Archivo de la categoría: Concursos de arquitectura en Venezuela

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 453

En nuestro interés por ir reconstruyendo una cronología de los concursos de arquitectura realizados en Venezuela a lo largo del siglo XX, nos hemos topado con un caso que desconocíamos y del que, luego de intentar documentar con suficiente consistencia, debemos reconocer que nos hemos quedado cortos en el intento.

Se trata de la sede del Ilustre Colegio de Abogados de Caracas (hoy Colegio de Abogados del Distrito Capital) ubicado en la avenida José Antonio Páez de El Paraíso frente al Instituto Pedagógico de Caracas.

Sea como sea, quizás valga la pena recordar que, aunque el ejercicio del derecho en nuestro país se remonta a la época de la colonia, fue muy lento el proceso transcurrido entre el momento que comenzó a ser necesaria la presencia de hombres versados en leyes y la creación, establecimiento y difusión de Audiencias y Cancillerías Reales, a las cuales pudieran recurrir las partes en apelación cuando se sintieran lesionadas por sentencias y disposiciones de los alcaldes o corregidores.

1. Vista del Palacio de la Real Audiencia de Santo Domingo, también conocido como el Museo de las Casas Reales, en la Ciudad Colonial, en Santo Domingo, República Dominicana.

Si bien la autorización para ejercer el derecho en América se inicia a partir de la creación en las Indias de los Tribunales denominados Reales Audiencias (siendo pionera la Real Audiencia de Santo Domingo abierta en 1511 a la que siguieron la de México en 1527, la de Panamá en 1527, la de Lima en 1542, la de Santa Fe en 1549), y que la primera universidad en otorgar títulos académicos de abogados fue la establecida también en Santo Domingo en 1538, en Caracas hubo que esperar hasta la transformación del Colegio-Seminario de Santa Rosa de Lima en la Universidad Real y Pontificia de Caracas el 22 de diciembre de 1721 para que comenzara a dictarse formalmente la carrera de derecho canónico junto a filosofía, teología y medicina siendo la de Leyes una de las nueve Cátedras con las cuales la Universidad comenzó a funcionar. Sin embargo, hay que precisar que con la apertura el 16 de agosto de 1716 de una Cátedra de Instituta o Leyes en el propio Seminario de Santa Rosa de Lima bajo la dirección del licenciado Antonio Álvarez de Abreu ya se había dado el primer paso para instruir a los jóvenes del país en el conocimiento jurídico.

2. Palacio Municipal de Monjas a San Francisco. Postal circa 1930. Lugar donde estuvo ubicado el Colegio-Seminario de Santa Rosa de Lima.

Por otro lado, dado que la creación de la Real Audiencia de Caracas no se produjo hasta 1786 (nueve años después de la creación de la Capitanía General de Venezuela), los primeros abogados obtuvieron su licencia para ejercer en Santo Domingo y de Santa Fe, principalmente, por ser las instituciones más cercanas.

3. Retrato de Antonio José Álvarez de Abreu, atribuido a Antonio González Ruiz. Museo de Parthenay (Francia).

Con respecto al momento en que los profesionales del derecho se empiezan a establecer como gremio, la referencia que se tiene remite a 1788 como el año cuando se instaló el Colegio de Abogados de Caracas, tras la necesidad de una organización que representara a los juristas en Venezuela y facilitara la administración de justicia, existiendo ya para entonces un buen número de profesionales ejercían su labor en las luchas tribunalicias tanto en la capital como en el interior de la Capitanía General, algunos de ellos, inclusive, formando parte del cuerpo docente de la ya mencionada universidad.

4. Miguel José Sanz (1756-1814). Abogado, político y periodista venezolano considerado una de las figuras influyentes en los inicios del proceso de la independencia de Venezuela. Entre 1790 y 1793 fue secretario y decano del Colegio de Abogados de Caracas.

Luego, de acuerdo con el texto titulado “El Colegio de Abogados Historia en Venezuela” (https://es.scribd.com/document/654058535/EL-COLEGIO-DE-ABOGADOS-HISTORIA-EN-VENEZUELA), “el año de 1797, a raíz del abortado movimiento revolucionario de Gual y España, se forma la Compañía de Abogados y Pasantes que se ejercitaban en la Plazuela de San Jacinto para defender al régimen colonial de España. Y era común mirar a aquellos personajes -ya maduros- como Francisco Espejo, Tomas Hernández Sanabria, Juan Agustín Arnal, el Doctor Agustín de la Torre, notable jurista y rector de la Universidad, dirigirse al sitio de reunión con su fusil al hombro y espada de mano, acompañados por un esclavo ‘de a pie’”.

5. Esquina de Las Monjas vista desde la Plaza Bolívar en Caracas. Fotografía tomada a comienzos del siglo XX.

Durante muchísimos años, el Ilustre Colegio de Abogados de Caracas careció de sede propia. “En la época colonial las reuniones se efectuaban en la casa de habitación de los señores Decanos. En el siglo XIX, en plena era republicana, tenían lugar en diferentes sitios. (…) Cuando a principios de la pasada centuria el gobierno del General Cipriano Castro construyó en la esquina de Las Monjas un edificio para sede de los Tribunales, llamado por ello entonces Palacio de Justicia, y es hoy dependencias del que fuera el Consejo Municipal del Distrito Federal, allí se le dio al Colegio de Abogados un salón en el cual funcionó hasta 1928. A partir de ese año, por cuestiones políticas, la Institución permaneció inactiva, hasta el año de 1936”, cuando reinició sus labores en el mismo local.

La creación de nuevos Tribunales y la necesidad de espacio en aquella sede llevó a desplazar la sede del Colegio a diversas casas tomadas en arrendamiento: “primero una entre las Esquinas de San Francisco y Pajaritos y luego otra entre las Esquinas de Salvador de León y Socarrás, donde más tarde se construyó la sede de lo que fue el Banco Agrícola y Pecuario. Entre tanto, los Doctores Alonso Calatrava, Numa Quevedo y Carlos Eduardo Stolk, cuando respectivamente ejercieron la Presidencia del cuerpo, lograron éxito en las gestiones realizadas en el sentido de conseguir sede propia para la Corporación”.

6. Aspecto que presentaba la esquina de Piñango en la parroquia Catedral, a fines de los años 40’s.

Las gestiones cristalizan cuando en 1939 el Gobierno Nacional, presidido entonces por el General Eleazar López Contreras, donó al Colegio una casa situada en Caracas, entre las esquinas de Piñango y Llaguno (sobre la avenida Norte 6), dedicándose las Juntas Directivas de turno a recolectar fondos entre los asociados para iniciar la construcción del anhelado edificio.

7. Detalle del «Plano de Caracas y sus alrededores» de 1946 publicado por ESSO donde el punto azul indica la ubicación del terreno donado para la construcción del Colegio de Abogados.

Finalmente, a instancias del Dr. César González, el Gobierno Nacional, presidido por el General Isaías Medina Angarita, donó al Colegio un terreno situado en la prestigiosa urbanización El Paraíso sobre la avenida José Antonio Páez muy cercano al Hipódromo (inaugurado en 1908), al Liceo Caracas (Cipriano Domínguez, 1936-1939) y la sede de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales (1931) y donde también ya habían sido construidos como sedes sociales el Club Paraíso (Alfredo Jahn López, 1921-1928) y el Club Venezolano Alemán (Carlos Guinand Sandoz, 1935). El Gobierno además “autorizó la venta de la casa donada por el Gobierno del General López Contreras, con facultad para invertir el producto de esa venta en la edificación de referencia. Encaminada la operación, se logró el precio de noventa mil bolívares. (Bs. 90.000,00)”.

8. Dos vistas de la fachada del edificio del Colegio de Abogados de Caracas en la actualidad.
9. Izquierda: escultura de Miguel José Sanz (1756-1814) realizada por Pietro Ceccarelli. Derecha: Busto de Cristóbal Mendoza, abogado y primer presidente de Venezuela.

Es justamente en el documento que hemos consultado a través de internet donde se destaca que con el dinero obtenido la Junta Directiva elegida en 1942 toma la iniciativa de llevar adelante la realización del proyecto a construirse en El Paraíso, para lo cual “abrieron un certamen entre los ingenieros y arquitectos del país, el cual fue ganado por el Arquitecto Doctor Camilo Arcaya. Procediéndose luego a la colocación de la primera piedra y a dar comienzo a la obra bajo la dirección del dicho Dr. Arcaya”.

10. Acceso y hall de llegada del edificio sede del Colegio de Abogados de Caracas.

La propuesta de Arcaya consistió en desarrollar una sobria edificación de una planta cuyo limpio frente hacia la avenida Páez, en el que destaca el acceso y junto a él una escultura del destacado jurista Miguel José Sanz (1756-1814) realizada por Pietro Ceccarelli y un busto de Cristóbal Mendoza (también abogado y Primer Presidente de Venezuela), fue resuelto adoptando con sobriedad un lenguaje que remite al clasicismo usualmente utilizado en edificaciones que han fungido de sedes de instituciones ligadas a la impartición justicia. El programa contemplaría la presencia de las oficinas del gremio, un auditorio, áreas reuniones y una zona recreativa con sus respectivos servicios que cubriría las necesidades propias de un club social.

11. Edificio sede del Colegio de Abogados de Caracas. Auditorio.

De resto, como ya insinuáramos al comienzo de la nota, no poseemos más información sobre los entretelones del Concurso (jurado, participantes, plazos, etc.). Sólo sabemos que el edificio se concluyó en 1945 y que “la obra costó la cantidad de ciento ochenta y nueve mil quinientos ochenta y tres bolívares con ochenta céntimos de bolívar (Bs. 189.583,80) incluido el mobiliario nuevo. Tal precio se cubrió con los noventa mil bolívares, producto de la venta de la casa situada de Piñango a Llaguno; con las contribuciones extraordinarias de varios miembros del Colegio; y con setenta mil bolívares obtenidos en calidad de préstamo de la Compañía Anónima de Seguros ‘La Nacional’, gracias a las gestiones realizadas por los miembros de la Junta Directiva de entonces a través del Doctor Néstor Luis Pérez”.

También hemos conocido que “el acto de inauguración del inmueble y de la toma de posesión de la nueva Junta Directiva tuvo lugar el 30 de diciembre de 1945, a las once de la mañana”.

12. Edificio sede del Colegio de Abogados de Caracas. Vistas de las áreas recreativas.

Pasaría de esta manera a tener el tercer más influyente gremio su propia sede luego de que se construyera entre 1939 y 1941 la del Colegio de Ingenieros de Venezuela en el sector Santa Rosa aledaño al parque Los Caobos (ganado también por concurso y proyectado por Luis Eduardo Chataing), siendo seguida por la del Colegio de Médicos del Distrito Federal sobre la Plaza Las Tres Gracias en 1956 diseño de Diego Carbonell.

13. Camilo Arcaya como presidente del CSB y José Antonio Ron Pedrique como director técnico. Proyecto de Centro Cívico para la Avenida Bolívar de Caracas. Centro Simón Bolívar. Desarrollo integral. Plan de obras y financiamiento, Caracas, 1961.

En cuanto al ingeniero venezolano Camilo Arcaya, ganador del concurso y proyectista de la sede del Ilustre Colegio de Abogados de Caracas, sabemos que destacó principalmente por su papel como presidente del Centro Simón Bolívar (CSB) dentro de la Junta Directiva nombrada en 1959. Durante su gestión se decidió constituir una Comisión de Estudio integrada por calificados ingenieros, arquitectos y economistas, que se abocaron a realizar los estudios necesarios para determinar el uso racional de las áreas que componían el acervo de la Compañía ubicadas sobre el eje de la avenida Bolívar. Resultado de ello fue la presentación pública el mes de enero de 1961 por parte de Arcaya y del arquitecto José Antonio Ron Pedrique (director técnico del CSB y coordinador de un amplio equipo interdisciplinario) de la propuesta que sirvió de base para la elaboración del Proyecto Definitivo del Centro Cívico de Caracas.

14. Izquierda: La avenida José Antonio Páez frente al edificio del Colegio de Abogados. Derecha: Vista del Instituto Pedagógico de Caracas desde el edificio del Colegio de Abogados.
15. Entorno actual y localización del edificio del Colegio de Abogados.

Desde su puesta en servicio hasta nuestros días el entorno donde se construyó en 1945 la sede del Colegio de Abogados ha sufrido severas transformaciones, principalmente a raíz de la construcción del ramal norte sur del distribuidor La Araña que conduce al Cementerio y El Valle. La ampliación del Instituto Pedagógico de Caracas y su conversión en Universidad Pedagógica Experimental Libertador, importante vecino ubicado frente a la obra que nos ha ocupado, es sin duda una dramática representación del nefasto efecto producido por la autopista sobre la zona donde el sencillo y severo edificio del Colegio de Abogados, con modestia, puede considerarse como referencia.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Globovisión (https://globovision.com/article/colegio-de-abogados-de-caracas-reconocio-la-trayectoria-de-sus-agremiados)

1. La América Española (https://laamericaespanyola.com/2019/06/25/reales-audiencias-americanas/)

2. REDpatrimonio.VE (https://www.redpatrimonio-ve.com/forum/publicaciones/la-capilla-del-antiguo-seminario-de-santa-rosa-de-lima-de-caracas-vientre-bendito-de-la-patria)

3. Wikipedia. Antonio José Álvarez de Abreu (https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Jos%C3%A9_%C3%81lvarez_de_Abreu)

4. Cámara de Caracas (https://camaradecaracas.com/la-camara-caracas-y-sus-historias/por-aqui-pasaron/sanz-el-licurgo-venezolano/)

5. @micaracasantigua (https://www.instagram.com/p/CdSB0t9tjhg/)

6. La Caracas Inolvidable (https://www.facebook.com/groups/586879391415561/posts/4966984890071634/)

7. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

8 y 9. @elgallego33 (https://www.instagram.com/p/DLP352Lsh60/?img_index=1)

10, 11 y 12. @ilustrecolegioabogadoscaracas

13. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y Entre lo cierto y lo verdadero (https://oscartenreiro.com/2013/12/28/una-pequena-historia-necesaria-ii/)

14. Ilustre Colegio de Abogados de Caracas (https://www.google.com/maps/place/Ilustre+Colegio+de+Abogados+de+Caracas/)

15. Capturas de Google Earth

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 421

Cuando esta página transitaba su primer año de circulación, publicamos en dos números consecutivos, el 33 y el 34 del 25 de junio y el 2 de julio de 2007, respectivamente, un artículo dividido en dos entregas titulado “Los avatares de la más descuidada entre las más importantes esquinas del país”. Allí nos dedicamos a construir una breve cronología que daba cuenta de la evolución que a través del tiempo había acompañado el destino del frente norte de la Plaza Bolívar de Caracas en general, y del terreno ubicado en el cuadrante noroeste de la esquina de La Torre (diagonal a la Catedral) en particular.

1. Primer plano de Santiago de León de Caracas, 1578. Detalle del centro fundacional

Comentábamos entonces cómo desde el propio plano fundacional de la capital de la República ordenado por el gobernador Juan de Pimentel en 1578, dibujado por Antonio Muñoz Ruiz, se estableció la división de las manzanas en cuatro partes señalándose con las palabras “casas cabildo” y “casa” los usos destinados a los lotes al norte de la entonces Plaza Mayor, cosa que aconteció durante toda la colonia y casi todo el siglo XIX con la sutil diferencia de que las llamadas “casas cabildo” serían identificadas como “casa para autoridades” en el plano de 1810 y el terreno luego sería ocupado por la Oficina de Telégrafo Nacional (o Casa de Correos).

2. Vista de la antigua Plaza Mayor de Caracas hacia la esquina de Principal después de la demolición de las arcadas que la habían convertido en la Plaza del Mercado. Circa 1866. De frente se observa el edificio de dos plantas donde funcionaba la Oficina de Telégrafo Nacional (o Casa de Correos).
3. Vista de la antigua Plaza Mayor de Caracas hacia la esquina de La Torre después de la demolición de las arcadas que la habían convertido en la Plaza del Mercado. Circa 1866. A la izquierda la casona que ocupaba el cuadrante noroeste de la esquina.

Algunas fotografías cercanas a 1866, momento en el que se estaba ultimando la demolición de las arcadas del mercado colonial construido en 1755 por el gobernador Felipe Ricardos, testimonian la presencia al oeste del frente norte de la Plaza de Armas o Plaza del Mercado (próxima a convertirse en Plaza Bolívar) en el medio cuadrante correspondiente a la esquina de Principal, justamente de la edificación de dos plantas donde funcionaba la Oficina de Telégrafo; y hacia el este (en el medio cuadrante correspondiente a la esquina de La Torre) de la vivienda de una planta que lo ocupaba.

4. Izquierda: Museo de Historia Natural (1899) que luego hospedó a la Biblioteca Nacional (1903) y al Museo Bolivariano -o Boliviano- (1911). Arquitecto Alejandro Chataing. Derecha: El Gran Hotel Klindt, Esquina de La Torre, Caracas. Circa 1908.

Decíamos, también, que no será sino hasta el último lustro del siglo XIX cuando se producirían las primeras acciones tendientes a dignificar la mencionada fachada norte de la Plaza Bolívar. En 1899, en un segmento del frente asociado a la esquina de Principal, Alejandro Chataing diseñaría un pequeño, ecléctico y recargado edificio destinado a albergar el Museo de Historia Natural que luego hospedó a la Biblioteca Nacional (1903) y al Museo Bolivariano -o Boliviano- (1911), y que posteriormente fue usado, demostrando una flexibilidad muy lejana a su talante, como sede de la Prefectura de Caracas dependiente de la Gobernación del Distrito Federal (hoy ocupado por el “Gobierno del Distrito Capital”). Se producía así, sin ningún tipo de consideración histórica, la primera fragmentación del solar fundacional destinado a las “casas cabildo” de manos, casualmente, de un ente público.

Un poco antes, en 1895, ocupando el cuadrante noroeste correspondiente a la esquina de La Torre, en claro gesto de respeto por mantener la continuidad de la fachada, se había construido el Gran Hotel Venezuela que en 1906 se reacondicionó, cambió de dueño y pasó a denominarse Hotel Klindt.

5. Izquierda: Propuesta del edificio de la Gobernación de Caracas que ocuparía todo el frente norte de la Plaza Bolívar. Gustavo Wallis en colaboración con los arquitectos franceses Lahalle y Levard. 1933. Derecha: Palacio de la Gobernación de Caracas. Esquina de Principal. Gustavo Wallis, 1935.

Será en 1933, al decretarse la construcción del Palacio de la Gobernación de Caracas (proyecto de Gustavo Wallis en colaboración con los arquitectos franceses Lahalle y Levard, cuya construcción finaliza en 1935), que se demolerá lo que quedaba del mutilado edificio que albergó la Oficina de Telégrafo Nacional, y se completará el fragmento restante correspondiente a la esquina de Principal con un uso que pareciera tener visos de reivindicación histórica. Para reforzar esa apreciación valga añadir que el mencionado decreto sentaba las pautas no sólo de la construcción del Palacio sino de las cuadras adyacentes a la Plaza Bolívar, normativa que no se cumplió a cabalidad pero que, sin embargo, se ve plasmada en el dibujo de lo que sería la fachada entera al norte de la Plaza Bolívar, demostración (más allá de su marcado academicismo) de una intervención integral que preveía recuperar la dignidad y unidad que dicho frente debía tener. Para lograrlo se proponía eliminar el edificio de Chataing y el del Gran Hotel Venezuela en pro de un desarrollo que otorgaba al gobierno de la capital un estatus que hasta entonces no había poseído.

Poco antes del plan de Wallis, Lahalle y Levard, en 1931, 4 años después de la muerte de su propietario, el edificio del Hotel Klindt es vendido y remodelado para ser utilizado para oficinas, cambiando su nombre por el de Edificio Washington, el cual sería finalmente derribado en 1957 (a las puertas del inicio del período democrático), con el objetivo de construir un inmueble que complementase el funcionamiento de la Gobernación del Distrito Federal.

6. Proyecto del edificio Washington, Esquina de La Torre, Plaza Bolívar Caracas. 1957. Tomás José Sanabria. Izquierda: Fachada sur. Derecha: Perspectiva.

Es así como, asociado al derribamiento del mencionado edificio Washington, la primera propuesta de la que tenemos registro para el solar en cuestión es la que Tomás José Sanabria elabora justo con ese mismo nombre el mismo año en que el vacío se instala allí (1957). Sanabria diseña una torre de oficinas de veinte pisos, con planta baja libre a doble altura, fachada uniforme trabajada considerando la incidencia del sol y aislada dentro del terreno, que sin duda traduce una clara omisión de las variables contextuales imperantes: por un lado, suma un espacio público que no se sabe si la Plaza Bolívar agradecería y, por el otro, compite y opaca a la Torre de la Catedral, elemento que desde la colonia ha sido el protagonista de la esquina que lleva su nombre.

7. Izquierda: Vista de la Catedral y la esquina de La Torre, Plaza Bolívar, Caracas, 1967. Derecha: Vista aérea de la Plaza Bolívar de Caracas donde se puede apreciar el vacío objeto del concurso.

Aunque al día de hoy nos ha sido imposible determinar a quien correspondía la tenencia del terreno, habida cuenta de que el edificio Washington pertenecía a un particular y no sabemos si su demolición ya insinuaba un cambio de dueño, la convocatoria al Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal (1981), cuya propuesta ganadora ilustra nuestra postal del día de hoy, marca un segundo momento de una saga de espasmódicas preocupaciones y subsiguientes frustraciones por atender la esquina de La Torre. Ahora será la presencia de un ente público de jerarquía dentro de la ciudad el que daba muestras, no sólo de ser el propietario del solar, sino de asumir la responsabilidad de atender el problema urbano allí existente. Para el momento se encontraba ocupando el valioso terreno un pequeño domo colocado allí por la propia Gobernación para publicitar su gestión dentro de la ciudad.

8. Croquis conceptuales elaborados por los arquitectos Daniel Betti, Raúl Grioni y Javier Usarraga para la propuesta ganadora del Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981.
9. Boceto que muestra la vista de la propuesta ganadora del concurso desde la Plaza Bolívar.

Este concurso, que se convoca pocos meses después de otro que tuvo gran repercusión a nivel del gremio a escala nacional (el de la Catedral de San Tomé de Guayana), en el que se inscriben 92 equipos profesionales y se terminan entregando 52 proyectos, permitió a través de las ideas presentadas apreciar una vez más el estado del arte con respecto al tratamiento de un lugar con una importante carga patrimonial localizado en el corazón mismo de la capital.

Gracias al abordaje crítico que en torno al Concurso llevó a cabo Doménico Silvestro para el número 64 (1982) de la revista Punto, que acompañó de una valiosa información gráfica, se puede inferir de acuerdo a sus propias palabras que los trabajos presentados pueden ser agrupados en tres categorías: “el monumentalismo (retórico), el recurso tecnológico (exagerado) y el sentido común: edificaciones de altura modesta y patio interior”.

10. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Fachada sur de la propuesta ganadora presentada por los arquitectos Daniel Betti, Raúl Grioni y Javier Usarraga.
11. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Planta baja de conjunto de la propuesta ganadora presentada por los arquitectos Daniel Betti, Raúl Grioni y Javier Usarraga.
12. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Propuesta ganadora. Daniel Betti, Raúl Grioni y Javier Usarraga. Boceto de la fachada sur elaborado por Doménico Silvestro para explicar su carácter «monumental».

La propuesta ganadora a cargo de los arquitectos Daniel Betti, Raúl Grioni y Javier Usarraga, inscrita claramente dentro de la primera categoría formulada por Silvestro, a pesar de poseer un carácter monumental logrado a través de la distorsión que hace al jugar con la escala, de claras reminiscencias clásicas y ávida de protagonismo propio, puede sumarse sin mayores inconvenientes al criterio que en mayor o menor medida priva entre los participantes: el considerar la necesidad de reconstruir la esquina como un aspecto prioritario y en otorgar un valor referencial a las alturas de los edificios que conforman el frente norte de la Plaza Bolívar (las para entonces sedes de la Gobernación y de la Prefectura) y el frente este que va de Torre a Veroes a la hora de determinar rasantes, accesos, localización de usos y manejo de los de espacios públicos, así como gestos que permitieran manejar libremente las variables de un programa abierto, dotado de una clara neutralidad, conformado por un auditorio para 400 personas y áreas de oficinas para la entidad convocante.

13. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Perspectivas de las dos propuestas presentadas por Pablo Lasala
14. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Fachada sur de la propuesta presentada por Doménico Silvestro.
15. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Fachada sur de la propuesta presentada por Gorka Dorronsoro.
16. Concurso Sede del Edificio Administrativo para la Gobernación del Distrito Federal, 1981. Material presentado por Gorka Dorronsoro a la VIII Bienal Nacional de Arquitectura para optar al premio para proyecto no construido.

La proposición que Wallis, Lahalle y Levard hicieran en 1933 resuena a la hora de comprender el énfasis en el problema de la representatividad que muchos de los pre-anteproyectos presentados buscaban incorporar. Cajas neutras, podios macizos, rebatimiento de las fachadas existentes, lenguaje neoclásico, impronta moderna, énfasis en lo tecnológico, sugestiva tropicalidad o uso de elementos tradicionales, van de la mano de una diversidad de posibilidades que giran todas en torno a un compromiso asumido con la ciudad que los aires posmodernos del momento insinuaban, abriendo la esperanza de poder recuperar el perfil urbano que llevaba casi veinticinco años perdido.

17. Dos vistas renderizadas de la propuesta ganadora del Concurso de Ideas para diseñar “Un patio-jardín para la esquina de La Torre”. Jorge Rigamonti, Mario Quirós y Alfredo Caraballo.

Los promotores, quienes anunciaron con bombos y platillos que la obra se iniciaría en marzo de 1982, cosa que asomaba buenos augurios, incumplieron su promesa por lo que el domo siguió allí durante un buen tiempo con el agravante añadido de que el terreno se convertiría en un área de estacionamiento confinado tras el muro perimetral que lo empezó a bordear.

18. Izquierda: Esquina de La Torre a Principal (1900’s-2010). Derecha: Vista aérea actualizada de la Plaza Bolívar de Caracas y sus alrededores.

Pese a que en 1995 vuelve a intentarse abordar desde la Gobernación del Distrito Federal, ahora con el apoyo del Instituto de Patrimonio Cultural, la ya crónica dolencia que a la capital aquejaba en una de sus esquinas de mayor valor, con la convocatoria a un nuevo concurso de aspiraciones mucho más modestas (el diseño de “Un patio-jardín para la esquina de La Torre”, ganado por el equipo conformado por los arquitectos Jorge Rigamonti, Alfredo Caraballo y Mario Quirós), la nueva frustración de la que acompañó su no ejecución nos encuentra, transcurrido casi un cuarto del siglo XXI, con que el vacío de la que entonces denominamos como “la más descuidada entre las más importantes esquinas del país”, acompañado de un importante número de valiosas ideas para darle solución, se halla aún a la espera del digno destino que se merece.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 12, 14 y 15 . Revista Punto, nº64 (1982)

1. González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015

2 y 3. Gasparini G. y Posani J. P.; Caracas a través de su arquitectura, 1969.

4. Gasparini G. y Posani J. P.; Caracas a través de su arquitectura, 1969; y Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2019/05/08/1915%E2%80%A2-apertura-del-hotel-klindt/)

5. Galería de Arte Nacional. Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos pioneros de una época, 1998.

6. Tomás José Sanabria. Edificio Washington, Plaza Bolívar, P-262 (https://tomasjosesanabria.com/2016/12/20/edificio-washington/); y Galería de Arte Nacional. Tomás José Sanabria Arquitecto. Aproximación a su obra, 1995.

7. Gasparini G. y Posani J. P.; Caracas a través de su arquitectura, 1969; y Captura de Google Earth.

8, 9, 10 y 11. «Edificio Administrativo Gobernación del Distrito Federal». Revista Croquis, nº 12, agosto 1984.

13. Isabel Lasala Hernández. Creando lugares. Entre la exaltación y la superación del objeto arquitectónico en la obra de Pablo Lasala, 2014.

16. Museo de Bellas Artes. VIII Bienal Nacional de Arquitectura. La arquitectura del lugar, Catálogo, 1987

17. Jorge Rigamonti. 1995 – Patio-Jardín (Garden-Patio) Square at “La Torre” Corner of Bolívar Square (https://www.behance.net/gallery/12163537/Garden-Patio-at-La-Torre-Corner-of-Bolivar-Square)

18. Comparativas de Caracas (https://comparativas-de-caracas.blogspot.com/); y Captura de Google Earth.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 413

Observar el proyecto realizado para la Reurbanización de El Silencio con ojos de quien está registrando una posible cronología de los concursos de arquitectura en Venezuela, obliga a ubicarnos en 1940 cuando el Banco Obrero convoca a los dos más connotados arquitectos de la época, Carlos Guinand Sandoz y Carlos Raúl Villanueva, para que compitan presentando sus propuestas de lo que seria el proyecto de renovación urbana más importante realizado en la capital de la República hasta entonces que, a su vez, debía incorporar los espacios para el funcionamiento de la sede de la institución convocante. El área de afectación sería la ocupada por una barriada degradada que creció sin planificación al oeste del casco central de la ciudad y que ofrecía una condición precaria, tanto por la cantidad de basura como por el incremento de hospedajes, bares, casas de citas y licorerías clandestinas.

1. Delimitación del área correspondiente al barrio El Silencio que sería afectada para llevar a cabo la «reurbanización».
2. Dos imágenes de la barriada de El Silencio (c.1930)

Tal y como narra Juan José Pérez Rancel en “70 años de la inauguración de la Reurbanización El Silencio”, artículo publicado el 25 de agosto de 2015 en la revista entrerayas (https://entrerayas.com/2015/08/70-anos-de-la-inauguracion-de-la-reurbanizacion-el-silencio/), al concurso se presentaron el 23 de marzo de 1942 los dos arquitectos pre-seleccionados. “El Ejecutivo nacional designó al mismo tiempo una numerosa comisión de evaluadores e interesados …, quienes recomendaron que Guinand y Villanueva realizaran en conjunto una alternativa unificada con los aspectos positivos de ambas propuestas, entre las cuales estaba su flexible apego a las directrices del Plan de Urbanismo, que era la base del Concurso en sus aspectos de vialidad. Ambos arquitectos modificaron sus anteproyectos, pero cada uno por su lado, transformándolos según las indicaciones de aquella comisión y el 26 de marzo presentaron de nuevo sus opciones ante la Comisión, la cual dictaminó que fuese realizado un tercer anteproyecto unificado, que debería recoger las nuevas y definitivas recomendaciones de la Comisión y de una Sub Comisión nombrada para hacer seguimiento al trabajo de los dos arquitectos”.

3. Plan Monumental (o Plan Rotival). Izquierda: Zonas cuya expropiación es necesaria para el arreglo del centro de la ciudad (segunda solución). Derecha: El nuevo capitolio y la plaza mayor a ser ubicados en la zona ocupada por la barriada de El Silencio.

Lo relatado, que bien podría considerarse como la primera etapa del concurso, permitió constatar cómo los planteamientos de los contendores eran relativamente similares, respondiendo a la posibilidad de ubicar en el nuevo corazón de la ciudad moderna una serie de edificaciones horizontales de no más de cuatro pisos que envolvían un conjunto de patios comunitarios. “Guinand propuso ocho bloques con apartamentos para ser alquilados por ‘las clases obreras’ y tres para los sectores de ‘la clase media’, con locales comerciales en las plantas bajas. Villanueva, por su parte, planteó siete bloques, con apartamentos sólo para clase media y aceras peatonales, jardines entre los bloques e implantación en el perímetro de las manzanas”. La decisión asumida por el ente promotor de que la vivienda fuera el uso predominante para el conjunto y no un foro monumental que homenajeaba al Libertador, contraviniendo los lineamientos del recién aprobado Plan Rotival, será otra determinante con la que tuvieron que lidiar ambos concursantes.

4. Perspectiva del anteproyecto presentado por Carlos Guinand Sandoz al concurso para la Reurbanización de El Silencio.

El esperado “tercer anteproyecto unificado que debería recoger las nuevas y definitivas recomendaciones de la Comisión y de una Sub Comisión” nunca llegó, por lo que los requisitos generales y arquitectónicos solicitados en el dictamen leído por el Dr. Edgar Pardo Stolk el 26 de marzo fueron incorporados por Guinand y Villanueva por separado. Ellos eran, en cuanto a los generales, “adaptar la implantación de los bloques de vivienda al Plan de Urbanismo, siguiendo la propuesta de Guinand en la que la Avenida Bolívar comienza desde un espacio central generado por bloques residenciales; 1.000 apartamentos y locales comerciales, distribuidos en bloques con la misma altura que ofrecían en las primeras propuestas; distribuir los apartamentos en 20% de dos dormitorios, 50% de tres y 30% de cuatro dormitorios; patios interiores con acceso restringido sólo para los peatones; no prever espacios para estacionamiento de vehículos”.

Las recomendaciones relativas al diseño de arquitectura, eran principalmente: “ventilación directa en todos los espacios de los apartamentos; unificar en éstos los espacios para cocina, lavadero y faenas; unificar en vertical los locales para sanitarios; instalación de mecanismos verticales para los desechos sólidos; no ubicar los secaderos de ropa en las azoteas, sino independientes en cada apartamento; prever escaleras de emergencia en los bloques y no prever closets en los apartamentos”.

Cabe acotar que del primero de los puntos generales señalados por la Comisión se trasluce que fue Guinand en su propuesta quien prefiguró el futuro trazado de la avenida Bolívar por el centro de la cuadra entre la Este 6 y la Este 8, ateniéndose a lo señalado por el Plan Director de Calles y Avenidas derivado del Plan Rotival aprobado por el Concejo Municipal avalado a su vez por la misma Comisión. Villanueva, quien sólo proponía ampliar la Este-Oeste 8 que pasa por frente al Teatro Municipal como eje principal, contraviniendo el Plan Director, tuvo por lo tanto que ajustar su propuesta inicial a aquel requisito lo que le permitió redefinir la disposición de los bloques 2 y 3 y alterar la altura del bloque 1 como remate del futuro eje vial.

5. Concurso para la Reurbanización de El Silencio. Propuesta ganadora presentada por Carlos Raúl Villanueva.

Fue así como la segunda y definitiva etapa conformada por dos nuevas alternativas adaptadas a la lista de requisitos solicitados fueron presentadas el 26 de mayo ante la Comisión, en las oficinas del Banco Obrero, situadas entonces en el N° 67 de Santa Teresa a Cipreses, frente al templo de Santa Teresa. “A los dos días, la Comisión y su Sub Comisión dictaminaron que el diseño de Villanueva era el ganador, no sin antes reconocer los valores de la propuesta de Guinand: ‘…gracias a las sólidas cualidades logradas por él, desde la primera etapa del Concurso, su trabajo sirvió de base utilísima para llegar al resultado logrado’”.

6. Carlos Raúl Villanueva. Reurbanización de El Silencio (1942-1945). Esquemas y vista aérea dentro del casco central de Caracas.

Ricardo De Sola en el libro La Reurbanización de “El Silencio”. Crónica 1942-1945 (1988), apunta a que ya la primera propuesta de Villanueva presentada en marzo preveía la elevación de los bloques sobre columnas y corredores perimetrales, mientras en la segunda opción de mayo mantuvo ese criterio definiendo el espacio central como final proporcionado a la llegada de la avenida y otorgando al Bloque 1 un carácter dominante frente a ésta y la plaza, todo lo cual es recogido en el dibujo que ilustra nuestra postal del día de hoy. Pérez Rancel completará lo dicho por De Sola señalando que “también esa segunda opción definía las siluetas urbanas de los 7 bloques en su misma futura implantación, tal como continuarían desarrollándose en la etapa de proyecto. Y adicionalmente mostraba ya unas hipotéticas arcadas en la planta baja del Bloque 1 y en el lado Norte del Bloque 2, aunque no todavía en los demás bloques, cuyo diseño arquitectónico estaba todavía por alcanzarse. Las dos plazas (O’Leary y Miranda) quedaban también insinuadas esquemáticamente en sus formas y decididas en su ubicación, esperando su diseño definitivo”.

7. Imágenes tomadas el 25 de julio de 1942, día en que el presidente Isaías Medina Angarita dio inicio a la demolición de la barriada de El Silencio.

Mientras Villanueva desarrollaba aceleradamente el proyecto, incorporando un lenguaje que buscaba retrotraer el espíritu colonial y la adaptación al clima donde hacen acto de presencia corredores, patios, portadas, rejas, molduras pesadas y arcos, para convivir con el racionalismo y funcionalidad de las soluciones dadas a las unidades de vivienda, De Sola nos recuerda que “el 25 de julio de 1942, día de Santiago, aniversario de la fundación de la ciudad de Caracas (375 años), a las 11: 15 am, el presidente de la República, general Isaías Medina Angarita, acompañado por el gobernador del Distrito Federal, doctor Luís Gerónimo Pietri, el ministro de Obras Públicas, doctor Manuel Silveira, el director-gerente del Banco Obrero, señor Diego Nucete Sardi, así como de los otros directores del Banco e invitados al acto, efectúo la ceremonia del primer golpe de pico en la casa distinguida con el Nº 23, situada al Oeste de la Plaza Miranda; en dicha casa operaba un taller de vulcanización, siendo los vecinos más cercanos el Restaurant ‘La Granja’, ‘el nuevo hospedaje para caballeros’, ‘La Unión’ empresa de viajes y mudanzas, la ‘Agencia Royal’, el Bar ‘Napolitano’, y ‘La Pluma de Oro’”.

8. Imágenes de El Silencio en fechas cercanas a su inauguración (c.1945)

30 meses después de aquel «primer golpe de pico en la casa distinguida con el Nº 23», el 26 de agosto de 1945 el propio Medina inaugura la Reurbanización de El Silencio.

Por las características del planteamiento, que señala la importancia de tender puentes entre tradición y modernidad tanto en lo urbano como en lo arquitectónico, “El Silencio” ofreció la oportunidad de encontrar una prueba de lo que pudo haber sido (y no fue) el camino a seguir para el desarrollo urbano de Caracas, sin dejar de constituirse en «el primer elemento de la ciudad moderna».

9. Imágenes de El Silencio en fechas cercanas a su inauguración (c.1945)

Así mismo, se erigió como la operación inmobiliaria más ambiciosa de la historia de la ciudad realizada hasta esa fecha que, además de permitir el despegue de la industria de la construcción, la sometió a retos que develaron la capacidad de la ingeniería nacional para solventarlos.

Adicionalmente, Villanueva plasma, con una obra de alto impacto pedagógico y evidente carga ecléctica, los resultados de sus reflexiones en torno a los valores permanentes de la arquitectura colonial venezolana, preámbulo del despegue interpretativo que ofrece su producción posterior.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

1, 5 y 6. Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966)

2. Fotos antiguas de Venezuela (https://www.facebook.com/FotosAntiguasDeVenezuela/posts/caracas-reurbanizaci%C3%B3n-el-silencio-lo-que-ahora-es-el-silencio-antes-era-un-case/1046011282220622/); y CiudadCCS (https://ciudadccs.info/publicacion/1396-parroquia-adentro-un-fenomeno-social-llamado-el-silencio-parte-i)

3. Revista Municipal del Distrito Federal. Noviembre de 1939. Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela

4. Galería de Arte Nacional. Catalogo de la exposición «Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos poneros de una época» (1998)

7 y 8. Juan José Pérez Rancel. «70 años de la inauguración de la Reurbanización El Silencio». Revista entrerayas. 26 de agosto 2015; y Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966) .

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 405

Cuando en este boletín establecemos la pauta que seguirá cada número y escogemos la imagen con la cual desarrollaremos el texto que acompañará nuestra postal, desde hace un buen tiempo hemos previsto periódicamente darle espacio a lo que ha sido el desarrollo de los concursos de arquitectura en Venezuela, tema que ha ocupado una importante cantidad de entregas. Es con esa intención que en esta ocasión procedimos a seleccionar una obra de gran valor, afortunadamente realizada (en contra de lo que suele acontecer con el desenlace final de los llamados a contiendas arquitectónicas en el país), y de la que seguramente pocos conocen que fue resultado de una convocatoria a competir. Se trata de la Casa-Club del Caracas Country Club, cuya imagen tomada desde el sur con el Ávila al fondo en la década de 1930 engalana hoy nuestra entrega semanal.

Sobre los detalles del concurso en sí, ha sido poco lo que hemos podido recabar más allá de lo señalado por Hannia Gómez en el estupendo artículo titulado “Cuento de dos casas: la antigua casona de Blandín y la Casa Club”, publicado inicialmente en la revista Entresocios (2006) y luego, el miércoles 20 de marzo de 2019, en el blog Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/cuento-de-dos-casas-la-antigua-casona.html).

1. Dibujos de los dos proyectos presentados para el concurso de ideas para la Casa-Club del Caracas Country Club. El de Manuel Mujica Millán fechado en Caracas el 25 de septiembre de 1928 (izquierda) y el de Clifford Charles Wendehack sin fecha (derecha)

Allí, Gómez nos relata cómo una vez que la hacienda cafetalera Blandín es adquirida junto a las haciendas Lecuna, el Samán y la Granja por el Sindicato Blandín (constituido por las familias Vaamonde, Phelps, Hauck, Brandt, Machado y Arismendi) a los herederos de Don Bartolomé Blandín (su primer propietario desde fines de los 1780’s), se encarga la elaboración de un plan maestro de desarrollo de los terrenos a la reconocida firma norteamericana Olmsted Brothers-Landscape Architects, Inc, de Brookline, Massachusetts. El plan planteaba, además del parcelamiento y el diseño de un campo de golf de 18 hoyos a cargo de Charles Henry Banks, reedificar la Casa-Club en el mismo lugar donde se encontraba la casona de Blandín: al final del camino principal de la hacienda acompañado de altos árboles, sobre una terraza natural con vistas al valle de Chacao. De tal manera el Sindicato, acatando las directrices del plan, “en septiembre de 1928 llama a un concurso internacional de arquitectura, en el que hasta ahora solo sabemos compitieron el arquitecto de origen español Manuel Mujica Millán, y el arquitecto triunfador, Clifford Charles Wendehack”. Y continúa: “Nuestra hipótesis es que para participar en el concurso, estos arquitectos recibieron al inscribirse algunas de las decisiones de diseño ya predeterminadas por los Olmsted. Cuando se admira la bella perspectiva que nos queda de la entrada de Mujica Millán en el concurso, es clarísimo que en su versión de la Casa Club, donde versionaba a La Alhambra, hay indicios de elementos que pertenecen a la Casa de Blandín: allí está la veranda; allí el mismo patio elevado; allí la simetría de los dos volúmenes enmarcando el vano central de la columnata”.

2. Casa de la Hacienda Blandín hacia 1922.
3. Izquierda: Mapa índice de los lotes adjudicados por el Sindicato Blandín a sus suscriptores elaborado sobre el Caracas Country Club General Plan de Olmsted Brothers de 1928 donde se resalta la ubicación de la Casa-Club. Derecha: Vista aérea actual del Caracas Country Club con la ubicación de la Casa-Club.
4. Izquierda: Plano de la Casa Blandín y sus alrededores. Derecha: Plano de replanteo del proyecto de Clifford Wendehack.
5. Planta original (izquierda) y levantamiento actual (derecha) de la Casa-Club.
6. Casa-Club. Izquierda: Fachadas del proyecto original (c.1930). Derecha: Pintura de Manuel Cabré (1946)

Lo que Gómez califica acertadamente como un palimpsesto arquitectónico llevado a cabo por el proyecto ganador de Wendehack (“‘el más prominente diseñador de casas club de la era’ en los Estados Unidos”), se materializará cuando se respeta no sólo la ubicación original de la casa principal de la hacienda Blandín (que pese a encontrarse prácticamente intacta se demolería en 1929 ante su imposibilidad de albergar el cambio de uso), sino que se organizará partiendo “del patio original colonial, habiendo colocado patio sobre patio, y organizado la nueva arquitectura a partir de los viejos ejes de simetría. Con maestría, permite que se perciba el corazón de la vieja casa, al articular los volúmenes sueltos de las diversas dependencias alrededor del patio, engarzándolos graciosamente en la periferia como satélites neocoloniales. En ambas casas, la orientación es exactamente la misma; en ambas casas, hay un estanque de agua al sur de lo que era el patio de secado original y un rond point oriental; en ambas casas, un gran salón este-oeste se instala entre el patio interior y el paisaje, los jardines están al este, y la vista, al sur. Y en ambas casas, una veranda simétrica contempla inamovible el espléndido panorama”. Por tanto, la casa de Blandín (perfectamente descrita por Hannia Gómez en su artículo), si bien desapareció físicamente imbuiría plenamente de su espíritu la propuesta de Wendehack dada la cantidad de aspectos que la rememoran.

7. Ocho Casas-Club proyectadas por Clifford Wendehack en los Estados Unidos entre 1916 y 1930. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: “North Hempstead Golf Club” (1916), “North Jersey Country Club” (1921-1923), “Bufalo Park Club” (1928), “North Hills Golf Club” (1927-1928), “Short Hills Golf Club” (1923), “Phelps Manor Country Club» (1926), “Hackensack Golf Club» (1928) y «Women’s Club» (1930).
8. Caracas Country Club. Postales de la urbanización y de la Casa-Club

En cuanto al estilo asumido por el arquitecto germano-californiano “en su Job N. 447”, Gómez apunta que “se han dicho muchas cosas”. Aunque suele despacharse rápidamente tildándolo de “neocolonial” en virtud de que se trataba de la moda que se había instalado en nuestro país por aquellos años que miraba hacia el propio pasado (representado en este caso por la mismísima Casa Blandín) alejándose del afrancesamiento guzmancista y el eclecticismo europeo, no está de más rescatar las opiniones de quienes han dicho que es clara muestra del “neohispánico” (en clara referencia al los rasgos provenientes del Monasterio de Santa María de la Rábida en Huelva; España), del “arábigo” y del “Spanish Mission Style” con el que “la Casa Club de Douglaston Park -diseñada y construida al mismo tiempo que la de Caracas-, fue clasificada por el Registro Nacional de Edificios Históricos de los Estados Unidos”.

Durante la etapa de construcción de la Casa-Club que abarcó los años 1929 y 1930 (se inauguró el 12 de diciembre de ese año) se hizo cargo de la obra el arquitecto Carlos Guinand Sandoz, quien resolvió gran parte de su arquitectura e hizo aportes fundamentales en su imagen final.

9. La Casa-Club en la actualidad

La nueva estructura fue dotada de todas las comodidades necesarias para los socios y accionistas de aquel entonces, espacios como el salón principal para eventos, restaurantes, salas de descanso, una piscina y canchas de tenis fueron algunos de estos que sirvieron de complemento a los campos de golf, elementos que aún se mantienen luego de más de noventa años en los que ha sido objeto de algunas intervenciones que no desvirtúan la esencia de la obra.

La Casa-Club del Caracas Country Club fue declarada Bien de Interés Cultural por el Instituto de Patrimonio Cultural según Resolución Nº 003-05 de fecha 20 de febrero del 2005 pasando, en consecuencia, a estar protegida por el artículo 178 de la Constitución Nacional.

Nota

10. Boca Proyectos. Propuesta presentada para el concurso privado de ideas preliminares para la “Renovación área piscinas Caracas Country Club” (2018).

Así como Hannia Gómez nos facilitó el corroborar que la Casa-Club del Caracas Country Club fue producto en 1928 de un concurso, gracias a la publicación en la web de la firma Boca Proyectos (dirigida en lo que al área de arquitectura se refiere por Manuel Barrios e Iliana Germán), supimos que en 2018, en el marco de los 100 años de la creación del club (llamado originalmente Caracas Golf Club y ubicado en el sector Las Barrancas de la Hacienda La Vega, extremo oeste de la actual avenida San Martín), su directiva llamó a un concurso privado de ideas preliminares para la “Renovación área piscinas Caracas Country Club”, para el cual fueron convocados (fungiendo como director del proyecto José Guillermo Frontado) y cuyo desenlace final desconocemos así como quiénes más participaron. Sin embargo, nos ha parecido pertinente, con la intención de seguir registrando la historia de la edificación a la que hoy nos hemos dedicado, mostrar algunas de las atractivas imágenes presentadas por Boca Proyectos al concurso que pueden verse, acompañadas de una ficha y su fundamentos de diseño en http://bocaproyectos.com/proyecto/caracas-country-club-renovacion-areas-de-piscina-casa-club/.

11. Manrique & Tamayo Arquitectos C.A. “Ideas: Plan Maestro para la Casa Club” (2012)

Anteriormente, en 2012, Manrique & Tamayo Arquitectos C.A., habían presentado unas “Ideas: Plan Maestro para la Casa Club” que sin mayores explicaciones en cuanto al origen del encargo y concepción de la propuesta puede consultarse en http://mtarquitectosca.blogspot.com/2013/07/caracas-country-club-plan-maestro-casa.html.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2013/09/14/1930-casa-club-del-caracas-country-club/)

1. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969); y Caracas Club. Frederick Law Olmsted Historic Site (https://www.nps.gov/places/caracas-club.htm)

2 y 4. Hannia Gómez. “Cuento de dos casas: la antigua casona de Blandín y la Casa Club”. Blog Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/cuento-de-dos-casas-la-antigua-casona.html)

3. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje ( http://guiaccs.com/obras/caracas-country-club/); y Captura de Google Earth

5. Hannia Gómez. “Cuento de dos casas: la antigua casona de Blandín y la Casa Club”. Blog Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/cuento-de-dos-casas-la-antigua-casona.html); y Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje ( http://guiaccs.com/obras/casa-club-caracas-country-club/)

6. Casa Club del Caracas Country Club. Arq. Clifford Wendehack/Arq. Carlos Guinand Sandoz (https://www.ccscity450.com/obra/casa-club-del-caracas-country-club/); y Cabré pintaba desde el Caracas Country Club (https://www.revistafairway.com/venezuela/cabre-pintaba-desde-el-caracas-country-club/)

7. Francisco Pérez Gallego. «Clifford Charles Wendehack: Transferencias del ‘American Way of Life’ en Caracas». Trienal de Investigación FAU 2017 ( http://saber.ucv.ve/bitstream/10872/19050/1/2%20HP-11-2017.pdf)

8. Archivo Fotografía Urbana (https://x.com/elarchivove/status/1147875513521889280); Casa Club del Caracas Country Club. Arq. Clifford Wendehack/Arq. Carlos Guinand Sandoz (https://www.ccscity450.com/obra/casa-club-del-caracas-country-club/); Fotos Antiguas de Venezuela (https://www.facebook.com/FotosAntiguasDeVenezuela/posts/country-club-de-caracasllamado-anteriormente-caracas-golf-club-naci%C3%B3-de-la-neces/1255221427966272/); y La Guaira en Retrospectiva (https://www.facebook.com/LaguairaenRetrospectiva/posts/caracas-country-club-a%C3%B1o-entre-1928-a-1934-imagen-llevada-a-colores-y-la-origina/2046224992181419/?locale=es_LA)

9. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje ( http://guiaccs.com/obras/casa-club-caracas-country-club/); y Arquitectura Venezuela | Casa Club del Caracas Country Club (https://www.instagram.com/arquitecturavzl/p/CWMNRZkp8H1/?img_index=4)

10. Boca Arquitectura proyectos + construcción (http://bocaproyectos.com/proyecto/caracas-country-club-renovacion-areas-de-piscina-casa-club/)

11. Manrique & Tamayo Arquitectos C.A. (http://mtarquitectosca.blogspot.com/2013/07/caracas-country-club-plan-maestro-casa.html)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 397

El Concurso Nacional de Ideas para el Teatro Municipal El Hatillo, promovido el año 2001 por la Gobernación del estado Miranda, la Corporación de Servicios y Mantenimiento del estado Miranda y la Alcaldía del Hatillo buscaba, de acuerdo a las bases que acompañaron su convocatoria, obtener propuestas para la solución de un teatro clásico (tramoya y servicios) para 1.000 espectadores con actividades de apoyo, zona rental de oficinas (4.000 m2), servicios y estacionamientos.

1. Ubicación del terreno al este del pueblo de El Hatillo.

Se ubicaría en un terreno de 4.500 m2 delimitado al norte por la calle El Progreso (entrada a la urbanización La Lagunita), al sur por parcelas residenciales y al oeste con la calle Buena Vista, el pueblo del Hatillo y (a la distancia) la iglesia parroquial.

Culminado el período de entrega para el que se exigían un máximo de seis láminas rígidas de 60 x 90 cms. que mostraran la información fundamental (memoria, plantas, cortes, fachadas y perspectivas, siendo la maqueta un requisito opcional), el jurado otorgó el primer premio que garantizaba la contratación del anteproyecto y proyecto al escultor, pintor y dibujante Miguel Acosta González, profesor universitario, egresado de la FAU UCV en 1979, quien contó con la colaboración de los también arquitectos Luciano Landaeta, Juvenal Salcedo y Luis Sánchez Alonso.

El interesante proceso de diseño seguido por Acosta, recogido en “Distancias y aproximaciones entre dibujos e ideas. Experiencias en cuatro concursos de arquitectura”, trabajo de ascenso presentado en 2004 para optar a la categoría de Asistente dentro del escalafón universitario en la FAU UCV, permite no sólo encontrar los aspectos claves que fueron esgrimidos para producir y sustentar la propuesta ganadora, sino el importante peso que cobraron los medios de representación utilizados para que dicho éxito cristalizara.

Lo primero que salta a la vista a la hora de observar cómo se abordó el problema es la interpretación que se le dio al programa. Alejándose de la aspiración expuesta por los convocantes de contar con un “teatro clásico”, Acosta y su equipo propusieron más bien la creación de un “centro cultural”, transformando el teatro en una pequeña sala anfiteátrica para 250 espectadores, planteando sólo las oficinas propias de la institución llevándolas a 400 m2 y reduciendo el estacionamiento para una capacidad de 100 vehículos.

2. Del tradicional patio colonial a su adaptación al terreno.

La consideración del diseño de un edificio público asociado a la imagen arquetipal de la casa (célula de un organismo mayor como lo es la ciudad), y en particular de la casa colonial propia de pueblos como El Hatillo, estará presente desde un comienzo como idea generadora de la propuesta. En tal sentido, en el texto introductorio del proyecto elaborado por Acosta para el trabajo de ascenso mencionado, señalará: “La mayoría de las casas de pueblos coloniales como El Hatillo tiene patios internos alrededor de lo cuales se colocan los corredores, habitaciones y espacios. (…) Cuando comenzamos a trabajar en este concurso esto fue lo primero que se nos vino a la mente y propusimos esquemas de funcionamiento y formas que tuvieran que ver con la creación de un patio interno: una serie de volúmenes alrededor de un espacio central. (…) La idea de casa colonial con patio, heredada de la tradición española, fue la primera imagen con la cual trabajamos; se mantuvo presente con ciertas alteraciones”.

3. La idea va tomando forma.
4. Vista general de la idea dentro del contexto.

Otra imagen recurrente, presente desde el inicio, estará asociada a la idea de teatro: “Al igual que con la casa, cuando pensamos en un teatro es casi seguro que recordemos los teatros griegos como imagen arquetipal. (…) Dichos teatros eran tallados en las montañas y los constructores aprovechaban las pendientes naturales de los terrenos para su construcción. (…) De aquí surgieron dos temas para el Centro Cultural: el escalonamiento y la topografía. (…) El primero se manifiesta en la vibración que produce la repetición sucesiva de las gradas de un teatro y el segundo en el tallado de la edificación por niveles: continuidad entre naturaleza y arquitectura”.

Las ideas expuestas dieron pie a lo presentado a concurso luego de un rico proceso en el que, en primer lugar, la geometría triangular del terreno (con los tres lados diferentes entre sí) obligó a adaptar la forma rectangular del patio tradicional. Ello junto a las consideraciones topográficas llevó a proponer la imagen de un “triángulo cubista” el cual fue boceteado “repercutiendo en el conjunto en formas geométricas curvas, rectas y quebradas”.

5. De arriba a abajo: Plantas, corte longitudinal y fachada oeste de la propuesta presentada a concurso.

A los ajustes sucesivos a que se sometieron las primeras ideas se sumó el tratamiento propuesto para el hall de acceso del edificio entendido como una “plaza cubierta” desde donde se pudiera “atravesarlo mediante una calle interna escalonada”. “La edificación comienza a funcionar como un edificio urbano: plaza cubierta, pequeña plaza interna (patio en escalera) y una calle peatonal que permitiera la conexión entre las calles colindantes. La edificación se planteó como una pieza adaptable a las distintas situaciones espaciales y formales del contexto. (…) En ese momento, la imagen de casa se transformó en imagen de edificio institucional (Centro Cultural) que responde al contexto de una manera uniforme con una geometría ligera y severa al mismo tiempo”.

6. Proceso de ajustes que conllevó el anteproyecto.
7. Lámina resumen del anteproyecto.

Durante el desarrollo del anteproyecto una vez obtenido el premio, los promotores y organizadores insistieron en la necesidad de incorporar el “teatro clásico” (ahora para 700 espectadores) planteado en las bases del concurso, transformado (como ya se dijo) en sala anfiteátrica con capacidad sólo para 250 presentada como idea ganadora. Ello originó un importante ajuste que “afectó considerablemente las condiciones formales y espaciales del programa”, el intento de equilibrar sin éxito el teatro con el resto del edificio y el inicio de un proceso de diálogo que condujo a la aceptación por parte de los clientes de retomar la idea de una sala de conciertos para 350 espectadores, “con las dimensiones suficientes para hacer danza y teatro pero sin las complicaciones de un Teatro Clásico”. De aquí surgiría la volumetría resultante plasmada finalmente: “un par de xilófonos (marimbas) de direcciones y proporciones distintas, integradas por el cuerpo del Hall de Acceso … lo cual fue aprovechado como imagen para resolver también la Biblioteca”.

Finalmente, el resultado logrado permitió afirmar que el teatro se abrió hacia el pueblo del Hatillo e interactúa con él, y que el edificio institucional paso a ser un edificio-teatro donde el escalonamiento de pisos y techos cobran gran protagonismo.

8. Dibujos de Miguel Acosta que acompañaron la propuesta presentada a concurso.

Los dibujos utilizados para presentar tanto las dos etapas de ideas -material entregado para el concurso- (bocetos y croquis exploratorios a mano alzada en los que se van alternando perspectivas y plantas de conjunto que concluyen con plantas, cortes y fachadas a escala 1/200), como el anteproyecto (croquis definitorios de plantas a mano alzada y dibujos a escalas 1/100 y 1/50,) fueron realizados fundamentalmente utilizando lápiz y marcadores negros (punta fina y punta gruesa) sobre croquis blanco y amarillo.

La riqueza expresiva que muestra a modo de memoria conceptual la presentación realizada desde el primer boceto a los dibujos más precisos, denota una vez más la virtuosidad como dibujante de Acosta y el valor que siempre ha tenido para él como método de aproximación creativa a la arquitectura. Ello le permitirá afirmar: “la relación entre dibujo e ideas es de orden dialéctico: donde comienza el dibujo concluyen las ideas y donde surgen las ideas se define el dibujo”.

Acosta, asiduo participante en concursos de arquitectura, había obtenido el segundo premio en el certamen para la “Escuela de Danza de la Ópera de París, Nanterre” en 1983, fue finalista en el convocado para el “Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda” en 1986 y obtuvo en 1998 el primer premio del “Concurso de Ideas para el Edificio de Apoyo al Museo de Arte Colonial-Quinta Anauco”, antes del reconocimiento alcanzado en el que hoy nos ha ocupado. Posteriormente continuaría cosechando éxitos como ganador del primer premio en: el “Concurso para el Mercado Popular de Antímano” (2013), el “Concurso Público para el Proyecto Sede del Banco Central Guayana” (2015), el “Concurso para la remodelación de la vieja oficina postal de Miami” (2015) y, más recientemente, junto a Rafael Montes, del “Concurso de Ideas para la manzana del Taller del Hierro, Oporto” (2022).

9. Vistas aéreas del Anfiteatro El Hatillo.
10. Dos imágenes recientes del Anfiteatro El Hatillo.

Nota

Entregado el trabajo por parte de Acosta, finalmente como tantos otros concursos realizados a nivel nacional los promotores decidieron no construirlo. En su defecto lo que se realizó años después fue, tomando en cuenta parte de lo propuesto por Acosta, la restitución de lo que era una infraestructura venida a menos y que hoy se conoce como Anfiteatro El Hatillo, sala multipropósito que, sobre la calle Bella Vista (justo al lado del Centro Comercial Paseo El Hatillo), ocupaba uno de los tres terrenos (el identificado como P2) que se pensaban integrar al momento del lanzamiento del certamen. Con un aforo para 700 espectadores los trabajos se terminaron en 2013 y desde entonces ha funcionado con el objetivo de promover los talentos locales nacionales. La obra requirió la restitución del techo y la refacción de general de paredes e iluminación.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Miguel Acosta. “Distancias y aproximaciones entre dibujos e ideas. Experiencias en cuatro concursos de arquitectura”, Trabajo de ascenso presentado para optar a la categoría de Asistente dentro del escalafón universitario, FAU UCV, 2004 (visitable en https://issuu.com/miguelacostagonzalez/docs/distancias_y_aproximaciones_entre_dibujos_e_ideas); y ACOSTA (https://miguelacostaarteyarquitectura.com/portfolio/arq2000/)

9. Capturas de Google Earth.

10. Goliiive (https://www.goliiive.com/venue/anfiteatro-el-hatillo); y Ernaly Hernández (https://www.google.com/search?client=firefox-b-d&q=anfiteatro+El+hatillo#lpg=cid:CgIgAQ%3D%3D,ik:CAoSLEFGMVFpcE5SZlJtMmF0RXhueUNaUzNFcXl4M2x3enRjTXBCcVFvRXAxSEtO)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 389

Cuando se empiece a organizar una cronología de lo que han sido los concursos de arquitectura en Venezuela, primer paso de una tarea pendiente además de necesaria conducente a la elaboración de una rigurosa historia sobre el tema, la figura de Alejandro Chataing (1873-1928) emergerá, sin duda, como referencial en lo atinente a las primeras contiendas que se llevaron a cabo a finales del siglo XIX y comienzos del XX. También, corresponderá ahondar en las características y condiciones en las que se realizaron aquellos llamados dada la limitada cantidad de profesionales que se encontraban en ejercicio y al influyente peso que desde el poder, muy probablemente, fue ejercido en decisiones que giraban alrededor de los certámenes por los dos dictadores de turno: Cipriano Castro (1901-1908) y Juan Vicente Gómez (1908-1935).

1. Fotografía tomada en el patio de la Academia Militar de La Planicie durante su construcción. Alejandro Chataing aparece sentado (segundo a la izquierda) junto al Ministro de Obras Públicas R. Castillo Chapellín (sentado en el centro), otros ingenieros y maestros de obras.

El hecho es que, de acuerdo a las escuetas y muy limitadas crónicas de la época, se sabe hasta ahora que, dentro de su prolífica carrera, fueron proyectos de Chataing los declarados ganadores por la vía del concurso para el diseño de: las fachadas del Mercado Principal de San Jacinto, Caracas (1894) en colaboración con Juan Hurtado Manrique; la sede de la Academia Militar en La Planicie, Caracas (1906) en colaboración con Jesús María Rosales; la remodelación integral del Panteón Nacional, Caracas (1910); y el hotel Miramar en Macuto (1928). Todos, además, tuvieron el excepcional privilegio de haber sido construidos, siendo al segundo de ellos, cuya fotografía tomada poco después de su inauguración engalana nuestra postal del día de hoy, al que dedicaremos a continuación la nota complementaria correspondiente.

2. Dibujo de la fachada este del proyecto de Chataing y Rosales para la Academia Militar publicado en El Cojo Ilustrado del 15 de enero de 1904.

La convocatoria al concurso para el edificio que nos ocupa fue hecha el 4 de julio de 1903 (un día antes del decreto de creación de la Escuela Militar de Venezuela), su construcción concluye el 4 de abril de 1906 y se inaugura el 23 de mayo de 1908, poniéndose en marcha su funcionamiento al abrirse el primer curso de formación el 5 de julio de 1910. Concebido, por tanto, para un uso que por primera vez tenía presencia firme en el país, la programación arquitectónica es el resultado del impulso dado a la profesionalización de la milicia nacional por Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, requisito esencial que buscaba garantizar la permanencia en el poder y la eliminación del caudillismo. La obra se inicia y finaliza durante el mandato del primero y la pone en funcionamiento el segundo egresando las primeras promociones a partir de 1911.

Cabe recordar que la Academia Militar de Venezuela se funda el 3 de septiembre de 1810 sufriendo a lo largo de todo el siglo XIX los avatares de la guerra de independencia primero y de la federal después, así como diversas adscripciones y numerosos sobresaltos que impidieron su continuidad y asentamiento hasta que Castro crea, como ya dijimos, la Escuela Militar de Venezuela en 1903. Para conocer la accidentada historia de esta institución vale la pena consultar la reseña del 3 de septiembre de 2020 aparecida en http://www.cavim.com.ve.

3. Dibujo de la planta del proyecto de Chataing y Rosales para la Academia Militar publicado en El Cojo Ilustrado del 15 de enero de 1904 .

Por otra parte, El Cojo Ilustrado publicó el 15 de enero de 1904 el proyecto elaborado por Chataing y Rosales, luego de ser declarados ganadores del concurso, con el que se daría inicio a su construcción, documento que permite apreciar en detalle la magnitud de la obra. Con las limitaciones del caso, dada la naturaleza militar del edificio, las reproducciones aparecidas en la revista junto a la descripción pormenorizada de cómo programa y proyecto se conjugan, permiten apreciar a cabalidad el funcionamiento de la academia dentro del contenedor para ella concebido. También en la publicación se da cuenta del reglamento que regirá a la institución a partir del 19 de abril de 1904 cuyo objeto era “la formación de Oficiales para infantería, artillería, caballería, ingenieros y Estado Mayor del Ejército”. Además, se enumeran todas las asignaturas que serán dictadas y deben ser aprobadas por quienes aspiran a obtener los diferentes grados.

4. Izquierda: La Academia Militar en plena construcción (c. 1905). Derecha: Dos vistas lejanas del edificio en fechas próximas a su terminación.

La edificación, como ya adelantamos, fue levantada sobre la meseta de La Planicie cercana al barrio de Montepiedad (dentro de la actual parroquia 23 de enero), lugar de carácter estratégico, con vista sobre el sector suroeste de la ciudad a 981,28 metros sobre el nivel del mar y en su momento llegó a ser considerada como el centro de formación militar más grande de Latinoamérica.

Como parte de un grupo de edificios en los que según Juan Pedro Posani (Caracas a través de su arquitectura, 1969) se halla “el mejor retrato de la época”, donde “todas las modalidades del eclecticismo o del historicismo del fin de siglo se encuentran reflejadas”, la Academia Militar fue realizada en “estilo militar florentino” siguiendo la pauta de dotar a cada obra arquitectónica del estilo más apropiado de acuerdo a su uso y a la tipología a la que responde. A título complementario Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) señalará: “…su imagen es expresión ecléctica de diversos estilos arquitectónicos… y su forma, resultado de una serie de volúmenes adosados entre sí, está concebida según las categorías estéticas de la proporción, el orden y la simetría. Su planta rectangular con un gran patio central para desfiles y formaciones es característica de las edificaciones amuralladas de defensa militar”.

5. Izquierda y derecha arriba: vistas próximas de la fachada del edificio. Derecha abajo: planta

Resumidamente se puede decir que la propuesta de organización espacial parte de un doble patio alrededor del que se ubican las áreas para las actividades de instrucción militar y el cuartel propiamente dicho; mientras que las fachadas fueron resueltas siguiendo las pautas académicas para este tipo de edificación: paredes con friso almohadillado y el pórtico con cargada ornamentación inspirada en la simbología militar, remarcado por torres laterales.

Posani añadirá con relación al edificio y su arquitecto: “…en la Academia Militar de La Planicie (…), ciertos episodios internos (el patio de honor particularmente) así como la integridad de forma de las fachadas, demuestran que Alejandro Chataing (salvando todas las diferencias de situaciones) no estaba muy apartado del camino que otros arquitectos, en el mismo momento, recorrían en América Latina. En todo caso, hay que apreciar en su justo valor el esfuerzo material, intelectual y organizativo que significó el proceso de adecuación a los modelos internacionales a que fue sometida la construcción criolla, por iniciativa de Chataing”.

6. Variadas imágenes tomadas entre 1911 y 1928 del patio de la Academia Militar funcionando para diversas actividades relacionadas a su uso.

El blog Caracas en retrospectiva de María F. Sigilo en “Notas del Museo Histórico Militar” nos aporta que el “primer jefe del Cuerpo de Cadetes (de la academia) fue el coronel Samuel Mc Gill … el capitán Isaías Medina Angarita, fue comandante de este cuerpo. Había sido tradición en Caracas durante muchos años esperar las salvas del cañón que desde La Planicie anunciaba la llegada del nuevo año, así como la apertura y clausura de las sesiones del Congreso Nacional (hoy Asamblea Nacional) y conmemoración de fechas magnas de la historia patria”. Valga agregar que Mc Hill (chileno de nacimiento) quien había llegado a Venezuela en 1904, en 1910 es nombrado por Gómez instructor general del Ejército y posteriormente, jefe del Gran Estado Mayor y ese mismo año “participa en la elaboración del plan de estudios de la Escuela Militar y su reglamento interno, organiza y dirige el cuerpo de caballería denominado Escuadrón de Húsares del Centenario”, de acuerdo a la nota biográfica preparada por Marina Miliani de Mazzei publicada en el Diccionario de Historia de Venezuela (DHV) de Empresas Polar.

Pese al esfuerzo realizado y la inversión hecha el 19 de abril de 1928, el ministro de Guerra y Marina, Carlos Jiménez Rebolledo, por disposición del general Juan Vicente Gómez y en atención a la situación política del país, clausura la Escuela Militar. A partir de ese momento se registran, de nuevo, diversos cambios de sede y de denominación hasta que en 1945 el centro de formación regresó a La Planicie Cajigal en Caracas donde funcionó hasta 1949, cuando pasó a ocupar su actual sede en el Fuerte Tiuna.

7. El edificio como sede del Museo Histórico Militar.

El edificio desde el 26 de marzo de 1950 hasta el 15 de mayo de 1981, fue la sede del Ministerio de la Defensa y en 1981 se transformó en Museo Histórico Militar albergando objetos, armas, uniformes y artículos militares de los siglos XIX y XX.

Desde allí, Hugo Chávez dirigió la fallida intentona golpista del 4 de febrero de 1992. Este hecho propició que a partir de 1999, con la llegada de Chávez al poder, empezase a ser denominado el edificio como “el cuartel de la montaña” cobrando connotaciones simbólicas para el movimiento político que desde entonces gobierna el país. Definitivamente, en 2002 la antigua sede de la Academia Militar es bautizada como “Cuartel 4 de Febrero” y convertido en el Museo de la Revolución Bolivariana. Dada su excelente ubicación se trata de un inmejorable mirador desde donde se pueden observar: el parque El Calvario, el Arco de la Federación, el Palacio de Miraflores, las Torres del Silencio, el 23 de Enero, y el Observatorio Cajigal así como todo el casco central y a la distancia el desarrollo de la ciudad hacia el este.

8. «La Flor de los Cuatro Elementos»

Desde el 15 de marzo de 2013, en un improvisado escenario diseñado en el patio menor por Fruto Vivas, denominado “La Flor de los Cuatro Elementos”, se ubicó el sarcófago donde se presume se encuentran los restos de Hugo Chávez.

9. El edificio y su entorno en la actualidad.

El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, en Gaceta Oficial nº 31.641, del 26 de diciembre de 1978.

Actualmente, además, ha sido convertido en la Comandancia General de la Reserva Nacional. Se encuentra en el área conformada por el Núcleo de Desarrollo Endógeno Eje Turístico El Calvario, zona declarada Sitio de Patrimonio Histórico Cultural, según Gaceta Oficial nº 38.383 del 20 de febrero de 2006.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

1, 2 y 3. Gasparini G. y Posani J.P. Caracas a través de su arquitectura. Fundación Fina Gómez, 1969.

4. Gasparini G. y Posani J.P. Caracas a través de su arquitectura. Fundación Fina Gómez, 1969; y Venezuela Inmortal (https://www.facebook.com/lavenezuelainmortal/photos/a.192793934152881/493161280782810/?type=3)

5 y 7. ARQUITECTURARCHITECTURE. Arquitectura venezolana (http://arquitecturarchitecture.blogspot.com/2015/05/museo-historico-militar-cuartel-de-la.html); y González Viso I., Peña M.I. y Vegas F. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015 (https://guiaccs.com/obras/museo-historico-militar/)

6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; y González Viso I., Peña M.I. y Vegas F. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015 (https://guiaccs.com/obras/museo-historico-militar/)

8. ARQUITECTURARCHITECTURE. Arquitectura venezolana (http://arquitecturarchitecture.blogspot.com/2015/05/museo-historico-militar-cuartel-de-la.html)

9. Captura de Google Earth; González Viso I., Peña M.I. y Vegas F. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015 (https://guiaccs.com/obras/museo-historico-militar/); y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.