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¿SABÍA USTED…

… que el 6 de mayo de 1953 se inauguró el Pasaje Zingg?

1. Foto tomada el día de la inauguración del Pasaje Zingg. En el centro el empresario Gustavo Zingg propietario del edificio y a su lado derecho Marcos Pérez Jiménez.

La palabra “pasaje” tiene, según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), hasta trece acepciones. De la que nos interesa hablar hoy para dar inicio a nuestra nota es de aquella que lo define como “paso público entre dos calles, algunas veces cubierto” estrechamente relacionada con otras dos: “acción de pasar de una parte a otra” y “sitio o lugar por donde se pasa”.

Para evitar confusiones pensando que cualquier calle pueda ser considerada un pasaje, hay que tomar en cuenta que, como mínimo, debe cumplirse la condición de que se haya aparecido a modo de añadidura a la trama original de cualquier ciudad, si es que no forma parte de su razón de ser. En tal sentido otras de sus características, el que sea cubierto o a cielo abierto y el que sea peatonal o vehicular, ha permitido con el tiempo acotarlo aún más privando para la segunda situación el hecho de que predomine lo peatonal, sumándosele otra que en cierta medida garantice su animación: el uso comercial.

Es así como este particular espacio público que puede ser detectado desde muy temprano dentro de la trama histórica de las ciudades, irrumpe con fuerza como hecho impuesto fundamentalmente a finales del siglo XVIII en Europa, convirtiéndose a partir de entonces en toda una tipología que dio pie a espacios memorables, apareciendo en muchos casos estrechamente vinculado con la noción de «galería» la cual, a diferencia de su pariente no siempre conecta dos calles sino que puede ser un espacio confinado.

Si nos quedamos con que un pasaje “es una calle generalmente estrecha y peatonal, que pasa por debajo o entre varios edificios y enlaza dos o más calles entre sí”, podemos confirmar parte de lo que hemos adelantado e ir precisando no sólo su identidad sino la manera como históricamente se hace presente en las ciudades. Si partimos de la ciudad medieval como el modelo, en el que el pasaje surge de manera espontánea por necesidad de dar acceso a más viviendas o aquellas que por su emplazamiento no tenían acceso desde una calle, encontramos que no será sino desde fines de 1700, cuando al aparecer la preocupación por introducir el espacio público dentro del bloque de la manzana, que el pasaje empieza a ser un elemento planificado. En este sentido, no es de menor importancia recordar que este concepto era totalmente ajeno a la planificación que imperó en toda Latinoamérica basada en el damero regulado según las Leyes de Indias, otro importante modelo que vale la pena considerar y estudiar a la luz de lo expresado.

2. Dos galerías del siglo XIX europeo. Izquierda: Galleria Vittorio Emanuele II, Milán (1861-1877). Derecha: Galleria Umberto I, Nápoles (1887-1890)

Así, como bien señala María Marta Lupano en “Ruptura de la trama urbana: los pasajes y las calles cortadas”, artículo publicado en 1998 en el nº98 de Seminario de Crítica, revista del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas (IAA), Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires, “desde fines del 1700, en Europa comenzó una preocupación por el diseño de nuevos tipos arquitectónicos, a partir del trabajo integral sobre sus células: los bloques amanzanados. Se edificaron entonces los ‘pasajes’ que se introdujeron como calles semipúblicas en el bloque cerrado, para llevar el frente hasta el rincón más alejado a través de patios o jardines que a la manera del Palais Royal de Paris quedaron en el corazón de la manzana y la transformaron en el centro de su espacio. Las pequeñas manzanas paralelas con calles o plazoletas, mejoraron la relación frente-fondo y el asoleamiento de los edificios”.

La evolución y transformación de pasajes en galerías techadas de carácter eminentemente comercial (los “passages” franceses, las “galleries” italianas o los “passagem” alemanes), entendidas como calles cubiertas para peatones, va de la mano con el desarrollo del intercambio de mercancías a nivel internacional y tienen su apogeo entre 1790 y 1860. En París, por ejemplo, “la gran mayoría fue inaugurada en los quince años siguientes a 1822, utilizándose techos de cristal”, convirtiéndose en centros de mercaderías suntuarias e instaurándose como tipología en casi todo el mundo.

3. Dos pasajes bonaerenses: el General Paz (izquierda) y el Santamarina (derecha).
4. Dos pasajes en el centro de Santiago de Chile.

El efecto que trajo la tendencia a irrumpir en las manzanas para crear pasajes llega a Latinoamérica a finales del siglo XIX teniendo una particular repercusión en ciudades como Buenos Aires y Santiago de Chile donde prevalecerá la denominación tradicional incorporándose en Buenos Aires el término “cortadas”. Las galerías, por su parte, pasarán a estar asociadas a la opulencia.

En Venezuela, dado el rezago que el país vivió durante el siglo XIX, no será sino hasta 1891 que verá en Caracas la aparición del primer paseo comercial a cielo abierto: el Pasaje Linares, comentado en el Contacto FAC nº266 del 3 de abril de 2022.

5. Pasaje Capitolio, Caracas, c.1930.

Sólo será finalizando los años 1920 que se detecte, siempre en Caracas, la tímida llegada de otro espacio de estas características, el Pasaje Capitolio, que comunicó la avenida Oeste 2 (hoy bulevar Capitolio) con su paralela avenida Oeste, permitiendo recortar camino entre Padre Sierra y la esquina El Conde. La operación que dio origen a la concreción final de este espacio nace cuando la familia Boulton adquiere la casona que perteneció al Conde de la Granja (ubicada al sureste de la esquina El Conde) para, luego de demolerla, destinar una parte del terreno a completar el segmento norte del Pasaje, quedando el resto destinado a la construcción del hotel El Conde en 1948.

Dada su condición entre medianeras, su presencia como espacio público, su uso comercial y su condición techada-acristalada soportada en una estructura de cerchas metálicas que aporta luz natural al espacio, podría decirse que el Pasaje Capitolio fue la primera galería caraqueña, aunque no contó con la fastuosidad de sus pares europeos. Sin embargo, cabe agregar, como se señala en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Municipio Libertador. 2004-2007 del Instituto del Patrimonio Cultural IPC, que “la fachada principal refleja la función volumétrica de los locales comerciales que se encuentran a los lados, como también del pasaje urbano en su espacio central. Este espacio queda resaltado por un portal de mayor altura decorado con rejas forjadas al estilo Art Nouveau. Estas rejas son de figuras curvas alusivas a formas vegetales. En este portal también se pueden apreciar grandes ventanales con marcos metálicos, herrería decorada, y cornisas con molduras en su borde superior”.

5. El edificio Zingg visto desde la Avenida Este 4 (hoy Universidad) en fechas cercanas a su nauguración en 1940

Será más de veinte años después de que se popularizara el Pasaje Capitolio, que se dará otro evento importante en la hasta entonces breve historia de los espacios caraqueños con esta tipología. Sin que la precisión nos acompañe del todo, nos aventuraríamos a decir que cuando en entre 1951 y 1953 se construye bajo el edificio Zingg (inaugurado en 1940) el pasaje que lleva el mismo nombre, se produce un importante impulso y un punto de inflexión en lo que a galerías comerciales se refiere en la ciudad capital.

En el momento en que el empresario alemán Gustavo Zingg decide trasladar a Caracas en 1932 la sede central de su reconocida casa comercial G. Zingg & Co. fundada en 1930, radicada inicialmente en Maracaibo, contrata en 1939 al ingeniero Oskar Herz el proyecto para construir una edificación corporativa exclusiva entre medianeras, a ubicarse entre las avenidas Este 6 (entre las esquinas Camejo y Colón) y Este 4 -hoy Av Universidad- (entre las esquinas de Sociedad y Traposos), la cual fue ejecutada por la Oficina Técnica Blaschitz e inaugurada en 1940. La edificación contaría con dos cuerpos que dan frente hacia cada una de las dos avenidas dejando entre ellos un espacio libre usado para los estacionamientos.

El sobrio edificio de rasgos clásicos, acabados de primera y fachadas recubiertas en mármol, supuso para el momento de su construcción un avance dentro de la incipiente modernidad arquitectónica del país, ya que fue la primera edificación de acero planificada para resistir sismos en Caracas.

6. El edificio (visto desde la Avenida Este 6) y el Pasaje Zingg en fechas cercanas a su apertura

Once años después de su puesta en funcionamiento, el edificio Zingg volverá a sacudir a la capital, ahora en un sentido distinto al de su novedad estructural, al liderizar una importante operación urbana que se puso a tono con el impacto que incorporó la realización de la avenida Bolívar. Dicha operación consistió en modificar las plantas bajas del edificio, ocupar el área de estacionamientos y salvar el desnivel entre las avenidas que lo confinan, con un novedoso pasaje comercial, conectando así el corazón de la capital con las obras que venía realizando el Centro Simón Bolívar. Le corresponderá al arquitecto de origen turco Arthur Kahn (1910-2011) realizar la propuesta y concretar el proyecto.

El planteamiento resolvió el recorrido en dos tramos y en dos secciones que, como ya se señaló, implicaron modificar las plantas bajas originales de los dos cuerpos del edificio sede y ocupar el resto de la parcela. La primera sección, nivelada con la avenida Universidad, se encuentra techada en su parte central por una cubierta a dos aguas que la provee de luz cenital natural, relacionándose espacialmente con la segunda sección, el nivel inferior que se comunica con la avenida Este 6, mediante un espacio central que posee una cúpula acristalada. Para vencer la diferencia de altura entre las calles se recurrió a la utilización de las primeras escaleras mecánicas de Caracas (otra novedad), que hoy permanecen y caracterizan este espacio.

7. Pasaje Zingg. Planta
8. Tres tomas del interior del Pasaje Zingg.

El Pasaje contenía 40 locales comerciales (librerías, papelerías, venta de plumas fuentes, cafeterías, barberías, perfumerías, agencias de viaje, tiendas de modas) y servicios complementarios, tales como: un correo, telégrafo, radio y teléfonos, un restaurante, sanitarios públicos (con elegantes y lujosos tocadores para damas) y la agencia bancaria de The Royal Bank of Canada.

“La publicidad de la época promovía al Pasaje Zingg como un verdadero centro comercial, que contaba con cuarenta de las tiendas más lujosas de Caracas lo cual lo aproximaba en gran medida a una galería parisina. Esta estrategia tuvo gran impacto urbano, generando una nueva vía pública peatonal. Para mediados de los cincuenta, había llegado a ser un icono urbano”, señalarán Iván González Viso y María Isabel Peña en la nota dedicada al Pasaje Zingg en Caracas del Valle al Mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015).

Por su parte, Lorenzo González Casas en “Compraventas en CCS: De la bodega esquinera al mall”, ubicable en http://www.ccscity450.com.ve/ensayo/compraventas-en-ccs-de-la-bodega-esquinera-al-mall/, afirmará lo siguiente: “La llegada de la escalera mecánica tuvo su acto inaugural en el Pasaje Zingg de la avenida Universidad, de Arthur Kahn, entre 1951 y 1953. Amén de las novedosas escaleras, allí se establecieron baños públicos, como había hecho cuatro décadas antes Harry Gordon Selfridge en sus almacenes, con intención de prolongar la estadía del público, en especial el femenino. Junto con el Pasaje Zingg, a inicios de la década de 1960 existían en Caracas otros 21 pasajes comerciales cubiertos, lo cual indica la expansión de esta tipología”.

9. Foto del 2015 del edificio Zingg visto desde la avenida Universidad con la entrada al pasaje cerrada.
10. Fotos recientes del edificio y el Pasaje Zingg.

Pasaje, galería, bulevar techado, centro comercial, apelativos todos que se le han endilgado al Pasaje Zingg, permiten, sea como sea, detectar también, como subraya Henry Vicente en “Pasaje de ida y vuelta”, artículo aparecido en el encartado de El Nacional “Todo en domingo” el 16 de junio de 2002, uno de los primeros casos en los que un edificio caraqueño evolucionó con el tiempo calificando la intervención hecha por Kahn, junto a su respuesta a la topografía, “como una simple caverna o un túnel inseridos en el edificio precedente, cuyos límites y bordes, tanto laterales como verticales, no sufren mayor variación”.

Allí, Vicente concluirá, con plena vigencia: “Hoy en día, en el que conceptos como evolución nos resultan tan de capa caída, la situación del Pasaje Zingg nos remite a un previsible desgaste en el tiempo, que preserva en sí, quizás desfigurados, los rasgos que le dieron prestigio urbano en el marco de una Caracas ávida de modernidad. (…) No deja de perseguirnos la frase con la que Susan Sontag sentenció la modernidad: ‘La modernidad es un mundo cuyo pasado se ha vuelto caduco y cuyo presente produce antigüedades instantáneas’”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 9. http://guiaccs.com/en/obras/pasaje-zingg-2/

2, 3, 4 y 10. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

5. http://mariafsigillo.blogspot.com/2011/05/datos-sobre-el-pasaje-zingg-caracas.html

6. http://mariafsigillo.blogspot.com/2011/05/datos-sobre-el-pasaje-zingg-caracas.html y http://guiaccs.com/en/obras/pasaje-zingg-2/

7. Henry Vicente. “Pasaje de ida y vuelta”, El Nacional. Todo en domingo, 16 de junio de 2002.

8. Henry Vicente. “Pasaje de ida y vuelta”, El Nacional. Todo en domingo, 16 de junio de 2002 y https://www.helpmecovid.com/ve/56346_pasaje-zingg