ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 50

La actividad desarrollada por Antonio Granados Valdés durante el tiempo que estuvo al frente de lo que finalmente se denominó como Departamento de Extensión Cultural de la FAU UCV (1959-1978), si bien es reconocida fundamentalmente por haber creado la revista Punto y la colección Espacio y Forma, tuvo un lugar igualmente destacado en el capítulo correspondiente al montaje de exposiciones, a pesar de los limitados recursos tanto económicos como humanos con que contaba. Si algo se propuso Granados, y lo logró, fue establecer muy buenas relaciones con las delegaciones diplomáticas presentes en Venezuela y, en particular, con sus agregadurías culturales, lo cual le permitió traer a los espacios de la FAU una numerosa y diversa cantidad de muestras, ello sin dejar de lado la organización de eventos destinados a promover el dibujo, el grabado y la pintura entre estudiantes de arquitectura y artistas nacionales.

Como comprobación de lo señalado, durante el período comprendido entre 1965 y 1966, por citar un momento de particular intensidad, se abren: la Exposición anual de trabajos de alumnos (febrero del 65), una dedicada a Miguel Ángel (del 9 al 23 de marzo del 65), el VII Salón de Arte de Alumnos (mayo del 65), una muestra dedicada a Shakespeare (julio-septiembre del 65), una de dibujos de Frank Lloyd Wright (30 de julio al 18 agosto del 65), una exposición-reportaje sobre el pequeño reino de Mustang (26 de julio al 17 de agosto del 65), la VII Exposición Nacional de Dibujo y Grabado (14 de noviembre al 15 de diciembre del 65), la exposición fotográfica dedicada a la obra del escultor francés Emile Antoine Bourdelle (febrero del 66), la muestra Arquitectura de Finlandia (27 de febrero al 27 de marzo del 66), la dedicada a la Arquitectura del Brasil (del 13 y el 31 de mayo del 66), la exposición de fotografía de la obra pictórica de Touluse-Lautrec (junio-julio del 66), el VIII Salón de Arte  de Alumnos (del 5 al 16 de octubre del 66), la exposición denominada “Arquitectura visionaria” (28 de octubre al 16 de noviembre del 66), la III Bienal Colombiana de Arquitectura (noviembre del 66) y se anuncia para mayo del 67 la Exposición “Arquitectura del siglo XX”.

De entre el grupo mencionado cabe destacar la expectativa y el impacto causado por la exposición itinerante Arquitectura de Finlandia cuya curaduría y patrocinio estuvieron a cargo del Museo de Arquitectura de Helsinki, institución que envió al arquitecto Gullichsen y su ayudante el señor Houvinen para asesorar el montaje. Correspondió al Embajador de Finlandia en nuestro país Heiki Hannikainen dar las palabras de apertura en presencia del distinguido profesor de la Universidad Tecnológica de Helsinki, Aulis Bloms.

Sobre la repercusión de la muestra pero sobre todo sobre la particular interés y devoción que para entonces ya se profesaba por la arquitectura finlandesa y sobre la figura de Alvar Aalto, dan cuenta los tres artículos aparecidos en la revista Punto nº 26  de enero-febrero de 1966:  “Arquitectura finlandesa” de Juan Pedro Posani, “Alvar Aalto” de Carlos Raúl Villanueva y “La arquitectura finlandesa y su fondo histórico” de Nils Erick Wickberg, cuya lectura sigue manteniendo clara vigencia.

En particular Posani señala. “Pocos países nos resultan más exóticos que Finlandia: un país absolutamente remoto, alejado de nosotros por geografía, clima, lengua, cultura. Y, sin embargo, este país ha venido ejerciendo una poderosa atracción sobre las últimas generaciones de arquitectos venezolanos, quienes, en cantidades asombrosas, si se considera el círculo reducido de la profesión, han viajado y siguen viajando a Finlandia en demanda del conocimiento directos de las obras. ¿Qué es lo que promueve estos viajes colectivos e individuales que tan a menudo han tomado el carácter de verdaderas peregrinaciones (…)? En el nombre de Aalto se congregan todas las razones”.

Sin duda, la permanente referencia que hacía Villanueva a la arquitectura del maestro nórdico en cuanto a la comprensión del lugar, el uso correcto de los materiales, el manejo del espacio y la consideración de la escala, elementos todos que permitía hablar de una arquitectura humana, realista y a la vez orgánica, tuvo mucho que ver en ello.

No olvidemos tampoco que el propio Posani, justamente en septiembre de aquel año 1966, publica “El eclecticismo criollo” en el nº 6 del Boletín del CIHE (insumo fundamental del capítulo titulado “El eclecticismo como sistema” de Caracas a través de su arquitectura -1969-), postura a la que asocia a un significativo número de arquitectos jóvenes venezolanos particularmente influenciados por la arquitectura nórdica entre los cuales destacaban Carlos Becerra y Domingo Álvarez y en menor grado Isaac Abadí, Román Dávila, Gustavo Legórburu.

El comentario que acompaña las imágenes de la quinta diseñada por Becerra y Álvarez en Colinas de Bello Monte (1964) es claro: “Es conocida la voluntaria definición aaltiana de D. Álvarez, que alcanza con él plena conciencia y hasta planteamientos metodológicos. En esta casa (…) la influencia del maestro finlandés está presente (…) con formas y detalles de la casa Carré y del taller del Munkkiniemi…” En los años 90, cuando publicaba sus artículos en Economía HOY, Posani en reiteradas ocasiones vuelve a señalar la importancia de mirar a Finlandia pero sobre todo a Australia y la figura de Glenn Murcutt, quien revela una actitud esencialmente aaltiana digna de ser tomada en cuenta, pero eso puede ser tema para otra ocasión.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

Deja un comentario