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1976• Abre sus puertas la Galería de Arte Nacional

1976• Diecinueve meses después de haber sido creada, la Galería de Arte Nacional GAN abre sus puertas al público en el edificio original del Museo de Bellas Artes que, luego de construida su segunda ampliación, lo cedió hasta tanto se realizara para ella una sede propia.

La edificación había sido construida en 1935 e inaugurada en 1938 por Eleazar López Contreras, Presidente de la República.
Con la creación de la GAN se buscaba poder reunir, tener en custodia, conservar y exhibir en un solo edificio el arte venezolano, representado en una colección de más de 9000 obras de diversos autores, géneros y tendencias que incluyen pintura, dibujo, estampa, fotografía, escultura, instalación, video-instalación, cerámica y textiles.

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 258

Cuando entre septiembre y noviembre de 1995 se abrió en los espacios de la Galería de Arte Nacional la exposición “Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra”, se materializó un reconocimiento que hacía tiempo este importante arquitecto venezolano merecía en solitario, luego de que en 1984 formara parte de “Los signos habitables”, primera muestra sobre arquitectura moderna realizada en Venezuela, junto a José Miguel Galia, Gorka Dorronsoro, Jesús Tenreiro, Fruto Vivas y Jorge Castillo.

Sanabria (1922-2008) había acumulado en casi 50 años de ejercicio profesional un importante número de realizaciones que se vieron realzadas por una cuidada curaduría a cargo de William Niño Araque, Mónica Silva Contreras, Carmen Cecilia Araujo y Gipsy Venegas (conservación y selección de documentos), apoyada en el impecable archivo que el arquitecto poseía, más las fotografías de Gorka Dorronsoro, Egilda Gómez e Isabel Carlota Rodríguez, todo lo cual fue recogido en un hermoso catálogo diseñado por Juan Carlos Fernández e impreso por Gráficas Armitano C.A., cuya portada ilustra nuestra postal del día de hoy. Con un tiraje de 1000 ejemplares, el texto central del catálogo, titulado “La arquitectura como ciudad. Apuntes breves para una aproximación a la obra de Tomás José Sanabria”, estuvo a cargo de William Niño Araque, los de las obras y proyectos los realizaron el propio Niño Araque, Mónica Silva y Carmen Araujo siendo estas dos últimas las responsables, además, de elaborar una detallada cronología.

1. Arriba: Tomás José Sanabria a comienzos de los años 1940 cuando aún era estudiante de arquitectura. Abajo izquierda: Bocetos extraidos de uno de sus cuadernos de viajes por el interior de Venezuela de su época de estudiante (1941-1945). Abajo derecha: Casa Vegas, El Rosal, Caracas, primera casa proyectada y construida por Sanabria (1941)

Tomás José Sanabria, como se recoge del catálogo, desde muy joven (1941) “se inicia en la arquitectura a raíz e una serie de visitas al interior en las que se muestra particularmente interesado por la arquitectura colonial”, período en el que “realiza uno de sus cuadernos de viajes por Venezuela más importantes. De esa experiencia conservará la costumbre que lo caracterizará como viajero: recoger en dibujos y descripciones escritas sus impresiones sobre geografía, clima, arquitectura y sociedad”. Producto de esta temprana experiencia realiza ese mismo año el proyecto de su primera casa para Armando Vegas en El Rosal (construida) en la que se “materializan los bocetos de arquitectura venezolana”.

Cursó Sanabria la carrera de ingeniería civil desde 1942 hasta 1945 en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), trabajando mientras estudiaba en la firma Constructora Vegas y Rodríguez Amengual que, además de la experiencia que le permitió acumular le costeó sus estudios universitarios en Estados Unidos, culminándolos y recibiendo en 1947 el título de Master in Architecture en la Graduate School of Design de Harvard University, Cambridge, USA. Allí fue discípulo de algunos de los más notables arquitectos modernos, Walter Gropius entre ellos, adquiriendo una sólida formación soportada en el racionalismo y el funcionalismo. A su regreso a nuestro país revalida el título en 1948 en la UCV y se incorpora en la planta docente de la Escuela de Arquitectura (adscrita en aquel entonces a la Facultad de Ingeniería) como profesor de composición arquitectónica, departamento del que es nombrado coordinador. Luego, en 1953, Sanabria sería uno de los miembros fundadores de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo siendo designado por el primer decano Willy Ossott como Director de la Escuela de Arquitectura.

2. Arriba izquierda: Dos tomas de la Casa Salas, San Bernardino (1950-1951). Izquierda abajo: Perspectiva del anteproyecto de la casa para el Dr. Enrique Sibletz, Altamira (1953). Derecha: Vista interior de la CasaSibletz, Altamira (1954)
3. Izquierda: Edificio de La Electricidad de Caracas (primera etapa), San Bernardino (1951). Derecha: Edificio Pardo e Hijos, parroquia Santa Teresa (1951)

Entre 1949 y 1953 Sanabria formará junto a Diego Carbonell, graduado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en 1944, una de las primeras oficinas de arquitectura creadas en el país: Carbonell y Sanabria Arquitectos. De esa sociedad saldrían una serie de obras de importancia, destacando un grupo de quintas de las que vale la pena citar la casa Salas (1950-51) en la urbanización San Bernardino, y las casas Casanay I (1949), la Tocorón (1950), la Pérez Michelena (1952) y la Sibletz (1953), todas en la urbanización Altamira, Caracas, que incorporan el pensamiento, en cuanto a reinterpretar el pasado colonial, que Villanueva había empezado a gestar desde la Reurbanización de El Silencio y que Juan Pedro Posani ubica como precursoras de lo que denominará como “arquitectura populista”. En ellas se ponen a tono la organización funcional y orgánica de la planta, la fluidez espacial y el carácter “nacional” dentro de una clara vocación moderna. De esta etapa también vale la pena resaltar los edificios para las Oficinas de Pardo e Hijos (1951) y para La Electricidad de Caracas (1951), así como el Grupo Escolar Carlos Delgado Chalbaud (1952-53), todos en Caracas, donde se  manifiesta un lenguaje claramente contemporáneo y empiezan a mostrarse las preocupaciones  vinculadas a la adaptación a las condiciones climáticas que luego Sanabria desarrollará de manera clara y contundente.

4. Hotel Humboldt, Pico El Ávila (1956-1957)
5. Arriba izquierda: Perspectiva del edificio San Carlos, Las Mercedes (1954). Arriba derecha: edificio sede del First National City Bank, Carmelitas (1958-1961). Abajo izquierda: Centro Comercial Mata de Coco, San Marino, Chacao (1957-1960). Abajo derecha: edificio sede del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), avenida Nueva Granada (1963)
6. Edificio sede del Banco Central de Venezuela, avenida Urdaneta (1960-1967)

Seguirá desde 1953 la etapa en la que abrirá su oficina como arquitecto independiente y realizará, entre otros: el edificio El Peaje en Caracas (1953), el hotel Prado del Río en Mérida con Julio Volante (1954), el edificio San Carlos en Las Mercedes, Caracas (1954), La Electricidad de Caracas en Guanape, Litoral Central (1956), el hotel Humboldt en el Cerro El Ávila, Caracas (1956-57), el Centro Comercial Mata de Coco, Chacao, Caracas ((1957-60), el First National City Bank, Caracas (1958-61), la Fábrica de Alimentos Heinz, San Joaquín, estado Aragua (1959-1961), el edificio sede del INCE, Caracas (1961-71) y la primera etapa del Banco Central de Venezuela (bloque bajo), Caracas (1962-67) por el que Sanabria obtiene el Premio Nacional de Arquitectura en la III Bienal de 1967, punto culminante en el desarrollo de una arquitectura hecha con el máximo cuidado en cuanto a su proceso constructivo y lección permanente de comportamiento ante las variables contextuales y ambientales.

7. Arriba izquierda: Foro Libertador, esquma del espacio protocolar frente al Panteón Nacional, parroquia Altagracia (1980). Arriba derecha: Torre administrativa del Banco Central de Venezuela (1967-1974). Abajo izquierda: BIblioteca Nacional, avenida Panteón (1975-1982). Abajo derecha: edificio sede de La Electricidad de Caracas (segunda etapa), San Bernardino (1972)

Luego, entre 1963 y 1988, asociado con su hermano Eduardo Sanabria, graduado en Berkeley, California, (conformando desde 1972 la firma Sanabria Arquitectos S.A.), se ejecutarán entre otras las siguientes obras: la segunda etapa del Banco Central de Venezuela (torre financiera), Caracas (1967-74), la Comandancia General del Ejército, Fuerte Tiuna, Caracas (1967-71), dos etapas del conjunto para la Electricidad de Caracas, San Bernardino, Caracas (1970-95), el Plan Maestro para el Foro Libertador, Caracas (1975-95) y, asociados a él, la Biblioteca Nacional (1975-82) y el Archivo General de la Nación (1975-95).

8. Ampliación del Conjunto BCV y Plaza Juan Pedro López, parroquia Altagracia (1991).

La última etapa de la trayectoria profesional de Sanabria (1989-2008) la recorrerá junto al arquitecto Gustavo Torres y su hija la diseñadora Lolita Sanabria de Pérez Hernández bajo la firma Sanabria Arquitectos S.C. A ella pertenecen la Ampliación del Conjunto BCV y la Plaza Juan Pedro López, Caracas (1991).

Sanabria es uno de los máximos representantes de la segunda generación dentro de la arquitectura venezolana del siglo XX, grupo formado mayoritariamente en el exterior al que se sumarán las primeras promociones de arquitectos graduados en el país, en la que estaría acompañado por: Martín Vegas, Juan Andrés Vegas, Moisés Benacerraf, Julián Ferris, Diego Carbonell, José Miguel Galia, Emile Vestuti, Julio Volante, Carlos Guinand Baldó, Fruto Vivas, Oscar Carpio, Carlos Celis Cepero, Guido Bermúdez, Pedro Lluberes, Jorge Romero Gutiérrez, José Antonio Ron Pedrique, Dirk Bornhorst, Pedro Neuberger, Miguel Salvador y Díaz, Tony Manrique de Lara, Santiago Goiri, Alejandro Pietri, Augusto Tobito, Mario Bemergui, Federico Beckhoff, Klaus Heufer, Jaime Hoyos, Juan Pedro Posani, Graziano Gasparini, Ernesto Fuenmayor, Carlos Brando, José Manuel Mijares, Manuel Sayago, Víctor Fossi, José Hernández Casas y Miguel Casas Armengol. Su condición señera se acrecienta no sólo al superar su obra el filtro del confort climático funcional y racionalmente incorporado al diseño como requisito primordial para hacer buena arquitectura, sino por la igualación que en él se da entre ética y estética, verdadero  aggiornamento de la caracterización “específica”, expuesta por Quatremère de Quincy en el siglo XIX.

Como una síntesis breve de  la evolución de la arquitectura de Sanabria, del capítulo del texto central del catálogo titulado “La piel como emblema de internacionalidad”, rescatamos lo siguiente: “El compromiso de Sanabria con la arquitectura moderna no cesó intempestivamente para ser sustituido por  un ‘regionalismo’ a ultranza. En su trayectoria se reflejan cambios graduales, asimilaciones paralelas, tratamientos alternos. Su arquitectura efectúa un atractivo matrimonio entre un estilo internacionalista y los visos de regionalismo fundamentados en la interpretación del lugar”.
Niño Araque en su escrito resalta de Sanabria, además, su virtuosismo como dibujante recogido en sus cuadernos de viaje, la permanente preocupación por el rol que juega cada edificación en la construcción de la ciudad, su incansable actitud de proponer mejoras en ella y para ella y, finalmente, la inocultable presencia del clima y la luz, todo lo cual se refuerza por su condición de piloto que supo recoger desde el aire el comportamiento los vientos, la geografía y la meteorología en el  valle de Caracas. Ello le permite a Niño Araque expresar: “Cuando la luz dominada desde la naturaleza se introduce en un edificio construido a partir de materiales auténticos y geometrías instaladas sobre la geografía (no solamente natural sino también histórica), la arquitectura adquiere su sentido, temperatura y riqueza, porque la naturaleza está hecha de materia, geometría y luz, esta vez dominada desde la conciencia del lugar.”

La exposición “Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra” se abrió el domingo 10 de septiembre y cerró el 19 de noviembre de 1995 y fue una de las más relevantes realizadas durante una década en la que se hicieron grandes eventos de este tipo. Para su montaje, fruto del trabajo de dos años, se revisaron 12.000 planos, 300 proyectos, cuadernos de viaje, de construcción, apuntes, fotografías, dibujos y maquetas.

9. Número 123 del semanario Arquitectura HOY, sábado 9 de septiembre de 1995

Ya desde el día anterior a la apertura el semanario Arquitectura HOY le empezó a dar cobertura dedicando su número 123 a la publicación del artículo “El dibujo según Tomás José Sanabria” de Mónica Silva Contreras, el cual ocupó un importante espacio y labre las puertas para conocer como Sanabria pensaba a través de la manera como se expresaba, bien sea para recoger sus impresiones al visitar un lugar o al llevar adelante una idea que se convertirá luego en proyecto y finalmente en construcción.

En el número 126 del 21 de octubre se publicó “La corona de la ciudad” de María Fernanda Jaua, texto dedicado al hotel Humboldt que surgió como respuesta a una pregunta lanzada desde el semanario buscando indagar acerca de lo que representaba la obra de Sanabria para profesionales y académicos. En ese mismo número apareció el ciclo de conferencias que acompañó a la exposición en la que se tocaron seis temas: Caracas: estudios, crecimiento y desarrollo; Aproximación a la obra de Tomás José Sanabria; Perspectiva de una obra; La arquitectura en los años 50; Tomás José Sanabria Arquitecto, proyecto museístico; y Arquitectura moderna y patrimonio.

En respuesta a la misma pregunta ya asomada, Manuel Delgado publicará en Arquitectura HOY el 28 de octubre (nº 129) el polémico artículo “SANABRIA amor y odio por la ciudad” y más adelante, teniendo la obra de Sanabria en mente, Azier Calvo dará inicio a su columna “En clave” con el texto “Otra manera de leer los años 50” que apareció en el nº 132 del 11 de noviembre.

Desde la muerte del arquitecto su hija Lolita se ha dedicado con mucho tesón a velar por la conservación de los archivos de la que fue una de las más importantes oficinas de arquitectura a nivel nacional, los cuales conforman la Colección Sanabria. Con el apoyo de la Fundación Alberto Vollmer, que ha ofrecido sus espacios, se ha creado un lugar donde se conservan de manera óptima los documentos de la Colección. También ello ha dado pie a la creación de la página tomasjosesanabria.com en la que se recoge su vida y obra y se puede consultar la recopilación, catalogación, escaneo y montaje en programa digital llevado adelante, lo que facilita las labores de investigación a través de un cuantioso y valioso material.

ACA

Procedencia de las imágenes.

Catálogo de la Exposición “Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra”, Galería de Arte Nacional, 1995.

Colección Crono Arquitectura Venezuela.

Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

Es noticia

FRUTO VIVAS INÉDITO

Tomado del portal de la Galería de Arte Nacional (GAN)

El  jueves 23 de mayo en los espacios de la Galería de Arte Nacional, Caracas, fue inaugurada la exposición del arquitecto venezolano, José Fructuoso “Fruto” Vivas, que se ha titulado “Fruto Vivas Inédito”.

Vivas, quien recientemente cumplió 91 años, es reconocido por obras que han contribuido para el desarrollo de la arquitectura, tanto en Venezuela como internacionalmente. Entre aquellas que llevan su sello se encuentran, entre otras, el Club Táchira en Caracas, la Iglesia del Santo Redentor en San Cristóbal y el Pabellón Venezolano en Expo Hanover 2000.

Más allá de las grandes estructuras arquitectónicas en las cuales Vivas ha trabajado, “Fruto Vivas Inédito” busca mostrar la sensibilidad creativa del artista (poemas, dibujos, pinturas) y sobre todo el rol fundamental que juega la familia dentro de su arte.

La exhibición cuenta con 44 piezas, divididas en 3 secciones. En la primera sección, los espectadores pueden observar a Vivas como creador multifacético, es decir, se puede apreciar una selección de pinturas, acuarelas y dibujos. En la segunda se visualizan dibujos a mano alzada de obras arquitectónicas inéditas y una semblanza de su trayectoria y logros. En la tercera se muestra a Vivas como el arquitecto.

La curadora Deyanira García señaló que la exposición se logró gracias a una alianza con su hija, Zuleida Vivas. “La razón de la muestra es poder difundir un aspecto más allá de su obra arquitectónica (…) los retratos que se observan en sala muestran una parte íntima del maestro.” Del mismo modo, García indicó que “Fruto Vivas es patrimonio, al igual que sus obras, por ende cada obra arquitectónica de Vivas, muestra su sensibilidad y lo que le gusta”.

La directora de la Galería de Arte Nacional, Yennai Quintero, sostuvo que la exposición muestra a un Fruto Vivas familiar, como el esposo, padre, amigo, en resumidas cuentas, la exhibición expone al artista como el ser humano y no como el arquitecto. “La muestra devela el lado sensible del artista, para conectarnos con ese lado desconocido del maestro”.

La inauguración contó con un aporte musical que estuvo a cargo de la sección de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, quienes interpretaron piezas de autores nacionales e internacionales. La exposición estará abierta hasta mediados de noviembre de este año.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 155

Entre el importante número de exposiciones sobre arquitectura que se realizaron en Venezuela durante la década de los años 90 del siglo XX, “ALCOCK Arquitecto. Obras y Proyectos 1959-1992”, abierta el 14 de octubre de 1992, se constituyó sin lugar a dudas en la experiencia museológica más completa.

Esta afirmación se relaciona, por un lado, con la feliz coincidencia que se dio entre la finalización el 6 de febrero de 1992 en Caracas, luego de tres semanas de reuniones con especialistas de varios países, de un seminario por parte de la UNESCO cuyo objetivo fue analizar los nuevos retos que se le planteaban a la institución museística en el contexto latinoamericano del momento, donde se concluyó, entre otras cosas, que la función del museólogo (profesional indispensable para el cumplimiento de la misión de un museo) no se encontraba suficientemente definida y ubicada, y que, por tanto, debían realizarse ingentes esfuerzos para apoyar su formación; y, por el otro, con la realización en simultáneo entre la Galería de Arte Nacional (GAN) y la Universidad José María Vargas (UJMV) de un seminario-taller para estudiantes de arquitectura y museología de dicha casa de estudios con el fin de concebir, diseñar y ejecutar un proyecto museológico integral, cuyos resultados no fueron otros que la muestra a la cual ya nos hemos referido más arriba.

Exposición ALCOCK Arquitecto. Obras y Proyectos 1959-1992. Izquierda: Catálogo-libro bilingüe ALCOCK, Obras y Proyectos 1959-1992. Derecha: Cuaderno de gran formato Taller Alcock. Un aporte a la museología de la arquitectura

También lo inicialmente afirmado tiene su asidero en el hecho de que la fructífera relación lograda arrojó como resultado en la práctica no sólo una ejemplar experiencia entre formación académica y trabajo museístico (cuyo fruto más visible fue la exposición), sino porque se produjeron dos excelentes publicaciones que han permitido que lo entonces mostrado trascienda hasta nuestros días: el cuidado catálogo-libro bilingüe ALCOCK, Obras y Proyectos 1959-1992, con textos de Hannia Gómez y William Niño Araque y fotografías de Gorka Dorronsoro, Paolo Gasparini y Edgar Vergara (Diseño Gráfico de Bettina Bottome y Antonio Huizi, Editor A, C.A./Fundación Galería de Arte Nacional, impreso por Ex Libris C.A., noviembre 1992); y el hermoso cuaderno de gran formato Taller Alcock. Un aporte a la museología de la arquitectura, fruto de la experiencia conjunta realizada entre la UJMV y la Fundación GAN, que recoge los dibujos y fotos de los modelos resultantes de dicho seminario dirigido por los profesores Ana María Marín, William Niño Araque, Rosita De Lisi y Joaquín Russo, cuya Coordinación Editorial estuvo a cargo de María Elena Huizi (GAN) y Ana María Marín (UJMV) -a su vez Coordinadora General del trabajo- (Diseño Gráfico de Producciones Novarq s.r.l. y Juan José Abreu, impreso por Tipografía Guanarteme C.A., octubre 1992). El impecable dibujo realizado por los estudiantes de arquitectura Francisco Benetti y Adriana Loaiza, que acompaña nuestra postal del día de hoy, proviene justamente de esta segunda publicación.

Lo cierto es que “ALCOCK Arquitecto. Obras y Proyectos 1959-1992” tuvo, además, un especial significado dentro de la programación de la Fundación Galería de Arte Nacional ya que se trataba de la primera exposición antológica dedicada a un arquitecto contemporáneo activo en nuestro país: Walter James (Jimmy) Alcock (1932). Cabría recordar que la realizada entre noviembre de 1988 y finales de febrero de 1989 en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, de una magnitud similar (“Villanueva, el Arquitecto”), rindió homenaje a Carlos Raúl Villanueva tras 13 años de haber fallecido.
El Taller Alcock, germen y motor fundamental para que este modélico ensayo rindiera frutos, posibilitó, según se recoge en el texto elaborado para el cuaderno reseñado por el entonces decano de la Facultad de Arquitectura y Artes Plásticas de la UJMV, José Luis Colmenares y los profesores que lo guiaron, “la conexión de las aulas con otros ámbitos de difusión del conocimiento, brindando la oportunidad de acceder a un grupo de profesores y estudiantes de una ‘joven escuela’ a una actividad analítico-investigativa, hasta ahora perteneciente exclusivamente al territorio de los historiadores”. Señalándose más adelante: “… el Taller Alcock ha sido concebido no únicamente como una unidad de producción de material para la exposición ALCOCK Arquitecto, Obras y Proyectos 1962-1992 (…) la investigación nos comprometió en una estrategia docente que abarcó el establecimiento de una serie de talleres (…) concebidos como recintos para la investigación, siendo este el instrumento y la forma más apta para generar e inducir el conocimiento, en oposición a su mera recepción y transmisión de la manera tradicional, garantizando así, la cabal representación y comprensión de la obra arquitectónica, a través de las más adecuadas técnicas de expresión gráfica y tridimensional, lo que pretendemos acerque al público general a esta esquiva disciplina a partir de una lectura más clara de sus contenidos, y de un discurso de proyecto construido con imágenes hermosas en sí mismas”.

En total, participaron en el Taller 80 estudiantes distribuidos en cuatro frentes: Modelos tridimensionales (32), Perspectiva y Axonometría (13), Dibujo como experiencia (21), e Investigación y Museología (14). Además, para la publicación que recoge la experiencia se elaboró un interesante «Glosario» que podría considerarse como un pequeña y sustanciosa guía dirigida a quienes no están familiarizados con los términos asociados al lenguaje expresivo y gráfico allí contenido utilizado para representar la obra de Alcock, clasificada a su vez en tres categorías: el edificio público (donde se representan 6 obras a través de dibujos y maquetas), la vivienda multifamiliar (5 obras) y la casa (8 obras), precedidas de textos elaborados para introducir cada una.

Jimmy Alcock. Edificio Altolar-Loma Verde, Colinas de Bello Monte, 1967

La postal remite también al edificio Altolar-Loma Verde, ubicado en la urbanización Colinas de Bello Monte cuya construcción (concluida en 1967) fue emprendida en dos etapas: la primera correspondiente al Altolar (de planta curva) y la segunda al Loma Verde (de planta recta), articulados de tal manera que constituyen una unidad formal y espacial. Constan de 44 apartamentos dúplex, 8 apartamentos de una sola planta en los dos últimos pisos del Altolar y en la ultima del Loma Verde, tres niveles de circulación y cinco plantas dispuestas horizontalmente, que derivan su forma a un extenso muro de contención que soporta el terreno modificado de la colina sobre la cual se apoyan.  Alcock asumió como partido de diseño colocar el volumen del edificio, siguiendo la dirección de las curvas de nivel, en el borde de la colina aplanada favoreciendo las visuales urbanas a distancia y a la vez creando un hermoso espacio intermedio interno de características tropicales, sombreado y lleno de vegetación en el cual ubicó el acceso, las circulaciones verticales y horizontales. El edificio, toda una lección de cómo responder a la dimensión de la ciudad a partir de su sensible manifestación en el paisaje, fue seleccionado (junto a la obra de otros arquitectos venezolanos) para representar al país en la exposición “Latin América in Construction; Architecture 1955-1980” (marzo 29–julio 19, 2015), aprovechándose parte del material elaborado para la muestra de 1992.

La exposición “ALCOCK Arquitecto. Obras y Proyectos 1959-1992”, estuvo abierta hasta el 28 de noviembre de 1992, tiempo muy breve -como normalmente ocurre- si se compara al esfuerzo realizado tras ella. Estuvo acompañada durante el mes de noviembre de la realización de una serie de Foros (“La arquitectura de Jimmy Alcock”, “La arquitectura y el espacio tropical desde la perspectiva de la literatura” y ”El arte y la arquitectura en la experiencia de Alcock”); un grupo de Talleres (“De cómo ver la arquitectura”, “Acuarela y lavado” y “Fotografía”); una visita guiada por el propio Jimmy Alcock y William Niño a las obras del primero; y un Ciclo de Charlas realizadas en la UJMV entre noviembre y diciembre por Enrique Larrañaga, Abner Colmenares y Martín Padrón. Propuso, como señala la Fundación Galería de Arte Nacional en uno de los textos introductorios del libro-catálogo, “el concepto de curaduría múltiple, cuyos aportes, desde diversas perspectivas de investigación, la académica, la editorial y la museística, nos permiten demostrar que los eventos de Arquitectura logran (…) un alcance que va más allá del recinto físico de nuestro museo y que nos permite observar la ciudad como una extensión museística, que atesora en sus edificaciones un conjunto de obras cuyo valor histórico, estético, mitológico y afectivo las incorporan a nuestro patrimonio cultural”. Se trató, en resumen, de una trascendental experiencia que pese a la pervivencia de las instituciones que estuvieron involucradas, lamentablemente, no ha logrado repetirse.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Catálogo-libro bilingüe ALCOCK, Obras y Proyectos 1959-1992. (Editor A/Fundación Galería de Arte Nacional, 1992) y Cuaderno Taller Alcock. Un aporte a la museología de la arquitectura (Facultad de Arquitectura y Artes Plásticas de la Universidad José María Vargas/Fundación Galería de Arte Nacional, 1992)