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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 208

La construcción de la avenida Fuerzas Armadas, inaugurada el 5 de diciembre de 1956, conllevó el reforzamiento de manera definitiva del acceso al centro de la ciudad de Caracas por el sur desde puntos tales como: la conexión al occidente del país, la zona de El Valle y el recién estrenado Sistema de La Nacionalidad del cual se terminó considerando una prolongación. Además, su realización cumplía con la necesidad de desarrollar un eje norte-sur que compensara las predominantes direcciones este-oeste que remarcaban el sentido longitudinal del gran Valle. Junto a las avenidas Bolívar, Urdaneta, Baralt, Lecuna y México, la Fuerzas Armadas conformó el sistema central previsto dentro del Plan Regulador de Caracas de 1951 y fue considerada como una de las 9 obras imprescindibles dentro de las 19 que incluía el Plan Municipal de Vialidad de aquel mismo año.

1. El Portachuelo. Vista hacia el norte antes de la construcción de la avenida Fuerzas Armadas (circa 1949)
2. Inicio de la avenida Nueva Granada en El Portachuelo. Vista hacia el norte (circa 1949)

La avenida Nueva Granada, abierta en 1949, la más importante arteria del sur de la ciudad había quedado truncada en cuanto a su capacidad de absorber un elevado flujo vehicular e inyectarlo al norte de la capital, al permanecer conectada a él con el aún estrecho paso por El Portachuelo de la Roca Tarpeya y la vía que, empalmando con el antiguo Puente Sucre, atravesaba el Guaire y se internaba convertida en la angosta avenida Norte-Sur 7, cuyo ancho se conservaba incólume prácticamente desde la colonia.

También es bueno recordar que junto a la avenida Urdaneta, la Fuerzas Armadas personificó un incontrolable afán modernizador, avasallante por demás, puesto en marcha desde el poder político que no reparó en consideraciones de costos por expropiaciones ni de respeto por la preservación patrimonial cuando sus respectivos trazados los debieron enfrentar.

Así, tomada la decisión, el 3 noviembre de 1955 el Gobernador del Distrito Federal, Guillermo Pacanins, por orden expresa del ciudadano Presidente de la República, General Marcos Pérez Jiménez, emite un decreto donde anuncia la necesidad de facilitar la comunicación entre los sectores norte-sur de la ciudad. Dicho decreto, una vez hechos los estudios respectivos, contemplaba la construcción de una avenida de 2774 metros de longitud y entre 30 y 40 metros de ancho (según el sector que atravesara), con aceras de 3 metros de ancho.

3. Plano de Caracas por Ricardo Razetti, 1929
4. Antiguo Puente Sucre (1950)
5. Izquierda: Avenida Norte-Sur 7 antes de la construcción de la Avenida Fuerzas Armadas vista al sur (circa 1950). Derecha: Avenida Fuerzas Armadas en construcción vista al norte (circa 1956)
6. Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (1916) sobre la avenida Norte-Sur 7 (circa 1950)

Se ordena la compra y expropiación con respectivo pago a sus dueños, de las áreas adyacentes a una de las calles externas al cuadrilátero fundacional que primero se llamó “Calle del Triunfo de Jerusalén”, luego “Calle Girardot” y finalmente «Norte-Sur 7», cuando se puso en marcha la nueva nomenclatura que registra el Plano de Caracas de Ricardo Razetti de 1929.

La construcción de la avenida Fuerzas Armadas implicó demoler 300 edificaciones y buena parte de la fachada de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (que perdió 8 metros de longitud en sus tres naves) como caso más llamativo. Además de la avenida se realizó un puente sobre la Avenida Urdaneta de 273 metros de paso subterráneo (cuya imagen ilustra nuestra postal del día de hoy) y el nuevo Puente Sucre con 2 pistas este y oeste de 270 metros para salvar el río Guaire y la autopista. También debió preverse el paso por debajo de las avenidas Lecuna, Bolívar y Universidad.

La Fuerzas Armadas se constituyó en la vía más costosa en proporción a su extensión de cuantas se habían emprendido en la metrópoli (superando a la Urdaneta), por razón de los edificios y casas que fueron adquiridos por la Gobernación del Distrito Federal con esa sola finalidad. Ejecutada en tiempo récord por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) -poco más de un año-, durante ese lapso “en los números reservados de la cuenta del Ilustre Concejo Municipal, se registraba no menos de diez contratos de compra de inmuebles destinados a la construcción de la Avenida Norte-Sur 7”, puntualizará María F. Sigillo en su blog “Caracas en retrospectiva”. Se bautiza, como no, en honor de quienes para ese momento detentaban el poder en el país.

Iniciada su construcción, las obras se abrieron paso sin contemplaciones desde la Roca Tarpeya en la Parroquia Santa Rosalía, ampliándose la ruta de El Portachuelo en simultáneo con el inicio de la construcción de El Helicoide, hasta la esquina de San Luis, avenida Este 15, en la Parroquia de San José donde se ubica el Mercado de Las Flores, eliminando en su camino buena parte de la vieja nomenclatura caraqueña que se caracterizó por darle vida a una amplia gama de eventos, elementos identificativos, familias, construcciones, personajes o locales que se encontraban en los cruces de las calles. “Esquinas tan famosas como la de Socorro, La Romualda, Socarrás, La Hoyada, Tejar, Rosario, Los Isleños, etc.., quedaron borradas de la antigua nomenclatura”, recordará Sigillo, aunque todavía se pueden encontrar vestigios de algunas de ellas.

7. Obras a marcha forzada. Al fondo la iglesia de San José
8. Obras de Puente Sucre (1956)
9. Inauguración de la avenida el 5 de diciembre de 1956

Vale la pena señalar que la construcción apresurada de la avenida, que ameritó jornadas continuas de trabajo las 24 horas (como puede verse en la foto que incluimos con la parte alta de las torres de la Iglesia Parroquial de San José asomando por sobre las vallas), para cumplir con el deseo del dictador de inaugurarla el 2 de diciembre de 1956, tuvo que sortear el enorme contratiempo que significó el colapso del nuevo Puente Sucre, el cual la noche del 16 de noviembre vio como se vino abajo todo el encofrado del tramo en sentido norte-sur hacia la Roca Tarpeya. En la tragedia perdieron la vida ocho obreros y resultaron heridos más de cuarenta trabajadores. No obstante, a toda prisa, para complacer a Pérez Jiménez se enterraron los muertos, removieron los escombros, rehicieron los encofrados, armó la estructura, vació el concreto, y se inauguró la avenida (con el nuevo Puente Sucre incluido) el 5 de diciembre, únicamente tres días después de lo inicialmente programado.

10. Puente Sucre. Vista hacia el sur. Helicoide y edificio del IVSS (1962-63)
11. Izquierda: Vista de la avenida desde El Helicoide (1957). Derecha: Puente Sucre.Vista al sur
12. Izquierda: Iglesia de San Agustín (1941-1942). Derecha: Edificio sede del Cuerpo de Bomberos de Caracas (1967)
13. Izquierda: Fachada remodelada de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (1963). Derecha: Edificio sede de Seguros Orinoco (1971)
14. Puente sobre la avenida Urdaneta en construcción (1956)
15. Izquierda: Iglesia Parroquial de San José. Derecha: Vendedor del Mercado de Las Flores
16. Foto reciente del sector norte de la avenida Fuerzas Armadas con El Ávila al fondo

Una vez culminada su construcción y luego de su flamante inauguración, el despejado panorama que abrió la avenida Fuerzas Armadas permite registrar de sur a norte la presencia de las siguientes edificaciones, unas con mayor y otras con menor valor arquitectónico:

  • El ya mencionado Helicoide de la Roca Tarpeya (Gutiérrez, Bornhorst y Neuberger, 1958-1961).
  • Edificio del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (lado este).
  • Iglesia de San Agustín (lado oeste, esquina de Isleños; Alejandro Chataing, 1930).
  • Colegio Fray Luis de León -antigua Escuela Apostólica San Agustín, 1935- (lado oeste, esquina de Isleños contiguo a la Iglesia de San Agustín con frente a la avenida; 1941-42).
  • Edificio sede del Cuerpo de Bomberos de Caracas (lado este, esquina El Rosario, cruce con la Av. Lecuna; Oscar Carpio y Guillermo Suárez, 1967).
  • Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (lado este, esquina Corazón de Jesús, cruce con Av. Universidad; proyecto de Luis Muñoz Tébar de 1916, terminada de construir en 1923. Reconstrucción y nueva fachada a causa de la demolición de que fue objeto la original por la construcción de la avenida; Jan Gorecki, 1963).
  • Edificio sede de Seguros Orinoco (lado este, esquina de Socarrás; Premio Nacional de Arquitectura; José Miguel Galia, 1971).
  • Cine Hollywood (lado este, esquina de Romualda; Rafael Bergamín, 1941).
  • Edificio Sudameris (lado este, esquina Plaza España, cruce con la Av. Urdaneta; al comienzo sede del Banco Francés e Italiano para América del Sur -luego Banco Latino- y de Ars Publicidad; Vincenzo Nasi, 1956).
  • Iglesia Parroquial de San José (lado este, esquina San Enrique a Telares; 1888-1890).
  • Mercado de Las Flores (esquina San Luis, remate de la avenida al norte).
17. Puente sobre la avenida Urdaneta sentido sur-norte (años 1960)
18. Vista del puente en el cruce con la avenida Urdaneta (años 1960)
19. Foto reciente de los puestos de venta de libros usados ubicados bajo el puente de la avenida Fuerzas Armadas cruce con avenida Urdaneta

El puente construido para salvar la avenida Urdaneta, cuya poderosa imagen permitía atribuirle un talante arquitectónico, sirvió muy temprano en su parte inferior de estacionamiento de vehículos mostrando rápidamente su condición “habitable” en las proximidades de la importante arteria este-oeste. Estuvo recubierto, según se recoge de la página de Instagram micaracasantigua, “de mosaico vitrificado de autor desconocido, los cuales fueron preinventariados por la Fundación de la Memoria Urbana para el Instituto de Patrimonio Cultural en 2006. A pesar ello, fueron demolidos en 2012.”

Hoy esta obra ha perdido todo el atractivo que muestra la imagen de la postal escondida tras el mal uso, la falta de mantenimiento y la degradación de la zona.

Sin embargo, tal y como se registra en https://www.seisgrados.com.ve/2018/04/puente-de-las-fuerzas-armadas-refugio-de-libreros-y-lectores-a-pesar-de-la-crisis/, “debajo de la vía, que pasa por una de las zonas más neurálgicas de Caracas, en la que confluyen miles de personas atribuladas de obligaciones y pensamientos a pie o en vehículos, hay un punto de encuentro, una burbuja en la que el peatón se desconecta de la tribulación que genera todo al derredor. Cornetas, tubos de escapes envejecidos, motos rampantes, el humo asfixiante, el bus atestado, la tranquilidad olvidada, todo queda en otra dimensión. (…) Los libreros que durante más de 30 años han hecho de la zona una tradición son la distensión para lectores apasionados, estudiantes y caminantes desprevenidos que fortuitamente se encuentran con las decenas de kioscos que ofrecen toda clase de títulos, desde los clásicos de lectura obligatoria en el colegio, o aquellos en los que todo lector apasionado sabe que debe adentrarse”.

20. Foto reciente en sentido sur-norte de la avenida Fuerzas Armadas en el sector de La Hoyada donde se aprecia el canal central destinado al BusCaracas

Hoy la avenida Fuerzas Armadas se ha visto, al igual que la Nueva Granada, afectada por la incorporación de un canal destinado exclusivamente al BusCaracas, sistema de transporte que buscaba aligerar el tránsito norte-sur y brindar un buen servicio a los usuarios que por allí se desplazan pero que sin embargo, no sólo ha dejado mucho que desear en cuanto a la regularidad de su funcionamiento sino que se ha convertido, por su pésima realización, en una herida que aún no ha cicatrizado.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 2, 9, 11, 12, 13, 14. Colección Crono Arquitectura Venezuela

3. http://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/

4. https://i.pinimg.com/originals/d0/23/89/d02389193a4eb0a35f47d3acb2161206.jpg

5. https://mariafsigillo.blogspot.com/2011/03/historia-de-la-avenidas-de-caracas.html

6, 8. https://mariafsigillo.blogspot.com/2012/06/la-avenida-de-los-37-millones.html

7, 15, 16, 17, 19, 20. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

10. https://twitter.com/gfdevenezuela/status/1098775965679923200?lang=hu

18. http://viejosrecuerdos.eklablog.com/av-urdaneta-con-fuerzas-armadas-a135971062

1953• Avenida Guzmán Blanco o Cota 905

Cota 905.jpg

1953•  La Gobernación del Distrito Federal construye y pone en servicio en el mes de noviembre la Av. Guzmán Blanco o Cota 905, vía contemplada en el «Plan Municipal de Vialidad». Esta vía perimetral, de 6 kilómetros de longitud y 11 metros de ancho, parte de la Redoma de La Paz, bordea El Paraíso y termina en El Peaje (unión de las avenidas Nueva Granada, Cementerio y Victoria). La nueva obra fue realizada en su totalidad en 100 días.

HVH

1954• Avenida San Martín

Avenida San Martín

1954•  El Ministerio de Obras Públicas (MOP) concluye la construcción del tramo de la Avenida San Martín comprendido entre las esquinas Angelitos a Alcabala, unos 1.232 metros de longitud. El ingeniero inspector de la obra fue Régulo Olivares y la empresa constructora fue la firma CONVICA (Construcciones y Vialidad, C.A. del ing. Pedro Vicente López Ulloa).
El ancho de la nueva vía tiene 30 metros de fachada a fachada, la calzada de 18 metros de ancho y el ancho de las aceras 5,90 metros.
La obra tuvo un costo de Bs. 13.642.997,30 (incluyendo los costos de las expropiaciones y demoliciones).

HVH

1950• Se inaugura la Avenida Nueva Granada

Se inaugura la avenida Nueva Granada.jpg

1950•  El Ministerio de Obras Públicas (MOP) concluye la construcción e inaugura en Caracas, la Avenida Nueva Granada, la cual une El Portachuelo con La Bandera, utilizando el trazado que durante la Colonia se llamó «El camino de El Valle».
Hoy día esta importante vía urbana conecta la Avenida Guzmán Blanco (Cota 905), la Avenida Fuerzas Armadas y la Avenida Victoria con la Autopista Valle – Coche y la Avenida Intercomunal de El Valle (a la altura del Distribuidor La Bandera).

 

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 176

La avenida General Rafael Urdaneta es una de las primeras operaciones de renovación urbana en Caracas, producto de los planes de modernización de la ciudad impulsados por el régimen del entonces coronel Marcos Pérez Jiménez bajo la doctrina del “Nuevo Ideal Nacional”.

Su trazado se ejecuta sobre el eje de la que anteriormente era conocida como la avenida Este-Oeste 1, la cual se ensancha con la intención de incorporar de forma determinante el automóvil al centro de la ciudad lo que supuso la sustitución de las viejas estructuras tradicionales por edificios que apuntaban a la verticalidad y, por añadidura, la alteración morfológica que la continuidad de las fachadas de aquellas expresaban como configuradoras del espacio urbano por el de la sucesión de objetos aislados que caracterizará a éstos últimos.

Nace la idea de este ensanche de la conjunción de diversos mecanismos normativos que desde las primeras décadas del siglo XX empezaron a mostrar interés por regular las intervenciones en el centro de Caracas, tanto en lo edificado como en lo vial, de las cuales vale la pena resaltar: la Ordenanza de Policía Urbana y rural de 1929, sustituida en 1942 por la Ordenanza General de Arquitectura, Urbanismo y Construcción (donde participó el urbanista francés Maurice Rotival trayendo algunas ideas procedentes del Plan Monumental elaborado en 1939); y el Plan Municipal de Vialidad de 1951, junto a su posterior desarrollo a través del Plano Regulador de Caracas. Ordenanzas y Plano de Zonificación de 1953 y su siguiente versión de 1958, sumándose un nuevo plan para la densificación del centro de la ciudad (1969), contando los tres últimos con la participación del urbanista californiano Francis Violich.

1. Vialidad proyectada y construida. Gobernación del Distrito Federal-Dirección de Obras Municipales. Plan Municipal de Vialidad. 1951
2. Tipos de vías. Plan de vialidad de Caracas. 1953

Así, no deja de ser interesante encontrar cómo durante el proceso de gestación de lo que sería la avenida Urdaneta, ya en la Ordenanza de 1942 se permitiera para el eje de la Este-Oeste 1 la construcción de edificios de hasta ocho pisos que debían contemplar la realización futura del ensanche, garantizando para él una sección acorde a los 26 metros que tendría. Tampoco es secundaria la consideración de dicho eje como uno de los de mayor importancia (uno de los 9 «imprescindibles») dentro del Plan de Vialidad de 1951 donde funge de conector con la ruta al Litoral Central, tal y como se revela en la entrevista hecha por Juan José Martín Frechilla a Pedro Pablo Azpúrua (Director de Obras Municipales e Ingeniero Municipal para la época) en Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004). En definitiva, junto a las avenidas Bolívar, Baralt, Fuerzas Armadas, Lecuna y México, la Urdaneta formó parte del sistema central propuesto por el Plano Regulador de Caracas de 1951.

3. Izquierda: Trabajos de demolición previos a la inauguración de la avenida Urdaneta. Derecha: Fotografía tomada el 29 de noviembre de 1953 durante el acto de inauguración de la avenida Urdaneta
4. Primera páginas del diario La Esfera recogiendo la noticia de la inauguración de la avenida Urdaneta
5. Diversas vistas de la avenida Urdaneta en fechas cercanas a su inauguración (1953)

Para conocer la manera cómo desde el régimen se entendió la apertura de la avenida Urdaneta, inaugurada el 29 de noviembre de 1953, y a la vez obtener una clara descripción de los trabajos realizados, nada mejor que transcribir lo que aparece en la publicación Venezuela bajo el Nuevo Ideal Nacional 1952-1954. Realizaciones durante el gobierno del Coronel Marcos Pérez Jiménez, editada por el Servicio Informativo Venezolano (1954): «La Avenida Urdaneta es una de las más importantes obras que el Gobierno Nacional ha llevado a cabo a través de la Gobernación del Distrito Federal. Une la Avenida Sucre, situada a la entrada del Litoral, con la Avenida Andrés Bello, en la cual se inician las urbanizaciones residenciales del Este atravesando el corazón de la ciudad.

La construcción de esta Avenida puso de manifiesto la perfecta coordinación de las entidades nacionales y municipales que intervinieron en el desarrollo de los trabajos, hasta el punto de que fue posible realizarla en solo 120 días, no obstante tener dos kilómetros de longitud y 26 metros de anchura y estar dotada de todas las instalaciones que exige la moderna técnica urbana. Para transformar las angostas callejuelas que antes existían en esta gran arteria fue necesario llevar a acabo más de 250 demoliciones, realizar difíciles trabajos de nivelación, instalar tuberías paralelas para cloacas, acueducto, luz, teléfonos, semáforos, etc. La Avenida tiene 70 bocas de visita, 14 sótanos de transformación y 290 banquillos. 
La Avenida Urdaneta es sin duda alguna la obra más rápidamente construida en los últimos años y también una de las que más ha contribuido a transformar la fisonomía de la capital Venezolana”.

6. Arriba: Edificio del Ministerio de Fomento (Carlos Guinand Sandoz, 1934-35). Abajo izquierda: En primer plano, la segunda sede del Banco Central de Venezuela -demolida- (Gustavo Wallis, 1943). Derecha: Tramo de la acera norte de la avenida Urdaneta. A mitad de cuadra el Edificio Phelps (Clifford Wendehack, 1946)
7. Edificio de la Academia de Bellas Artes (Alejandro Chataing, 1903)

Una vez concluida la avenida Urdaneta, los habitantes de la capital descubrieron nuevas perspectivas urbanas, algunas de ellas que revitalizaron edificios existentes, tales como el Correo de Carmelitas, edificación colonial cuya construcción se remontaba a 1781 y que había sido remodelada a fondo en 1932. Otro fue el hermoso edificio del Ministerio de Fomento (1934-1935), obra de Carlos Guinand Sandoz, el cual enaltece con sus fachadas la avenida y la esquina de Carmelitas. También cobraron un nuevo brillo los edificios Phelps (1946, Clifford Wendehack), Karam (1949, Arthur Guy Mayger), Pan American (1952, Emery Roth & Sons), la segunda sede del Banco Central de Venezuela (1943, Gustavo Wallis), la Santa Capilla (1883, Juan Hurtado Manrique), la Academia de Bellas Artes (1903, Alejandro Chataing) y, siendo el asiento del Poder Ejecutivo, el Palacio de Miraflores (1884, Giussepe Orsi).

Lamentablemente, entre las casas que fueron demolidas con el trazado de esta avenida estaban dos de inmenso valor patrimonial para nuestra historia: la Casa de Don Juan de Vegas y Bertodano, Contador de la Real Hacienda, la cual había sido construida en 1783 donde funcionó el célebre Colegio Chaves desde 1842; y la Casa de Don Felipe de Llaguno, comerciante en cacao y añil, construida en 1785, la cual fue sede del Museo de Arte Colonial desde 1942 hasta su demolición.

8. Izquierda: patio interior de la casa de Don Juan de Vegas (1783) donde funcionaba el Colegio Chaves desde 1842. Derecha: Fachada de las casas de Don Juan de Vegas (1783) y de Don Felipe de Llaguno (1785)
9. Propuesta del arquitecto Leopoldo Martínez Olavarría presentada por el Ministerio de Obras Públicas para salvar las casas de Don Juan de Vegas (Colegio Chaves) y de Don Felipe de Llaguno (Museo de Arte Colonial)
10. Situación en la que quedaron las casas ocupadas por el Colegio Chaves y el Museo de Arte Colonial luego de la ampliación de la avenida Urdaneta

Sin lugar a dudas, es el episodio correspondiente a la demolición de las dos casas mencionadas el que causó mayor revuelo y del que más se ha escrito vinculado a la construcción de la avenida Urdaneta. Consideradas, como señala Carlos F. Duarte en “El triste epílogo”, texto con que finaliza Las casas de Don Juan de Vegas y de Don Felipe de Llaguno. Dos edificaciones emblemáticas de la Caracas del siglo XVIII (2012), basado en la opinión de “destacados arquitectos e historiadores venezolanos y extranjeros”, como las dos piezas “de mayor calidad artística del período hispánico venezolano”, a sabiendas de que ya el Plan Municipal de 1946 anunciaba que las obras para ampliar la avenida Este-Oeste 1 afectarían los dos inmuebles, el proyecto vial se continuó desarrollando y con ello su inexorable sacrificio.

En la medida que se acercaba el momento de ejecutar la obra surgieron innumerables alegatos y solicitudes de voces calificadas, plasmadas en la prensa del momento, alertando sobre el despropósito que se cometería, lo cual provocó que el Ministerio de Obras Públicas presentara “una propuesta del arquitecto Leopoldo Martínez Olavarría, en septiembre de 1951, en la que se mostraba una alternativa para desviar la avenida y salvar así las dos casas”, la cual fue desestimada por el propio presidente de la Junta de Gobierno, Marcos Pérez Jiménez.

Sobre la reacción del dictador existen dos versiones: la proveniente del testimonio de Pedro Pablo Azpúrua, quien luego de explicar cómo tras elaborar un informe (avalado con la propuesta de Martínez Olavarría donde señala que también participaron él mismo, Cipriano Domínguez y Willy Ossott) en el que como Director de Obras Municipales se opone a la demolición de las dos casas en cuestión, toma la decisión (quizás errónea) de enviárselo a Pérez Jiménez obteniendo como respuesta la siguiente “ ‘Qué se ha creído Pedro Pablo, ¿qué él me va a dar órdenes a mí…, esta noche lo tumbo’, y lo tumbaron en la noche con el Servicio de Ingeniería Militar. Esa es la verdad, lo demás es cuento.”.

La otra versión, que para Azpúrua seguramente “es cuento”, la recoge Oscar Tenreiro en la “Conversación con el general (R) Marcos Pérez Jiménez, en su residencia de Madrid, el día 5 de febrero de 1995”, aparecida en la revista Ciudad de ese mismo año: “…déjeme decirle lo que ocurrió cuando nosotros decidimos demoler muchas casas en el centro para la construcción de la Ave. Urdaneta. A mí me lo criticaron muchas veces, pero yo, en estos casos, después de haber estudiado juiciosamente, con detenimiento, el problema, si no me daban unos argumentos superiores a los míos yo mantenía mi punto de vista. Resulta que en Caracas había una casa donde había funcionado el Colegio Chaves. Recuerdo que Gerardo Sansón, eso era en la época de la Junta Militar (1948) llevó el proyecto de la Avenida y dejaba al centro, como en una isla, al Colegio Chaves pasando una vía por un lado y la otra por el otro. Yo. después de estudiar la cuestión, le dije a mis compañeros de Junta, esto no es posible, porque hay dos razones para dejar una edificación: que tenga valor arquitectónico, número uno; o que tenga valor histórico, número dos. Si no hay esas dos cosas, no hay por qué interrumpir la rectitud de una Avenida por dejar algo atravesado que ni vale arquitectónicamente (sic) ni tiene credenciales históricas para su permanencia allí. Entonces le dije a Sansón, usted elimina esto…le di mis razones…porque ellos habían venido a la reunión con el propósito de salvar al Colegio Chaves. Y resulta que el Colegio Chaves había tenido reformas, de manera que no era ni siquiera la construcción original.”. Salvo algunas imprecisiones producto de que lo hace desde sus recuerdos, la respuesta de Pérez Jiménez habla por sí sola y no merece mayores comentarios sobre las atribuciones que se daba y la manera como razonaba.

Finalmente la demolición se llevó a cabo en mayo de 1953 sin honrarse siquiera los montos de las correspondientes expropiaciones y pese a una última señal de esperanza que surgió cuando a Willy Ossott se le encargó, a finales de 1952, el levantamiento detallado de las casas ofreciéndose reconstruirlas en otro lugar de la ciudad.

11. Izquierda: Avenida Urdaneta, Caracas. Tratamiento de piso de la acera frente al Banco Central de Venezuela. Derecha: Playa de Copacabana, Río de Janeiro. Tratamiento de piso.
12. Avenida Urdaneta. Izquierda: Edificio sede del diario El Universal (Bernardo Borges, Francisco Pimentel y George Wilkie, 1969). Derecha: Edificio sede del Banco Central de Venezuela (Tomás José Sanabria, 1960-67)

El hecho es que la avenida Urdaneta, cuyos elementos complementarios incluían entre otros un sistema de iluminación constituido por una doble fila de farolas de hierro colado de dos y cinco lámparas que colaboraban a dar, junto al comercio, la imagen nocturna y cosmopolita que recoge nuestra postal del día de hoy, amén de un tratamiento para las aceras con mosaicos vitrificados formado por motivos en blanco y negro que recordaban de forma lejana el de las amplias calzadas peatonales de la playa de Copacabana en Río de Janeiro, pasó a ser un vía de intenso tráfico y alta vitalidad urbana. Así mismo, la crónica oficial no tardó en hacer notar que en los lotes que quedaron libres con las demoliciones se fueron levantado nuevos edificios casi simultáneamente, afirmando que luego de seis meses de la fecha de la inauguración de la avenida, el 30% de los solares vacíos ya contaban con “edificaciones que hacen honor a la arquitectura venezolana¨.

13. Demolición de aceras en la avenida Urdaneta, 2018

Hoy nos encontramos con que la Urdaneta es una avenida degradada, con trabajos de sustitución del pavimento de sus aceras hechos sin mayor cuidado y supervisión y sin lograrse desalojar los innumerables kioskos que las ocupan, convirtiéndose en caminar por allí en toda una peripecia. Las nuevas ordenanzas posteriores a 1958 permitieron acrecentar su densidad y porcentajes de construcción instalándose nuevos y muy valiosos edificios privados e institucionales (dos de ellos premios nacionales de arquitectura: el Banco Central de Venezuela, Tomás José Sanabria, 1960-67; y la sede del diario El Universal, Bernardo Borges, Francisco Pimentel y George Wilkie, 1969, que ya forman parte del acervo patrimonial de la ciudad moderna.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 2. Juan José Martín Frechilla. Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna, 2004

3, 4, 5, 6 y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela

8, 9 y 10. Carlos Duarte. Las casas de don Juan de Vegas y de don Felipe Llaguno, 2012

11 y 13. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

12. Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015