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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 449

Taurel & Cía. Sucrs., C.A., empresa pionera en el país en el ramo de los servicios navieros y la negociación aduanera, fundada el año de 1911 de la mano de Abraham Taurel, tiene la particularidad de que nace como un emprendimiento familiar sostenido en el tiempo hasta convertirse en la firma más importante del país en el área de su competencia.

1. Marruecos, 1892.

Mencionar Marruecos, al norte de África, como punto de partida de la historia de la compañía se hace inevitable a la hora de hacer un breve recuento de su historia. De allí provendría el ya mencionado Abraham Taurel, llegado a Venezuela a finales del siglo XIX quien, luego de promover variados negocios, asumió bajo su firma personal una iniciativa que, en principio, buscaba resolver los percances aduanales de sus allegados, dado que conocía perfectamente La Guaira, el puerto y sus mecanismos, desde un pequeño local ubicado en la calle Bolívar, entre la plaza Vargas y la Casa Guipuzcoana en La Guaira. Así, desde aquella modesta oficina aduanal, germen de la hoy prestigiosa compañía que lleva su apellido, Taurel empezó poco a poco a ofrecer a todo público de forma abierta trámites portuarios básicos de recepción de mercancías en puerto.

2. Tetuán, 1890.

Abraham, más adelante, invitó a su sobrino León, hijo de su hermano Jacobo Taurel y Myriam Benatar, a unirse al negocio, invitación que haría extensiva a los sobrinos de su hermano, los hijos de Jaime Benatar Sabah, que fueron llegando poco a poco al país procedentes de Tetuán. Por otra parte, Jaime Benatar Sabah (nacido en Tetuán y con apellido de origen sefardita) quien había venido a Venezuela alrededor de 1880 junto a su hermano Jacobo, luego de 14 años que constantes idas y venidas regresó definitivamente a su tierra de origen tras hacer una fortuna como marchante de mercancía seca. Aunque nunca más volvió a nuestro país, de los once hijos que tuvo con Hasiba Lasry Benguigui, cinco de ellos se involucrarían directamente con el negocio aduanero del pariente Taurel siendo el primero de ellos León, el sexto en orden cronológico.

3. Jaime Benatar Sabah y Hasiba Lasry Benguigui.

Así, León Benatar Lasry a mediados de 1919 con apenas 16 años decide seguir la huella de sus antecesores y se embarca rumbo a Venezuela para instalarse en La Guaira y montar junto a Taurel un negocio que además compartiría el espacio físico de la agencia aduanera de la calle Bolívar: La Caraqueña, pequeña tienda al detal donde se confeccionaban zapatos y sandalias de cuero, ubicada a un lado de la entrada de las oficinas.

“Cuatro años permaneció así el joven Benatar, codo a codo con Abraham Taurel, mientras levantaba la zapatería La Caraqueña y ayudaba a edificar la compañía que hoy por hoy ostenta en Venezuela el inapelable calificativo de número uno en logística y transporte internacional”, recogemos del libro Andares y Benatares, publicado con motivo del centenario de la empresa en 2011 bajo la dirección editorial y redacción de Anabella Troconis Neri.

Se dice que Abraham Taurel nunca pretendió hacer de la empresa portuaria el gran negocio de su vida mientras León, su sobrino, tras su pasantía por la agencia, se abriría camino a través negocios propios. Sin embargo, nunca se imaginó que los Benatar Lasry sí se tomarían la actividad muy en serio.

4. El puerto de La Guaira (c.1930)

“En 1923, León Benatar logró asociarse y la empresa cambió de nombre a Taurel y Compañía. Dos años más tarde, Abraham Taurel, orgulloso del lugar y trayectoria que ocupaba la empresa que llevaba su apellido pensó que doce años eran suficientes para recoger los frutos en divisas y regresar a su país natal. Conforme a esto le vendió la empresa a León Benatar en cuyo registro dice lo siguiente: ‘Abraham Taurel, entonces domiciliado en Ceuta, y León Benatar, domiciliado en La Guaira, ambos mayores de edad, firmaron el 31 de diciembre de 1924 la compra-venta de la Sociedad Mercantil bajo la razón social de Taurel y Compañía’”.

5. Panorámica desde Cerro Colorado, del casco colonial de La Guaira. Año de 1930-1939.

El nuevo dueño de Taurel, agradecido con su fundador y consecuente con el trabajo que había desarrollado, dejaría a la empresa el mismo nombre, pero con un ligero cambio: le colocó Taurel y Compañía Sucesores.

6. León Benatar Lasry.

A partir de aquella venta León Benatar Lasry iniciaría un nuevo ciclo en el que involucrará a su familia directa animando a dos de sus hermanos menores a emigrar desde Tetuán siendo el primero en llegar Samuel (1925) y más tarde Meir (1928), ambos solteros. Les seguirían los dos hermanos mayores Rafael (1937) y José (1941) casados y con hijos. Por su parte, Reina algo mayor que Meir recalaría en nuestro país recién casada con el ya pujante empresario León Taurel en 1933.

“Si León llegó a Venezuela con la ventaja de tener en el país a su primo (León Taurel), Samuel llegaba con la suerte de tener a su hermano, ya empresario y dueño de la La Caraqueña y de Taurel y Compañía Sucesores”, se precisa en Andares y Benatares.

7. Samuel y Meir Benatar Lasry.

Con el tiempo el negocio de la zapatería, transformado luego en exportadora de cuero, sería dejado de lado y los tres hermanos pioneros (León, Samuel y Meir) con la posterior colaboración de Rafael y José concentrarían sus esfuerzos por consolidar la línea vinculada al ramo de los servicios navieros y la negociación aduanera, imprimiéndole a la empresa (que desde 1949 modificó su razón social pasando a denominarse Taurel y Cia. Sucrs, C.A.) el rasgo familiar que aún hoy en día la caracteriza y que con el tiempo fue evolucionando, donde los sucesores mantendrían una visión a largo plazo y una permanente actualización.

Los Benatar, con León a la cabeza, impulsados por el creciente éxito económico y con el objetivo de potenciar aún más el negocio aduanero, tomaron la decisión de invertir en una infraestructura que reflejara la expansión y la ambición de la compañía. Esta fase de inversión estratégica fue un catalizador directo para la eventual construcción de un edificio más sustancial y representativo, que simbolizaría la posición de Taurel en el comercio venezolano.

8. Ubicación del edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en La Guaira.

Es así como a comienzos de los años 1940 se toma la decisión de construir la sede corporativa de la compañía justo al frente del puerto de La Guaira (sector El Cantón) sobre la avenida costanera (luego transformada en la avenida Soublette) y próxima a la entrada del antiguo Terminal de Pasajeros, sobre un terreno de 800 m2, aproximadamente, que presentaba tres caras libres (norte, sur y este) y una (la oeste) donde el adosamiento obligaba a considerarla como un frente ciego. El proyecto sería encargado al reconocido arquitecto venezolano Carlos Guinand Sandoz, protagonista destacado dentro de la primera modernidad de la arquitectura venezolana, buscando con ello proyectar una imagen corporativa moderna y prestigiosa que destacase en medio del entorno donde se ubicaría.

9. Carlos Guinand Sandoz. Casa de León Taurel y Reina Benatar Lasry, avenida México, Caracas (1940).

Guinand, ya había realizado en 1940 la hermosa casa de habitación estilo art déco donde se residenciaron León Taurel y su esposa Reina Benatar Lasry, ubicada en la avenida México, Caracas (ver https://fundaayc.com/2023/03/26/algo-mas-sobre-la-postal-no-348/), lugar que se convirtió en el primer “refugio” de los migrantes vinculados a la familia que fueron llegando a Venezuela procedentes de Marruecos durante la guerra y la posguerra.

10. Fachada principal (norte) del edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A.

Con este antecedente y tomando como base el mismo estilo para el diseño de su fachada principal, Guinand resolverá el encargo proponiendo un volumen compacto de tres pisos que ocuparía todo el terreno y salvaría los cuatro metros y medio de desnivel entre la avenida Soublette y la calle posterior. Esto le permitirá mostrar hacia el norte una composición simétrica que destaca el valor de la planta baja como acceso discriminando las entradas peatonales de las vehiculares tratando los dos pisos superiores de oficinas mediante vanos que valoran la parte central sobre las laterales.

Iván González Viso en la nota elaborada para Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) señalará: “El prisma blanco, que se rige por patrones estilísticos de corte internacional y exhibe el nombre de la empresa en la parte central de la fachada, destaca por la limpieza geométrica de sus formas. Ventanas cuadradas protegidas por aleros horizontales flaquean un cuerpo central con dos balcones detallados con ligeras barandas apoyadas en elementos de mampostería. Un zócalo negro, que contrasta con la blancura del volumen, recorre toda la base del edificio generando un marco que bordea a manera de pórticos las entradas, con puertas talladas en madera. El friso que recubre la fachada está modulado por una retícula que ordena la composición”.

11. Edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Fachadas norte (arriba) y sur (abajo) en la actualidad.

La preeminencia de la fachada principal (norte) es clara con relación a la este y la sur tratadas con el uso de ventanas continuas que remarcan la horizontalidad  y a la vez dotan de iluminación las áreas de oficinas y servicios ubicadas en las plantas 1 y 2.

12. Edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Fachada este (arriba) y corte longitudinal (abajo) en la actualidad donde se observa la presencia de una mezzanina añadida posteriormente.

El programa contemplaba, además del uso para oficinas, el contar con un amplio depósito el cual ocuparía la planta baja con una altura y media cobrando preponderancia al ofrecerse hacia la fachada a través de los dos vanos de mayor tamaño.

13. Edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Plantas en la actualidad. Baja (izquierda), primer piso (centro) y segundo piso (derecha).

La planta rectangular de 750 m2 aproximadamente obedece a un módulo estructural de 6 x 5 mts que contribuye dar orden a la composición de las fachadas y permite la libre disposición de las áreas de oficinas. En total el edificio tuvo originalmente un área de construcción aproximada de 2334 m2, distribuidos entre planta baja (750 m2) y dos plantas tipo (de 780 m2 cada una) a los que hay que sumar la ubicación en la azotea un local de 24 m2 para los equipos de aire acondicionado.

14. El edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en la actualidad y su entorno inmediato.

La altura de los entrepisos de oficina es de 3,50 mts. la de la planta baja 4,75, suficientemente cómoda para el funcionamiento del almacén. Por otro lado, La altura máxima medida hasta la parte superior de la fachada norte es de 15,80 mts. Su frente sur que sobresale solo dos pisos sobre la calle tiene una altura superior de aproximadamente 11,30 mts tomando en cuenta la cota superior del volumen de servicios de la azotea.

15. El edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en la actualidad: Vista desde el noreste.

1958 marca el inicio de la expansión de Taurel & Cía. Sucrs., C.A. y de su reorganización interna con visión corporativa, y 1978 el de la expansión de la empresa cuyo crecimiento sostenido en el tiempo hoy en día ofrece los siguientes servicios: servicios navieros (atención integral de buques y representación de importantes líneas navieras en los cinco continentes); transporte internacional de carga (conecta con más de 180 países a través de una red de socios y aliados comerciales); agenciamiento aduanal (servicios de gestión y asesoría presentes en 14 aduanas nacionales); almacenamiento y distribución (servicios de: almacén general de depósito, depósito aduanero (In Bond) y depósito temporal con modernas instalaciones ubicadas estratégicamente que cuentan con estrictos controles de seguridad); y transporte terrestre (servicio de flete terrestre nacional con una flota de vehículos que garantiza que las cargas lleguen a tiempo en el lugar exacto).

16. El edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A. en la actualidad: Vista desde el noroeste.

Lo anterior ha estado acompañado de su diversificación hacia otras zonas del país (Catia La Mar, Valencia, Puerto Cabello, Barquisimeto, Maracaibo y San Antonio del Táchira) y del traslado de sus oficinas principales a Caracas.

A todas estas el emblemático edificio de La Guaira, aunque mantuvo su fisonomía y ha sido objeto de un muy buen mantenimiento, sufrió dos importantes modificaciones a comienzos del presente siglo: se incorporó en la altura y media de la planta baja original una mezzanina de 640 m2 para ser ocupada por archivos, y se comenzó a utilizar el nivel cero como estacionamiento. Así mismo, se construyeron en la azotea dos cuerpos: uno de 124 m2 que alberga una cocina y un comedor para los empleados y otro de 64 m2 para sala de máquinas. Por otro lado, la disminución de la carga operativa en La Guaira llevó a concentrar sólo en el piso 1 las oficinas dejando libre el piso 2.

17. Dos vistas de las oficinas que funcionan en el piso 1 edificio sede de Taurel y Cia. Sucrs, C.A.

La empresa, que el pasado mes de julio cumplió su aniversario 114, celebra este 2025 los 80 años de vida de su sede corporativa original, la cual todavía mantiene su presencia y condición de centro neurálgico para las operaciones logísticas directamente relacionadas con el puerto demostrando su utilidad funcional y su importancia estratégica dentro del modelo de negocio moderno de Taurel. La obra que soportó estoicamente los embates de las lluvias torrenciales que azotaron al estado Vargas en diciembre de 1999 se trata, en definitiva, dada su elegancia original, de una pieza valiosa del patrimonio construido del Litoral Central. Su presencia continua, clara demostración del poder de la arquitectura como una declaración de prestigio y avance de una empresa pujante, contribuye significativamente a la identidad urbana y a la vitalidad comercial del área portuaria de La Guaira y sirve como un ancla visual y un recordatorio constante de la rica historia mercantil de la ciudad.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 9 y 10. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

1, 2, 3, 6 y 7. Taurel y Cia. Sucrs, C.A. Andares y Benatares. Anabella Troconis Neri (ed.), 2011.

4. La Guaira en Retrospectiva (https://co.pinterest.com/pin/389772542744797542/)

5. La Guaira en Retrospectiva (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=775996859204245&id=351805818290020&set=a.767745716696026)

8 y 14. Capturas de Google Earth.

11, 12, 15, 16 y 17. Cortesía Ing. José Benatar Cohen.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 413

Observar el proyecto realizado para la Reurbanización de El Silencio con ojos de quien está registrando una posible cronología de los concursos de arquitectura en Venezuela, obliga a ubicarnos en 1940 cuando el Banco Obrero convoca a los dos más connotados arquitectos de la época, Carlos Guinand Sandoz y Carlos Raúl Villanueva, para que compitan presentando sus propuestas de lo que seria el proyecto de renovación urbana más importante realizado en la capital de la República hasta entonces que, a su vez, debía incorporar los espacios para el funcionamiento de la sede de la institución convocante. El área de afectación sería la ocupada por una barriada degradada que creció sin planificación al oeste del casco central de la ciudad y que ofrecía una condición precaria, tanto por la cantidad de basura como por el incremento de hospedajes, bares, casas de citas y licorerías clandestinas.

1. Delimitación del área correspondiente al barrio El Silencio que sería afectada para llevar a cabo la «reurbanización».
2. Dos imágenes de la barriada de El Silencio (c.1930)

Tal y como narra Juan José Pérez Rancel en “70 años de la inauguración de la Reurbanización El Silencio”, artículo publicado el 25 de agosto de 2015 en la revista entrerayas (https://entrerayas.com/2015/08/70-anos-de-la-inauguracion-de-la-reurbanizacion-el-silencio/), al concurso se presentaron el 23 de marzo de 1942 los dos arquitectos pre-seleccionados. “El Ejecutivo nacional designó al mismo tiempo una numerosa comisión de evaluadores e interesados …, quienes recomendaron que Guinand y Villanueva realizaran en conjunto una alternativa unificada con los aspectos positivos de ambas propuestas, entre las cuales estaba su flexible apego a las directrices del Plan de Urbanismo, que era la base del Concurso en sus aspectos de vialidad. Ambos arquitectos modificaron sus anteproyectos, pero cada uno por su lado, transformándolos según las indicaciones de aquella comisión y el 26 de marzo presentaron de nuevo sus opciones ante la Comisión, la cual dictaminó que fuese realizado un tercer anteproyecto unificado, que debería recoger las nuevas y definitivas recomendaciones de la Comisión y de una Sub Comisión nombrada para hacer seguimiento al trabajo de los dos arquitectos”.

3. Plan Monumental (o Plan Rotival). Izquierda: Zonas cuya expropiación es necesaria para el arreglo del centro de la ciudad (segunda solución). Derecha: El nuevo capitolio y la plaza mayor a ser ubicados en la zona ocupada por la barriada de El Silencio.

Lo relatado, que bien podría considerarse como la primera etapa del concurso, permitió constatar cómo los planteamientos de los contendores eran relativamente similares, respondiendo a la posibilidad de ubicar en el nuevo corazón de la ciudad moderna una serie de edificaciones horizontales de no más de cuatro pisos que envolvían un conjunto de patios comunitarios. “Guinand propuso ocho bloques con apartamentos para ser alquilados por ‘las clases obreras’ y tres para los sectores de ‘la clase media’, con locales comerciales en las plantas bajas. Villanueva, por su parte, planteó siete bloques, con apartamentos sólo para clase media y aceras peatonales, jardines entre los bloques e implantación en el perímetro de las manzanas”. La decisión asumida por el ente promotor de que la vivienda fuera el uso predominante para el conjunto y no un foro monumental que homenajeaba al Libertador, contraviniendo los lineamientos del recién aprobado Plan Rotival, será otra determinante con la que tuvieron que lidiar ambos concursantes.

4. Perspectiva del anteproyecto presentado por Carlos Guinand Sandoz al concurso para la Reurbanización de El Silencio.

El esperado “tercer anteproyecto unificado que debería recoger las nuevas y definitivas recomendaciones de la Comisión y de una Sub Comisión” nunca llegó, por lo que los requisitos generales y arquitectónicos solicitados en el dictamen leído por el Dr. Edgar Pardo Stolk el 26 de marzo fueron incorporados por Guinand y Villanueva por separado. Ellos eran, en cuanto a los generales, “adaptar la implantación de los bloques de vivienda al Plan de Urbanismo, siguiendo la propuesta de Guinand en la que la Avenida Bolívar comienza desde un espacio central generado por bloques residenciales; 1.000 apartamentos y locales comerciales, distribuidos en bloques con la misma altura que ofrecían en las primeras propuestas; distribuir los apartamentos en 20% de dos dormitorios, 50% de tres y 30% de cuatro dormitorios; patios interiores con acceso restringido sólo para los peatones; no prever espacios para estacionamiento de vehículos”.

Las recomendaciones relativas al diseño de arquitectura, eran principalmente: “ventilación directa en todos los espacios de los apartamentos; unificar en éstos los espacios para cocina, lavadero y faenas; unificar en vertical los locales para sanitarios; instalación de mecanismos verticales para los desechos sólidos; no ubicar los secaderos de ropa en las azoteas, sino independientes en cada apartamento; prever escaleras de emergencia en los bloques y no prever closets en los apartamentos”.

Cabe acotar que del primero de los puntos generales señalados por la Comisión se trasluce que fue Guinand en su propuesta quien prefiguró el futuro trazado de la avenida Bolívar por el centro de la cuadra entre la Este 6 y la Este 8, ateniéndose a lo señalado por el Plan Director de Calles y Avenidas derivado del Plan Rotival aprobado por el Concejo Municipal avalado a su vez por la misma Comisión. Villanueva, quien sólo proponía ampliar la Este-Oeste 8 que pasa por frente al Teatro Municipal como eje principal, contraviniendo el Plan Director, tuvo por lo tanto que ajustar su propuesta inicial a aquel requisito lo que le permitió redefinir la disposición de los bloques 2 y 3 y alterar la altura del bloque 1 como remate del futuro eje vial.

5. Concurso para la Reurbanización de El Silencio. Propuesta ganadora presentada por Carlos Raúl Villanueva.

Fue así como la segunda y definitiva etapa conformada por dos nuevas alternativas adaptadas a la lista de requisitos solicitados fueron presentadas el 26 de mayo ante la Comisión, en las oficinas del Banco Obrero, situadas entonces en el N° 67 de Santa Teresa a Cipreses, frente al templo de Santa Teresa. “A los dos días, la Comisión y su Sub Comisión dictaminaron que el diseño de Villanueva era el ganador, no sin antes reconocer los valores de la propuesta de Guinand: ‘…gracias a las sólidas cualidades logradas por él, desde la primera etapa del Concurso, su trabajo sirvió de base utilísima para llegar al resultado logrado’”.

6. Carlos Raúl Villanueva. Reurbanización de El Silencio (1942-1945). Esquemas y vista aérea dentro del casco central de Caracas.

Ricardo De Sola en el libro La Reurbanización de “El Silencio”. Crónica 1942-1945 (1988), apunta a que ya la primera propuesta de Villanueva presentada en marzo preveía la elevación de los bloques sobre columnas y corredores perimetrales, mientras en la segunda opción de mayo mantuvo ese criterio definiendo el espacio central como final proporcionado a la llegada de la avenida y otorgando al Bloque 1 un carácter dominante frente a ésta y la plaza, todo lo cual es recogido en el dibujo que ilustra nuestra postal del día de hoy. Pérez Rancel completará lo dicho por De Sola señalando que “también esa segunda opción definía las siluetas urbanas de los 7 bloques en su misma futura implantación, tal como continuarían desarrollándose en la etapa de proyecto. Y adicionalmente mostraba ya unas hipotéticas arcadas en la planta baja del Bloque 1 y en el lado Norte del Bloque 2, aunque no todavía en los demás bloques, cuyo diseño arquitectónico estaba todavía por alcanzarse. Las dos plazas (O’Leary y Miranda) quedaban también insinuadas esquemáticamente en sus formas y decididas en su ubicación, esperando su diseño definitivo”.

7. Imágenes tomadas el 25 de julio de 1942, día en que el presidente Isaías Medina Angarita dio inicio a la demolición de la barriada de El Silencio.

Mientras Villanueva desarrollaba aceleradamente el proyecto, incorporando un lenguaje que buscaba retrotraer el espíritu colonial y la adaptación al clima donde hacen acto de presencia corredores, patios, portadas, rejas, molduras pesadas y arcos, para convivir con el racionalismo y funcionalidad de las soluciones dadas a las unidades de vivienda, De Sola nos recuerda que “el 25 de julio de 1942, día de Santiago, aniversario de la fundación de la ciudad de Caracas (375 años), a las 11: 15 am, el presidente de la República, general Isaías Medina Angarita, acompañado por el gobernador del Distrito Federal, doctor Luís Gerónimo Pietri, el ministro de Obras Públicas, doctor Manuel Silveira, el director-gerente del Banco Obrero, señor Diego Nucete Sardi, así como de los otros directores del Banco e invitados al acto, efectúo la ceremonia del primer golpe de pico en la casa distinguida con el Nº 23, situada al Oeste de la Plaza Miranda; en dicha casa operaba un taller de vulcanización, siendo los vecinos más cercanos el Restaurant ‘La Granja’, ‘el nuevo hospedaje para caballeros’, ‘La Unión’ empresa de viajes y mudanzas, la ‘Agencia Royal’, el Bar ‘Napolitano’, y ‘La Pluma de Oro’”.

8. Imágenes de El Silencio en fechas cercanas a su inauguración (c.1945)

30 meses después de aquel «primer golpe de pico en la casa distinguida con el Nº 23», el 26 de agosto de 1945 el propio Medina inaugura la Reurbanización de El Silencio.

Por las características del planteamiento, que señala la importancia de tender puentes entre tradición y modernidad tanto en lo urbano como en lo arquitectónico, “El Silencio” ofreció la oportunidad de encontrar una prueba de lo que pudo haber sido (y no fue) el camino a seguir para el desarrollo urbano de Caracas, sin dejar de constituirse en «el primer elemento de la ciudad moderna».

9. Imágenes de El Silencio en fechas cercanas a su inauguración (c.1945)

Así mismo, se erigió como la operación inmobiliaria más ambiciosa de la historia de la ciudad realizada hasta esa fecha que, además de permitir el despegue de la industria de la construcción, la sometió a retos que develaron la capacidad de la ingeniería nacional para solventarlos.

Adicionalmente, Villanueva plasma, con una obra de alto impacto pedagógico y evidente carga ecléctica, los resultados de sus reflexiones en torno a los valores permanentes de la arquitectura colonial venezolana, preámbulo del despegue interpretativo que ofrece su producción posterior.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

1, 5 y 6. Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966)

2. Fotos antiguas de Venezuela (https://www.facebook.com/FotosAntiguasDeVenezuela/posts/caracas-reurbanizaci%C3%B3n-el-silencio-lo-que-ahora-es-el-silencio-antes-era-un-case/1046011282220622/); y CiudadCCS (https://ciudadccs.info/publicacion/1396-parroquia-adentro-un-fenomeno-social-llamado-el-silencio-parte-i)

3. Revista Municipal del Distrito Federal. Noviembre de 1939. Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela

4. Galería de Arte Nacional. Catalogo de la exposición «Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos poneros de una época» (1998)

7 y 8. Juan José Pérez Rancel. «70 años de la inauguración de la Reurbanización El Silencio». Revista entrerayas. 26 de agosto 2015; y Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966) .

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 405

Cuando en este boletín establecemos la pauta que seguirá cada número y escogemos la imagen con la cual desarrollaremos el texto que acompañará nuestra postal, desde hace un buen tiempo hemos previsto periódicamente darle espacio a lo que ha sido el desarrollo de los concursos de arquitectura en Venezuela, tema que ha ocupado una importante cantidad de entregas. Es con esa intención que en esta ocasión procedimos a seleccionar una obra de gran valor, afortunadamente realizada (en contra de lo que suele acontecer con el desenlace final de los llamados a contiendas arquitectónicas en el país), y de la que seguramente pocos conocen que fue resultado de una convocatoria a competir. Se trata de la Casa-Club del Caracas Country Club, cuya imagen tomada desde el sur con el Ávila al fondo en la década de 1930 engalana hoy nuestra entrega semanal.

Sobre los detalles del concurso en sí, ha sido poco lo que hemos podido recabar más allá de lo señalado por Hannia Gómez en el estupendo artículo titulado “Cuento de dos casas: la antigua casona de Blandín y la Casa Club”, publicado inicialmente en la revista Entresocios (2006) y luego, el miércoles 20 de marzo de 2019, en el blog Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/cuento-de-dos-casas-la-antigua-casona.html).

1. Dibujos de los dos proyectos presentados para el concurso de ideas para la Casa-Club del Caracas Country Club. El de Manuel Mujica Millán fechado en Caracas el 25 de septiembre de 1928 (izquierda) y el de Clifford Charles Wendehack sin fecha (derecha)

Allí, Gómez nos relata cómo una vez que la hacienda cafetalera Blandín es adquirida junto a las haciendas Lecuna, el Samán y la Granja por el Sindicato Blandín (constituido por las familias Vaamonde, Phelps, Hauck, Brandt, Machado y Arismendi) a los herederos de Don Bartolomé Blandín (su primer propietario desde fines de los 1780’s), se encarga la elaboración de un plan maestro de desarrollo de los terrenos a la reconocida firma norteamericana Olmsted Brothers-Landscape Architects, Inc, de Brookline, Massachusetts. El plan planteaba, además del parcelamiento y el diseño de un campo de golf de 18 hoyos a cargo de Charles Henry Banks, reedificar la Casa-Club en el mismo lugar donde se encontraba la casona de Blandín: al final del camino principal de la hacienda acompañado de altos árboles, sobre una terraza natural con vistas al valle de Chacao. De tal manera el Sindicato, acatando las directrices del plan, “en septiembre de 1928 llama a un concurso internacional de arquitectura, en el que hasta ahora solo sabemos compitieron el arquitecto de origen español Manuel Mujica Millán, y el arquitecto triunfador, Clifford Charles Wendehack”. Y continúa: “Nuestra hipótesis es que para participar en el concurso, estos arquitectos recibieron al inscribirse algunas de las decisiones de diseño ya predeterminadas por los Olmsted. Cuando se admira la bella perspectiva que nos queda de la entrada de Mujica Millán en el concurso, es clarísimo que en su versión de la Casa Club, donde versionaba a La Alhambra, hay indicios de elementos que pertenecen a la Casa de Blandín: allí está la veranda; allí el mismo patio elevado; allí la simetría de los dos volúmenes enmarcando el vano central de la columnata”.

2. Casa de la Hacienda Blandín hacia 1922.
3. Izquierda: Mapa índice de los lotes adjudicados por el Sindicato Blandín a sus suscriptores elaborado sobre el Caracas Country Club General Plan de Olmsted Brothers de 1928 donde se resalta la ubicación de la Casa-Club. Derecha: Vista aérea actual del Caracas Country Club con la ubicación de la Casa-Club.
4. Izquierda: Plano de la Casa Blandín y sus alrededores. Derecha: Plano de replanteo del proyecto de Clifford Wendehack.
5. Planta original (izquierda) y levantamiento actual (derecha) de la Casa-Club.
6. Casa-Club. Izquierda: Fachadas del proyecto original (c.1930). Derecha: Pintura de Manuel Cabré (1946)

Lo que Gómez califica acertadamente como un palimpsesto arquitectónico llevado a cabo por el proyecto ganador de Wendehack (“‘el más prominente diseñador de casas club de la era’ en los Estados Unidos”), se materializará cuando se respeta no sólo la ubicación original de la casa principal de la hacienda Blandín (que pese a encontrarse prácticamente intacta se demolería en 1929 ante su imposibilidad de albergar el cambio de uso), sino que se organizará partiendo “del patio original colonial, habiendo colocado patio sobre patio, y organizado la nueva arquitectura a partir de los viejos ejes de simetría. Con maestría, permite que se perciba el corazón de la vieja casa, al articular los volúmenes sueltos de las diversas dependencias alrededor del patio, engarzándolos graciosamente en la periferia como satélites neocoloniales. En ambas casas, la orientación es exactamente la misma; en ambas casas, hay un estanque de agua al sur de lo que era el patio de secado original y un rond point oriental; en ambas casas, un gran salón este-oeste se instala entre el patio interior y el paisaje, los jardines están al este, y la vista, al sur. Y en ambas casas, una veranda simétrica contempla inamovible el espléndido panorama”. Por tanto, la casa de Blandín (perfectamente descrita por Hannia Gómez en su artículo), si bien desapareció físicamente imbuiría plenamente de su espíritu la propuesta de Wendehack dada la cantidad de aspectos que la rememoran.

7. Ocho Casas-Club proyectadas por Clifford Wendehack en los Estados Unidos entre 1916 y 1930. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: “North Hempstead Golf Club” (1916), “North Jersey Country Club” (1921-1923), “Bufalo Park Club” (1928), “North Hills Golf Club” (1927-1928), “Short Hills Golf Club” (1923), “Phelps Manor Country Club» (1926), “Hackensack Golf Club» (1928) y «Women’s Club» (1930).
8. Caracas Country Club. Postales de la urbanización y de la Casa-Club

En cuanto al estilo asumido por el arquitecto germano-californiano “en su Job N. 447”, Gómez apunta que “se han dicho muchas cosas”. Aunque suele despacharse rápidamente tildándolo de “neocolonial” en virtud de que se trataba de la moda que se había instalado en nuestro país por aquellos años que miraba hacia el propio pasado (representado en este caso por la mismísima Casa Blandín) alejándose del afrancesamiento guzmancista y el eclecticismo europeo, no está de más rescatar las opiniones de quienes han dicho que es clara muestra del “neohispánico” (en clara referencia al los rasgos provenientes del Monasterio de Santa María de la Rábida en Huelva; España), del “arábigo” y del “Spanish Mission Style” con el que “la Casa Club de Douglaston Park -diseñada y construida al mismo tiempo que la de Caracas-, fue clasificada por el Registro Nacional de Edificios Históricos de los Estados Unidos”.

Durante la etapa de construcción de la Casa-Club que abarcó los años 1929 y 1930 (se inauguró el 12 de diciembre de ese año) se hizo cargo de la obra el arquitecto Carlos Guinand Sandoz, quien resolvió gran parte de su arquitectura e hizo aportes fundamentales en su imagen final.

9. La Casa-Club en la actualidad

La nueva estructura fue dotada de todas las comodidades necesarias para los socios y accionistas de aquel entonces, espacios como el salón principal para eventos, restaurantes, salas de descanso, una piscina y canchas de tenis fueron algunos de estos que sirvieron de complemento a los campos de golf, elementos que aún se mantienen luego de más de noventa años en los que ha sido objeto de algunas intervenciones que no desvirtúan la esencia de la obra.

La Casa-Club del Caracas Country Club fue declarada Bien de Interés Cultural por el Instituto de Patrimonio Cultural según Resolución Nº 003-05 de fecha 20 de febrero del 2005 pasando, en consecuencia, a estar protegida por el artículo 178 de la Constitución Nacional.

Nota

10. Boca Proyectos. Propuesta presentada para el concurso privado de ideas preliminares para la “Renovación área piscinas Caracas Country Club” (2018).

Así como Hannia Gómez nos facilitó el corroborar que la Casa-Club del Caracas Country Club fue producto en 1928 de un concurso, gracias a la publicación en la web de la firma Boca Proyectos (dirigida en lo que al área de arquitectura se refiere por Manuel Barrios e Iliana Germán), supimos que en 2018, en el marco de los 100 años de la creación del club (llamado originalmente Caracas Golf Club y ubicado en el sector Las Barrancas de la Hacienda La Vega, extremo oeste de la actual avenida San Martín), su directiva llamó a un concurso privado de ideas preliminares para la “Renovación área piscinas Caracas Country Club”, para el cual fueron convocados (fungiendo como director del proyecto José Guillermo Frontado) y cuyo desenlace final desconocemos así como quiénes más participaron. Sin embargo, nos ha parecido pertinente, con la intención de seguir registrando la historia de la edificación a la que hoy nos hemos dedicado, mostrar algunas de las atractivas imágenes presentadas por Boca Proyectos al concurso que pueden verse, acompañadas de una ficha y su fundamentos de diseño en http://bocaproyectos.com/proyecto/caracas-country-club-renovacion-areas-de-piscina-casa-club/.

11. Manrique & Tamayo Arquitectos C.A. “Ideas: Plan Maestro para la Casa Club” (2012)

Anteriormente, en 2012, Manrique & Tamayo Arquitectos C.A., habían presentado unas “Ideas: Plan Maestro para la Casa Club” que sin mayores explicaciones en cuanto al origen del encargo y concepción de la propuesta puede consultarse en http://mtarquitectosca.blogspot.com/2013/07/caracas-country-club-plan-maestro-casa.html.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2013/09/14/1930-casa-club-del-caracas-country-club/)

1. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969); y Caracas Club. Frederick Law Olmsted Historic Site (https://www.nps.gov/places/caracas-club.htm)

2 y 4. Hannia Gómez. “Cuento de dos casas: la antigua casona de Blandín y la Casa Club”. Blog Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/cuento-de-dos-casas-la-antigua-casona.html)

3. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje ( http://guiaccs.com/obras/caracas-country-club/); y Captura de Google Earth

5. Hannia Gómez. “Cuento de dos casas: la antigua casona de Blandín y la Casa Club”. Blog Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/cuento-de-dos-casas-la-antigua-casona.html); y Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje ( http://guiaccs.com/obras/casa-club-caracas-country-club/)

6. Casa Club del Caracas Country Club. Arq. Clifford Wendehack/Arq. Carlos Guinand Sandoz (https://www.ccscity450.com/obra/casa-club-del-caracas-country-club/); y Cabré pintaba desde el Caracas Country Club (https://www.revistafairway.com/venezuela/cabre-pintaba-desde-el-caracas-country-club/)

7. Francisco Pérez Gallego. «Clifford Charles Wendehack: Transferencias del ‘American Way of Life’ en Caracas». Trienal de Investigación FAU 2017 ( http://saber.ucv.ve/bitstream/10872/19050/1/2%20HP-11-2017.pdf)

8. Archivo Fotografía Urbana (https://x.com/elarchivove/status/1147875513521889280); Casa Club del Caracas Country Club. Arq. Clifford Wendehack/Arq. Carlos Guinand Sandoz (https://www.ccscity450.com/obra/casa-club-del-caracas-country-club/); Fotos Antiguas de Venezuela (https://www.facebook.com/FotosAntiguasDeVenezuela/posts/country-club-de-caracasllamado-anteriormente-caracas-golf-club-naci%C3%B3-de-la-neces/1255221427966272/); y La Guaira en Retrospectiva (https://www.facebook.com/LaguairaenRetrospectiva/posts/caracas-country-club-a%C3%B1o-entre-1928-a-1934-imagen-llevada-a-colores-y-la-origina/2046224992181419/?locale=es_LA)

9. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje ( http://guiaccs.com/obras/casa-club-caracas-country-club/); y Arquitectura Venezuela | Casa Club del Caracas Country Club (https://www.instagram.com/arquitecturavzl/p/CWMNRZkp8H1/?img_index=4)

10. Boca Arquitectura proyectos + construcción (http://bocaproyectos.com/proyecto/caracas-country-club-renovacion-areas-de-piscina-casa-club/)

11. Manrique & Tamayo Arquitectos C.A. (http://mtarquitectosca.blogspot.com/2013/07/caracas-country-club-plan-maestro-casa.html)