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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 394

Aunque ya en vida había sido objeto de reconocimiento y su obra mostrada en diversas exposiciones colectivas e individuales desde 1947, será a partir de su fallecimiento en 1975 que lo hecho en vida por Carlos Raúl Villanueva y los valores que encierra la totalidad de su producción arquitectónica empezará a ser mostrado a través de sendos montajes, respaldados por importantes trabajos de curaduría e investigación.

1. Exposición «Homenaje a Carlos Raúl Villanueva». Centro de Información y Documentación, FAU, UCV. Mayo 1980

A la primera realizada en 1976 en el Museo de Bellas Artes (dirigido por Marcos Miliani) en la que se recoge su vida y obra, organizada por el arquitecto Gonzalo Castellanos, seguirá otra “Exposición Homenaje” montada por el Centro de Información y Documentación (CID) de la FAU UCV que conmemoraría los cinco años de su fallecimiento, llevada a cabo a partir de las imágenes de Paolo Gasparini, notable fotógrafo y amigo personal del maestro, quien lo acompañara a Ciudad Bolívar durante su última visita de supervisión de la construcción del Museo Jesús Soto. Luego, en 1982, la Galería de Arte Nacional organizaría la Exposición “Dibujos y Croquis” de Carlos Raúl Villanueva muchos de los cuales habían ya aparecido en el nº16 de Espacio y Forma.

Sin embargo, no será sino hasta noviembre de 1988 cuando en los espacios del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, con la curaduría de Paulina Villanueva, Maciá Pintó y Pedro Sanz, se realizará la primera, más completa e importante exposición antológica que sobre el Maestro y su obra se haya realizado hasta ahora. Titulada Villanueva El Arquitecto, permanecerá abierta hasta marzo del año siguiente y logró recoger una visión completa del hombre, su colección de arte, su pensamiento y su obra arquitectónica y urbanística acompañada de material inédito y de la utilización de innovadores recursos que permitieron convertirla en una clara exploración sobre las posibilidades que ofrecía la arquitectura para mostrarse en un museo no precisamente diseñado para ello. Es con la portada de la Guía de recorrido de la exposición, elaborada por Ricardo Armas con base en un dibujo de Villanueva de la planta de la Catedral de Caracas (acompañada del breve texto “El arquitecto: hay edificios que cantan…que hablan…que son mudos. ¡Con la Catedral, con piedras se puede componer una Sinfonía!) que forma parte de sus Notas Docentes, que hemos ilustrado nuestra postal del día de hoy.

2. El ministro Simón Alberto Consalvi recorre la exposición el día de su inauguración acompañado de Paulina Villanueva (a su derecha). En primer plano «La Silla del Diablo» diseñada por Alexander Calder para el Maestro.

Inaugurada el 20 de noviembre de 1988 con la asistencia de Simón Alberto Consalvi, Ministro de Relaciones Interiores, y César Quintana Romero, Ministro de Desarrollo Urbano (integrantes ambos del gabinete del Presidente Jaime Lusinchi), la muestra, tal y como se reseña en la mencionada Guía de recorrido, “intenta reseñar toda la vida y vasta obra de Carlos Raúl Villanueva: arquitecto, coleccionista, promotor y visionario de las ideas de vanguardia en el arte moderno, docente, escritor, mecenas, ensayista. Su figura concentra el desarrollo urbanístico moderno de nuestro país, el paso de zona rural a zona urbana; así como también el acceso y divulgación de la obra de los principales artistas de este siglo. Esta exposición reúne todo el legado cultural de esa figura visionaria y sensible que entendió el mensaje de la arquitectura como una experiencia humanizadora, social y estética. Con la obra por él realizada y la colección de arte por él reunida, es posible trazar una línea que atraviesa el presente siglo en materia de artes plásticas, trascendiendo los límites de lo local para convertirse en personaje universal: su audaz visión futurista lo llevó a ser uno de los adelantos de la cultura internacional en la Venezuela de los años cincuenta”.

3. Contratapas de la Guía de Recorrido de la exposición

Un arduo esfuerzo de investigación, documentación y catalogación del cuantioso material original e inédito de los archivos de la Fundación Villanueva, sumado a un relevamiento fotográfico de su obra y reproducciones de algunos proyectos en gran escala, sirvió para estructurar la exposición con base en tres grandes capítulos: El Hombre, La Obra y La Colección.

En el capítulo El Hombre se contemplaron los siguientes aspectos:

Las Casas: incluye sus residencias familiares Caoma (1953) y Sotavento (1957) las cuales, además de representar lo más íntimo de su ser, muestran claramente sus postulados arquitectónicos.

Cronología y Biografía: recoge las distintas etapas en su vida desde su nacimiento en Londres (1900) hasta su fallecimiento en Caracas (1975), cubriendo las fases de su formación en París y los distintos períodos de trabajo en Venezuela, contextualizándolas en el ámbito artístico y arquitectónico nacional e internacional.

Primera Época de su Obra: documenta las obras realizadas en Caracas y Maracay durante los años treinta.

Los Amigos: muestra la abundante relación epistolar, fotos y otros documentos, resultado de la amistades y contacto con arquitectos y artistas de reconocido valor entre los que destacan, Calder, Soto, Léger, Arp, Vasarely, Lam, Pevsner, Tamayo, Le Corbusier, Rotival y Sibyl Moholy-Nagy.

El Taller: recoge la intimidad de sus libros y efectos personales y reproduce la atmósfera del vagón tipo tren incorporado al exuberante jardín de la casa Caoma a modo de marco para mostrar sus cajas y ensamblajes.

Labor Docente, Publicaciones y Reconocimientos: recopila el material manuscrito, dibujos y anotaciones de los apuntes docentes de sus cursos de Historia y Urbanismo, así como sus libros y otros escritos y publicaciones sobre su obra.

4. Primera parte del recorrido de la exposición.

El capítulo La Obra abarca toda la obra de arquitectura proyectada y construida por Villanueva con más de 70 edificios reseñados de los cuales se muestran croquis y planos originales, así como fotos y maquetas de muchos de ellos. Este capítulo, a su vez, se dividió en tres secciones:

La Vivienda: presenta la vasta obra en vivienda pública construida por el Estado, prevista por el Plan Nacional de la Vivienda y desarrollado por el Taller del Banco Obrero (TABO), en el cual Villanueva dirigió un competente equipo de arquitectos e ingenieros. Aquí destacan la reurbanización de El Silencio (1941-1945), la comunidad del 23 de Enero (1955-1957), Cerro Piloto (1954) y la Unidad Residencial El Paraíso (1952-1954).

La Educación: reseña la Escuela Gran Colombia y, sobre todo, ese gran laboratorio abierto a la arquitectura moderna que es la Ciudad Universitaria de Caracas (1945-1967), con sus áreas educativas, deportivas, recreativas y el grupo médico.

Los Museos: registra las distintas propuestas desarrolladas dentro de esa temática, desde su participación en el Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de París (1937) hasta el Museo Soto (1970), pasando por el Museo de Bellas Artes (1935), el Museo de Ciencias Naturales (1939), el Pabellón de la Exposición Universal de Montreal (1967) y la ampliación el Museo de Bellas Artes (1969).

5. Segunda parte del recorrido de la exposición.

En cuanto al capítulo La Colección, engloba su recopilación de obras de artistas que conoció personalmente y sus trabajos de integración de obras de arte a la arquitectura en dos secciones:

La Colección Personal: que incluye más de 250 obras, de las cuales se muestra una selección de los artistas internacionales, Alexander Calder, Agam, Albers, Arp, Bill, Cornell, Gabo, Herbin, Jacobsen, Lam, Laurens, Léger, Mata, Miró Moholy-Nagy, Vieira Da Silva, Pevsner, Taeuber Arp, Tinguely, Van Doesburg, Vasarely, Morandi, Le Corbusier, Burle-Marx, Tamayo, Rivera, y Lobo; y de los artistas nacionales, Soto, Reverón, Otero, Narváez, Manaure, Valera, Navarro, Barrios, Monasterios, Oramas, Carreño, Debourg y Brandt.

La Colección de Obras de Arte de la Universidad Central de Venezuela: conformada por Villanueva y constituida a la par de su arquitectura, reseña una de las mejor logradas experiencias de integración y síntesis de las artes en el mundo. Destacan los platillos de Calder en el techo del Aula Magna, el vitral de Léger en la Biblioteca Central, las obras de la Plaza Cubierta y los murales de Vasarely, algunas de las cuales serán incorporadas a la exposición. Igualmente se documenta la relación con artistas en otras experiencias arquitectónicas como es el caso de Francisco Narváez (Escuela Gran Colombia, los Museos de Los Caobos, El Silencio y la UCV) y de Jesús Rafael Soto (Pabellón de Montreal y Museo Soto).

En la reseña publicada en el boletín “ESPACIO Suplementario” que circuló con el Nº3 de la revista ESPACIO (3 julio-diciembre 1988) se apunta que “estos tres capítulos en los que se reúnen los materiales de base de la exposición, configuran, más que secciones separadas, líneas que corren paralelas y en las que se funde una sola imagen, tanto en la propuesta museográfica como en el catálogo: imagen ésta, apoyada en la presentación global de la obra, pero donde están siempre presentes el hombre y las obras de arte de su colección, como figuras sobre un fondo, relacionándose y dialogando unos aspectos con otros, pero haciendo énfasis y destacando los elementos más relevantes para la muestra dentro de un marco general de luz, color y movimiento, de gran fiesta para la arquitectura, con la presencia siempre viva del maestro Villanueva”.

6. Explicación del contenido de la Sala 1 (Los Museos) dentro del recorrido de la exposición.

La disposición de la muestra en los espacios del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas fue resuelta de la siguiente manera marcándose con ello su recorrido:

Sala 1: Los Museos.

Sala 2: Calder y Villanueva.

Salas 3 y 4: Caoma.

Sala 5: Universidad Central de Venezuela.

Salas 6 y 7: La Síntesis de las Artes y el Aula Magna.

Sala 8: Villanueva docente y Los Amigos.

Sala 9: Ensamblajes y pequeñas esculturas de la Colección Villanueva.

Sala 10: La colección de arte, Proyectos de Vivienda Multifamiliar y El Taller.

Sala 11: Sotavento.

El ambicioso catálogo de la muestra, cuya maqueta ya se había elaborado y que lamentablemente no llegó a publicarse, contenía, “además de la presentación de la exposición por Sofía Imber, directora del Museo y de una entrevista a Margot de Villanueva, viuda del maestro, los textos centrales sobre cada uno de los tres capítulos (…); y varios ensayos o semblanzas de Villanueva y su Obra escritos por distintos estudiosos y personas que lo conocieron o trabajaron a su lado”. Además, incluía “un texto sobre la colección y las obras de arte, y otro sobre la obra de arquitectura, escritos por dos críticos extranjeros”. Igualmente, contenía “un texto sobre la concepción museográfica de la exposición, la cronología, una selección de escritos de Villanueva y varios anexos con la catalogación completa; todo esto presentado en tres idiomas: español, inglés y francés”.

Por otra parte, la promoción de la exposición se dio mediante cuatro afiches que en conjunto formaban uno solo y por distintas vallas ubicadas en El Silencio, el 23 de Enero, los Museos y la Ciudad Universitaria. Las extensiones Este y Oeste del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, las salas Cadafe e Ipostel respectivamente, programaron actividades y exposiciones complementarias y la Facultad de Arquitectura, el Colegio de Arquitectos de Venezuela y la Fundación Villanueva realizaron un Coloquio Internacional sobre su obra, que se llevaría a cabo para la fecha de la exposición.

7. Imagen preparada para promocionar la exposición (foto de Felix Molina).

Maciá Pintó en el texto titulado “Villanueva el arquitecto, el maestro, y las Notas Docentes”, publicado en la página web de LA ESCUELA___ (https://laescuela.art/es/campus/library/essays/villanueva-el-arquitecto-el-maestro-y-las-notas-docentes-macia-pinto) aporta la siguiente información esclarecedora del título que lleva la exposición que hoy nos ocupa: “ ‘Villanueva, el Arquitecto’ era la manera habitual que el Maestro utilizada para auto-nombrarse, de marcar sus libros, de firmar o despedirse en su correspondencia personal. También, es la manifestación más decidida de la imposibilidad de separar al hombre Villanueva de su condición de arquitecto; muestra de tanto aceptación como un cierto orgullo; también, clara expresión de su particular humor y franca ironía”.

Villanueva El Arquitecto, también, sirvió para apoyar de manera importante la labor que ya venía realizando la Fundación Villanueva y de base para la realización de futuros trabajos tanto en el ámbito académico como en el museístico.

La exposición fue ampliamente reseñada por el ya mencionado boletín “ESPACIO Suplementario” que circuló con el Nº3 de la revista ESPACIO (julio-diciembre 1988) y por la revista ESTAMPAS del 4 de diciembre de 1988, de donde hemos extraído buena parte de la información que hemos presentado.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 2, 3, 4, 5 y 6. Guía de Recorrido. Exposición «Villanueva. El Arquitecto». Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, 1988.

1. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

7. Boletín “ESPACIO Suplementario”, Revista ESPACIO, Nº3, julio-diciembre 1988.

APORTE GENEROSO

La apreciada escritora, profesora, investigadora y psicóloga venezolana Ana Teresa Torres, Miembro Honorario de la Fundación Arquitectura y Ciudad, se ha comunicado con nosotros en los siguientes términos:

“Queridos amigos, en muchas ocasiones me han comentado la importancia de incorporar la totalidad de los textos en la versión digital de las antologías El hilo de la voz (Pantin y Torres, Fundación Polar y Angria editores, 2003) y Fervor de Caracas (Torres, Fundavag ediciones, 2016). Como nada hace suponer que estos libros serán reimpresos en un futuro cercano, he seguido la sugerencia y ahora pueden leerse los textos completos de ambas antologías en www.anateresatorres.com

Gracias a todos, los antologados/as y lectores/as, y, por supuesto a sus primeros editores, y no duden en reenviar este mensaje a quienes puedan estar interesados”.

Además de seguir su sugerencia, damos mil gracias a Ana Teresa por su generosa iniciativa.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 274

La inauguración de la muestra “La arquitectura de Lina Bo Bardi” el jueves 1 de febrero de 1996 en los espacios expositivos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, organizada por el Centro de Información y Documentación de esa institución, realizada bajo el auspicio del Instituto Lina Bo e P.M. Bardi de Sao Paulo, la embajada de Brasil, con museografía del arquitecto brasileño Marcelo Carvalho Ferraz, significó el arribo a nuestro país de una exhibición que, montada para ser itinerante justo después del fallecimiento de la arquitecta en 1992, durante todo el año 1995 había recorrido Europa dando a conocer la figura de una mujer nacida y formada en Italia bajo los cánones del racionalismo, que desarrolló su carrera en Brasil donde incorporó valores propios de ese país que contribuyeron a desarrollar su proyecto vital definitivo y que con el tiempo fue  cobrando mayor relevancia.

La exposición, abierta hasta el domingo 3 de marzo de 1996 en horario de 8:00 am a 6:00 pm, estuvo integrada por 90 fotografías de proyectos y diseños, y una muestra de 12 sillas de diseño propio lo cual brindó la oportunidad de apreciar el alcance diverso y multidisciplinar de la obra de Bo Bardi. En el contexto del evento se realizó la proyección de un documental el viernes 2 de febrero el cual estuvo seguido por la Mesa Redonda “Lina, la arquitectura y el Brasil”, que tuvo como invitados a los arquitectos Marcelo Carvalho Ferraz del Instituto Lina Bo e P.M. Bardi; Juan Pedro Posani, director del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC); Fruto Vivas y Silvia Hernández de Lasala.

1. Dos fotografías de Lina Bo Bardi en diferentes momentos de su vida. A la derecha durante su viaje a Japón en la década de los 70

Achillina (Lina) Bo nació en Roma el 5 de diciembre de 1914 y murió en São Paulo, 20 de marzo de 1992. Estudió arquitectura en La Sapienza de Roma con arquitectos tradicionalistas como Giovannoni y fascistas como Piacentini, donde se tituló en 1939, con un proyecto final de carrera de Maternidad para madres solteras. Tras graduarse se trasladó a Milán, donde trabajó para Gio Ponti, editor de la revista Quaderni di Domus, de la cual llegó a ser editora.

Según señala Josep María Montaner en la nota “Lina Bo Bardi 1914-1992” publicada el 13 de mayo de 2015 en el blog “Un día. Una arquitecta”: “Al final de la Segunda Guerra Mundial entró a formar parte de la Resistencia y en el 1945, junto a Bruno Zevi, su maestro, y al arquitecto Carlo Pagani, su socio de aquel periodo, fundaron la revista A. (Attualità, Architettura, Abitazione, Arte) Cultura della Vita. Lina Bo Bardi vivió en Milán desde principios del año 1940 hasta finales del 1945, en que volvió a Roma. Decepcionada por el giro político que siguió la Italia de postguerra, con la llegada al poder de la Democracia Cristiana, en 1946 viajó a Brasil con el periodista y coleccionista de arte Pietro Maria Bardi, su marido, que había llegado a tener un lugar relevante como crítico de arte durante la Italia fascista. (…) En Brasil se instalaron definitivamente en São Paulo y ella se naturalizó como brasileña en 1951, manteniendo relación con su familia en Roma y con arquitectos italianos, especialmente con Bruno Zevi; y viajando, de tanto en tanto, a Europa, especialmente en el periodo de la dictadura militar en Brasil”.

Instalados definitivamente en Sao Paulo Lina Bo y su marido “iniciaron una colección de arte popular brasileño (su principal influencia) y su trabajo adquirió la dimensión del diálogo entre lo moderno y lo popular. Bo Bardi hablaba de un espacio para ser construido por el habitar de las personas, un espacio inacabado que sería completado por el uso popular y cotidiano. (…) A partir de los años sesenta, su relación con el teatro se volvió más intensa y su conexión con artistas y directores de teatro le llevó a realizar varias escenografías y proyectos teatrales”, cita que extraemos de https://es.wikipedia.org/wiki/Lina_Bo_Bardi.

2. Lina Bo Bardi. Casa de Vidrio, Morumbi, 1951
3. Exterior de la Casa de Vidrio en 2007.
4. Lina Bo Bardi. Casa Chame-Chame (1958)
5. Lina Bo Bardi. Museo de Arte de Sao Paulo -MASP- (1957-1968)
6. Lina Bo Bardi. Centro de ocio, cultura y deporte SESC (Serviço Social do Comercio) en el barrio popular de Pompéia en São Paulo (1977-1986)

Siguiéndole los pasos a su obra de la mano de Montaner nos encontramos con que “en 1950 proyectó y realizó su propia casa, la Casa de Vidrio, y en 1957 inició el proyecto y construcción del MASP (Museo de Arte de São Paulo), que se inauguró en 1968; una obra radicalmente moderna, con una gigantesca estructura porticada y unas salas de planta libre, llenas de luz natural y con unos soportes museológicos vanguardistas.(…) Tras visitar las obras de Gaudí en Barcelona en 1957, la influencia gaudiniana se expresó (…) en obras de aquellos años como las casas Valéria Cirell (1958) y del Chame-Chame (1958), y en la Iglesia del Espíritu Santo do Cerrado en Uberlândia (1976-1982)… (…) Durante el primer periodo en que vivió en Salvador de Bahía, Lina Bo Bardi realizó el Museo de Artes Populares en el antiguo conjunto arquitectónico de la Unhão (1959-1963), que fue iniciado en el siglo XVI y que en el siglo XIX se convirtió en una de las primeras manufacturas de Brasil. (…) En su obra más conocida y celebrada, el Centro de ocio, cultura y deporte SESC (Serviço Social do Comercio) en el barrio popular de Pompéia en São Paulo (1977-1986), Bo Bardi aprovechó las preexistencias de una fábrica de bidones, respetando la estructura horizontal de los galpones existentes, potenciando el espacio libre de las calles interiores, y situando una nueva doble torre vertical de hormigón visto, como contrapunto. (…) Dedicada no solo a la arquitectura sino también al diseño de joyas y muebles y al montaje de exposiciones y escenografías teatrales, una de sus últimas obras fue la remodelación de un edificio existente para instalar el Teatro Oficina en São Paulo (1980-1991), dirigido por su amigo José Roberto Teixeira Coelho. (…) Su aportación a la teoría de la arquitectura fue clave con el texto Contribuição Propedeutica ao ensino da Teoria da arquitetura (1957), un alegato humanista en defensa de una arquitectura culta y ecológica, basada en los avances técnicos”.

También, en el texto citado, Montaner apuntará lo siguiente: “Lina Bo Bardi no solo ha sido la arquitecta contemporánea brasileña más reconocida e influyente sino que, al lado de Alison Smithson, Denise Scott-Brown y otras arquitectas, representa el contrapunto latino a la consolidación predominantemente angloamericana de las mujeres arquitectas. La breve serie de obras que llegó a realizar laboriosamente en Brasil se ha convertido en referente internacional muy admirado y de vigente actualidad, por su búsqueda de una arquitectura humana, sencilla y popular”.

La vida y obra de Lina Bo Bardi empieza a difundirse con una primera exposición realizada en 1989 (tres años antes de su muerte) en la Universidad de São Paulo y continua tras su desaparición en 1992, lo que suscitó una monografía y una exposición simultánea, realizadas el año siguiente por el Instituto consagrado a su memoria que terminó llegando a Caracas, como ya señalamos, en 1996. Sin embargo, el reconocimiento y difusión a fondo tanto en España como en el resto de Europa lo alcanza a raíz de la celebración del centenario de su nacimiento (2014).

7. Izquierda: portada del nº 180 de AV Monografías (2015) dedicado a Lina Bo Bardi. Derecha: tapa del catálogo de la exposición «Lina Bo Bardi: tupi or not tupí. Brasil, 1946-1992” montada en la Fundación Juan March, Madrid, entre el 5 de octubre de 2018 y el 13 de enero de 2019.
8. Izquierda: Vista de la exposición «Lina Bo Bardi Drawing» (Lina Bo Bardi dibuja), montada en la Fundación Joan Miró, Barcelona, del 15 de febrero al 26 de mayo de 2019. Derecha: invitación de la exposición «Lina Bo Bardi en Bahía», abierta del 14 de noviembre de 2019 al 26 de enero de 2020 por la Demarcación de Girona del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC)
9. Vista de la exposición «Lina Bo Bardi: Habitat», Museo Jumex, del 30 de enero al 10 de mayo de 2020

Así, AV Monografías del 01/01/2015 le dedica el nº 180 y Luis Fernández-Galiano en el editorial titulado “La dea stanca” (“La diosa cansada”, término con el que Lina Bo se describía a sí misma) luego de suscribir lo dicho por Rowan Moore, para quien la italo-brasileña es “el arquitecto más infravalorado del siglo xx”, y avalar la descripción de Martin Filler que considera a Lina Bo Bardi por el carácter vital y apasionado de su persona y su obra, como “la Anna Magnani de la arquitectura”, lleva a cabo un recuento del “extraordinario reconocimiento editorial y expositivo” de que fue objeto por aquel entonces y sus inmediatos antecedentes. Fernández-Galiano tras reconocer un “paréntesis de silencio” desde el fallecimiento de Bo Bardi en 1992, señala “la publicación de la tesis doctoral de Olivia de Oliveira en 2006” como un breve resurgimiento “que las vísperas de su centenario cerraron definitivamente, con la exposición en la Bienal de Arquitectura de Venecia comisariada por Kazuyo Sejima en 2010, la edición de sus escritos por la AA londinense en 2012, la importante monografía de Zeuler R. Lima en 2013 y la muestra promovida en Múnich por Andres Lepik en 2014-2015, cuyo catálogo contiene ensayos de los más destacados especialistas, iniciativas todas que contribuyen a esclarecer la personalidad poliédrica de una figura ya mítica”.

Ya más recientemente, la Fundación Juan March, Madrid, montó la primera exposición antológica realizada en España titulada “Lina Bo Bardi: tupi or not tupí. Brasil, 1946-1992”, entre el 5 de octubre de 2018 y el 13 de enero de 2019 con curaduría de Mara Sánchez Llorens, Manuel Fontán del Junco y María Toledo, acompañada de un excelente catálogo. Allí se reunieron “348 obras –dibujos, pinturas, fotografías, objetos, esculturas, documentos y piezas de artesanía– no solo de Lina Bo Bardi, sino también de artistas internacionales que estaban preocupados por la transformación de las artes, la cultura y la sociedad para descubrir ese otro Brasil que no formaba parte del circuito ortodoxo del arte moderno pero que también estaba presente”.

Casi de inmediato, del 15 de febrero al 26 de mayo de 2019 (justo en momentos en que se declara la pandemia) la Fundación Joan Miró, de Barcelona, bajo la comisaría de Zeuler Rocha Lima, abre “Lina Bo Bardi Drawing” (Lina Bo Bardi dibuja) “primera exposición que habla específicamente el papel del diseño en la vida y obra de la arquitecta brasileña nacida en Italia”, retomando parte del material presentado en Madrid enfocándose hacia el dibujo. Cien dibujos, que descubrimos divididos en cinco temas: Las Plantas, Las Personas, Dibujar diseñando y diseñar dibujando, Ver y Vivir.

Del 14 de noviembre de 2019 al 26 de enero de 2020 la Demarcación de Girona del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) inauguró la exposición “Lina Bo Bardi a Bahía”, comisariada por la arquitecta Carla Zollinger otra demostración del interés por su obra en aquellas tierras.

Tan cerca como el año pasado (del 30 de enero al 10 de mayo) el Museo Jumex de Ciudad de México en alianza con el MASP (Museo de Arte de Sao Paulo) y el Museum of Conteporary Art Chicago (MCA Chicago) abrió sus puertas a la exposición Lina Bo Bardi: Habitat, con la curaduría conjunta de Julieta González (Museo Jumex); José Esparza Chong Cuy y Pamela Alper (MCA Chicago) y Tomás Toledo (MASP), cuyo punto de partida estuvo en el MASP (del 5 de abril al 28 de julio de 2019) y tuvo como punto de llegada el MCA Chicago (del 13 de junio al 27 de septiembre de 2020).

La exposición que incluyó “la presentación de obras de la Colección del MASP, exhibidas en los icónicos caballetes de vidrio diseñados por Bo Bardi para la pinacoteca de dicho museo, además de una recreación de su exposición A mão do povo brasileiro (La mano del pueblo brasileño) de 1969 (…) retoma el título de la revista Habitat -fundada por Bo Bardi y su esposo Pietro Maria Bardi, y editada por ellos entre 1950 y 1953-” y logra  “mediante una selección de dibujos, fotografías y mobiliario diseñado por Bo Bardi, presentar su trabajo como una práctica que modificó el canon de la arquitectura moderna en Brasil y la tarea educativa del museo al incorporar otros conocimientos adquiridos durante su acercamiento a la cultura popular”.

Lina Bo Bardi ha sido reconocida con el Premio a la trayectoria profesional in memoriam en la edición de la XVII Bienal de Arquitectura de Venecia, que abrió sus puertas al público el 22 de mayo y cerrará el 21 de noviembre de este año.

10. Semanario Arquitectura HOY, números 118, 140 y 144 del 05/08/1995, 27/01/1996 y 24/02/1996, respectivamente.

La exposición “La arquitectura de Lina Bo Bardi” fue reseñada durante su tour europeo por Enrique Fernández-Shaw en el nº 118 de Arquitectura HOY del 05/08/1995 y, tras su llegada a Caracas, por Carlos Javier Gómez de Llarena en los números 140 y 144 del 27/01/1996 y 24/02/1996, respectivamente, del mismo semanario.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

  1. https://alchetron.com/Lina-Bo-Bardi y https://www.arquine.com/lina-bo-bardi-leon-de-oro-in-memoriam/

2. https://www.metalocus.es/es/noticias/cuaderno-de-viaje-casa-de-cristal

3, 5 y 6. https://www.arquitecturaydiseno.es/arquitectura/arquitectura-pionera-lina-bo-bardi_2109

4. https://www.australiandesignreview.com/architecture/beyond-the-modern-house/

7. https://es.scribd.com/document/453821642/av180-Lina-Bo-Bardi-pdf y https://www2.march.es/en/bibliotecas/publicaciones/ficha/fjm-pub/4441

8. https://www.fmirobcn.org/es/exposiciones/5747/lina-bo-bardi-dibuja y https://arquitectes.cat/ca/node/32709

9. https://artishockrevista.com/2020/06/29/lina-bo-bardi-habitat/

10. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

textos fundamentales

Fervor de Caracas

Una antología literaria de la ciudad

VV.AA

Prólogo y selección: Ana Teresa Torres

Fundavag Ediciones

2015

Cuando el año 2015 aparece Fervor de Caracas ya la ciudad que tantos amamos y odiamos, disfrutamos y sufrimos, valoramos y denigramos había entrado en un proceso creciente de deterioro del cual lejos de recuperarse ha mostrado signos preocupantes de empeoramiento en cuanto a la calidad de vida que ofrece. Cifras estadísticas llegan a diario a nuestras manos que dan cuenta de los innumerables problemas relacionados con la inseguridad, las fallas en los servicios públicos, el maltrato a los espacios públicos, el desgaste por falta de mantenimiento de sus edificaciones, el desmoronamiento de sus calles y avenidas y, como no, la paulatina disminución de su población a causa de una crisis económica y política que aún no cesa.

Sin embargo, aunque latente, la recopilación de textos sobre Caracas que realiza Ana Teresa Torres nos lleva por otros derroteros distintos a los de la cruda objetividad del técnico o el especialista que sabemos la ha estudiado desde su particular atalaya sea esta sociológica, estadística, antropológica, política o urbanística. El esfuerzo realizado por Ana Teresa Torres, psicóloga de profesión, dedicada a escribir y bien desde hace muchos años, esconde su particular pasión por la ciudad capital a través de sus vivencias acumuladas como habitante de ella plasmadas en un hermoso “Prólogo” salpicado de notas que a modo de pistas permiten recorrer su producción narrativa (titulado “Caracas: itinerario sentimental”), pasión que luego la extiende cuando, explorando exhaustivamente el universo de la creación literaria, nos permite, aunque sea por un momento, incursionar en el terreno de la subjetividad y la imaginación de la mano de piezas y autores que abarcan desde el siglo XVIII hasta nuestros días.

Se trata éste, pues, de un trabajo basado en una meticulosa investigación signada por la acuciosidad que brinda el rigor de quien se aproxima a un objeto de estudio  complejo, contradictorio y cambiante. El producto, dio como resultado un volumen de 597 páginas donde se dan cita 91 autores de todas las épocas cuyos textos fueron seleccionados siguiendo dos hilos conductores: la calidad literaria y el fervor por la ciudad. Los doce capítulos en los que fueron agrupados dan cuenta no tanto del peso de lo cronológico como de temas que, como bien dijo Elías Pino Iturrieta al momento de presentar el libro en la Feria del Libro del Caribe en marzo de 2016, están cargados de sensibilidad, permitiendo repasar las cercanías y alejamientos, frustraciones y regocijos, luces y oscuridades que a sus autores transmite una ciudad que “les da cobijo o los aprisiona, o no les da lo que necesitan, o les hace falta”, abriéndonos la puerta a una riquísima experiencia estética que recuerda indefectiblemente desde su título el Fervor de Buenos Aires de Jorge Luis Borges.

Aproximación al valle; La ciudad de la memoria; El paisaje, el mar, la montaña; Los barrios, las urbanizaciones, las esquinas; Calles, caminos y autopistas; Casas y mudanzas; Libros, ritos y conversaciones; Visiones y nocturnidades; Distancias, exilios y nostalgias; Estallidos, catástrofes y otras destrucciones; La ciudad dolida; y La ciudad imaginada, son los temas que a modo de excusas le sirven a Ana Teresa Torres para agrupar un diverso grupo de manifestaciones que van desde lo epistolar a lo anecdótico pasando por la poesía o el cuento breve. De más está decir que el libro ofrece tras su estructura la oportunidad al lector de entrar libremente a disfrutar de su amplio recorrido.

Leonardo Padrón al presentar por primera vez el libro el 24 de octubre de 2015 afirmaba sobre nuestra ciudad: “Caracas, la reina de la injuria y la lujuria, la entrañable y violenta, la del pasado demolido y el presente en vértigo, posee una no oficializada legión de devotos. Algunos más enfáticos que otros, más furiosos o esquivos. La hemos escrito desde el apego, la nostalgia, la desazón. La hemos inventado en crónicas, celebrado en poemas, desfragmentado en cuentos y novelas, procurado en ensayos. A Caracas también se le pinta, se le detiene en fotos, se le convierte en documental y película. Se le canta. Se le hiere y desgobierna. Caracas se derrumba un poco todos los días. Se reinventa de mes en mes. Es una mutante escenografía de cinco millones de personas que conviven en su asfalto hirviente y roto. (…) La indiferencia es su documento prohibido. Parece imposible vivirla y desechar la experiencia. Todo lo contrario. Se inmiscuye en el blanco de la página…”

Si la visión cruda de Padrón sobre Caracas puede dejarnos con un inevitable sabor a dura realidad, el monumental trabajo de Ana Teresa Torres nos transporta por sendas diferentes que, sin eludirla, bien podrían servir de sustento a su necesaria reconstrucción física y espiritual en tiempos donde la esperanza y el optimismo vuelven a formar parte de nuestra cotidianidad ante la proximidad del fin de una pesadilla que dura ya 20 años.

Por ello la interpretación que hace Rafael Castillo Zapata de Fervor de Caracas, publicada en fechas también próximas a su lanzamiento titulada “Un arca contra el diluvio”, donde relaciona la antología elaborada por Ana Teresa Torres con el libro Personajes alemanes de Walter Benjamin, puede llenarnos las alforjas del empuje y la inspiración que necesitamos en momentos como los actuales. Castillo se atreve a decir que Fervor de Caracas, y con ello cerramos esta nota: “… pertenece a esos raros libros (…) que pueden considerarse como arcas: en ellos están contenidos materiales que, tras el diluvio, pueden contribuir a restituir a la vida a una cultura arrasada por el caos provocado por los desatinos de la historia. Hace tiempo, visto el volumen del libro, su tapa dura, su longitud, pensé en él como en una tabla de salvación, un madero que podría servirnos para flotar en medio del mar enrarecido y embravecido en el que nos movemos y en el que, a juzgar por todos los indicios, seguiremos moviéndonos durante cierto tiempo aún. Pero la imagen del arca es, sin duda más hermosa y, sin duda, más justa. En el momento de peligro que hoy vivimos, el libro que Ana Teresa Torres ha compilado, puede cumplir el papel que Scholem, emocionado, le asignaba al libro de Benjamin, su amigo, cuando escribía: ‘El autor habría recogido en un libro construido como un arca, aquello que ha de ser capaz de resistir al diluvio’. Las connotaciones judías de esta imagen son más que evidentes y remiten, sin duda, al significado particular de las Escrituras sagradas. Por eso digo que, guardando todas las distancias, Fervor de Caracas puede cumplir, ahora, en este preciso instante de nuestra vivencia política contemporánea, un papel similar al que jugó el arca escrita por Benjamim, en aquel momento crucial para Alemania frente a la amenaza fascista, es decir el papel de dique de resistencia o de un instrumento de flotación. Fervor de Caracas está armado, en efecto, como un arca hecha para resistir al diluvio presente, inclemente, y al diluvio venidero, que sabemos que vendrá, pues siempre inevitablemente viene, aunque no sepamos cómo, ni cuándo ni hasta cuándo, ni de dónde ni por qué”.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

11 + L

Una antología de ensayos

Peter Eisenman

Puente editores

2017

Del Prólogo de Sanford Kwinter.

Los textos reunidos en este libro representan secciones a través de una carrera de especulación, investigación y experimentación cuya ferocidad y asunción de riesgos no tiene parangón en la historia de la arquitectura de los últimos 50 años.

Sin duda, los textos seleccionados para este volumen tienen un único foco que encaja muy bien con el de la carrera que, de algún modo, sintetizan: la dificultad y la necesidad de colocar el pensamiento arquitectónico en una plataforma formalista defendible.

Este ha sido, en suma, el Santo Grial de la obra y de los textos de Peter Eisenman. Las antologías retroactivas de textos tienen la habilidad especial de colocar un volumen de trabajo en una perspectiva específica para proporcionar ángulos de percepción no disponibles en el período en el que fue creada; ya solo por esto, estas antologías no tienen precio.

Índice

Prólogo. El texto perdido de Eisenman, por Sanford Kwinter

Introducción. Una genealogía de sistemas, por Anna Pla Catalá

11

Hacia una comprensión de la forma en arquitectura

Notas sobre la arquitectura conceptual

Del objeto a la relación [II]

Posfuncionalismo

Aspectos de la modernidad

El fin de lo clásico

La futilidad de los objetos

La arquitectura como segundo lenguaje

Las afecciones de la singularidad

El diagrama

La autonomía y la voluntad crítica

L

La ciudad de la excavación artificial

Flechas en movimiento, Eros y otros errores

Las primeras casas (I-VI)

Acontecimientos desplegados

Cartas post/eles

ACA