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CONCURSOS DE ARQUITECTURA EN VENEZUELA

Pabellón de Venezuela para la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937

1. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Perspectiva del anteproyecto

Si bien no tenemos certeza de que haya sido el primero que se dió en nuestro país, ni de que se tratara realmente de un concurso tal y como se desarrolla esa modalidad en la actualidad, lo cierto es que para la realización del proyecto del pabellón venezolano que nos representaría en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París de 1937, el Ministerio de Obras Públicas solicitó a los jóvenes Carlos Raúl Villanueva y Luis Malaussena, funcionarios a la sazón de dicho ente gubernamental, la elaboración de sendas propuestas sobre lo que podía ser el edificio entre las cuales se seleccionaría la definitiva.

2. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Fachada de la proposición alternativa

El hecho de que la Exposición se realizara en París convertía a ambos arquitectos en curiosos protagonistas ya que los dos habían desarrollado sus estudios profesionales allí: Villanueva en la École des Beaux-Arts y Malaussena en la École Spéciale d’Architecture. También lo fue el hecho de que por vez primera se proyectaba un pabellón de estas características en Venezuela por arquitectos venezolanos, más allá de las particulares connotaciones extranjerizantes de la formación académica de sus autores.
Hacía sólo año y medio que había fallecido Juan Vicente Gómez por lo que le correspondió al gobierno de Eleazar López Contreras, a través del Ministerio de Fomento, asumir el compromiso de llevar adelante la realización de la obra, en medio de los esfuerzos que apuntaban a modernizar el país tras la muerte del “benemérito”, ya con el petróleo como motor principal de la economía y en pleno proceso de transición hacia la apertura de las libertades individuales y políticas.
Para aquel entonces había estallado la Guerra Civil Española, Hitler era canciller de la amenazante Alemania nazi y Stalin el hombre fuerte de una expansionista Unión Soviética, hechos que sin duda repercutieron en el tenso ambiente que se vivió en la exposición parisina, en medio de una Europa que se encaminaba a la Segunda Guerra Mundial.

3. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Vista del acceso

De las propuestas elaboradas por Villanueva y Malaussena se escoge, con la anuencia del arquitecto jefe de la exposición, monsieur Greber, sin que aún sepamos a ciencia cierta a quien perteneció, una plenamente inscrita dentro del estilo que para la época se había difundido a lo largo del continente y específicamente en las obras tanto públicas como privadas del país: el “neocolonial”, corriente no exenta de eclecticismo que se aleja del historicismo importado de Europa y fija su inspiración en el patrimonio cultural “nacional”.
Desde ese momento, el proyecto del pabellón es desarrollado a cuatro manos por lo que definitivamente la autoría se entiende compartida. En el diseño del edificio se hacen presentes en significativa mezcla techos inclinados de teja y palma (usados en el remate cónico del volumen cilíndrico principal, como cubierta de los elementos de conexión y circulación y en los aleros de protección), y techos planos (en la cubierta de los cuatro prismas que junto al cilindro dan fuerza a la composición) lo cual, junto al uso de formas puras, evidencia un intento claro de poner a dialogar tradición y modernidad a través de los valores que se han detectado dentro de la austera, sencilla y honesta arquitectura colonial venezolana.

4. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Planta

El esquema compositivo está estructurado con base en una clara axialidad que cuenta como elemento organizador un patio central en torno al cual se disponen los diversos volúmenes, articulados de acuerdo a la sintaxis académica y ornamentados asumiendo una interpretación libre y poco rigurosa de los referentes originales. Recursos tales como la utilización de una portada neobarroca rematada con el escudo nacional para enfatizar el acceso, a través del volumen cilíndrico de dos pisos que encabeza la composición, y de ventanas dobles con «poyo» y rejas de madera como elemento repetido en las diversas fachadas, dan cuenta de las licencias que se dan los autores. Los resabios de la formación parisina de ambos saltan, pues, a la vista.
El edificio, en cuanto a su adaptación al entorno, ofrece la doble virtud de sentirse proporcionado, sin rimbombancias, al importante lugar dentro de los Campos de Marte que le tocó ocupar y de dar la sensación de parecer más grande de lo en realidad es. Su adecuación al carácter que la representatividad le imponía se logra siguiendo casi al dedillo las recomendaciones de Guadet. Mucho tiene que ver en todo ello la agradable escala del patio central en torno al cual se estructura la composición.

5. Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas de la Vida Moderna en París, 1937. Patio interno

Afirmar que esta pieza es reflejo del proceso de modernización que vivía Venezuela sería una exageración. La sensación transmitida por el edificio de que aún éramos un país provinciano, tranquilo y no sometido a los traumáticos embates sufridos por las potencias europeas, quizás fue lo que colaboró en gran medida a que se le otorgara a sus arquitectos un Diplome de Grand Prix . Moderno, emblemático y vanguardista si será el pabellón español, encargado por la República a Jose Luis Sert y Luis Lacasa, que albergó el desgarrador reclamo por el bombardeo de Guernica que Picasso convirtió en obra maestra de la pintura universal y también permitió que se luciera en su exterior una pieza de un joven escultor norteamericano de nombre Alexander Calder.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2 y 4. Hernández de Lasala, Silvia. Malaussena. Arquitectura Académica en la Venezuela moderna,, 1990

3. https://entrerayas.com/2020/06/recreacion-del-pabellon-venezolano-en-la-feria-internacional-de-paris-1937/

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 48

Venezuela se estrena con su primer pabellón propio dentro de una Exposición Universal en París, 1889, fecha en que se decide conmemorar el centenario de la Revolución Francesa. Aunque estrictamente se ubica en el período presidencial del Dr. Juan Pablo Rojas Paúl, la realización está inscrita dentro de las actividades que Antonio Guzmán Blanco preservó para sí una vez dejó la presidencia de Venezuela en 1888 después de ejercerla por tercera vez. No en balde, siendo aún primer mandatario, Guzmán se había encargado de supervisar la participación del país en la muestra internacional que se organizaría en la “ciudad luz” garantizando que, dejado el cargo, se le nombrara Ministro Plenipotenciario de la nación ante Francia.
No escapó a la influencia del Ilustre Americano ni la selección del arquitecto, ni la programación espacial, ni la escogencia de los productos que en el pabellón debían ser expuestos, dándose inicio así a una saga de piezas diseñadas por arquitectos extranjeros que tenían la responsabilidad de representarnos ante el mundo.
Para la época, París, que ya contaba con 2,8 millones de habitantes, era el árbitro del progreso, y ejemplo de la cultura moderna y la política. No es casual que sea en aquella exposición del 89 donde se muestren los más relevantes avances técnicos ligados al uso de nuevos materiales, siguiéndose así con la secuela impuesta por el Palacio de Cristal de 1851.
Los países latinoamericanos realizaron ingentes gastos para presentarse y, en particular, Venezuela dispuso de US $46.000, dinero que fue parcialmente invertido en la construcción de su pabellón de 450 m2 que ocupa una superficie 600 m2 (incluidos sus jardines), situado en la zona de los Campos de Marte frente a la imponente Torre de 300 metros proyectada por Eiffel y cerca de las representaciones de Argentina, Brasil, México y Bolivia.
Al igual que otros países de nuestro continente, el pabellón nacional es proyectado por un arquitecto francés. En nuestro caso sería Edmond-Jean-Baptiste Paulin, egresado de la Escuela de Bellas Artes, el encargado de traducir en un objeto habitable rasgos que pudieran considerarse propios de la identidad nacional.

1. Imagen del sector de la Exposición Universal de Paris, 1889, donde se ubicaba el Pabellón Venezolano

Según se recoge de la prensa y crónicas de la época, el edificio proyectado por Paulin, de planta cuadrada con patio interno y un piso de altura, presenta una fachada en estilo ecléctico, con una mezcla de elementos neoclásicos y barrocos, relieves e inscripciones sobre la entrada principal en torno al Escudo de Armas de la nación y una balaustrada en el nivel superior. Rompe la simetría de la fachada una torre de dos cuerpos rematada por una cúpula bulbosa de reminiscencia islámica ubicada en el costado izquierdo y un cuerpo circular en madera del lado derecho. Sin embargo, en medio de este despliegue expresivo, es curioso notar cómo, dentro del espíritu historicista dominante en la arquitectura académica de entonces, ese arquitecto extranjero haya recurrido al barroco, estilo propio de la producción arquitectónica en la España imperial y sus antiguas colonias de América, poco valorizado por los historiadores de entonces, para poner en evidencia los nexos con el pasado hispánico del país recurriendo, en particular, al uso de elementos decorativos del llamado estilo “churrigueresco”, un movimiento del cual nunca existieron testimonios construidos en Venezuela. Un claro gesto de ruptura con la “leyenda negra” que hasta entonces pesaba en contra del pasado colonial español dentro de la conducta político-cultural de nuestra recién emancipada república.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 1. Library of Congress. Washington, DC. (https://twitter.com/gfdevenezuela/status/908480668484751360)

1965• Mención Honorífica para el diseño del Pabellón de Venezuela en la Feria Internacional de Nueva York ´64

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1965•  El American Institute of Architecture (AIA) de los EEUU otorga al Pabellón de Venezuela, proyectado para la Feria Internacional de Nueva York ´64 una Mención Honorifica.
El diseño del Pabellón, realizado por los arquitectos Edmundo Díquez (FAU UCV, promoción 8/ 1958) y Oscar González (FAU UCV, promoción 9/1959), había sido seleccionado en un concurso nacional organizado en 1962 por el Ministerio de Fomento con los auspicios del Colegio de Arquitectos de Venezuela.
El Pabellón construido en un lote de 6.100 m2, tiene 1.950 m2 de ubicación, se eleva tres niveles y medio sobre el acceso, destacándose un «night club» en el sótano en donde además de ofrecerse especialidades gastronómicas venezolanas había presentaciones de relevantes artistas y músicos nacionales.

HVH

1957• Pabellón de Venezuela para la Exposición Internacional de Construcción “Interbau 57”

 

Pabellón de Venezuela en Interbau 57.jpg

1957•  Guido Bermúdez y Johannes Johannson diseñan el Pabellón de Venezuela para la Exposición Internacional de Construcción “Interbau 57”, celebrada entre julio y septiembre, en Hansaviertel, cerca de Berlín, Alemania Federal.
Esta exposición fue organizada para mostrar la modernización de Alemania una vez finalizada la II Guerra Mundial. Contó con la participación de Walter Gropius, Le Corbusier, Alvar Aalto, Oscar Niemeyer y Hans Scharoun, entre los 53 arquitectos invitados a proyectar edificaciones para la reconstrucción del Barrio de Hansa, devastado por la II Guerra Mundial.

HVH

1970• Es premiado el Pabellón de Venezuela en la Exposición Panamericana de Ingeniería e Industria, Buenos Aires

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1970•  El Presidente de Argentina, General Marcelo Levingston, entrega al arquitecto Julio Coll Rojas el Premio Mayor por el diseño del Pabellón de Venezuela en la Exposición Panamericana de Ingeniería e Industria celebrada, entre los meses de septiembre y octubre, en Buenos Aires. El stand de 540 m2 triunfó en competencia con 450 exhibiciones de numerosos países del continente, distinguiéndose por sus proyecciones simultáneas (16 proyectores de diapositivas y 4 proyectores de películas) de carácter didáctico y promocional.

HVH

 

2007• Se publica «Crónica Tres Cubos en Montreal. Villanueva»

Se publica Crónica Tres Cubos en Montreal.jpg

2007•  La Fundación Villanueva conjuntamente con Armitano Editores presenta la obra de Ricardo De Sola y Paulina Villanueva titulada «Crónica Tres Cubos en Montreal. Villanueva».
La publicación profusamente ilustrada con dibujos y fotografías narra el proceso de diseño de este pabellón venezolano, las incidencias durante su construcción, la participación que tuvo Jesús Soto y el éxito obtenido por la obra en el contexto de la Expo’ 67 que se celebró en Canadá.

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