¿SABÍA USTED…

… que en 1959 la Shell Caribbean Petroleum Co.concluye la construcción de dos importantes Estaciones de Servicio en la ciudad de Caracas?

1. Izquierda: José Lino Vaamonde, fotografía extraída de su documento de identidad cuando asistió a la Exposición Internacional de París en 1937. Derecha: Detalle de la portada el libro La Guerra Civil española: reacción, revolución y venganza de Paul Preston

Cuando en el año 1946 la Shell Caribbean Petroleum Co. toma la decisión de crear una sección de arquitectura que se encargara de atender el urbanismo y diseño de campamentos petroleros, sus viviendas y sus diferentes servicios (clubes, edificaciones educativas y de atención médica o elementos de apoyo), así como también diversas necesidades que la compañía requería y aportaba a los centros poblados próximos a los lugares donde su actividad extractiva se desarrollaba, fundamentalmente en el occidente del país, le asigna tal responsabilidad al arquitecto español José Lino Vaamonde Valencia (Orense, 1900- Caracas, 1986).

Vaamonde, quien nunca revalidó en Venezuela su título obtenido en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1927 (a los que sumó los de arquitecto sanitario y aparejador en 1934), llega como refugiado político en noviembre de 1939 luego de desarrollar una destacada labor tanto profesional (a nivel y privado y público) como política en España, donde siendo miembro de la Izquierda Republicana prestó sus servicios al gobierno de Manuel Azaña entre 1936 y 1939.

Siguiendo el artículo dedicado a Vaamonde elaborado por Isabel Argerich Fernández para el portal de la Real Academia de la Historia de España (http://dbe.rah.es/biografias/44253/jose-lino-vaamonde-valencia), destacan del período en que ejerció la profesión en la península su participación “en la construcción del Metro de Madrid (1927) y del ferrocarril Orense-Santiago (1929), dedicándose desde entonces al urbanismo. También trabajó para Secundino Zuazo en los planes de Reforma Interior y Ensanche de Madrid, Ensanche de Zaragoza y Plan Comarcal de Madrid”. En 1934 presentó a concurso del Ministerio de Obras Públicas en colaboración con Luis Pérez Mínguez y Joaquín Ortiz García un proyecto para poblados en zonas regables del Guadalquivir por el que logró mención especial del jurado. “En 1935 fue (…) premiado por su estudio Algunas aportaciones al estudio de la Vivienda Rural española; al año siguiente se distinguió con la 1ª Medalla en la Exposición de Bellas Artes de Córdoba (Sección Construcción) con el proyecto Vivienda Mínima para Obreros”. Simultáneamente, Vaamonde jugó un destacado papel en la creación de los Colegios de Arquitectos desempeñándose como secretario de la Sociedad Central de Arquitectos los años 1929 a 1931, “miembro fundador y secretario del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid desde 1931 a 1934, así como fundador y secretario general del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España entre 1932 y 1934”.

Incorporado al gobierno republicano, comienza una intensa actividad para la protección institucional del Tesoro Artístico español. “En octubre de 1936, fue nombrado arquitecto conservador del Museo del Prado, y vocal arquitecto de la Junta Central del Tesoro Artístico tres meses después. Como tal, dispuso medidas para la protección del Museo, y se responsabilizó de uno de los aspectos cruciales de la vasta operación de traslado de obras maestras a Valencia: su recepción y adecuada conservación en dicha ciudad”. Finalmente, destaca su participación como Comisario General Adjunto del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París  de 1937.

Como ya se señaló, transcurridos 7 años desde su llegada a Venezuela en los que realizó varias actividades en la ciudad de Valencia asociado con Joaquín Ortiz García, Vaamonde es contratado por la Compañía Shell-Venezuela donde funda y organiza la Sección de Arquitectura en 1946 desempeñando la jefatura de dicha sección y, posteriormente, de la Sección de Proyectos. En 1958 (según recogemos del catálogo de la exposición “Arquitecturas desplazadas. Arquitecturas del exilio español” -2007- de la cual Henry Vicente Garrido fue director y comisario), “es designado Arquitecto Asesor de la Compañía, el más alto cargo arquitectónico dentro de la empresa”, de la que se retira en 1961. De 1956 es su participación como asesor en el proyecto para el edificio de la Shell Caribbean Petroleum Co. (Maracaibo) de Juan Andrés Vegas y de 1957 a 1960 su colaboración junto a Diego Carbonell y Miguel Salvador Díaz en el diseño del nuevo edificio sede para la misma compañía realizado en Chuao, Caracas.

2. Super Estación de Servicio Blandín, La Castellana. Rafael Valery S. bajo la supervisión de José Lino Vaamonde, 1954

De entre las edificaciones que se diseñan en la Sección de Arquitectura de la Shell (esbozadas en términos generales al comienzo de esta nota), no dejan de tener menor importancia los correspondientes a edificios de oficinas, de servicios y de alojamiento para la compañía y particularmente las estaciones de servicio (bombas de gasolina, como se les conoce popularmente) en algunas de las principales ciudades del país y en Caracas fundamentalmente.

Así, las “súper estaciones” de servicio Blandín y Las Mercedes, proyectadas la primera en 1954 y la segunda en 1955, pero abiertas al público en 1959, permiten destacar el cuidado que se tuvo a la hora de exponer por vez primera los resultados en dos localizaciones privilegiadas dentro de la capital de la calidad de diseño que la Shell aspiraba, sumado al hecho de que se trataba de las primeras incursiones arquitectónicas dentro de este uso cuyo programa fue ampliado con las más modernas prestaciones.

Blandín, ubicada en el cruce de la avenida del mismo nombre con la Teresa de Jesús en la Urbanización La Castellana, fue proyectada (con la supervisión de Vaamonde) por el arquitecto Rafael Valery S. (Catholic University of America, Washington, D.C. EE.UU), quien se había incorporado a la Shell en 1952. Para el diseño de esta edificación donde las variables funcionales son determinantes, es de destacar la correcta articulación de los dos cuerpos que la conforman a través de un tercero en que se ubica la tienda y el valor expresivo que cobra la estructura utilizada para salvar las luces requeridas por las dos actividades de mayor envergadura, siendo la dedicada al lavado de vehículos la que cobra mayor realce.

3. Super Estación de Servicio Las Mercedes. Carlos Augusto Gramcko bajo la supervisión de José Lino Vaamonde, 1955

El diseño de la Súper Estación de Servicio Las Mercedes, ubicada en un terreno de 4.600 m2 de la urbanización homónima, con frentes hacia tres vías, la Avenida Principal de la urbanización y las Calles Jalisco y California, corrió a cargo del arquitecto Carlos Augusto Gramcko (FAU UCV, promoción 3 / 1954), también bajo la supervisión de José Lino Vaamonde. Para esta importante localización dentro de un sector que empezaba a cobrar gran vitalidad urbana, se planteó una edificación predominantemente horizontal, acentuando el efecto al colocar mármol negro en los bordes exteriores de la cubierta. Los cerramientos interiores de la estación de servicio fueron resueltos utilizando grandes vanos, cerrados con marcos de aluminio anodizado y cristal reforzado, que permitían a los clientes observar las naves de lavado, engrase y secado mientras los empleados atendían sus automóviles. Con el ánimo de destacar la estación de servicio del conjunto de edificaciones existentes en la urbanización, se incorporó al proyecto a Alejandro Otero (1921-1990) notable pintor y escultor venezolano, quien creó un delgado prisma vertical de 15 metros de altura, 1,20 de ancho y 0,20 cms de espesor, de concreto armado, recubierto de aluminio anodizado gris con oro en sus caras principales, visibles a larga distancia, el cual descansaba en un pequeño espejo de agua, siendo esta la primera intervención de carácter urbano que hiciera el connotado artista plástico en la ciudad. Ambas estaciones de servicio han sufrido a través del tiempo diversas intervenciones que las han desfigurado e impiden detectar los valores de las propuesta originales. Por fortuna luego de momentos de incertidumbre que se produjeron a raíz del último cambio de administración, la obra de Alejandro Otero, despojada de las condiciones que la rodeaban en 1959 aún logra marcar su presencia en la hoy congestionada esquina de Las Mercedes donde se encuentra.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. Izquierda: https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Lino_Vaamonde. Derecha: Paul Preston, La Guerra Civil española: reacción, revolución y venganza, 2010

2 y 3. Colección Crono Arquitectura Venezuela

Es noticia

XI BIAU: se abre convocatoria de obras, publicaciones, trabajos académicos, investigaciones y fotografías

Por Fabian Dejtiar

18 Diciembre, 2018

Tomado de Plataforma arquitectura

La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo es un evento de referencia en la comprensión de la situación actual y prospectiva de la arquitectura y urbanismo en la comunidad iberoamericana. El pasado 17 de diciembre se abrieron las convocatorias para la edición 2019, comisariada por Arturo Franco y Ana Román, donde se seleccionará las mejores obras de arquitectura y urbanismo, publicaciones, textos de investigación y trabajos académicos de las regiones involucradas.

La convocatoria para participar en la XI BIAU estará abierta hasta abril de 2019, y sus resultados se presentarán en Asunción (Paraguay) en octubre de ese mismo año, con un programa de actividades que incluirá la exhibición de los trabajos seleccionados, una serie de conferencias magistrales, ponencias especializadas y tanto mesas de debate articuladas alrededor del tema de la XI BIAU -aĩ paragua y (habito – el agua)- así como exposiciones y otras actividades paralelas, entre ellas, el reconocimiento de la trayectoria a una serie de maestros.

Para más información visitar el portal de la XI BIAU.

ACA

Es noticia

Richard Rogers gana la medalla de oro AIA 2019

Por Niall Patrick Walsh

Traducido por Mónica Arellano

6 Diciembre, 2018

Tomado de Plataforma arquitectura

Richard Rogers (1933) ha sido galardonado con la Medalla de Oro AIA 2019 por el Instituto Americano de Arquitectos. El arquitecto de renombre mundial y director fundador de Rogers Stirk Harbour + Partners ha sido reconocido «por su influencia en el entorno construido que ha redefinido las responsabilidades de un arquitecto con la sociedad».

En honor a «un individuo o una pareja de arquitectos cuyo cuerpo de trabajo ha tenido una influencia duradera en la teoría y la práctica de la arquitectura», la Medalla de Oro de la AIA a menudo se considera el honor más alto otorgado en los Estados Unidos para la arquitectura.

Como uno de los arquitectos líderes del movimiento británico de alta tecnología, el ganador del Premio Pritzker Richard Rogers se destaca como uno de los arquitectos más innovadores y distintivos de una generación. Rogers empezó a ser reconocido en los años 70 y 80, con edificios como el Centro Georges Pompidou en París (diseñado junto a Renzo Piano) y la sede de Lloyd’s Bank en Londres. Hasta el día de hoy, su trabajo juega con motivos similares, utilizando colores brillantes y elementos estructurales para crear un estilo propio, pero también altamente adaptable.

Rogers nació en Florencia, pero su familia se mudó a Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, cuando apenas era un niño. Después de asistir a la Architectural Association en Londres, Rogers estudió en los Estados Unidos en la Universidad de Yale, donde conoció a su compatriota británico Norman Foster. Después de graduarse, los dos arquitectos se unieron a Su Brumwell y Wendy Cheeseman para formar el Equipo 4 en 1963. Aunque su colaboración como Equipo 4 duró solo cuatro años, resultó ser una etapa formativa crucial en la arquitectura británica, ya que tanto Rogers como Foster pasaron a ser los personajes principales de la escena de alta tecnología.

En la década de 1990, Rogers se involucró en la política británica en la Cámara de los Lores (su título completo es Baron Rogers de Riverside). Esto originó una invitación por parte del gobierno para establecer el Grupo de Trabajo Urbano, que en 1998 llevó a cabo una revisión de las causas de la decadencia urbana y describió una visión del futuro de las ciudades británicas en el documento «Towards an Urban Renaissance». Durante 8 años también fue asesor principal de arquitectura y urbanismo para el alcalde de Londres.

En años más recientes, Rogers ha continuado produciendo obras de gran mérito, ganando el Premio Stirling en 2006 y 2009, y el Premio Pritzker en 2007.

Como el 75º ganador de la Medalla de Oro, Rogers se une a una lista de ganadores estimados, entre ellos Frank Lloyd Wright (1949), Louis Sullivan (1944), Le Corbusier (1961), Louis I. Kahn (1971), IM Pei (1979), Thom Mayne (2013), Julia Morgan (2014), Moshe Safdie (2015) y Denise Scott Brown y Robert Venturi (2016). El año pasado, el premio fue otorgado a James Stewart Polshek.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 143

Si existe un material que se podría considerar representativo de buena parte de la fiebre constructiva que envuelve a Caracas durante las décadas de los años 40 y 50 del siglo XX ese es el mosaico vítreo. Vinculado a la llegada de inmigrantes italianos quienes trajeron, junto al gusto por su presencia, la técnica de la elaboración y la destreza en su colocación tanto funcional como artística, aprovechado por sus excelentes cualidades como revestimiento de fácil instalación que garantiza durabilidad y buen mantenimiento, es sin duda el elemento estrella con el que se recubre el Centro Simón Bolívar (CSB) y ejecutan los más importantes murales de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC), dos conjuntos referenciales que servirán de antecedente y a la vez impulsarán a los constructores privados a incorporarlo como soporte de obras de arte que engalanarán las fachadas de edificios ubicados en importantes avenidas de nuevas urbanizaciones, dando con ello una importante señal de estatus.

Por otro lado, el uso del mosaico podría decirse que acompaña el definitivo triunfo logrado por el concreto armado por la misma época como sistema constructivo que se impone y abarca la casi totalidad de las edificaciones que desde entonces se realizan en nuestro país.

Blanca Rivero en la ponencia “El mosaico mural vítreo en el edificio moderno caraqueño”, presentada para la Trienal de Investigación FAU UCV 2017, registra como parte de su interesante investigación lo siguiente: “El mosaico vítreo llega a Venezuela para ser utilizado en la Ciudad Universitaria de Caracas de manos del comerciante italiano Paolo Cappellin, quien además de importar el material, ofrecía la instalación del mismo de manos de migrantes artesanos y mano de obra calificada que en principio subcontrataba para su empresa. El material venía desde la empresa Sarim, ubicada en Venecia.”

De esta manera, Rivero nos abre la oportunidad de encontrar en la figura de Paolo Cappellin (1919-2017) un referente importante en lo que fue la importación a través de la empresa Veneto Lombarda C.A. del material de origen veneciano y, en formato de 2×2 cm, que fuera utilizado en los primeros murales elaborados por Mateo Manaure en 1951 para los accesos del Estadio Olímpico de la CUC, cuando Manaure, recién llegado de París, comenzaba a transitar su etapa de abstracción lírica influenciada principalmente por Vasíli Kandinsky.

Para Cappellin, referido por Rivero, fue el edificio Caribe (1949) del arquitecto Arthur Kahn, “el primero en utilizar el mosaico vítreo de color amarillo en su pasillo interior” importado seguramente por su empresa. Simultáneamente Cappellin se dedicará también a la importación de mármol lo que le permitirá posteriormente crear otra empresa (Mármoles Venezolanos C.A.-MARVENCA-) que aún hoy perdura de la mano de sus sucesores habiendo ampliado su rango a la comercialización de mármoles y granitos nacionales.

Posteriormente, en virtud del éxito que obtuvo su utilización, el mosaico vítreo comenzó a fabricarse en el país a través de al menos dos firmas: Productos Cerámicos LLAMART y Cristalerías Nacionales C.A. (CRISTANAC), cuyo aviso aparecido en 1957 en el nº3 de A, hombre y expresión que hoy recoge nuestra postal nos ha permitido abordar el tema.

CRISTANAC, cuya fábrica se encontraba en el Barrio San Miguel de Maracay y sus oficinas en Caracas entre las esquinas de San Francisco y Sociedad en el edificio Magdalena, de cuya fecha de creación como industria nacional fabricante de “mosaico vidrioso” no poseemos datos exactos, ya aparece anunciada en el nº1 (1954) de A, hombre y expresión. Seguramente sigue la senda abierta por las importaciones iniciales provenientes desde Italia en cuanto a detectar un mercado pujante y creciente de uso del material y en cuanto a aprovechar al máximo las técnicas asociadas a su fabricación. De hecho, si los primeros murales de la CUC (1951-53) se realizaron con material veneciano fabricado por Sarim e importado por Cappellin, CRISTANAC ya empieza a abrirse paso y aparece de la mano de Pascual Navarro como firma fabricante de los “mosaicos vítreos industriales de 2×2 cm” del impactante mural curvo (259 x 1592 cm), fechado en 1954, ubicado en la Plaza Cubierta de la CUC y de otro igualmente curvo de menores dimensiones (308,5 x 1000 cm) diseñado por Mateo Manaure para el exterior del Aula Magna entre el corredor cubierto y las taquillas, el cual forma parte de la etapa correspondiente a una abstracción geométrica más influenciada por Kazimir Malévich y Piet Mondrian, que constituye el grueso de su aparición con un total de 26 de las 69 obras murales presentes en el campus entre 1951 y 1956, en las que CRISTANAC entre el 54 y el 56 seguramente fue importante proveedora de la materia prima y habilidosos artesanos los encargados de trabajarla para logran el grado de perfección que todos podemos todavía apreciar.

LLAMART, la otra empresa del ramo a la que hicimos mención anteriormente, estuvo involucrada (que sepamos) en tres murales realizado todos en “cerámica esmaltada” por Mateo Manaure en 1954: el que sirve de telón de fondo (302.5 x 1162 cm) al espacio ubicado fuera de la Plaza Cubierta presidido por el “Pastor de nubes” de Jean Arp (reconstruido en 1989 con productos de Cerámicas Carabobo); el que recubre la fachada este de la Sala de Conciertos (640 x 1465 cm) y el que engalana la fachada norte del Paraninfo (945×1670 cm) -inspirado claramente en Malévich-, permitiéndonos todos calibrar la utilización por parte del mismo artista de dos acabados distintos de un mismo material en idéntico formato ofrecidos por dos empresas diferentes.

Por el uso de qué producto proveniente de cuál firma se decantaron Víctor Vasarely, Fernand Léger, André Bloc, Sophie Taeuber-Arp, Alejandro Otero, Oswaldo Vigas, Carlos González Bogen, Alirio Oramas, Víctor Valera, Omar Carreño, Armando Barrios o Wilfredo Lam (aparte de los ya mencionados Pascual Navarro y Mateo Manaure) al momento de realizar sus murales en cerámica (tanto en espacios techados como a la intemperie), no lo sabemos así como tampoco el volumen que provino de Italia o de las dos empresas nacionales que hemos relatado. Lo cierto es que el formato predominante fue el mismo y el acabado vitrificado prevaleció, lográndose en todos los casos una altísima calidad de ejecución dentro de complejas composiciones geométricas (lo que se traduce en una mano de obra de primera) y prolongada durabilidad, aunque hoy el tiempo y la falta de mantenimiento hayan comenzado a hacer estragos.

A pesar de que Blanca Rivero centró su trabajo en identificar y analizar 20 edificios caraqueños cuyos permisos de construcción se otorgaron entre 1954 y 1956, que incorporan murales artísticos de mosaico vítreo en su concepción arquitectónica, ubicados en toda la extensión de la ciudad, sin duda nos ha ofrecido la oportunidad de comprender todas las implicaciones que su uso tuvo en aquel estelar momento donde seguramente CRISTANAC también se hizo presente. Su investigación no hace sino reforzar la idea del valor y presencia del material en la ciudad y su arquitectura y destacar no sólo el hecho de que quienes promovían las obras eran constructores de origen italiano sino la intervención en sus fachadas de connotados artistas, en especial Ennio Tamiazzo (1911-1982), quien desarrolló su trabajo plástico en Venezuela del 53 al 59 en paralelo a lo que acontecía en la CUC.

Reconocer “el mosaico mural vítreo como un elemento importante e imprescindible que forma parte fundamental de los materiales con los que fue construida la arquitectura moderna caraqueña”, que “representa parte irremplazable de la integración arte-arquitectura, al ser la materia desde la cual, dadas sus características físicas, se permitió dicha integración”, donde su “versatilidad, fácil instalación, manejo y comercialización fueron claves en la construcción de la modernidad en Caracas” y sin el cual “parte del lenguaje arquitectónico que la define no hubiese sido posible, ya que él constituye parte esencial que da unidad al aspecto final de las edificaciones”, son algunas de las conclusiones a las que llega Rivero dentro de la necesidad de ir sumando “criterios de apreciación para los edificios de la época” y que hoy para comenzar el año no podemos menos que compartir.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Revista A, hombre y expresión, números 1, 2, 3 y 4