
De entre los ejemplos que Juan Pedro Posani destaca a la hora de desarrollar el capitulo titulado “El eclecticismo como sistema” en Caracas a través de su arquitectura (1969), basado en un trabajo anterior que lleva por nombre “El eclecticismo criollo”, publicado en el Boletín del CIHE, nº 6 (septiembre 1966), especie de corriente que florece entre las primeras generaciones de arquitectos formados en Venezuela durante los años 50 y 60 del siglo XX que se funda “1) En el uso de las formas del pasado reciente y 2) En el concepto de estilo en tanto creación esencialmente personal”, donde los referentes temporales a los que los jóvenes profesionales remiten no son otros que los grandes maestros del Movimiento Moderno, aparecen dos casas diseñadas por Gorka Dorronsoro (1939-2017) en Caracas: una ubicada en Cumbres de Curumo de 1965 y otra que Posani localiza en Los Guayabitos, cuando en realidad se encontraba en la urbanización El Placer, de 1968.
Al referirse a las dos obras, Posani establece una sutil e interesante comparación entre ellas, que creemos vale la pena reproducir como preámbulo a la nota que tiene como protagonista a la segunda de ellas: la Quinta Consuelo o Casa Garmendia, cuya fotografía tomada desde el noreste engalana nuestra postal del día de hoy.

Sobre la vivienda de Cumbres de Curumo Posani señala, siempre en el marco de lo que considera una operación de eclecticismo instrumental por parte de Dorronsoro, lo siguiente: “Esta es una obra en la cual se muestra evidentísimo el deseo de ceñirse con la mayor fidelidad al espíritu y al lenguaje formal de Le Corbusier. Pero un Le Corbusier muy particular, en el que se mezclan aspectos y sugerencias formales de los años veinte con elementos del Le Corbusier de la Maison Jaöul y del Convento de La Tuorette”. Por otro lado, sobre la Casa Garmendia expresa: “En esta otra obra refleja una notable evolución con relación a la anterior. Sin desligarse del ámbito de la cultura ecléctica (Mies, esta vez) la búsqueda se aproxima a una suerte de ‘realismo’ arquitectónico, basado sobre la identificación de las cualidades constructivas de los materiales”.

Más allá de las diferencias que se puedan tener en cuanto a los referentes a los que apunta Posani con relación a la vivienda unifamiliar que hoy nos ocupa, lo cierto es que el proyecto, realizado en 1964, año en el Dorronsoro egresa de la FAU UCV, y se incorpora como asistente de Carlos Raúl Villanueva en la Oficina de Planificación de Construcciones de la UCV, permite apreciar que se trata de una muestra de sapiencia en cuanto a la adaptación al accidentado terreno donde debió implantarse y de reconocimiento del paisaje circundante propio de las afueras de la ciudad.


Para lograr la exitosa respuesta, el arquitecto propuso insertar en el terreno de 776,83 m2 un prisma de base rectangular como volumen principal con sus lados mayores en sentido norte-sur, colocado paralelamente a las curvas de nivel de la parcela, que contiene la totalidad de los componentes del programa. Además, apela al juego de una serie de planos horizontales y verticales: los primeros enfatizados mediante una amplia terraza desarrollada longitudinalmente que se abre hacia las vistas lejanas a modo de extensión de las áreas sociales (fachada norte), reforzados con la presencia de otra terraza menor que aprovechan las habitaciones en la planta alta; y los segundos utilizados en la composición de la fachada sur donde se ubica el acceso, cuyo protagonista es un cilindro que contiene la escalera en caracol que permite subir a la planta alta.

La casa, apreciable como un todo plenamente incorporado al paisaje desde la curva en pendiente de la calle que la bordea y le da acceso, combina estructuras mayormente metálicas y de concreto con el ladrillo macizo usado como cerramiento tanto de la pieza arquitectónica como del terreno que la contiene. De metal también son la ventanería y los antepechos de la terraza hacia la que se abren las habitaciones.
Proyectada, como ya se insinuó, en dos plantas, en la primera se ubica el acceso vehicular y peatonal junto a las áreas sociales (sala y comedor de miran al paisaje) y de servicio (cocina, cuarto de servicio y cuarto de lavado) más próximas a la entrada. Por medio de la ya mencionada escalera de caracol se accede a la segunda planta, con independencia del tránsito de la planta baja, donde se ubican cuatro habitaciones y dos baños, así como un estar. El balcón que une todas las habitaciones en el frente norte funciona a su vez como elemento de protección solar.

Publicada por primera vez por Posani, la Casa Garmendia apareció ampliamente documentada (sin comentarios que la acompañaran) en la revista Punto nº 47 (noviembre-diciembre 1972) voluminoso ejemplar de referencia que también incorporó, entre otros: el Edificio del INCE de Tomás José y Eduardo Sanabria; el Edificio de Seguros Orinoco de José Miguel Galia; la Torre Phelps de José Puig; el Edificio Nuevo Centro de Julio Coll Rojas; el Almacén Central de Repuestos Volkswagen de Dirk Bornhorst; y una vivienda unifamiliar en Porlamar de Pablo Lasala.

Dorronsoro, incorporado como ya se dijo entre 1964 y 1972 al equipo liderado por Carlos Raúl Villanueva en la Oficina de Planificación de Construcciones de la UCV, proyectó el edificio de Ingeniería Sanitaria (1970-1975), el de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (1967-1977) y, de manera independiente, el de Ingeniería Metalúrgica (1976-1988) con la colaboración de Julio Riquezes. Además, entre 1993 y 1999, junto a Juan Pedro Posani y Frank Marcano retomará la idea de actualizar el Plan Rector de la CUC buscando darle continuidad a lo dejado por Villanueva en los años 70. Talentoso arquitecto y estupendo fotógrafo reconocido con premios en Bienales Venezolanas de Arquitectura y exposiciones de fotografía, profesor de diseño arquitectónico y conferencista en Venezuela, Puerto Rico, Colombia y Costa Rica, Dorronsoro obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura el año 2008.

Recientemente, la Casa Garmendia ha sido objeto de atención en las páginas de Instagram de Arquitectura Venezuela (@arquitecturavzl) y Franco Micucci (@francomicucci) quien ha aportado una serie de fotografías recientes que dan cuenta del estado de buena conservación de la obra.


También fue incorporada al curso conducido para alumnos de 3° semestre por el profesor de diseño Joao de Freitas en la Unidad Docente 9 FAU UCV durante primer de este año 2024, dedicado al Registro de arquitectura construida en Venezuela, donde los estudiantes Roiner Oropeza y Onebis Castellanos llevaron a cabo un estupendo trabajo de levantamiento y representación que incluyó la elaboración de una maqueta, y que se encuentra montado en la página de Instagram @jddefreitasjoao.
Desde el año 2005 la Casa Garmendia o Quinta Consuelo forma parte del catálogo de Bienes de Interés Cultural de la Nación, publicado en Gaceta Oficial N° 38.234, de igual forma la alcaldía del Municipio Baruta la declaró como Bien de Interés Municipal según Decreto N° 181.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2014/07/25/1967-casa-garmendia/)
1 y 2. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)
3 y 4. Revista Punto nº 47 (noviembre-diciembre 1972)
5. Caracas Moderna (http://fundamemoria.blogspot.com/2008/07/municipio-baruta-parroquia-nuestra.html)
6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
7. Franco Micucci (https://www.instagram.com/p/C_F03q7u4kS/?img_index=7)
8. Joao de Freitas (https://www.instagram.com/p/C79L7zGOap7/?img_index=6)