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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 450

Con el arribo a nuestra postal nº450 cumplimos más de nueve años elaborando el documento con el que primero nos mostramos y comunicamos con nuestros miembros, seguidores y contactos. Fue un martes 1 de marzo de 2016, cuatro meses y medio después de la creación de la Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC), cuando pusimos en marcha la idea de abrir una ventana conformada por una sugerente imagen y una breve descripción con la que a partir del domingo 6 de marzo, usando como vehículo el correo electrónico, buscamos manifestar que existíamos.

1. Fundación Arquitectura y Ciudad. Postal nº1. 1 de marzo de 2016.

Así lo hicimos durante 36 semanas hasta el momento en que decidimos ampliar nuestro rango de intercambio creando un boletín que bautizamos como Contacto FAC en el que la postal, incorporada como elemento sustancial de su estructura en la que compartía protagonismo, se convirtió en excusa para elaborar un texto que ampliara el mensaje que la imagen transmitía y los temas que a ella estaban asociados. Así permaneció otras 398 veces hasta que a partir de enero de este año 2025 decidimos darle presencia exclusiva quincenalmente, llegando el día de hoy a alcanzar un número redondo e importante.

Para realzar la relevancia del momento, nada mejor que sumar a la pauta definida por la selección de casas icónicas dentro del paisaje urbano caraqueño, una que, pese a no haber sido ampliamente promocionada se revela como ejemplo notable dentro de la tipología y, a la vez, como clara demostración del talento de quien la concibió.

2. Ubicación de las urbanizaciones Oripoto y Tusmare dentro del Municipio El Hatillo.
3. Quinta Santa María (c.1957) diseñada sobre la avenida Tamanaco de Oripoto por Luis Jiménez Damas para su hermana Ana Luisa y su esposo Vicente Sánchez. Vista desde el suroeste.
4. Luis Jiménez Damas. Quinta Santa María (c.1957). Fachada este (acceso desde la avenida Tamanaco de Oripoto).
5. Luis Jiménez Damas. Quinta Santa María (c.1957). Vistas interiores.

Ubicada en la urbanización Tusmare del Municipio El Hatillo, la Quinta 39 se convirtió para el arquitecto Luis Enrique Jiménez Damas (1933-1963) en la oportunidad de cerrar un ciclo que, dentro de la misma zona, había comenzado a finales de los años 1950 con la construcción de siete viviendas unifamiliares en la naciente urbanización Oripoto. Entonces, el avezado estudiante, que se graduaría en la octava promoción de la UCV en 1958, tuvo la oportunidad de ejercitarse proyectando un grupo de casas por encargo de familiares cercanos (tres de sus hermanos) y otros tantos conocidos que bien valdrían un capítulo aparte para analizar comparativamente el manejo del espacio, el correcto funcionamiento, el aprovechamiento de las variables programáticas, la adecuación al clima y la adaptación a la topografía en la búsqueda de dotarlas de un “carácter nacional”, muy próximo al debate promovido entonces tanto en la propia escuela de arquitectura como desde las páginas de la revista A, hombre y expresión.

6. Parque Arístides Rojas, avenida Andrés Bello, Maripérez. Proyectado en 1959 y construido en 1961 cuando Luis Jiménez Damas era Arquitecto Jefe del Departamento de Estudios y Proyectos de la División de Proyectos especiales del Ministerio de Obras Públicas, el Parque Arístides Rojas es la obra de mayor envergadura realizada por él a lo largo de su trayectoria.

Entre aquella experiencia y la realización de la Quinta 39, última obra construida por Jiménez Damas, no sólo se da la coincidencia de haber recalado veinte años después en la zona que lo vio nacer como profesional, sino el haberle sido encargada por integrantes de su núcleo familiar: la pareja conformada por su sobrina Ana Cristina Sánchez Jiménez y su esposo José Benatar Cohen.

7. Ubicación de las quintas Santa María (arriba izquierda) y 39 (abajo derecha) en Oripoto y Tusmare, respectivamente.
8. Ubicación de la Quinta 39 en la urbanización Tusmare.

La urbanización Tusmare (aledaña a Oripoto) desarrollada a comienzos de los años 1970 por Henry y William Larralde, le permitió a los recién casados Benatar-Sánchez adquirir en 1976 una parcela (la número 39), ubicada en la Calle Sur sobre la cual casi de inmediato Jiménez Damas comenzaría a esbozar las primeras ideas del proyecto para la quinta.

9. Alvar Aalto. Maison Carré (1956-1959). Vista desde el noreste.
10. Alvar Aalto. Maison Carré (1956-1959). Fachada oeste.
11. Alvar Aalto. Maison Carré (1956-1959). Sección y vistas del espacio central.

El arquitecto, quien ya había acumulado una considerable obra realizada y desarrollado a partir de 1964 una carrera docente que dejó una profunda huella entre sus discípulos dentro de la FAU UCV, decidió desde el primer momento revisar la obra de Alvar Aalto y en particular tomar en cuenta la Maison Louis Carré (1956-1959) como referente a considerar en el diseño de la casa.

12. Carlos Becerra. Casa en Colinas de Vista Alegre, Caracas. 1964.
13. Carlos Becerra y Domingo Álvarez. Casa Madriz. Colinas de Bello Monte, Caracas. 1964.
14. Gustavo Legórburu. Dos quintas en la urbanización Los Palos Grandes, Caracas. 1964.

Aalto, el gran maestro finlandés del siglo XX, reivindicado permanentemente por Carlos Raúl Villanueva, a quien Sigfried Giedion le abrió camino a partir de la segunda edición (1949) de Espacio, tiempo y arquitectura por considerarlo el arquitecto que mejor demostraba el alejamiento del modernismo de estilo internacional hacia una arquitectura más orgánica, ya había servido de inspiración Carlos Becerra diseñador en 1964 de dos viviendas una en Colinas de Vista Alegre y otra en Colinas de Bello Monte con la colaboración de Domingo Álvarez (la casa Madriz) que apuntan a la Maison Carré como claro modelo; y, por el otro, cabe añadir a Gustavo Legórburu señalado por Juan Pedro Posani de haber bebido de la fuente aaltiana a través de dos quintas construidas en Los Palos Grandes (también de 1964).

15. Luis Jiménez Damas. Quinta 39. Calle Sur, urbanización Tusmare, Plano de conjunto (el norte apunta a la derecha).

Con tales precedentes y su propia experiencia como mediadora, Jiménez Damas resolvió con plena libertad el programa demandado por los Benatar-Sánchez: pareja joven con dos niños pequeños, padre aficionado a la fotografía (quien solicitó un pequeño cuarto de revelado) y madre que no le veía sentido a la existencia del baño auxiliar para las visitas y que sólo pedía que la cocina tuviera acceso directo al jardín.

16. Quinta 39. Planta niveles +1,00 y +0,15 (izquierda). Planta nivel +3 (derecha).

El terreno de 1628 m2 ofrecía un frente hacia el norte de 25,34 mts (Calle Sur de Tusmare) y una longitud de aproximadamente 65 hacia el sur presentando una ligera pendiente. Tales condicionantes llevaron a ubicar la casa concentrada hacia la mitad norte, proponiendo la creación de tres niveles adaptados a la topografía. Los espacios sociales, corazón de la casa, cobrarían máxima importancia y mantendrían una rica interrelación, remarcada por la utilización de un potente techo inclinado en sentido inverso a la pendiente del terreno, revestido de un plafón de madera que dota a la edificación de un perfil exterior particular y a los ambientes internos de una indudable calidez.

17. Quinta 39. Secciones.
18. Quinta 39. Fachadas norte (arriba) y este (abajo)

Los tres niveles en los que se desarrolla la casa son: nivel acceso (+1,00) donde se encuentran el estacionamiento techado para 2 vehículos, el hall de llegada acompañado por un pequeño patio interior, la cocina-pantry, el dormitorio de servicio con baño, el área de lavandero/faena, un depósito y una caseta para basura y gas; nivel superior (+3,00) donde se ubicó un dormitorio, un baño, un estudio/estar y un cuarto de revelado/depósito; y nivel inferior (+0,15) destinado al salón-recibo, la terraza cubierta/corredor/, el dormitorio principal con vestier y baño, un dormitorio y un baño.

19. Quinta 39. Fachada oeste.
20. Quinta 39. Vista desde el noroeste.
21. Quinta 39. Fachada sur.
22. Quinta 39. Vistas exteriores.

La correcta distribución evita cruces innecesarios y permite acceder a cada sector de la casa sin comprometer a los otros. La estructura, en concreto armado, fue calculada del ingeniero Esteban Gyory, las paredes interiores son de bloques de arcilla frisados y las exteriores (incluyendo las de los linderos) de ladrillo obra limpia impecablemente trabajado, remitiendo en este caso a la textura propia de otra obra de Alvar Aalto: el ayuntamiento de Saynatsalo. Los pisos en su totalidad son de cerámica a excepción de las áreas exteriores que son de concreto acabado a boca de cepillo. Contó desde un principio con la incorporación de la herrería y las rejas de seguridad como elementos importantes dentro del diseño de las aberturas al exterior lo cual sumó un importante toque de color y una total coherencia como parte de la envolvente.

23. Quinta 39. Vistas internas.

La casa, proyectada entre 1977 y 1979 terminó de aprobarse en 1980 por la Ingeniería Municipal construyéndose entre ese año y 1982, aunque sus propietarios ya la habían ocupado en diciembre de 1981. Tiene aproximadamente 350 m2 de construcción.

24. Vista hacia la pequeña vivienda construida en la parcela 38.

Esmeradamente mantenida desde entonces hasta la actualidad, permitió por años que el hijo mayor se ubicara en el nivel superior y el segundo en el inferior respetando su distribución original. También vio como posteriormente (en 1989) tras la adquisición del terreno aledaño hacia el oeste (la parcela 38 de 1430 m2) y la construcción allí de una pequeña vivienda (diseñada por Carlos Julio Sánchez Jiménez), se ofreciese un desahogo para los niños convertidos en adolescentes y la oportunidad de manejar sin mayores traumas la llegada en 1993 de la tercera hija, dándose un reacomodo que no obligó a realizar anexos.

25. Luis Jiménez Damas (1933-1993). A la derecha: rodeado de estudiantes en medio de una clase de diseño en la FAU UCV.
26. Semanario Arquitectura HOY, nº 225, 24-10-1997, dedicado «in memoriam» a Luis Jiménez Damas.

Jiménez Damas con el diseño de la Quinta 39 coloca de nuevo sobre el tapete el valor que tiene el eclecticismo manejado con talento. Tanto la solución formal, correcta orientación, adaptación a la topografía, honestidad en el uso de los materiales y cuidado en los detalles, junto a la riqueza y fluidez espacial, la convierten en un genuino marco donde la reinterpretación de códigos existentes pasa por el cedazo de la cultura adquirida convirtiéndose en un genuino acto de re-creación y originalidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 26. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad. Fotos: Rafael Calvo González.

2 , 7 y 8. Capturas de Google Earth.

3, 4 y 5. Cortesía de Luisa Elena Sánchez Jiménez.

6. Colección Crono Arquitectura Venezuela; captura de Google Earth; y Revista SVA, nº12, julio-agosto de 1963.

9 y 10. 20th Century ARCHITECTURE (https://architecture-history.org/architects/architects/aalto/objects/1956-1959,%201961-196azoches-sur-Guyonne,%20France.html)

11. archdaily (https://www.archdaily.cl/cl/919034/clasicos-de-arquitectura-maison-louis-carre-alvar-aalto/51861106b3fc4be35b000099-ad-classics-maison-louis-carre-alvar-aalto-image?next_project=no); navi.finnisharchitecture.fi (https://finnisharchitecture.fi/maison-louis-carre/#&gid=1&pid=5); y Alvar Aalto (https://www.alvaraalto.fi/en/architecture/maison-louis-carre/#)

12. Mariano Goldberg. Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1 (1980)

13 y 14. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

15, 16, 17 y 18. Cortesía familia Benatar-Sánchez.

25. Cortesía familia Benatar-Sánchez; y Colección Crono Arquitectura Venezuela

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 420

De entre los ejemplos que Juan Pedro Posani destaca a la hora de desarrollar el capitulo titulado “El eclecticismo como sistema” en Caracas a través de su arquitectura (1969), basado en un trabajo anterior que lleva por nombre “El eclecticismo criollo”, publicado en el Boletín del CIHE, nº 6 (septiembre 1966), especie de corriente que florece entre las primeras generaciones de arquitectos formados en Venezuela durante los años 50 y 60 del siglo XX que se funda “1) En el uso de las formas del pasado reciente y 2) En el concepto de estilo en tanto creación esencialmente personal”, donde los referentes temporales a los que los jóvenes profesionales remiten no son otros que los grandes maestros del Movimiento Moderno, aparecen dos casas diseñadas por Gorka Dorronsoro (1939-2017) en Caracas: una ubicada en Cumbres de Curumo de 1965 y otra que Posani localiza en Los Guayabitos, cuando en realidad se encontraba en la urbanización El Placer, de 1968.

Al referirse a las dos obras, Posani establece una sutil e interesante comparación entre ellas, que creemos vale la pena reproducir como preámbulo a la nota que tiene como protagonista a la segunda de ellas: la Quinta Consuelo o Casa Garmendia, cuya fotografía tomada desde el noreste engalana nuestra postal del día de hoy.

1. Las dos casas proyectadas por Gorka Dorronsoro a las que Juan Pedro Posani hace referencia en Caracas a través de su arquitectura. Izquierda: la ubicada en Cumbres de Curumo. Derecha: la situada en Los Guayabitos (urbanización El Placer) conocida como Quinta Consuelo o Casa Garmendia.

Sobre la vivienda de Cumbres de Curumo Posani señala, siempre en el marco de lo que considera una operación de eclecticismo instrumental por parte de Dorronsoro, lo siguiente: “Esta es una obra en la cual se muestra evidentísimo el deseo de ceñirse con la mayor fidelidad al espíritu y al lenguaje formal de Le Corbusier. Pero un Le Corbusier muy particular, en el que se mezclan aspectos y sugerencias formales de los años veinte con elementos del Le Corbusier de la Maison Jaöul y del Convento de La Tuorette”. Por otro lado, sobre la Casa Garmendia expresa: “En esta otra obra refleja una notable evolución con relación a la anterior. Sin desligarse del ámbito de la cultura ecléctica (Mies, esta vez) la búsqueda se aproxima a una suerte de ‘realismo’ arquitectónico, basado sobre la identificación de las cualidades constructivas de los materiales”.

2. Otras fotografías que acompañaron la publicación de la Casa Garmendia en Caracas a través de su arquitectura.

Más allá de las diferencias que se puedan tener en cuanto a los referentes a los que apunta Posani con relación a la vivienda unifamiliar que hoy nos ocupa, lo cierto es que el proyecto, realizado en 1964, año en el Dorronsoro egresa de la FAU UCV, y se incorpora como asistente de Carlos Raúl Villanueva en la Oficina de Planificación de Construcciones de la UCV, permite apreciar que se trata de una muestra de sapiencia en cuanto a la adaptación al accidentado terreno donde debió implantarse y de reconocimiento del paisaje circundante propio de las afueras de la ciudad.

3. Plantas (arriba) y corte (abajo) de la Casa Garmendia publicados en la revista Punto nº 47 (noviembre-diciembre 1972).

Para lograr la exitosa respuesta, el arquitecto propuso insertar en el terreno de 776,83 m2 un prisma de base rectangular como volumen principal con sus lados mayores en sentido norte-sur, colocado paralelamente a las curvas de nivel de la parcela, que contiene la totalidad de los componentes del programa. Además, apela al juego de una serie de planos horizontales y verticales: los primeros enfatizados mediante una amplia terraza desarrollada longitudinalmente que se abre hacia las vistas lejanas a modo de extensión de las áreas sociales (fachada norte), reforzados con la presencia de otra terraza menor que aprovechan las habitaciones en la planta alta; y los segundos utilizados en la composición de la fachada sur donde se ubica el acceso, cuyo protagonista es un cilindro que contiene la escalera en caracol que permite subir a la planta alta.

4. Dos de las fotografías que acompañan la publicación de la Casa Garmendia en la en la revista Punto nº 47 (noviembre-diciembre 1972).

La casa, apreciable como un todo plenamente incorporado al paisaje desde la curva en pendiente de la calle que la bordea y le da acceso, combina estructuras mayormente metálicas y de concreto con el ladrillo macizo usado como cerramiento tanto de la pieza arquitectónica como del terreno que la contiene. De metal también son la ventanería y los antepechos de la terraza hacia la que se abren las habitaciones.

Proyectada, como ya se insinuó, en dos plantas, en la primera se ubica el acceso vehicular y peatonal junto a las áreas sociales (sala y comedor de miran al paisaje) y de servicio (cocina, cuarto de servicio y cuarto de lavado) más próximas a la entrada. Por medio de la ya mencionada escalera de caracol se accede a la segunda planta, con independencia del tránsito de la planta baja, donde se ubican cuatro habitaciones y dos baños, así como un estar. El balcón que une todas las habitaciones en el frente norte funciona a su vez como elemento de protección solar.

5. La casa vista desde el noreste.

Publicada por primera vez por Posani, la Casa Garmendia apareció ampliamente documentada (sin comentarios que la acompañaran) en la revista Punto nº 47 (noviembre-diciembre 1972) voluminoso ejemplar de referencia que también incorporó, entre otros: el Edificio del INCE de Tomás José y Eduardo Sanabria; el Edificio de Seguros Orinoco de José Miguel Galia; la Torre Phelps de José Puig; el Edificio Nuevo Centro de Julio Coll Rojas; el Almacén Central de Repuestos Volkswagen de Dirk Bornhorst; y una vivienda unifamiliar en Porlamar de Pablo Lasala.

6. Tres participaciones de Gorka Dorronsoro en el campus de la Ciudad Universitaria de Caracas. Edificio de Ingeniería Sanitaria (izquierda), Edificio de Ingeniería Metalúrgica (derecha arriba) y Edificio de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (derecha abajo).

Dorronsoro, incorporado como ya se dijo entre 1964 y 1972 al equipo liderado por Carlos Raúl Villanueva en la Oficina de Planificación de Construcciones de la UCV, proyectó el edificio de Ingeniería Sanitaria (1970-1975), el de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (1967-1977) y, de manera independiente, el de Ingeniería Metalúrgica (1976-1988) con la colaboración de Julio Riquezes. Además, entre 1993 y 1999, junto a Juan Pedro Posani y Frank Marcano retomará la idea de actualizar el Plan Rector de la CUC buscando darle continuidad a lo dejado por Villanueva en los años 70. Talentoso arquitecto y estupendo fotógrafo reconocido con premios en Bienales Venezolanas de Arquitectura y exposiciones de fotografía, profesor de diseño arquitectónico y conferencista en Venezuela, Puerto Rico, Colombia y Costa Rica, Dorronsoro obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura el año 2008.

7. Fotografías recientes de la Casa Garmendia tomadas por el arquitecto Franco Micucci.

Recientemente, la Casa Garmendia ha sido objeto de atención en las páginas de Instagram de Arquitectura Venezuela (@arquitecturavzl) y Franco Micucci (@francomicucci) quien ha aportado una serie de fotografías recientes que dan cuenta del estado de buena conservación de la obra.

8. Trabajo de levantamiento y representación llevado a cabo por los estudiantes de tercer semestre de la UD 09 FAU UCV Roiner Oropeza y Onebis Castellanos, como parte del «Registro de arquitectura construida en Venezuela» guiado por el profesor Joao de Freitas.

También fue incorporada al curso conducido para alumnos de 3° semestre por el profesor de diseño Joao de Freitas en la Unidad Docente 9 FAU UCV durante primer de este año 2024, dedicado al Registro de arquitectura construida en Venezuela, donde los estudiantes Roiner Oropeza y Onebis Castellanos llevaron a cabo un estupendo trabajo de levantamiento y representación que incluyó la elaboración de una maqueta, y que se encuentra montado en la página de Instagram @jddefreitasjoao.

Desde el año 2005 la Casa Garmendia o Quinta Consuelo forma parte del catálogo de Bienes de Interés Cultural de la Nación, publicado en Gaceta Oficial N° 38.234, de igual forma la alcaldía del Municipio Baruta la declaró como Bien de Interés Municipal según Decreto N° 181.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2014/07/25/1967-casa-garmendia/)

1 y 2. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

3 y 4. Revista Punto nº 47 (noviembre-diciembre 1972)

5. Caracas Moderna (http://fundamemoria.blogspot.com/2008/07/municipio-baruta-parroquia-nuestra.html)

6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

7. Franco Micucci (https://www.instagram.com/p/C_F03q7u4kS/?img_index=7)

8. Joao de Freitas (https://www.instagram.com/p/C79L7zGOap7/?img_index=6)

¿SABÍA USTED…

… que en 1966, hace 54 años, se termina la construcción del edificio “El Camarón”?

1. Edificio El Camarón, Mario Breto (1964-1966). Vista desde la plaza de entrada

“El Camarón”, proyectado en 1964 por el arquitecto Mario Breto (1934-2009 -FAU UCV, promoción 9/1959-) cuando apenas contaba con 30 años y 5 de graduado, es quizás uno de los edificios de Caracas más coherentes en cuanto a su resolución formal y que mejor responde a las condiciones del contexto donde hubo de insertarse.

Ubicado en la Av. Las Palmas con Av. Quito, Urbanización Los Caobos, Parroquia El Recreo. Municipio Libertador, “El Camarón” es sin duda un edificio que difícilmente puede pasar desapercibido. La polémica en torno a su particular forma curva y color vino tinto, a su caracterización, lejana de los imperantes preceptos racionalistas de la época en que se proyectó, junto a sus indudables aportes al espacio público, han provocado diversas reacciones dentro de la crítica arquitectónica nacional. Así, ya en 1969 Juan Pedro Posani en Caracas a través de su arquitectura dentro del capítulo titulado “El eclecticismo como sistema” emite comentarios tan elogiosos como: “Parece posible afirmar que este edificio es el de más calidad entre los edificios formalistas de Caracas”. Otro tanto ocurre con las apreciaciones que se incorporan en la nota que se le dedica en La vivienda multifamiliar/Caracas 1940-1970, libro publicado en 1983 por el Instituto de Arquitectura Urbana, donde se afirma. “Es difícil encontrar en Caracas otro edificio de apartamentos con la carga formal de El Camarón. La intención de utilizar una forma totalmente diferente de expresión en un momento, en que el racionalismo más estricto era la norma, lo convierte en una interesante excepción para la década de los sesenta”.

La calidad de la propuesta, producto de su coherencia formal y de la manera como enseña a comportarse responsablemente ante una esquina dentro de la ciudad, va de la mano con una clara intención por parte de su diseñador de asumir riesgos poco frecuentes. Dicha calidad incluye, además, la excelencia constructiva y el cuidado en los detalles que le otorgan a su dinámica volumetría un acabado impecable y sobrio.

Quizás sea aquí cuando valga la pena acotar que Breto aún más joven ya se había destacado (1961) a la hora de proponer, también de forma acertada, la respuesta urbana que se originó con el edificio “Los Aleros” ubicado en la Calle El Recreo entre Av. Casanova y Calle Humboldt, Bello Monte, lo cual nos habla de un arquitecto particularmente sensible a las variables de entorno a lo que se sumaba su preocupación (tal vez heredada de su padre) por aspectos constructivos ligados a un sentido práctico que buscaba establecer permanentemente relaciones entre el oficio y su realidad inmediata. Ello se verá una vez más confirmado cuando en 1981, tras proyecto realizado junto a Mariano Goldberg y Martín Padrón, se construyen las Residencias “Alarifes” (Calle Mirabal, urbanización Charavallito, Baruta), experimento orientado a diseñar en un mismo edificio 90 unidades de vivienda de interés social de diferentes áreas utilizando el sistema túnel. Por tanto, no es casual que Breto, quien también ejerció la docencia en la FAU UCV entre 1975 y 1999, lo haya hecho como profesor del Sector de Tecnología de la Escuela de Arquitectura.

2. Edificio El Camarón, Mario Breto (1964-1966). Izquierda: Vista cenital de la plaza de entrada. Derecha: un segmento de la fachada principal
3. Edificio El Camarón, Mario Breto (1964-1966). Planta tipo
4. Edificio El Camarón, Mario Breto (1964-1966). Vista del ritmo creado por la sucesión de balcones

“El Camarón”, resuelto sobre una parcela de 1.700 m2, tiene 6.600 m2 de construcción, 28 apartamentos y dos pent house dúplex, y cuenta en su planta baja con locales comerciales. Su condición de edificación aislada, regida por un esquema simétrico en el que su masa construida denota la presencia canónica de una base, un cuerpo y un remate bien articulados, apela a la geometría curva, al uso frecuente de bandas continuas y a la repetición de elementos cilíndricos en escaleras, balcones, jardineras y muros para lograr la unidad del conjunto. La distribución de su planta de cuatro apartamentos, organizados linealmente en dos bloques autónomos de dos unidades cada uno, sigue el arco que describe la simetría del volumen sin que esta condición afecte una eficiente funcionalidad. Por su parte, la planta baja comercial goza de la protección necesaria que provee el volado de la terraza que marca la transición hacia los pisos superiores, y se integra sin dificultad a la plaza-podio en que se convierte la esquina del terreno, cuyo pavimento y demás dispositivos han sido diseñados acordes con las reglas que rigen toda la composición.

Juan Pedro Posani en un artículo aparecido en el Boletín del CIHE nº 6 (1966) colocó a “El Camarón” entre los ejemplos de lo que denominó “El eclecticismo criollo”, actitud caracterizada por una visión formalista de la arquitectura anclada en la búsqueda de lenguajes expresivos procedentes del pasado reciente. Este edificio denotaría, según dicha lectura crítica, un origen expresionista y mendelsohniano que le otorgaría, además, un cierto halo historicista. Otros se han aventurado a hacer desenfocadas comparaciones de «El Camarón» con la Casa Milá de Gaudí. En todo caso, sea como sea, el tiempo ha demostrado que, de la mano del talento, esta aparente adhesión ecléctica en principio negativa puede cobrar autonomía y que ha surtido en el caso de “El Camarón” un efecto altamente positivo tanto en lo arquitectónico como en lo urbano.

5. Izquierda: portada del nº 8, volumen XXXIX, agosto 1969 de Architectural Design. Derecha: Vista general del edificio El Camarón

“El Camarón”, también, forma parte de las obras que fueron incluidas en el artículo central de 26 páginas titulado “Venezuela”, que la revista inglesa Architectural Design (nº 8, volumen XXXIX, agosto 1969) dedicara a la arquitectura moderna en nuestro país, tras haberlo hecho de igual manera en su edición de febrero de 1956 (volumen XXVI). Allí el editor invitado, Walter Bor, arquitecto y planificador urbano, en su presentación de los diferentes textos incluidos, citando a Manuel Corao (Director de Planificación del Ministerio de Obras Públicas), destaca “los tremendos cambios que se han dado en Venezuela durante los mencionados 13 años. No tan sólo una explosión demográfica, sino profundos cambios en lo político, económico y social. Destacando que en lo político Venezuela está entre la republicas más democráticas de América del Sur”. A pesar de las cuestionables intervenciones de que ha sido objeto por sus ocupantes a lo largo del tiempo que afean hoy sus otrora limpias fachadas, y de las muestras claras de deterioro que presenta por falta de mantenimiento, “El Camarón” sigue allí como referencia recordándonos cómo se puede asumir desde una edificación aislada una ejemplarizante respuesta de lo que debe ser la ciudad.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 2 izquierda. http://guiaccs.com/obras/edificio-el-camaron/

2 derecha. https://www.facebook.com/DOCOMOMO.VE/photos/a.158073844232654/2474982149208467/?type=3

3 y 4. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani, Caracas a través de su arquitectura, 1969

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela