Archivo de la etiqueta: pandemia

VALE LA PENA LEER

Arresto domiciliario

Luis Fernández-Galiano

24/03/2020

Tomado de arqutecturaviva

El confinamiento se sobrelleva mejor que la incertidumbre. Ejercitándonos en el oficio de vivir, el espacio privado adquiere un sentido diferente, porque el refugio íntimo se transforma en celda penitenciaria, y la vieja pregunta retórica —¿privado de qué?— se responde de inmediato: privado de contacto con los otros. En Huis clos, una obra que se estrenó en el París de la ocupación, Jean-Paul Sartre representa el infierno como un cuarto sin ventanas donde se constata que ‘L’enfer, c’est les autres’. Evitando hoy el contacto para dificultar la propagación vírica, descubrimos que, a diferencia de lo que asegura el dramaturgo, el cielo son siempre los otros. Obligados al aislamiento social, y enfrentados al enclaustramiento doméstico, sentimos como una amputación la ausencia de vínculo físico con nuestros semejantes, pero nada es comparable a la ansiedad que suscitan las sombras que se proyectan sobre el futuro personal y colectivo. Con las ciudades en toque de queda, participamos en la liturgia solidaria de los balcones y consumimos bulímicamente la información de los medios y el chisporroteo de las redes, procurando atisbar el horizonte con los ojos entornados. Ignorantes del censo definitivo de las víctimas, fingimos confiar la supervivencia a las exigentes rutinas de protección, pero en el fondo nos sabemos arrastrados por el torbellino del azar. Es posible que el mundo que emerja de esta convulsión vírica sea más sensato en el consumo de recursos, más justo en su reparto y más seguro frente a las catástrofes: vivir con menos no tiene que significar vivir peor. Sin embargo, también es verosímil que este nuevo paisaje económico, social y geopolítico esté marcado por el desorden y el conflicto, por el auge autoritario y el agostamiento de la libertad, ya que la pandemia ha mostrado la anemia de la gobernanza nacional y europea, por no mencionar la ausencia de gobernanza global. Buscando guía y consuelo en la memoria personal, recuerdo a mi padre microbiólogo y a su héroe de ficción, el doctor Arrowsmith, protagonista de la gran novela de Sinclair Lewis y de la posterior película de John Ford, un médico e investigador que se enfrenta a una epidemia de carbunco y después a otra de peste bubónica, y que refleja bien los dilemas éticos de la ciencia en situaciones límite. Hoy los comentaristas recorren reiteradamente la historia literaria de las pestes, desde Boccaccio hasta Camus, y subrayan tanto la angustia de las poblaciones como los esfuerzos del personal sanitario, pero quizá no se pone suficiente énfasis en la investigación biomédica que al cabo nos suministra remedios y vacunas. En la soledad de sus laboratorios, y en la comunidad virtual de sus hallazgos, esos científicos ofrecen desde su confinamiento las briznas de certidumbre que permiten hacer frente a las incógnitas biopolíticas del tiempo que viene.

ACA

ES NOTICIA

Los aeropuertos transformados en aparcamientos para aviones

Tomado de arquitecturaviva.com

29/03/2020

Miles de aviones se han tenido que dejar en tierra por la falta de operaciones aéreas por el coronavirus y, en estas nuevas circunstancias, las aerolíneas afrontan un nuevo problema: dónde encontrar un lugar para aparcarlos. En todo caso ello ha generado imágenes que difícilmente se repetirán cargadas de un alto contenido estético.

ACA

ES NOTICIA

EL MUNDO DETENIDO

Globalization in reverse

Luis Fernández-Galiano

18-03-2020

Tomado de arquitecturaviva.com

Para frenar el virus, el globo se detiene y se fragmenta. La interrupción de los viajes para contener la difusión del coronavirus y las mayores dificultades para el movimiento de mercancías han puesto la globalización marcha atrás, y tanto la contracción del consumo como la ralentización de la producción provocada por la rotura de las cadenas de suministro, dibujan un escenario de recesión económica que nos ha hecho conscientes de la fragilidad de un crecimiento basado en las vulnerables redes de interdependencia que enmadejan el planeta. Estamos transitando de los vasos comunicantes a los compartimentos estancos, obligados por una crisis epidemiológica que nos separa y a la vez nos hace más conscientes de nuestro destino común; paradójicamente, el mismo acontecimiento que levanta barreras en el globo nos afianza en la convicción de ser pasajeros de la nave espacial Tierra, porque el alejamiento físico —como estamos comprobando durante el actual confinamiento— provoca cercanía emocional. Los activistas antiglobalización denuncian la fractura social entre las élites metropolitanas insertas en redes trasnacionales y las poblaciones ancladas en territorios marginados de estos procesos, una fractura que se ha manifestado también políticamente en la extensión de los movimientos de protesta y en el surgimiento de populismos identitarios, que rechazan tanto a los privilegiados cosmopolitas como a los inmigrantes desvalidos. La multiplicación del malestar ante la internacionalización entra hoy en resonancia con el renovado protagonismo de las naciones en la lucha contra un virus que amenaza igualmente a las élites y al pueblo llano, y hay quien piensa que la actual impermeabilización forzosa de las fronteras puede hacer girar en el futuro la estructura económica de los países hacia modelos más autosuficientes, menos dependientes de materias primas o mano de obra importada, y quizá más resilientes frente a ‘cisnes negros’ como el actual. Todo ello es en gran medida fantasioso, y si la desigualdad social causada por la globalización es un desafío político que debe abordarse, la interdependencia económica es probablemente irreversible. En otra clave, el enfriamiento de la producción, el consumo y el transporte, lo mismo que el desplome de la demanda de petróleo, tiene efectos beneficiosos sobre el cambio climático y la contaminación urbana, pero esto no debe hacernos preconizar la recesión como medicina planetaria, o aún menos juzgar el coronavirus como el agente que utiliza Gaia para su autoregulación. Muchos vieron el 11-S como el epitafio de la construcción de rascacielos, y la quiebra de Lehman Brothers como el punto final de la globalización financiera, pero en ningún caso se cumplieron los pronósticos. No es por eso seguro que esta tercera gran crisis del siglo xxi suponga la inversión de la globalización, por más que el mundo que hallemos a la salida de nuestro actual arresto domiciliario sea muy diferente al de hoy.

ACA