
Sobre la vida y obra de José Lino Vaamonde Valencia (Orense, 1900 – Caracas, 1986), autor del dibujo que ilustra nuestra postal del día de hoy, ya nos hemos referido al menos en un par de ocasiones desde estas páginas. La primera al elaborar la nota sobre su papel jugado en el diseño y construcción de dos “súper estaciones” de servicio (Blandín -La Castellana- y Las Mercedes, ambas en Caracas), proyectadas la primera en 1954 y la segunda en 1955, pero abiertas al público en 1959; y la segunda al referirnos a su rol dentro del equipo que concibe el nuevo edificio de la Shell (1957-1960), también conocido como edificio La Estancia, que se ubicaría en un sector vacío de la urbanización Chuao.

La participación de Vaamonde en las obras señaladas las lleva a cabo desde la que fue tal vez su principal actividad realizada en el país: ser el responsable de la creación y organización de los Servicios de Arquitectura de la Shell Caribbean Petroleum Co. (antecesora de la Compañía Shell de Venezuela), dependencia que se encargaría desde 1946 de atender el urbanismo y diseño de campamentos petroleros, sus viviendas y sus diferentes servicios (clubes, edificaciones educativas y de atención médica o elementos de apoyo), así como también diversas necesidades que la compañía requería y aportaba a los centros poblados próximos a los lugares donde su actividad extractiva se desarrollaba, fundamentalmente en el occidente del país. Allí, Vaamonde desempeñará diversos cargos (Jefe de la Sección de Arquitectura, primero, y de la Sección de Proyectos, después), hasta que por su valiosa labor la transnacional anglo-neerlandesa lo nombre en 1958 Arquitecto Asesor de la Compañía, el más alto cargo en su rango dentro de la empresa, de la que se retirará en 1961 tras 15 años de servicio.


Vaamonde, egresado en 1927 de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid (título al que sumó los de arquitecto sanitario y aparejador en 1934), tuvo durante la República un activo desempeño gremial jugando “un destacado papel tanto en la creación de los Colegios de Arquitectos y redacción de sus estatutos fundacionales, como en los cargos, obtenidos por elección, que desempeñó: secretario de la Sociedad Central de Arquitectos los años 1929 a 1931, miembro fundador y secretario del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid desde 1931 a 1934, así como fundador y secretario general del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España entre 1932 y 1934”, de acuerdo al artículo dedicado a Vaamonde elaborado por Isabel Argerich Fernández para el portal de la Real Academia de la Historia de España (http://dbe.rah.es/biografias/44253/jose-lino-vaamonde-valencia)

Siguiendo el texto de Argerich Fernández, sobresalen del período en que ejerció la profesión en la península su participación “en la construcción del Metro de Madrid (1927) y del ferrocarril Orense-Santiago (1929), dedicándose desde entonces al urbanismo. También trabajó para Secundino Zuazo en los planes de Reforma Interior y Ensanche de Madrid, Ensanche de Zaragoza y Plan Comarcal de Madrid”. En 1934 presentó a concurso del Ministerio de Obras Públicas en colaboración con Luis Pérez Mínguez y Joaquín Ortiz García un proyecto para poblados en zonas regables del Guadalquivir por el que logró mención especial del jurado. “En 1935 fue (…) premiado por su estudio Algunas aportaciones al estudio de la Vivienda Rural española; al año siguiente se distinguió con la 1ª Medalla en la Exposición de Bellas Artes de Córdoba (Sección Construcción) con el proyecto Vivienda Mínima para Obreros”. De 1928 será su escrito “La Arquitectura, función social” y de julio de 1935 el artículo “Algunas aportaciones al estudio del problema de la vivienda rural española”, publicado en la revista Administración y progreso nº 37.

Incorporado a la gestión republicana, Vaamonde comienza una intensa actividad para la protección institucional del Tesoro Artístico español. “En octubre de 1936, fue nombrado arquitecto conservador del Museo del Prado, y vocal arquitecto de la Junta Central del Tesoro Artístico tres meses después. Como tal, dispuso medidas para la protección del Museo, y se responsabilizó de uno de los aspectos cruciales de la vasta operación de traslado de obras maestras a Valencia: su recepción y adecuada conservación en dicha ciudad” a raíz del bombardeo del centro de Madrid que causó serios daños al Museo. Finalmente, destaca su participación como Comisario General Adjunto del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París de 1937. Por tanto, su militancia y compromiso con el gobierno de Manuel Azaña, es lo que le lleva a exiliarse en Venezuela donde arriba en 1939.

Entre su llegada al país y su incorporación a la Shell Caribbean Petroleum Co. transcurrirán siete años en los que Vaamonde pasa un período de cierta inestabilidad profesional (común al de otros de sus colegas exiliados). Residenciado en Valencia, recién legado lleva adelante una fallida experiencia empresarial junto a Joaquín Ortiz –recién llegado de la República Dominicana– y ya en Caracas se asocia durante un corto tiempo con Javier Yárnoz y el propio Ortiz lo cual dio como resultado la construcción de varias obras todas ubicadas en la capital.


Así pues, retomando el hilo con que iniciamos esta nota, el edificio administrativo proyectado por Vaamonde para la Refinería Cardón, estado Falcón, en 1959, se sumará, como bien apunta Henry Vicente Garrido en “De Venezuela: La ficticia ‘ilusión’ del destierro”, texto publicado en Arquitecturas Desplazadas. Arquitecturas del exilio español, 2007, catálogo de la exposición del mismo nombre de la cual fue director y comisario, a otra importante cantidad de trabajos realizados dentro de la Sección de Arquitectura de la Shell: los planes reguladores de Lagunillas (1954) o de Altagracia (1958), el edificio de Servicio Shell para el Agricultor, en Cagua (1952), el Centro de Entrenamiento Artesanal de Lagunillas (1953), la Unidad de Quemaduras del Hospital Shell en Maracaibo (1955) y el Club Manaure también en Cardón (1953), entre otros.

Por otra parte debe señalarse que, con las estaciones de servicio como preámbulo, el edificio de oficinas de la Refinería Cardón y el edificio Shell de Chuao, serán las últimas obras en las que participó Vaamonde antes de jubilarse de la petrolera, mostrando ambas un claro parentesco en lo que a su preocupación por la protección solar se refiere constituyéndose tal vez ello en su rasgo más característico.

Ya retirado de la Shell, Vaamonde publicó en Caracas en 1973 una monografía titulada: Salvamento y protección del tesoro artístico español durante la guerra, 1936-1939 y, posteriormente, “Objetivo: Museo del Prado” aparecido en la revista madrileña Historia 16, nº 7, noviembre de 1976 que recogieron la su actividad y experiencia ya citadas para la protección institucional del Tesoro Artístico español durante la Guerra Civil.
Posteriormente a su fallecimiento en Caracas, la figura de Vaamonde tuvo la oportunidad de ser revalorada en su tierra de origen. Ello ocurrirá a partir del momento en que la conservadora del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), Isabel Argerich, profundiza desde el año 2000 el estudio de la trayectoria y vida del arquitecto gallego naturalizado venezolano y cuando posteriormente, actuando como comisaria de la exposición «Arte protegido» (inaugurada en 2003 en el Museo del Prado) se relataron las medidas de salvaguarda del patrimonio artístico puestas en marcha por la Junta de Protección del Tesoro Artístico durante la Guerra Civil.


Para todo ello tuvo vital importancia la donación que en 2001 hiciera efectiva al Instituto del Patrimonio Cultural de España su hijo, Joselino Vaamonde Horacada, consistente en 299 documentos del archivo personal del arquitecto sobre su labor ya mencionada, donde destacan sus encargos para el Museo del Prado y la Junta Central del Tesoro Artístico en Valencia, así como durante su etapa como comisario general adjunto del Pabellón de la República española en la Exposición Internacional de París de 1937, y secretario general de Propaganda.
En 2019, al cumplirse el bicentenario del Museo del Prado, se llevaron a cabo una serie de reportajes que narraron con gran objetividad la labor llevada a cabo por el arquitecto ourensano de salvaguarda y protección del tesoro artístico del Museo durante la Guerra Civil que el libro de 1973 ya había registrado pero que el franquismo se empeñó en mantener a oscuras.
En 2021 el IPCE incorporó al catálogo web del archivo del Instituto (https://catalogos.mecd.es/opac/) cerca de 700 nuevos documentos del fondo histórico sobre la protección del patrimonio artístico durante la Guerra Civil entre los que se encuentran la colección donada por Joselino Vaamonde y los procedentes de los archivos de Roberto Fernández Balbuena (Madrid, 1890-Ciudad de México, 1965).
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal, 5, 6, 7 y 8. Henry Vicente Garrido. «José Lino Vaampnde». Arquitecturas Desplazadas. Arquitecturas del exilio español, 2007
1. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2020/04/04/1959-super-estacion-de-servicio-las-mercedes/) y (https://fundaayc.com/tag/estacion-de-servicio/)
2. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2014/08/12/1960-nueva-sede-de-la-shell/); y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad (https://fundaayc.com/2014/08/12/1960-nueva-sede-de-la-shell/)
3. Lilia Maure Rubio. Secundino Zuazo Ugalde. «Una revisión del Plan de 1929 y su pretendida modernidad» (https://www.fundacioncoam.org/media/Default%20Files/fundacion/biblioteca/revista-urbanismo/docs/revista-urbanismo-n14-pag84-91.pdf)
4. Lino Vaamonde, el ourensano que salvó los cuadros del Museo del Prado (https://www.laregioninternacional.com/articulo/galicia/lino-vaamonde-ourensano-cuadros-museo-prado/20210302112108268843.html)
9. todocoleccion (https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-historia-moderna/salvamento-proteccion-tesoro-artistico-espanol-durante-guerra-1936-1939-historia-militar~x297817753) y (https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-guerra-civil-espanola/salvamento-proteccion-tesoro-artistico-espanol-durante-guerra-1936-1939-jose-lino-dedicado~x473134347)
10. Lino Vaamonde, el ourensano que salvó los cuadros del Museo del Prado (https://www.laregioninternacional.com/articulo/galicia/lino-vaamonde-ourensano-cuadros-museo-prado/20210302112108268843.html); y José Lino Vaamonde, el ourensano que salvó al Prado (https://www.laregion.es/articulo/ourense/jose-lino-vaamonde-ourensano-prado/20181230092848845042.html)