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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 389

Cuando se empiece a organizar una cronología de lo que han sido los concursos de arquitectura en Venezuela, primer paso de una tarea pendiente además de necesaria conducente a la elaboración de una rigurosa historia sobre el tema, la figura de Alejandro Chataing (1873-1928) emergerá, sin duda, como referencial en lo atinente a las primeras contiendas que se llevaron a cabo a finales del siglo XIX y comienzos del XX. También, corresponderá ahondar en las características y condiciones en las que se realizaron aquellos llamados dada la limitada cantidad de profesionales que se encontraban en ejercicio y al influyente peso que desde el poder, muy probablemente, fue ejercido en decisiones que giraban alrededor de los certámenes por los dos dictadores de turno: Cipriano Castro (1901-1908) y Juan Vicente Gómez (1908-1935).

1. Fotografía tomada en el patio de la Academia Militar de La Planicie durante su construcción. Alejandro Chataing aparece sentado (segundo a la izquierda) junto al Ministro de Obras Públicas R. Castillo Chapellín (sentado en el centro), otros ingenieros y maestros de obras.

El hecho es que, de acuerdo a las escuetas y muy limitadas crónicas de la época, se sabe hasta ahora que, dentro de su prolífica carrera, fueron proyectos de Chataing los declarados ganadores por la vía del concurso para el diseño de: las fachadas del Mercado Principal de San Jacinto, Caracas (1894) en colaboración con Juan Hurtado Manrique; la sede de la Academia Militar en La Planicie, Caracas (1906) en colaboración con Jesús María Rosales; la remodelación integral del Panteón Nacional, Caracas (1910); y el hotel Miramar en Macuto (1928). Todos, además, tuvieron el excepcional privilegio de haber sido construidos, siendo al segundo de ellos, cuya fotografía tomada poco después de su inauguración engalana nuestra postal del día de hoy, al que dedicaremos a continuación la nota complementaria correspondiente.

2. Dibujo de la fachada este del proyecto de Chataing y Rosales para la Academia Militar publicado en El Cojo Ilustrado del 15 de enero de 1904.

La convocatoria al concurso para el edificio que nos ocupa fue hecha el 4 de julio de 1903 (un día antes del decreto de creación de la Escuela Militar de Venezuela), su construcción concluye el 4 de abril de 1906 y se inaugura el 23 de mayo de 1908, poniéndose en marcha su funcionamiento al abrirse el primer curso de formación el 5 de julio de 1910. Concebido, por tanto, para un uso que por primera vez tenía presencia firme en el país, la programación arquitectónica es el resultado del impulso dado a la profesionalización de la milicia nacional por Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, requisito esencial que buscaba garantizar la permanencia en el poder y la eliminación del caudillismo. La obra se inicia y finaliza durante el mandato del primero y la pone en funcionamiento el segundo egresando las primeras promociones a partir de 1911.

Cabe recordar que la Academia Militar de Venezuela se funda el 3 de septiembre de 1810 sufriendo a lo largo de todo el siglo XIX los avatares de la guerra de independencia primero y de la federal después, así como diversas adscripciones y numerosos sobresaltos que impidieron su continuidad y asentamiento hasta que Castro crea, como ya dijimos, la Escuela Militar de Venezuela en 1903. Para conocer la accidentada historia de esta institución vale la pena consultar la reseña del 3 de septiembre de 2020 aparecida en http://www.cavim.com.ve.

3. Dibujo de la planta del proyecto de Chataing y Rosales para la Academia Militar publicado en El Cojo Ilustrado del 15 de enero de 1904 .

Por otra parte, El Cojo Ilustrado publicó el 15 de enero de 1904 el proyecto elaborado por Chataing y Rosales, luego de ser declarados ganadores del concurso, con el que se daría inicio a su construcción, documento que permite apreciar en detalle la magnitud de la obra. Con las limitaciones del caso, dada la naturaleza militar del edificio, las reproducciones aparecidas en la revista junto a la descripción pormenorizada de cómo programa y proyecto se conjugan, permiten apreciar a cabalidad el funcionamiento de la academia dentro del contenedor para ella concebido. También en la publicación se da cuenta del reglamento que regirá a la institución a partir del 19 de abril de 1904 cuyo objeto era “la formación de Oficiales para infantería, artillería, caballería, ingenieros y Estado Mayor del Ejército”. Además, se enumeran todas las asignaturas que serán dictadas y deben ser aprobadas por quienes aspiran a obtener los diferentes grados.

4. Izquierda: La Academia Militar en plena construcción (c. 1905). Derecha: Dos vistas lejanas del edificio en fechas próximas a su terminación.

La edificación, como ya adelantamos, fue levantada sobre la meseta de La Planicie cercana al barrio de Montepiedad (dentro de la actual parroquia 23 de enero), lugar de carácter estratégico, con vista sobre el sector suroeste de la ciudad a 981,28 metros sobre el nivel del mar y en su momento llegó a ser considerada como el centro de formación militar más grande de Latinoamérica.

Como parte de un grupo de edificios en los que según Juan Pedro Posani (Caracas a través de su arquitectura, 1969) se halla “el mejor retrato de la época”, donde “todas las modalidades del eclecticismo o del historicismo del fin de siglo se encuentran reflejadas”, la Academia Militar fue realizada en “estilo militar florentino” siguiendo la pauta de dotar a cada obra arquitectónica del estilo más apropiado de acuerdo a su uso y a la tipología a la que responde. A título complementario Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) señalará: “…su imagen es expresión ecléctica de diversos estilos arquitectónicos… y su forma, resultado de una serie de volúmenes adosados entre sí, está concebida según las categorías estéticas de la proporción, el orden y la simetría. Su planta rectangular con un gran patio central para desfiles y formaciones es característica de las edificaciones amuralladas de defensa militar”.

5. Izquierda y derecha arriba: vistas próximas de la fachada del edificio. Derecha abajo: planta

Resumidamente se puede decir que la propuesta de organización espacial parte de un doble patio alrededor del que se ubican las áreas para las actividades de instrucción militar y el cuartel propiamente dicho; mientras que las fachadas fueron resueltas siguiendo las pautas académicas para este tipo de edificación: paredes con friso almohadillado y el pórtico con cargada ornamentación inspirada en la simbología militar, remarcado por torres laterales.

Posani añadirá con relación al edificio y su arquitecto: “…en la Academia Militar de La Planicie (…), ciertos episodios internos (el patio de honor particularmente) así como la integridad de forma de las fachadas, demuestran que Alejandro Chataing (salvando todas las diferencias de situaciones) no estaba muy apartado del camino que otros arquitectos, en el mismo momento, recorrían en América Latina. En todo caso, hay que apreciar en su justo valor el esfuerzo material, intelectual y organizativo que significó el proceso de adecuación a los modelos internacionales a que fue sometida la construcción criolla, por iniciativa de Chataing”.

6. Variadas imágenes tomadas entre 1911 y 1928 del patio de la Academia Militar funcionando para diversas actividades relacionadas a su uso.

El blog Caracas en retrospectiva de María F. Sigilo en “Notas del Museo Histórico Militar” nos aporta que el “primer jefe del Cuerpo de Cadetes (de la academia) fue el coronel Samuel Mc Gill … el capitán Isaías Medina Angarita, fue comandante de este cuerpo. Había sido tradición en Caracas durante muchos años esperar las salvas del cañón que desde La Planicie anunciaba la llegada del nuevo año, así como la apertura y clausura de las sesiones del Congreso Nacional (hoy Asamblea Nacional) y conmemoración de fechas magnas de la historia patria”. Valga agregar que Mc Hill (chileno de nacimiento) quien había llegado a Venezuela en 1904, en 1910 es nombrado por Gómez instructor general del Ejército y posteriormente, jefe del Gran Estado Mayor y ese mismo año “participa en la elaboración del plan de estudios de la Escuela Militar y su reglamento interno, organiza y dirige el cuerpo de caballería denominado Escuadrón de Húsares del Centenario”, de acuerdo a la nota biográfica preparada por Marina Miliani de Mazzei publicada en el Diccionario de Historia de Venezuela (DHV) de Empresas Polar.

Pese al esfuerzo realizado y la inversión hecha el 19 de abril de 1928, el ministro de Guerra y Marina, Carlos Jiménez Rebolledo, por disposición del general Juan Vicente Gómez y en atención a la situación política del país, clausura la Escuela Militar. A partir de ese momento se registran, de nuevo, diversos cambios de sede y de denominación hasta que en 1945 el centro de formación regresó a La Planicie Cajigal en Caracas donde funcionó hasta 1949, cuando pasó a ocupar su actual sede en el Fuerte Tiuna.

7. El edificio como sede del Museo Histórico Militar.

El edificio desde el 26 de marzo de 1950 hasta el 15 de mayo de 1981, fue la sede del Ministerio de la Defensa y en 1981 se transformó en Museo Histórico Militar albergando objetos, armas, uniformes y artículos militares de los siglos XIX y XX.

Desde allí, Hugo Chávez dirigió la fallida intentona golpista del 4 de febrero de 1992. Este hecho propició que a partir de 1999, con la llegada de Chávez al poder, empezase a ser denominado el edificio como “el cuartel de la montaña” cobrando connotaciones simbólicas para el movimiento político que desde entonces gobierna el país. Definitivamente, en 2002 la antigua sede de la Academia Militar es bautizada como “Cuartel 4 de Febrero” y convertido en el Museo de la Revolución Bolivariana. Dada su excelente ubicación se trata de un inmejorable mirador desde donde se pueden observar: el parque El Calvario, el Arco de la Federación, el Palacio de Miraflores, las Torres del Silencio, el 23 de Enero, y el Observatorio Cajigal así como todo el casco central y a la distancia el desarrollo de la ciudad hacia el este.

8. «La Flor de los Cuatro Elementos»

Desde el 15 de marzo de 2013, en un improvisado escenario diseñado en el patio menor por Fruto Vivas, denominado “La Flor de los Cuatro Elementos”, se ubicó el sarcófago donde se presume se encuentran los restos de Hugo Chávez.

9. El edificio y su entorno en la actualidad.

El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, en Gaceta Oficial nº 31.641, del 26 de diciembre de 1978.

Actualmente, además, ha sido convertido en la Comandancia General de la Reserva Nacional. Se encuentra en el área conformada por el Núcleo de Desarrollo Endógeno Eje Turístico El Calvario, zona declarada Sitio de Patrimonio Histórico Cultural, según Gaceta Oficial nº 38.383 del 20 de febrero de 2006.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

1, 2 y 3. Gasparini G. y Posani J.P. Caracas a través de su arquitectura. Fundación Fina Gómez, 1969.

4. Gasparini G. y Posani J.P. Caracas a través de su arquitectura. Fundación Fina Gómez, 1969; y Venezuela Inmortal (https://www.facebook.com/lavenezuelainmortal/photos/a.192793934152881/493161280782810/?type=3)

5 y 7. ARQUITECTURARCHITECTURE. Arquitectura venezolana (http://arquitecturarchitecture.blogspot.com/2015/05/museo-historico-militar-cuartel-de-la.html); y González Viso I., Peña M.I. y Vegas F. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015 (https://guiaccs.com/obras/museo-historico-militar/)

6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; y González Viso I., Peña M.I. y Vegas F. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015 (https://guiaccs.com/obras/museo-historico-militar/)

8. ARQUITECTURARCHITECTURE. Arquitectura venezolana (http://arquitecturarchitecture.blogspot.com/2015/05/museo-historico-militar-cuartel-de-la.html)

9. Captura de Google Earth; González Viso I., Peña M.I. y Vegas F. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015 (https://guiaccs.com/obras/museo-historico-militar/); y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

¿SABÍA USTED…

… que entre 1957 y 1959 se proyecta y construye la Iglesia de La Asunción dentro la comunidad 2 de diciembre (hoy 23 de enero)?

1. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Vista exterior

Considerada por algunos como iglesia y por otros como capilla debido a sus controladas dimensiones, esta pequeña edificación se insertó como parte del centro cívico (junto al teatro y los comercios), que complementó la tercera etapa del conjunto de vivienda multifamiliar obrera de alta densidad y gran altura situado al oeste de Caracas, conocido inicialmente como Comunidad 2 de diciembre y hoy como el 23 de enero.

Proyectada por Carlos Raúl Villanueva con la estrecha colaboración de Juan Pedro Posani su singularidad dentro de la trayectoria del Maestro y la manera como es abordado y resuelto el problema arquitectónico ha hecho que esta pieza, pese a su escala, no haya pasado desapercibida por quienes se han dedicado a comentar el legado del más importante arquitecto venezolano del siglo XX.

Así, de las descripciones que se han hecho del proyecto en diversas publicaciones, llama la atención, por un lado, los señalamientos a “las cambiantes percepciones espaciales y luminosas derivadas de las diferencias entre desnudos muros rugosos y las plegaduras del techo, las múltiples entradas de luz natural y el desprejuiciado uso del concreto armado”, los cuales “traen reminiscencias del templo de Notre Dame du Haut en Ronchamp, de Le Corbusier (Beatriz Meza Suinaga en la ficha elaborada para Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje -2015-), y, por el otro, la economía de recursos, la sencillez extrema y el máximo provecho que se le sacó al partido arquitectónico asumido, cuyos antecedentes se pueden encontrar en “las pequeñas iglesias coloniales de Paraguaná y Margarita…” (Paulina Villanueva y Maciá Pintó en Carlos Raúl Villanueva -2000-).

2. Izquierda: Plano de conjunto de la Comunidad 2 de diciembre (23 de enero). Derecha: Croquis de la iglesia La Asunción (Carlos Raúl Villanueva)

Está claro que Villanueva trae a este rincón del 23 de enero todo el bagaje acumulado de su experiencia en la Ciudad Universitaria patente en su capacidad para experimentar con la forma, la envolvente y sobre todo el carácter de la cubierta, entendida esta última como oportunidad para resolver problemas funcionales, lumínicos y estructurales, sin dejar de lado aspectos simbólicos, que permiten a Paulina Villanueva y Maciá Pintó recordarnos el anteproyecto para la capilla universitaria “que tiene la misma plegadura dirigida en otro sentido” y el vasto laboratorio constructivo en que se convirtieron las pasillos cubiertos.

3. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Arriba y abajo izquierda: El espacio interior. Abajo derecha: Vista exterior del camapanario

Pero es quizás el espacio y su tratamiento el tema que con mayor maestría está trabajado en esta obra en virtud del dramatismo que inspira, muy asociado al uso al que está destinada. De esta manera, si Sibyl Moholy-Nagy en Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela (1964) encuentra en la circunstancia de que está dedicada a la Asunción de la Virgen el detonante que hace que en el interior se perciba, con la complicidad de la cubierta en zig-zag, una escala ascendente desde la entrada hacia el altar (que alcanza los 24 metros de altura), no es menos cierto que la forma adoptada para trazar la planta de una sola nave, ideada para generar tensión entre las paredes laterales convergentes hacia el altar, es el otro componente que acude en auxilio del ambiente pleno de teatralidad barroca que se percibe, donde la luz natural trabajada de diversas maneras se apodera del protagonismo. La historiadora y crítica de origen alemán lo expresará así: “El diseño dio enfática importancia a las variaciones de la luz natural, comenzando con un angosto vestíbulo casi a oscuras abierto hacia el baptisterio que debe recibir a numerosos grupos familiares asistentes a los actos religiosos. Desde este amplio espacio, la nave se angosta gradualmente más y más a cada paso.  En el lado este y por encima del altar principal todas las fuentes visibles de luz desaparecen y una luz indirecta desciende por los muros de concreto tal y como las ocultas fuentes de luz articulaban el interior de las capillas barrocas”. En pocas palabras, como aseverarán Paulina Villanueva y Maciá Pintó se establece “un doble juego: se entra por un espacio ancho y bajo para finalizar en un espacio estrecho y alto”.

4. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Planta y corte
5. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Vista exterior

Implantada de forma tal que no se vea afectada por la volumetría de los superbloques que la acompañan, la Iglesia de La Asunción contiene todos los elementos característicos del uso al que está destinada: un baptisterio a la entrada y un coro sobre ella ocupando una mezzanina, confesionarios, nichos en los que se resuelven pequeñas capillas y sacristía, elementos estos últimos que se adosan con aleatoriedad a la planta cuasi triangular cuyo eje central de simetría demarca el trayecto desde el acceso al altar.

Descripciones aparte, también resulta cuando menos curioso que Carlos Raúl Villanueva se haya hecho acompañar para el desarrollo del proyecto de esta edificación, si se quiere excepcional en su trayectoria, de su colaborador y mano derecha en la realización de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC), Juan Pedro Posani, y no de quienes aparecen junto a él como realizadores del complejo habitacional: José Hoffman y José Manuel Mijares. También de que, a diferencia de lo ocurrido en la CUC, Villanueva haya reconocido la importante participación de Posani en esta obra ubicada en la etapa final de la realización del campus universitario, preámbulo de un período donde decrecerá significativamente su actividad con el advenimiento de la democracia.

6. Carlos Raúl Villanueva y Juan Pedro Posani a finales de los años cincuenta, trabajando en la Ciudad Universitaria de Caracas

Posani, quien desde agosto de 2018 tiene un blog que ha titulado “El viejito inquieto” y que subtitula “Un blog por el ostracismo de las ideas negativas, pero también muy realista” (https://juanpedroposani.wordpress.com/), donde se identifica a sus 88 años como “arquitecto moderno y testarudo”, ha ido sacando poco a poco a la luz pública su hasta ahora velada y particular relación con Villanueva en lo relativo a su mutua dependencia intelectual y profesional, vital, hasta el punto de dejar varias anécdotas y algunos testimonios.

En su ultima entrega del 9 de agosto, en la que insiste en su papel de “ghost-writer de CRV”, al referirse a la autoría de la frase “El arquitecto es un intelectual, por formación y función. Debe ser un técnico, para poder realizar sus sueños de intelectual. Si tales sueños resultan particularmente ricos, vivos y poético, quiere decir que a veces puede ser también un artista”, lanza al aire lo siguiente: “… por muchos años mi trabajo al lado del maestro, fue ser su traductor, de sus dibujos, croquis y que el 90% de sus escritos han sido redactados por mí, en mi papel de ‘ghost-writer’ ¿Por qué el maestro nunca habló de esa o de otras colaboraciones…? Es un pequeño misterio que tal vez habría que estudiar. Por qué, por ejemplo, tampoco nunca mencionó al papel de un arquitecto tan bueno y con hasta dos interesantes edificios en la Ciudad Universitaria, como fue Gorka Dorronsoro. En mi caso, lo hizo únicamente con la iglesia del 23 de Enero”. El repaso de la relación Villanueva-Posani a través del blog autobiográfico que éste ultimo ha venido realizando puede ser objeto de otra nota en otro momento. Sin embargo, queda abierta la duda acerca de hasta dónde llegó su participación en la Iglesia de La Asunción (“puro espacio, verdadero y sin afectaciones; un ráfaga de aire desplegando la cubierta al cielo” como dirán Paulina Villanueva y Maciá Pintó) en medio de la creciente simbiosis que con el tiempo se fue creando entre maestro y discípulo. Si la frase mencionada que define al arquitecto “fue pensada, escrita y redactada por ese muchacho, Juan Pedro Posani, así eran las cosas, y así fue, tal vez ayude a entender mejor lo complejo de la vida y a precisar el recorrido de cada quien. Eso no le quita nada a Villanueva. Tan solo ayuda a entender lo que cada quien ha hecho en la vida”.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. http://guiaccs.com/obras/iglesia-la-asuncion/

2 izquierda. http://guiaccs.com/obras/comunidad-23-de-enero/

2 derecha, 3 arriba derecha y 5. Paulina Villanueva y Maciá Pinto. Carlos Raúl Villanueva, 2000

3 arriba izquierda. https://www.flickr.com/photos/juliocesarmesa/14134004561/

3 abajo. Sibyl Moholy-Nagy. Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela, 1964

4. Galería de Arte Nacional. Carlos Raúl Villanueva. Un moderno en sudamérica, 2000

6. https://www.arquine.com/juan-pedro-posani-1931-2020/

CARLOS RAÚL VILLANUEVA EN CALI

1. Vista exterior del bloque del 23 de enero construido en Cali

A poco que uno se pregunta cuántos edificios proyectó Carlos Raúl Villanueva para ser realizados fuera de Venezuela y, acto seguido, acude a los textos publicados, investigaciones hechas y páginas dedicadas a recopilar su obra, encuentra que con el pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de París de 1937 (autoría compartida con Luis Malaussena), el pabellón venezolano para la Exposición Universal de Montreal de 1967 y la Casa del Estudiante de la Ciudad Universitaria de París (1969), encargada por la Fundación Fina Gómez (en la que contó con la colaboración de Juan Pedro Posani), la lista se agota.
Pero cuando se reconoce que de esa corta enumeración los dos pabellones fueron desmantelados y la Casa del Estudiante sólo alcanzó el nivel de anteproyecto, se llega rápidamente a la conclusión de que la obra construida de Villanueva no sobrepasó el ámbito local, más allá de la trascendencia universal que todos sabemos ha alcanzado.

2. Ubicacuón del bloque en la ciudad de Cali

Sin embargo, luce llamativo el poder constatar cómo en el portal del IDESC (siglas de Infraestructura de Datos Espaciales de Santiago de Cali), dependiente del Departamento Administrativo de Planeación Municipal de la capital del Valle del Cauca (tercera ciudad más poblada de Colombia), se encuentra rigurosamente catalogado como “Bien Inmueble de Interés Cultural” (Fichado como BIC N-13), propuesto a ser elevado a «Bien de Interés Nacional nivel 1 Conservación Integral», el “Edificio Venezolano”, “Autores: Carlos Raúl Villanueva y conjunto de arquitectos Banco Obrero de Venezuela ((José Manuel) Mijares, (José) Hoffman y (Carlos) Brando). Fecha 1956”, terminado de construir en 1957.
En medio de la magnitud de la tragedia conocida como “La Explosión de Cali”, la donación del gobierno venezolano (presidido por Marcos Pérez Jiménez) al colombiano (que tenía al frente al también dictador Gustavo Rojas Pinilla), del proyecto completo del superbloque que se repitió entre 1955 y 1957 hasta un total de 38 veces (7 de ellos dobles y 7 triples) en las tres etapas en que se dividió la construcción del conjunto 2 de diciembre (hoy 23 de enero) en Caracas, quizás haya pasado a un segundo plano sin que por ello dejara de ser reconocida y reseñada ampliamente por la prensa colombiana de la época, resaltando la importante muestra de solidaridad y generosidad así expresada.

3. Imagen de lo que se conoció como «La Explosión de Cali» ocurrida el 7 de agosto de 1956

Vale la pena recordar que «La Explosión de Cali», accidente que ocupa un lugar preeminente entre los acontecidos en Colombia a lo largo de su historia, ocurrió el 7 de agosto de 1956 y fue provocado por la detonación de siete camiones del ejército cargados con 1053 cajas de dinamita (que se emplearían en la construcción de carreteras en el departamento de Cundinamarca), aparcados en la antigua Estación del Ferrocarril del Pacífico (luego de haber sido movidos desde el Batallón Pichincha), destruyendo al explotar 41 manzanas y dejando un cráter de 50 metros de ancho por 25 metros de profundidad. La onda expansiva acabó con las edificaciones, casas y negocios existentes, y con las vidas de aproximadamente 4000 personas, dejando heridas a 12000 más. Seis barrios (que al día de hoy existen) fueron afectados: San Nicolás, El Porvenir, El Hoyo, El Piloto, Fátima y Jorge Isaacs.
Así, el bloque conocido como “República de Venezuela” (fichado, como ya se dijo, bajo el nombre de “Edificio Venezolano”), de 15 pisos de alto, con 11.911 m2 de construcción y 140 apartamentos; clasificado entre los denominados “tipo A” dentro de las dos variantes que existen en el conjunto caraqueño donde se origina, con 10 apartamentos por planta de variable número de habitaciones y con paradas de ascensor cada cuatro pisos que se combinan con un sistema interno de escaleras; ubicado en la avenida número 33, Calle 6 #3a6, en un terreno de 40.000 m2 donado por el médico venezolano residenciado Adolfo Bueno Madrid (extensión que formaba parte de su hacienda “La Flora”), contribuyó significativamente a la reubicación de cerca de 900 afectados por la tragedia. También se convirtió en “el primer ejemplo importante de arquitectura moderna en el campo de la vivienda colectiva en la ciudad” de Cali mostrándole a los que lo ocuparon una manera de vivir muy diferente a la que estaban acostumbrados.

4. El bloque visto a la distancia en su emplazamiento

El emplazamiento del edificio, aislado y posado sobre una generosa superficie predominantemente verde, permite apreciarlo flotando dejando la planta baja libre sin impedir que el espacio circundante fluya recordándonos su parentesco (aunque sea algo lejano) con las unidades de habitación de Le Corbusier. Está complementado funcionalmente por un pequeño centro comercial y una capilla que lleva por nombre “Nuestra Señora de Coromoto”. Su condición laminar, acompañada de una eficiente estructura en concreto armado, tabiquería de bloques de cemento y carpintería metálica modular, asoman algunos de los aspectos que permitieron su construcción (1957) en tiempo récord (menos 6 meses) para asombro de los habitantes de la aún provinciana ciudad capital del Departamento del Valle del Cauca.

5. Plantas
6. Fachadas
7. Vistas cercanas del edificio.


Tal y como ocurrió con sus clones caraqueños, el edificio estuvo pintado con base en la misma composición de colores prefigurada por el artista plástico venezolano Mateo Manaure, la cual con el pasar del tiempo no fue repuesta mostrando en la actualidad una austera condición monocromática.
Si bien el indagar acerca del por qué esta obra no se ha catalogado aún dentro de la trayectoria de Villanueva puede dar pie a un sinfín de conjeturas y a manifestaciones del tipo “ya lo sabíamos, pero…”, lo cierto es que, sin pretender asumir un rol que no nos corresponde, creemos que es hora de que se le preste atención en vista de la copiosa documentación existente y a su condición de pieza única. Ello permitiría, incluso, dar veracidad a la información que se maneja de que el bloque construido en Cali corresponde al nº 8 del 23 de enero, ya que hay quienes afirman que la numeración de dichos edificios dentro de la populosa parroquia caraqueña pasa sin solución de continuidad del 7 al 9, pudiéndose así ir de la leyenda urbana a la información veraz y rigurosa.
Para empezar invitamos, como ya nosotros lo hemos hecho, a descargar el documento idesc.cali.gov.co/download/bic_2014/BICN-13.pdf. Luego, presumimos, se empezará a asomar entre los estudiosos el desarrollo de un trabajo que, con las acotaciones del caso, ojalá salde una deuda pendiente.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. Colección Crono Arquitectura Venezuela

2. http://idesc.cali.gov.co/download/bic_2014/BICN-13.pdf

3. https://latam.historyplay.tv/hoy-en-la-historia/explosion-de-cali

4. https://www.aporrea.org/venezuelaexterior/n303499.html

5 y 7. Edificio Venezolano, Cali, 1957 (https://www.youtube.com/watch?v=BnLlElEY474)

6. Villanueva P. y Pintó M.; Carlos Raúl Villanueva, 2000

1955• Se inaugura el Conjunto Residencial 2 de Diciembre (hoy 23 de Enero)

 

Conjunto residencial 2 de diciembre.jpg

1955•  El 2 de diciembre se inaugura el proyecto de vivienda que cambio la fisonomía de ese entonces de la ciudad de Caracas, el Conjunto Residencial 2 de Diciembre (llamado hoy 23 de Enero), realizado por los arquitectos Carlos Raúl Villanueva, José Manuel Mijares, José Hoffman y Carlos Brando. Es ésta una de las obras más importantes de las construidas por el Banco Obrero, y formaba parte del plan del Instituto con el objetivo de erradicar totalmente los tugurios en el área metropolitana de Caracas.
En primer lugar se llevó a cabo un estudio exhaustivo de las condiciones económico-sociales de los habitantes de estas zonas, el cual estaba integrado en el Estudio Preliminar del Cerro Piloto, y después se procedió a la planificación de los conjuntos residenciales que habrían de sustituir aquellos tugurios. La Comunidad 2 de Diciembre se encuentra en un sector con una topografía accidentada, lo que fue un factor determinante en su diseño, que hizo necesaria la zonificación a base de terrazas, en las cuales se procuró formar grupos vecinales. La totalidad del Conjunto estaba conformado por tres grandes grupos vecinales, los cuales conformaban cada una de las etapas del proyecto: la primera etapa, Sector Este, que se finalizó en el año de 1955; la segunda, Sector Centro, terminado en el año 1956; y la tercera etapa, Sector Oeste, en el año de 1957. En cada uno de estos grupos vecinales se previó la construcción de un centro cívico vecinal, además de un centro comunal para todo el Conjunto que serviría también a las zonas circunvecinas. Los taludes entre las terrazas se reforestaron y junto con el parque situado en la parte alta de la colina formaban la zona verde de la comunidad.

HVH