¿SABÍA USTED…

… que entre 1957 y 1959 se proyecta y construye la Iglesia de La Asunción dentro la comunidad 2 de diciembre (hoy 23 de enero)?

1. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Vista exterior

Considerada por algunos como iglesia y por otros como capilla debido a sus controladas dimensiones, esta pequeña edificación se insertó como parte del centro cívico (junto al teatro y los comercios), que complementó la tercera etapa del conjunto de vivienda multifamiliar obrera de alta densidad y gran altura situado al oeste de Caracas, conocido inicialmente como Comunidad 2 de diciembre y hoy como el 23 de enero.

Proyectada por Carlos Raúl Villanueva con la estrecha colaboración de Juan Pedro Posani su singularidad dentro de la trayectoria del Maestro y la manera como es abordado y resuelto el problema arquitectónico ha hecho que esta pieza, pese a su escala, no haya pasado desapercibida por quienes se han dedicado a comentar el legado del más importante arquitecto venezolano del siglo XX.

Así, de las descripciones que se han hecho del proyecto en diversas publicaciones, llama la atención, por un lado, los señalamientos a “las cambiantes percepciones espaciales y luminosas derivadas de las diferencias entre desnudos muros rugosos y las plegaduras del techo, las múltiples entradas de luz natural y el desprejuiciado uso del concreto armado”, los cuales “traen reminiscencias del templo de Notre Dame du Haut en Ronchamp, de Le Corbusier (Beatriz Meza Suinaga en la ficha elaborada para Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje -2015-), y, por el otro, la economía de recursos, la sencillez extrema y el máximo provecho que se le sacó al partido arquitectónico asumido, cuyos antecedentes se pueden encontrar en “las pequeñas iglesias coloniales de Paraguaná y Margarita…” (Paulina Villanueva y Maciá Pintó en Carlos Raúl Villanueva -2000-).

2. Izquierda: Plano de conjunto de la Comunidad 2 de diciembre (23 de enero). Derecha: Croquis de la iglesia La Asunción (Carlos Raúl Villanueva)

Está claro que Villanueva trae a este rincón del 23 de enero todo el bagaje acumulado de su experiencia en la Ciudad Universitaria patente en su capacidad para experimentar con la forma, la envolvente y sobre todo el carácter de la cubierta, entendida esta última como oportunidad para resolver problemas funcionales, lumínicos y estructurales, sin dejar de lado aspectos simbólicos, que permiten a Paulina Villanueva y Maciá Pintó recordarnos el anteproyecto para la capilla universitaria “que tiene la misma plegadura dirigida en otro sentido” y el vasto laboratorio constructivo en que se convirtieron las pasillos cubiertos.

3. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Arriba y abajo izquierda: El espacio interior. Abajo derecha: Vista exterior del camapanario

Pero es quizás el espacio y su tratamiento el tema que con mayor maestría está trabajado en esta obra en virtud del dramatismo que inspira, muy asociado al uso al que está destinada. De esta manera, si Sibyl Moholy-Nagy en Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela (1964) encuentra en la circunstancia de que está dedicada a la Asunción de la Virgen el detonante que hace que en el interior se perciba, con la complicidad de la cubierta en zig-zag, una escala ascendente desde la entrada hacia el altar (que alcanza los 24 metros de altura), no es menos cierto que la forma adoptada para trazar la planta de una sola nave, ideada para generar tensión entre las paredes laterales convergentes hacia el altar, es el otro componente que acude en auxilio del ambiente pleno de teatralidad barroca que se percibe, donde la luz natural trabajada de diversas maneras se apodera del protagonismo. La historiadora y crítica de origen alemán lo expresará así: “El diseño dio enfática importancia a las variaciones de la luz natural, comenzando con un angosto vestíbulo casi a oscuras abierto hacia el baptisterio que debe recibir a numerosos grupos familiares asistentes a los actos religiosos. Desde este amplio espacio, la nave se angosta gradualmente más y más a cada paso.  En el lado este y por encima del altar principal todas las fuentes visibles de luz desaparecen y una luz indirecta desciende por los muros de concreto tal y como las ocultas fuentes de luz articulaban el interior de las capillas barrocas”. En pocas palabras, como aseverarán Paulina Villanueva y Maciá Pintó se establece “un doble juego: se entra por un espacio ancho y bajo para finalizar en un espacio estrecho y alto”.

4. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Planta y corte
5. Iglesia de La Asunción (1957-1959). 23 de enero, Caracas. Carlos Raúl Villanueva. Colaborador: Juan Pedro Posani. Vista exterior

Implantada de forma tal que no se vea afectada por la volumetría de los superbloques que la acompañan, la Iglesia de La Asunción contiene todos los elementos característicos del uso al que está destinada: un baptisterio a la entrada y un coro sobre ella ocupando una mezzanina, confesionarios, nichos en los que se resuelven pequeñas capillas y sacristía, elementos estos últimos que se adosan con aleatoriedad a la planta cuasi triangular cuyo eje central de simetría demarca el trayecto desde el acceso al altar.

Descripciones aparte, también resulta cuando menos curioso que Carlos Raúl Villanueva se haya hecho acompañar para el desarrollo del proyecto de esta edificación, si se quiere excepcional en su trayectoria, de su colaborador y mano derecha en la realización de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC), Juan Pedro Posani, y no de quienes aparecen junto a él como realizadores del complejo habitacional: José Hoffman y José Manuel Mijares. También de que, a diferencia de lo ocurrido en la CUC, Villanueva haya reconocido la importante participación de Posani en esta obra ubicada en la etapa final de la realización del campus universitario, preámbulo de un período donde decrecerá significativamente su actividad con el advenimiento de la democracia.

6. Carlos Raúl Villanueva y Juan Pedro Posani a finales de los años cincuenta, trabajando en la Ciudad Universitaria de Caracas

Posani, quien desde agosto de 2018 tiene un blog que ha titulado “El viejito inquieto” y que subtitula “Un blog por el ostracismo de las ideas negativas, pero también muy realista” (https://juanpedroposani.wordpress.com/), donde se identifica a sus 88 años como “arquitecto moderno y testarudo”, ha ido sacando poco a poco a la luz pública su hasta ahora velada y particular relación con Villanueva en lo relativo a su mutua dependencia intelectual y profesional, vital, hasta el punto de dejar varias anécdotas y algunos testimonios.

En su ultima entrega del 9 de agosto, en la que insiste en su papel de “ghost-writer de CRV”, al referirse a la autoría de la frase “El arquitecto es un intelectual, por formación y función. Debe ser un técnico, para poder realizar sus sueños de intelectual. Si tales sueños resultan particularmente ricos, vivos y poético, quiere decir que a veces puede ser también un artista”, lanza al aire lo siguiente: “… por muchos años mi trabajo al lado del maestro, fue ser su traductor, de sus dibujos, croquis y que el 90% de sus escritos han sido redactados por mí, en mi papel de ‘ghost-writer’ ¿Por qué el maestro nunca habló de esa o de otras colaboraciones…? Es un pequeño misterio que tal vez habría que estudiar. Por qué, por ejemplo, tampoco nunca mencionó al papel de un arquitecto tan bueno y con hasta dos interesantes edificios en la Ciudad Universitaria, como fue Gorka Dorronsoro. En mi caso, lo hizo únicamente con la iglesia del 23 de Enero”. El repaso de la relación Villanueva-Posani a través del blog autobiográfico que éste ultimo ha venido realizando puede ser objeto de otra nota en otro momento. Sin embargo, queda abierta la duda acerca de hasta dónde llegó su participación en la Iglesia de La Asunción (“puro espacio, verdadero y sin afectaciones; un ráfaga de aire desplegando la cubierta al cielo” como dirán Paulina Villanueva y Maciá Pintó) en medio de la creciente simbiosis que con el tiempo se fue creando entre maestro y discípulo. Si la frase mencionada que define al arquitecto “fue pensada, escrita y redactada por ese muchacho, Juan Pedro Posani, así eran las cosas, y así fue, tal vez ayude a entender mejor lo complejo de la vida y a precisar el recorrido de cada quien. Eso no le quita nada a Villanueva. Tan solo ayuda a entender lo que cada quien ha hecho en la vida”.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. http://guiaccs.com/obras/iglesia-la-asuncion/

2 izquierda. http://guiaccs.com/obras/comunidad-23-de-enero/

2 derecha, 3 arriba derecha y 5. Paulina Villanueva y Maciá Pinto. Carlos Raúl Villanueva, 2000

3 arriba izquierda. https://www.flickr.com/photos/juliocesarmesa/14134004561/

3 abajo. Sibyl Moholy-Nagy. Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela, 1964

4. Galería de Arte Nacional. Carlos Raúl Villanueva. Un moderno en sudamérica, 2000

6. https://www.arquine.com/juan-pedro-posani-1931-2020/

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