
Archivos Mensuales: octubre 2023
TAL DÍA COMO HOY…
… 1 de octubre de 1989 aparece en las páginas de El Diario de Caracas el artículo “La pirámide de Pei” de Oscar Tenreiro.

Oscar Tenreiro, quien ya había acumulado a lo largo de más 20 años una importante cantidad de textos y artículos de corte crítico, comenzó a publicar con periodicidad semanal en la prensa a partir del domingo 3 de septiembre de 1989, dando inicio así a una costumbre que hasta hoy no ha abandonado.
Atendiendo la invitación que le hiciera Luis García Mora, director de El Diario de Caracas, un periódico en formato tabloide de baja circulación que buscaba alcanzar altos niveles de calidad en sus contenidos y alejarse del establishment, Tenreiro empezará su andadura con una columna que titulará “Nave” (acrónimo de Nueva Arquitectura Venezolana) donde, como él mismo confiesa en Todo llega al mar. Textos (2020), “podía expresar puntos de vista cumpliendo con el objetivo que me había trazado: lenguaje directo, diálogo con mi contexto sin perder las referencias del debate más amplio”.
Lo que comenzó como una columna pasaría al poco tiempo a ocupar una página entera denominada “Arquitectura y Ciudad”, que estaría conformada por dos textos de la autoría de Tenreiro (de aproximadamente 3500 caracteres cada uno) y un espacio breve (“Poesía de la ciudad”) a cargo de Francisco Sesto, su colega y socio por aquel entonces. De los dos escritos de Oscar había uno que se presentaba con un título más llamativo y algún subtítulo e incorporaba la presencia de fotos, pasando “Nave” a ocupar la parte inferior de la hoja asumiendo un tono más reflexivo. Esta experiencia, que duró más de cuatro años y de la que se registran más de 200 entradas, se vería truncada el 21 de noviembre de 1993 cuando en medio del fragor político de las elecciones que se dieron en diciembre de ese año y en las que Tenreiro y Sesto habían manifestado su apoyo al candidato Andrés Velásquez, se les pasó factura desde la directiva del diario.

Volviendo a la aparición tal día como hoy del texto “La pirámide de Pei” como tema central de “Nave”, habría que recordar que se trataba del quinto de la serie iniciada el 3 de septiembre con “¿Vivienda, no importa cuál?”, cuando Tenreiro aún escribía en solitario. El tema abordado, de enorme actualidad y causante de no pocas controversias, no era otro que el relacionado con la segunda inauguración el 29 de marzo de 1989 del espacio que alberga la entrada principal del Museo del Louvre el cual, ubicado en el centro del cour Napoléon, fue cubierto por una pirámide de vidrio y metal diseñada por el arquitecto chino-estadounidense Ieoh Mihg Pei (1917-2019).
Tras el subtítulo “La luminosa pirámide es la atracción más reciente del Museo Louvre”, Tenreiro recuerda, por un lado, cómo la ampliación del antiguo palacio real se trató de uno de los puntos del programa de acción, propuesto por el presidente de Francia François Mitterrand sobre París, entendiendo que “se convertía pues en asunto de prestigio político porque los grandes museos no son, en verdad sólo lo han sido’ para los funcionarios mediocres, almacenes de memoria para privilegiados sino centros de irradiación y recepción de asuntos centrales a la evolución de la sociedad de hoy”.


Por otro lado, tomando como caso excepcional la gestión de Sofía Imber en lo que fue la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (una institución creada a partir de un espacio limitado que fue creciendo gracias a “la extraordinaria habilidad, el talento y la energía” de quien lo impulsó), señala Tenreiro que “los museos son ante todo su arquitectura” y que no “cualquier techo, cualquier espacio, si se dota de un presupuesto y un personal puede merecer ese nombre”, para subrayar cómo “Detrás del nacimiento y desarrollo del Louvre no hay procedimientos administrativos o tan sólo estrategias circunstanciales, sino una voluntad política bien precisa, que le confiere a su existencia la primera prioridad hasta el punto de acrecentar su colección a base de actos de imperialismo político”.
No deja de mencionar Tenreiro los cuestionamientos provenientes de parte de los arquitectos franceses y los sectores conservadores en cuanto a la selección de Pei como proyectista, y el partido asumido por éste de recurrir a un objeto arquetipal para enfrentar tan emblemático lugar. Con relación a lo primero, en vista de los malos ejemplos que empezaban a poblar París de edificios institucionales de dudosa calidad, de manos de algunos arquitectos nacionales, Oscar no duda en afirmar que todo hace pensar que el asunto “estuvo mejor en las manos del chinito, todo sea dicho con el perdón de los arquitectos franceses buenos, que son muchos, pero a quienes jamás les hubieran dado el encargo”. Con relación a lo segundo: “Las objeciones conservadoras terminaron cayéndose por su propio peso y pasaron lentamente de la desaprobación al apoyo irrestricto, lo cual demostró que algo se ha ganado en la ampliación del marco cultural que debe nutrir los juicios sobre arquitectura. Y permitió la inauguración en medio de la complacencia general”.


Sin embargo, la verdadera carga crítica del texto se dará a partir del momento en que se abre la puerta a otros análisis y cuando Oscar hinca el diente puntualizando que: “la arquitectura que encuentra su razón de ser en los gestos grandilocuentes, termina por ser incapaz de superar los límites que esos mismos gestos establecen. Si el Louvre de Pei se puede resumir en la pirámide, así como su Galería de Washington se puede resumir en el Atrio, es porque son esos elementos los que llevan la carga de toda la arquitectura que allí pudo haber nacido. No importa ya que lo demás sea asumido por el diseño como producto de factoría, donde todo tiene su lugar, todo se ha estudiado, pero la emoción que domina es la producción. Es una arquitectura de brillo, pero incapaz de trascender las condiciones que le dieron origen. Por más que nos maraville la tecnología de vidrio y acero inoxidable, el asombro no es suficiente para ocultar el ambiente de tienda por departamentos o de centro comercial, (exquisitos, claro está, pero con escalera mecánica y todo) que se crea debajo de él”.




El sentido de novedad que en aquel entonces traslucía la “pirámide de Pei” (que Tenreiro asociaba a otras grandes cúpulas vidriadas parisinas), por la cual se pensaba que se trataría de un efecto poco perdurable tendiente a su desvanecimiento, valdría la pena revisarlo hoy a la distancia de 34 años cuando el tiempo ha trabajado a favor de asentar la intervención en la memoria de la ciudad. En ese sentido, París nos ha dado importantes lecciones.
ACA
Procedencia de las imágenes
1 y 2. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
4. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vue_globale_de_la_BNF1_%281%29.jpg, https://es.wikipedia.org/wiki/Arco_de_La_D%C3%A9fense, https://es.123rf.com/photo_84338708_bercy-ministerio-de-finanzas-en-par%C3%ADs-en-un-d%C3%ADa-soleado.html, https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93pera_de_la_Bastilla, https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Parc_de_la_Villette,_Paris_2010.jpg y https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:MuseeOrsay_20070324.jpg
5. https://ar.pinterest.com/pin/299630181437965751/ y https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Si%C3%A8ge_CL_escalier_4e.jpg
6. https://en.wikipedia.org/wiki/File:National_Gallery_of_Art,_East_Building.jpg y https://www.nga.gov/features/slideshows/a-design-for-the-east-building.html#slide_6
8. https://es.lovepik.com/image-501593497/panorama-pyramid-entrance-of-the-louvre-museum-in-paris-france.html y https://www.flickr.com/photos/snarfel/3233852173
9. https://www.jmhdezhdez.com/2014/11/obras-destacadas-museo-del-louvre-paris.html
HA SIDO NOTICIA

La Bienal de Arquitectura Latinoamericana 2023 se llevó a cabo en Pamplona, destacando a Ecuador como país invitado
Escrito por Fabian Dejtiar
Publicado el 26 de septiembre, 2023
Tomado de https://www.archdaily.cl
Una nueva edición de la Bienal de Arquitectura Latinoamericana se inauguró el 26 de septiembre en la ciudad de Pamplona, España. Hasta el 29 de septiembre, el programa principal de la Bienal, que tuvo a Ecuador como país invitado, se desarrolló en el Palacio del Condestable y la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Asimismo, se completará con extensiones en Sevilla, Granada, Barcelona y Madrid entre el 2 y el 5 de octubre.

Como actividades previas a la inauguración, el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro organizó el 25 de septiembre una sesión presencial y virtual de encuentro entre arquitectos ecuatorianos y navarros con breves presentaciones y debates acerca de las diferencias y las potenciales colaboraciones entre ambos países. Al mismo tiempo, antes de la inauguración oficial el 26 de septiembre a las 18:00 horas españolas, se presentaron los resultados del “mini-taller de representación y recreación gráfica de la arquitectura» que tuvo como principal exponente a dibujos de obras del Ecuador, junto a la conferencia de María Samaniego que nos adelantó la próxima Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito 2024.

La Bienal de Arquitectura Latinoamericana ha sido organizada por la asociación AREA con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona, el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro, el Gobierno de Navarra, la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España. Este evento busca destacar la trayectoria de jóvenes arquitectos latinoamericanos y como en precedentes ediciones, pretende dar a conocer en España la producción de profesionales emergentes, ayudando así a su proyección en el país y en el de origen. Desde su edición inaugural en 2009, la BAL ha destacado prácticas emergentes y profesionales que eventualmente se han reconocido mundialmente como Adamo Faiden, Carla Juaçaba, Pezo von Ellrichshausen, Daniel Moreno y Ambrosi Etchegaray. En esta nueva ocasión, se suman al listado jóvenes estudios de arquitectura provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay.


Los 14 equipos seleccionados para la BAL 2023 son BHY, GSARQS+, Manuel González Veglia, GOAA, Tomás de Iruarrizaga, Lezaeta Lavanchy, Rama Estudio, Emilio López, Escobedo Soliz, 3ME arquitectura, TO, LANZA Atelier, Oficina X y MASA Arquitectos. Durante los cuatro días de la Bienal, se dieron sus respectivas presentaciones junto a otras conferencias y diálogos asumidos por distintas figuras de la arquitectura como Manuel Ramos, Espinoza Carvajal Arquitectos, Diez + Muller, Surreal estudio, MCM + A Taller de Arquitectura, y Durán & Hermida, entre otros. La conferencia de clausura estuvo a cargo de Rafael Vélez Calisto, uno de los grandes exponentes de la arquitectura ecuatoriana y latinoamericana.
ACA
NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Emerging Ecologies
Architecture and the Rise of Environmentalism
Carson Chan y Matthew Wagstaffe (eds.)
MoMA
2023
Idioma: inglés
Catálogo de la exposición del mismo nombre abierta desde el 17 de septiembre de 2023 hasta el 20 de enero de 2024.
Sinopsis
En la década de 1960, el impulso de la posguerra por un crecimiento sin fin y un consumo cada vez mayor dio lugar a preocupaciones sobre la contaminación industrial, el agotamiento de los recursos y el colapso ecológico, lo que inspiró a una nueva generación de arquitectos a repensar los principios fundamentales de su profesión. Publicado para acompañar el primer estudio amplio de la historia del pensamiento ambiental en la arquitectura, Emerging Ecologies: Architecture and the Rise of Environmentalism (Ecologías emergentes: la arquitectura y el auge del ambientalismo) estudia el papel que han desempeñado los arquitectos en la definición de nuestra comprensión de la “naturaleza” y el “medio ambiente”, específicamente durante el surgimiento del movimiento ecologista. Esta publicación ricamente ilustrada presenta más de cuarenta y cinco contribuciones arquitectónicas, desde el trabajo innovador de Eleanor Raymond y Mária Telkes sobre casas solares hasta el sistema de gestión de recursos mundiales de Buckminster Fuller y el simbolismo ambiental de Emilio Ambasz, para explorar el papel que desempeñaron los diseñadores en la promoción de la ecología y al delinear los términos mismos de su campo naciente. A través de un ensayo introductorio del curador Carson Chan, textos claramente enfocados en cada uno de los proyectos presentados y una cronología histórica concisa, Emerging Ecologies documenta los entrelazamientos entre la ecología, el diseño y el arte estatal, permitiendo a los lectores hacer un balance de los hitos históricos a medida que la arquitectura se enfrenta a las emergencias climáticas actuales.
ACA
GRATA NOTICIA

Rodrigo Gutiérrez Viñuales, Catedrático de Arte Latinoamericano de la Universidad de Granada, de quien reseñáramos en el Contacto FAC 223 del 5 de septiembre de 2021 el libro de su autoría titulado Graziano Gasparini y el arte contemporáneo, nos ha informado que decidió publicar en la web el texto completo y ponerlo a disposición de todas aquellas personas a las que les interese verlo y descargarlo. El link es el siguiente:
https://www.ugr.es/~rgutierr/PDF2/LIB 029.pdf
Mil gracias a Rodrigo por su generosa iniciativa y por compartir una obra que consideramos de gran valor e importancia.
ACA
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 375

Durante la década de 1950, dentro del particular impulso dado al desarrollo de edificaciones destinadas al ocio, el disfrute, el descanso y la recreación, resalta una tipología que proveyó a determinados grupos humanos de funciones complementarias que les permitieron paliar las carencias de contacto, tranquilidad o esparcimiento que la agitada vida moderna dificultaba cada vez más: los clubes sociales.
Una variante de estos establecimientos la constituyeron los organizados en torno a la procedencia desde alguna región del país o del mundo, tanto de quienes los promovieron como de los que se asociaron para que ello cuajara. Así, gallegos, italianos, asturianos, vascos, catalanes, lituanos y también apureños, margariteños, tachirenses, guariqueños o sucrenses comenzaron ocupando primero muchas casonas o locales de Caracas y luego, algunos de ellos, terminaron adquiriendo las instalaciones de tradicionales clubes sociales caraqueños o edificando sedes propias.

Un somero repaso a lo mencionado permite detectar cómo, por un lado, el Hogar Canario se ubicará en el Club Paraíso (1923-1933), la Hermandad Gallega comprará el antiguo Club Casablanca en Maripérez (1946), o el Centro Catalán hará otro tanto con el Club Los Palos Grandes (1933); por el otro, dentro de los edificios de nueva planta, Carlos Guinand Sandoz diseñará en 1935, en El Paraíso, el Club Alemán en claro tono de clasicismo académico; Miguel Salvador Cordón proyectará en 1950, también en El Paraíso, el Centro Vasco de Caracas mirando hacia la arquitectura vernacular de esa región ibérica; y Doménico Filippone, con rasgos definitivamente modernos y particularmente corbusianos, levantará en 1958 en La Candelaria la Casa de Italia.

Hay, sin embargo, dos interesantes planteamientos que conjugan sendas interpretaciones desde lo contemporáneo de lo que puede ser la imagen de un club regional: la Casa Monagas encargada a Vegas & Galia y el Club Táchira a Fruto Vivas. Es a la primera a la que dedicaremos la nota de hoy.
La Casa Monagas, como su nombre lo indica, tenía como propósito servir de punto de encuentro a los oriundos de este estado oriental del país residentes en Caracas, y a todos aquellos que desde esa localidad se acercaran a la capital. Su reducido programa, que derivó en una construcción de sólo 400 m2 cuyo costo de obra se estimó en Bs. 230.000, le otorgaba una escala familiar que se acoplaba muy bien a la zona residencial donde se debió insertar y que los arquitectos intentaron preservar sin perder de vista la necesidad de generar una imagen memorable. El terreno de 2.000 m2 se encontraba ubicado en un pequeño valle en la parte alta de la urbanización Las Acacias, en un recodo de la avenida Nicaragua.
Así, el partido adoptado parte de la resolución de las áreas que integran el programa en dos volúmenes intersectados conformando una «L», que a su vez envuelve un patio abierto hacia el que es posible expandir las actividades del edificio ubicadas en la planta baja. El cuerpo principal orientado norte-sur, que le da a la obra un atractivo aspecto sirviendo de remate a la calle donde se encuentra, se concibe como un solo espacio flexible cubierto por una superficie ondulada cuya forma se origina de la intención de seguir el dictamen del paisaje que lo rodea, tal y como lo ilustra el croquis que engalana nuestra postal del día de hoy.



El volumen secundario, perpendicular al anterior, es un paralelepípedo recto de un solo piso que penetra en el principal creando una mezzanina interna y sobresale hacia el sur para definir el acceso mediante un pequeño balcón. Hall de llegada, vestíbulo y sala de juegos están contenidos en el espacio único del volumen principal correspondiéndose los dos primeros con la ondulación mayor de la cubierta (punto de intersección) y el tercero con la ondulación menor. Bar-restaurant, cocina y dependencias de servicio se ubican en el cuerpo secundario cuyo techo plano es aprovechado como terraza de expansión hacia el norte.
De esta pequeña edificación vale la pena resaltar varios aspectos. El primero es su fuerza volumétrica a pesar de la sencillez del esquema que lo origina, basada en la adopción del tema de una cubierta en forma de “M” que parece nacer de la misma tierra. Calculada por el ingeniero Johannes Johanson, con quien los arquitectos ensayaron un interesante sistema estructural de pequeñas viguetas huecas que permitían grandes luces sin apoyo, el resultado permitió desarrollar una planta lo suficientemente libre muy acorde con la función que albergaba.

El segundo es el carácter vernáculo que le otorgan la utilización de la piedra y el ladrillo a un planteamiento espacial y estructural absolutamente modernos, por lo que muy bien le cabría el calificativo de orgánico. Organicidad que se ve reforzada adicionalmente por su actitud ante el paisaje, por el uso equilibrado de la geometría propia de las superficies curvas en contraste con la línea recta, y por la manera como es resuelta la aproximación al edificio rompiéndose con toda tentación unidireccional que su composición podría sugerir, multiplicando los ángulos bajo los cuales puede ser apreciado y jugando al engaño en cuanto a la aprehensión real de su escala.
Afirmar que este club se trata de un edificio «monaguense» a no ser, como jocosamente solía comentar José Miguel Galia, por la «M» que su ondulada cubierta insinúa, no conduce a ningún lado. De ello se percataron sus proyectistas quienes prefirieron llevar a cabo una exploración en la que le dieron cabida, tal vez como en ninguna otra obra suya, al tema de la caracterización dentro de una tipología que así lo permitía. La combinación de casa con recreación en este sentido está totalmente lograda gracias, además, a su integración armónica a la vez que contrastante con el entorno, al manejo de la luz y la ventilación naturales, y a la utilización de una solución tecnológicamente experimental en concreto armado muy a tono con los años que se vivían. Cualquier relación con Pampulha no es casual: su influencia gravitaba en la oficina de Vegas & Galia en aquel momento. Lo que si es realmente novedoso es haber logrado fusionar con gran talento dos de los temas manejados en el ejemplar conjunto de Niemeyer: la expresividad de la Capilla y el programa de un club social.

Alberto Sato en José Miguel Galia. Arquitecto (2002) insiste en la condición doméstica de la Casa Monagas y la emparenta no sólo con la arquitectura brasileña sino también con la propuesta para el «Concurso internacional para el diseño de una quinta en un terreno con pendiente en Colinas de Bello Monte», promovido por Inocente Palacios y ganado por Galia en 1951, por la manera como se abre a las vistas hacia el norte a través de superficies acristaladas, tamizadas por el sinuoso muro calado hacia el sur. Además, la disposición de los dos volúmenes cruzados adoptados como esquema en planta remite, según Sato, a algunas quintas realizadas por Vegas & Galia en la época.
La condición excepcional que tiene esta pequeña edificación dentro de la estética racionalista característica de Vegas & Galia, oficina que entre 1951 y 1958 logró acumular 35 proyectos y 26 obras construidas, no hace sino confirmar la solidez con que en dicha firma se hicieron presentes, como bien ha sintetizado Sato, “la normativa urbana, la tipología edilicia, el dispositivo ambiental, los materiales constructivos de las edificaciones, los detalles y acabados con la maestría de quienes, por la vía de un riguroso profesionalismo, han dado verdaderas lecciones de arquitectura”.
Hoy, despiadadamente intervenida por quienes en el tiempo se vieron en la necesidad de ampliar sus instalaciones aprovechando el terreno donde se ubica, la Casa Monagas, totalmente desfigurada, difícilmente puede ser reconocida luego de que en nuestra retina quedaran plasmadas las estupendas fotos realizadas por Paolo Gasparini en las fechas próximas a su apertura en 1954.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. LOS SIGNOS HABITABLES. Tendencias de la Arquitectura Venezolana Contemporánea, Catálogo de la exposición, 1984
- Colección Crono Arquitectura Venezuela, https://www.minube.com/rincon/centro-vasco-de-caracas-_-eusko-etxea-caracas-a3685452#gallery-modal y González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015
2. Colección Crono Arquitectura Venezuela y https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Club_Tachira_Caracas.jpg
3 y 4. Alberto Sato, José Miguel Galia. Arquitecto (2002)
5. Architectural Design, Volumen XXVI, febrero 1956 y https://es.wikiarquitectura.com/edificio/iglesia-san-francisco-de-asis/388681064963b879ad4da92bed3274bd/
6. Capturas de Google Earth