valero para la Revista Geográfica de América Central (2011), se sabe (sin que se especifique la fuente), que la escultura “fue hecha en Florencia de 1910 a 1920 con mármol de Carrara y su pedestal está fabricado con mármol africano”. También que “llega a Caracas en 1927 y es exhibida en 1929, para luego estar en el salón de ingreso de la casa La Quebradita en La Victoria propiedad de Gonzalo Gómez, hijo menor de Juan Vicente Gómez, presidente de Venezuela”.
El tema de “Las Tres Gracias”, recurrente a través de la historia del arte y clave dentro de la trayectoria escultórica de Canova, es tomado por éste para tallar una primera versión en 1813, comisionado por Giussepina Beauharnais como obsequio a su esposo Napoleón I, para ser expuesto en un jardín de la ciudad de San Petersburgo, Rusia, conservándose hoy en día en el Museo del Hermitage de esa ciudad. Una segunda versión del propio Canova, elaborada por encargo del John Russell, duque de Berford, es completada en 1817, y en la actualidad se expone alternadamente en el Victoria & Albert Museum de Londres y en las Galerías Nacionales de Escocia en Edimburgo. La versión del Hermitage está tallada en mármol veteado y tiene un pilar cuadrado detrás de la figura de la izquierda. La versión británica está tallada en mármol blanco y tiene un pilar redondo, y la figura central tiene una cintura ligeramente más amplia.
La versión de Ceccarelli se aproxima más a la londinense en todo sentido. Pietro Ceccarelli (1888-1946), escultor y músico, realizó estudios en la Real Academia de Florencia (Italia) y ejerció la docencia en la Academia de Bellas Artes de esa misma ciudad. Hizo trabajos escultóricos en el Vaticano, Roma, Nápoles y otras ciudades italianas, y fue proveedor de las logias palatinas de S.M. el Rey Humberto. Vino al país por invitación del representante plenipotenciario de Venezuela en Italia, Sandro Mondolfi, quien lo conoció en 1926. Se ignora el tiempo exacto de permanencia de Ceccarelli en Venezuela y sus entradas y salidas del país. Sin embargo aquí realizó una prolífica obra que respondió principalmente a peticiones privadas y oficiales: las primeras de carácter funerario, y las segundas, conmemorativo. Entre los diversos trabajos escultóricos realizados en Venezuela por Ceccarelli entre 1926-1939 destacan, entre las de carácter funerario, algunas ubicadas en el Cementerio General del Sur de Caracas tales como “La joven del candil” para el Panteón de la Familia Fonseca o la estatua de mármol de Eva C. de Delgado Chalbaud; también los bustos en mármol de los hijos de Juan Vicente Gómez y Alí Gómez en el panteón familiar ubicado en Maracay, estado Aragua. De las de carácter conmemorativo vale la pena señalar las esculturas de Miguel José Sanz (1935), Agustín Aveledo (1935); y Rafael Urdaneta (estatua pedestre, 1939), esta última para el Panteón Nacional, Caracas.
También recordemos brevemente que Mimó i Mena, de quien no sabemos el momento exacto de su llegada a Caracas, ocupó durante su estadía en nuestro país “importantes puestos en la Comisión Nacional de Urbanismo, Banco Obrero, Ministerio de Obras Públicas y Oficina de Planeamiento Urbano. En la capital … colaboró con el urbanista francés Maurice H. Rotival en el planeamiento del Centro Simón Bolívar y en el desarrollo del Plan Urbano de Caracas”, de acuerdo a lo indagado por Hannia Gómez y recogido en Suite Iberia. La arquitectura de influencia española en Caracas (2015), procedente del diario El Mundo de San Juan de Puerto Rico (15 de septiembre de 1964). Gómez complementa que “aunque Mimó Mena se hizo venezolano en 1950 (C.I. 3.307), ya para 1960 lo encontramos viviendo y trabajando en Puerto Rico, primero para la firma J.J. Otero Corp. y la I.B.E.C. Housing Corp., y luego como asesor del Equipo de Mejoramiento Ambiental y de la Junta de Planificación de Puerto Rico. Aún no sabemos el por qué de su partida.”
De tal manera, cuando Planchart contacta a Minó i Mena ya éste estaba participando en trabajos relacionados con el desarrollo urbano de Caracas, pero a la hora de enfrentar el proyecto de la plaza apunta a unificar principios neoclásicos y románticos tras la búsqueda de dotar de carácter al lugar: el clasicismo estaría implícito en la escultura de Ceccarelli que debía cobrar un lugar preponderante en el espacio, y al romanticismo recurre a través del tratamiento, salpicado de rasgos pintorescos, de los jardines que la acompañarían, como bien señalará Edgar Cruz enMonumentos de Caracas (Ediciones Fundarte, 2000).
6. Izquierda. Arriba: plano de conjunto de la plaza Las Tres Gracias y sus alrededores con el edificio CARS resaltado. Abajo: Fotografía aérea (2020). Derecha: Planta de la plaza diseñada por Josep Mimó i Mena en 1946, con su entorno inmediato en la actualidad7. Toma de la plaza mirando hacia el norte con la Ciudad Universitaria como telón de fondo
En términos generales se podría decir, siguiendo a Cruz, que la plaza “está conformada por un espejo de agua de forma orgánica, con curvas libres, bordeado por aceras y jardines con especies arbóreas representadas por el llamado sauce llorón” traídas de la Argentina. Como recordará Hannia Gómez, al igual que ocurre en la escultura de la Fuente de Las Tres Gracias ubicada en la Plaza Real de la natal Barcelona de Minó i Mena, en Caracas la obra se ubica sobre el agua al extremo sur del estanque donde, además, “unas escalinatas suben hasta una plataforma con bancos de cemento, tras la cual se elevaba una hilera de magníficos cipreses provenientes del Cementerio de los Hijos de Dios”. La plataforma estaría cubierta por una pérgola lográndose a través del conjunto conformado por la escultura, la plataforma, los bancos y la pérgola dotar al extremo sur de mayor definición y jerarquía, otorgándole verdadera significación.
“Por otra parte, la concepción espacial tridimensional y perspectiva que caracteriza a la plaza tiene claras influencias del Renacimiento italiano, a partir de la reinterpretación del difuminado leonardesco, principios que le permiten establecer una continuidad entre la plaza y el entorno de la ciudad; como si se tratase de una gran representación, de una gran escenografía”, nos precisará Cruz en su descripción.
8. Dos tomas en la que contrapone la apacible tranquilidad que normalmente se respira en la plaza Las Tres Gracias con los momentos en que fue escenario de enfrentamientos entre policías y estudiantes durante las décadas de 1960 y 1970.
El espacio urbano que protagoniza la plaza se mantuvo exento solamente durante los años transcurridos entre su construcción (1946) y el inicio de las obras del edificio CARS. Sin embargo, conservó su condición bucólica hasta entrados los años 60 cuando se empezó a convertir en escenario de protestas estudiantiles y disturbios cargados muchas veces de violencia. Pasó de pertenecer a la urbanización Los Chaguaramos a formar parte de Valle Abajo y de integrar la Parroquia Santa Rosalía a ser considerada dentro de la Parroquia San Pedro a partir de 1994. Sus diversas denominaciones hasta la adopción del nombre actual (desde ya mencionada “Bellas Artes” a la que se suman “Los Chaguaramos”, «Las Cariñosas», “La Facultad” y «Salsipuedes», expresión propia de la chispa caraqueña que se le endilgó durante la construcción del sistema vial El Pulpo por lo dificultoso que resultaba incorporarse al tránsito que llegaba a formarse frente a la entrada de la UCV), van mostrando poco a poco su transformación de lugar plácido a otro más congestionado. Los párrafos recogidos por María F. Sigillo en su blog “Caracas en retrospectiva” https://mariafsigillo.blogspot.com/2013/06/las-tres-gracias-plaza-de-bellas-artes.html donde se expresa: “Junto al Colegio de Médicos, hay una placita pintoresca, rodeada de sauces llorones, que proyectan su triste silueta en las aguas dormidas del estanque. A derecha e izquierda entre el césped, crecen rosales, con rosas rojas, muy rojas (…) El cincel inmortal del artista, creó este tríptico inmaculado -besos de luna llena, la carne suave-, que a través de los siglos perdura y es manantial fecundo de poesía romántica … Este tríptico de la placita caraqueña, que se arrulla, como un pájaro travieso, bajo el cielo siempre azul, mañana y tarde … (…) Placita de Bellas Artes, con sauces llorones y rosas rojas tan rojas como mi corazón; eres muy simpática y al atardecer, cuando este tráfico escandaloso apaga su grito estridente, dejas que contigo sueñen los enamorados”, rememoran sensaciones que, más allá de lo cursi, no se han desprendido del todo del lugar.
9. Zona Rental Sur o Plaza Las Tres Gracias. Fotomontaje. En primer plano el Centro de Postgrados UCV (inicialmente destinado a los postgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas) proyecto del arquitecto Jesús Tenreiro.
Mientras algunos sauces llorones aún se conservan, los cipreses fueron talados por la C.A. Metro de Caracas con motivo de construcción la Línea 3 la cual, a su vez, complicó la relación de la Plaza con el acceso al campus de la Universidad Central de Venezuela, que incluye a la salida más empleada de la estación Ciudad Universitaria del Metro de Caracas, detectándose la presencia de una serie de espacios residuales ocupados por vendedores ambulantes que hacen vida en este lugar de forma constante, obstruyendo los importantes flujos peatonales que desde y hacia la estación se generan. Así mismo, las características del espacio verde que constituye la finalización este de la rambla central del Paseo Los Ilustres, producto de la modificación por parte del Metro de la conflictiva redoma que existía por otra ocupada por dispositivos para extracción de gases de la estación, también dificulta enormemente la integración espacial del lugar.
La plaza ha sido objeto de cíclicas intervenciones, que han ido de la atención al abandono, encontrándose hoy en día en un estado relativamente aceptable gracias al compromiso de los vecinos de la zona quienes deben lidiar con la tentación permanente de convertirse en hogar de la indigencia. Por su parte la Fundación Fondo Andrés Bello de la Universidad Central de Venezuela, como parte del Plan maestro de la denominada Zona Rental Sur o Plaza Las Tres Gracias, solicitó al arquitecto Jesús Tenreiro entre finales de los 90 e inicios de los 2000 la elaboración del proyecto para el edificio denominado Centro de Postgrados UCV (inicialmente destinado a los postgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas) a ubicarse en el sector este de la plaza, entre el antiguo Colegio de Médicos (hoy Casa del Profesor Universitario) y la salida del Metro, el cual espera por mejores momentos para ser construido. La escultura de Ceccarelli fue restaurada por última vez en 1997 por Luis Guillermo Marcano Radaelli y Gabriel Ernesto Guevara Jurado, con el patrocinio de la Gobernación del Distrito Federal y la empresa Toyota de Venezuela, bajo la coordinación del grupo de vecinos organizados de la parroquia San Pedro de Caracas. La plaza y la escultura han sido declarados bienes patrimoniales y de interés cultural desde 1999.