1958• Solo una semana después del acontecido viaje del Vice-Presidente Richard Nixon a Sur América, cuando en Caracas la caravana que lo transportaba fue atacada por una turba enardecida, revelando lo dañadas que estaban las relaciones del gobierno de los EEUU con Latinoamérica, el reconocido maestro Leonard Bernstein, con la Filarmónica de Nueva York, llega a Caracas como parte de la gira musical que realizaba entre el 29 de abril y el 14 de junio por Panamá, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina , Uruguay, Brasil y México. El día 18 de mayo, en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, ante un público de 2.600 personas (aforo completo), Bernstein interpreto el siguiente programa: Gloria al Bravo Pueblo (el Himno Nacional de Venezuela. Vicente Salías y Juan José Landaeta), el Star-Spangled Banner (Himno Nacional de los EEUU. John Stafford Smith y Francis Scott Key), Sinfonía No. 4 en A mayor, Op. 90 de Felix Mendelssohn, el Piano Concierto en G-Mayor de Maurice Ravel y la Sinfonía No 3 de Aaron Copland.
Fuentes: The Leonard Bernstein Letters By Leonard Bernstein. https://books.google.co.ve › books Setlistfm Leonard Bernstein, Nigel Simeone · 2013 · Biography & Autobiography
… el 1 de marzo de 1954, para dar inicio a la celebración de la X Conferencia Interamericana, se inaugura oficialmente el Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas.
1. Interior del Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas, Carlos Raúl Villanueva. Nubes acústicas de Alexander Calder
El que es considerado el espacio más emblemático de cuantos proyectara Carlos Raúl Villanueva en el campus de la Ciudad Universitaria de Caracas (declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad el 30 de noviembre de 2000 por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO), amerita que precisemos una serie de datos a objeto de saber cuándo se concibió, construyó, inauguró y finalmente se puso en funcionamiento. En primer lugar tenemos que el proyecto, gestado con la impronta fundamental de trabajar en equipo que privó en el seno del Instituto de la Ciudad Universitaria, el cual forma parte de lo que se conoce como el Conjunto Central de la UCV, se realiza entre 1950 y 1952, firmándose el 28 de noviembre de ese mismo año el contrato para su ejecución, luego de habérsele otorgado tal responsabilidad a la compañía Christiani & Neilsen. En dicho contrato se establecía como fecha de culminación de los trabajos estructurales el 31 de marzo de 1953, es decir, debía concluirse la obra en sólo 4 meses (123 días continuos de trabajo), cosa que efectivamente ocurrió.
2. Diversas imágenes del proceso de construcción del Aula Magna (1950-1952)3. Modelo 3D del Aula Magna elaborado con el programa sketchup
En ese lapso se colocaron 691 pilotes de concreto de 18 metros de longitud, se completó la estructura de concreto armado con acabados en obra limpia compuesta de un pórtico (a modo de viga Vierendeel) de 5,5 metros de altura, 49,2 metros de ancho y 38,2 metros de luz libre, amarre de las doce costillas en abanico que soportan el techo de la sala (que tienen como extensión la marquesina que define la zona de acceso hacia la Plaza Cubierta), con el techo de la escena y zonas aledañas, a lo que se deben añadir los pórticos laterales (en función de una retícula de 3,80 x 3,90), y el balcón que se apoya en las columnas que sostienen las costillas y en un pórtico propio ubicado a nivel de acceso del que vuela 7,56 metros de los 13,48 de la luz que posee. Adicionalmente se colocó una estructura metálica de 100 toneladas suspendida sobre pequeñas columnas, dispuesta en abanico de donde guinda el techo colgante de yeso. La cubierta de concreto vaciado, en forma de concha, con espesor de 8 centímetros, y sus apoyos para transmitir su carga se diseñó evitando que produjera vibraciones. Los ecos se controlaron en la parte posterior de la sala utilizando detalles de madera y recubrimientos de yeso.
Concluida la estructura, durante otros ocho meses posteriores al 31 de marzo se procedió a la terminación de todo lo correspondiente a la arquitectura, acabados, equipamiento y muy especialmente el acondicionamiento acústico de la sala que estuvo a cargo de la firma BBN. Bolt, Beranek and Newman, inaugurándose protocolar y eclesiásticamente el 3 de diciembre, un día después de la fecha en que tradicionalmente el General Pérez Jiménez acostumbraba a realizar estos actos. La Christiani & Neilsen, era para ese momento la más prominente empresa danesa de ingeniería y construcción a nivel internacional. Fundada en 1904 por el ingeniero civil Rudolf Christiani y el capitán naval Aage Nielsen, realizó importantes proyectos de gran complejidad constructiva tanto en Dinamarca como en otros países europeos, Asia y América del Sur, habiendo ya ejecutado para la fecha el Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria.
Por su parte la firma BBN, es una empresa norteamericana con sede en Cambridge, Massachusetts, dedicada en aquel entonces a la consultoría acústica y devenida hoy en consorcio de alta tecnología que provee servicios de investigación y desarrollo. Fue fundada en 1948 por Leo Beranek y Richard Bolt , ambos profesores en el MIT, y Robert Newman, uno de sus alumnos. Su primer proyecto fue el diseño acústico de la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York.
4. X Conferencia Interamericana de Jefes de Estado y Gobierno, 1954
Sin embargo, la verdadera inauguración oficial de la sala se produjo el 1 de marzo de 1954 (según hemos recogido del “Documento de nominación de la Ciudad Universitaria de Caracas como Patrimonio Mundial ante la UNESCO” -2000-), con motivo de la apertura de la X Conferencia Interamericana de Jefes de Estado y Gobierno (última de esa serie) realizada en Caracas entre la mencionada fecha y el 26 de mismo mes, de la cual sería sede compartiéndola con los espacios de la Biblioteca Central de la UCV.
El mencionado evento, también conocido como la Conferencia Anticomunista de Caracas, aprovechó “la espaciosa sala con capacidad para 3.000 personas sentadas (…) provista de una iluminación especial y de un sistema de aire acondicionado”, que además contó con “un servicio telefónico que permitía oír, de modo simultáneo, las intervenciones de los delegados en los idiomas español, inglés, francés y portugués” (como se registra en el diario El Nacional del 8 de enero de 1954). Caracas, por su parte, fue objeto entonces de numerosas transformaciones urbanísticas y dotación de servicios con motivo de esta cita, siendo realzada la calle ubicada al oeste del Conjunto Central de la UCV (que posee como parte de su diseño una larga hilera de astas), con las banderas de los países asistentes con la sola excepción de Costa Rica, debido a conflictos con Nicaragua. Como resultado del encuentro, se emitieron resoluciones sobre propaganda, se decretó la abolición de la segregación racial y el fin del colonialismo en América quedando Caracas seleccionada como sede del Instituto Interamericano de Defensa Social.
5. Corte transversal del Aula Magna con la Nubes de Calder6. Dos tomas desde diferentes ángulos del interior del Aula Magna con las Nubes de Calder
Regresando a nuestro foco de atención, en definitiva la sala de 4.400 m2 posee un aforo para 2.713 espectadores: 1722 en patio, 700 en los balcones laterales y 291 en el Palco de Honor. Posee 7 puertas de acceso para el patio y 5 para el balcón a través de dos sistemas de rampas. Se dispone también de dos salidas de emergencia desde el patio hacia la “Tierra de Nadie”.
Del acondicionamiento acústico de la sala, que ha dado pie a considerarlo la más acabada manifestación de la “síntesis de las artes” que impregna todo el proyecto de la Ciudad Universitaria, quizás valga la pena recordar que surge del impasse entre Villanueva y la firma BBN al momento de sugerirle la modificación del proyecto en virtud de las deficientes condiciones que éste ofrecía. Es así que, ante la negativa del Maestro de hacer cualquier tipo de cambio en la forma del auditorio, el ingeniero Robert B. Newman propuso instalar pantallas encima de la audiencia para mejorar la audición. Villanueva, quien ya había contratado al artista estadounidense Alexander Calder para diseñar una escultura móvil a ubicarse en los espacios abiertos alrededor del Aula Magna, y que debía buscar un nuevo sitio debido a la fuerza del viento que soplaba en el lugar inicialmente escogido, al comentarle sobre los planes para mejorar la acústica del interior de la sala, obtuvo del artista una propuesta consistente en convertir los paneles diseñados por los expertos en piezas de arte encontrando así un nuevo espacio para su obra. De esa manera, producto de la conjunción entre la valentía y arrojo de Villanueva y el atrevimiento de Calder, éste creó las llamadas “nubes flotantes” o “platillos voladores” (31 paneles en total, 22 en el techo, 5 en la pared lateral derecha y 4 en la pared lateral izquierda) que, complementados con los elementos y materiales que forman parte del interior (revestimiento de sillas, alfombras, diseño del sistema de puertas así como el piso y baldaquín de madera colocado a 8 metros de altura sobre el escenario confinándolo), hoy son todo un símbolo del Aula Magna.
La estructura de las nubes es una armazón de acero recubierto por madera contra enchapada de 1/2 pulgada de espesor, teniendo la más grande un área de 80m² y un peso de 2,5 toneladas aproximadamente. Unos cables metálicos de 3/8” se usaron para elevar y sostener los paneles hasta el techo de la sala dándoles la inclinación y la altura necesaria de acuerdo al diseño y a lo estudiado y experimentado meticulosamente “in situ” por Robert B. Newman con el apoyo de músicos agrupados de diferentes maneras.
Manteniéndonos aún en el plano eminentemente descriptivo podemos añadir que la iluminación es muy variada: cuenta con 2 sistemas de luces superiores o principales (incandescentes y fluorescentes), focos laterales de refuerzo y lámparas de emergencia. Además posee sistemas de iluminación alternos, bombillos sobre las nubes que iluminan el techo resaltando el color de los paneles y cuenta con una serie de instrumentos para la realización de eventos con efectos de iluminación: seguidores, reflectores, focos, proyectores, etc. posibles gracias a una consola creada en Inglaterra que aún funciona.
El Aula Magna, como se sabe, ha sido objeto de particular atención dentro de la hoy amplia bibliografía que recoge la obra de Villanueva, de la cual se pueden extraer muy diversos puntos de vista a la hora de ser analizada y unanimidad al ser valorada siempre positivamente. Sin proponernos el añadir otra propuesta interpretativa, nos ha parecido procedente citar una serie de textos que en su conjunto dan cuenta del valor subyacente de la obra.
7. Cuatro libros referenciales para comprender la trascendencia del Aula Magna
Así, Sibyl Moholy-Nagy en Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela (1964), además de considerar el Aula Magna como “el alma de la Ciudad Universitaria”, afirma: “El tema central de este gran recinto (…) es la celebración festiva y lírica del espacio. Los actores principales del espectáculo son la estructura y los materiales. El auditorio es una impresión subjetiva, un resuelto llamado a la sensibilidad individual”.
Por su parte para Juan Pedro Posani en el artículo “Aula Magna. Ciudad Universitaria” aparecido en la revista Integral, nº 9 (1957): “… hay que decir de una vez que el valor más grande e importante del Aula Magna es su espacio interno. Es el que le confiere resonancia y expresión… en otras palabras, esta sala es el triunfo de lo contenido”. Por otro lado, Nancy Dembo en La Tectónica en la obra de Carlos Raúl Villanueva: aproximación en tres tiempos (2006) asevera: “La estructura del Aula Magna, en su rol protagónico dentro del Conjunto Central, responde solidariamente al gesto de liberación que identificamos en el urbanismo. Las formas adoptadas para los elementos portantes son determinantes en la consolidación del discurso que se inaugura en estos espacios. Lo afirman los riesgos asumidos en la solución de las grandes luces, expresando con claridad los planos escogidos para el trayecto de las fuerzas. Lo reafirma la decisión de dejar a la vista gran parte de los elementos de soporte, privilegiando los aspectos constructivos en concordancia con el tratamiento brutalista que recibe el concreto armado, ofreciendo así el lenguaje apropiado a este capítulo de la Ciudad Universitaria”.
Para Paulina Villanueva y Maciá Pintó en Carlos Raúl Villanueva (2000): “El Aula Magna está hecha de puro y simple espacio arquitectónico, escultórico, humano; ella, en su moderna y descarnada franqueza, se nos presenta y revela con los rasgos de lo esencial” y William Niño Araque en la misma tónica con lo expresado por Villanueva-Pintó, aporta lo siguiente en “Villanueva. Momentos de lo moderno”, ensayo introductorio de Carlos Raúl Villanueva. Un moderno en Sudamérica (2000): “El recinto es de una continuidad luminosa opuesta a las sombras del exterior, es un vacío deslumbrante y conmovedor. Aquí el experimento de la síntesis de las artes tuvo la oportunidad de realizarse. La presencia dinámica de las Nubes de Calder tiene valores de acierto. (…) En este recinto se recrea un centro psicológico extraordinario de un nivel racional y a la vez altamente poético gracias a su forma monumental.”
Y, finalmente, en En busca de lo sublime. Villanueva y la Ciudad Universitaria de Caracas (2006), Silvia Hernández de Lasala concluye: “En el Aula Magna … se logró el espacio sublime, el lugar que, siguiendo a Kant, place por sí mismo y no supone juicios lógicos ni de los sentidos, sino juicios de reflexión igualmente válidos; es el ámbito violentador de la imaginación, provocador, donde el arte abandona su ubicación habitual en las paredes para localizarse en el techo, amenazante; recinto que incita a la admiración o al respeto.”
Considerada entre las cinco mejores salas, a nivel mundial, con mejor visibilidad y acústica natural, al momento de presentarse en ella Leonard Bernstein dijo: “Esta sala es la mejor en la que dirigí en Suramérica. Después del concierto les dije a los periodistas que sobre el escenario el sonido es excelente y que me gustaría poder llevarme esa parte de la sala a New York”.
Corazón de la Academia, el Aula Magna es el sitio en donde se percibe la vitalidad de la institución, en todos los sentidos, tanto en momentos de debates encendidos o aquellos en que reina la satisfacción de haber logrado objetivos y metas personales. El inconfundible “olor” que se percibe al traspasar sus puertas se suma a un sinfín de sensaciones que solo se viven en este inolvidable lugar.
ACA
Procedencia de las imágenes
1, 2, 4 y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela
… que el año 1955, entre el 19 y el 28 de septiembre, se realizó en Caracas el IX Congreso Panamericano de Arquitectos, promovido por la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA)?
1. Sesión inaugural del IX Congreso Panamericano de Arquitectos realizada en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela. 1955
A escasos dos años de haber sido inaugurado el Centro Directivo y Cultural de la Ciudad Universitaria de Caracas, se llevó a cabo en sus espacios uno de los más importantes eventos internacionales realizados en el país. Para comenzar, tal vez conviene recordar que el año 1920, en Montevideo, se organizó el primer Congreso Panamericano de Arquitectos proyectado inicialmente en 1916 y postergado hasta 1919, momento en el que el gobierno uruguayo asume el auspicio y expide las correspondientes invitaciones a los demás estados americanos, atendiendo a la misma: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Estados Unidos y Paraguay. En aquel primer encuentro se constituyó el Comité Permanente de los Congresos Panamericanos y, en 1950, durante el VII Congreso realizado en La Habana, se aprobó la creación de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA), con el cometido de “reunir formalmente a los arquitectos de todos los países americanos sin distinciones raciales, religiosas o políticas”. Al de 1920 siguieron los Congresos de 1923 (Santiago de Chile, donde participa por primera vez Venezuela), 1927 (Buenos Aires), 1930 (Río de Janeiro), 1940 (Montevideo), 1947 (Lima), 1950 (La Habana), 1952 (Ciudad de México), hasta que Caracas se propone como sede del noveno en 1955. Al día de hoy van 25 ediciones siendo la última la de 2016 en Asunción, Paraguay. Si tomamos en cuenta que los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) se convocaron por primera vez en 1928 (La Sarraz, Suiza), podremos cotejar la condición pionera de la modesta y periférica iniciativa americana que en 1920 ya trataba temas como: el embellecimiento de la ciudad típica americana; el alojamiento rural; la enseñanza de arquitectura en escuelas dedicadas a su estudio; la creación de centros de arte panamericanos para la instrucción de arquitectos en todas las fases de su profesión; materiales de fabricación apropiados para los respectivos países americanos; la regulación de la profesión; el modo de fomentar la cultura artística y la comprensión de la arquitectura; y la responsabilidad profesional. Influenciado por los aires provenientes de la postguerra europea, recogidos en los CIAM VIII (Hoddesdon, Inglaterra), centrado en el tema de “El corazón de la ciudad”, y IX (Aix-en-Provence, Francia), dedicado al hábitat, más el incipiente desarrollo en nuestro país de una cultura de la planificación, puesta a prueba por la “transformación del medio físico” que impulsaba el Nuevo Ideal Nacional perezjimenista, el IX Congreso Panamericano de Arquitectos adoptó como Tema General “La función social del arquitecto: el arquitecto y la planificación” y como Tema Principal “La planificación integral de los espacios de habitación”, con dos subtemas: Vivienda y Educación, Asistencia y Recreación. Se incorporaron a ellos una serie de “Temas libres” que tenían por finalidad ampliar la discusión sobre el eje central del evento.
2. Portada de «La arquitectura en Venezuela» (Mendoza & Mendoza editores), 1955
Al importante número de ponencias presentadas en locales cerrados se agregó el montaje en la Plaza Cubierta de una exposición dedicada a ilustrar a través de proyectos y obras el asunto central del Congreso y a mostrar a modo de posters las propias ponencias. La exhibición a escala industrial de los más novedosos materiales, equipos, maquinarias y procesos de construcción se ubicó en el Paseo de las Banderas. De esta exposición quedó una importante documentación impresa donde destaca la publicación promovida por el Comité Ejecutivo del Congreso La arquitectura en Venezuela (Mendoza & Mendoza editores), clara muestra de la pujanza constructiva (pública y privada) de aquellos años, ubicada muy por encima de la del resto de los participantes. Si en Ciudad de México (1952) el invitado especial del VIII Congreso fue Frank Lloyd Wright en el de Caracas, para no quedarse atrás, lo fueron Richard Neutra, Marcel Breuer y Pierre Vago, fundador y secretario general de la UIA. El Comité Organizador, nombrado por la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA), estuvo presidido por Gustavo Wallis L. (quien también presidiría el evento), acompañado por Carlos Raúl Villanueva en la Vicepresidencia (Miembro de la Comisión de Educación y Vivienda), Jorge Romero Gutiérrez (Encargado de las Ponencias), Ernesto Fuenmayor (Encargado de la Exposición Venezolana) y Gustavo Matamoros (Miembro de la Comisión de Asistencia y Recreación).
3. Afiche promocional del evento
El evento se inauguró en sesión solemne presidida por Marcos Pérez Jiménez el día 16 de septiembre en el Aula Magna, realizó sesiones plenarias los días 24 y 27 y se clausuró formalmente el día 28 en la Sala “D” de la Biblioteca Central. El impacto que sin duda generó la exitosa realización del Congreso en las modernas instalaciones de la Ciudad Universitaria, cuyos principales beneficiarios fueron los estudiantes de la época, puede verse reflejado en dos encuestas realizadas a arquitectos venezolanos recogidas en los números 23 y 24 de Cruz del Sur y el despliegue dado en el número 2 de Integral y el 27-28 de la misma Cruz del Sur a todo su desarrollo. Al tema central de la planificación vista como actividad integral (donde destacó la ponencia presentada por Leopoldo Martínez Olavarría a nombre de la Comisión Nacional de Urbanismo) y el de la vivienda (de gran actualidad en Venezuela por los desarrollos que impulsaban el Banco Obrero y la industria privada), se añaden otros como el preguntarse si existe una “arquitectura americana” o en su defecto una “arquitectura venezolana” con sentido “racional-orgánico” acorde a nuestro medio, el rol del arquitecto en la sociedad y el reforzamiento de la red intergremial americana, dignos todos de ser revisitados con atención desde nuestro convulsionado y amnésico presente.
1955• Entre los días 19 y 28 de septiembre se celebra en el Aula Magna de la UCV el IX Congreso Panamericano de Arquitectos, bajo la presidencia de Gustavo Wallis L., teniendo como temática “La función social del arquitecto: El arquitecto y la planificación”.
Como parte del evento se organizó una Exposición General, en la cual los países participantes presentaron los proyectos recientes, construcción de edificios modernos, avenidas, centros cívicos y de recreación. También como complemento del IX Congreso se montó una Exposición Industrial en el Paseo de las Banderas de la Ciudad Universitaria, exhibiéndose materiales, equipos, maquinarias y procesos de construcción.
El Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, diseñada por Carlos Raúl Villanueva en 1950. Nubes de Alexander Calder
1954•Esta sala de 4.400 m2 es sin lugar a dudas la obra maestra de Villanueva y en opinión de críticos y arquitectos extranjeros «única» en el mundo. Penetrar desde Plaza Cubierta, suerte de antesala, entrar a través de las bocas-trampas acústicas, con doble juego de puertas y un «olor» existente solo ahí, para luego sentir como el espacio interno se expande ante uno con el cielo cubierto de nubes de colores y el llamado a fijar la mirada sobre el escenario, es un cúmulo de sensaciones que solo se viven en este lugar.
La sala que tiene capacidad para 2.650 espectadores fue construida por la compañía Christiani & Neilsen. La acústica fue responsabilidad de la firma Bolt, Beranek y Newman, considerándose en la década de los ochenta como una de las cinco salas con mejor acústica del mundo. A lo largo de los años se han presentado Igor Stravinsky, Antonio Gades, Zandra Rodríguez, Mstislav Rostropóvich, Nicanor Zabaleta, Marcel Marceau, Pablo Neruda, Montserrat Caballé, Leonid Kogan, Henryk Szeryng, Jean-Pierre Rampal, los Niños Cantores de Viena, Pablo Neruda, Antonia San Juan, el sexteto de jazz de Paul Winter, las agrupaciones musicales Madredeus y Jarabe de Palo, y los cantantes populares Fito Páez, Alberto Cortez, Soledad Bravo, Yordano, Ilan Chester, Niña Pastori, Jorge Drexler y Chenoa.
Esta sala es el corazón de la academia, el sitio en donde se percibe la vitalidad de la institución, en todos los sentidos, tanto en momentos de debates encendidos o aquellos en que reina la satisfacción de haber logrado objetivos y metas personales, tal cual se evidencias en un día de grado.
1953•En 1952 el maestro Carlos Raúl Villanueva completa el diseño del Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas, su proyecto más reconocido a nivel mundial, y conforma un equipo internacional para su construcción integrado por las compañías “Christiani & Neilsen” para la estructura y la «BBN. Bolt, Beranek and Newman» para la acústica.
La “Christiani & Neilsen”, era para ese momento la más prominente empresa danesa de ingeniería y construcción a nivel internacional. Fundada en 1904 por el ingeniero civil Rudolf Christiani y el capitán naval Aage Nielsen, realizó importantes proyectos de gran complejidad constructiva tanto en Dinamarca como en otros países europeos, Asia y América del Sur, habiendo ya ejecutado para la fecha el Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria.
La firma «BBN» es una empresa norteamericana con sede en Cambridge, Massachusetts, dedicada a la consultoría acústica fundada en 1948 por Leo Beranek y Richard Bolt , ambos profesores en el MIT, y Robert Newman, uno de sus alumnos. Su primer proyecto fue el diseño acústico de la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York.
El contrato para la construcción de la estructura del Aula Magna se firmó con la compañía “Christiani & Neilsen” el 28 de noviembre de 1952. En él se establecía que la estructura debía terminarse para el 31 de marzo de 1953, es decir en 123 días continuos de trabajo.
En ese lapso se colocaron 691 pilotes de concreto de 18 metros de longitud, se completó la estructura de concreto armado con acabados en obra limpia y se colocó una estructura metálica de 100 toneladas suspendida sobre columnas, dispuesta en abanico de donde se suspende el techo colgante de yeso.
La cubierta de concreto vaciado, en forma de concha, con espesor de 8 centímetros y sus apoyos para transmitir su carga se diseñó evitando que produjera vibraciones. Los ecos se controlaron en la parte posterior de la sala utilizando detalles de madera y recubrimientos de yeso.
Con las «Nubes» de Calder, construidas con una estructura metálica recubierta en madera laminada se pudo distribuir uniformemente los sonidos, complementándose éstas con el baldaquín de madera, colocado a 8 metros de altura sobre el escenario.
El sistema de acceso conformado por un doble juego de puertas aumenta el control acústico, dejando fuera sonidos no deseados, preservando el silencio interior.
Memorable es el olor que se percibe en estos cortos pasadizos, únicos, conocidos por todos los ucevistas, que son característicos de ese solo sitio.
El espacio interior del Aula Magna es una celebración, rica en color, visuales largas, detalles descubiertos y por descubrir, luz y sentimientos de diferente índole, fuertes sentimientos, que se viven sin tener relación con el evento o espectáculo que se lleve a cabo.
El Aula Magna fue terminada en el tiempo establecido, bautizada protocolar y eclesiásticamente el 3 de diciembre de 1953 y oficialmente abierta el 2 de marzo del año siguiente con motivo de la celebración de la X Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno.
Tres de las cuatro imagenes que acompañan este texto forman parte del registro preparado por la firma “Christiani & Neilsen».
La primera fue tomada una vez concluido los trabajos de pilotaje, se ven cuatro grúas colaborando en la colocación del soporte metálico para el encofrado requerido. En la segunda se observa ya completo el encofrado de la cubierta de la sala y las dos columnas que definirán el escenario. La tercera muestra la gradería, el escenario y la fosa para la orquesta construidas en concreto vaciado, la estructura aporticada de concreto armado de las paredes laterales ya cerradas con bloque de cemento. Y a modo de prueba de escala y funcionamiento estructural de su soporte, una «nube» de Calder, flotando en el espacio. La cuarta es una toma fotográfica de los trabajos realizados en la parte externa sobre la cubierta, en donde al fondo se puede observar al Hospital Clínico Universitario, ya terminado y en funcionamiento y uno de los edificios de la Facultad de Medicina.
Seis imágenes que acompañan este texto forman parte del registro preparado por la firma “Christiani & Neilsen». La primera fue tomada durante el hincado de los 673 pilotes de concreto de 18 y 19 metros de longitud. Al fondo a la izquierda se puede observar la cubierta del Estadio de Atletismo ya construido.
La segunda fue tomada una vez concluido los trabajos de pilotaje, se ven cuatro grúas colaborando en la colocación del soporte metálico para el encofrado requerido.
En la tercera se observa ya completo el encofrado de la cubierta de la sala y las dos columnas que definirán el escenario.
La cuarta imagen muestra el encofrado ya completo de las seis grandes vigas que cubrirán la sala y soportarán parte del vestíbulo.
Esta quinta muestra la gradería, el escenario y la fosa para la orquesta construidas en concreto vaciado así como la estructura aporticada de concreto armado de las paredes laterales ya cerradas con bloque de cemento. Y a modo de prueba de escala y funcionamiento estructural de su soporte, una «nube» de Calder, flotando en el espacio.
La sexta es una toma fotográfica de los trabajos realizados en la parte externa sobre la cubierta, en donde al fondo se puede observar al Hospital Clínico Universitario y a los edificios de la Facultad de Medicina.
HVH
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