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¿SABÍA USTED…

…que en 1988 se termina la construcción del Edificio Atrium diseñado por Díquez, González y Rivas?

1. Díquez, González y Rivas. Edificio Atrium. Vista desde el sureste, cruce de la calle Sorocaima con la avenida Venezuela, El Rosal, en fechas cercanas a su puesta en servicio (1988).

Díquez, González y Rivas (DGR) fue una importante oficina conformada por Edmundo Díquez (1934-2021), Oscar González Bustillos (1933-2015) y José Alberto Rivas (1935), cuya obra ocupó un lugar relevante y protagónico en la escena arquitectónica nacional durante más de 40 años.

Díquez. González Bustillos y Rivas coincidieron durante sus estudios en el seno de la escuela de arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, egresando en 1958, 1959 y 1960, respectivamente. Les correspondió, por tanto, vivir la transición entre la adscripción de la escuela a la Facultad de Ingeniería y su conversión en eje de la creación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) en 1953. También pudieron apreciar en vivo los años cruciales de la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas, ser partícipes como estudiantes de la inauguración en 1957 del flamante edificio diseñado por Villanueva para albergar a la FAU y compartir la influencia de los distinguidos profesores que formaban parte de su núcleo fundador.

Sin embargo, sería la llegada al país en 1955 procedente de los Estados Unidos de José Alberto Rivas (hijo de venezolano y puertorriqueña nacida en Mayorca e hija a su vez de inmigrantes españoles), nacido en Puerto Rico y residenciado en Nueva York desde niño, quien dejó sus estudios de arquitectura en el MIT para hacerlos en la UCV, el momento que propició el encuentro entre los tres futuros socios. Rivas, quien no conocía bien la idiosincrasia local y pasaba momentos difíciles para adaptarse a la dinámica que se llevaba en la escuela de la UCV, fue de inmediato “arropado” por los “criollos” Díquez y González ayudándolo a aclimatarse haciendo gala de la hospitalidad venezolana para así convencerse finalmente que el país de sus ancestros sería también el suyo.

Aquello constituyó, sin duda, el germen que facilitó la decisión de asociarse tras reencontrarse luego de transcurridos sus primeros años de egreso. Díquez cursaría entre 1958 y 1959 un postgrado en arquitectura tropical en la Architectural Association -AA- (Londres), y entre 1959 y 1960 realizaría un viaje de estudios por Europa para entrar a dar clases de composición y diseño interior en la FAU a su regreso. González permaneció en el país incorporándose recién graduado al cuerpo docente de la FAU, fue designado como Secretario de la gestión del decano Julián Ferris (1959-1962) y electo en 1961 como vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA). Por su parte, Rivas realizaría entre 1961 y 1962 una Maestría en Planeamiento Urbano en Harvard, trabajaría para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y sería consultor en las áreas de vivienda y planeamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA) entre 1963 y 1964.

2. Edmundo Díquez y Oscar González Bustillos. Izquierda: Perspectiva de la propuesta ganadora de concurso nacional para el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York inicialmente pautada para 1962. Derecha: Foto del pabellón construido producto de la segunda propuesta realizada para la Feria, abierta finalmente entre 1964-65.

Así, fue en 1961 cuando Edmundo Díquez y Oscar González Bustillos decidieron asociarse y fundar una oficina de arquitectura desde la que realizarían su primer trabajo: la casa de Carlos Armando Figueredo en Lomas del Mirador, Caracas. Al año siguiente (1962) participarían y ganarían el primer concurso nacional de arquitectura abierto convocado en democracia: el proyecto del Pabellón de Venezuela para la Feria Mundial de Nueva York. Los elevados costos que la especulación originada a raíz del evento produjo, los cuales a su vez condujeron a postergar su apertura hasta el año 1964, obligaron a Díquez y González Bustillos a proyectar otro edificio de proporciones más modestas distinto al que los hizo ganadores del concurso, que hubo de realizarse prácticamente sobre la marcha confrontando grandes presiones de tiempo. Esta circunstancia que los obligó a establecerse en Nueva York el lapso que duró la construcción del pabellón, sirvió para que se reencontraran con José Alberto Rivas, (quien para entonces trabajaba en el BID) y decidieran allí crear la firma Díquez, González y Rivas, la cual cobró personalidad jurídica al regresar los tres a Caracas.

3. De izquierda a derecha: Edmundo Díquez, José Alberto Rivas y Oscar González Bustillos.

Según testimonio de Rivas, “Diquez, González y Rivas fue una forma de vida y no un lugar para ejercer la profesión”. El “pacto” adquirido en Nueva York también estableció que la oficina bajo cualquier circunstancia dividiría los beneficios económicos que se generaran en tres partes iguales. También que no saldría ningún proyecto en el que no participaran los tres, por lo cual crearon una metodología que les era propia y una forma de trabajo muy particular en la que lograron compartir las raíces creativas de cada uno de los integrantes: la sensibilidad artística de Díquez, el valor de lo constructivo proveniente de la experiencia de González y el énfasis en la fluidez espacial que aportaba Rivas, todo ello dentro de cánones signados por la racionalidad, el funcionalismo, las consideraciones medio-ambientales y la contundencia volumétrica. Adicionalmente, adquirieron el compromiso de controlar el tamaño y la escala de los proyectos que debían ejecutar de acuerdo a la capacidad de la oficina y de convertir el espacio de trabajo (una edificación de dos plantas ubicada en la calle La Guairita de Chuao) en lugar de formación para quienes allí participaban, amén de constituirse en punto de encuentro para arquitectos y profesionales afines.

4. Díquez, González y Rivas. Edificio Alcaraván, bulevar de El Cafetal en la entrada de la urbanización Santa Marta, 1967. Arriba: planta de ubicación y planta tipo. Centro y abajo: diversas vistas desde el exterior.

Durante los 50 años que se mantuvo Díquez, González y Rivas en funcionamiento (podría decirse que el último proyecto importante se realizó en 2004 pero que la sociedad en sí cesó al fallecer Oscar González en 2015), muchos fueron los trabajos memorables realizados teniendo todos como primer eslabón en cuanto a trascendencia y calidad el Alcaraván (1967), notable edificio de vivienda ubicado sobre el bulevar de El Cafetal en la entrada de la urbanización Santa Marta. (ver https://fundaayc.com/2021/04/18/sabia-usted-63/).

5. Cinco obras realizadas por DGR (Díquez, González y Rivas). Arriba izquierda: Monumento conmemorativo del Sesquicentenario de la Batalla de Boyacá (1971). Arriba derecha: edificio General de Seguros (1974). Centro izquierda: edificio Atrium (1988). Centro derecha: ampliación del hotel Caracas Hilton (1984). Abajo: Sede Latinoamericana de Procter & Gamble (1998).

Sin entrar a enumerar ni detallar el prolijo portafolio de Díquez, González y Rivas que tiene en la realización de edificaciones de vivienda (uni y multifamiliares), hospitalarias, hoteleras y de oficinas, junto al diseño interior, sus puntos más fuertes, destacan como íconos representativos de su trayectoria tres obras realizadas con la impronta de la institucionalidad como bandera, que conforman una clara secuencia tipológica: el edificio General de Seguros (Chuao, 1974), el edificio Atrium (El Rosal, 1988) y el edificio de la Procter & Gamble (La Trinidad, 1998).

De ellos, tal vez sea el Atrium (a quien hoy hemos decidido dedicar esta nota) el que comporta un mayor compromiso urbano, hereda el carácter y la respuesta a las condiciones ambientales exploradas en General de Seguros y sienta las bases para la exploración espacial plasmada posteriormente en el Procter & Gamble, por lo que junto al ya mencionado Alcaraván pasaría a ser otro punto de inflexión dentro del camino andado por la oficina.

6. Ubicación del edificio Atrium en la urbanización El Rosal.

Comisionado inicialmente por el Banco Hipotecario del Este y terminado de construir en 1988, el Atrium se levanta en una parcela de 3.990 m2 con frente hacia la calle Sorocaima (lindero este), y las avenidas Venezuela (lindero sur) y Tamanaco (lindero norte), El Rosal, Municipio Chacao.

7. Edificio Atrium. Izquierda: Planta de acceso. Derecha: Ubicación en el entorno inmediato. (Como complemento y para aportar mayor claridad hemos decidido en este caso alterar la orientación convencional colocando el norte apuntando hacia en borde inferior de las imágenes)

Resuelto respondiendo adecuadamente a la complejidad urbana de un terreno que posee dos esquinas, los 28.000m² de área bruta de construcción que tiene la edificación se encuentran distribuidos en tres sótanos con capacidad para 330 vehículos, dos niveles de uso comercial con acceso directo desde las calles, ocho plantas tipo destinadas a oficinas y dos niveles de remate reservados en este caso a oficinas ejecutivas con terrazas, jardines y espacios de doble altura.

8. Díquez, González y Rivas. Edificio Atrium. Vista desde el noreste, cruce de la calle Sorocaima con la avenida Tamanaco, El Rosal.
9. Dos vistas exteriores del edificio Atrium en la actualidad.

La nota firmada por William Niño Araque e Iván González Viso dedicada al Atrium publicada en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), señala lo siguiente: “De arquitectura sugerente y sobriedad de líneas, el edificio se desarrolla alrededor de un atrio o espacio central abierto a la ciudad. Los jardines colgantes insertos dentro del gran atrio, sumados el material de arcilla escogido para el recubrimiento de las columnas exteriores, y la volumetría que incorpora grandes vanos horizontales protegidos por vegetación, unidos a la luminosidad y condiciones climáticas particulares de Caracas, lo hacen un espléndido edificio adaptado al trópico. En él se evidencia la exploración del espacio intermedio, del tránsito desde la calle hacia el espacio interior que, unida al juego de luz y sombra de sus volúmenes y textura, representó en su momento un ensayo de una nueva forma de afrontar la tipología de edificios de oficinas en el sector. El volumen, de ocho plantas y dos niveles para oficinas ejecutivas con terrazas a doble altura, se adapta a la forma del terreno articulado en dos cuerpos, uno bajo al sur, y la torre que ocupa el cuadrante noreste. El valor de la sombra como recurso para acentuar la expresividad de la forma, y la búsqueda de una arquitectura del lugar que atiende a la condición del clima y del trópico, son sin duda sus grandes virtudes”.

10. Vistas del acceso y el espacio interior del edificio Atrium en la actualidad.

También conviene destacar que el Atrium, previamente a la elaboración del comentario citado, había sido incluido por Niño Araque como parte de un grupo de edificios que respondían a una de las cuatro “éticas tendenciales de actuación” que constituían la base de lo que a su juicio soportarían la existencia de una “posible” Escuela de Caracas, manifiesta en la “excelente y variada calidad de nuestra producción arquitectónica” realizada de 1970 en adelante, “que abarca las múltiples visiones enraizadas con el lugar” centrada “en la renovada visión forma-figura-lugar”.

11. Algunas de las obras que para William Niño Araque ejemplifican «La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa», segunda de las «éticas tendenciales de actuación» de una «posible» Escuela de Caracas. Izquierda arriba: Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes, Escuela de Metalurgia de la UCV (1982-1987); Izquierda abajo: Felipe Delmont, Casa La Comarca (1983); Centro arriba: Hélène de Garay,el edificio de la Fosforera Venezolana (1990); Centro abajo: Oscar Tenreiro y Francisco Sesto, una de las casas Furió (1987); Derecha arriba: Julio Maragall y Miguel Carpio, edificio residencial Villa Bermeja (1981); Derecha abajo: Jimmy Alcock, Quinta La Ribereña (1976).

La “ética tendencial de actuación” a la que se ajustaría el Atrium, sería la enunciada como: “La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa” que, dicho sea de paso, expresa la manifestación más clara de lo esencial de los planteamientos de Niño Araque y dentro de la cual, además del Atrium, son representativas obras como: La Rivereña y la casa Bottome (Jimmy Alcock); las casas Furió (Oscar Tenreiro y Francisco Sesto); la casa La Comarca (Felipe Delmont); las casas Varela Nuñez y Puppio Vegas (Federico Vegas); la Escuela de Metalurgia de la UCV (Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes); el edificio de la Fosforera Venezolana (Hélène de Garay); el Monasterio Benedictino en Güigüe (Jesús Tenreiro); y el edificio residencial Villa Bermeja (Julio Maragall y Miguel Carpio).

Teniendo lo anterior como marco vale destacar que en su momento el Atrium fue incorporado en el catálogo de la exposición «Venezuela Arquitectura y Trópico 1980-1990», el cual formó parte de la quinta muestra de arquitectura de la Bienal de Venecia y fue Mención de honor, Categoría Diseño Arquitectónico, en la VII Bienal de Arquitectura de Quito 1990.

12. Vistas de la planta de acceso del edificio Atrium en la actualidad.

También fue publicado en el Catálogo “Arquitectura venezolana en la Bienal de Quito ‘90”, editado por la Fundación Museo de Arquitectura y en el libro de la VII Bienal de Arquitectura de Quito BAQ´90, editado por el Colegio de Arquitectos del Ecuador-Pichincha.

Hoy en día, el Atrium alberga la Bolsa de Valores de Caracas, la Embajada de Italia y las oficinas administrativas de la Alcaldía del Municipio Chacao y constituye un punto de referencia dentro del variopinto paisaje urbano de la urbanización El Rosal.

Nota

Con respecto a la compacta y sólida trayectoria de Díquez, González y Rivas, vale la pena recordar que, cuando el año 1997 el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) decidió otorgar el Premio Nacional de Arquitectura a Edmundo Díquez, por estar establecido en la normativa que el galardón debía ser individual y no colectivo, el arquitecto nacido en Margarita tomó la gallarda y noble decisión de renunciar al reconocimiento argumentando que la suya no se trataba de una obra personal sino de un equipo en el que, como declaraban los mosqueteros de Alejandro Dumas, trabajaban “todos para uno y uno para todos”, clara manifestación de los ideales de amistad, honor y lealtad que los caracterizaban. Sin embargo, aún se puede encontrar en todas las páginas en las que se menciona la trayectoria de Díquez, que el mencionado premio le pertenece cuando en todo caso debe entenderse como un laurel obtenido por un inseparable grupo de tres.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. Fundación Museo de Arquitectura. Catálogo “Arquitectura venezolana en la Bienal de Quito ‘90”, 1990.

2 y 11. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

3. De lo urbano y lo humano. Arq. José Alberto Rivas. Díquez González Rivas. Edif. Alcaraván (https://www.youtube.com/watch?v=4jFOEyimkLE)

4. Architectural Design, nº 8, 1969; Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani, Caracas a través de su arquitectura, 1969; Mariano Goldberg, Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1, 1982; https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/06/09/edif-el-alcaravan/

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela; https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/07/21/torre-general-de-seguros/; Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; http://guiaccs.com/obras/edificio-procter-gamble/

6. Capturas de Google Earth.

7. Captura de Google Earth; y @revistaentrerayas (https://www.instagram.com/p/CNWGpUUHN03/?img_index=4)

8. @arquitecturavzl (https://www.instagram.com/p/Cb-j86jOgFG/)

9, 10 y 12. @carlos_ancheta (https://www.instagram.com/p/DC60G7Nucxb/?img_index=1; 3; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 19; 20)

1960• Feria de la Cultura Popular en el Centro Simón Bolívar

1960• El Centro Simón Bolívar conjuntamente con el Ministerio del Trabajo y el Ministerio de Relaciones Exteriores organizan en espacios del Centro Simón Bolívar y la Plaza Diego Ibarra, del entre los días 17 de abril y 1ero de mayo, la Feria de la Cultura Popular.

Las instalaciones de la Feria de la Cultura Popular fueron diseñadas por el joven arquitecto Edmundo Díquez (FAU UCV promoción 8/1958) quien contó para su montaje con la colaboración de: Julio Coll Rojas, Illari Mirena de Egiarte, Enrique Berard, José María Lugo, Ana Díaz, Tony Solanilla, Peter Albers y José Antonio Cadavieco, todos estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

Las instalaciones de la Feria de la Cultura Popular incluyeron un teatro ubicado en la Plaza Diego Ibarra, el cual fue proyectado y realizado por Alberto de Paz y Mateos, ejecutado también por Edmundo Díquez, con el equipo de producción de la Escuela de Formación Artística del Ministerio del Trabajo, todos bajo la dirección general del maestro Alberto de Paz y Mateos.
La programación de los espectáculos celebrados fue realizada por la Dirección de Cultura del Ministerio del Trabajo.
El sonido con que contó el teatro durante sus funciones fue cedido por la Casa Phillips
La feria, tanto en la exposición como en el teatro, fue visitada por un nutrido público.

HVH

¿SABÍA USTED…

…que en 1967 se concluye la construcción en Chuao, Caracas, del edificio “Alcaraván”?

1. El Alcaraván visto desde la la Av. Principal de El Cafetal. Años 1960

Con el Alcaraván, proyectado en 1965, la firma DGR (Edmundo Díquez, Oscar González y Luis Rivas) lleva a cabo una muy interesante exploración relacionada con la posibilidad de desarrollar apartamentos en propiedad horizontal que, en la medida de lo posible, tuvieran todas las comodidades de una quinta y por ende estuviesen destinados a una clase con un determinado poder adquisitivo.

También forma parte de un momento (los mediados años 60 del siglo XX) en el que empiezan a destacar una serie de jóvenes arquitectos venezolanos, recién egresados de la Escuela de Arquitectura de la UCV, que son catalogados por Juan Pedro Posani como integrantes de lo que denominó como el “eclecticismo criollo” primero y el “eclecticismo como sistema” después, donde, dejando de lado muchas veces el reconocimiento de la enorme calidad que como diseñadores poseían, se empeña en buscar semejanzas en cuanto a la manera como replican a maestros de la arquitectura internacional.

Sin embargo, Posani en Caracas a través de su arquitectura (1969) al referirse al Alcaraván y sus arquitectos señalará lo siguiente: “Las referencias a los modismos de Louis Kahn son elaboradas con coherencia y sin dejar que se conviertan en elementos autónomos en el plano estético en esta obra de notable integridad formal y de alta calidad de diseño. (…) Si todavía fuese lícito hablar de ‘estilo’ en los términos acostumbrados de la vieja crítica formal, la obra de estos arquitectos podría ser un perfecto ejemplo de aplicación. En efecto, en ella se manifiesta la concepción más acabada de la forma entendida como supremo valor de realización de la eficiencia funcional del diseño.”

De esta manera, DGR en el Alcaraván estarían siguiéndole los pasos a Louis Kahn pero a la vez abriéndose camino propio por la manera como trabajan la volumetría a favor de contar con ángulos visuales en los que predomina lo cerrado y otros en los que se impone lo abierto y en todos una lectura que tiende a la verticalidad; enfrentan el diseño funcional de la planta donde cada elemento busca tener identidad formal propia; resuelven sin sobresaltos la articulación entre las piezas que lo constituyen; y manejan con maestría el tratamiento de los llenos y vacíos a favor de una confortable y fluida calidad espacial. Como dirá Mariano Goldberg en Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. CARACAS. Parte 1 (1980) “independientemente de sus cualidades formales, el perímetro (del edificio) surge como consecuencia de la función y de la orientación de los ambientes. Los frecuentes entrantes y cambios de volumetría resultan en una ventaja desde el punto de vista de protección climática; no así por la retención de los molestos ruidos procedentes desde la avenida.”

2. Edmundo Díquez y Oscar González. Izquierda: Perspectiva de la propuesta ganadora de concurso nacional para el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York inicialmente pautada para 1962. Derecha: Foto del pabellón construido producto de la segunda propuesta realizada para la Feria, abierta finalmente entre 1964-65

Dentro de la trayectoria de DGR el Alcaraván se podría considerar como una obra temprana. Díquez, graduado en la promoción 8 de 1958 y González egresado de la 9ª en 1959 (Rivas, graduado en la promoción 10 de 1960, aún no se había integrado al equipo), obtienen su primer reconocimiento importante al ganar en buena lid, enfrentando a un relevante grupo de arquitectos con mayor experiencia, el primer concurso nacional convocado en democracia por la Sociedad Venezolana de Arquitectos y el Ministerio de Obras Públicas, destinado a seleccionar el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York inicialmente pautada para 1962 y realizada finalmente entre 1964-65. En aquella ocasión tuvieron que diseñar por razones de costos un segundo proyecto diferente al que resultó ganador del concurso, trabajo que, sin embargo, fue reconocido por el American Institute of Architecture (AIA) de los EEUU con una Mención Honorífica.

3. Cinco obras realizadas por DGR (Díquez, González y Rivas). Arriba izquierda: Monumento conmemorativo del Sesquicentenario de la Batalla de Boyacá (1971). Arriba derecha: edificio General de Seguros (1974). Centro izquierda: edificio Atrium (1991). Centro derecha: ampliación del hotel Caracas Hilton (1984). Abajo: Sede Latinoamericana de Procter & Gamble (1998)

Después, como DGR, Díquez, González y Rivas realizarán una serie de trabajos que los posicionarán entre las mejores oficinas de arquitectura del país. Entre otros, se encuentran: el Monumento dedicado a conmemorar el Sesquicentenario de la Batalla de Boyacá, avenida Cota Mil, Caracas (1971); el edificio General de Seguros, Chuao, Caracas (1974); la ampliación del hotel Caracas Hilton, Plaza Morelos, Caracas (1984); el edificio Atrium, El Rosal, Caracas (1991); la Sede Latinoamericana de Procter & Gamble, La Trinidad, Caracas, (1998); y el Conjunto Residencial Caurimare Tepui, Caracas, (2001).

4. Edificio El Alcaraván. Arriba: planta de ubicación y planta tipo. Centro y abajo: diversas vistas desde el exterior

Ubicado en el cruce de la Av. Principal de El Cafetal con la Av. Principal de Santa Marta, el Alcaraván aprovecha al máximo su localización para convertirse en hito vertical y remate visual, cosa que también hace residencias Patricia de José Miguel Galia desde la acera de enfrente.

Tiene en la planta baja el hall de acceso, la sala de fiestas, la conserjería y los maleteros; 11 pisos tipo servidos por dos ascensores con dos apartamentos cada uno los cuales están dispuestos “en espejo”, separados por una junta de construcción. Cada apartamento tiene un vestíbulo, cocina, lavandero, comedor, sala, terraza, un estar íntimo y tres habitaciones, la principal con vestier y baño incorporado. Las dos habitaciones y las áreas sociales comparten el otro baño.

El edificio remata con un pent-house y otro nivel con la sala de máquinas de los ascensores y servicios. La fachada plegada ortogonalmente refuerza la percepción prismática del volumen, aumentando visualmente su altura y protegiendo las aberturas hacia el exterior de la insolación, sin reducir visuales ni ventilación.

El proyecto obtuvo el Premio en la categoría “Vivienda Multifamiliar” de la III Bienal de Arquitectura de 1967, año en el que al Banco Central de Venezuela de Tomás José Sanabria se le otorgó el Premio Nacional.

DGR construirán adyacente al Alcaraván un segundo edificio, el Papagayo, que debió ser modificado por exigencias de cálculo luego del terremoto de 1967, formando parte ambos de una trilogía que no se completó.

El Alcaraván fue seleccionado por los editores de Architectural Design entre las obras que se incluyeron como integrantes del artículo central de 26 páginas dedicado a “Venezuela” en el Volumen XXXIX de agosto 1969, trece años después que ocurriera otro tanto en febrero de 1956 (Volumen XXVI).

El editor invitado, Walter Bor, arquitecto y planificador urbano, en su presentación de los diferentes textos incluidos en 1969, citando a Manuel Corao, destaca “los tremendos cambios que se han dado en Venezuela durante los mencionados 13 años. No tan sólo una explosión demográfica, sino profundos cambios en lo político, económico y social. Destacando que en lo político Venezuela está entre la repúblicas más democráticas de América del Sur”.

Edmundo Díquez (1934-2021) fue reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura el año 1997.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 2. Colección Crono Arquitectura Venezuela

3. Colección Crono Arquitectura Venezuela; https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/07/21/torre-general-de-seguros/; Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; http://guiaccs.com/obras/edificio-procter-gamble/

4. Architectural Design, nº 8, 1969; Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani, Caracas a través de su arquitectura, 1969; Mariano Goldberg, Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1, 1982; https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/06/09/edif-el-alcaravan/

1962• Concurso Nacional para el Pabellón venezolano, Feria Mundial de Nueva York de 1964-65

Concurso Pabellón de Venezuela NY.jpg

Concurso Pabellón de Venezuela NY 2.jpg1962•  Promovido por el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Fomento y con los auspicios de la Sociedad Venezolana de Arquitectos, se convoca el Concurso Nacional para seleccionar el Pabellón venezolano que iría a la Feria Mundial de Nueva York de 1964-65. Una vez dado el veredicto resultó ganadora la propuesta presentada por los arquitectos Edmundo Díquez y Oscar González Bustillo. También se otorgaron tres segundos premios a los planteamientos hechos por Jorge Castillo y Gerónimo Puig; Guido Bermúdez y Pedro Lluberes; y Ralph Erminy.

HVH

1965• Mención Honorífica para el diseño del Pabellón de Venezuela en la Feria Internacional de Nueva York ´64

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1965•  El American Institute of Architecture (AIA) de los EEUU otorga al Pabellón de Venezuela, proyectado para la Feria Internacional de Nueva York ´64 una Mención Honorifica.
El diseño del Pabellón, realizado por los arquitectos Edmundo Díquez (FAU UCV, promoción 8/ 1958) y Oscar González (FAU UCV, promoción 9/1959), había sido seleccionado en un concurso nacional organizado en 1962 por el Ministerio de Fomento con los auspicios del Colegio de Arquitectos de Venezuela.
El Pabellón construido en un lote de 6.100 m2, tiene 1.950 m2 de ubicación, se eleva tres niveles y medio sobre el acceso, destacándose un «night club» en el sótano en donde además de ofrecerse especialidades gastronómicas venezolanas había presentaciones de relevantes artistas y músicos nacionales.

HVH

1984• Ampliación del Hotel Caracas Hilton

Ampliación del Hotel Caracas Hilton.jpg

1984•  El Presidente Luis Herrera Campíns inaugura la ampliación del Hotel Caracas Hilton. Con esta torre de 27 pisos se le añaden al hotel 500 nuevas habitaciones (para un total de 738), 20 salas de reuniones, una Gran Salón para 6.000 personas, piscina, 2 canchas de tenis, 24 cabañas, cafetería, bares, salas de fiestas y un estacionamiento adicional de 600 puestos.
El diseño de la ampliación fue realizado por la firma DGR (Edmundo Díquez (FAU UCV, promoción 8/ 1958), Oscar González (FAU UCV, promoción 9/1959) y José Alberto Rivas (FAU UCV, promoción 10 / 1960), quienes habían realizado la remodelación del primero. Se incorporaron obras de reconocidos artistas venezolanos a la colección de arte del hotel, tales como: Jesús Soto, Harry Abend, Elsa Gramcko, Alejandro Otero y Víctor Valera, entre otros.

HVH