ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 224

El Centro Ciudad Comercial Tamanaco (mejor conocido por sus siglas CCCT) ostentó durante muchos años el lugar que lo colocaba con el establecimiento de su tipo más grande del país. Ello ocurrió desde que se terminó su primera etapa en 1976 hasta 1998 cuando abre sus puertas el Centro Comercial Sambil Caracas. La denominación de ciudad comercial tiene que ver justamente con sus dimensiones, las características de su organización y la diversidad de usos que alberga. Se levanta sobre un terreno de aproximadamente 83.000 m2 (8,3 Há) ubicado en la urbanización Chuao, municipio Chacao, estado Miranda, que, luego de la lotificación de la hacienda de la cual tomó el nombre la urbanización, estuvo durante muchos años vacío y luego subutilizado como lugar donde funcionaba el Autocine o Cinemóvil Tamanaco.

1. Arquitecto Diego Carbonell Parra (1923-2000)
2. Vista aérea del sector de Chuao en 1970 donde se construiría el Centro Ciudad Comercial Tamanaco y otros importantes edificios

Su proyectista, Diego Carbonell Parra (1923-2000), egresado del Massachusetts Institute of Technology en 1944, Presidente de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA) (1951-53) y uno de los miembros fundadores de la FAU UCV (1953), ya había hecho acto de presencia casi a modo fundacional en la zona donde se implantará el CCCT diseñando entre 1957 y 1958 junto a Miguel Salvador Díaz y José Lino Vaamonde el edificio La Estancia (antiguo edificio Shell, luego Maraven y hoy sede de la UNEFA), hito de la arquitectura moderna venezolana. También sería bueno recordar que Carbonell constituye entre 1949 y 1953 la que se reconoce como la primera oficina de arquitectura de Caracas junto a Tomás José Sanabria (Carbonell y Sanabria Arquitectos), experiencia que, al servir de modelo para otra serie de profesionales, cambiará el perfil de la disciplina durante la década de los 50 del siglo XX y que realizará una serie de obras señeras en las que modernidad y tradición serán tratadas con particular equilibrio. Ya de manera independiente Carbonell proyectará en 1953 el Centro Comercial del Este (sobre la avenida Casanova); en 1955 la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal (Plaza Las Tres Gracias) y el edificio Las Fundaciones (Avenida Andrés Bello); en 1957 el edificio La Hacienda (Las Mercedes); y en 1958 la Casa Club del Junko Golf Club (El Junko) por citar algunas de sus obras a las que habría de sumarse el trazado y diseño de viviendas tipo para las urbanizaciones Santa Marta y Santa Cecilia (1955).

En esta oportunidad Carbonell, quien durante los años sesenta había reorientado su actividad arquitectónica hacia el campo de la planificación y gerencia de edificaciones, se asociará para enfrentar el proyecto del CCCT con el arquitecto norteamericano Chris Ramos.

3. Diego Carbonell y Chris Ramos. Primera propuesta de conjunto para el Centro Ciudad Comercial Tamanaco (1971)

La ambiciosa propuesta, prevista para ser construida por etapas, se propone desde un inicio concentrar las edificaciones que la integran destinándose la casi totalidad del resto del terreno para resolver los estacionamientos los cuales se desarrollarían, además, en los sótanos del complejo. Los primeros bosquejos elaborados por Carbonell (1971) muestran la existencia de tres volúmenes principales en los que se jugaba con el escalonamiento de las fachadas de diferentes formas ofreciéndose una presencia si se quiere más homogénea en que ya destacaba la imagen de una pirámide invertida como elemento de mayor impacto visual.

Se buscaba en todo caso responder a las variables del contexto en el que se insertaba (rodeado de vías rápidas, de difícil accesibilidad peatonal y afectado por el cono de aproximación del Aeropuerto La Carlota) e impactar, dada su estratégica ubicación, mediante el uso del concreto armado obra limpia con visos brutalistas y el protagonismo del elemento piramidal que en definitiva identificará el conjunto de cara a la ciudad.

4. Anuncio promocional de la preventa del CCCT
5. Vista aérea de la primera etapa del CCCT junto al Distribuidor El Ciempiés y la Autopista Francisco Fajardo

El desarrollo y evolución del proyecto apuntará a acentuar y liberar la lectura formal del elemento protagónico de la composición (destinado a oficinas) el cual junto a la construcción en las plantas inferiores de un extenso centro comercial (con 9 salas de cine, el automercado CADA y la tienda por departamentos BECO como “anclas”) y las respectivas áreas de estacionamiento, conformará la primera etapa inaugurada el año 1976 luego de cuatro años de iniciadas las obras.

La “pirámide invertida”, que perdura desde el primer planteamiento de conjunto hasta la propuesta final, permitirá, además, incorporar importantes innovaciones estructurales, introducir la iluminación cenital a su espacio central y manejar de manera peculiar la incidencia solar en sus fachadas, aspecto este de importancia para el uso que alberga. Finalmente, estará acompañada para cuando se concluya la construcción de la segunda etapa (1982) de otras 4 torres de oficinas y un hotel de 200 habitaciones (morfológicamente muy distantes de la primera propuesta), incrementándose a 450 tiendas del centro comercial (tres niveles más) y a más de 5000 los puestos de estacionamiento.

6. Tomas cercanas de la «pirámide invertida» del CCCT
7. Vista aérea del CCCT totalmente concluido
8. Uno de los espacios interiores del CCCT

En total se construyeron 480.000 m2 bajo un esquema de propiedad multiuso, correspondiéndole a don Siro Febres Cordero, quien creó la empresa Ciudad Comercial Tamanaco, la tarea de reunir al nutrido grupo de inversionistas que se asociaron para lograr que la obra se concretara de acuerdo al proyecto definitivo de Carbonell (de mayor incidencia en la primera etapa) y Ramos (con mayor peso en la segunda).

Acompañaron a los arquitectos proyectistas en la tarea de llevar adelante los cálculos estructurales los ingenieros Francisco Pérez Rodríguez, Luís Enrique Madriz y Manuel Porras, con el apoyo de Hugo Hernández López y Celso Fortoul Padrón.

La construcción de la primera etapa se hizo a través de un consorcio formado por tres empresas: Fibrocemento, Inversora Taca y la Constructora de los Hermanos González. El ingeniero Francisco Pérez Rodríguez, se encargó de la inspección de la obra. Al iniciarse la segunda etapa se incorporó al Ing. Enrique Pardo Morales con un equipo de profesionales para contribuir con la supervisión de la obra en la que participaron más de 120 contratistas.

La condición de isla que siempre ha caracterizado al CCCT ha hecho de la llegada en vehículo su principal forma de acceso. Sin embargo, desde la apertura de la estación Chacao de la línea 1 del Metro de Caracas (1988) se ha reforzado su vinculación aunque lejana con este sistema de transporte, estándose a la espera de la finalización de las obras de la línea 5 que aproximaría a los usuarios desde la estación Tamanaco. Esta particularidad ha hecho que desde la apertura del Centro Sambil, mucho más accesible desde el transporte público, la actividad del CCCT disminuyera sensiblemente, obligando a sus propietarios a llevar a cabo importantes inversiones que han buscado una reactivación la cual ha llegado.

Pese a todo ello el CCCT (cuyo slogan es “todas las soluciones en un mismo lugar”) desde su apertura se convirtió en referencia y lugar de encuentro concentrando buena parte de los comercios de élite de la ciudad además de lugares de diversión y entretenimiento. Su versatilidad y permanente actualización le ha permitido albergar también exposiciones industriales y comerciales, eventos musicales y de entretenimiento a gran escala en su áreas destechadas. Hoy, sin duda, es una de los principales lugares de distracción dentro de una ciudad que no ofrece seguridad y que ha hecho de los centros comerciales cerrados y con sistemas de vigilancia espacios urbanos de disfrute masivo.

9. SIMBIOSIS Arquitectura + Gerencia. Arq. Alejandro Borges G. Dos láminas del proyecto presentado para el concurso privado organizado por el CCCT para la remodelación y actualización de los pisos del centro comercial. 2008

En 2013, a raíz de un concurso privado organizado por el CCCT para el proyecto de remodelación y actualización de los pisos del centro comercial ganado por la arquitecto Vivian Dembo, el arquitecto Alejandro Borges a la vez que presenta su propuesta, señala con claridad cómo “la dinámica urbana actual y la bien comprendida necesidad de generar espacios dados al peatón, han cambiado radicalmente el papel potencial de una pieza tan importante como lo es el CCCT. Tanto su escala como su ubicación en la ciudad lo han convertido en pieza fundamental en las posibilidades reales de establecer conexiones Norte-Sur en este tramo de nuestra ciudad combinando esfuerzos privados y públicos. Las presiones actuales ineludibles de múltiples fuerzas del lugar constituyen una oportunidad valiosa de desarrollar estrategias que permitan ser repetidas a lo largo de la gran escisión que representan la autopista y el río en el tejido de Caracas”. Y añade: “En la actualidad, el CCCT opera como un extraordinario pasaje urbano que de una manera precaria y accidental conecta peatonalmente la avenida Francisco de Miranda, el metro de Chacao y la avenida Libertador con el sector de Chuao y Las Mercedes. La nueva estación del metro Las Mercedes y el futuro Parque La Carlota van seguramente a acentuar el flujo peatonal desde y hacia el CCCT”, todo lo cual le permite realizar una interesante propuesta que con el título de “Arqueología del espacio. Del fragmento a la idea globalizadora” se puede consultar en el nº 103 de la revista entre rayas de febrero de 2014.

Diego Carbonell tras diseñar y ejecutar el CCCT recibió desde el gremio arquitectónico duras críticas en cuanto al claro distanciamiento que mostró esta obra con su anterior producción, muy alejada en cuanto a los patrones estéticos hasta entonces había manejado dando rienda suelta en este caso a las exigencias de inversionistas y agentes inmobiliarios. La desproporcionada escala de los espacios, falta de claridad en los recorridos y llegadas a las diferentes partes que lo conforman, ausencia de contacto con el exterior, impureza y descuido en el tratamiento de la masa construida, y presencia de materiales y acabados suntuosos y aleatoriamente combinados, si bien alejaron a Carbonell de la “buena arquitectura” dejaron sumamente satisfechos a los promotores y también a quienes desde mediados de los años 70 han podido conocerlo. La idea de una ciudad dentro de la ciudad donde la seguridad y el confort del usuario y del vehículo predominan lo convierten en pionero y referencia ineludible dentro de los malls caraqueños.

10. Julio Volante. “Edificio Ciudad Tamanaco”, 1964

Nota

Como dato curioso hemos encontrado que Julio Volante publicó en la Revista Punto nº 17, abril 1964, para la sección “Habla un arquitecto” la imagen de un proyecto que se identifica como “Edificio Ciudad Tamanaco” que bien podría ser una primera propuesta para el lugar donde finalmente de erigió en CCCT, sin que nos atrevamos a afirmarlo categóricamente. Sería interesante que nuestros lectores nos

ayudaran a corroborar si esto es o no cierto.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. https://www.academia.edu/36603255/Biografia_sobre_el_Arquitecto_venezolano_Diego_Carbonell_Parra

2, 3, 4 y 6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

5. https://www.pinterest.com/pin/483574078716324439/

7. https://hectorucsar.wordpress.com/2012/12/06/caminando-por-caracas-piero/caracas-ccct/

8. https://www.tripadvisor.com.ve/LocationPhotoDirectLink-g316066-d316539-i94542393-Centro_Comercial_Ciudad_Tamanaco-Caracas_Capital_Region.html

9. https://entrerayas.com/2014/03/arqueologia-del-espacio-del-fragmento-a-la-idea-globalizadora/

10. Revista Punto nº 17, abril 1964

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