CONTACTO CENTENARIO

Con el de hoy, Contacto FAC llega a su número 100. Desde el 30 de octubre de 2016, momento en que aparece el nº 1, han transcurrido dos años ininterrumpidos en los que semanalmente nos hemos propuesto abrir una ventana que permita ampliar la información y conocimiento que se tiene de la arquitectura venezolana y sus publicaciones, sin renunciar a la posibilidad de mantener una atenta mirada a lo que acontece más allá del país.

Concebido como un boletín digital, Contacto FAC tomó el relevo y acrecentó el compromiso que ya se había adquirido desde el 1 de marzo del mismo año 2016 cuando la Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC) decidió comenzar a vincularse con sus miembros fundadores, asociados y honorarios a través del correo electrónico mediante su primer producto: una postal, que a modo de breve ficha empezó a mostrar parte de los aspectos que le interesaban divulgar.

A poco más de 7 meses de haber enviado el 1 de marzo la primera postal, la Fundación toma la decisión de ampliar su cobertura a través del sencillo diseño de una página semanal que a través de mailchimp hoy hemos logrado que llegue a más de 600 personas. Se iniciaba así otra etapa de mayor exigencia, compromiso y rigor en cuanto a la elaboración y montaje de los contenidos que se buscaban propagar. La postal dejaba de ser una simple ficha y empezaba desde la número 36 a ser comentada convirtiéndose en el elemento que asiduamente acompaña el resto de las notas y reseñas que se elaboran, dando cuenta de aspectos  que se ha intentado sean lo más variados y amenos posibles.

Más tarde, como apoyo complementario al Contacto han aparecido las cuentas de Facebook e Instagram con las que la FAC podríamos decir que se ha hecho más visible gracias a que se alimentan permanentemente.

Hoy, como aporte adicional y conmemoración de esta ocasión, nos complace informar a nuestros miembros, seguidores y contactos sobre el lanzamiento al aire de un nuevo y ambicioso proyecto: el blog FAC, iniciativa que se suma a las anteriormente descritas y que contamos con que logre colocar una pieza más en la difícil tarea de documentar y divulgar lo que se ha hecho y se hace en nuestro país.

Quienes visiten el blog a través de fundaayc.wordpress.com, se encontrarán con el siguiente texto que transcribimos y que resume buena parte de lo ya apuntado y de lo que de ahora en adelante nos propondremos:
“Este blog nace tras la necesidad de divulgar estructuradamente diversas iniciativas que con el tiempo ha impulsado la Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC) y, en particular, algunos de sus integrantes.

Busca, además, por las características de su contenido, convertirse en un pequeño centro de información y documentación sobre arquitectura venezolana con la aspiración de que se constituya en sitio de consulta para arquitectos, profesionales de otras ramas, investigadores y público en general. Será, por tanto, complementario al creciente interés detectado a través de la web por recopilar y documentar el pasado con imágenes y textos, pero buscará en todo momento asumir el mayor rigor en lo relativo al manejo de datos y referencias bibliográficas.

Se nutre, en principio, del siguiente material: la colección de postales que la FAC elaboró semanalmente desde finales de febrero hasta octubre de 2016 y que desde el 30 de octubre de ese año ha seguido publicando en el boletín Contacto FAC; la totalidad de los Contactos FAC publicados hasta ahora, tanto completos en formato PDF como desglosados en cada una de las partes que los componen; secciones dedicadas a divulgar imágenes y documentos que pueden tener particular interés dentro del devenir de nuestra arquitectura; y, como elemento significativo y no menos importante, el trabajo acumulado desde 2013 a través de la página de Facebook “Crono Arquitectura Venezuela” (a cargo de Henrique Vera), reeditado y actualizado.

Como se podrá notar, este blog se caracterizará por su condición de elemento dinámico y vivo lo que lo convierte en un proyecto en permanente construcción y, por tanto, inacabado.

Como todo espacio de este tipo, el blog posee un buscador y una barra de contenidos que permite al usuario moverse libremente de acuerdo a sus intereses y a descubrir lo que su curiosidad le indique relacionando la numerosa cantidad de categorías que se han ido abriendo.

Finalmente, y esto es bueno reiterarlo, esperamos que el blog se convierta en espacio de contacto, receptáculo de información, lugar de intercambio, andamio para soportar diversas iniciativas y registro de nuestro acontecer para lo cual será fundamental la retroalimentación que se logre establecer con quienes lo visiten y lo sigan con frecuencia.”

Seguiremos en contacto. Esperamos nos puedan visitar tanto como los hemos visitado a ustedes.

ACA

EXcelente noticia

Perú, Ecuador y Venezuela, ganadores del V concurso de desarrollo urbano e inclusión social del CAF

Por Nicolás Valencia

4 de octubre de 2018

Tomado de Plataforma arquitectura

Un proyecto cuya metodología se centra en niños y niñas como agentes de cambio en barrios de Lima es el ganador de la quinta edición del concurso de desarrollo urbano e inclusión social del CAF. El certamen busca propuestas en ciudades latinoamericanas que propongan una mejora integral del hábitat en comunidades, en específico el mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos, y la integración de los asentamientos espontáneos a la ciudad a través de la concepción y el diseño de propuestas innovadoras, relevantes, justificadas y realizables.

Este concurso es una iniciativa del Programa Ciudades con Futuro de CAF, cuyo objetivo es acompañar a las autoridades latinoamericanas a crear ciudades cada vez más inclusivas, conectadas, integradas espacial, económica y socialmente, con acceso universal a servicios básicos, oportunidades de capacitación y ambientalmente responsables.

Estos son los proyectos premiados:

Primer Lugar: Urban 95 – Lima Norte

Extracto de memoria: El 70% de Lima ha sido primero habitado (invasiones) y luego construido (barriadas). Un proceso inverso al de la ciudad formal, que requiere otros enfoques y herramientas. En un contexto de crisis del espacio público, se teme por los niños, quienes son recluidos en ambientes interiores y privatizados. En la Lima informal, sin embargo, aún juegan en las calles. La mayoría de programas para la niñez se enfocan en urgencias por atender (desnutrición, explotación, violencia). Pero los niños pueden ser más que receptores de ayuda y protección, ya que tienen agencia activa como productores de espacio público en sus barrios. Ante la limitada capacidad técnica y falta de enfoque adecuado de la mayoría de municipalidades, el piloto de Urban 95 potencia dos iniciativas existentes en Lima-Norte: En Comas, el “Proyecto Fitekantropus” que viene construyendo los barrios culturales como nuevo paradigma de habitar; y en Carabayllo, los programas sociales municipales en favor de la infancia.

Urban 95 es un equipo multisectorial y transdisciplinar para intervenir social y espacialmente en los procesos de producción de la ciudad mediante una metodología progresiva en la que niños y niñas son agentes de cambio en sus barrios:

Conocernos: inmersión para vincularnos, conocernos y familiarizarnos con el espacio.

Animar la calle: acciones colectivas y pequeñas intervenciones físicas para salir a la calle y reencontrarnos.

Imaginar el barrio: analizamos el barrio, imaginamos cómo lo queremos, y definimos los lugares estratégicos para diseñar un proyecto urbano integral.

Experimentar con los espacios: intervenciones menores para recuperar el espacio y probar su uso, aceptación y cuidado. Luego intervenciones mayores para consolidarlo.

Construir los proyectos: jornadas de trabajo comunitario y acompañamiento a las obras de infraestructura; celebrar y replicar; reconocer nuestro trabajo, ampliar las intervenciones, diseñar nuevos proyectos y conectarlos.

Segundo Lugar: Quito Seguro

Extracto de memoria: Los elementos constitutivos de Quito están expuestos a amenazas debido a sus condiciones geodinámicas, geomorfológicas, hidrometeorológicas y antrópicas. Las amenazas son volcánicas y sísmicas, deslizamientos, inundaciones, incendios, accidentes de tránsito y negligencia constructiva. La exposición a estas amenazas determina la fragilidad de las edificaciones, las cuales resguardan a la población y soportan el funcionamiento de la ciudad durante eventos naturales y crisis de los sistemas antrópicos. El terremoto de 2016 en Ecuador generó debate sobre la capacidad resiliente de las ciudades del país. En Quito 60% de las edificaciones son informales y 1,4 millones de personas las habitan siendo un riesgo a sus vidas; en caso de desastre, la reconstrucción supondría 10 mil millones de dólares. Estas cifras escalan a 3,8 millones de viviendas informales en Ecuador y 13 millones de personas en riesgo. No hay una estrategia de gestión de riesgos integral ni una cultura preventiva frente a amenazas.

El objetivo es implementar un plan de gestión de riesgos que 1) salve vidas, 2) mitigue la crisis de los sistemas naturales/antrópicos y 3) actúe como catalizador de mejoras urbanas y sociales del barrio en 5 años. En los primeros 3 años se implementan elementos del plan de emergencias, que sirven también para el día a día. Los componentes para el desarrollo cotidiano se suman durante 5 años. Para emergencias, el plan contempla acciones desde lo privado a lo público incluyendo rutas de evacuación, reforzamiento estructural de viviendas existentes y construcción de vivienda social, regeneración de vías y nuevos accesos, espacio público y equipamientos, y puntos de encuentro y refugio. En el ámbito cotidiano, se aprovechan estos elementos para densificar y reorganizar manzanas, generar usos mixtos de suelo, comercio, polideportivo, corredores verdes y recuperación de quebradas, puntos de encuentro comunitario, arte y huertos urbanos; acciones que dinamizan el desarrollo socioeconómico.

Tercer Lugar: Plataformas de Gestión Territorial – La SilsaTercer Plan de La Silsa, Caracas, Venezuela

Extracto de memoria: En mayo de 2013 un grupo de viviendas precarias al interior del barrio se vieron fuertemente deterioradas, producto de incesantes precipitaciones que alcanzaron a debilitar de forma peligrosa gran parte de las construcciones existentes. De esta manera se inició un proceso de desafectación de la zona que implicó demoler el conjunto y reubicar 45 familias hacia nuevas unidades de viviendas estatales habilitadas en un entorno estable de la misma comunidad. A partir de este momento se conformó un vacío insólito de 500 metros cuadrados de espacio disponible en el núcleo central de uno de los barrios más densos de Caracas. Con esta operación se establecieron los acuerdos para redefinir la ocupación del terreno, evitar la improvisación de otras construcciones, e implementar un proyecto de espacio público vecinal como gen de renovación del barrio, partiendo de nuevas infraestructuras sociales impulsadas por la propia comunidad.

La intervención prevé una tipología de parque enfocado en la gestión territorial. A través de múltiples infraestructuras, el proyecto se centra en mitigar el riesgo de colapso, y a su vez habilitar dotaciones de espacio público y equipamientos. El proyecto reúne dos naves en los extremos de la parcela, un centro de conjunto que integra plazas de follaje tropical y una zona de protección especial para cultivos endémicos. La primera nave despliega una plaza cubierta a nivel de calle, ofreciendo un espacio flexible para asambleas culturales, talleres y mercados. Sobre la plaza se aloja un cancha de baloncesto y aparatos deportivos. La segunda nave acoge una unidad de manejo energías, que incluye dispositivos de clasificación de desechos sólidos y residuos orgánicos, conectados a un proyecto de canalización ordenada de aguas servidas y electricidad, una toma pública de agua potable y un plan integral de paisajismo productivo, implementando fitoregeneración y agricultura urbana.

Menciones Honrosas

Niños y ciudad

  • La línea guía. Colombia
  • La escuela que soñamos. Venezuela
  • Hacia una red de rutas protectoras escolares. Colombia

Agua y ciudad

  • Parque hídrico La Quebradora. México
  • Gestión integral del paisaje – Arroyo Esquel. Argentina
  • Paseo río Colima. México

Inclusión y ciudad

  • Guaicaipuro, una dinámica urbana socializante. Venezuela
  • Programa de desarrollo progresivo para el comercio en el espacio público del distrito metropolitano de Quito. Ecuador

Menciones

  • Sistema de soporte comunitario Miravalles. Costa Rica
  • PARADISO. Adaptación de comedores comunitarios en ámbitos de resiliencia ciudadana. Venezuela
  • ATANDO CABOS. Corredor calle Villapol. Plan maestro y programa de actuaciones para la ciudad de El Consejo. Venezuela

El jurado estuvo integrado por Diana Giambiagi, arquitecta de la Universidad de Buenos Aires y Magíster en Planificación para el Desarrollo Urbano por la University College London; Mayra Madriz, urbanista, licenciada en psicología por la Universidad de Artes Liberales de Grinnell y Magíster en Planificación Comunitaria y Regional y en Estudios de América Latina por la Universidad de Nuevo México; y Washington Fajardo, arquitecto y urbanista egresado de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Nota:

Gracias a la colaboración que nos han brindado desde CAF. Banco de Desarrollo de América Latina, hemos podido saber los integrantes y firmas vinculadas a las tres propuestas ganadoras. Desde allí se nos insistió en la importancia de recalcar que a estos equipos se sumaron grupos técnicos de trabajo, organizaciones sociales y miembros de las comunidades intervenidas.

De esta manera se puede decir, de entrada, que fueron evaluadas en total 238 propuestas de 14 países miembros de CAF, siendo la convocatoria más exitosa hasta ahora. Los resultados se hicieron públicos el 30 de julio de 2018 tras haber concluido la recepción de propuestas el 15 de junio.

El proyecto ganador del primer premio (Perú), dotado de USD 15.000, con la propuesta “Urban 95 – Lima Norte”, fue elaborado por Coordinadora de la Ciudad, ONG Sumbi y la Fundación Bernard Van Leer, donde participaron Javier Vera Cubas, Daniel Canchán, Paula Villar Pastor y Eleazar Cuadros.

El segundo premio (Ecuador), dotado de USD 5.000, obtenido con la propuesta “Quito Seguro. Barrios resilientes como estrategia de desarrollo sostenible para ciudades latinoamericanas”, fue elaborado por URLO Studio S.A. y el arquitecto Diego Salazar en compañía de Nathalia Hidalgo, Diego Puente y Francisco Moratal.

Finalmente, fue acreedora del tercer premio, dotado de USD 3.000, la propuesta “Plataformas de Gestión Territorial La Silsa”, elaborada por el equipo venezolano Aparatos Contingentes liderado por el consorcio Pico Colectivo y Aga-Estudio en el que participaron Marcos Coronel, Eduardo Barrera, Gabriel Visconti y Rodrigo Marín con importante protagonismo de la comunidad del sector objeto del proyecto.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 135

La selección del Campamento Turístico y Ecológico Cayo Crasquí (1991-1993) como motivo de la postal que acompaña el número 100 del Contacto FAC obedece a diferentes razones. En primer lugar porque pone en evidencia una concepción pionera, modélica, renovada y actual de la preservación del medio ambiente producto un diálogo necesario entre arquitectura y naturaleza. En segundo lugar porque coloca sobre el tapete el debate acerca de si los valores permanentes de la arquitectura y su vocación de trascendencia pueden estar asociados a la condición efímera de lo que se propone y construye. Y, en tercer lugar, porque permite recordar a un sensible y talentoso arquitecto que alcanzó notoriedad a pesar de lo limitada que resultó ser su obra construida: Jorge Rigamonti (1940-2008).

El que de entrada estemos en presenta de un “campamento” habla mucho del enfoque que se le imprimió al proyecto. El estar ubicado en uno de los numerosos cayos de origen coralino, localizado concretamente en el centro del Archipiélago de Los Roques, extenso atolón declarado Parque Nacional en 1972, llevó a pensar a su proyectista en que la respuesta arquitectónica debía ser, tal y como se señala en https://www.behance.net/Rigamonti, “… provisional, de la mayor sencillez, de bajo impacto ambiental, construida con materiales biodegradables, maderas y lonas y métodos constructivos artesanales”, buscándose con ello afectar lo menos posible la extraordinaria naturaleza circundante.

De esta manera el conjunto posado levemente sobre un territorio de 30.000 m2, conformado por 25 carpas desmontables que contienen las habitaciones, “diseñadas para soportar fuertes vientos (…) compuestas de techos dobles, paredes de lona dobles, y puertas y ventanas graduables de romanilla de madera, que proporcionan una generosa sombra y ventilación, y hacen posible un óptimo confort climático natural tanto diurno como nocturno”, y un grupo de edificaciones fijas (un módulo principal, uno de empleados, un módulo de playa, uno de servicios y uno de ecología) ubicadas en “los intersticios que dejan los existentes manglares de arena, para aprovechar las vistas y las corrientes de aire, y a la vez dar servicio y privacidad a las 25 carpas que las rodean”, permite hablar de una obra que ofrece todos los servicios propios de una instalación turística que, en virtud de su cuidadoso manejo en la generación de electricidad, obtención de agua potable y tratamiento de las aguas servidas, apunta a la sustentabilidad como uno de sus puntos fuertes en momentos en que dicho término no había cobrado aún resonancia en nuestro país. “La tienda ancestral del nómada árabe y chino y la vivienda temporal de los primeros habitantes del archipiélago, los indios ‘caribes’, fueron elementos inspiradores para crear esta reflexión sobre un desarrollo sustentable, mediante un hábitat de mayor respeto ecológico y un uso limitado pero sin prejuicios de las tecnologías actuales”, se resalta como consideración conceptual determinante en el portal ya citado.

Al momento de su apertura en 1993 el Campamento Turístico y Ecológico Cayo Crasquí fue objeto de particular atención por parte de los editores del semanario Arquitectura HOY hasta el punto que abarcó 3 de las 4 páginas del nº 30 del 11 de septiembre de aquel año: dos de ellas (las centrales) dedicadas a mostrar fotografías de la obra y dibujos del proyecto y la otra (la primera) ocupada por el artículo “Lonas para conservar. El campamento de Los Roques” de Juan Pedro Posani.

El texto de Posani, que se inicia con una disertación acerca del rol jugado por el concepto de parque en la edad moderna y sobre el debate entre progreso y destrucción que ha derivado en el deterioro progresivo de la superficie del planeta, donde los espacios protegidos sirven sólo para mitigar la mala conciencia de una sociedad que no tiene en la protección ambiental un claro y determinante objetivo, encuentra en el campamento diseñado por Rigamonti la oportunidad de señalar una clara excepción que confirma la regla y un camino para demostrar “cómo conservar zonas de la naturaleza sin prohibir su disfrute tiene una sola solución: la del uso inteligente y cuidadoso por parte del público, combinada con las previsiones por parte de las autoridades. Educación del público y buen diseño por parte de los entes a cargo de los parques”.

Con respecto al proyecto vale la pena rescatar lo dicho por Posani en los siguientes términos que compartimos plenamente: “El campamento del Cayo Crasquí (…) está planteado en el diseño y supervisión de Jorge Rigamonti con una delicadeza y una cautela excepcionales. Con el uso de la madera, la lona y el techo de torta, la distribución abierta de las cabañas, la concentración de servicios mínimos, el tratamiento esmerado de los desperdicios y de las aguas tratadas, y la reforestación únicamente con especies locales, Rigamonti ha logrado una presencia claramente contemporánea, pero a la vez cauta y mesurada, que no altera en lo más mínimo el delicado equilibrio ecológico de la isla ni produce perturbaciones visuales. Todo lo contrario, el alegre y discreto aspecto de campamento provisional subraya de manera diáfana el carácter dominante de la inmensidad del mar, la permanencia trascendente de la naturaleza, de los manglares y de los bancos coralinos.”

El conjunto operó abierto al público sólo tres años debiendo cesar sus operaciones en 1996 por formar parte de las propiedades intervenidas por FOGADE -Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios- luego de la crisis bancaria venezolana de 1994. El tiempo se ha encargado de reabsorber  naturalmente lo que fue pensado para que ello ocurriera quedando hoy muy pocos vestigios de lo que fue levantado inicialmente. De allí que volver a hablar luego de 25 años de una obra que tuvo una vida efímera pero que aún resuena pareciera que va a contracorriente de las aspiraciones de permanencia que siempre acompañan a la gran arquitectura. Revisitar un edificio que quedó en el recuerdo, más que un acto de nostalgia, pasa a ser una necesaria reivindicación que sólo va asociada a obras memorables realizadas ex profeso para que ello ocurriese como lo pueden ser los pabellones expositivos de ferias y exposiciones, referencia ineludible en el caso que nos ocupa. El Campamento Turístico y Ecológico Cayo Crasquí fue distinguido con el Gran Premio Internacional en la IX Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, Ecuador, en 1994. El impecable registro fotográfico realizado y documentación proyectual archivada quizá deparen para el futuro un posible retorno a las arenas de Los Roques de esta modesta obra, o sirva para impregnar de su espíritu la mayor cantidad de intervenciones en parajes naturales vista (en palabras de Posani) como ejemplo de “que una concepción renovada y actual de la preservación no desdeña el uso de lo que se preserva”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas excepto página de Arquitectura HOY. https://www.behance.net/Rigamonti

Arquitectura HOY, nº 30, 1 de septiembre de 1993