¿SABÍA USTED…

… que el 19 de mayo de 1968, hace ya 50 años, el entonces Presidente de la República, Dr. Raúl Leoni, y el Director Fundador César Quintini Rosales, inauguran la sede del Instituto Politécnico, ubicado en Barquisimeto, estado Lara?

1. Gustavo Legórburu. Instituto Politécnico de Barquisimeto, 1968. Vista General

Esta importante obra, diseñada por el arquitecto venezolano Gustavo Legórburu (1930-2013), surge como resultado del decreto de creación del Instituto el 22 de septiembre de 1962, firmado por el Presidente de la República Rómulo Betancourt. La organización académico-administrativa se inicia en abril del año siguiente, al igual que la planificación, diseño del campus y anteproyecto de las edificaciones por parte de Legórburu, quien culmina el proyecto en 1964.

La instalación en el país de Institutos Tecnológicos empieza en los albores de la democracia gracias al interés demostrado por la UNESCO en darle cabida a la formación de ese tipo dentro de la educación superior venezolana, correspondiéndole a Barquisimeto (en competencia con Caracas y Valencia), apoyada en la campaña realizada por la Sociedad de Amigos de esa ciudad (SAB) con Don Raúl Azparren a la cabeza, ser seleccionada como asiento principal de lo que posteriormente sería la implantación de una red que buscaba abarcar todo el territorio nacional. También fue Barquisimeto y la planificación de su campus quienes se vieron beneficiadas por la asistencia técnica y económica (1.500.000$) que ofreció la UNESCO para impulsar el proyecto de lo que inicialmente se denominó como Instituto Politécnico Superior (IPS), pasando luego a designarse en 1972 como Instituto Universitario Politécnico (IUP), nombre que ya se le había dado el año anterior a la sede de Caracas y que asume dos años después la de Puerto Ordaz. Posteriormente, en 1979, mediante Decreto Ejecutivo se crea la Universidad Nacional Experimental Politécnica “Antonio José de Sucre” (UNEXPO) pasando a estar integrada por los Instituto Universitarios Politécnicos de Barquisimeto, Caracas y Puerto Ordaz a nivel de Vice Rectorados, con núcleos en diversas localidades. Superado el trance que llevó en abril de ese mismo año a derogar su conversión en universidad, la UNEXPO (como hoy se le conoce) recobra dicha categoría en 1991, condición que mantiene hasta nuestros días.

Con la creación del Instituto nace la educación politécnica en Venezuela y en tal sentido es considerado como el punto de partida para reanudar la docencia universitaria en la región, bajo el enfoque de una concepción experimental, para el ensayo de nuevos métodos y estructuras académicas y administrativas, que permitieron abrir nuevas vías de formación superior. De allí la trascendencia que cobraba el que ello estuviese acompañado de un proyecto que cumpliese con tan altas expectativas, cosa que gracias a la participación de Legórburu ocurrió, pasando a ser toda una lección de arquitectura donde lo funcional, lo espacial y lo ambiental van totalmente de la mano, dentro de una clara proyección a futuro que aún hoy mantiene plena vigencia.

Para ello también fue fundamental el cuidado que se tuvo en la especificación y adquisición de equipos para los talleres y laboratorios que abarcaban la mayor parte del novedoso programa formativo. Cabe acotar que aunque la inauguración formal del campus se llevó a cabo en 1968, ya en enero de 1966, luego de ser llamados a inscripción y completado el proceso de selección, los primeros jóvenes escogidos inician sus actividades de capacitación y formación.

2. Gustavo Legórburu. Arriba: Quinta en la Urb. Los Palos Grandes, Caracas, 1964. Centro: Conjunto Residencial Veracruz, Las Mercedes, Caracas, 1965. Abajo: Quinta en la Urb. Caurimare, Caracas, 1965

Por su parte, Gustavo Legórburu, egresado de la FAU UCV en 1957 en la promoción número 6, Premio Nacional de Arquitectura 1989, con una amplia experiencia docente y una vasta práctica profesional, contaba para el momento en que se le encomienda el proyecto para el Politécnico de Barquisimeto, a pesar de su juventud, con una considerable cartera de estudios y proyectos, destacando el Estudio de Planificación de la Universidad de Carabobo (1959-63), en colaboración con su compañero de estudios Américo Faillace; el conjunto residencial Veracruz en Las Mercedes, Caracas (1965) también en compañía de Faillace; el edificio IASA en La Floresta, Caracas (1966) y varias residencias unifamiliares ubicadas en diversas urbanizaciones del este de la capital. Posteriormente participará en la Comisión creada por el rector Ernesto Mayz Vallenilla para desarrollar el proyecto para la Carrera de Arquitectura de la Universidad Simón Bolívar, el cual presenta en diciembre de 1970 y es aprobado con modificaciones en enero de 1971. También proyectará entre otros: las Estaciones Chacaíto y Altamira de la Línea 2 del Metro de Caracas (1973-1977),  el edificio Sede del Ateneo de Caracas (1975), el Monumento a la Agricultura “La Espiga” (Portuguesa, 1981-82), el edificio Banco del Orinoco (Caracas, 1984), la Biblioteca del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas -IVIC- (afueras de Caracas, 1987), y el Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano -CANIA- (1995).

3. 1. Gustavo Legórburu. Instituto Politécnico de Barquisimeto, 1968. Vistas

Sin embargo, el Politécnico de Barquisimeto significará para Legórburu un punto de inflexión en su carrera, particularmente cuando estaba dando sus primeros pasos como profesional, habiendo confesado que durante su construcción “aprendió aún más” de lo que la universidad le había dado. Ahí conoció a Héctor Silva, ingeniero experto en climatología, quien le enseñó la importancia de los factores climáticos en la construcción y cómo debe ser la arquitectura en el trópico, idea que terminaría siendo un pilar en su propia obra y un aspecto importantísimo en su rol como profesor.

Se trataba, la suya, de una arquitectura lineal y coherente, “sobria y ausente de vanidad”, impregnada de una comprometida vocación de servicio, que prescindía del protagonismo de los detalles, demostraba la importancia del saber construir para controlar el costo de lo que se hacía, dominaba a la perfección el confort procedente del adecuado acondicionamiento ambiental y apelaba a la nobleza de los materiales para brindar el carácter definitivo a las obras, asemejándose en todo ello a la actitud asumida por Carlos Raúl Villanueva quien fuera su maestro durante su etapa formativa. A sus 81 años sentenció: “El arquitecto debe darse cuenta del lugar donde vive y su arquitectura debe actuar, en consecuencia, en respuesta a ese lugar”. Esa vinculación al medio y esa toma de consciencia del pedazo de mundo en que se está, tienen en el Politécnico de Barquisimeto y la obra de Legórburu un libro abierto del cual se puede aprender día a día.

ACA

Procedencia de las imágenes.

Fotos en blanco y negro. Ravista PUNTO, nº 37, enero-febrero 1969

Foto a color. https://hispanopost.com/autoridades-desmienten-informaciones-de-danos-a-sedes-de-la-unexpo/

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